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LO ATENUADO

Antología

Javier Galarza

Solapa:

Javier Galarza es poeta, nació en 1968 en Buenos Aires. Entre 1997 y 2000 dirigió la
revista Vestite y Andate. Publicó los libros Pequeña guía para sobrevivir en las
ciudades (2001) con arte de Gastón Pérsico, El silencio continente (2008), Reversión
(2010, Tropofonia, Belo Horizonte), Refracción (añosluz, 2012) y Cuerpos
textualizados (Letra Viva, 2014, en coautoría con Natalia Litvinova). Desde el año 2004
es Profesor Asociado de la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino donde dio cursos
sobre Hölderlin, Rilke y Paul Celan. Escribió notas y ensayos sobre Osip Mandelstam y
Alejandra Pizarnik. Se dedica a la enseñanza y a la investigación literaria.

Contratapa

Hay algo de vitreaux en tu poesía: cada poema es como un vidrio pequeño, un


fragmento que forma parte de una composición mayor, multicolor; recibe luz, desde
afuera o desde otra profundidad. Pero es en la penumbra donde deja ver su delicado
dibujo. Estuve pensando en Rilke y en tu invierno, en tu clima especial, en tu obra:
busca un velo, la niebla, perderse en las calles. Tu obra es voyeur. Pero también es un
animal inteligente  que no sólo se pierde, sino que, además, guía…
 
Natalia Litvinova
Y los signos son, desde tiempos remotos, el lenguaje de los dioses

Hölderlin

2
Parte 1
Ars

3
ADVENIMIENTO E INDIGENCIA

Los poetas cantan restos


de los dioses atomizados.
La palabra resiste en la orilla
del abismo del mundo.
Guirnaldas deparadas por la atónita
esperanza de un retorno.
Ante la vastedad de la intemperie,
el poema se hace morada a habitar,
parcial cobijo, como una tienda de campaña,
que pronto debe hacer lugar a otra cosa.
Para que ningún sentido se cristalice.
O permanezca.

4
ARS POÉTICA

Una postal resiste en la llovizna,


en la inasible sustancia de los sueños,.
manifiesta los secretos convocados..
Como retratos de lugares vistos
en vidas casi ajenas, de tan remotas.
Constancia de magias y colapsos
desde un silencio que contiene.
Esa nada, hermosa como el vacío,
sitúa nuestras coordenadas
en esta geografía de vendavales.
Asume la escritura como una preparación
para el silencio.
En la imprecisa bitácora de los naufragios
no aprendemos el olvido.

5
LIBRETOS

Develar una carencia inaugural 


hace lugar a las ficciones de la vida,
al proceso de habitarse, de habitar un cuerpo.
Tras los gestos exhaustos del amor, 
cuerpo y escritura se restituyen al vacío 
hasta agotar las variaciones sobre un tema.. 
Como si se tratara de perder una ficción 
por no perderse  dentro de esa ficción 
para tener, entonces sí, la libertad
de producir una ficción.

6
EXPRESIONISTA

Es cierta esa sombra que habla,


eso que te dice sin decirte,
te nombra por omisión,
te alude o devela,
en tonos pálidos y sugerentes,
azul, almada, inminente;
detenida como un poema
de Trakl, cuando atardece
y dispuestos sobre la mesa,
el vino y el pan te consagran
devota, fascinada,
ante los símbolos
de la Eucaristía.

7
LO ATARDECIDO

Somos insinuados como sombras


en las tardes prontas, breves y huidizas del otoño.
Lejos, una voz clama por los retornos.
Resistimos en el movimiento silencioso de la espera,
ese susurro donde nos dejamos perder,
cuando hasta la última sombra
nos sugiere anonimato y silencio.

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ANTAÑO SINCRÓNICO

Amanecía y tenías la canción


más linda de los lavaderos,
del color del patio de los emigrantes.
No nos salvamos
sin quien cante o cuente, decíamos.
Lo nuestro habló: un poeta venera el aullido
de sus lobos, así como un pintor mutila sin piedad
las sobras de su cuerpo o un músico restituye
el prestigio del silencio.
Por la tarde, no te hallaba en los portarretratos,
y suelo faltar en los espejos.
Tuvimos galas en el bosque.
y lo nuestro habló:
hay artistas que de tan salvajes,
lloran el rocío sobre las cortes.
¿De qué serviría una deidad que no priorice
la pasión a las prisiones, una mujer sin labios,
una mirada sin salvajismo, un profeta sin espada,
un amigo sin desesperación
un hombre sin cicatrices?

