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EL MACHISMO EN EL PERÙ
Integrantes:
5 “A”
Área:
Comunicación
Docente:
Por ejemplo, en los jóvenes o adolescentes se consideran estereotipos como: las chicas
son sensibles, los chicos son autónomos; los cuales influyen en el pensamiento de ellos y
generan cambios repentinos de conducta solo para “encajar en la sociedad”.
En mi región los estereotipos siempre están presentes actuando como un “así deben ser
las mujeres” o un “así deben ser los hombres” y esto lo toman como algo normal y
simplemente lo aceptan como parte de sí mismos cuando en realidad nos afecta
demasiado ya que somos negados a expresar y sentirnos como nosotros queremos.
Esta investigación es realizada con la finalidad de comprender qué son los estereotipos y
cómo afecta y perjudican nuestra propia forma de ser.
Mi objetivo es crear una reflexión en aquellas personas que se aferran a los estereotipos
como si fueran reglas de personalidad y que no consideran ser ellos mismos porque los
demás son diferentes.
Este trabajo monográfico consta de dos capítulos. El primer capítulo es sobre los
estereotipos a través de la publicidad donde abordaremos temas como De qué manera
influye la publicidad en la creencia de los estereotipos y cómo cambian nuestra forma de
pensar sobre nosotros mismos. En el segundo capítulo hablaremos sobre los
estereotipos desde la familia y veremos temas como los estereotipos desde la familia por
los padres, hermanos, etc.
ÍNDICE
CAPITULO I
1.1.3Clases de estereotipos
CAPITULO II
Los estereotipos son imágenes mentales que los individuos construimos acerca de los
otros, representaciones esquemáticas y simplificadas de un grupo de personas al que se
define a partir de ciertas características representativas. Estas características pueden ser
ciertas o falsas pero, al consistir en una simplificación extrema de una realidad compleja,
los estereotipos siempre son interpretaciones limitadas e incompletas.
Los estereotipos suelen generar prejuicios, ya que inducen a prejuzgar, es decir, a emitir
un juicio sin tener la suficiente información que lo sustente. Los prejuicios, como ideas
preconcebidas, suelen basarse en rumores o en una supuesta experiencia previa de las
personas que forman nuestro grupo. Solemos tener prejuicios favorables a los grupos
con los que nos identificamos y prejuicios negativos hacia los que percibimos como
diferentes.
Los prejuicios van más allá de la simple catalogación de las personas ya que
condicionan nuestra interacción con ellas. Siempre que actuamos guiados por nuestros
prejuicios estamos siendo injustos, pues nos basamos en ideas preconcebidas sobre la
otra persona, antes incluso de conocerla.
Los prejuicios y los estereotipos suelen hacer referencia a la identidad de las personas y
grupos, como el sexo, la religión, la ideología política, el origen étnico, las ocupaciones,
los niveles socioeconómicos, los gustos personales, la apariencia física, etcétera.
Los estereotipos bloquean nuestra capacidad crítica y facilitan que tengamos actitudes
prejuiciosas, que pueden desencadenar en prácticas de discriminación e intolerancia.
Todos tenemos prejuicios, sin embargo no debemos actuar con base en ellos.
Cognitivo. Cuando nos permite reconocer rápidamente la realidad social a partir de los
conceptos previos que tengamos de ella.
Afectivo. Cuando entran en juego los sentimientos que albergamos hacia dicho
estereotipo, sean de desprecio (negativos) o de estima (positivos).
Incluso si se tiene acceso racional a información que los desmiente, los estereotipos
pueden sostenerse. Esa es la razón por la cual continúan transmitiéndose.
Los medios de comunicación y la cultura tienen un rol importante en la construcción o la
destrucción de estereotipos. Por ejemplo, cuando las ficciones que consumimos más a
menudo insisten en mostrar a un tipo de personas de una misma y única determinada
manera, generalmente estamos en presencia de un estereotipo.
Los estereotipos pueden clasificarse dependiendo del tipo de población sobre la cual
tratan, por ejemplo:
Estereotipos de clase. Aquellos que tienen que ver con alguna clase social, comprendida
como un conjunto homogéneo de individuos. Por ejemplo: “Los ricos no roban”, “A los
pobres no les gusta trabajar”.
Estereotipos raciales. Aquellos que tienen que ver con alguna etnia o raza humana
determinada, a la que se le atribuyen rasgos específicos de tipo físico, mental o moral.
Por ejemplo: “Los negros saben bailar”, “Los asiáticos son buenos en matemáticas”, “Los
latinos son apasionados y violentos”.
