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La guerra del pacifico

1. Las razones de la guerra


Las causas de la Guerra del Pacífico son complejas y diversas.
La causa inmediata fue el impuesto de diez centavos porquintal al salitre exportado que el gobierno boliviano gravó a la
empresa minera Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta.

1.1. El salitre
Empresas de capitales chilenos y británicos se establecieron en Antofagasta, cuando aún era un asentamiento boliviano, y
en Tarapacá para explotar y exportar este recurso . El expansionismo chileno debería ser considerado como la verdadera
causa de la Guerra del Pacífico. La guerra se iniciaba en un momento oportuno para Chile, pues el país sufría una severa
crisis económica que pudo estallar en una grave crisis política interna. La guerra salvó a Chile y le entregó grandes
recursos económicos de las minas de los territorios bolivianos y peruanos invadidos.

La región del Litoral boliviano había sido prácticamente abandonada a principios del siglo XIX. Otra causa está
relacionada con el conflicto sobre la delimitación de fronteras entre Bolivia y Chile que no había sido solucionado en ese
momento. Chile y Bolivia tenían una cuestión fronteriza pendiente en la zona del desierto de Atacama sin resolver del
todo y que había dado lugar a numerosos tratados que solo zanjaban, temporalmente, el problema que a la larga se
convertiría en la base legal que tomaría Chile para iniciar la guerra. Desde 1842, Chile dijo tener títulos sobre el desierto
de Atacama, desconociendo la frontera que se había marcado hasta entonces con Bolivia en el paralelo 25.

Según Luis Ortega, en 1842 el gobierno chileno fijó unilateralmente su frontera norte en el paralelo 25, concitando el
reclamo boliviano pertinente . La ley que el Congreso chileno aprobó en octubre de ese año impulsó al gobierno boliviano
a enviar sucesivas, aunque poco fructíferas, misiones diplomáticas al país vecino para demostrar y reclamar sus
derechos. Más de veinte años después, en 1866, se firmó un tratado entre Bolivia y Chile en el que se estableció que la
frontera entre ambos países quedaría fijada en el paralelo 24 y que los impuestos que se recaudaran por actividades
económicas entre los paralelos del 23 al 25 se repartirían entre ambos estados a mitades. Según Valentín Abecia , este
tratado significó para Bolivia una pérdida inicial de 1.200 leguas cuadradas, respecto a la extensión territorial original.
El contrato suscrito con la compañía anglo-chilena fue aprobado por la Asamblea Nacional, casi cinco años después, el 14
de febrero de 1878, un año antes del inicio de la guerra.

1873, con el apoderado de la Compañía Anónima de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta a condición de hacer


efectivo, como mínimum, un impuesto de 10 centavos en quintal de salitre exportado . Otro elemento a considerar, en la
Guerra del Pacífico, es la lucha por la hegemonía regional del Pacífico que disputaban Perú y Chile, y en cuyo
conflicto, Bolivia optó por asociarse con Perú. En 1874, por ejemplo, el 93% de la población de Antofagasta era chilena y
apenas 2% era boliviana. Esto ha llevado a historiadores bolivianos y chilenos a señalar esta, como la verdadera causa del
conflicto de 1879, justamente la expansión del capital y trabajo chilenos al desierto de Atacama .

También deben mencionarse los intereses británicos para proteger sus inversiones en Chile, como una de las razones que
empujaron a Chile a la invasión, en sintonía con sus afanes expansionistas. Por tanto, las causas de la guerra del Pacífico
no son simples, involucran una serie de factores, y se puede establecer que el fin último de la guerra fue el afán
expansionista de Chile.
Campañas en la Guerra del Pacífico
1. Campaña de Atacama
La guerra inicia con la campaña de Atacama, el 14 de febrero de 1879;
Antofagasta. Entonces se producen intervenciones a otros poblados de la zona, como Mejillones, Tocopilla y Cobija.
Finalmente, las tropas chilenas avanzan sobre Calama, donde se había preparado una resistencia por parte de civiles
bolivianos.

