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Diarrea

alteración de las heces fecales en cuanto


a volumen, fluidez o frecuencia

La diarrea —del griego antiguo διάρροια


(diárrhoia), y este de διά (día) ‘a través’ y
ῥέω (rheo) ‘corriente’ o ‘flujo’— son heces
pastosas o líquidas, cuyas evacuaciones
ocurren 3 o más veces al día.[1] ​La diarrea
aguda suele durar uno o dos días.[2] ​A
partir de 2 semanas se considera
crónica,[1] ​aunque los síntomas pueden
aparecer y desaparecer.[2] ​No se justifica
por estados de ansiedad, sino que suele
ser un signo de una enfermedad
crónica.[2] [3]
​ ​Los "nervios" no causan
diarrea, solo de forma excepcional y en
muy poca cantidad.[3] ​En la Escala de
heces de Bristol, los números 5 a 7 son
tipos de diarrea.
Diarrea

Sección de colon inflamado por colitis, una de las


causas de diarrea.

Especialidad infectología
gastroenterología
Síntomas Evacuaciones sueltas
y frecuentes,
deshidratación
Causas Por lo general,
infección (viral,
bacteriana,
parasitaria
Prevención Lavado de manos ,
vacunación contra el
rotavirus , lactancia
materna
Tasa de letalidad No puede llegar a ser
mortal a menos que
no saques la diarrea

La escala de Bristol sirve para


clasificar las heces según su
apariencia y consistencia. Los tipos 5,
6 y 7 son heces diarreicas.

La diarrea provoca una baja absorción de


líquidos y nutrientes, y puede estar
acompañada de dolor abdominal, fiebre,
náuseas, vómito, debilidad o disminución
del apetito. Además de la gran pérdida de
agua que suponen las evacuaciones
diarreicas, los pacientes, por lo general
niños, pierden cantidades peligrosas de
sales importantes, electrolitos y otros
nutrientes. Dependiendo de la etiología,
puede acompañarse de moco, pus o
sangre en las heces. De acuerdo con
cifras de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), la diarrea es una de las
principales causas de muerte en los
países en vías de desarrollo,
profundamente asociada a la
deshidratación.

La diarrea puede ser infecciosa o no


infecciosa. La infecciosa es la principal
causa en entornos con malas condiciones
higiénico-sanitarias o escasez de agua
limpia para beber, cocinar y lavar, como
sucede en países subdesarrollados o en
vías de desarrollo. Está provocada por
diversas bacterias, parásitos y virus.[4] ​Las
causas más frecuentes de diarrea no
infecciosa incluyen la enfermedad celíaca,
la sensibilidad al gluten no celíaca,
alergias alimentarias, intolerancias
alimentarias (como la intolerancia a la
lactosa o a la fructosa), el síndrome del
intestino irritable, la enfermedad
inflamatoria intestinal, el hipertiroidismo y
los efectos secundarios de ciertos
medicamentos.[5] [6]
​ [7]
​ ​La crisis celiaca,
una posible presentación o complicación
fulminante de la celiaquía, se confunde
habitualmente con una diarrea
infecciosa.[8] ​

El agua y el saneamiento tienen un papel


crucial en la transmisión de las
enfermedades diarreicas infecciosas.
Estos factores ambientales contribuyen
aproximadamente al 94 % (por ciento) de
los 4 000 000 000 (cuatro mil millones) de
casos de diarrea que la OMS calcula
tienen lugar anualmente en el mundo. Los
niños menores de cinco años en los
países en desarrollo son los más
afectados y representan el 90 % de las
1 800 000 (un millón ochocientas mil)
muertes anuales por causa de diarrea,
principalmente en países
subdesarrollados.[9] ​En América Latina y
el Caribe, aproximadamente 77 600 niños
menores de cinco años mueren cada año
de diarrea y las consecuencias de la
misma, lo que significa más de 200
muertes diarias. Si bien 16 de los 33
países en dicha región están en buen
camino para lograr los Objetivos de
Desarrollo del Milenio de las Naciones
Unidas respecto a saneamiento y agua
limpia, tienen todavía que cubrir las
necesidades de saneamiento de
8 400 000 (ocho millones cuatrocientas
mil) personas, y, en el caso del agua
potable, de 6 100 000 (seis millones cien
mil; septiembre de 2007, datos de la
Population Reference Bureau de los
Estados Unidos).[10] ​

En veterinaria, todos los animales con


diarrea aguda muestran características
comunes y requieren un abordaje clínico
similar.[11] ​El diagnóstico se establece a
través de la historia clínica y de los signos
clínicos, y se confirma posteriormente
mediante los resultados de la evaluación
de las heces, la bioquímica sanguínea y el
hemograma.[11] ​

Etiología
Causas de diarrea:[12] ​
Intolerancia a la lactosa
Enfermedad pancreática
Síndrome de intestino corto
Síndrome posgastrectomía
Hipertiroidismo
Colestasis
Enfermedad celíaca (intolerancia al
gluten)
Síndrome de malabsorción
Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Causas infecciosas

Virales
Bacterianas
Parasitarias
Hongos
Infecciones virales:
Norovirus
Rotavirus
Adenovirus
Infecciones bacterianas:
Salmonella

Shigella

Campylobacter

Vibrio cholerae

Escherichia coli enteroinvasiva


Escherichia coli enterotóxica
Yersinia enterocolitica

Vibrio parahaemolyticus

Infecciones parasitarias:

Protozoarios:

Giardia lamblia

Entamoeba histolytica

Blastocystis

Dientamoeba fragilis

Cryptosporidium

Isospora

Cyclospora

Toxoplasmosis
Malaria
Organismos multicelulares:

Ascaris

Trichuris

Strongyloides

Filariasis

Toxocara

Echinococcosis
Cisticercosis
Cestoda

Trematoda

Schistosoma

Uncinariosis y oxiuros

Infecciones por hongos


Candida
Aspergillus
Otras causas:
Colitis isquémica
Colitis por radiación
Diarrea secretora
Síndrome del intestino irritable
Abuso de laxantes
Síndromes congénitos
Toxinas bacterianas
Drogas o venenos
Tumor neuroendocrino
Neoplasias
Enfermedad de Addison
En condiciones no patológicas, la
absorción intestinal es mayor que la
secreción de modo que se favorece a la
absorción, con lo que, por lo general, más
del 90 % (por ciento) del contenido que
llega al intestino es absorbido a lo largo
del tracto gastrointestinal.[13] ​Si se
producen cambios en el flujo bidireccional,
es decir, si se aumenta la secreción o se
disminuye la absorción, el volumen que
llega al colon supera su capacidad de
reabsorción, con lo que aparece la
diarrea.[13] ​

La diarrea es una condición que puede ser


un síntoma de una lesión, una
enfermedad, de una alergia, de la
intolerancia a ciertos alimentos (fructosa,
lactosa), enfermedades producidas por los
alimentos o exceso de vitamina C y es
acompañada generalmente de dolor
abdominal, y a menudo náuseas y
vómitos. Hay otras condiciones que
implican alguno, pero no todos los
síntomas de la diarrea, así que la
definición médica formal de la diarrea
implica la defecación de más de 200 g
(gramos) por día, aunque el peso formal
de las heces para determinar un
diagnóstico, nunca se determina
realmente.
La diarrea también ocurre cuando el colon
no absorbe suficiente fluido. Como parte
del proceso de la digestión, los diversos
órganos excretan grandes cantidades de
agua (entre 8 y 10 L —litros— en un adulto
de 80 kg —kilogramos—), que se mezcla
con el alimento y los líquidos ingeridos.
Así, el alimento digerido es esencialmente
líquido antes de alcanzar el colon. El colon
absorbe el agua, dejando el material
restante como una hez semisólida. Sin
embargo, si se daña el colon o se inflama,
se inhibe la absorción del agua, resultando
en heces acuosas.
La diarrea es comúnmente causada por
infecciones virales, pero también a
menudo es el resultado de toxinas
bacterianas. En condiciones sanitarias y
con el alimento en buen estado y agua
potable, los pacientes se recuperan de
esas infecciones virales en algunos días o
a lo sumo, en una semana. Sin embargo, a
individuos mal alimentados o que viven en
condiciones de poca higiene la diarrea
puede conducirlos a una deshidratación
grave y puede llegar a ser peligrosa para la
vida si no se trata a tiempo.
Diarrea aguda (EDA)

Se define como enfermedad de diarrea


aguda (EDA[14] ​) cuando la diarrea dura un
máximo de dos semanas.[1] ​También se
denomina gastroenteritis. Casi siempre se
considera contagiosa, aunque solamente
son contagiosas las diarreas de origen
infeccioso. A menudo, lo que se hace es
tranquilizar al paciente, asegurarse de que
recibe cantidades adecuadas de fluido, y
esperar a ver su evolución. En casos más
graves, o donde es importante encontrar la
causa de la enfermedad, se requerirá un
cultivo de heces.
Los organismos más comunes
encontrados dentro de dichos cultivos,
son el Campylobacter (un organismo de
origen animal), la Salmonella (también de
origen animal), la Criptosporidiosis (origen
animal) y la Giardia lamblia (que vive en el
agua potable). La comida en
descomposición está asociada con
infecciones de Salmonella. La Shigella
(causante de disentería) es menos común,
y generalmente de origen humano. El
cólera es raro en los países occidentales.
Es más común en viajeros y se relaciona
generalmente con el agua contaminada:
su última fuente es probablemente el agua
de mar.
La Escherichia coli es probablemente una
causa muy común de la diarrea,
especialmente en viajeros, pero puede ser
difícil detectar con la tecnología actual.
Los tipos de E. coli varían de región a
región y de país a país. Los virus,
particularmente los rotavirus, son
comunes en niños, siendo la principal
causa de diarrea aguda en este grupo
etario. El virus de Norwalk es raro.

La crisis celiaca es una presentación o


complicación fulminante de la celiaquía
que cursa con diarrea intensa. Puede ser
mortal si no es tratada con rapidez y de
forma adecuada. Se puede dar en
personas no diagnosticadas ni tratadas, o
en celiacos que no hacen la dieta sin
gluten estricta. No está todavía incluida en
los protocolos ni guías clínicas. Por todo
ello, los médicos la confunden
habitualmente con una gastroenteritis
infecciosa.[8] ​Aunque se considera rara,
está infradiagnosticada, especialmente en
países en vías de desarrollo, donde es
frecuente.[8] [15]
​ ​

Los alimentos en descomposición, o con


toxinas o venenos pueden causar diarrea.
Entre estas toxinas está la del estafilococo
(a menudo encontrada en productos
lácteos que han estado en contacto con
alguna herida infectada de las personas
que han intervenido en su elaboración), y
el bacilo cirio o cereus (por ejemplo, por el
consumo de arroz frito como sucedió en
algunas escuelas de California).

Los parásitos y los gusanos pueden


causar diarrea, pero casi siempre van
acompañados de síntomas como pérdida
del peso, irritabilidad, erupciones en la piel
o comezón anal. El más común es la
lombriz intestinal (se trata más bien de un
fastidio que de una enfermedad médica
grave). Otros gusanos, tales como la
causante de anquilostomiasis, la Ascaris, y
la solitaria son más significativas
médicamente y pueden causar pérdida de
peso, anemia, malestar general y
problemas de alergia. La disentería
amébica debido a la Entamoeba histolytica
es una causa importante de diarrea
sangrante en viajeros y también, a veces,
en países occidentales, y requiere un
tratamiento médico apropiado y completo.

