Narrar es contar. La narración es un tipo de texto en el que
se cuentan hechos reales o imaginarios. Al abordar el análisis de los textos narrativos es necesario estudiar la historia y las acciones que la componen (argumento), los personajes que las llevan a cabo, el tiempo y el espacio donde se desarrollan, cómo se ordenan todos estos elementos (estructura) y desde qué punto de vista se cuentan. La mayor parte de los relatos presenta una acción principal y varias secundarias. Estas acciones se combinan entre sí, alternando su aparición y entrecruzando sus desarrollos para conformar el ritmo de la narración. La primera finalidad del narrador es dar a conocer la historia de un modo comprensible para el lector.
Por ello, muchos relatos se organizan con sencillez
siguiendo un orden; pero en no pocas narraciones esa ordenación sufre modificaciones. El autor puede acelerar o ralentizar la acción a su conveniencia, detenerla para dejar que hablen los personajes, anticipar o posponer hechos, ocultar datos y reservarlos para el momento oportuno, ofrecer pistas falsas, centrar la atención en determinados aspectos con menosprecio de otros, etc.
Del tratamiento de la acción se deriva la tensión narrativa.
Esta puede suscitar en el lector diversos estados emocionales (expectativa, incertidumbre, intriga, serenidad…) En una narración se distingue la ESTRUCTURA EXTERNA y la ESTRUCTURA INTERNA :
La primera organiza el contenido de la historia en capítulos,
partes, tratados, secuencias…; la segunda, depende del orden de los acontecimientos. Teniendo en cuenta el orden de los acontecimientos de la narración, pueden darse diferentes estructuras narrativas:
LINEAL O CRONOLÓGICA: El orden del discurso
sigue el orden de la historia. Lo más habitual es narrar la historia en orden cronológico: es decir, empezamos por el principio y avanzamos hacia adelante en el tiempo, suceso a suceso, hasta el final. La mayoría de los libros que conocemos siguen este orden cronológico. Ejemplos: • -La Cenicienta, de Charles Perrault: el cuento de la cenicienta se inicia con la muerte del padre de la protagonista, recién casado en segundas nupcias con una mujer que tiene dos hijas. La viuda convierte a la protagonista en su criada, negándole sus derechos. Después aparece la invitación al baile del príncipe, etc… y todo sigue adelante hasta la historia que ya conocemos.
• -El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien: iniciamos la historia con
el encuentro entre Gandalf y Frodo, en la fiesta de cumpleaños de Bilbo y la desaparición de este, dejándole al sobrino un extraño anillo. Gandalf viaja para investigar el origen de esta joya misteriosa, descubriendo que es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro, y que debe ser destruido. Encarga a Frodo la tarea y ahí se inicia el viaje -siempre hacia adelante en el tiempo. • -La carretera, de Cormac MacArthy: seguimos las desventuras de un padre y un hijo que caminan por una carretera desierta, después de que su país haya sido destruido y diezmado tras la caída de bombas atómicas. Se suceden, día tras día, diferentes sucesos en su camino hacia la costa, donde esperan que haya algún lugar sin contaminación nuclear. • -Jane Eyre, de Charlotte Brontë: arranca el libro con la infancia de la protagonista quien, al ser huérfana, está siendo criada por una tía que no le tiene cariño y que pronto la manda a un orfanato, donde sufre terribles experiencias y hace su primera amiga. Damos un salto adelante en el tiempo y ya la vemos de joven, aceptando su primer trabajo de institutriz en la casa de MR Rochester… y así avanza la historia, siempre hacia adelante en el tiempo. Circular: El texto se inicia y se acaba del mismo modo. Estructura circular: es cuando en la obra se presenta una misma acción que la inicia y la finaliza; en otras palabras, es como un círculo infinito, puesto que al terminar de leer la obra, pareciera que vuelve a iniciarse la lectura. Y es necesario para crear tal efecto utilizar el recurso de la repetición. Ejemplos: Espiral Enrique Anderson Imbert
Regresé a casa en la madrugada, cayéndome de sueño. Al entrar, todo