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SEPIA EN UNA POSTAL

Para Tavo Kupinski, en memoria.

Esta pobreza es la merienda de los concentrados.


¿Ves los abrigos, las filas en busca de un plato de comida?
El renovado milagro de la lluvia
abre nuestras soledades a algo más grande.
Tu invierno llegó primero. Y allí quedó tu corazón.
El temporal agitó mi abrigo cuando miré más allá de los alambres.
Y no supe decir mi nombre en los interrogatorios.
No es que no quise. No supe.
Aquí, en los campos de la abolición, dejé la guitarra sobre el pie.
Y busque fotos viejas.
Y todas tenían esa calma extraña de los teatros en silencio.
Vos dijiste "hablemos de chicas".
Y las vimos bailar desnudas en la fila de los condenados.
Y nos prometimos vivir solo por eso. Son tan lindas. No me falles.
Yo callaría por escribirte. Mirá, yo elegiría la vida.
Mientras la vida aún me elija.
Aún si esta lluvia continuara. O se diera a tu silencio.

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VITREAUX

Antaño, la penumbra sobre el mundo


reclamaba los espectros.
Piedad. Contrición.
Los vitrales y el ambiguo juego de las sombras.
El silencio de los monjes.
Tensar de cuerdas: un músico a lo lejos.
Conjuro o palabra
para aprender a perderse
en la noche.

11
ESTACIÓN

Abril,
detenido,
destila sombra
en los cristales
La sombra
de la vigilia
extiende
los candiles.
Luz de tus señas
cifran los signos
de la noche.

12
SALEM

¿Era el alba –acaso- la claridad posterior


a la noche de los colgados, irrupción de luz
sobre los cadáveres de esas mujeres
que pendían de los árboles, cuerpos
de hechiceras al viento aterrando a los niños
en nombre de la cruz?
¿Era la claridad perturbada por la imagen
de los cuerpos profanados,
la brutal exposición de las ajusticiadas
expiando los pecados de la aldea,
las dueñas de pócimas y manzanas
las brujas, sus escobas?
¿Eran estas mujeres arrebatadas a sus lechos,
a sus solterías y excomuniones, a sus pecados,
a la difamación, a las mentiras de los niños,
los calderos, los secretos de las hierbas del bosque
el miedo de los hombres?
Qué magia evitaría el otoño de sus lapidaciones.
Qué cabelleras sobrevivirían a los cuentos.
Qué pudor podría redimirnos.
Qué escobas. Qué escondrijos de la noche.
Qué oscuros acertijos Qué lugar.

J. G. de El silencio continente, 2008

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MUELLE

Invadido el corazón
de la noche, soy uno
con las barcas.
Canto por las sacrificadas
del eclipse.
El faro del mundo, en la bruma,
desvanece su sentido.
A veces la luna
maravilla este paisaje.
Ha malherido la sombra
del viajero.
Estoy parado
en la rompiente.
Aquí alumbran y relumbran
tempestades.
Asolan la luz
de los barcos
en silencio.

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NÉCTAR

En los viñedos solos,


bajo la luna de los magos,
aprendimos el silencio.
Como néctar tu boca,
devastó la soledad
de mis comarcas.
A la tierra las heladas,
el invierno inhóspito,
hibernar
donde los milagros
llegan tarde.
Sombra de lo no acontecido.
Caminos de posadas,
sin señales de retorno

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ESCONDRIJO

En el altillo de los secretos,


donde los susurros crecían como espectros,
dando la niebla al encuentro de los niños,
desmintiéndolos.
¿Vagaba acaso dios,
avisando la culpa de sus desnudeces,
desvestía el tiempo su silencio,
avisaba la muerte su avidez
de cuerpos pálidos,
pequeños?

16
LOS CUERPOS PRECINTADOS

Reconocimiento de las víctimas


tras un atentado
o silueta dibujada entre cintas,
huella o evidencia de un crimen.
Como un área de catástrofe
prolijamente delimitada,
restos a la sombra
de algo irreparable.
¿Dónde escondemos
los cuerpos del amor?
¿Cómo nos deshacemos
de los cuerpos del amor?

LOS CUERPOS PRECINTADOS

Como el reconocimiento de las víctimas


tras un atentado o silueta dibujada
entre cintas, la huella o evidencia de un crimen.
Como un área de catástrofe prolijamente delimitada,
o los restos a la sombra de algo irreparable.
apenas nos sobreviven las preguntas:
¿dónde escondemos los cuerpos del amor?
¿cómo nos deshacemos de los cuerpos del amor?

