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Síndrome diarreico

Se define como diarrea la deposición, tres o más veces al día (o con una frecuencia mayor que la
normal para la persona) de heces sueltas o líquidas. La deposición frecuente de heces formes (de
consistencia sólida) no es diarrea, ni tampoco la deposición de heces de consistencia suelta y
“pastosa” por bebés amamantados.
La diarrea suele ser un síntoma de una infección del tracto digestivo, que puede estar ocasionada por
diversos organismos bacterianos, víricos y parásitos. La infección se transmite por alimentos o agua
de consumo contaminado, o bien de una persona a otra como resultado de una higiene deficiente.
Hay tres tipos clínicos de enfermedades diarreicas:
 la diarrea acuosa aguda, que dura varias horas o días, y comprende el cólera
 la diarrea con sangre aguda, también llamada diarrea disentérica o disentería;
 la diarrea persistente, que dura 14 días o más.
Alcance de las enfermedades diarreicas:
Las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa de muerte de niños menores de cinco años,
y ocasionan la muerte de 525 000 niños cada año. En el pasado, la deshidratación grave y la pérdida
de líquidos eran las principales causas de muerte por diarrea. En la actualidad es probable que otras
causas, como las infecciones bacterianas septicémicas, sean responsables de una proporción cada vez
mayor de muertes relacionadas con la diarrea. Los niños malnutridos o inmunodeprimidos son los
que presentan mayor riesgo de enfermedades diarreicas potencialmente mortales.
En países de ingresos bajos, los niños menores de tres años sufren, de promedio, tres episodios de
diarrea al año. Cada episodio priva al niño de nutrientes necesarios para su crecimiento. En
consecuencia, la diarrea es una importante causa de malnutrición, y los niños malnutridos son más
propensos a enfermar por enfermedades diarreicas.
Epidemiologia
Los estudios epidemiológicos indican que el mayor número de casos de diarrea es de origen viral, sin
embargo como la mayoría de las enfermedades de la infancia, la etiología varía de acuerdo al grupo
de edad.
En el período neonatal los episodios diarreicos son infrecuentes, por tanto estos pueden reflejar una
infección sistémica o del tracto urinario.
En lactantes, pre-escolares y escolares, las diarreas de etiología viral son las más frecuentes y el
rotavirus es el agente más común. La incidencia de diarrea de causas no virales comienza a aumentar
con el paso del tiempo. Al considerar las causas de diarrea, los adolescentes constituyen un grupo
distinto debido a la naturaleza de sus actividades y comportamiento, el fácil acceso a comida rápida,
mayor capacidad de desplazamiento y vida sexual activa.
Las especies de Shigella y Salmonella son causa importante de diarrea en niños de países en vías de
desarrollo. El género Salmonella es uno de los agentes causales aislado con más frecuencia en brotes
epidémicos de transmisión alimentaria e hídrica en el mundo, siendo Salmonella enteritidis el
serogrupo más frecuente. En una investigación realizada a niños menores de 6 años, E. coli
enteropatógena fue el agente principal de síndrome diarreico agudo, seguida en orden de frecuencia
por E. coli enteroinvasiva, Aeromonas sp., Salmonella sp. y Shigella sp.
Otras especies bacterianas son consideradas agentes etiológicos de enfermedades gastrointestinales,
en ocasiones, los cultivos primarios de heces en pacientes con diarreas muestran un crecimiento
denso de microorganismos como enterococos, especies de Pseudomonas o Klebsiella pneumoniae,
