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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

EL MACHISMO EN EL PERÙ

Integrantes:

Ramos Yovera, Fabricio

Sarango Bances, Luis

5 “A”

Área:

Comunicación

Docente:

Herrera Garboza, Pamela Lisset

Villa Batanes, 8de septiembre de 2023


DEDICATORIA

Este presente trabajo monográfico está


dedicado a nuestros padres y nuestros
amigos por estar siempre con nosotros y
apoyarnos en lo que necesitamos.
INTRODUCCIÓN

Los estereotipos son el conjunto de creencias sobre los atributos asignados a un


determinado grupo social que surgen por el proceso cognitivo de categorizar.

Por ejemplo, en los jóvenes o adolescentes se consideran estereotipos como: las chicas
son sensibles, los chicos son autónomos; los cuales influyen en el pensamiento de ellos y
generan cambios repentinos de conducta solo para “encajar en la sociedad”.

En mi región los estereotipos siempre están presentes actuando como un “así deben ser
las mujeres” o un “así deben ser los hombres” y esto lo toman como algo normal y
simplemente lo aceptan como parte de sí mismos cuando en realidad nos afecta
demasiado ya que somos negados a expresar y sentirnos como nosotros queremos.

Esta investigación es realizada con la finalidad de comprender qué son los estereotipos y
cómo afecta y perjudican nuestra propia forma de ser.

Mi objetivo es crear una reflexión en aquellas personas que se aferran a los estereotipos
como si fueran reglas de personalidad y que no consideran ser ellos mismos porque los
demás son diferentes.

Este trabajo monográfico consta de dos capítulos. El primer capítulo es sobre los
estereotipos a través de la publicidad donde abordaremos temas como De qué manera
influye la publicidad en la creencia de los estereotipos y cómo cambian nuestra forma de
pensar sobre nosotros mismos. En el segundo capítulo hablaremos sobre los
estereotipos desde la familia y veremos temas como los estereotipos desde la familia por
los padres, hermanos, etc.
ÍNDICE

CAPITULO I

ESTEREOTIPOS A TRAVÉS DE LA PUBLICIDAD

1.1 Los estereotipos en la publicidad

1.1.1Qué son los estereotipoI

1.1.2Cómo se forman los estereotipos?

1.1.3Clases de estereotipos

1.1.4 Cómo son transmitidos los estereotipos por la publicidad

1.2 La publicidad como promotora de estereotipos

1.2.1 Cómo la publicidad refuerza los estereotipos

1.2.2 Cómo la publicidad puede moldear las percepciones y actitudes de la gente

1.2.3 Cómo los estereotipos en la publicidad pueden afectar a la gente de formas


negativas

1.2.4 Cómo los estereotipos en la publicidad pueden ayudar a vender productos

1.3 El impacto de la publicidad en la sociedad en general

CAPITULO II

ESTEREOTIPOS DESDE LA FAMILIA

2.1 Los padres son los primeros en moldear a los estereotipos

2.2 Los hermanos pueden tener un impacto en los estereotipos de la familia

2.3 La televisión y el internet pueden influir en los estereotipos de la familia

2.4 La religión puede tener un impacto en los estereotipos familiares


CAPITULO I

ESTEREOTIPOS A TRAVÉS DE LA PUBLICIDAD

1.1 Los estereotipos en la publicidad

1.1.1 Qué son los estereotipos

Los estereotipos son imágenes mentales que los individuos construimos acerca de los
otros, representaciones esquemáticas y simplificadas de un grupo de personas al que se
define a partir de ciertas características representativas. Estas características pueden ser
ciertas o falsas pero, al consistir en una simplificación extrema de una realidad compleja,
los estereotipos siempre son interpretaciones limitadas e incompletas.

Los estereotipos son construcciones sociales que adquirimos y asimilamos,


asumiéndolas como válidas; suelen transmitirse socialmente por generaciones y nos
llevan a hacer afirmaciones generales, ya sean positivas, negativas o incluso neutras,
sobre el grupo estereotipado.

Los estereotipos suelen generar prejuicios, ya que inducen a prejuzgar, es decir, a emitir
un juicio sin tener la suficiente información que lo sustente. Los prejuicios, como ideas
preconcebidas, suelen basarse en rumores o en una supuesta experiencia previa de las
personas que forman nuestro grupo. Solemos tener prejuicios favorables a los grupos
con los que nos identificamos y prejuicios negativos hacia los que percibimos como
diferentes.