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RUINAS

Cuerpo o territorio
de magias y de cataclismos,
de milagros y de naufragios,
sobrevive a palideces y cicatrices,
sacude los restos de un sueño,
estremecido en residuos de caricias,
intuido, sabido o constatado,
amanece exhausto
junto a las ruinas de la noche,
en cada cuarto donde el amor
despierta solo y espera.

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DIVISIÓN DE BIENES

Intentaré no hacer ruido


con mis zapatos,
cuando el sentido del mundo
se cierre sobre mí.
Dormida como el invierno,
estás viajando lejos.
¿Qué palabras voy a inventar
para llamarte?
¿Qué palabras voy a intentar?
Sobre nuestra extranjería,
el cosmos extiende su incertidumbre,
un movimiento de astros que colapsan.
Entre las cartas aún cerradas,
todo susurra amor y perdón.
Aún así, nada nos enseña
las distancias y el olvido.
¿Qué palabras voy a inventar
para llamarte, entonces?
¿Qué palabras voy a intentar?

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MONÓLOGO DE EURIDICE

Quisiera encantarme una vez más


en las melodías
de tu condenada lira,
pero todo lo que digo y hago
me excede,
está más allá,
no deja de no decirme,
no cesa de no escribirme
a cada instante,
nada hay que me circunscriba,
nada que me limite o delimite,
apenas algo de buen dolor,
perdición y magia de antaño.
¿Cómo sostendré entre mis brazos
las dimensiones
de esta sombra que soy
que fui
que fuimos
todo esto que aún tiembla
entre nosotros
convocando al mito y la leyenda?

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LAS PERCHAS

1.

Me abruma la simultaneidad del transcurrir,


las imágenes que los espejos saben guardar,
las muecas del amor que se pierde en la penumbra,
los pliegues de tristeza que prolongan cada desvestir,
enredando junto a la ropa el silencio de esta desnudez.

2.

Te convoca este momento,


porque hubo sombras, y fuimos pocos
los que guardamos el secreto.

3.

No vi el amanecer hasta que dormimos juntos..


Desde que te fuiste despierto solo y asustado..
No tengo albas sin tu cuerpo.

4.

Ya crezcan mis manos al vacío de los días


hacia donde esta lluvia ya no sabrá de mí.

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SIN MEDIDA

Estas sombras adheridas a nuestras pieles,


de caricias sin medida en distancias cuerpos luz
¿Dan medida de nuestro desamparo?
Pasada la primavera con su ensueño de promesas
y la celebración de los cuerpos del estío
¿Aún estarás aquí cuando llegue el otoño?
Y cuando ya nada cobije,
y las sombras caigan sobre casa,
qué contendrás
qué abarcarás
de este cuerpo que se duele en los inviernos
y te tiembla porque sí

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DECOROSA

Deseosa, dejás faltantes


de tu haber en las deudas del otro,
entregada a fruslerías que cargás
de gravidez, rota la matriz de tu cordura,
renunciás al vano honor de ser sabida.
Mejor el galanteo vacuo, los testers
vaciados de voltaje, el paraguas
por si llueve y los anteojos
por si hay sol. A la cuenta de los días
verificarás la impecabilidad
de tus tocados, apenas
los pliegues precisos a medio
desvestir: esa morosa
fidelidad a una costumbre
sin la altura de la vida.

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EL JUEGO DE LAS DIEZ DIFERENCIAS

Y participaba a veces y tenía que elegir en el juego


de las diez diferencias entre vos y vos.

Las cartas marcadas. Cada mano de hoy en la partida


perdida de ayer.

Dejaba que el tiempo reescribiera los faltantes,

Olvidaba donde guardar lo que no estaba.

Algo nos desvanecía en los montajes de la niebla.


Así nos dejábamos decir.

Esta es tu escritura. Tu pequeño teatro.

24
REVERSA

El camino
que deshicimos
al andar.
Lo perdido
retorna
como perros
de
otra
lluvia

* Se hace camino al andar dice un verso de Antonio Machado.

25
LA RESISTENCIA

Te convoco con palabras de mago


hasta romper mi boca
contra el silencio del alba.
Para amar tu disolución en la sombra,
la llovizna de tus dichos,
tu militancia en lo prohibido,.
voy a quererte como pueda,
a decirte donde alcance;
a guardar en las celosías del invierno,
todo lo que humedezca
los dibujos con tu forma,
para que no se borre tu nombre en la ventana,
tu caligrafía de vacilaciones,
las pintadas rebeldes
de nuestra resistencia
en la pared.