Estereotipos culturales. Aquellos que tienen que ver con una nacionalidad o proveniencia
cultural determinada. Por ejemplo: “Los alemanes son racistas”, “Los colombianos son
delincuentes”, “Los africanos son pobres”.
Esto evidencia la relación que existe entre el género y el poder, donde el género
femenino es considerado de menor estatus frente al masculino (Camussi & Leccarddi,
2005; Glick & Fiske, 1996; Moya, 2004), favoreciendo las ideologías hostiles entre los
grupos (Brauer & Bourhis, 2006; Glick & Fiske, 2001), y consolidando actitudes negativas
y comportamientos discriminatorios basados en la inferioridad de la mujer como grupo, lo
cual se define como sexismo (Glick & Fiske, 1996; Moya, 2004). El sexismo ambivalente
(Glick & Fiske, 1996) permite articular estas dos dimensiones (competencia y
sociabilidad) con el conflicto intergrupal a través de dos medidas: el sexismo hostil (SH) y
el sexismo benévolo (SB), donde el último es dirigido hacia el estereotipo de la mujer
tradicional (ama de casa), manifestando creencias relacionadas con su calidez pero baja
competencia; mientras que el primero se dirige hacia mujeres que no se comportan de
una manera prescriptiva, por ejemplo, la mujer en cargos de liderazgo a quien se le
quitan características femeninas como la calidez pero se considera altamente
competente, lo que la hace ver masculinizada (De Lemus et al., 2008). La inconsistencia
existente entre los dos tipos de sexismo se resuelve creando estereotipos específicos
que permiten tener actitudes diferentes hacia un mismo objeto de actitud: la mujer. Los
más utilizados son el de ama de casa y madre, el de mujer atractiva y el de mujer
profesional (Glick & Fiske, 1999; Fiske & Neuberg, 1990 citados por Velandia-Morales &
Rozo, 2009).
De esta manera, los estereotipos de género van más allá de una simple categorización o
división social, ya que pueden hasta definir la ocupación de hombres y mujeres; además,
estos se relacionan con la discriminación y el prejuicio en función del poder y estatus de
unos y otros, lo que evidencia la importancia que tiene el estudiar cómo estos son
representados en diferentes ámbitos sociales, por ejemplo la publicidad.
La publicidad representa los valores y normas de una cultura (Goffman, 1978 citado por
Mastin, Coe, Hamilton & Tarr, 2008) y puede estar relacionada con la construcción de
identidad y la definición de estilos de vida (Royo-Vela, Miquel & Caplliure, 2002;
Sandoval, 2006; Tajfel, 1978 citado por Scandroglio et al., 2008). Además, participa en la
conformación y consolidación de estereotipos de género que pueden limitar el accionar
de hombres y mujeres a ciertos escenarios (Yoder, Christopher & Holmes, 2008) que no
siempre reflejan los cambios sociales (Belch & Belch, 2001; García & Martínez, 2009),
donde por ejemplo la mujer ocupa posiciones de liderazgo y alta competencia y los
hombres son sociables y cálidos, ejerciendo además roles familiares.
La publicidad puede también ser una herramienta para empoderar a las mujeres. Por
ejemplo, a través de la publicidad se puede promover la idea de que las mujeres son
fuertes y capaces de hacer lo que quieren en la vida. Esto puede inspirar a las mujeres a
seguir sus sueños, a demandar igualdad, y a buscar oportunidades.
La publicidad también puede ayudar a romper con los estereotipos de género. Cuando
los roles de género se cuestionan, puede empezar a desmoronarse el sistema de género.
Esto puede ayudar a todos los individuos a tener más opciones en su vida y a que se
vean representados mejor en la publicidad y en la cultura en general. También hay que
considerar cómo la publicidad se ha ido adaptando a los cambios en la sociedad. En el
pasado, la publicidad era más heterogénea y reflejaba muchas veces las estructuras de
poder existentes. Pero en la actualidad, la publicidad ha evolucionado.
En la actualidad, la publicidad está más diversa y refleja más realidades. Hay una mayor
diversidad en cuanto a edades, géneros, orientaciones sexuales, y otras características.
El propósito de estas mejoras es que más personas se sientan representadas y más
personas se vean reflejadas en la publicidad. Esto puede resultar en un sentido de
pertenencia y en una mayor diversidad cultural. Aunque la publicidad ha mejorado en
ciertos aspectos, todavía hay un largo camino por recorrer. Por ejemplo, aunque hay más
representación, muchas veces las personas pertenecientes a grupos minoritarios siguen
apareciendo en estereotipos negativos o en roles menos importantes. Esto puede
reforzar los estereotipos y puede ser dañino para las personas que se ven representadas.
