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Cuaderno con textos

[Selección de escritos]
Cuaderno con textos
[Selección de escritos]
Brannan
2022
a) De geografías
b) De objetos
c) Personajes
d) Ficciones en verso,
en prosa
Te hice este compilado
para compartir y reducir
las distancias
a) De geografías
Bosque I

Extiendo estas frágiles raíces,


por tu recuerdo;
me aferro,
me sujeto,
como las orquídeas al roble
seco.

1
Bosque II

Cae,
la coraza tras la cual escudas
tu almendra,
su terrible fragilidad,
sus grietas,
esa eminente vocación para
rajarse.

2
Desnudo late ya el corazón,
la maquinita trémula,
ese hermoso animal
que es la tristeza.

3
Nieve

¡Es la nieve, muchacha!


ese gélido galope en el
corazón del trópico,
la llaga expuesta de tu
cuerpo,
esa rodilla que vacila y se
abre a los vestigios óseos del
mundo.
4
¡Es la nieve!
el muñeco de la zanahoria,
la cenizas del ingenio
apelmazadas en tu rostro,
el perfil un tanto ocre
de un diablo danzarín y
burlesco,
el signo tras el cual reseñan
tu nombre,
tu paradero,
5
la cruz acróbata en la que
recibes el látigo,
porque tiene un precio,
porque todo es un precio,
las visitas del domingo,
el almuerzo sazonado,
las malditas pastillas para la
calma.
Esa blanca fécula del oleaje,
la pasta que me dices robó
6
tus versos,
tus pinceles,
tus pasos sobre adoquines de
adobe.

Ahora la calma,
ahora es el signo,
la máscara,
la mueca,
también pudiste ser un
7
pueblo,
un núcleo organizado con el
filo primigenio de la palabra,
también pudiste ser una
poeta,
un bardo contra el mundo
y el mundo sería la nieve,
esa droga un poco cara,
esa canción un poco cara,
ese libro,
8
la inflamable personalidad de
quien un poco triste toma un
billete y aspira,
ese plástico del crédito
trazando líneas en una vida
sin fondos;
¡Es la nieve, muchacha!

Nueve de cada diez recaen,


con sus patines,
9
sus esquís y todo,
descienden con el vértigo
pronunciado en la mirada.

10
La troposfera

Que cosa más rauda y tierna


es la troposfera,
aquí la lluvia,
el granizo;
Desde antaño agitando las
banderas el aire en
movimiento que es el viento.
Sí uno quiere,
11
todo en estos diez kilómetros,
también la historia,
las siglas,
las herramientas útiles.

En la troposfera solo el cruel


invierno,
después la invasión del este,
el partido central,
una canción de Frank
12
Delgado,
la carta desde el noventa y
uno en manos de Gladis,
porque miento si digo que en
la troposfera
sobra el pan o el sulfato de
abacavir.

Cada espécimen se lamerá


sus heridas,
13
los animales rojos,
los verde olivo,
las criaturas mágicas;
En toda la República de las
Lágrimas primero las nubes,
el cero coma cero dos por
ciento del manantial,
eso que conforma al cumulo,
o al país,
o a la unión de gases
14
federados,
que lejanos y siempre de
perfil constituyen un
espectáculo maravilloso.

Léase a continuación en voz


baja,
eh dudado si continuar,
pienso y exploto en la
estratosfera,
15
ahí donde la cosmonauta,
el cosmonauta,
la perronauta,
o la pértiga en manos de
Isinbáyeva
conformen la cosa más rauda
y más tierna,
la cosa,
la sustancia,
él había una vez el amplio
16
estero o la bulliciosa Atasta
de las poetas,
las que tienen mala la sangre
e inservibles sus ojos,
las que siempre obreras
llegan cansadas a casa,
en lo profundo del sueño
redactan la epístola,
pues así lo requisita la

17
burocracia
y la vida.

En estas diez unidades de


medida,
la famosa gota alcahuete y el
tratado de pacotilla.

Los que como Martí o Berona


en octubre

18
entonan el himno de los
duraznos
su ausencia de golpe cruenta.

