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ANTECEDENTES DE LA GUERRA

Situación geográfica de Perú, Chile y Bolivia:

Cuando las naciones sudamericanas nacieron a la vida independiente, Bolivia era un país que
tenía salida al mar. Todo el extenso desierto de Atacama le pertenecía, por el sur desde el río
Salado que le servía de límite con Chile entre los paralelos 25º y 24º, hasta el río Loa por el
norte que le servía de límite con el Perú.

Sin embargo, Bolivia enclaustrada en el altiplano, prestó poca atención a su extenso como
desértico litoral, lo cual fue motivo para que pescadores, comerciantes y trabajadores chilenos
se fueran infiltrando, en forma tal que, al poco tiempo, la población chilena sea muy superior a
la boliviana. Fue así como ya desde los años iniciales de la lucha por la independencia, los
pescadores chilenos que ocupaban el litoral boliviano comprendido entre el río Salado y la
caleta Paposo, se adhirieron a la naciente nación chilena y a Bolivia no le quedó más remedio
que aceptar los hechos consumados. A partir de ese momento, Chile empezó a quitarle a
Bolivia trozo a trozo su territorio. No obstante que Perú y Chile no tenían fronteras, sin
embargo, había entre los dos países problemas de carácter comercial, ya que Valparaíso
pretendía desplazar al Callao de su condición de primer puerto sudamericano en el Pacífico.
Esta situación obligó a que entre Perú y Chile se suscribieran algunos tratados de comercio en
los cuales cumplieron destacado papel Santiago Távara y coronel Zegarra.

Chile siempre pretendió todo el desierto de Atacama y para convencer a Bolivia de cederlo, le
ofrecía constantemente apoyo para que arrebatase al Perú el puerto de Arica. Antes de que se
formase la Confederación Perú Boliviana estuvo intrigando en tal sentido. Cuando la
confederación se formó Chile se alarmó sobremanera y contando con el apoyo de una gran
cantidad de peruanos desterrados, declaró la guerra a dicha confederación logrando su
disolución. Desde 1840 se descubrieron depósitos de guano en el desierto de Atacama. Ya no
era un territorio estéril, sino muy al contrario había la posibilidad de extraer de él grandes
riquezas. El interés de Chile creció.

Como la mayor parte de los trabajadores del litoral boliviano eran chilenos, fue uno de esa
nacionalidad el que descubrió los depósitos de guano en la bahía de Mejillones en el paralelo
23º. Chile pretendió entonces fijar hasta allí sus límites. Los incidentes a que dieron lugar, tales
intentonas, se prolongaron hasta el momento en que surge el conflicto entre España y los
países americanos del Pacífico. Cuando el Perú sostenía la discusión diplomática con España
que terminó en el conflicto naval, Chile intrigaba con Ecuador en donde era presidente García
Moreno, enemigo declarado del Perú. Por ese entonces, los chilenos habían descubierto en el
desierto ricos yacimientos de salitres, y se formaron con financiamiento inglés, compañías
chilenas para explotarlo, con autorización boliviana. Apenas terminada la guerra con España,
Chile volvió a intrigar ante el Gobierno de La Paz, que en ese entonces estaba bajo el control
del general Melgarejo, gran admirador de Chile, no obstante, lo cual se negó a secundar el plan
de entrega del desierto a cambio del puerto de Arica. A partir de ese momento, pensó Chile en
conquistar el poder naval en el Pacífico, iniciando gestiones para adquisiciones navales
importantes. En 1870, una mina de plata es descubierta por los chilenos en Caracoles y se
forma una nueva empresa con capitales chilenos. Los trabajadores chilenos de la zona
fronteriza, acuden en gran cantidad a esos centros de explotación minera. La chilenización del
territorio boliviano se produce en forma acelerada sin que Bolivia muestre el menor interés en
repoblar la región. Hombres de altura y habituados al clima frío, no se adaptaban a los calores
ardientes y secos del desierto.
En el litoral boliviano, ubicado en el desierto de Atacama, existían importantes yacimientos de
salitre o nitrato de sodio. El salitre por esos años era utilizado en la fabricación de explosivos y
como abono en la agricultura. El conflicto se inició cuando empresarios chilenos y capitalistas
británicos se dedicaron a extraer y exportar a Europa el salitre de Atacama, aprovechando la
casi nula presencia del gobierno de La Paz en la zona. Enterados lo bolivianos, iniciaron la
protesta alegando que la incursión chilena era ilegal ya que su territorio se extendía hasta el
paralelo 25°S. Pero Chile, sorprendiendo a la diplomacia de entonces, respondió que sus
límites por el norte llegaban hasta el paralelo 23°S. No satisfechos los bolivianos siguieron
reclamando su derecho hasta que se apoderó del gobierno de La Paz el dictador Mariano
Melgarejo. En 1866, Melgarejo, influenciado por diplomáticos chilenos, firmó un polémico
tratado reconociendo como límites entre los dos países el paralelo 24ºS. Asimismo, convirtió la
zona en región económica compartida y estipuló que las ganancias de la explotación del salitre
serían repartidas equitativamente por ambas naciones. Tras la caída de Melgarejo en 1871,
este “tratado” fue repudiado por la opinión pública de Bolivia. No contaba además con la
aprobación del Congreso, requisito sin el cual ningún documento de este tipo tiene validez
jurídica. En los años sucesivos el caso se convirtió en un problema delicado que alteraba la paz
y el equilibrio en la región.

Fue en este contexto (y por las tensiones entre Chile y Argentina por territorios en la
Patagonia) que el presidente de chileno Federico Errázuriz ordenó la construcción, en 1871, de
dos buques blindados en astilleros ingleses con la orden de trabajarlos “día y noche”. Sin
embargo, paralelamente a tales aprestos militares, Chile inicia un nuevo acercamiento con
Bolivia y suscriben otro tratado de límites en 1874. El nuevo documento mantuvo como límite
el paralelo 24ºS y Bolivia se comprometió a no aumentar los impuestos existentes sobre
capitales e industrias chilenos durante un período de 25 años. El conflicto se precipitó cuando
en febrero de 1878 el presidente boliviano Hilarión Daza estableció un impuesto de 10
centavos por cada quintal de salitre exportado del puerto de Antofagasta. Para los chilenos,
Daza estaba violando el acuerdo de 1874. Pero el presidente boliviano (los chilenos
argumentan que estuvo instigado por el Perú) insistió y ordenó que la Compañía de Salitres de
Antofagasta pagase 90 mil pesos por concepto de derechos adeudados desde la publicación
del “impuesto de los 10 centavos”. Luego Daza amenazó que, si los empresarios chilenos no
cumplían con el pago, reivindicaba para Bolivia las salitreras detentadas por la Compañía de
Salitres de Antofagasta. Anunció, además, que el 14 de febrero de 1879 tendría lugar la venta
pública de las propiedades incautadas. Chile rompió relaciones diplomáticas con Bolivia y
ocupó militarmente Antofagasta en defensa de los intereses de sus ciudadanos. El Perú ligado
a Bolivia por un “tratado secreto” de defensa mutua trató de mediar en un inicio, pero ante su
negativa de declararse neutral fue también envuelto en el conflicto desde abril de 1879.

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