que en estas cantidades no forman parte de la microbiota normal del tracto gastrointestinal . Otras
especies aisladas son: E. coli enterohemorrágica, E. coli enterotoxigénica, E. coli enteroagregativa,
Yersinia enterocolítica (Y. enterocolítica), Vibrio parahaemolyticus (V. parahaemolyticus), Vibrio
cholerae (V. cholerae), Aeromonas hydrophila (A. hydrophila), Aeromonas veronii biovar sobria (A.
veronii biovar sobria), Aeromonas caviae (A. caviae), Plesiomonas shigelloides (P. shigelloides), y
especies de Campylobacter. De los parásitos, los más frecuentes son Entamoeba hystolítica, Giardía
intestinalis y B. Hominis.
En el 30-40% de los casos no se aisla un patógeno fecal. En numerosas oportunidades se aisla más de
un patógeno en niños con diarrea, el significado de este hallazgo en ocasiones es incierto. Alrededor
de un 5% de individuos asintomáticos es portador de enteroparásitos.
Factores de riesgo
El contagio de enfermedades diarreicas tiene muchos factores, principalmente derivados de
inadecuadas condiciones sociales, sanitarias y de higiene, lo que ocasiona la ingesta de alimentos o
de aguas contaminadas.
Factores medioambientales y sociales
Familias que habitan en:
* Zonas con carencia de agua potable o fuentes de agua segura.
* Zonas con saneamiento ambiental deficiente.
* Zonas con inadecuada eliminación de heces y de residuos sólidos.
* Zonas afectadas con parasitosis.
* Zonas con escaso acceso a alimentos libres de bacterias y hongos dañinos.
* Zonas con presencia de industria extractora de petróleo, por problemas de derrames, actividad
minera y otro tipo de desastres naturales.
* Hacinamiento.
* Presencia de animales y moscas en el hogar de la niña o el niño.
* Zonas afectadas con enfermedades infecciosas de animales.
* Familias con nivel socioeconómico bajo
* Bajo grado de instrucción de los cuidadores, especialmente de la madre o cuidadora principal.
* Madres adolescentes.
Factores de estilos de vida e higiene
* Consumo de agua y alimentos contaminados.
* Práctica inadecuada de lavado de manos.
* Manipulación inadecuada de alimentos.
* Inadecuada higiene personal, familiar, comunitaria y hogar.
* Prácticas inadecuadas de eliminación de heces y manejo de residuos sólidos.
* Lactancia materna no exclusiva en menores de 6 meses.
* Inicio de alimentación complementaria en niñas o niños menores de 6 meses.
* Vacunación incompleta o ausente.
* Uso de biberones y fórmulas infantiles.
* Introducción temprana de leche de origen animal o vegetal.
* Contacto cercano con un paciente con diarrea.
* Viajes a lugares con alta incidencia de diarrea.
Factores relacionados con la persona
* Menores de 2 años.
* Menores con desnutrición o anemia en cualquier grado.
* Menores con algún tipo de inmunodeficiencia primaria o adquirida.
Factores hereditarios
* Alergias.
* Enfermedad inflamatoria intestinal.
* Enfermedad celíaca (personas que no pueden consumir gluten).
Etiología
La diarrea aguda y persistente puede tener causas diferentes a las de la diarrea crónica. En muchos
casos, los médicos no encuentran la causa de la diarrea. Muchas veces desaparece por sí sola en un
plazo de 4 días y no es necesario encontrar la causa.
DIARREA AGUDA y PERSISTENTE
Las causas más comunes de la diarrea aguda y persistente son las infecciones, la diarrea del turista o
viajero y los efectos secundarios de las medicinas.
Infecciones
Los tres tipos de infecciones que causan diarrea son:
 Infecciones víricas. Muchos virus causan diarrea, incluyendo el norovirus y el rotavirus. La
gastroenteritis vírica es una causa común de la diarrea aguda.

