HOMILÍA DOMINICAL: “JESÚS: ESTAD ALERTAS PARA RECIBIR SU SALVACIÓN” [Mr. 13: 24-37].

PRIMER DOMINGO DE
ADVIENTO. Iván Montes, vdm. “Adveniat Regnum Tuum…” Reforma SV. T5E01.

LA LECTURA DE ESTE DÍA, ES DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 13 [24-37… “B”] [03/XII/2023]

“24 En aquellos días, después de esa gran aflicción, sucederá que el sol se oscurecerá y la luna dejará de
brillar; 25 las estrellas caerán del cielo y los poderes celestiales se estremecerán. 26 Entonces verán al Hijo
del Hombre venir en las nubes con gran poder y gloria, 27 y él enviará a sus ángeles para reunir a sus elegidos
de los cuatro vientos, desde los extremos de la tierra hasta los extremos del cielo. 28 De la higuera deben
aprender esta parábola: Cuando sus ramas se ponen tiernas, y le brotan las hojas, ustedes saben que el
verano ya está cerca. 29 De la misma manera, cuando ustedes vean que todo esto sucede, sepan que la hora
ya está cerca, y que está a la puerta. 30 De cierto les digo que todo esto sucederá antes de que pase esta
generación. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 En cuanto al día y la hora, nadie
lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo. Sólo el Padre lo sabe. 33 Pero ustedes, presten atención
y manténganse atentos, porque no saben cuándo llegará el momento. 34 Es como cuando alguien deja su 1
casa y se va lejos, y delega autoridad en sus siervos y deja a cada uno una tarea, y ordena al portero
mantenerse despierto. 35 Así que ustedes deben mantenerse despiertos, porque no saben cuándo vendrá
el señor de la casa, si al caer la tarde, o a la medianoche, o cuando cante el gallo, o al amanecer; 36 no sea
que venga cuando menos lo esperen, y los encuentre dormidos. 37 Esto que les digo a ustedes, se lo digo a
todos: ¡Manténganse despiertos!.”

ESTA ES LA PALABRA DEL SEÑOR. [Sal. 80:1-7, 16-18; Is. 64:1-9; I Co. 1:3-9; Mr. 13: 24- 37].

“JESÚS: ESTAD ALERTAS PARA RECIBIR SU SALVACIÓN”

1. “Jesús: Advenimiento, salvación y esperanza segura para el mundo…” El periodo cristiano
(litúrgico) de adviento anticipa en un modo espiritual, al menos 2 cosas importantes, en primer
lugar, durante los primeros siglos la iglesia estaba atenta a la VENIDA DE CRISTO y se hacían
preparativos señalando las alertas, devoción, periodo de aflicción, arrepentimiento y
divulgación de la expectativa sobre el aparecimiento de Jesús por segunda vez. Por otro lado,
en tiempos posteriores, se incluye la importancia de señalar figurativa y espiritualmente, el
nacimiento de Jesús, o sea, su PRIMERA VENIDA; ambas ideas son conjugadas en proyección a
un tiempo que devotamente apela: a una actitud de esperanza en el corazón por su pronta
llegada; también, a una preparación espiritual constante, y contagiarse de gozo por su venida
inminente, así mismo, a un compromiso de amar al prójimo, perseverando en esta vocación
cristiana de la iglesia universal y llamado a todos los creyentes para testimonio al mundo. El
texto citado evoca, en primer lugar, a días aflictivos, no sólo de sus interlocutores, sino de las
tribulaciones que se esparcen en el mundo las cuales no han cesado y al parecer, el mismo
hombre de iniquidad se encarga de usarlas como método de sometimiento y dominio con el uso
de la fuerza bestial sobre los débiles; este mensaje del Evangelio no esconde el destino tortuoso
del hombre que es sometido a tanta violencia; la generación que recibía el mensaje oyen en sus
palabras las alarmas de la tribulación que se avecina, Jerusalén no tendría escapatoria. Para sus
hijos, D ofrece esperanza, salir fortificados de las pruebas y tribulaciones que aparecen, dice el
mensaje apostólico: “…también nos gloriamos en las tribulaciones, porque producen paciencia
y esperanza” [Ro. 5:3-4] y “Tengo certeza que las aflicciones presentes no son comparables
con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” [8:18] y el profeta afirma: “Muchas
son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Señor” [Sal. 34:19]. Luego, el texto
expresa la esperanza de su VENIDA o APARECMIENTO, me detengo para hablar del énfasis en el
verbo Gr. HORAO usado en el Vr. 26 para indicar que “VERÁN AL HIJO DE D” entre las
acepciones verbales, esta voz significa “Un ver espiritual sobre las cosas divinas” por
implicación, quiere decir: “algo más que simplemente mirar con el sentido de la vista” el
mensaje es una advertencia al cristiano que fije su atención, atienda, o actúe con cuidado. De
las 113 veces usada en el nuevo testamento, no hay variante a este respecto, lo que se puede
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ADVIENTO. Iván Montes, vdm. “Adveniat Regnum Tuum…” Reforma SV. T5E01.