Causas de la diarrea infantil aguda[13] ​


Acuosa

Secretora Osmótica

Rotavirus
Vibrio Virus
cholerae G. lamblia
ECET Cryptosporidium
Vibrios no Laxantes
cólera Desnutrición
Shigella
Disentería

Generalmente, si hay sangre o pus visible


en las heces, se conoce como disentería o
diarrea disentérica. El rastro de sangre es
indicativo de una invasión al tejido
intestinal. La disentería es causada por un
exceso de agua por liberación de la
hormona antidiurética de la hipófisis
posterior. La disentería es un síntoma de
shigelosis, de infección por Entamoeba
histolytica y de salmonelosis.
Malabsorción

La malabsorción es una incapacidad para


absorber los alimentos, principalmente en
el intestino delgado, pero también puede
ser debido a disfunción del páncreas. Las
principales causas incluyen la enfermedad
celíaca (enfermedad autoinmune inducida
por la ingesta de gluten, un conjunto de
proteínas contenidas en el trigo, la cebada,
el centeno, la avena, o cualquiera de sus
variedades e híbridos[16] ​), la intolerancia a
la lactosa (que es una intolerancia al
azúcar de la leche, no común en los
europeos), o a la fructosa, anemia
perniciosa (deterioro de la función
intestinal debido a la incapacidad para
absorber la vitamina B12), la pérdida de
las secreciones pancreáticas (puede ser
debido a la fibrosis quística o una
pancreatitis), el síndrome de intestino
corto por una operación quirúrgica, la
fibrosis por radiación, generalmente tras el
tratamiento del cáncer, y de otros
medicamentos, incluidos los agentes
utilizados en quimioterapia.

Enfermedad inflamatoria intestinal

Esta patología se caracteriza por la


superposición de dos tipos de trastornos
de origen desconocido:
La colitis ulcerosa crónica, que se
caracteriza por diarrea con sangre y la
inflamación, afecta principalmente a la
parte distal del colon cerca del recto.
La enfermedad de Crohn, que
generalmente afecta segmentos
bastante bien demarcados en el colon y
a menudo afecta a la porción final del
intestino delgado.

Síndrome del intestino irritable

Otra posible causa de la diarrea es el


síndrome del intestino irritable (SII; en
inglés, IBS por irritable bowel syndrome),
antiguamente llamado colon irritable.
Los criterios de Roma permiten el
diagnóstico del síndrome del intestino
irritable basándose únicamente en los
síntomas, sin necesidad de realizar
ninguna prueba ni examen
complementario.[17] [18]
​ [19]
​ ​Son utilizados
por la mayoría de los médicos desde hace
años en la práctica clínica diaria,[17] ​a
pesar de que se desarrollaron
principalmente para la selección de
pacientes para su inclusión en estudios de
investigación (ensayos clínicos),
clasificándolos en función del patrón
clínico dominante,[17] [18]
​ [20]
​ ​y ningún
estudio los ha validado.[20] ​Estos criterios
basados en síntomas fueron desarrollados
por gastroenterólogos de hospitales
secundarios y terciarios. Su utilización sin
realización de exploraciones
complementarias supone un
abaratamiento de los costes
económicos.[17] ​En 2009, el Colegio
Americano de Gastroenterología (ACG)
estableció que ningún criterio basado en
los síntomas tiene precisión para
diagnosticar el SII.[21] ​Actualmente,
todavía no se han desarrollado ni validado
criterios diagnósticos basados en los
tipos de sintomatología que presentan los
pacientes, puesto que la localización de
las causas orgánicas podría perderse sin
la realización de endoscopias.[20] ​
Para mantener un diagnóstico de SII, se
deben realizar todas las pruebas médicas
necesarias para descartar un conjunto de
enfermedades que cursan con síntomas
similares y que pueden ser tratadas de
manera específica. Estas incluyen
principalmente las infecciones entéricas
(infecciones que se desarrollan en el
tracto intestinal), la enfermedad celíaca,
los trastornos hormonales y el cáncer
colorrectal.[17] ​Asimismo, en los últimos
años han aparecido numerosos estudios
que alertan sobre la existencia de
dolencias orgánicas en pacientes
previamente diagnosticados de un SII. Tal
es el caso de entidades que pueden
manifestarse con criterios de aparente
funcionalidad, como la colitis
microscópica, el sobrecrecimiento
bacteriano, la malabsorción de sales
biliares, la enteropatía sensible al gluten y
la insuficiencia exocrina del páncreas.[17] ​

Los síntomas del síndrome del intestino


irritable son indistinguibles de los
síntomas digestivos que pueden aparecer
en la enfermedad celíaca o la sensibilidad
al gluten no celíaca, por lo que una gran
parte de las personas afectadas por estas
enfermedades pasan muchos años
diagnosticadas y tratadas por error como
si tuvieran el síndrome del intestino
irritable.[22] [23]
​ ​Especialmente, las
personas con sensibilidad al gluten no
celíaca permanecen habitualmente en una
«tierra de nadie», sin reconocer ni
diagnosticar por los especialistas,
"huérfanas" de la atención médica y el
tratamiento adecuados.[24] ​

Si bien no hay tratamiento para el SII


indiferenciado, los síntomas, incluyendo la
diarrea, a veces pueden gestionarse a
través de una combinación de cambios en
la dieta, suplementos de fibra soluble, y/o
medicamentos.
Alcohol

La diarrea crónica (de una duración


superior a 4 semanas) puede estar
causada por la ingestión crónica de
etanol.[25] ​El consumo de alcohol afecta la
capacidad del organismo para absorber el
agua: a menudo este es un síntoma que
acompaña a una resaca después de una
borrachera. El alcohol se absorbe en el
intestino, y a medida que pasa por las
células intestinales, su toxicidad causa
que estas células pierdan la capacidad de
absorber agua. Esto genera un flujo de
líquido desde las células del revestimiento
intestinal, que se vierte a la luz intestinal y
que a su vez se absorbe mal. La diarrea
suele durar varias horas hasta que el
alcohol es desintoxicado y retirado del
sistema digestivo. Los síntomas varían de
una persona a otra y se ven influidos por la
cantidad consumida, así como por las
diferencias fisiológicas.