 Infecciones bacterianas. Varios tipos de bacterias pueden entrar al cuerpo a través de agua o
alimentos contaminados y causar diarrea. Las bacterias comunes que causan diarrea
incluyen Campylobacter , Escherichia coli, (E. coli), Salmonella y Shigella.

 Infecciones parasitarias. Los parásitos pueden entrar al cuerpo a través de los alimentos o el
agua e instalarse en el tubo digestivo. Los parásitos que causan diarrea
incluyen Criptosporidio , Entamoeba histolytica , y Giardia lamblia.
Las infecciones en el tubo digestivo que se propagan a través de los alimentos o bebidas se conocen
como intoxicaciones por alimentos. Las infecciones que duran entre 2 y 4 semanas pueden causar
diarrea persistente.
Diarrea Del Viajero
La causa de la diarrea del viajero es consumir alimentos o agua contaminada por bacterias, virus o
parásitos. La diarrea del viajero es por lo general aguda. Sin embargo, algunos parásitos causan
diarrea que dura más tiempo. La diarrea del viajero puede ser un problema para las personas que
viajan a países en vías de desarrollo.
Efectos Secundarios De Las Medicinas
Muchas medicinas pueden causar diarrea; entre ellos se incluyen los antibióticos, los antiácidos que
contienen magnesio y los medicamentos que se usan para tratar el cáncer.
DIARREA CRÓNICA
Ciertas infecciones, alergias e intolerancias a los alimentos, problemas del tubo digestivo, la cirugía
abdominal y el uso prolongado de medicinas pueden causar diarrea crónica.
Infecciones
Sin tratamiento, algunas infecciones por bacterias y parásitos que causan diarrea no desaparecen
rápidamente. Además, después de una infección, las personas pueden tener problemas para digerir
ciertos carbohidratos como la lactosa o las proteínas de los alimentos como la leche de vaca, los
productos lácteos o la soya, lo que puede prolongar la diarrea.
Alergias e Intolerancias A Los Alimentos
Las alergias a los alimentos como la leche de vaca, la soya, los cereales, los huevos y los mariscos
pueden causar diarrea crónica.
La intolerancia a la lactosa es una afección común que puede causar diarrea después de ingerir
alimentos o líquidos que contengan leche o productos lácteos.
La intolerancia a la fructuosa es una afección que puede causar diarrea después de ingerir alimentos
o líquidos con fructosa. La fructuosa es un azúcar que se encuentra en las frutas, los zumos de fruta y
la miel. A muchos alimentos y bebidas les agregan fructuosa como un edulcorante (endulzante)
conocido como jarabe de maíz de alto contenido de fructosa.
En algunas personas, los alcoholes de azúcar como el sorbitol, manitol y xilitol pueden causar
diarrea. Los caramelos y gomas de mascar sin azúcar con frecuencia tienen estos alcoholes de
azúcar.
Problemas Del Tubo Digestivo
Los problemas del tubo digestivo que pueden causar diarrea crónica incluyen:
Enfermedad celíaca
Enfermedad de Crohn
Síndrome de intestino irritable y otros trastornos gastrointestinales funcionales
Proliferación excesiva de bacteria en el intestino delgado
Colitis ulcerativa (también conocida como colitis ulcerosa)
Cirugía Abdominal
Usted puede desarrollar diarrea crónica después de la cirugía abdominal. La cirugía abdominal es
una operación en el apéndice, la vesícula, el intestino grueso, el hígado, el páncreas, el intestino
delgado, el bazo o el estómago.
Uso Prolongado De Medicinas
Las medicinas que deben tomarse durante mucho tiempo pueden causar diarrea crónica; algunos
como los antibióticos, pueden cambiar la flora intestinal y aumentar la probabilidad de infección por
Clostridioides difficile, una bacteria que puede causar diarrea crónica.
Tipo-Clasificación
Clasificación:
Tipo Mecanismo Características de Ejemplos
Las heces
 Secreción de Claras. Colera.
electrolitos Hiato osmótico Tumores
Secretora  Absorción de negativo diarreogenos de las
electrolitos No células de islotes
polimorfonucleares Enteropatía por sales
biliares
Alteración de la Purulentas. Colitis ulcerosa.
absorción colónica; Polimorfonucleares Shigelosis
Exudativa salida de células y presentes Amebiasis
coloides Sangre
macroscópica u
oculta
Moléculas Claras Deficiencia de lactasa
Absorción intraluminales no Hiato osmótico Catárticos que
disminuida: absorbibles elevado contienen Mg2
Osmótica No
polimorfonucleares
Alteración Disminución de la Colectomía subtotal
anatómica superficie de Variables Fistula gastro cólica
absorción
Trastorno de la Disminución del Variable Hipertiroidismo.
motilidad tiempo de contacto Síndrome de intestino
irritable

Tipos:
Diarrea Aguda: La diarrea de comienzo brusco que aparece en personas por lo demás sanas se debe
por lo general a una causa infecciosa. A menudo se observan diversos sintomas acompañantes, tales
como fiebre, cefalea, anorexia, vómitos, malestar y mialgias, pero no pueden utilizarse para
distinguir con certeza entre causas virales, bacterianas y protozoarias.

Cuando no se aíslan en las heces patógenos bacterianos protozoarios, la diarrea, denominada


inespecífica, suele considerarse como de etiología viral. Sin embargo, existen cepas de
Escherichiacoli productoras de enterotoxina y que no son distinguibles de la «flora normal» en los
cultivos usuales, las cuales pueden ser responsables de un número de los casos adscritos
habitualmente a una infección viral.