2. Campaña marítima
Daza parte con un grueso del ejército boliviano a Tacna, en abril, para coordinar las acciones militares con su aliado
peruano. Otras unidades del ejército boliviano se irán, sucesivamente, incorporando hasta llegar a los 10.000
efectivos. Ejército, para marchar hacia el campo de operaciones cuando le fuera ordenado. También, la Independencia del
Perú se hunde tras chocar contra un arrecife, cuando persigue a la Covadonga chilena.

Perú queda en desventaja estratégica. Con esta batalla, Perú ya no tiene buques de guerra para enfrentar a los chilenos en
el mar.

1. Campaña de Tarapacá
Siendo Chile dueña de la situación en el mar, se espera que concentre sus fuerzas para desembarcar su ejército en algún
lugar del desierto peruano de Tarapacá. Con una cuña clavada en medio del desierto peruano de Tarapacá, Chile
comienza a consolidar su posesión del territorio. Se planea, desde el mando aliado, una operación de cerco y
aniquilamiento de las tropas chilenas en el desierto.

El ejército de Daza que partió de Tacna realiza contramarcha y alega que no puede continuar, puesto que, según su
telegrama, «el desierto agobia». Sin embargo, aunque triunfantes en esa batalla, están plantadas en el desierto, sin
aprovisionamiento. Las tropas deben retirarse hacia Tacna, dejando todo el desierto del Tarapacá en manos
chilenas. Chile se ha apropiado, consiguientemente, no solo del desierto boliviano de Atacama, sino también del desierto
peruano de Tarapacá.

2. Campaña de Tacna
Entre febrero y marzo , el ejército chileno desembarca tropas en las cercanías de Ilo y Mollendo. En una primera batalla
en Los Ángeles, las tropas chilenas cortan vías de aprovisionamiento a varias ciudades del sur peruano. Se van
concentrando tropas de ambos lados y se enfrentan en las cercanías de Tacna, en la batalla del Alto de la Alianza, el 26 de
mayo de 1880. Las tropas aliadas de Bolivia y Perú pierden estrepitosamente.

3. La campaña de Lima
Después de un pequeño armisticio, la lucha por la capital peruana se reanuda el 15 de enero en la segunda línea de
defensa en Miraflores. El triunfo de las tropas chilenas da lugar a la ocupación de ese ejército de la capital, durante más
de dos años. El ejército chileno saquea la ciudad.

4. Campaña de la Breña
Como no existe una coordinación entre los generales peruanos, la ocupación chilena no encuentra interlocutor válido con
quien negociar su salida del Perú, hasta que, en 1883, Miguel Iglesias se impondrá como presidente del Perú, y firmará
con el gobierno chileno el Tratado de Ancón que da fin a la guerra.

En el tratado, Perú cede a Chile todo el departamento del Tarapacá y se acuerda, además, que las ciudades de Tacna y
Arica permanecerán bajo autoridad chilena durante 10 años, hasta la realización de un referéndum en esas poblaciones
que decidirá si pasan a la soberanía de Chile o permanecen en la soberanía del Perú.
Los gobiernos conservadores y liberales
de la posguerra
Durante el periodo de la posguerra, la actividad económica estaba ligada principalmente a la explotación de la plata
que, por su importancia dio pie a un periodo de modernización, podríamos decir que esto ocurrió, en buena
medida, debido al tendido de vías férreas en nuestro país.
En este periodo , se construyen los ferrocarriles hacia Argentina y Brasil, y se consolida la que se llamará la red oriental. 
− La quinta, entre 1997 y el presente, comprende la privatización de los ferrocarriles, a través del proceso de
capitalización durante el periodo neoliberal.

1. El Estado oligárquico

Al terminar el conflicto bélico del Pacifico, surgió en Bolivia una fuerte tendencia civilista, como una reacción al periodo
del caudillismo militar que había permanecido fuerte hasta ese entonces y cuyo fracaso se hizo visible ante el resultado
de la Guerra del Pacífico.
Sucre y La Paz por la consolidación como capital de la República.