Aún hay más trabajo que hacer en la representación de la gente con discapacidades, la
gente con diferentes orientaciones sexuales y las personas transgénero en la publicidad.
Hay una ausencia de estas personas en la publicidad o se las representa de formas que
no reflejan su realidad. Por ejemplo, a menudo, las personas con discapacidades son
representadas como inspiraciones o como seres que requieren de lástima.
Otra área en la que hay mucho trabajo por hacer es en el género. Aunque la publicidad
ha mejorado en cuanto a la representación de las mujeres, a menudo estas siguen
representadas como sumisas y sexualizadas. Por otra parte, aunque hay una mayor
representación de hombres en papeles no tradicionalmente masculinos, los hombres
siguen dominando la publicidad y los roles importantes.
Una solución potencial para la falta de diversidad en la publicidad es incluir más personas
diversas en el diseño y la ejecución de anuncios. Este cambio también puede llevar a un
cambio en el enfoque de la publicidad y en la manera en que los consumidores se ven
reflejados en los anuncios. Otra manera de solucionar la falta de diversidad en la
publicidad es hacer que la representación sea más auténtica. Esto puede significar que
las personas en los anuncios sean más realistas y representen las personas reales que
ven esos anuncios. Esto puede evitar la homogeneización y la exageración de los
estereotipos, y puede tener un impacto positivo en la autoestima de los consumidores.
Otra cosa que se puede hacer para mejorar la representación de la gente diversa en la
publicidad es enseñar a las personas a ser más conscientes del mensaje que están
enviando. Las personas que diseñan anuncios y los que los hacen realidad necesitan
entender cómo las imágenes y las ideas se reflejan en la sociedad y pueden afectar a las
personas.
Otro aspecto importante es el marketing de ética. Esto significa que los anuncios deben
ser honestos y no hacer promesas engañosas o inalcanzables. Debe ser claro que el
objetivo de la publicidad es el de promover el producto, y no engañar a los consumidores.
La publicidad debe ser clara y honesta. De esta manera, el consumidor siente que la
marca es confiable y respetable.
La manera en que los estereotipos moldean las percepciones y actitudes de las personas
es algo complejo. La gente es expuesta a estereotipos a través de los medios de
comunicación, la familia, la escuela y la sociedad en general. Estos estereotipos pueden
afirmar ciertas creencias sobre cómo se debe ser, y pueden reforzar estereotipos
erróneos.
Los estereotipos pueden afectar la autoestima de las personas y hacer que las personas
se sientan mal por no encajar en los estereotipos. Por ejemplo, los estereotipos sobre el
género pueden hacer que las personas sientan que deben ser de una manera específica,
basada en su género. También, los estereotipos pueden difundir información errónea o
exagerada, lo que puede conducir a prejuicios y estereotipos incorrectos. Por ejemplo, el
estereotipo de que las mujeres son malas conductores se ha reforzado a través de la
publicidad y la cultura popular, y ha llevado a la creación de prejuicios sobre las mujeres y
el manejo de vehículos. Pueden afectar la forma en que las personas se relacionan entre
sí y crean estructuras de poder. Por ejemplo, el estereotipo de que las mujeres son más
emotivas que los hombres puede tener consecuencias serias en el mundo laboral.
Además, los estereotipos pueden dificultar el diálogo entre los grupos diferentes. Los
estereotipos pueden hacer que las personas crean juicios y estereotipos preconcebidos
sobre otras personas, lo que puede limitar la comunicación entre ellas. Esto puede
conducir a divisiones y tensión en la sociedad. Además, los estereotipos pueden
desempeñar un papel en la política. Por ejemplo, el estereotipo de que los inmigrantes
son una carga para la sociedad puede conducir a políticas de inmigración restrictivas y
discriminatorias. Además, los estereotipos pueden tener un impacto en la salud de las
personas. Por ejemplo, los estereotipos sobre la belleza estrecha pueden afectar la salud
mental de las personas, ya que la presión para tener un cuerpo ideal puede conducir a
problemas de autoestima y trastornos alimenticios.
Los estereotipos pueden afectar a las personas a corto y a largo plazo. En el corto plazo,
los estereotipos pueden afectar el comportamiento inmediato de las personas, como la
manera en que se comportan con los demás o la forma en que se perciben a sí mismas.