La diarrea aguda de etiología presumiblemente viral tiene una duración típica de 1 a 3 días; la muerte
es extremadamente rara excepto en el caso de individuos previamente debilitados que sufren una
deshidratación grave. Cuando se han infectado voluntarios humanos con el virus Norwalk,
considerado responsable de la tercera parte aproximadamente de las epidemias de diarrea viral aguda
en los adultos norteamericanos, se ha descrito una malabsorción transitoria de grasa y de xilosa. Las
alteraciones del intestino delgado consisten en anomalías morfológicas de las células intestinales,
tales como acortamiento de las vellosidades, incremento del número de células de las criptas y
aumento de la celularidad de la lámina propia. La mucosa del colon no resulta afectada en la diarrea
viral; esto es compatible con la ausencia de polimorfonucleares cuando se examinan heces frescas al
microscopio tras la preparación con azul de metileno en medio de Loeffler.

Es probable que la diarrea sea bacteriana cuando existen antecedentes de una enfermedad similar y
simultánea en individuos que han compartido con el paciente alimentos contaminados.

La diarrea que aparece en las 12 horas siguientes a la comida se debe casi con toda seguridad a la
ingestión de una toxina preformada (p. ej., exotoxina estafilocócica). En el caso de la salmonelosis
puede haber un intervalo de hasta 3 días desde el consumo del alimento contaminado. La patogenia
de la diarrea bacteria na se debe a dos mecanismos, la invasión directa de la mucosa por las bacterias
y la elaboración de toxinas; este último puede causar lesión tisular directa (citotoxina) o favorecer la
secreción intestinal sin causar ninguna alteración morfológica (enterotoxina). Las bacterias invasivas
(Shigella, Salmonella, Campylobacter, Vibrio parahaemolyticus) y las bacterias productoras de
citotoxinas, producen típicamente edema, infiltración leucocitaria y ulceración franca de la mucosa
del colon. Hay que destacar la hiperestesia y los calambres en la región inferior del abdomen, al igual
que el tenesmo y la urgencia rectal. En los casos graves, las heces presentan sangre macroscópica. El
examen microscópico de las he-

ces con frecuencia revelará neutrófilos junto con eritrocitos. El ejemplo prototipo de la diarrea
bacteriana mediada por enterotoxinas es el cólera, en el cual el microorganismo Vibrio cholerae se
adhiere a las células epiteliales superficiales, aunque no las invade, y libera una enterotoxina que
estimula la secreción masiva de líquido y electrólitos por el intestino delgado. Esto puede producirse
experimentalmente en animales colocando la enterotoxina, libre del microorganismo propiamente
dicho, en asas intestinales aisladas. La hipersecreción alcanza un máximo a las 4 a 6 horas y está
mediada por la estimulación de la adenilciclasa de la mucosa por la toxina. Dado que la morfología
de la mucosa es en esencia normal y la capacidad absortiva del intestino está conservada, el cólera se
trata eficazmente mediante rehidratación oral con soluciones que contengan azúcares simples y
cloruro sódico, los primeros estimulando la absorción del último. Otras especies de bacterias que
producen enterotoxinas son E. coli, Clostridium, Staphylococcus aureus y Aeromonas La diarrea del
turista puede deberse a uno o varios de los microorganismos patógenos antes descritos. Cuando no se
identifica un agente específico, se suele suponer que la etiología se debe a virus o microorganismos
coliformes productores de ente rotoxina; se han implicado tanto al virus Norwalk como a los
rotavirus. Después de la enfermedad aguda a menudo se producen irregularidades intestinales
prolongadas. La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn pueden comenzar como una diarrea
aguda. A menudo se observan heces sanguinolentas, calambres abdominales, hiperestesia y fiebre.
Cuando la enfermedad de Crohn está limitada al intestino delgado (enteritis regional), la diarrea
tiende a ser más leve, a menudo sin sangre, y se acompaña de dolor e hiperestesia en la fosa iliaca
derecha. La diarrea puede estar causada por diversos fármacos, tales como agentes colinérgicos,
antiácidos que contengan magnesio, antimetabolitos empleadas en la quimioterapia anticancerosa y
numerosos antibióticos. Una toxina necrolítica producida por Clostridium difficile es la causa de la
colitis seudomembranosa que aparece durante o después del uso de antibióticos. La diarrea debida a
diverticulitis se suele acompañar de fiebre, tenesmo y urgencia rectal, junto con calambres e
hiperestesia en fosa iliaca izquierda. Cuando no existen signos de inflamación aguda, la diarrea en
presencia de divertículos cólicos probablemente se deba a un colon espástico (irritable), trastorno que
puede preparar el terreno para la aparición de divertículos. En los individuos ancianos y debilitados
con impactación fecal, el síntoma de comienzo puede ser la expulsión frecuente de pequeñas
cantidades de heces líquidas que desbordan debido a la distensión del colon por detrás de la
impactación. Esto se denomina en ocasiones diarrea paradójica. La incontinencia fecal debida a
alteración del esfinter anal es un problema que puede encontrarse en ciertos trastornos neurológicos o
después de intervenciones quirúrgicas locales (p. ej., hemorroidectomía, episiotomía). El estrés
psicológico agudo puede causar diarrea a cualquier edad
Diarrea crónica: La diarrea que persiste durante semanas o meses, ya sea constante o intermitente,
puede ser un síntoma funcional o una manifestación de enfermedad grave. Por esta razón, incumbe al
médico investigar cuidadosamente la presencia de signos de enfermedad orgánica, tales como fiebre,
pérdida de peso, desnutrición o anemia. La hiperestesia abdominal y la fiebre sugieren la presencia
de inflamación. Cuando existe afectación del intestino grueso, las principales enfermedades que hay
que considerar son la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn del colon, la amebiasis y la
diverticulitis. La enfermedad de Crohn del intestino delgado puede afectar a uno o más de sus
segmentos. El ileon es el más frecuentemente afectado. Otros procesos diarreicos que pueden
asemejarse radiológicamente a la enfermedad de Crohn son las enteritis tuberculosa y fúngica, el
linfoma, la amiloidosis y los tumores argentafines (carcinoides) del intestino delgado.