Los patriarcas de la plata y los hacendados


Desde mediados del siglo XIX, las minas de plata de Bolivia empezaron a modernizarse gracias a inversión de
capitales, a la introducción de maquinaria, tecnología y a un precio muy favorable en el mercado internacional.

Pacheco, quienes gracias a su poder económico llegaron a ser presidentes de la República de Bolivia y, por esa razón, el
historiador Mitre los llamó «patriarcas de la plata». Aniceto Arce. El ferrocarril de Antofagasta a Oruro tuvo mucha
resistencia entre diversos círculos políticos y económicos del país.

¿A qué periodo se conoce como la era de la plata?


« Pacheco era pariente y socio de Campero, aunque uno y otro llegaron a la presidencia por diferentes caminos y distintos
rótulos. Guadalupe fueron para Pacheco, la Huanchaca, para Arce, y para Alonso, las minas de Potosí y Oruro» .

A pesar de la explotación a la que se vieron sometidos los indígenas durante la Esta situación de la propiedad de tierras
comunitarias anteriormente mencionada quedó ratificada mediante los decretos dictados por el libertador Simón Bolívar
en Cuzco y Trujillo , en 1824, cuya aplicación se extendía hasta Bolivia, país protegido por sus armas. El primer atentado
se produjo durante la administración de Mariano Melgarejo, cuando se decretó el despojo de las tierras pertenecientes a
las comunidades indígenas. Sin embargo, como consecuencia de la Ley de Exvinculación y las leyes de
colonización, gran parte de las comunidades habían sido transformadas en latifundios o grandes haciendas, tanto en
tierras altas como en tierras bajas. Este avance de los latifundios o haciendas se debió a que los gobiernos liberales
continuaron con la política de creación de un mercado de tierras que favoreció a los grupos de poder.

Tanto las haciendas del altiplano como las de los valles, las estancias ganaderas de las tierras bajas utilizaban un sistema
de trabajo, basado en la presentación de trabajo personal a cambio de un pedazo de tierra para usufructo del
trabajador, estableciendo diversas formas de explotación de los colonos o peones.
La guerra civil del 1899 y los
levantamientos indígenas
1. Gobierno de Severo Fernández Alonso y la Ley de Radicatoria
Severo Fernández Alonso, quien nació en Sucre el 15 de agosto de 1849, llegó a ocupar el gobierno desde el 18 de agosto
de 1896, hasta el 10 de abril de 1899. Es así que a Severo Fernández Alonso le correspondió gobernar en tiempos
políticamente muy difíciles, ya que el Partido Liberal, para esa época demostraba ser mayoritario, sus dirigentes eran
jóvenes osados e impetuosos, hicieron oposición franca al persistente Severo Fernández, tomando como bandera la
capitalía de la República para la ciudad de La Paz, en tanto que los Conservadores hacían suya la causa de la capitalía
para Sucre. Fue así que se debatió el derecho de Sucre, como capital de la República, y, para ello, sus diputados
presentaron un proyecto de Ley de Radicatoria que fue rechazado por los representantes paceños y sus aliados, quienes
no solamente pedían un campo neutral para debatir el asunto, sino que exigían el sistema federal en el país. Alonso, débil
de carácter e irresoluto, ante la difícil situación que se estaba viviendo, se dejó llevar por sus ministros y consejeros, y
promulgó la polémica Ley de Radicatoria, con la que ratificaba a Sucre como la capital.
Como consecuencia, y por la inconformidad de los liberales paceños, comenzó la guerra civil, con acciones violentas y
hasta crueles, pues los liberales obtuvieron la cooperación del campesinado altiplánico paceño. Al final de este suceso los
chuquisaqueños perdieron la capitalía de la República.