26
2.
TU IDIOMA

Esta voz es un mandato, el mandato de responder


por la vida de otro hombre. No tengo el derecho
de dejarlo solo en su muerte.

Emmanuel Levinas

27
TUS LÍNEAS

Tu CNN, tus bombas,


tus guerras de video game,
tus cuerpos en bolsas de plástico,
tu ciencia, tu medicina

(mendigo, yo recibo tu cuerpo,


desaparecido, yo recibo tu cuerpo,
extraño, yo recibo tu cuerpo,
maltrecho, yo…)

tu pornografía, tus drogas,


tu medicación, tus tablas,
tu ética, tu muerte, tus muertos.
tus monitores, tus alarmas,

tus errores de cálculo,


tu política, tu policía,
tu obscenidad, tu idioma

28
(mendigo, yo ..,
extraño yo…

TU IDIOMA

Vi las calles besadas


por tu olvido,

tejiendo lechos de hojas


para el otoño.

Juegan,
junto a los chicos
que fuimos,

entre los restos


de la estación.

Vuelvo a mi sombra,
donde no vuelvo.

29
A la hora en que el mundo
callaba su secreto

¿qué caía con tu nombre?


¿temblaba donde no estabas?

¿qué cantabas a veces


en qué idioma

siempre

tan lejano?

TU LENGUAJE

Quiero ganar tu lenguaje


para el mundo.

Bajan, van hacia Inferno


en Buenos Aires.

No supimos hasta donde


podrían extenderse
estas calles

que nos mecen.

Quiero ganar tu lenguaje


para el mundo.

Esta es la canción
de los que vivimos
en el borde de la ciudad.

30
Y aprendemos a perder.

TU MAÑANA

Allí el café y el olor del pan.

Vamos, abren, van hacia El Bajo


en Buenos Aires.

Andaré con mi atado de mañanas


entre las piedras,

enredado en las mentiras


de los otros.

TU IDIOMA II

Jamás toqué tan linda


la maleta con tu espejo,

31
para dejar tu olvido
entre mis cosas,

sólo por habitar tu idioma,

voy a destejer los trenes


de la aurora,

a morir en alguien más.

TUS DIALECTOS

Para detonarme
en todos los idiomas,

yo ardía en tus dialectos,


temblaba

donde no estabas,

pero nunca era yo


al retornar,

no me pienso
sin tus ojos,

ni me soy
sin tu silencio.

32
TUS VIAJES

Vi unos viajeros,
en quienes volvíamos
de alguna parte, .

juegan, ayer, hoy y siempre,


entre los restos
de nuestra estación.

¿Qué cantabas
a veces,
cuando diluviaba
en nuestros puertos?

¿Y en qué idioma.

siempre,

tan lejano?

TU CIFRADO

Te cifro, aprendo las señas


de tu lengua,

leo tus entrelíneas,

para mejor
saberme entre los restos,

cuerpo sabido o reconocido,

constatado,

identificado.

TUS ENVÍOS

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Releo cada día las cartas que no nos escribimos.
Hoy sé que no podías leerme.

Que te hablaba siempre en otro idioma.

Sellos postales con la niebla de tos días.

¡Ande yo solo y perdido y sin tiempo para creerte!

TU VERGUENZA

Te toco con un pudor que desconozco.


Las valijas nos hacen en silencio.

Puedo fundarme en los lugares que abandono,


Al poner cada piedra, creo tablas y partidas.

Crecen los bordados de la niebla.


Entre cada día y su misterio.

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TU RETORNO

Aquí los muebles, las postales mudas del amor.


donde la noche desanda tu camino.

Vuelve aún el mundo, como un espía,


a la casa de tus mañanas olvidadas.

Yo allí. Tan salvo. Y tan otro

LA ESCUCHA

Aunque no entienda tus palabras,


insisto en seguir el movimiento de tus labios.

Insisto en seguir.

Porque pobre puedo escucharte.


Sólo en otro puedo mirar.

Aunque no entienda tus palabras,


insisto en seguir los movimiento de tus labios.

Porque pobre puedo escucharte.


Sólo en otro puedo mirar.

Porque pobre puedo escucharte.


Sólo en otro puedo mirar.

35
TUS BARCOS

Rastreaba los silencios del mundo


en lo que pervive sin mí.

Era a la aurora la herida de los barcos.

Yo me daba, extraño para los demás,


ninguno para mí mismo.

TU OTRA | MUÑECA |

Vas otra y desnuda para el mundo.