Una diarrea prolongada sin signos de inflamación puede reflejar un trastorno malabsortivo primario.
Los trastornos selectivos de la absorción, como los debidos a enteropatía por sales biliares y a
deficiencia de lactasa, no se suelen acompañar de pérdida de peso o de desnutrición. Los trastornos
de la mucosa, cuyo mejor ejemplo es el esprúe, se acompañan frecuentemente de pérdida de peso,
heces fétidas, distensión abdominal y anemia y, cuando son más graves, de osteomalacia,
hemorragias debidas a hipoprotrombinemia, neuropatías por avitaminosis y tetania. A la diarrea del
esprúe contribuyen mecanismos tanto osmóticos como secretores. La insuficiencia pancreática
secundaria a pancreatitis crónica, carcinoma, resección o fibrosis quística produce esteatorrea y
pérdida de peso de intensidad variable. Diversos factores pueden ser responsables de la diarrea
posgastrectomía. Entre ellos se encuentran el síndrome de dumping o posgastrectomía, los trastornos
de la motilidad posvagotomía, la estimulación inadecuada de las enzimas digestivas pancreáticas y la
mezcla incompleta de estas enzimas con los alimentos. En raras ocasiones se produce una grave
diarrea posgastrectomia y desnutrición debida a la creación inadvertida por parte del cirujano de una
gastroileostomía en lugar de una gastroyeyunostomía. El excesivo crecimiento bacteriano en el
intestino delgado, como puede ocurrir en los casos de diverticulosis extensa y de estasis intestinal
prolongada secundaria a trastornos del peristaltismo (p. ej., esclerodermia, neuropatía diabética
visceral), pueden ocasionar también diarrea crónica y pérdida de peso. Esto se ha atribuido a la
acción secretora de las sales biliares desconjugadas y de los ácidos grasos hidroxilados producidos
por las enzimas bacterianas para el consumo de nutrientes por los microorganismos, y a las
anomalías de la mucosa que se cree están causadas por las bacterias o sus metabolitos. En ocasiones,
la diarrea puede acompañar a la estasis en ausencia de excesivo sobrecrecimiento bacteriano.

Los trastornos endocrinos que pueden acompañarse de diarrea crónica son la tirotoxicosis, la diabetes
mellitus, la insuficiencia suprarrenal y el hipoparatiroidismo. La liberación de potentes secretagogos
por el tejido neoplásico en el síndrome de Zollinger-Ellison (gastrina), en el carcinoma medular de
tiroide (calcitonina, prostaglandinas), en el sindrome del cólera pancreático (péptido intestinal
vasoactivo) y en el síndrome carcinoide (serotonina) hace de la diarrea una característica destaca da
de estos procesos. Los adenomas vellosos de recto pueden secretar grandes cantidades de líquidos y
electrólitos, los cuales son evacuados rápidamente en forma de líquido claro e inodo ro. Cuando se
produce una pérdida importante de líquido puede aparecer hipopotasemia y deshidratación.