Los prejuicios van más allá de la simple catalogación de las personas ya que
condicionan nuestra interacción con ellas. Siempre que actuamos guiados por nuestros
prejuicios estamos siendo injustos, pues nos basamos en ideas preconcebidas sobre la
otra persona, antes incluso de conocerla.

Los prejuicios y los estereotipos suelen hacer referencia a la identidad de las personas y
grupos, como el sexo, la religión, la ideología política, el origen étnico, las ocupaciones,
los niveles socioeconómicos, los gustos personales, la apariencia física, etcétera.
Los estereotipos bloquean nuestra capacidad crítica y facilitan que tengamos actitudes
prejuiciosas, que pueden desencadenar en prácticas de discriminación e intolerancia.

Todos tenemos prejuicios, sin embargo no debemos actuar con base en ellos.

En psicología social, los estereotipos son construcciones culturales creadas en torno a un


grupo humano, que se basan en generalizaciones, prejuicios, mitologías urbanas o
percepciones simplificadas y exageradas del mismo. Generalmente, le atribuyen
características, propiedades o intereses a dicha comunidad, de los cuales se hacen eco
terceros y a menudo terminan por consolidar un prejuicio social.

Aunque comúnmente el término implica connotaciones negativas, la formación de


estereotipos forma parte de un proceso natural de la mente humana, puesto que resulta
más sencillo pensar la realidad en base a categorías y lugares comunes, dados de
antemano, para saber más o menos qué esperar de las situaciones nuevas.

El problema es cuando los estereotipos sustituyen o impiden conocer la realidad de los


individuos: los juicios previos son fáciles, pero la realidad es siempre compleja.

Los estereotipos operan en tres niveles:

Cognitivo. Cuando nos permite reconocer rápidamente la realidad social a partir de los
conceptos previos que tengamos de ella.

Afectivo. Cuando entran en juego los sentimientos que albergamos hacia dicho
estereotipo, sean de desprecio (negativos) o de estima (positivos).

Actitudinal. Cuando actuamos de una manera determinada o reaccionamos ante una


situación social, a partir de los dos niveles anteriores, llevándolos al plano de la práctica.

1.1.2 Cómo se forman los estereotipos?

Los estereotipos se aprenden a lo largo del proceso de socialización de los individuos,


heredados de su cultura o muchas veces de sus progenitores o familias. Nadie nace con
ellos, todos son 100% aprendidos, pero una vez incorporados a la idea que tenemos del
mundo, resultan particularmente difíciles de erradicar.

Incluso si se tiene acceso racional a información que los desmiente, los estereotipos
pueden sostenerse. Esa es la razón por la cual continúan transmitiéndose.
Los medios de comunicación y la cultura tienen un rol importante en la construcción o la
destrucción de estereotipos. Por ejemplo, cuando las ficciones que consumimos más a
menudo insisten en mostrar a un tipo de personas de una misma y única determinada
manera, generalmente estamos en presencia de un estereotipo.

1.1.3 Clases de estereotipos

Los estereotipos pueden clasificarse dependiendo del tipo de población sobre la cual
tratan, por ejemplo:

Estereotipos de clase. Aquellos que tienen que ver con alguna clase social, comprendida
como un conjunto homogéneo de individuos. Por ejemplo: “Los ricos no roban”, “A los
pobres no les gusta trabajar”.

Estereotipos religiosos. Aquellos que se aplican a una feligresía o a los practicantes de


una religión, a menudo en combinación con criterios étnicos o culturales. Por ejemplo:
“Los musulmanes son retrógrados”, “Los budistas son apacibles y sabios”.

Estereotipos raciales. Aquellos que tienen que ver con alguna etnia o raza humana
determinada, a la que se le atribuyen rasgos específicos de tipo físico, mental o moral.
Por ejemplo: “Los negros saben bailar”, “Los asiáticos son buenos en matemáticas”, “Los
latinos son apasionados y violentos”.

Estereotipos de género. Aquellos que asignan determinados roles, conductas y


características a los dos sexos biológicos, o a las comunidades sexodiversas. Por
ejemplo: “Las mujeres no son muy racionales”, “Los hombres son infieles”, “Los
homosexuales son promiscuos”.

Estereotipos culturales. Aquellos que tienen que ver con una nacionalidad o proveniencia
cultural determinada. Por ejemplo: “Los alemanes son racistas”, “Los colombianos son
delincuentes”, “Los africanos son pobres”.