Vamos, no hay cables,


hora de reconstruir a la muñeca.

Lingerie triste y pastillas para dormir.

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Recompongo los signos de tus códigos.

Sorprendo las señas de tu estar.

TU OTRA | MUÑECA II |

Muñeca abaja los ojos.

Vas con redes, con mentiras, con encajes,


con ademanes mínimos,

vas con sedas, con los modos de tu día,


yaciente, susurrada, adormilada,

en la hospitalidad de lo que desaparece,


con rouge y rimel para los espejos,

salta el mundo en tendederos,


faros de otra… ¿en quién?

temblada de un jardín que ya no es,


la otra que viene, desujeta,

prepara su vuelta, su retorno,


desecha como nada en nadie más.

37
TU DESAPARICIÓN

Las fotos viejas desdibujan el cuerpo de los ausentes.

Destructibles, expuestos, arriesgados, en el tono sepia


de una postal,

cuánta entidad perdemos al faltar en sus retinas.

TU POBREZA

Te perdía con el alba. 


no sabía nombrarte. 

Te extraviaba entre mis cosas,
no entendía tus señales. 

No besaba tus hombros,


mi pobreza era absoluta.

38
TU SOMBRA | SUBURBANA |

Guarda su día plegando las vides.


Las hojas y el tilo derraman su final.

Guarda su día. Se retira. Bucólica y sedada.

Para bien saber los fracasos de su sombra.

TU JORNADA LABORAL

Buscaba tus señales con la torpeza de los magos,


como rompen al final de la jornada
las fiestas infantiles,
sin conejos
ni galeras.

TUS DIALECTOS | INSITU |

Intento ganar tu lenguaje para el mundo.

Te sitúo, ardo en tus dialectos, en los sobrantes


de tu alfabeto y en las palabras de tu espera.

Abarco tu mímica con el paso lento


con que se derrama

la gramática de un cuerpo.

39
TUS MUERTES

Parto, no me reconozco
cuando vuelvo.

entro donde la noche entra,


me olvido en los pasillos;

vamos, nos llama


un dolor más puro,

otras calles.
y otras muertes.

TU BENDICIÓN

Jamás toqué tan linda la maleta


con tu espejo, para dejar tu olvido
entre mis cosas.

Vamos, abren. Allí el café y el olor


del pan,

dame tu bendición

antes de que me rompa.

TU ANDAR

Ando sin cobijo,


que ni lo santo me guarece,
cuando ando.

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¿En quien volvía
cuando no venías,
en quién te derramabas,
en quién dejabas
de estar?

Ando sin cobijo,


que ni lo santo me guarece,
cuando ando

como santo.

Voy a pasar, a no quedar,


a creerte y no, a estarte,
a no dejar.

a seguir,
a no querer.

TUS SIGNOS

Porque los alfabetos no bastan


aprendo las señas de tu lengua,

tus signos, tus señales,


el extravío: mi política.

Cifro tu gramática.
Intento un cambio de signo,

que nos diga.

TUS CITAS

En quien te llamaba,

41
en qué cita siempre ausente,

dónde te buscaba,

en montajes, fotogramas,
reversa de tus negativos,

en rastros de tu registro,
por subrayados y frases,

marcas en los textos,

el testimonio y la palabra
de los extraños.

Abro libros,
busco citas con tu nombre,

para desmentir
los tormentos del alba,

tu nombre,
como nada en nadie más.

TU TEMBLOR

Reconocer un cuerpo temblado de cartografías,


tocado de miradas, hacia donde acaso

toda escritura sea sagrada

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TU CESURA

Calla, entre un punto y otro,


entre un poema y su silencio,

lo escrito nos instaura


en tanto brecha.

Intento tu lenguaje
donde me perdí
por mucho menos.

Que tu nombre sea ese hiato


entre lo aprensible
y lo indescifrable del mundo.

3.
LOS SIGNOS

43
ODRES

Algo falló a la salida de Cafarnáum.


Preguntaste si aún llevaba los dones conmigo.
«No lo sé. Tengo el barro, los odres y las tinajas».
Dijiste que sólo el vacío de los cuencos era real.
Me pediste un abrazo.
No porque todo se desmoronara.
Sino a pesar de eso.