Deberá sospecharse el abuso habitual de catárticos cuando la causa de la diarrea prolongada persiste
sin explicación. Incluso si el paciente lo niega, deberá alcalinizarse una muestra de heces con
bicarbonato sódico, lo que producirá un color de espliego si se han ingerido de modo subrepticio
laxantes que contengan fenolftaleína. La observación de melanosis cólica en la sigmoidoscopia
indica el uso crónico de laxantes con antraquinona.
Manifestaciones Clinicas
El principal síntoma de la diarrea es la evacuación intestinal de heces flojas y líquidas tres o más
veces al día.
Las personas con diarrea también pueden tener uno o más de los siguientes síntomas:
 una necesidad urgente de ir al baño
 cólicos o dolor en el abdomen
 pérdida de control de las evacuaciones intestinales
 náuseas
Las personas con diarrea causada por ciertas infecciones también pueden tener uno o más de los
siguientes síntomas:
 sangre en las heces
 fiebre y escalofrío
 mareo y vértigo
 vómito
La diarrea puede causar deshidratación y malabsorción
En muchos síndromes diarreicos, la presencia de síntomas asociados ayuda a orientar el diagnóstico.
El dolor abdominal de tipo cólico en pacientes de edad avanzada con diarrea sanguinolenta sugiere
una colitis isquémica. Cuando estos síntomas aparecen en individuos jóvenes, la etiología más
probable es la infección por gérmenes invasores de la mucosa o la enfermedad inflamatoria intestinal
(EII; enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa).
El dolor abdominal es también característico en las diarreas infecciosas agudas producidas por
toxinas bacterianas, y acompaña siempre a la diarrea del síndrome del intestino irritable.
La distensión abdominal, la flatulencia y los borborigmos a menudo son secundarios a la
fermentación colónica de azúcares mal absorbidos.
Aunque estos síntomas son inespecíficos y frecuentes en el síndrome del intestino irritable, su
aparición 30-90 min después de la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono sugiere un
posible déficit de disacaridasas.
La aparición de fiebre sugiere un proceso orgánico. Este signo puede observarse en el linfoma
intestinal, en la EII, en las gastroenteritis infecciosas o en enfermedades que cursan con síndrome de
malabsorción (p. ej., enfermedad de Whipple).
La pérdida de peso es frecuente en pacientes con síndrome de malabsorción, en neoplasias o en la
EII.
Una historia previa de aftas bucales recurrentes puede ser indicativa de enfermedad celíaca, de la
enfermedad de Crohn o del síndrome De Behçet.
La espondilitis anquilopoyética y la artropatía recidivante con afección de grandes articulaciones,
pero sin destrucción ósea, sugieren la existencia de una enteropatía inflamatoria (EII, tras
derivaciones quirúrgicas intestinales, o enfermedad de Whipple).
Las crisis de rubefacción facial se presentan en pacientes con síndrome carcinoide y en algunos casos
de síndrome de Verner-Morrison (vipoma). En pacientes con una gastroenteritis eosinofílica suele
existir una historia previa de procesos alérgicos, como asma bronquial o edema angioneurótico.
El antecedente de alcoholismo crónico, los brotes recurrentes de pancreatitis o la resección
pancreática amplia, sugieren una insuficiencia pancreática exocrina. A su vez, enfermedades
endocrinas, como la diabetes mellitus, el hipertiroidismo, la enfermedad de Addison y el
hipotiroidismo, pueden ser causa de diarrea crónica.
Finalmente, muchos pacientes con síndrome de malabsorción presentan molestias vagas, como
malestar general o cansancio, pero escasa sintomatología digestiva. Ello es relativamente frecuente
en pacientes con enfermedad celíaca que son objeto de estudio por anemia ferropénica o por
alteraciones en las pruebas básicas de laboratorio.
Diagnóstico del Síndrome Diarreico

En la mayoría de los casos de diarrea infecciosa los síntomas son tan claros que no es necesario
realizar ninguna exploración para confirmar el diagnóstico.

El antecedente de consumo de alimentos que pudieran estar en mal estado o la afectación de varias
personas que han participado en una misma comida es un hecho frecuente que ayuda al diagnóstico.
En ocasiones, si existe mucha repercusión general, será conveniente estudiar las heces para descubrir
el germen responsable.

Cuando la causa más probable no es la infecciosa, es necesario realizar estudios más completos del
intestino y del páncreas para conocer el origen de la diarrea.