1.1.4 Cómo son transmitidos los estereotipos por la publicidad


En la publicidad, por ejemplo, se ha evidenciado que las representaciones masculinas se
asocian mayoritariamente con características de competencia, mientras que las
femeninas lo hacen con características de sociabilidad, calidez y comprensión (Royo-
Vela, Aldas-Manzano, Küster & Vila, 2008). Además, diferentes estudios han evidenciado
que la baja participación de las mujeres en roles de liderazgo y cargos directivos se
relaciona, entre otros factores, con la creencia de que las mujeres no poseen las
características asociadas con estas funciones, ya que existe una percepción generalizada
acerca de que la dirección de empresas es “algo típicamente masculino”, conocido esto
como “think manager – think male”, lo que claramente fomenta la inequidad en la
contratación o promoción de las mujeres a este tipo de cargos (Cuadrado, 2004; García &
López, 2006).

Esto evidencia la relación que existe entre el género y el poder, donde el género
femenino es considerado de menor estatus frente al masculino (Camussi & Leccarddi,
2005; Glick & Fiske, 1996; Moya, 2004), favoreciendo las ideologías hostiles entre los
grupos (Brauer & Bourhis, 2006; Glick & Fiske, 2001), y consolidando actitudes negativas
y comportamientos discriminatorios basados en la inferioridad de la mujer como grupo, lo
cual se define como sexismo (Glick & Fiske, 1996; Moya, 2004). El sexismo ambivalente
(Glick & Fiske, 1996) permite articular estas dos dimensiones (competencia y
sociabilidad) con el conflicto intergrupal a través de dos medidas: el sexismo hostil (SH) y
el sexismo benévolo (SB), donde el último es dirigido hacia el estereotipo de la mujer
tradicional (ama de casa), manifestando creencias relacionadas con su calidez pero baja
competencia; mientras que el primero se dirige hacia mujeres que no se comportan de
una manera prescriptiva, por ejemplo, la mujer en cargos de liderazgo a quien se le
quitan características femeninas como la calidez pero se considera altamente
competente, lo que la hace ver masculinizada (De Lemus et al., 2008). La inconsistencia
existente entre los dos tipos de sexismo se resuelve creando estereotipos específicos
que permiten tener actitudes diferentes hacia un mismo objeto de actitud: la mujer. Los
más utilizados son el de ama de casa y madre, el de mujer atractiva y el de mujer
profesional (Glick & Fiske, 1999; Fiske & Neuberg, 1990 citados por Velandia-Morales &
Rozo, 2009).

De esta manera, los estereotipos de género van más allá de una simple categorización o
división social, ya que pueden hasta definir la ocupación de hombres y mujeres; además,
estos se relacionan con la discriminación y el prejuicio en función del poder y estatus de
unos y otros, lo que evidencia la importancia que tiene el estudiar cómo estos son
representados en diferentes ámbitos sociales, por ejemplo la publicidad.

Es común ver en la publicidad a las mujeres en papeles familiares o de dependencia y a


los hombres independientes (Furnham & Imadzu, 2002; Furnham & Saar, 2005;
Ibroscheva, 2007), lo que se refleja además en los escenarios en los que se
desenvuelven, siendo públicos cuando los hombres son los protagonistas del comercial y
privados cuando lo es la mujer (Furnham & Paltzer, 2010; Pérez, 2000; Royo-Vela et al.,
2008). Además es común ver mujeres como objeto decorativo, exaltando su sociabilidad
más que su competencia (Ganahl, Prinsen & Netzley, 2003), lo que se articula con los
supuestos teóricos revisados.

La publicidad representa los valores y normas de una cultura (Goffman, 1978 citado por
Mastin, Coe, Hamilton & Tarr, 2008) y puede estar relacionada con la construcción de
identidad y la definición de estilos de vida (Royo-Vela, Miquel & Caplliure, 2002;
Sandoval, 2006; Tajfel, 1978 citado por Scandroglio et al., 2008). Además, participa en la
conformación y consolidación de estereotipos de género que pueden limitar el accionar
de hombres y mujeres a ciertos escenarios (Yoder, Christopher & Holmes, 2008) que no
siempre reflejan los cambios sociales (Belch & Belch, 2001; García & Martínez, 2009),
donde por ejemplo la mujer ocupa posiciones de liderazgo y alta competencia y los
hombres son sociables y cálidos, ejerciendo además roles familiares.