Como tu rechazo en la
embajada
mi querido camarada de los
dientes.

19
Ni hablar mi amiga,
del funesto moño que te viste
obligada a colgar
en tu canción favorita de las
puertas.

Que cosa más rauda y más


tierna.

Que cosa más cosa.

20
Mi voz en tu voz
preguntándose
de la dialéctica la primera,
si acabamos,
si fue ya la ilusión,
Si he concluido,
pues se nos hace tarde para
llegar al poema
o la troposfera,
que es lo mismo pero
21
también es igual.
Que cosa más rauda y más
tierna.

22
China I

Hagamos economía de
lenguaje,
no pregunten cómo,
no pregunten qué,
estoy en china viendo la NBA.

Es una ráfaga.
La vida como juego es una

23
ráfaga,
dos aros,
dos oquedades,
el molusco materno y el pozo
hondo en la muerte,
es una ráfaga.

Juego de poeta.

24
La más fugaz de las piedras
cae incandescente,
mi deseo damas y caballeros,
bienaventurado público de las
canchas,
es que mis palabras sean
como Yao Ming,
aunque torpes
altos y enérgicos,
en el furor del combate,
25
en lo más igualado del
marcador
es mi deseo dar la espalda a
la florida belleza del discurso,
dar la espalda a los preciados
recursos del talento,
a la destreza lirica con la que
los pivotes atacan la canasta,
dar la espalda
y escribir un poema que se
26
titule el gancho,
escribir una tesis que se titule
el gancho,
una partitura para un
ensamble de lápices que se
titule el gancho,
que postule las homínidas
ventajas de tener
extremidades;

27
Para colocar en la cesta las
manzanas,
para asir los frutos
antes de que se pudran.

28
Cinema I

También ahí apagamos las


luces,
no por indicaciones técnicas,
nos quedamos a oscuras para
que los pies no se enteren,
que pagamos la entrada,
engullimos golosinas,
hartos de lo que proyecta la
29
ventana
nos llevan y nos cargan,
esas bestias nos remolcan del
aburrimiento al cinema.

Tapar sus vistas con las


butacas no es suficiente,
más nos vale apagar las luces,
no vaya a ser que se paren,
se marchen,
30
nos dejen de torso a cabeza
y con la bandeja en las
manos.

31
b) De objetos

32
Tornamesa

Solo y agitado,
soy la aguja después de las
canciones,
un aparato de nostalgia,
soy un objeto de alambre,
un títere del mundo,
Soy la rana Kermit
cantándole
33
al futuro
pero se me pasa.

34
Postal I (Axolotl)

A veces es un chica,
otras como hoy un anfibio
húmedo,
con la cara al techo surcando
el aire con sus alveolos,
pensando el dolor con las
costillas,
tarareando un ritmo lento,
35
un ritmo frágil y lento,
un ritmo un poco triste,
un poco aéreo,
un poco acuático,
un poco lento.

36
Fotografía I

Esta foto que te enseño,


roída por el polvo,
muestra de izquierda a
derecha
los rostros invisibles de los
nada;
vistos por última vez
afectivamente con tus ojos,
37
traían por vestido sus
magnánimas ideas del
mundo.

Aquí no se alcanza a escuchar


la risa,
el saludo,
la fuerte convicción de las
palabras,
esas que en sus bocas es un
38
edificio,
fíjate bien,
los sólidos cimientos,
en esa ventana abierta,
esa escalera contra toda
lógica
construida para un infinito
ascenso.
La poesía no conjura lo
ocurrido,
39
no menciona la cólera,
la paliza suministrada en el
pozo,
porque aunque tenía un foco
y la tierra era próxima
ese cuarto era oscuro y
profundo.

Aquella mañana no prestaron


atención
40
a los restos adivinatorios en el
café,
ni a las formas oblicuas del
cielo,
en su lugar vertieron la
marcha
y desaparecieron por ese
largo corredor,
por aquella calle del
recuerdo.
41
Esta foto que te entrego es la
última,
no haces mal yendo sin clavos
ni adhesivos
a pegarla por toda la ciudad.