El médico te preguntará acerca de tus antecedentes médicos, revisará los medicamentos que tomas,
realizará un examen físico y puede solicitar pruebas para determinar qué está causando la diarrea.
Los exámenes posibles comprenden:

 Análisis de sangre. Un hemograma completo, una medición de los electrolitos y pruebas de la


función renal pueden ayudar a indicar la gravedad de la diarrea.
 Análisis de heces. El médico puede recomendar un análisis de heces para determinar si una
bacteria o un parásito están causando la diarrea.

 Estudio de hidrógeno en aliento. Este tipo de estudio puede ayudar al médico a determinar si
tienes intolerancia a la lactosa..

 Sigmoidoscopia flexible o colonoscopia. El médico puede ver el interior del colon mediante
una sonda delgada con luz que se introduce en el recto. El dispositivo también está equipado
con una herramienta que le permite al médico tomar una pequeña muestra de tejido (biopsia)
del colon. La sigmoidoscopia flexible permite ver la parte inferior del colon, mientras que la
colonoscopia permite al médico ver el colon completo.

 Endoscopia superior. Los médicos usan una sonda larga y fina con una cámara en el
extremo para examinar el estómago y la parte superior del intestino delgado.
Tratamiento de síndrome diarrreico

Las bases del tratamiento de la diarrea son: la terapia de hidratación Y una adecuada alimentación
enteral el suplemento con zinc y las terapias adicionales con prebióticos.

Se usan Líquidos y electrolitos en caso de deshidratación. Y Posiblemente, antidiarreicos en la


diarrea no sanguinolenta en pacientes sin toxicidad sistémica

Terapia de hidratación oral

La diarrea grave exige reposición hidroelectrolítica para corregir la deshidratación, el desequilibrio


electrolítico y la acidosis. Por lo general, se requieren líquidos parenterales con cloruro de
sodio, cloruro de potasio y glucosa. Pueden estar indicadas sales para contrarrestar la acidosis
(lactato de sodio, acetato, bicarbonato) si el bicarbonato sérico es < 15 mEq/L (< 15 mmol/L).
Puede administrarse una solución oral de glucosa-electrolitos si la diarrea no es grave, y las
náuseas y vómitos son mínimos.
En ocasiones, se administran simultáneamente líquidos orales y parenterales cuando deben
reponerse cantidades masivas de agua y electrolitos.
Planes de hidratación

• Plan A:

Prevención de deshidratación. Se utiliza para el remplazo de las pérdidas (después de cada


evacuación diarreica o vómito}. Se debe dar 12 SAO según el peso del paciente: menores de 10 kg
dar 60 a 120 mL. y en niños mayores de 10 kg dar 120 a 240 mL Además se debe continuar con seno
ma1erno o dieta según la edad del paciente y educar a los padres sobre los datos de deshidratación
• Plan B:

Pacientes con deshidratación leve o moderada. Se recomiendan 10 ml de SAO por cada 1 % de


deshidratación estimada para administrarse en 4 h; en general se calculan 50 o 1 00 mlJkg de SRO,
en ocho tomas que se dan cada 30 minutos La SAO debe darse de forma gradual con la ayuda de una
taza. jeringa. un gotero o cuchara para evitar la incidencia de vomito . Al concluir se debe revalorar
al paciente para saber la respuesta al tratamiento

• Plan C:

Terapia de rehidratación intravenosa: debe incluir el requerimiento basal de líquidos y electrolitos


del paciente mas el déficit de éstos según el grado de deshidratación

Entra 3 y 5% de los pacientes presenta falla al tratamiento de rehidratación con SAO, ya sea por
gasto fecal incrementado (1 5·20 mlkg/h), ingesta insuficiente de SAO por fatiga o letarga o vómito
persistente.

Cuando el gasto fecal es > 1 O mlkg/h es necesario aumentar le frecuencia de la tomas a cada 20 min
con un volumen total de SAO de 150 ml/kg. SI el paciente presenta v6mito se recomienda
administrar ondansetrón y/o ranitidina· si al vómito persistente deberá administrarse en cantidades
mas pequeñas; o que disminuir el volumen a la mitad. Si aun así no se consigue detener el vómito la
hidratación oral deberá suspenderse y se realizar terapia de rehidratación intravenosa.

