El siguiente texto habla sobre una casa. El siguiente texto habla de una mujer que escribe poemas.
Como un recuerdo firme y lejano Cuando compongo versos,
quedó la casa de largos techos me riñen y motejan la galería de ventanales mis jóvenes amigas (5) la mecedora de tantos sueños (5) tachándome de necia. Quedó la alcoba disimulada “Suelta la pluma”, dicen, con su escritorio y primeros versos no te fatigues, cesa. la noche inquieta llena de encanto Inútilmente aspiras y el balconcito de los secretos al lauro del poeta. (10) La vieja torre del campanario fue tantas veces mano del tiempo (10) No quieras al Parnaso1 la escalinata del viejo templo a emprender tu carrera: sintió sus pasos los míos cerca si hay palmas en la cumbre Vieja morriña de aquella casa zarzas tiene la cuesta. (15) que se derrumba sola en silencio A mitad del camino, cuánto bullicio hubo en sus días (15) te prenderás de ellas y cuánta noche cubre su puerta y la risa del vulgo Quedan en ella aquellas tardes será tu recompensa”. de verdes algas y niebla incierta (20) de sordo viento y lluvia fina Pero yo les replico: tiempo lejano de tenues verdes Con tal que me divierta Quedan en ella tantas nostalgias (20) mas que no alcance un premio y el desencanto de una quimera que poco me interesa, quizá una rosa desamparada yo no busco la fama, siempre la magia de una presencia. buscan alivio mis penas, ora cantando amores ora tristes endechas2. (25) Mis versos no los dicta ni el arte ni la ciencia, no son del gusto alarde son ¡ay! del alma quejas, (30) si al cabo su dulzura mis amarguras templa. El bulo3, ¿qué me importa que aplauda o que zahiera?
Cantan las avecillas
(35) su amor y sus tristezas. Ni de la voz presumen ni piden recompensa. Dejad que las imite. Dejad que mientras pueda, (40) con sencillos cantares mis ocios entretenga.
Si de una blanda lira
no sé pulsar las cuerdas, entonaré mis trovas (45) al son de una pandera. Y si de darme un lauro Apolo se desdeña, yo ceñiré mis sienes de rosas y azucenas.
(50) 1Parnaso: casa del dios Apolo y patria de los poetas en la