42
Caguama I

Del amigo en estas tierras,


apreciamos el silencio placido
ósea el dialogo ocular con las
nubes.

La disposición de sus lanzas


para querernos,

43
lo que es, un dialogo
muscular sobre las nubes.

Tres, el dialogo espiritual a


pesar de las nubes,
ósea abrir las caguamas con
los filos del alma
Y permítanme extenderme:

44
En principio postular,
la apertura en contra posición
al feo
y desdeñable acto de
clausurarle a la oquedad sus
propiedades.
Que son esas pretensiones de
negarles a las niñas sus
nieves,
de prohibirles el consumo
45
incontrolable de chispas
multifacéticas en sus nieves.
No se muestra,
los emisores de este discurso
no decimos que implícito va
el chirrear,
la falta de aceite,
la bisagra sujeta,
el manillar clausurado.

46
Cerrar la puerta nunca retuvo
a los gatos en nuestros
corazones,
cerrar la puerta es solo un
toma fuera de campo
la vida sigue apareciendo en
los créditos.

Profanar la imagen de la
botella cerrada
47
es lo que de las amigas
y los amigos toleramos.
Basta con sustituir el
fermento en el vaso
por una docena de intrépidos
abrazos,
¡y si!
que suenen las ¡Aaaa!
los tiernos ¡Uuuu!
docenas de intrépidos y
48
afelpados abrazos,
niéguenle al amigo capaz de
abrir con una superficie el
mítico objeto sellado,
niéguenle, sí se atreven
su entrada al olimpo de los
osos,
al vaso rebosante de osos,
el tarro embriagante de osos,
la yarda que te ubica hasta las
49
manitas de osos,
el barril con sus tonos medios
su perfume a cedros

con el que rellenamos misiles


repletos de osos.

Eviten el evangelio según las


piedras,
respetemos la decisión de

50
estas a permanecer en
silencio.

No se gana con el destapador,


con los objetos diseñados
para fines concretos,
pertenecen a la razón,
a la rueda,
al incesante río,
al desbordado, el que ¡pam! y
51
¡pum!
a latigazos humedece los
cuerpos de violencia.
Ahí el hilo, no descubro nada,
el problema es que hay agua,
las frutas aún cantan la
égloga de las estaciones,
hay pan y mermelada,
la cátsup requiere el sacrificio
de los tomates,
52
esos blandos y dóciles
que pagan caro sus
investigaciones sobre la
huerta.
¿Qué ganamos con el
destapador?

¿La inmediatez del oso?


No hay como un tinto de oso
tibio,
53
resbalando con la gracia de
una estopa por nuestras
laringes,
asumamos el riesgo a la
asfixia,
no le niegues al poema la
posibilidad de decir,
de gritar:
¡Esquiiiiiiiiiiteeeeesss!
¡Esquiiiiiiiiiiteeeeesss!
54
Un cucurucho de esquites,
amarillos y tiernos soles como
guirnaldas colgando del
poema,
sin maíz no hay poema
ni sociedades estratificadas
consagradas al consumo
también tendrá que decirse,
y no por eso pretenderemos
que al poema no le otorguen
55
su diploma,
el documento que lo avala
como objeto,
como mundano objeto,
como ente tridimensional,
con relieve,
fondo,
peso,
aristas
y contornos, filos
56
primordiales
con que llegado el caso,
si no hubiese más remedio,
arriesgo de romperlo
abriríamos la última
con el fin de encaminarnos,
para cómo se debe,

57
Declarar a esta tertulia por
terminada.

58
Anden I

Nos aferramos a esta sombra


perfumada,
a la hora fúnebre en que los
andenes quedan como
inútiles contenedores.

Agitan por las ventanillas algo


más que las palmas,

59
agitan las dunas y las olas,
el arribo de los ovíparos,
agitan la playa entera
el recinto en el que
resignados los vemos partir.

Porque parte puntual.