Dieta

Junto a la rehidratación oral, se ha de establecer una pauta dietética adecuada. En niños mayores de
10 años y adultos puede recomendarse el ayuno total durante un máximo de 24 horas, sin olvidar la
ingesta de líquido. Al cabo de este tiempo, se iniciará la ingesta de una dieta blanda hasta normalizar
paulatinamente el plan de comidas, teniendo en cuenta una lista de alimentos permitidos y
prohibidos, y ciertos factores dietéticos capaces de empeorar la diarrea. Las diarreas autolimitadas se
solucionan en breve con una correcta dieta astringente

Tratamiento sintomático para la diarrea


La diarrea mayormente se presenta como un síntoma. Cuando es posible, debe tratarse el trastorno
de base, pero suele ser necesario el tratamiento sintomático:
 La loperamida oral en dosis de 2 a 4 mg 3 o 4 veces al día (administrados preferiblemente
30 minutos antes de las comidas).
 El difenoxilado en dosis de 2,5 a 5 mg (comprimidos o líquido) 3 o 4 veces al día,
 El fosfato de codeína en dosis de 15 a 30 mg 2 o 3 veces al día o el paregórico (tintura de
opio alcanforado) a razón de 5 a 10 mL de líquido por vía oral de 1 a 4 veces al día pueden
reducir la diarrea.
Como los antidiarreicos pueden exacerbar la colitis por C. difficile o aumentar la probabilidad de
síndrome urémico-hemolítico cuando existe una toxina Shiga en el aparato digestivo por una
infección por una cepa de Escherichia coli productora, no se los debe indicar en caso de diarrea
sanguinolenta de causa desconocida. Su uso debe limitarse a pacientes con diarrea acuosa, sin
signos de toxicidad sistémica.
Sin embargo, hay muy poca evidencia para justificar la preocupación previa acerca de que los
antidiarreicos prolongan la excreción de posibles patógenos bacterianos.
El psyllium o los compuestos de metilcelulosa aportan volumen. Si bien suelen prescribirse para la
constipación, los agentes formadores de volumen en pequeñas dosis reducen la fluidez de las
deposiciones líquidas. El caolín, la pectina y la atapulgita activada adsorben líquidos.
La eluxadolina, que tiene efectos agonistas de los receptores opiáceos mu y antagonistas de los
receptores opiáceos delta, puede usarse para tratar la diarrea relacionada con el síndrome del
intestino irritable. La dosis es de 100 mg 2 veces al día (75 mg 2 veces al día si no se puede tolerar
la dosis de 100 mg). No debe utilizarse en pacientes que se hayan sometido a una colecistomía.
Suplemento de zinc

Se recomienda administrar a dosis de 10 mg (en menores de 6 meses) o 20 mg" (en menores de 5


años) vía oral por 10 a 14 días cada 8h el zinc reduce la duración del episodio de diarrea, igual que
los episodios persistentes por más de 7 días y el volumen fecal.

Probióticos:

Por otro lado, los agentes probióticos (Lactobacillus reuteri, Lactobacillus GG, Bifidobacterium,
Saccharomyces boulardii, etc.) se están utilizando últimamente con gran profusión en la prevención
y tratamiento de la diarrea viral aguda (por rotavirus), en el tratamiento de la diarrea recurrente
causada por Clostridium difficile, así como para el control de la diarrea asociada a la administración
de antibióticos. Se trata de suplementos alimentarios microbianos vivos, que afectan
beneficiosamente al huésped mejorando su equilibrio microbiano intestinal..

Farmacoterapia

El abordaje terapéutico de la diarrea puede requerir, además, medidas farmacológicas. El tratamiento


farmacológico de la diarrea dependerá de su intensidad, duración y causa. Los fármacos
antidiarreicos están dirigidos a reducir o suprimir los síntomas propios de la diarrea, bien mediante
un efecto específico, atacando a la causa etiológica del proceso, o bien mediante un efecto
inespecífico, paliativo de la sintomatología. En el tratamiento farmacológico inespecífico de los
cuadros diarreicos, los opiáceos son el grupo de agentes más empleado.

Clasificación de los fármacos antidiarreicos

Atendiendo a los mecanismos fundamentales de acción, los fármacos antidiarreicos se clasifican en


los siguientes grupos:

1. fármacos de acción intraluminal


2. Fármacos que inhiben la motilidad gastrointestinal
3. Gármacos potenciadores de la absorción intestinal
4. Fármacos inhibidores de la secreción intestinal, y antiinfecciosos específicos de agentes
patógenos.

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