Otras causas importantes

Enfermedad isquémica del intestino:


normalmente afecta a las personas de
edad avanzada y puede ser debida a la
obstrucción de las arterias.
El cáncer de intestino: algunos cánceres
de intestino (pero no todos) pueden
producir diarrea. El cáncer de colon es el
más común.
Tumores secretores de hormonas:
algunas hormonas (como la serotonina)
pueden causar diarrea si se excretan en
exceso (generalmente debido a un
tumor).
Diarrea de sales biliares: el exceso de
sales biliares que entran en el colon (en
lugar de ser absorbidos al final del
intestino delgado) puede causar diarrea,
por lo general poco después de comer.
La diarrea de sales biliares es un efecto
secundario adverso de la eliminación de
la vesícula biliar. Por lo general, se trata
con colestiramina, un secuestrante de
sales biliares.
Enfermedad celiaca.
Protozoos intestinales tales como la
giardiasis.[26] ​

Patogenia
Para evacuar el contenido de la zona baja
del aparato digestivo, la fluidez de dicho
contenido en los intestinos delgado y
grueso se aumenta. El transporte activo de
Na+ dentro del intestino inicia un
transporte inverso de sodio. Esto hace que
Cl- y el HCO3- sigan inactivos, así como el
agua. En los intestinos, el agua diluye las
toxinas y hace que éstos se contraigan
debido al aumento en la distensión
intestinal. Estas contracciones empujan el
contenido de la zona más baja del
Intestino grueso hacia afuera del canal
anal. Los medicamentos como la
loperamida se diseñan para prevenir tales
contracciones en respuesta a la
distensión, y no se deben utilizar para
prevenir la diarrea. Tal inhibición prolonga
la infección o la irritación, y puede causar
un empeoramiento a corto plazo por el
retraso de la evacuación del contenido del
intestino.
Mecanismo citopático

Es el mecanismo fundamental de los virus,


entre ellos Rotavirus, Calicivirus y el
Astrovirus. El lugar de afección es el
intestino delgado proximal, donde se
produce una destrucción de los
enterocitos maduros. Se produce una
disminución transitoria de las
disacaridasas así como de la bomba
sodio-potasio y, por tanto de la absorción
acoplada en paralelo de otros nutrientes
absorbidos junto con el sodio. Así, llega un
exceso de agua al colon, donde el
contenido osmolar excesivo sobrepasa su
capacidad de absorción. La diarrea es
acuosa, abundante, puede conducir a
deshidratación y con frecuencia se
acompaña de vómitos e intolerancia
transitoria a la lactosa.

Mecanismo enteroinvasor

Los gérmenes inicialmente adheridos a la


superficie del enterocito penetran en el
epitelio intestinal donde se multiplican. Es
el mecanismo clásico de bacterias como
Salmonella, Shigella, Escherichia coli
enteroinvasor, Yersinia y el Campylobacter.
Si la invasión llega a la lámina basal y a la
submucosa habrá un riesgo de
bacteriemia. Las heces presentan
leucocitos, moco (respuesta inflamatoria
del colon) y podrán tener sangre si hay
afección de la submucosa. La diarrea será
habitualmente menos copiosa que en el
mecanismo enterotóxico. La zona de
inflamación tiende a tener liberación de
prostaglandinas producidos por
estimulación de la adenilato ciclasa.

Mecanismo enterotóxico

Es el mecanismo fundamental del Vibrio


cholerae, E. Coli enterotoxígeno,
Citrobacter y Cryptosporidium, en el cual
segregan enterotoxinas que se adhieren a
la superficie del enterocito y estimulan
mediadores intracelulares denominados
segundos mensajeros (enterotoxina
resistente al calor: GMPc o enterotoxina
termolábil:AMPc), que actúan como
secretagogos, pues inhiben la entrada de
sodio y cloro en la parte superior de la
vellosidad intestinal y favorecen la salida
de sodio y agua en las criptas de las
vellosidades. En este tipo de diarrea las
deposiciones serán líquidas explosivas,
sin sangre. La pérdida de líquidos será
mayor y habrá mayor riesgo de
deshidratación.
Mecanismo citotóxico

Es mucho más raro y se produce por


Clostridium difficile, E. coli
enterohemorrágico y, a menudo, Shigella.
En el colon, donde lesionan el colonocito,
produciendo fiebre, dolor abdominal, y
deposiciones con moco y sangre.

Clasificación

Tasa de invalidez causada por diarrea


por cada 100 000 habitantes en el
año 2004.[27] ​
sin datos 2000- 4000-
<500 2500 4500
500- 2500- 4500-
1000 3000 5000
1000- 3000- 5000-
1500 3500 6000
1500- 3500- >6000
2000 4000
Según el mecanismo de producción, la
diarrea se puede clasificar de la siguiente
manera:

Diarrea osmótica

Se caracteriza por un aumento del


componente no absorbible en el tubo
digestivo debido a una inadecuada
absorción de las sustancias nutritivas
presentes en la luz intestinal.[28] ​Como
consecuencia, los líquidos tampoco se
reabsorben, y permanecen en la luz
intestinal. Se ve principalmente en
síndromes de malabsorción, por ejemplo,
la enfermedad celiaca o en trastornos
pancreáticos, en los que la secreción de
enzimas digestivas está alterada. Otra
causa posible es la utilización de laxantes
osmóticos (que actúan aliviando el
estreñimiento reteniendo agua en el
intestino).