No hay nada más agridulce


que un adiós a la hora exacta.

60
c) De personajes

61
Familia

El letrero también pudo decir


familia en renta,
cuartos independientes,
precio a tratar.

Se mudaron del vecindario.


Por el material del que
estaban hechos

62
la familia Cerámica no pudo
con la magnificencia de la
palabra cielo,
en su lugar anidaron piedras,
martillos,
yunques,
esos estridentes objetos que
condimentan
la genealogía de las Grietas.

63
Joaquín

Por una como por mil


praderas,
corriendo como quien vuela,
como quien del establo sale
por vez primera.

Mi caballo relincha,
salta,

64
Joaquín,
Joaquín
el nombre de mi cuaco,
no pasta,
no defeca,
por eso duerme conmigo
y miramos estrellas
por una como por mil
praderas,
corriendo como quien vuela.
65
Hasta que mama Patricia dice
frena,
para,
trapea.

Hasta que mama Patricia dice


frena,
para.
Negrito lindo
deja ese trapeador en paz.
66
Los tristes I

Se les reconoce por las botas


cual yunques en difícil suerte
llevan a rastras.

No sólo es la omnipotencia,
la verticalidad con la que
obligados hunden el rostro,

67
¡es la maquina!
el frágil motor en el pecho.

No les duele,
los infantes que acribillados
se despiden de los juguetes
viejos,
el tren,
el amigo de felpa,

68
la cajita de música con su
muñeca acróbata.

Lo que les duele,


lo que a los tristes realmente
les duele
es la abertura en la pared,
esa transparente necedad de
mostrar la mañana,

69
ese prado luminoso,
donde yace la peste.

70
Reportaje sobre el
fenomenismo y Francisco
Gubia transmitido por llanto-
visión un día nublado de
septiembre.

Pancho Gubia nació un mes


de invierno en las gélidas
elevaciones del Pinar,
un pueblo en apariencia muy
71
cerca del cielo;
Pancho de nombre,
gubia por gusto,
aprendió de su abuela el
sugerente oficio de dañar la
piel de una superficie.

Doña Linólea Buenprecio de


Munguía
heredo a su vez las directrices
72
de un inmigrante,
para gusto popular “el
Chino”,
aunque Gangis, cambio las
planas y monótonas estepas
de Övör1
por las montañas casi nubes

1
Övörhangay (en mongol, Ѳвѳрхангай
аймаг)
es una de las 21 provincias de Mongolia.
73
del Pinar
un día entre octubre y el
silencio.

Doña Linólea enseño a


Pancho,
y esté tocado por querubines
realizaba unas piezas bien
cagadas,
horribles,
74
sin chiste,
eso a ojos del crítico
Mamerto de la Coronilla.

El fenomenismo,
corriente que odiase
Mamerto
que acuñase Pancho
tenía como principal
elemento el cuerpo mal
75
formado,
esa aberración antropoide
que para Francisco Gubia
era espejo y alma de su
nación,
la infame República de las
Lágrimas Unidas.

“Los leporinos”,
una serie de grabados muy
76
celebrados por el lumpen,
donde pancho retrató
ciudadanos con la boca rota
el labio,
con el habla rota,
con la palabra hecha añicos
y Panchito no solo se refería a
una enfermedad congénita.

77
El Fenomenismo y Pancho
han dado la vuelta a todos los
Estados
que conforman la República
de las Lágrimas,
el sólido,
el líquido,
el gaseoso.

78
Hasta aquí mi reporte,
volvemos al estudio.

Reportó para Llanto-visión,


Gotita de Mar.

79
d) Ficciones en verso

80
Madurez

Se solicitan
frutos ya maduros
para prestigioso consorcio
tropical.

A laborar en zona siempre


árida.
Indispensable contar con

81
semilla,
disposición de tiempo,
y muchas ganas de germinar.

Se ofrecen
excelentes oportunidades de
crecimiento.