Para estudiar las representaciones de hombres y mujeres en la publicidad, existen


unidades de análisis que de manera objetiva permiten determinar los estereotipos de
género utilizados y el nivel de sexismo de los comerciales, poniendo de manifiesto que
las representaciones femeninas presentadas en la publicidad, al ser sexistas y
estereotípicas, pueden modelar las conductas sociales (Furnham & Paltzer, 2010;
McArthur & Resko, 1975). Las categorías de análisis definidas y que se siguen utilizando
en la actualidad son: a) la figura central del comercial; b) su credibilidad; c) locación o
lugar donde se ejecuta el comercial; d) rol de la figura central; e) argumentos utilizados; f)
beneficios promocionados y g) categoría de producto (Furnhamn & Paltzer, 2010;
McArthur & Resko, 1975). Actualmente, se incluye además el análisis de la voz en off, la
edad de los personajes y el set del comercial (Furnhamn & Paltzer, 2010).

1.2 La publicidad como promotora de estereotipos


1.2.1 Cómo la publicidad refuerza los estereotipos

La publicidad se basa en comunicar un mensaje claro, rápido y efectivo. A veces, esto


significa simplificar ideas o personas, reduciéndolas a estereotipos. Estos estereotipos se
reproducen en la sociedad a través de la publicidad y crean una representación limitada y
reducida de la realidad.

Además de reforzar estereotipos, la publicidad puede moldear las percepciones y


actitudes de la gente. Las imágenes repetidas de género, raza, estatus social, y otros
estereotipos en la publicidad pueden llevar a las personas a aceptar estos estereotipos
como realidad. Esto puede afectar la forma en que las personas se ven a sí mismas y
como tratan a los demás. El uso de estereotipos en la publicidad también puede afectar a
la gente de formas negativas. Los estereotipos de género, por ejemplo, pueden afectar la
autoestima y el sentido de bienestar de la gente. Los estereotipos de raza pueden
fomentar prejuicios y discriminación. Además, la publicidad a menudo refuerza el
consumismo y el materialismo. Las imágenes de los productos, la belleza y la riqueza
pueden influir en las personas y hacer que sientan que necesitan comprar cosas para
sentirse bien consigo mismas. Esto puede llevar a la gente a gastar más dinero de lo que
pueden permitirse y a adquirir deudas.

Aunque los estereotipos en la publicidad pueden ser problemáticos, la publicidad también


puede ser una fuerza positiva. La publicidad puede promover el cambio social, fomentar
la inclusión y la diversidad, y ayudar a las personas a tener una mejor comprensión de su
propia realidad.

La publicidad puede también ser una herramienta para empoderar a las mujeres. Por
ejemplo, a través de la publicidad se puede promover la idea de que las mujeres son
fuertes y capaces de hacer lo que quieren en la vida. Esto puede inspirar a las mujeres a
seguir sus sueños, a demandar igualdad, y a buscar oportunidades.

La publicidad también puede ayudar a romper con los estereotipos de género. Cuando
los roles de género se cuestionan, puede empezar a desmoronarse el sistema de género.
Esto puede ayudar a todos los individuos a tener más opciones en su vida y a que se
vean representados mejor en la publicidad y en la cultura en general. También hay que
considerar cómo la publicidad se ha ido adaptando a los cambios en la sociedad. En el
pasado, la publicidad era más heterogénea y reflejaba muchas veces las estructuras de
poder existentes. Pero en la actualidad, la publicidad ha evolucionado.
En la actualidad, la publicidad está más diversa y refleja más realidades. Hay una mayor
diversidad en cuanto a edades, géneros, orientaciones sexuales, y otras características.
El propósito de estas mejoras es que más personas se sientan representadas y más
personas se vean reflejadas en la publicidad. Esto puede resultar en un sentido de
pertenencia y en una mayor diversidad cultural. Aunque la publicidad ha mejorado en
ciertos aspectos, todavía hay un largo camino por recorrer. Por ejemplo, aunque hay más
representación, muchas veces las personas pertenecientes a grupos minoritarios siguen
apareciendo en estereotipos negativos o en roles menos importantes. Esto puede
reforzar los estereotipos y puede ser dañino para las personas que se ven representadas.
Aún hay más trabajo que hacer en la representación de la gente con discapacidades, la
gente con diferentes orientaciones sexuales y las personas transgénero en la publicidad.
Hay una ausencia de estas personas en la publicidad o se las representa de formas que
no reflejan su realidad. Por ejemplo, a menudo, las personas con discapacidades son
representadas como inspiraciones o como seres que requieren de lástima.