2. José Manuel Pando, el Partido Liberal y la participación indígena de Pablo


Zárate Villca
Durante su gobierno, Bolivia atravesó por el periodo del estaño, comercializado fuera del país. Fernández dirigió la
Revolución Federal y, por tanto, ganó la presidencia de la República luego de un breve periodo de la Junta de
Gobierno integrada por él, Macario Pinilla y Serapio Reyes Ortiz. Inició su periodo de gobierno el 26 de octubre de
1899. Una «revolución» de contrabandistas organizados por el propio gobierno brasileño inició el conflicto
que, finalmente, resultó adverso para Bolivia porque carecíamos de un ejército bien organizado y porque los
gobernantes no supieron advertir las consecuencias de la «generosidad» de Melgarejo.
Al abandonar la presidencia el 14 de agosto de 1904, fue designado delegado nacional en el noroeste, por lo que le
correspondió intervenir en política, haciendo oposición a Montes, que se había apoderado del Partido
Liberal, repudiándole por su excesivo autoritarismo, decidió fundar el Partido Republicano, con dirigentes liberales
«puritanos» que rechazaban los métodos montistas. Muchos políticos, la prensa y la opinión pública culparon al
gobierno liberal de este crimen que finalmente no fue aclarado. De igual manera, es necesario recordar que el Partido
Liberal se originó después de la Guerra del Pacifico, llegando al poder luego de la Revolución Federal de
1899, durante este periodo, Bolivia creció notoriamente, en especial las ciudades de La Paz y Cochabamba.
La Revolución Federal
Durante los gobiernos conservadores y liberales, la pugna por la capitalía de la República, la forma de gobierno que
debía adoptarse y la rebelión generalizada de los indígenas del altiplano, constituyeron los hechos más sobresalientes
de esos años. Otra deuda histórica del proceso independentista es que no se había abolido la servidumbre
indígena. Por lo tanto, la negación de los derechos de estos pueblos, a tener acceso libre a la tierra, y la ampliación de
las desigualdades sociales ampliaba la inconformidad. Colonia, representaban más del 70% de la población del nuevo
Estado boliviano, pero estos no gozaban de derechos ciudadanos, no eran considerados como tales, en cambio sus
deberes, como el pago del Tributo Indígena, sostenía la economía de Bolivia con más del 60% de ingresos.
La oligarquía vivía de los tributos indígenas.
El 5 de octubre de 1874, en el gobierno de Tomás Frías se dicta la Ley de Ex vinculación, mediante la cual se
concedían títulos de propiedad individual a los comunarios, la intención era fracturar la comunidad, organización
esencial de los indígenas, se los debía separar tratarlos como individuos para que no puedan organizarse y así
reclamar sus derechos. Es en este contexto de desigualdad social y abuso de la minoría que, el sector indígena va
acumulando su descontento y rebeldía, sin embargo, con el afán de agotar todas las instancias impuestas por la
«justicia oligarca y terrateniente» las comunidades eligieron apoderados con la finalidad de hacerse
representar, acción contemplada en la Ley de Ex vinculación, en realidad este hecho buscaba que las comunidades
vendiesen sus tierras de manera rápida y a bajos precios por medio de falsos apoderados, quienes trabajaban a favor
de la clase política y militar de conservadores como liberales. Estos hechos consolidaron la explotación de las y los
indígenas en las haciendas. Llegado a este punto, es importante entender cómo se constituyó la oligarquía
boliviana, ese pequeño grupo de familias que detentaban el poder político, social, económico y se debatían
ideológicamente en tendencias políticas conservadoras y liberales.
1880 la Convención Nacional, conformada por conservadores y liberales, los cuales establecieron un periodo
reconstrucción de la República en base al ejercicio de la democracia, pero era una «democracia restringida», sólo
podían ser elegidos como gobernantes conservadores o liberales, en una suerte de alternancia del poder, con ello
garantizaban el acrecentamiento de sus fortunas. Fue así que uno de los actores más importantes en la llamada