01-800-TRO-PI-CAL

82
Buzón de quejas

Estimado corporativo,
les dirijo esta hoja electrónica
en su buzón de quejas;
El pasado veintidós del mes
en turno se suscitó una
polémica
entre una distinguida clienta y
su servidor,
83
quien redacta esto por la
noche
y por el día surtía el más
variado cóctel papelero,
siendo yo un humilde
empleado al mostrador.

El altercado empezó cuando


la clienta
me pidió dentro de la amplia
84
gama
de plastilinas que maneja su
marca,
el color carne.

En primera instancia le
alcance una barra carmín,
que rebanada en finas capas
y marinada de gran forma

85
podría degustarse en el más
suculentos de los tacos.

El gesto de repudió albergó


la cara de la compradora,
insinuando mi ignorancia con
una leve genuflexión de ceja.

Color carne
pero de piel,

86
de gente,
de persona,
me indicó.

Momentos más tardes,


estupefacta me dedicó una
letanía de madres y distancias
que recorrer,
cuando a su disposición puse
las tonalidades de cafés
87
que su distinguida línea
maneja.

Sobra explicar los detalles


que me llevaron al
desempleo.

Les ruego tomar cartas en el


asunto.
No sé, empezar por eliminar

88
la palabra carne del color rosa
claro,
sería de gran ayuda.
Tengo entendido que su
rúbrica se comercializa en
todo la República de las
Lágrimas,
siendo nosotros sus
habitantes más obscuros que
el propio Batman.
89
Por el momento me despido,
pendiente de su respuesta
queda su amigo y servidor;

El negro Brannan.

90
Toc Toc

Abro la puerta,
soy yo,
me pregunto qué quiero,
si se me ofrece algo,
acaso
azúcar,
sal,
café.
91
Abro la puerta,
me predico las buenas del
libro
me ofrezco salvación en
sencillos dos pasos,
el paso uno es no cerrar la
puerta.

Abro la puerta,
me vendo un amplio
92
cardumen de enciclopedias
en cómodas letras.

Toc,toc.

Abro la puerta
y me la azoto en la cara,
estoy harto de molestarme
justo cuando intento hacer
este poema.

93
Regadera

Se puso en huelga la
regadera,
gira solo ahora las perillas
para firmar en el aire su lista
petitoria.
Deja caer una gota de nada
como clara solidaridad
gremial.
94
Antes que ella se pusieron en
huelga
los tubos y los codos,
anteriores a estos los ríos,
los mares,
el agua toda dio la espalda
al contrato que aseguran
nunca firmaron con la
humanidad.

95
A los clavadistas empezadas
las evoluciones
los toma en descenso el retiro
de los agremiados,
haciendo de la alberca un
cubo amargo.

Con vecinos organizamos


tan pronto los días se hicieron
meses
96
violentos grupos de choques,
con marros y palos,
golpeando a ratos,
maldiciendo con la boca seca
a ratos,
apestando a ratos.

Están en huelga.
Hoy se hizo público,

97
también nos abandonara
la última gota de sangre.

98
Ricitos in (la estética)

La estética “Ricitos de oro” les


ofrece,
excelentes precios en
depilación
de juicio,
Cortes de forma
y de fondo.

99
Te colocamos conceptos
postizos
para que luzcas subjetivo
en tus eventos sociales.

¿Quieres cortar tus garras?

¿Las horrendas y grotescas


garras?
Ven a “Ricitos de oro resorts”

100
contamos con las mejores
herramientas
contemporáneas,
hacemos de lo feo,
¡un pato!

No sigas siendo un salvaje,


ven a la estética “Ricitos
golden in”;
NUNCA MAS RUGIRAS.
101
“RICITOS IN” EN ARMONIA
CON EL EXTERIOR

Numero Uno-A,
en la calle verdad
esquina con alquimia,
de la colonia Mentira
a dos cuadras del basurero
municipal.

102
Reservaciones al correo,

Beautiful and ugly arroba


punto com

EN ARMONIA CON EL
EXTERIOR.

103
Minilibro elaborado por la
jiribilla cuadernos y diseños,
un mes del año 2022. Para su
realización se requirió mucha
paciencia.

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