44
PLAÑIDERAS

Echando a las 
plañideras
dijo: 
retiraos 
que la niña
no duerme
está muerta 
y se reían 
de él
y la mala
nueva se 
extendía 
sobre la faz
de la tierra
con la inversa 
luz de los 
milagros 
incompletos

45
*Jesucristo, al encontrar muerta a la hija de Jairo dij: apartaos porque la niña no está
muerta sino duerme. (mateo 9:23) 

SAGRARIO

Como el tacto de un manto


sobre un rostro herido, la adherencia
o el débil contorno de una huella.
pregnancia o registro apenas insinuado
de esa palabra
que dejó su rastro.

46
DON DE LENGUAS

Como santa
me rompí
en don de lenguas
para mejor saber
de este silencio.
No sé llegar entero,
llego roto,
si es que llego,
quebrado,
en todos los idiomas

47
LA DIÁSPORA

No sé si fue una decisión. Las hermanas hablaban


no de la paz sino de la espada del mundo.

Y los círculos que los amigos dibujaban en la tierra,


borraban los caminos de retorno.

Me incorporé y te supe a salvo. Estabas tan linda


que hasta los pájaros se avergonzaron.

Quise lavar tus pies pero no hubo tiempo.

Comprendí que a mí me tocaba caminar


del lado peligroso de la vida.

48
RESTOS

Ecos de idiomas en todas las campanas.


Arrullos o nanas. Poco vuelve en melodía
de infancia.
Apenas restos de palabras como bujía
o cerillas o tazas y candelabros.
El viento devasta los cuartos
y la lluvia persiste en los cristales.

49
UN SUSURRO EN LA MANSIÓN DEL SILENCIO

Guarecer un secreto,
guardarlo y resguardarlo
como un susurro
en la mansión del silencio.
Abrevar allí, donde resiste
lo no dicho.
Lo impronunciable.
Resguardar al equívoco
como posibilidad.
Ese espacio que interpela
cuando nos evade.
Está allí y no.
Es la pregunta.
Tal vez la poesía misma,
un resto de misterio.
Cuando lo que se retira
nos da un nombre.
Eso mismo que se va,

50
nos funda. Nos dice.
Al partir.

RETORNO A CASA
(Variación sobre un tema de Hölderlin)

Descarga las valijas hacia esta extrañeza:


la de volver. Porque un lugar abandonado
nunca vuelve a ser el mismo.
Porque toda partida es para siempre.
Porque en cada retorno todo está en su lugar,
pero aún así, algo cambia imperceptible.
¿Qué débil muerte brilla allí, en eso que es
sugerencia y detenimiento, quietud:
un par de zapatos, una muda de ropa interior
junto a una valija?
Tras la hora del rocío, apenas la alegría
de los perros ante el retorno del viajero.
Ventanas húmedas permeables al anuncio
de tormentas.
El Todo es la dicción pura de su interioridad.
Retornar siempre a ese lugar donde no se cesa
de no partir. Volver siempre, nunca.

51
No cesar de no volver.

COLAPSA

Colapsado el concepto
de lugar, la idea misma
de situación,
se despeña en su suerte,
en lo primordial y primero
de su nada, en la tentación
de sus abismos,
es solo su salto,
su caída,
su vacío,
colapsado el concepto
de lugar, la idea misma
de situación.
cómo ha sido siempre
tan otro
y

52
tan lejos,
tan otro
y
tan lejos.

SANGRE AL PIE DE LOS PINOS

Deseaste ser trizado en las bacanales,


dañado bajo los rituales de la luna,
presa entre los dientes de las cazadoras.
Invocaste tu filiación divina,
para hacer libres a las mujeres.
Intentaste devolverles su dimensión
de ternuras y de violencias.
Acercaste las vides a sus labios,
las embriagaste con su propio reflejo
de belleza y de locura.
Escuchaste, risueño, los cantos de los iniciados.
Venían con sus recetas de filtros y de ensalmos.
Buscaban el elixir, tu secreto.
Pero estabas ungido de filiaciones.
Brotabas la tierra al golpe del tirso.
Burlaste a Penteo camino al Citerón.
Allá arriba, en el monte,
las desnudas celebraban su danza salvaje.

53
Atacaban a los animales. No hubo mortal
nacido hombre que sobreviviera entre ellas.
Llevaste a Ágave, con la cabeza de los fascistas.
Llevaste a las pequeñas rameras de Schowb;
a Monelle y sus hermanas. Llevaste a la María
de la pietá y a la Teresa de Bernini.
Les diste la tormenta que extinguiera
a Sémele, el rayo primero, la égida del padre.
Y bailaron. Bacanal de madres, de santas y de putas.
Ahí está tu fruto, Dioniso. Proteico Prometeo,
rehén de tu propia trampa. Tus ménades
se entretienen.
Encadenado a una roca por la eternidad,
aguardarás la dentellada eterna de las águilas
sobre tu costado.
Podrías detestarlas por ese juego de niñas.
Pero se complacen en verte morir.
Y no es de dioses el resentimiento.