Otra área en la que hay mucho trabajo por hacer es en el género. Aunque la publicidad
ha mejorado en cuanto a la representación de las mujeres, a menudo estas siguen
representadas como sumisas y sexualizadas. Por otra parte, aunque hay una mayor
representación de hombres en papeles no tradicionalmente masculinos, los hombres
siguen dominando la publicidad y los roles importantes.

El problema con la falta de diversidad y la representación estereotipada en la publicidad


es que puede reforzar estereotipos negativos y conducir a la discriminación. Además, la
falta de diversidad puede hacer que algunas personas se sientan excluidas o invisibles.
Esto es muy importante porque la publicidad puede afectar la autoestima y la percepción
de uno mismo.

Una solución potencial para la falta de diversidad en la publicidad es incluir más personas
diversas en el diseño y la ejecución de anuncios. Este cambio también puede llevar a un
cambio en el enfoque de la publicidad y en la manera en que los consumidores se ven
reflejados en los anuncios. Otra manera de solucionar la falta de diversidad en la
publicidad es hacer que la representación sea más auténtica. Esto puede significar que
las personas en los anuncios sean más realistas y representen las personas reales que
ven esos anuncios. Esto puede evitar la homogeneización y la exageración de los
estereotipos, y puede tener un impacto positivo en la autoestima de los consumidores.
Otra cosa que se puede hacer para mejorar la representación de la gente diversa en la
publicidad es enseñar a las personas a ser más conscientes del mensaje que están
enviando. Las personas que diseñan anuncios y los que los hacen realidad necesitan
entender cómo las imágenes y las ideas se reflejan en la sociedad y pueden afectar a las
personas.

Finalmente, la diversidad en la publicidad también puede mejorarse al emplear


estrategias de marketing inclusivas. Esto significa que el enfoque debe ir más allá de
incluir personas diversas en la publicidad y buscar una manera de conectarlas de forma
genuina con los consumidores. La diversidad no es sólo una cuestión de apariencia, sino
también de ideas y perspectivas. Esto se conoce como marketing de sensibilidad, y
significa que se busca un enfoque más profundo y profundo en la manera en que se
representan a las personas en la publicidad. Esto incluye conectarse con las personas y
entender sus vidas y sus necesidades. La publicidad debe representar las vidas reales de
las personas y debe representar a las personas de forma que sea respetuosa y no
estereotipada. El marketing de sensibilidad tiene un impacto positivo en el consumidor, ya
que se siente incluido y como si su voz fuera escuchada. Esto también ayuda a las
marcas, ya que se gana la confianza y el respeto de los consumidores. Finalmente, el
marketing de sensibilidad puede mejorar la sociedad al fomentar la comprensión y la
inclusión.

Otro aspecto importante es el marketing de ética. Esto significa que los anuncios deben
ser honestos y no hacer promesas engañosas o inalcanzables. Debe ser claro que el
objetivo de la publicidad es el de promover el producto, y no engañar a los consumidores.
La publicidad debe ser clara y honesta. De esta manera, el consumidor siente que la
marca es confiable y respetable.

También es importante considerar la responsabilidad social de la publicidad. Esto significa


que la publicidad no debe estar relacionada con cosas que pueden dañar a la sociedad,
como la promoción de la discriminación, la violencia o el consumo de drogas. La
publicidad debe ser ética y no debería hacer daño a nadie. De esta manera, se respeta la
sociedad y la cultura.

1.2.2 Cómo la publicidad puede moldear las percepciones y actitudes de la gente

La manera en que los estereotipos moldean las percepciones y actitudes de las personas
es algo complejo. La gente es expuesta a estereotipos a través de los medios de
comunicación, la familia, la escuela y la sociedad en general. Estos estereotipos pueden
afirmar ciertas creencias sobre cómo se debe ser, y pueden reforzar estereotipos
erróneos.

Los estereotipos pueden afectar la autoestima de las personas y hacer que las personas
se sientan mal por no encajar en los estereotipos. Por ejemplo, los estereotipos sobre el
género pueden hacer que las personas sientan que deben ser de una manera específica,
basada en su género. También, los estereotipos pueden difundir información errónea o
exagerada, lo que puede conducir a prejuicios y estereotipos incorrectos. Por ejemplo, el
estereotipo de que las mujeres son malas conductores se ha reforzado a través de la
publicidad y la cultura popular, y ha llevado a la creación de prejuicios sobre las mujeres y
el manejo de vehículos. Pueden afectar la forma en que las personas se relacionan entre
sí y crean estructuras de poder. Por ejemplo, el estereotipo de que las mujeres son más
emotivas que los hombres puede tener consecuencias serias en el mundo laboral.