En individuos sanos, demasiado magnesio


o vitamina C o lactosa no digerida pueden
producir diarrea osmótica. Una persona
con intolerancia a la lactosa puede tener
problemas digestivos si consume una
cantidad elevada de productos lácteos,
debido a que la lactosa no absorbida
permanece en el intestino. Ello produce un
aumento de la retención de líquidos y de la
producción de gases, causando una
diarrea osmótica.[28] ​Efectos similares
pueden observarse en personas con
malabsorción de fructosa. Alcoholes
azucarados como el sorbitol (presentes a
menudo en alimentos sin azúcar) se
absorben con dificultad y pueden producir
una diarrea osmótica.[29] ​Es también una
diarrea ácida que produce como
consecuencia un marcado eritema
perianal.[13] ​

Ciertos alimentos, como algunas frutas,


frijoles y matinales usados como
sustitutos del azúcar en algunos
regímenes dietéticos, dulces y goma de
mascar pueden causar diarrea
osmótica.[28] ​

Varios hechos caracterizan clínicamente a


la diarrea osmótica:[30] ​

Desaparece con el ayuno del paciente o


con la interrupción de la ingesta del
soluto poco absorbible;
Se observa un gradiente osmótico en
las heces: la osmolaridad fecal es muy
alta respecto al plasma (en condiciones
normales es isotónica, es decir, igual
que la del plasma);
Principalmente el sodio fecal suele
ser <60 mOsm; menor que la
plasmática
el volumen de heces excretado es
normalmente inferior a 1 litro / 24 h;
el pH fecal suele ser menor a 5 (ácido)
por la fermentación bacteriana de los
hidratos de carbono no absorbidos;
tendencia a la deshidratación con alto
contenido en sodio en el plasma;
es autolimitada y de corta duración,
cesando tan pronto como se deje de
ingerir productos osmóticos.

Diarrea secretora

Se produce un aumento de la secreción de


electrolitos (especialmente sodio y cloro)
hacia la luz intestinal arrastrando consigo
agua, debido a una alteración en el
transporte de agua y de iones a través del
epitelio del intestino.[28] ​En la mayoría de
los casos predomina una disminución de
la absorción, pero a veces se observa un
aumento inadecuado en la secreción de
líquidos hacia la luz intestinal. En este
caso, se suele hablar de "diarrea
acuosa".[13] ​El primer objetivo del
tratamiento es la corrección de la
deshidratación, para lo cual se
administran líquidos por vía
preferentemente oral o intravenosa para
reponer los que se pierden con la diarrea.
En la diarrea secretora se observan las
siguientes características:[30] ​

Como la diarrea se debe a un trastorno


del transporte de iones, no existe
respuesta (o muy pequeña) al ayuno: no
se disminuye el volumen fecal, ni se
aumenta en caso de ingesta;
El gradiente osmótico entre la
osmolaridad de las heces y el plasma es
muy pequeño;
El sodio fecal suele ser >60 mOsm;
aproximadamente igual que la
plasmática;
La pérdida de sodio es mayor que la
de potasio;
Las heces suelen ser voluminosas: más
de 1 L (litro) cada 24 h (horas);
El pH fecal suele ser neutro;
La pérdida concomitante de bicarbonato
puede provocar una acidosis
metabólica.

Sin embargo, algunas diarreas secretoras,


como las debidas a malabsorción de
ácidos grasos o consumo de laxantes,
como el aceite de ricino y los ácidos
biliares, pueden ceder con el ayuno.

Causada por un agente infeccioso

Es el tipo más frecuente. La etiología del


70 % (por ciento) de los casos de diarrea
infecciosa es la viral.[31] ​Todos los años,
las causas principales de gastroenteritis
infantil son los Rotavirus, causantes de
600 000-800 000 muertes en todo el
mundo. El virus infecta los enterocitos del
intestino, disminuye la actividad de las
enzimas que digieren los azúcares, y
disminuye la reabsorción del ion Na+ y del
agua en el intestino. Además producen
activación del sistema nervioso entérico y
la secreción de iones Cl-. Todo ello
produce un exceso de fluidos en la luz
intestinal, que tiene como consecuencia
una diarrea acuosa. Otros agentes
etiológicos virales son los Norovirus, que
ejercen una acción directa sobre la
actividad de las enzimas de los
enterocitos.

En un 1,5-5,6 % de los casos, la infección


es de etiología bacteriana.[31] ​Las
bacterias más frecuentes son
Campylobacter (2,3 %), Salmonella (1,8 %),
Shigella (1,1 %) o Escherichia coli (0,4 %).
En este caso, las bacterias adquiridas por
vía oral superan las defensas
inmunológicas y atacan los enterocitos, de
forma directa o mediante la producción de
toxinas como la presente en la infección
del cólera.[28] ​Tanto las bacterias como
las toxinas pueden provocar la muerte
celular y pasar a la circulación sanguínea,
generando síntomas sistémicos, como
fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos.
Según las bacterias produzcan o no la
muerte celular, se subdividen en no
citotóxicas (los patógenos estimulan la
función secretora activando las enzimas
intracelulares sin dañar la capa epitelial:
Vibrio cholerae, el agente patógeno del
cólera, algunas cepas de E. coli y Bacillus
cereus) y citotóxicas (patógenos que
dañan la capa epitelial de forma directa,
como Shigella, Clostridium perfringens, C.
difficile, Staphylococcus aureus, Salmonella
y Campylobacter).
Causada por un tumor