concluir que esta venida es “Espiritualizada para el caso” (Lo cual no niega un advenimiento
literal como muchos fijan su salvación) en otras palabras, Jesús es visto por los suyos como
viniendo a encontrarse en sus angustias, en tribulaciones, en pobrezas, en tragedias, siniestros,
en el borde de la muerte, en la desolación, en fin en cualquier situación adversa, Cristo en su
venida es solución, respuesta para el hombre de hoy; este Hijo de D lleno de poder, glorioso,
imparable por los poderes humanos, es esperanza de salvación nuestra, demostración de vida,
esperanza ante los imposibles, respuesta ante la locura del hombre cuyo poder tiene al borde
de la destrucción el mundo de D; su aparecimiento es en cualquier tiempo, y como expresión
de nuestra fe, proclamamos su venida, su realidad y poder glorioso, no dudando jamás de su
llegada inminente.
2. “Jesús: cumplimiento de su Palabra, seguridad de su venida…” Los símbolos que nos acercan a 2
su venida se dan en 2 direcciones; aunque es importante referir que este mensaje y cualquier
otro de su Palabra es veraz, recogiendo la advertencia de Jesús cuando afirma en su discurso
“No pensemos que he venido a abolir la Ley o profetas, sino cumplirla. Mientras exista el cielo
y la tierra, no pasará ni una jota ni una tilde de la Ley que no tenga cumplimiento” [Mt. 5:17-
18]. Con este principio en mente, primero, la generación de interlocutores reciben un valioso y
definitivo mensaje: Su destino está decidido y no habrá poder que desafíe los designios trazados
por el cielo; el mensaje de Jesús no quedará en el vacío, así como advierte que no quedarán
impunes los transgresores, los que rechazaron la buena noticia de Gracia y verdad, los que
prefirieron las tinieblas a la luz. Nada detendría la maquinaria maldita destructiva del imperio
con fines de aniquilar las rebeliones, destruir la ciudad, aniquilar la fe del pueblo; recibir el día
insoportable de la ira del cielo, la cual haya su cumplimiento en la advertencia profética del DÍA
DEL SEÑOR. Tal como dijera Jesús, la destrucción sería repentina, sin oportunidad para muchos,
sin embargo multitudes huyeron antes del día de castigo, se refugiaron en los montes, partieron
a otras ciudades, a los confines del mundo, unos salieron otros quedaron; en el campo unos se
alejaron, otros entraron a la ciudad para tener una cita con la muerte; mientras dormían otros
recordaron las advertencias y salvaron sus vidas, los que no creyeron fueron sorprendidos por
el sitio y la mano sangrienta asesina, y así unos hallaron salvación ante la desolación de las
fuerzas bestiales y criminales del General Tito [70 d. C.) sucesor de César Vespasiano Augusto.
Esta destrucción enmoheció también la fe, cortando de tajo el sacrificio de holocaustos y
destruyendo el templo, símbolo de unidad del pueblo, para no reinstaurar hasta el día de hoy.
En segundo lugar, este mismo mensaje es cierto para su pueblo y el mundo; anunciando un
porvenir catastrófico, el cual ya vive el mundo a gran escala. Países con vocación de guerra que
invaden y roban los valiosos recursos del mundo se pasean en poderosas naves para provocar
terror entre los hombres; solo basta visitar un museo de estos países para enterarse que sus
joyas, arte y valores culturales son trofeos exhibidos que demuestran su poder y superioridad
ante los débiles; muchos prefieren esperar la catástrofe de guerra y destrucción y que emerja
el personaje simbólico del Anticristo; poco son conscientes que cada pueblo sufrido tiene ya sus
bombardeos, sus ríos de sangre, los guetos creados por dictadores, las sartas de mentiras que
guían sus voluntades, las epidemias que provocan muerte y desolación, o sea hermanos, este
planeta vive su tribulación permanente y se hace urgente que todos “VEAMOS A CRISTO EN
TODO SU PODER Y GLORIA”. Nadie sabe la hora, porque su aparecimiento como solución
salvífica es y puede ser en cualquier momento; sólo es real a quienes le han creído y le esperan
con fe en sus promesas redentoras. En esta causa dice el Apóstol, “los que vivamos, los que
hallamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes, para recibir al Señor
para estar siempre con Él” [I Ts. 4:17]. La palabra clave aquí es "ARREBATADOS", en griego, la
palabra utilizada es (harpazō), que significa "tomar violentamente". Su salvación ocurre de
forma inesperada, Jesús habló que nuestra redención y que la dinámica de su Reino es violenta,
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ADVIENTO. Iván Montes, vdm. “Adveniat Regnum Tuum…” Reforma SV. T5E01.