En el largo plazo, los estereotipos pueden afectar la formación de las personas. Por
ejemplo, si un niño crece en un ambiente donde se valoran estereotipos machistas, es
más probable que el niño desarrolle actitudes sexistas y acepte estereotipos como la
norma.
1.2.3 Cómo los estereotipos en la publicidad pueden afectar a la gente de formas
negativas.
Una forma en la que los estereotipos en la publicidad pueden afectar a la gente en formas
negativas es a través de la discriminación. La discriminación se refiere a tratar a un grupo
de personas de forma diferente o negativa, basado en un estereotipo. Esto puede
conducir a la exclusión, a la falta de oportunidades y a la marginación de un grupo de
personas.
Por último, los estereotipos en la publicidad pueden tener un efecto negativo sobre las
carreras y las oportunidades de las personas. Las personas pueden verse limitadas en
sus carreras porque los estereotipos en la publicidad pueden hacer que se suponga que
no tienen los talentos necesarios para ser exitosos.
Los estereotipos en la publicidad pueden ser una herramienta de marketing eficaz para
influir en las personas a través de la persuasión. Los estereotipos pueden convencer a
las personas de respetuosa y no estereotipada. El marketing de sensibilidad tiene un
impacto positivo en el consumidor, ya que se siente incluido y como si su voz fuera
escuchada. Esto también ayuda a las marcas, ya que se gana la confianza y el respeto
de los consumidores. Finalmente, el marketing de sensibilidad puede mejorar la sociedad
al fomentar la comprensión y la inclusión.
Otro aspecto importante es el marketing de ética. Esto significa que los anuncios deben
ser honestos y no hacer promesas engañosas o inalcanzables. Debe ser claro que el
objetivo de la publicidad es el de promover el producto, y no engañar a los consumidores.
La publicidad debe ser clara y honesta. De esta manera, el consumidor siente que la
marca es confiable y respetable.
Además, la publicidad infantil puede influir en la actitud de los niños hacia el consumismo.
Cuando los anuncios dirigidos a los niños presionan a los niños a comprar productos,
pueden ayudar a crear una cultura de consumo desde una edad temprana. Esto puede
conducir a la acumulación de deudas y al materialismo. Sin embargo, no todo el impacto
de la publicidad en la sociedad es negativo. La publicidad también puede tener un efecto
positivo, si se usa de manera ética y consciente. Por ejemplo, la publicidad puede educar
a las personas sobre temas de salud, seguridad y bienestar. También puede promover
productos y servicios que mejoran la calidad de vida de las personas. La publicidad
también puede empoderar a las personas. Por ejemplo, al promover la diversidad en la
publicidad, se puede inspirar a las personas a ser más tolerantes y aceptar las diferencias
de otras personas. Esto puede promover una sociedad más justa y equitativa.
Los padres son responsables de la mayor parte de la crianza y la educación de los niños.
Desde una edad temprana, los niños aprenden de sus padres y familiares lo que es
correcto y lo que no lo es. Los padres pueden transmitir estereotipos en diversas formas.
Por ejemplo, a través de las normas y los valores que enseñan, o simplemente por el
hecho de ser role models (modelos a seguir).
En primer lugar, los padres moldean los estereotipos de género de sus hijos a través de
los roles de género que los niños ven en sus propias familias. Por ejemplo, en familias
muy tradicionales, los niños pueden ver a los padres adoptar roles estereotípicos de
género. Por ejemplo, el padre puede ser el proveedor y la madre, la ama de casa. Estos
estereotipos pueden llegar a influir en los roles de género de los niños en el futuro.
Otro ejemplo de cómo los padres moldean los estereotipos de género en los hijos es a
través de los juguetes y los colores que se les dan. Por ejemplo, se suele dar juguetes
rosas a las niñas y azules a los niños. Además, el color rosa se asocia con el femenino y
el azul con el masculino.
Los padres también moldean los estereotipos de género en los niños a través de las
actividades y aficiones que les animan a hacer. Por ejemplo, se suele animar a las niñas
a jugar con muñecas y a los niños a jugar con juguetes de construcción. Esto puede
enseñar a los niños a creer que hay actividades apropiadas para un género y no para
otro.
Los padres también moldean los estereotipos de género en los niños con las palabras y
el lenguaje que usan. Por ejemplo, se suele alabar a las niñas por ser calladas y bien
portadas y a los niños por ser actividos y valientes. Esto puede enseñar a los niños a
esperar comportamientos específicos de cada género.
Finalmente, los padres pueden moldear los estereotipos de género en los niños a través
de las expectativas que les colocan. Por ejemplo, se espera a las niñas que sean
cuidadores y emocionalmente cariñosas, y se espera a los niños que sean fuertes y no
muestren emociones. Estas expectativas pueden ser muy perjudiciales para la salud
mental de los niños.