Existe también la posibilidad de un tumor


productor de péptido intestinal vasoactivo
(VIP) o vipoma, un tipo de cáncer poco
frecuente,[32] ​así como el carcinoide y el
gastrinoma ocasionalmente también
causan diarrea secretora.[28] ​

Diarrea debida a motilidad intestinal

Se produce por un aumento de la


motilidad intestinal (hipermotilidad).[28] ​Si
el alimento se mueve demasiado rápido a
través del intestino, no hay tiempo
suficiente para la absorción de los
nutrientes y el agua. Se observa por
ejemplo en el síndrome de colon irritable,
después de una cirugía, en el caso de
trastornos hormonales
(hipertiroidismo),[28] ​o una neuropatía
diabética. También aparece en pacientes a
los que se les ha retirado una parte del
intestino mediante cirugía. Este tipo de
diarrea puede tratarse con agentes que
reducen la motilidad intestinal, como la
loperamida, un agonista de sustancias
opioideas.
Diarrea exudativa

También llamada diarrea inflamatoria, se


produce cuando aparece un daño de la
mucosa intestinal, incluyendo inflamación,
úlceras o tumefacciones, lo que tiene
como consecuencia un aumento de la
permeabilidad intestinal: se produce una
pérdida pasiva de fluidos ricos en
proteínas y una menor capacidad de
reabsorber los fluidos perdidos.[28] ​A
menudo aparece debido a enfermedades
del tracto gastrointestinal, como el cáncer
de colon, colitis ulcerosa, tuberculosis,
etc., o en patologías donde no se
absorben los ácidos biliares, que entrarán
en el colon con un aumento de la afluencia
de electrolitos. Se observan
características comunes a los otros tres
tipos de diarrea. Puede producirse debido
a agentes infecciosos (virus, bacterias,
parásitos) o problemas autoinmunes
como es el caso de la enfermedad de
Crohn o enfermedad celíaca.

Diarrea irritativa por fármacos

Es una variedad de diarrea inflamatoria en


la cual pueden no determinarse por
biopsia o endoscopía las lesiones. Son
cada vez más comunes debido al abuso
de medicación corriente, por ejemplo,
diarrea por ibuprofeno. Puede
acompañarse de gastritis aguda. No se la
puede llamar con propiedad iatrogénica
debido a que se ha incrementado su
incidencia por la automedicación y la
venta libre de fármacos. Un capítulo
aparte merecen las diarreas secundarias a
radioterapia.
Diagnóstico
Evaluación del estado de hidratación de
un paciente con diarrea[33]

Signos Plan A Plan B

Leve o Moderada
Definición G
inaparente o clínica
Menos de 50
mL/kg 50 a 100 10
(mililitros por mL/kg de de
Pérdida de
kilogramo) peso (6 a m
agua corporal
de peso 9 % del m
(menos del peso) pe
5 % del peso)
Condición Le
Bien, alerta Irritable
general in
M
Algo
Globo ocular Normales hu
hundidos
se
Lágrimas Presentes Ausentes Au
Mucosa oral Húmeda Seca M
Paciente Pa
Paciente
bebe con be
Sed bebe
avidez, no
normalmente
sediento de
Pliegue Vuelve a lo Se retrae Se
cutáneo normal lentamente m
rápidamente
<2 s le
(segundos) >2
Tratamiento Plan A Plan B Pl

Ojos
Mucosa
Rehidratación hundidos,
húmeda,
oral mucosa in
lágrimas
seca

Tratamiento
Aunque no suele ser peligrosa, la diarrea
ha causado millones de muertes en todo
el mundo, principalmente como
consecuencia de la deshidratación. La
diarrea de diferentes causas, está
asociada también con una reducción del
consumo de alimento.[34] ​Por esa razón, el
principal tratamiento contra la diarrea
implica un consumo de cantidades
adecuadas de agua para sustituir la
pérdida de líquidos, mezclada
preferiblemente con electrolitos para
recuperar las sales minerales esenciales y
ciertos nutrientes. En la mayoría de los
casos un tratamiento adicional o el
consejo médico resultan innecesarios.

El tratamiento general de la diarrea puede


esquematizarse en 4 fases:[30] ​
1. Corrección de los déficits de agua,
electrolitos y equilibrio ácido-base.
En formas leves o moderadas, debe
hacerse siempre por vía oral: la
eficacia de la rehidratación oral y la
tolerancia a la reintroducción de la
dieta y la ganancia de peso es
superior frente a la hidratación
intravenosa. En los casos más leves
(en los que se mantiene la
alimentación), la ingestión de
suplementos líquidos en forma de
agua, tisanas o refrescos puede ser
suficiente; si se ha suprimido la
alimentación, se pueden utilizar
diversas soluciones orales diseñadas
para tratar la diarrea infecciosa. Las
soluciones para deportistas no deben
utilizarse, porque resultan
hiperosmóticas.
2. Nutrición adecuada: en contra de
algunas creencias establecidas, en la
mayoría de los casos de diarrea no
es necesario establecer un reposo
estricto del intestino; la supresión de
la alimentación en los niños puede
conducir a una pérdida diaria del 1-
2 % (por ciento) del peso corporal
(sin contar las pérdidas fecales) que
puede poner su vida en peligro.
Aunque la absorción intestinal está
reducida en la diarrea, no está
totalmente abolida, y se absorbe una
proporción no despreciable de
principios inmediatos. De hecho, la
evolución de los pacientes nutridos
es mejor que en los que ayunan
(menores pérdidas fecales y menor
duración temporal). En la mayor parte
de los casos, la diarrea cede en
pocos días con medidas sencillas,
como evitar alimentos que aumenten
el volumen de las heces y la
motilidad intestinal (vegetales, pieles
de frutas o verduras, grano entero de
cereal, etc.). También es
recomendable la ingesta de
determinados microorganismos que
ayuden a restablecer la flora
intestinal, como los yogures con
bifidus o preparados de levaduras
como el Perenterol.[35] ​Por otro lado,
en la afección generalizada del
intestino, debe evitarse la leche y
derivados, porque suele producirse
un déficit de disacaridasas, que
impide la digestión de la lactosa y
empeora la diarrea.
3. Tratamiento sintomático de la
diarrea y los síntomas
acompañantes: hay algunos
medicamentos con actividad
antidiarreica, que pueden ser
beneficiosos, pero pueden estar
contraindicados en algunos
casos.[36] ​
4. Tratamiento específico del agente o
factor responsable de la diarrea: en
algunos casos, puede ser
recomendable el uso de antibióticos
(ver más abajo, en el apartado
"Antibioterapia").