Además, los estereotipos pueden dificultar el diálogo entre los grupos diferentes. Los
estereotipos pueden hacer que las personas crean juicios y estereotipos preconcebidos
sobre otras personas, lo que puede limitar la comunicación entre ellas. Esto puede
conducir a divisiones y tensión en la sociedad. Además, los estereotipos pueden
desempeñar un papel en la política. Por ejemplo, el estereotipo de que los inmigrantes
son una carga para la sociedad puede conducir a políticas de inmigración restrictivas y
discriminatorias. Además, los estereotipos pueden tener un impacto en la salud de las
personas. Por ejemplo, los estereotipos sobre la belleza estrecha pueden afectar la salud
mental de las personas, ya que la presión para tener un cuerpo ideal puede conducir a
problemas de autoestima y trastornos alimenticios.

Los estereotipos pueden tener un impacto en las elecciones individuales. Los


estereotipos pueden llevar a las personas a tomar decisiones basadas en su propia
experiencia y percepción, en vez de en datos o hechos. Esto puede afectar a las
decisiones políticas, económicas y personales de las personas.

Los estereotipos pueden afectar a las personas a corto y a largo plazo. En el corto plazo,
los estereotipos pueden afectar el comportamiento inmediato de las personas, como la
manera en que se comportan con los demás o la forma en que se perciben a sí mismas.
En el largo plazo, los estereotipos pueden afectar la formación de las personas. Por
ejemplo, si un niño crece en un ambiente donde se valoran estereotipos machistas, es
más probable que el niño desarrolle actitudes sexistas y acepte estereotipos como la
norma.
1.2.3 Cómo los estereotipos en la publicidad pueden afectar a la gente de formas
negativas.

Una forma en la que los estereotipos en la publicidad pueden afectar a la gente en formas
negativas es a través de la discriminación. La discriminación se refiere a tratar a un grupo
de personas de forma diferente o negativa, basado en un estereotipo. Esto puede
conducir a la exclusión, a la falta de oportunidades y a la marginación de un grupo de
personas.

Un ejemplo real de esto es el estereotipo de las mujeres como consumidoras, en lugar de


como personas productivas en la sociedad. Este estereotipo ha afectado a las mujeres de
formas negativas, ya que ha llevado a que se sigan percibiendo como seres
dependientes, en vez de como personas con poder y capacidad de tomar decisiones.

Otra forma en la que los estereotipos en la publicidad pueden afectar a la gente de


formas negativas es a través de la normalización de comportamientos potencialmente
perjudiciales. Por ejemplo, la normalización de la comida chatarra y de los productos
azucarados en la publicidad puede afectar la salud de las personas. Los estereotipos en
la publicidad también pueden afectar la autoestima de las personas. Cuando las personas
ven representaciones estereotipadas en la publicidad, pueden sentir que no son lo
suficientemente buenos o capaces. Esto puede conducir a la baja autoestima, lo que a su
vez puede conducir a comportamientos autodestructivos.

Los estereotipos en la publicidad también pueden afectar a la gente porque pueden


contribuir a la división social. Cuando un grupo de personas es representado de una
manera diferente a otro grupo, esto puede conducir a resentimiento y a la creación de
barreras sociales entre estos grupos. Esto puede llevar a conflictos y desigualdad en la
sociedad.

Los estereotipos en la publicidad también pueden promover actitudes problemáticas en


las relaciones sociales. Por ejemplo, el estereotipo de la mujer sumisa en la publicidad
puede conducir a una aceptación de la violencia doméstica. Esto, a su vez, puede
conducir a que las personas asuman que la violencia doméstica es un problema normal y
no un problema serio.
Otro efecto de los estereotipos en la publicidad es que pueden conducir a la idealización
de un grupo de personas o de una vida particular. Por ejemplo, el estereotipo del exitoso
ejecutivo en la publicidad puede conducir a la idea de que la gente exitosa es más feliz y
más importante.

Por último, los estereotipos en la publicidad pueden tener un efecto negativo sobre las
carreras y las oportunidades de las personas. Las personas pueden verse limitadas en
sus carreras porque los estereotipos en la publicidad pueden hacer que se suponga que
no tienen los talentos necesarios para ser exitosos.