Guerra Federal fueron las comunidades indígenas que actuaron en alianza con los liberales para derrotar al gobierno
de Severo Fernández Alonso. Los problemas en el área rural se originaron en las medidas que se pusieron en
ejecución, y a las que ya nos referimos, sobre las tierras de las comunidades indígenas provocando la creciente
expansión del latifundio, sobre todo en el área altiplánica. Los principales promotores de la alianza liberal-indígena
fueron los apoderados generales de las comunidades quienes durante largo tiempo lucharon por la defensa legal de
sus tierras de comunidad en los departamentos de La Paz, Oruro y el norte de Potosí.
En este contexto desfavorable para las comunidades se cree que los liberales habrían prometido a los indígenas la
restitución de sus tierras. Por su parte, los indígenas tomaron esa iniciativa como una excusa para restablecer el
antiguo pacto de reciprocidad con el Estado a partir del cual se respetaría su autonomía y sus derechos comunales
sobre la tierra a cambio de la contribución de los indígenas. La política de alianzas con sectores de la élite era una
estrategia indígena que ya fue utilizada en el pasado. La alianza fue exitosa ya que, una vez derrotado Melgarejo, el
presidente Morales devolvió las tierras de comunidad y este hecho quedó grabado en la memoria colectiva de las
comunidades como una experiencia positiva que vieron por conveniente replicar en 1899.
El desarrollo del conflicto
Mientras que los soldados derrotados en el Crucero llegaban a Oruro, el grueso del ejército de Alonso aún se encontraba
en espera de pertrechos. Ante la dificultad de atacar a la ciudad de La Paz, Fernández Alonso ordenó la retirada a Sica para
reorganizarse. A estas alturas, sus soldados se hallaban débiles y cansados. Con la retirada de Fernández Alonso de Viacha
a fines de enero de 1899 comenzó una nueva fase de la campaña.
La masacre de Mohoza
Uno de los hechos más importantes de las insurrecciones indígenas fue la Masacre de Mohoza. Por ello, el general
Pando decidió organizar varias expediciones para ampliar la revolución.
Grande fue la sorpresa de Pando cuando se enteró de la masacre en Sin embargo, actuó con astucia y, aunque sabía el
peligro que significaba el alzamiento indígena, no tomó medidas inmediatas, pues aún necesitaba su ayuda. Solo
después de haber ganado la batalla de Segundo crucero, 10 de abril de 1899, y tras festejar con Zárate Willca el
triunfo de Oruro, Pando exhortó a los indígenas a retornar a sus estancias y ayllus, y mandó apresar a los líderes de la
rebelión, olvidando las promesas que había comprometido a los indígenas. A esta altura, la rebelión indígena ya
estaba perdida. El proceso de Mohoza fue sin duda uno de los acontecimientos jurídicos más notables de su
tiempo, puesto que se intentó juzgar a toda una comunidad indígena, la lista de acusados incluía a más de 250
personas.
Las ejecuciones de los indígenas tuvieron lugar en la plaza de Mohoza.
Zá rate, “el temible Willka”
Pablo Zárate Willca, fue un caudillo indígena boliviano que se formó como militar en el ejército boliviano. Es
entonces cuando Willka organiza y dirige el ejército aymara, Willka difunde un manifiesto llamado “La proclama de
Caracollo”, − Deseamos hallar la regeneración de… Bolivia”.
− Los indígenas, nos levantaremos a defender nuestra República de Bolivia… que quieren apoderarse…
vendiéndonos a los chilenos”.
− Deben respertar a los blancos, a los indígenas. Porque somos de una misma sangre, e hijos de Bolivia, deben
quererse como hermanos con los indianos… hago prevención a los blancos… para que guarden el respeto con los
indígenas”
Willka fue traicionado por los mismos liberales, pues los indígenas descubrieron que estos no iban a cumplir sus
promesas, ya que únicamente los habían utilizado para poder ganar la guerra. Los liberales desconocieron al líder
indígena y lo acusaron de promover el exterminio de las minorías dominantes y de pretender establecer un gobierno
indígena. Los dirigentes políticos no cumplieron la promesa de restituir las tierras, Willka fue apresado, interrogado y
torturado, bajo los cargos de sedición en 1904.

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