Esto puede ser particularmente impactante en los niños pequeños, que están en una
etapa de desarrollo en la que aprenden sobre el mundo a través de la observación y la
imitación. Por ejemplo, un niño pequeño que ve a su hermano mayor ser cuidadoso y
trabajador puede ser más propenso a adoptar esos mismos valores y conductas.
Por otro lado, los hermanos también pueden enfrentar estereotipos en los que ellos no se
encuentran, o pueden cuestionar y desafiar estereotipos de género que se aprenden en
la familia. Los hermanos más jóvenes, en particular, pueden ser más receptivos a nuevas
ideas y a aprender a ser individuos independientes.
Una manera en que los hermanos pueden desafiar los estereotipos de género es al
explorar juntos actividades y temas que no se ajustan a los estereotipos. Por ejemplo, si
un hermano mayor y uno más joven comparten sus intereses y se dan permiso para ser
sinceros, pueden empezar a cuestionar y a romper estereotipos de género.
Hay una frase que lo resume bien: “Los hermanos son los amigos que no elegimos pero
que siempre tenemos”. Los hermanos pueden ser al mismo tiempo nuestros mayores
enemigos y nuestros compañeros más fieles. Y pueden ser un importante componente de
una familia sana y acogedora.
Por ejemplo, la publicidad suele mostrar familias perfectas con una cierta apariencia
física, lo que puede llevar a que la gente crea que eso es lo que una familia ideal debe
ser. Esto puede llevar a sentimientos de inseguridad y presión social en las familias
reales.
Hay algunas cosas que se están haciendo para reducir el impacto de los medios de
comunicación en la formación de los estereotipos de la familia. Por ejemplo, hay un
movimiento para promover la inclusión de familias diversas en la televisión y en las
películas, con el fin de mostrar una gama más amplia de lo que significa ser una familia.
Otro ejemplo es el uso de más personajes femeninos fuertes y empoderados, en vez de
personajes que dependen de una figura masculina dominante. Esto puede ayudar a
romper estereotipos de género y mostrar que las personas tienen potencial
independientemente de su género.
Además, la religión puede tener un impacto en la forma en que las personas ven a otros
grupos de personas y las etiquetan de acuerdo con sus estereotipos. Esto puede llevar a
la discriminación, el acoso y la violencia.
En una sociedad en la que las personas se acercan con una actitud abierta y tolerante,
todos los miembros de la familia pueden sentirse aceptados y apreciados, aunque no se
adhieran al estereotipo tradicional de su género. Cuando las familias están abiertas a la
diversidad y a la aceptación, todos pueden beneficiarse de una mayor felicidad, seguridad
y conexión.
Es importante recordar que, aunque los estereotipos pueden tener una fuerte influencia
en la formación de las familias, también son solo eso, estereotipos. Todos los seres
humanos son personas complejas y diferentes, y la aceptación de las diferencias es un
paso importante en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Es importante
que todos, incluidos los niños, sepan que no tienen que ajustarse a estereotipos
impuestos por la sociedad. Aunque la presión social puede ser fuerte, se puede aprender
a aceptarse y a amarse tal y como se es. Al enseñar a los niños a que no todo el mundo
tiene que ser igual, se enseña la importancia de la libertad y la individualidad. De esta
forma, se puede romper los estereotipos de la familia y permitir que todos los miembros
de la familia sean ellos mismos y que se expresen de la forma que deseen.
El impacto de la religión en los estereotipos familiares es una tema complejo y cargado
de complejidades. Sin embargo, al enfocarse en la creación de un ambiente de respeto y
tolerancia, se puede reducir la influencia de los estereotipos y fomentar la individualidad,
la felicidad y la libertad.
Finalmente, es importante señalar que los estereotipos de la familia también se deben ver
en el contexto de las relaciones interpersonales en general. Es decir, la interacción entre
las personas, incluida la familia, no debe verse como algo estático o fijo, sino que debe
ser algo dinámico y cambiante.
CONCLUSIONES
Es importante que los padres y los niños tengan en cuenta que todas las personas tienen
una personalidad y unas capacidades únicas. Los estereotipos no representan las
realidades complejas de la vida, y no deberían ser usados como una guía para la
conducta ni para los roles de género.
https://www.myt.org.mx/tolerancia_url/estereotipo-prejuicio
https://concepto.de/estereotipo/
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-92672014000200010
http://ref.scielo.org/4px2rw