obscuro. Para no despertar a nadie avancé de puntillas y llegué a la escalera de caracol que conducía a mi cuarto. Apenas puse el pie en el primer escalón dudé de si ésa era mi casa o una casa idéntica a la mía. Y mientras subía temí que otro muchacho, igual a mí, estuviera durmiendo en mi cuarto y acaso soñándome en el acto mismo de subir por la escalera de caracol. Di la última vuelta, abrí la puerta y allí estaba él, o yo, todo iluminado de Luna, sentado en la cama, con los ojos bien abiertos. Nos quedamos un instante mirándonos de hito en hito. Nos sonreímos. Sentí que la sonrisa de él era la que también me pesaba en la boca: como en un espejo, uno de los dos era falaz. «¿Quién sueña con quién?», exclamó uno de nosotros, o quizá ambos simultáneamente. En ese momento oímos ruidos de pasos en la escalera de caracol: de un salto nos metimos uno en otro y así fundidos nos pusimos a soñar al que venía subiendo, que era yo otra vez. FIN "Un sueño" J.L. BORGES, La cifra
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de
piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular... El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben. IN MEDIAS RES (expresión latina “en medio del asunto”): El relato empieza en medio de la narración, sin previa aclaración de la historia. Se trata de un comienzo abrupto empleado para captar la atención del lector. La técnica narrativa conocida como in medias res proviene del latín y significa “en medio del asunto” o “en mitad de las cosas”. Es un derivado de la estructura narrativa clásica con la diferencia de comenzar por mitad, por el nudo. Muestra a los personajes ya dentro del desarrollo de la historia, para posteriormente dar un salto temporal al verdadero inicio. Empieza con acción Con esta técnica se trata de captar la atención del lector con una introducción más dramática. Vemos al protagonista enfrentándose a una situación enrevesada sin que sepamos nada de lo anterior. Introducimos una escena de acción que impresione a los posibles lectores. In media res es útil para ganar expectación e invitar a conocer como se ha llegado hasta allí. Pero hay que tener cuidado, comenzar por un momento caótico o demasiado complejo puede provocar el efecto contrario. Algunos ejemplos para empezar pueden ser: la muerte de un personaje importante, el protagonista detenido o encarcelado, una lucha relevante contra el antagonista, etc.
Si utilizamos in media res, es necesario cortar la narración en un
momento intenso para volver al principio. Así explicaremos el origen de los personajes y los hechos que han conducido hasta el punto ya mostrado. Una técnica narrativa para volver atrás puede ser la analepsis, también conocida como flashback. Ejemplos: Algunas novelas conocidas que hacen uso de esta técnica son: la Iliada de Homero, Cien años de soledad de Gabriel García Márquez o Los Príncipes Demonio de Jack Vance.
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el
coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre (…)
Lo que he señalado en negrita, la mitad de la primera frase, sería
el inicio in medias res y, el resto, ya el flashback en el que empezamos a conocer la historia desde el principio. Contrapunto: Varias historias se entrecruzan a lo largo de la narración. Es una técnica vanguardista de origen anglosajón propia del experimentalismo narrativo del siglo XX y muy frecuente en la exposición de Monólogos Interiores.
Se alternan planos narrativos distintos a causa del espacio,
del tiempo o del personaje; como dos o tres historias simultáneas relacionadas entre si. Dentro del monólogo interior pueden aparecer presente, pasado y futuro alternando mezclados en la mente del personaje. Retrospección o analepsis El narrador traslada la narrativa al pasado. Interrumpe una escena y crea una ruptura temporal que se percibe como un recuerdo de los personajes o un aspecto del pasado de la historia con finalidad explicativa. La narrativa comienza a introducir un recuerdo de forma progresiva, por ejemplo:
…frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de
recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava (...). Veamos un ejemplo. En el siguiente fragmento, extraído del relato Mi Cristina, de Mercé Rodoreda, el narrador, un marinero, interrumpe momentáneamente el relato de su naufra para explicar una experiencia vivida años antes: Flashforward (anticipación o prolepsis): El narrador anticipa acciones, se adelanta en el tiempo.