Los siguientes tipos de diarrea indican


generalmente la necesidad de supervisión
médica:

diarrea en niños pequeños


diarrea moderada o grave en niños
diarrea acompañada de sangre: véase
disentería

diarrea continua durante más de dos


semanas
diarrea asociada con alguna otra
enfermedad más general tal como dolor
de estómago o abdominal, fiebre,
pérdida de peso, etc.
diarrea en turistas o viajeros
(probablemente debida al resultado
tener infecciones exóticas tales como
parásitos)
diarrea en personas que manipulan
alimentos (por el potencial que tienen
de infectar a otros)
diarrea en instituciones (hospitales,
guarderías, clínicas de reposo mental,
centros sanitarios, centros geriátricos,
etc.).

Rehidratación

Tomar líquidos generalmente es


suficiente en casos de una
deshidratación leve y
moderada.[37] ​

Plan A, en diarrea aguda sin


deshidratación aparente. Aportar mayor
cantidad de líquido que lo perdido. En
pacientes menores de un año de edad 50
a 100 mL (mililitros), y en mayores de 1
año de edad 100 a 200 mL después de
cada evacuación líquida. A niños mayores
o adultos se ofrece todo el volumen que
deseen beber. Mantener alimentación
adecuada para la edad, buena
concentración calórica, higiénicos, no
concentrados, de buen sabor para el niño,
baratos y culturalmente aceptables:
continuar con la lactancia materna o su
dieta habitual para niños y adultos.

Plan B, en diarrea aguda con


deshidratación clínica moderada. El
objetivo es tratar la deshidratación
mediante el uso de terapia de
rehidratación oral (TRO), usando sales de
rehidratación oral (SRO) para corregir el
déficit de agua y electrólitos y recuperar el
equilibrio hidrostático.

Plan C, en diarreas con deshidratación


grave o choque circulatorio y cuyo objetivo
es tratar la deshidratación rápidamente.
La rehidratación intravenosa está indicada
ante el fracaso de la terapia de
rehidratación oral (TRO) o a continuación
de la reanimación inicial de un paciente en
choque.
Recomendaciones dietéticas

Las recomendaciones dietéticas en el


tratamiento de la diarrea son las
siguientes:

No ingerir alimentos sólidos durante 16


horas
Tomar solo agua, agua de arroz o caldo
vegetal, bebiendo en pequeñas
cantidades de manera continua, sin
forzar
Controlada la primera fase (menos de
tres o cuatro deposiciones al día) se
introducirá gradualmente una dieta
sólida, siempre en pequeñas cantidades
para comprobar la tolerancia a la misma
Se mantendrá la hidratación con agua,
agua de arroz o caldo vegetal

Alimentos recomendados:

sopa de arroz, arroz muy hervido


sopa de zanahoria
puré de papas y papa hervida
sopa de pescado
sopa de plátano verde
carne de aves (pollo, pavo, etc.) cocida o
a la plancha
Alimentos no recomendados por razón de
evidencias que demuestran que empeoran
la diarrea:[38] ​

leche y otros productos lácteos, como


helados o queso;
frutas cítricas y verduras que contienen
mucha fibra, como los limones, naranjas
y toronjas;
alimentos grasosos como almendras,
nueces, avellanas o frituras;
pan negro, pan integral, pan con
salvado;
dulces, caramelos, chocolate, pasteles,
azúcar, etc.;
bebidas muy frías y todo tipo de
refrescos, así como agua con gas
(gaseosa);
evitar grandes cantidades de los
edulcorantes aspartamo y sorbitol;
vegetales que pueden causar flatulencia
como: col, brócoli, coliflor, pepino,
cebolla, etc.;
legumbres (frijoles, garbanzos,
arvejas/chícharos, lentejas, etc.).

La restricción dietética con alimentos bien


tolerados puede utilizarse durante 1 a 3
días.[39] ​Sin embargo, limitar la leche a los
lactantes no tiene efecto en la duración de
la diarrea y puede producir un efecto de
desnutrición.[40] ​