DESANDAR UN CAMINO DE SILENCIO

Algo insensata, como las tormentas


de abril, inestable, infiere las palabras
omitidas, abjura, se llama y silencia.

Exhausta, lúdica y lúbrica languidez


de sus cansancios,
como la tormenta del bosque
desanda un camino de silencio.

Rasga los cristales de una noche detenida.


La herida sobre sí, vuelta sobre la herida,
sobre sí, vuelve, llena de su hoy.

Erinia, gratuidad de un gesto.


Lo sensible incontrolado: «no hybris»,
prescripción: proscripción

Estoy confinado a su deseo.

54
Retomo el renovado candor de su impudicia
Vastedad de su avidez.

No me será concedido el lúdico,


lúbrico pudor de su cansancio,

ni la extenuación mórbida de la renuncia.

Dormirá esta noche su sueño.

Y el mío.

COMO DESANDAR UN CAMINO DE SILENCIO

Algo insensata, como las tormentas de abril,


inestable, infiere las palabras omitidas,
abjura, se llama y silencia.
Exhausta, lúdica y lúbrica languidez de sus cansancios,
como las tormentas del bosque,
desanda un camino de silencio.
Rasga los cristales de una noche detenida,
la herida sobre sí, vuelta sobre la herida, sobre sí, vuelve,
llena de su hoy. Erinia, gratuidad de un gesto,
lo sensible incontrolado:«no hybris», prescripción; proscripción.
Estoy confinado a su deseo, retomo el renovado candor
de su impudicia, la vastedad de su avidez.
No me será concedido el lúdico, lúbrico pudor de su descanso,
ni la extenuación mórbida de la renuncia.
Dormirá esta noche su sueño y el mío.

EFECTO PIGMALIÓN

55
Como el rey Pigmalión, que abjuró del mundo
y solo de lecho, se dedicó a esculpir en marfil
estatuas de mujeres a las que amar.
Como ese mismo rey, que un día logró la escultura
más hermosa que mortal alguno haya soñado.
Y se enamoró de su creación y durmió junto a ella
y vistió a la efigie y la adornó y la besó con pudor
y palpó las formas frías de su Galatea.
Y no siendo suficiente ese sueño, ese mismo sueño,
pidió a la diosa Venus que le diera vida
y Galatea cobró temperatura y humedad
y habló y dijo: “estoy viva porque creíste en mí,
porque me amaste hasta darme realidad,
pero como los poemas, lo creado no nos pertenece,
y debo partir y hacer mi camino y aprender a crear belleza
por mi misma y a ser un poco de este mundo que me espera”.
Así como Pigmalión o los poemas, lo solo y desprovisto
debe seguir probando formas,
posando las yemas de los dedos en la belleza,
para aprender a perderla.

EL ALIENTO CORTO DEL OJO, EL HOMBRE*

56
*Leli Busquer

Fieles son los perros


y raíces tienen los árboles. *
Un poco perro. Un poco árbol.
Lo demás está perdido y es lo que hay.
Es lo que no.
El astro que gira en torno a un eje,
jacobina órbita de la Revolución,
se desprende de toda gravedad,
es decir,
no es grave: cada vez pesa menos,
es decir,
desplaza el eje en torno al cual rota,
se sale de órbita,
eso, lo roto, lo que rota, lo desorbitado, decía,
desplaza el eje,
lo multiplica,
lo descentra, y te cuento,
era tan linda esa chica en el colectivo,
tan tan tan linda que hubiera necesitado
que me ayudes a mirarla,
vos digo, otra mujer, cualquier otra,
de pronto la chica se paró,
y quise que estuvieras allí
para ayudarme, a mirarla,
porque mi vista es lo que hay
y los hombres, los hombres,
no sabemos mirar.

* Escuché este “refrán” en boca del periodista Enrique Symms.

DEL PREGUNTAR CUANDO OSCURECE

57
Cómo se dice rojo azul bocacalle.
Cómo tormenta alba desagüe.
Decí perro luna horizonte calle que se extiende.
De qué color es ausencia júbilo mañana besos.
Dame rescate exilio palabras.
Dame sílabas puertos lejanías. Insignia.
Qué es tormenta borde aveluz instancia.
Quién olvida. Y en quién se olvida qué.
Cómo se vuelve a donde jamás etcétera.
Qué es un momento. Y cuánto dura.
Qué ruido hace un hombre al romperse.
Cuánto tarda en caer.