1.2.4 Cómo los estereotipos en la publicidad pueden ayudar a vender productos.

Los estereotipos en la publicidad pueden ser una herramienta de marketing eficaz para
influir en las personas a través de la persuasión. Los estereotipos pueden convencer a
las personas de respetuosa y no estereotipada. El marketing de sensibilidad tiene un
impacto positivo en el consumidor, ya que se siente incluido y como si su voz fuera
escuchada. Esto también ayuda a las marcas, ya que se gana la confianza y el respeto
de los consumidores. Finalmente, el marketing de sensibilidad puede mejorar la sociedad
al fomentar la comprensión y la inclusión.

Otro aspecto importante es el marketing de ética. Esto significa que los anuncios deben
ser honestos y no hacer promesas engañosas o inalcanzables. Debe ser claro que el
objetivo de la publicidad es el de promover el producto, y no engañar a los consumidores.
La publicidad debe ser clara y honesta. De esta manera, el consumidor siente que la
marca es confiable y respetable.

También es importante considerar la responsabilidad social de la publicidad. Esto significa


que la publicidad no debe estar relacionada con cosas que pueden dañar a la sociedad,
como la promoción de la discriminación, la violencia o el consumo de drogas. La
publicidad debe ser ética y no debería hacer daño a nadie. De esta manera, se respeta la
sociedad y la cultura.

1.3 El impacto de la publicidad en la sociedad en general


Bueno, una forma en que la publicidad puede afectar a la sociedad es por medio de la
promoción de los valores de la sociedad. La publicidad puede reforzar los valores
culturales dominantes y transmitir mensajes sobre lo que es correcto y lo que no. Por
ejemplo, los anuncios a menudo presuponen que la aspiración a la riqueza y la estética
es un valor importante en la sociedad.

El impacto de la publicidad en la sociedad no sólo se limita a lo que vemos en la pantalla.


También puede afectar la forma en que vemos a las personas y cómo nos relacionamos
con ellas. La publicidad puede reforzar estereotipos sociales y crear divisiones entre
grupos de personas. Además, la publicidad puede influir en la forma en que
comprendemos el bienestar. Los anuncios a menudo presentan una visión idealizada de
la vida, en la que las personas son siempre atractivas, felices y exitosas. Esto puede
hacer que la gente se sienta insegura sobre su propia vida y se sienta presionada a
comprar cosas para lograr un estilo de vida idealizado.

Además, la publicidad también puede influir en el desarrollo de la industria. La publicidad


puede fomentar la competencia entre las empresas, al incitar a las personas a comprar
más cosas o a usar determinados productos. A su vez, esto puede llevar a nuevas
innovaciones y avances tecnológicos, lo que afecta a la industria y la sociedad. La
publicidad también puede afectar a la sociedad a través de la política. Los anuncios
políticos pueden reforzar ciertas creencias políticas y ayudar a movilizar a las personas a
apoyar un partido político o un candidato. Esto puede afectar la toma de decisiones
políticas y, por ende, la sociedad en general.

También hay que tener en cuenta la influencia de la publicidad en la juventud. La


publicidad dirigida a los niños y los adolescentes puede tener un impacto en la forma en
que perciben a sí mismos y a sus vidas. Puede fomentar una idealización de la imagen
física y de la vida, lo que puede causar problemas de autoestima y aumentar la presión
social.

Además, la publicidad infantil puede influir en la actitud de los niños hacia el consumismo.
Cuando los anuncios dirigidos a los niños presionan a los niños a comprar productos,
pueden ayudar a crear una cultura de consumo desde una edad temprana. Esto puede
conducir a la acumulación de deudas y al materialismo. Sin embargo, no todo el impacto
de la publicidad en la sociedad es negativo. La publicidad también puede tener un efecto
positivo, si se usa de manera ética y consciente. Por ejemplo, la publicidad puede educar
a las personas sobre temas de salud, seguridad y bienestar. También puede promover
productos y servicios que mejoran la calidad de vida de las personas. La publicidad
también puede empoderar a las personas. Por ejemplo, al promover la diversidad en la
publicidad, se puede inspirar a las personas a ser más tolerantes y aceptar las diferencias
de otras personas. Esto puede promover una sociedad más justa y equitativa.