Antidiarreicos

Tienen actividad antidiarreica los


siguientes compuestos:[41] ​

Agonistas de los opioides, como la


loperamida (Imodium). Los opioides
(como la morfina) tienen un efecto
astringente significativo. Aumentan el
tiempo de tránsito intestinal y la
absorción de agua, además de reducir
los movimientos de masa del colon.
Aunque todos los opioides tienen efecto
astringente, no se utilizan como
antidiarreicos por su potente efecto
sobre el SNC. La loperamida, sin
embargo, no cruza la barrera
hematoencefálica y por ello no tiene
efecto analgésico ni adictivo, pero
mantiene su capacidad antidiarreica.
Compuestos coloidales de bismuto, por
ejemplo el salicilato de bismuto (como
el que se encuentra en el Pepto Bismol).
Estos compuestos recubren la mucosa,
creando una capa protectora (por lo que
también se utilizan en las gastritis).
Además, el salicilato inhibe la
producción de prostaglandinas en el
intestino y la secreción de cloruro,
disminuyendo así la secreción de fluidos
y la diarrea. El bismuto tiene efectos
antimicrobiales, y se une a
enterotoxinas, por lo que es beneficioso
en la prevención de la diarrea del viajero.
El caolín (una arcilla natural) y la pectina
(carbohidrato no digerible que se
encuentra en las manzanas). Una
preparación comercial común es el
Kaopectate, una mezcla de ambos
compuestos, que no se absorbe y cuyo
único efecto secundario es el
estreñimiento. No debe tomarse
simultáneamente a otros medicamentos
durante dos horas (puede unirse a ellos
e inactivarlos).
Resinas que se unen a sales biliares.
Pueden ser útiles en diarreas
producidas por exceso de sales biliares.
Efectos secundarios posibles:
flatulencia, estreñimiento y
compactación fecal. Pueden unirse a
otros medicamentos y reducir su
absorción: debe esperarse 2 horas antes
de tomar otro compuesto.
Octreótido, un análogo sintético de la
somatostatina, de vida media más larga
(1,5 h —horas— en plasma si se inyecta
por vía intravenosa), que inhibe la
secreción de muchas hormonas y
neurotransmisores, y que actúa
reduciendo la secreción intestinal de
fluidos y la secreción pancreática.
Además inhibe la motilidad
gastrointestinal.
El tanato de gelatina, compuesto
químico basado en taninos.[42] ​

Algunos medicamentos bajo prescripción


médica a veces contienen analgésicos,
tales como la morfina o la codeína, para
reducir los dolores que pueden acompañar
la diarrea.
Antibioticoterapia

Los antibióticos son usados para tratar


ciertas formas específicas de diarreas,
para lo cual suele ser necesario tener los
resultados de un cultivo microbiológico de
heces, en el que se identifica el organismo
causante de la enfermedad y su
resistencia microbiana. Los antibióticos
no son efectivos ante diarreas causadas
por virus.

Cotrimoxazol, una combinación de


trimetoprima y de sulfametoxazol, por lo
general a dosis de 40 mg/kg
(miligramos por kilogramo) cada día por
cinco días tiende a ser indicada en
diarreas causadas por Shigella
dysenteriae.

Cloranfenicol, por lo general a dosis de


50-100 mg/kg cada día por 10 días se
indica en la diarrea por fiebre tifoidea.
La ciprofloxacina también tiene una
excelente actividad contra la Salmonella
typhi a dosis de 500 mg (miligramos)
cada 12 horas por 14 días.
La eritromicina a dosis de 250 mg
cuatro veces al día y otros macrólidos
pueden emplearse donde esté
involucrado el Campylobacter jejuni.
La doxiciclina y las quinolonas se usan
con efectividad contra la cólera.
La vancomicina en 0,5-3,0 g (gramos)
cada 6 horas o el metronidazol en 500-
700 mg cada 6 horas son indicados
para diarreas producidas por Clostridium
difficile.

Prevención
Lavar las manos antes de ingerir los
alimentos.
Lavar las manos antes de ir y al salir del
baño.
Lavar con agua hervida el pecho, antes
de alimentar al lactante.
Hacer hervir el agua durante 10 minutos
antes de consumir.

Los sanitarios de la OMS[43] ​estiman que:

un 88 % (por ciento) de las


enfermedades diarreicas son producto
de un abastecimiento de agua insalubre
y de un saneamiento y una higiene
deficientes;
un sistema de abastecimiento de agua
potable eficiente y bien manejado
reduce entre un 6 y un 21 % la
morbilidad por diarrea, si se contabilizan
las consecuencias graves;
la mejora del saneamiento reduce la
morbilidad por diarrea en un 32 %;
las medidas de higiene, entre ellas la
educación sobre el tema y la insistencia
en el hábito de lavarse las manos,
pueden reducir el número de casos de
diarrea en hasta un 45 %;
la mejora de la calidad del agua de
bebida mediante el tratamiento del agua
doméstica, por ejemplo con la cloración
en el punto de consumo, puede reducir
en un 35-39 % los episodios de diarrea.

Véase también
Blastocystis hominis
Diarrea del viajero
Enfermedad gastrointestinal
Enfermedades de origen hídrico
Estreñimiento

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Enlaces externos
Vídeo: ¿Qué es la diarrea crónica?
¿Diarrea nerviosa? 2 graves errores (http
s://www.youtube.com/watch?v=u9V7M
6ScAF8&index=7&list=PL2A8aXe704V7
_zEU3Cxuj1WHtmlWxQWb5) . Entrevista
al Dr. Luis Rodrigo Sáez, autor de la
Información Terapéutica sobre
Enfermedad Celíaca del Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
de España (IT del Sistema Nacional de
Salud, Vol. 34, N.º 2/2010)
Medicamentos antidiarreicos,
FamilyDoctor.org (http://es.familydoctor.
org/familydoctor/es/drugs-procedures-
devices/over-the-counter/antidiarrheal-
medicines-otc-relief-for-diarrhea.html)
Dieta para la diarrea del viajero, Medline
Plus (https://medlineplus.gov/spanish/e
ncy/article/002433.htm)
Datos: Q40878
Multimedia: Diarrhea (https://common
s.wikimedia.org/wiki/Category:Diarrhe
a) / Q40878 (https://commons.wikime
dia.org/wiki/Special:MediaSearch?type
=image&search=%22Q40878%22)

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title=Diarrea&oldid=152639974»

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