CONCERNIDO POR LO IMPROBABLE

58
Cada uno fue grande según el objeto de su esperanza,
uno fue grande en lo que atiende a lo posible; otro en las cosas eternas;
pero más grande fue quien esperó lo imposible.

Soren Kierkegaard

Quién faltó en los espejos,


y derrochó las limosnas,
y se rehizo en base a nada,
para esperar la mañana en los andenes.
y hacer fuego de sus prisiones,
no será quién hable, no quién aquí escriba
Porque se buscó donde no estaba,
y por sustracción actuó,
y por fidelidad traicionó cada juramento.
Qué no soñó perder, qué no soñó,
ese, que no obstinó en preservarse,
ni en retornar donde no estaba.
Ese, nada temió que no ocurriera,
nada soñó que no estallara,
nada sembró fuera de su guerra.
Como un hostal de su aventura,
o un colapso de rieles, ese, ese no, ese mismo,
no se pierde porque no se pertenece,
no se salva. porque no se quiere perpetuar,
no teme perder porque está perdido,
se da porque no se tiene.

LA RENUNCIA

59
No pelees, si comprendieras el bien
que hay en la renuncia. Tus cosas,
en alguien más se podrían complacer.
Quede entre las excusas tu misal
Por mi parte, cierro la noche,
desaprendo las señas de tu lengua,
vago loco y con penas en la patria,
palpo como ciego los animales que dormimos.
Indago en vano las coordenadas del país.
Descansan las sendas que transitamos en silencio

CANCIÓN DE LA NOCHE

60
Como un animal viejo que se aparta de la manada
busco un lugar sabio donde morir. Sea la noche,
los cazadores sean,
este pulso de la vida en un fusil,
y sea el perro, la versión domestica del lobo,
qué más sabe el zorro por viejo,
qué solo bien se lame el buey;
un animal enfermo atisba donde caer y aúlla:
como un animal viejo
que se aparta de la manada
busco un lugar sabio donde morir,
para tender restos a la vera de un camino, nieve
en espera de los glaciares y la lluvia de milenios,
para volver a la tierra y ya no pelear,
apenas un crujido de huesos
al costado de la vida,
qué venga la ceguera, qué venga,
qué entre la noche, qué entre.

INDICE

61
1. ARS

ADVENIMIENTO E INDIGENCIA

ARS POÉTICA

LIBRETOS

EXPRESIONISTA

LO ATARDECIDO

ANTAÑO SINCRÓNICO

SEPIA EN UNA POSTAL

VITREAUX

ESTACIÓN

SALEM

MUELLE

NÉCTAR

ESCONDRIJO

LOS CUERPOS PRECINTADOS

RUINAS

DIVISIÓN DE BIENES

MONÓLOGO DE EURIDICE

LAS PERCHAS

SIN MEDIDA

DECOROSA

EL JUEGO DE LAS DIEZ DIFERENCIAS

REVERSA

LA RESISTENCIA

62
2.
TU IDIOMA

TUS LÍNEAS

TU IDIOMA

TU LENGUAJE

TU MAÑANA

TU IDIOMA II

TUS DIALECTOS

TUS VIAJES

TU CIFRADO

TUS ENVÍOS

TU VERGUENZA

TU RETORNO

LA ESCUCHA

TUS BARCOS

TU OTRA | MUÑECA |

TU OTRA | MUÑECA II |

TU DESAPARICIÓN

TU POBREZA

TU SOMBRA | SUBURBANA |

TU JORNADA LABORAL

TUS DIALECTOS | INSITU |

TUS MUERTES

TU BENDICIÓN

TU ANDAR

63
TUS SIGNOS

TUS CITAS

TU TEMBLOR

TU CESURA

3.
LOS SIGNOS

ODRES

PLAÑIDERAS

SAGRARIO

DON DE LENGUAS

LA DIÁSPORA

RESTOS

UN SUSURRO EN LA MANSIÓN DEL SILENCIO

RETORNO A CASA
(Variación sobre un tema de Hölderlin)

COLAPSA

SANGRE AL PIE DE LOS PINOS

DESANDAR UN CAMINO DE SILENCIO

EFECTO PIGMALIÓN

EL ALIENTO CORTO DEL OJO, EL HOMBRE*

DEL PREGUNTAR CUANDO OSCURECE

CONCERNIDO POR LO IMPROBABLE

LA RENUNCIA

CANCIÓN DE LA NOCHE

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