este ámbito de la irrupción redentora es sometido a constantes embestidas cuya esperanza es

el aparecimiento de Cristo en todo su poder; su evangelio afirma: “Desde los días de Juan El
Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos la arrebatan”
[Mt.11:12] así su salvación ocurre sin duda en la vida del creyente en medio del caos, la
desolación, su miseria, las muchas tribulaciones, etc. o sea, su venida está muy cercana a
nosotros, así como su salvación.
3. “Jesús: llamado a ¡Estar alerta, mantenerse despierto!…” Adviento nos exhorta con su
mensaje a mantenernos atentos a su aparecimiento, muchos hemos gozado de su salvación, de
su auxilio inmediato, esperar con fe que aparezca en medio de nuestras tribulaciones, ataques
del adversario, de situaciones que no tienen salida, de toda imposibilidad, etc. hermanos, la
orden es ¡MANTENERNOS A LA ESPERA! ¡No desmayar! ¡Abandonemos el descuido! El Apóstol 3
aconseja con certeza: “Ya conocemos el tiempo, ya es hora de salir del sueño, hoy nuestra
salvación está más cerca…” [Ro. 13:11]. Ubica nuestro destino ciertísimo que sus palabras
aclaran: “Nuestra ciudadanía está en el más allá, donde esperamos al salvador Jesús, quien
transformará este cuerpo humillado en uno glorioso…” [Fil.3:20]. Las palabras de este Adviento
nos llaman a reflexionar en sus promesas, y su eterna esperanza: “Yo vengo pronto! ¡Dichosos
los que obedecen las palabras de la profecía de este libro!... No selles las palabras proféticas
escritas en este libro, porque el tiempo está cerca” [Ap. 22:7,10]. Concretamente, nos llama a
un servicio de compromiso con los más necesitados, como si lo hiciésemos al mismo D. Nos
convoca a ser más consecuentes con nuestra actitud de ser compasivos, incansables en ver al
prójimo en su realidad. Demandar más presencia de su reino y su justicia en la tierra.
Finalmente, atentos a ver al prójimo como si viéramos a Cristo. ¡El Señor está cerca!

OREMOS: D inmenso en poder grandeza: ofrécenos tu fortaleza, paciencia y determinación

para estar a la espera de tu venida; concédenos tu gracia y compasión hacia el prójimo como
fue tu ejemplar ejemplo entre los hombres; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina
contigo y el Espíritu Santo, un solo D, por los siglos de los siglos. Amén.

Y… QUE EL SEÑOR OMNIPOTENTE Y MISERICORDIOSO: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO NOS

BENDIGA Y NOS GUARDE… AMÉN