Por último, la publicidad también puede fomentar la innovación y el progreso. La


publicidad sirve como una herramienta de mercadotecnia y comunicación, y ayuda a
impulsar la invención de nuevos productos y servicios. Esto, a su vez, puede llevar a
mejoras en la calidad de vida de las personas. Así que, como se puede ver, la publicidad
puede tener efectos positivos y negativos en la sociedad. Es importante reconocer los
efectos negativos y trabajar para evitarlos. Pero también es importante reconocer los
efectos positivos y encontrar maneras de usar la publicidad de una manera que beneficie
a la sociedad en general.
CAPITULO II

ESTEREOTIPOS DESDE LA FAMILIA

2.1 Los padres son los primeros en moldear a los estereotipos

Los padres son responsables de la mayor parte de la crianza y la educación de los niños.
Desde una edad temprana, los niños aprenden de sus padres y familiares lo que es
correcto y lo que no lo es. Los padres pueden transmitir estereotipos en diversas formas.
Por ejemplo, a través de las normas y los valores que enseñan, o simplemente por el
hecho de ser role models (modelos a seguir).

En primer lugar, los padres moldean los estereotipos de género de sus hijos a través de
los roles de género que los niños ven en sus propias familias. Por ejemplo, en familias
muy tradicionales, los niños pueden ver a los padres adoptar roles estereotípicos de
género. Por ejemplo, el padre puede ser el proveedor y la madre, la ama de casa. Estos
estereotipos pueden llegar a influir en los roles de género de los niños en el futuro.

Estos roles de género pueden también verse reforzados en la escuela y la comunidad.


Por ejemplo, los niños pueden ver cómo los profesores tratan a los niños de manera
diferente según su género, o cómo los amigos y vecinos del barrio reaccionan a las niñas
y los niños de manera distinta.

Otro ejemplo de cómo los padres moldean los estereotipos de género en los hijos es a
través de los juguetes y los colores que se les dan. Por ejemplo, se suele dar juguetes
rosas a las niñas y azules a los niños. Además, el color rosa se asocia con el femenino y
el azul con el masculino.

Los niños pueden también aprender a moldear estereotipos a través de la comunicación


no verbal. Por ejemplo, los padres pueden transmitir mensajes subliminales a los niños
sobre cómo se espera que se comporten, basados en su género. Los niños pueden
aprender a cómo hablar y actuar a través de la observación y la imitación.
Los padres también moldean los estereotipos de género en los niños a través de la forma
en que se visten a sus hijos. Por ejemplo, se suele vestir a las niñas con ropa ligera y a
los niños con ropa más oscura y robusta. Esto puede enseñar a los niños a asociar los
colores y las texturas con ciertos estereotipos de género.

Los padres también moldean los estereotipos de género en los niños a través de las
actividades y aficiones que les animan a hacer. Por ejemplo, se suele animar a las niñas
a jugar con muñecas y a los niños a jugar con juguetes de construcción. Esto puede
enseñar a los niños a creer que hay actividades apropiadas para un género y no para
otro.

Los padres también moldean los estereotipos de género en los niños con las palabras y
el lenguaje que usan. Por ejemplo, se suele alabar a las niñas por ser calladas y bien
portadas y a los niños por ser actividos y valientes. Esto puede enseñar a los niños a
esperar comportamientos específicos de cada género.

Finalmente, los padres pueden moldear los estereotipos de género en los niños a través
de las expectativas que les colocan. Por ejemplo, se espera a las niñas que sean
cuidadores y emocionalmente cariñosas, y se espera a los niños que sean fuertes y no
muestren emociones. Estas expectativas pueden ser muy perjudiciales para la salud
mental de los niños.

Es importante que los padres fomenten el autoconocimiento, la creatividad y la diversidad


en sus hijos, en lugar de reforzar los estereotipos. Los niños necesitan aprender a ser
seres humanos completos, que son capaces de cambiar y crecer en lo que sea que se
les proponga. Por ejemplo, al enseñar a los niños que todos pueden hacer lo que quieran,
aunque sean niñas o niños, estamos enseñándoles que pueden tener metas y
ambiciones sin importar su género. Podemos fomentar una mayor igualdad y aceptación
si dejamos de enseñar estereotipos a los niños.

2.2 Los hermanos pueden tener un impacto en los estereotipos de la familia

Pueden tener un impacto en los estereotipos de género y familia al perpetuar estereotipos


y conductas dentro de la familia. Por ejemplo, un hermano mayor puede enseñar a un
hermano menor a reproducir estereotipos, o puede reforzar los estereotipos a los que se
le expone. Por ejemplo, si un hermano mayor tiene roles de género muy tradicionales,
puede enseñarle a su hermano menor a imitar esos roles.

Esto puede ser particularmente impactante en los niños pequeños, que están en una
etapa de desarrollo en la que aprenden sobre el mundo a través de la observación y la
imitación. Por ejemplo, un niño pequeño que ve a su hermano mayor ser cuidadoso y
trabajador puede ser más propenso a adoptar esos mismos valores y conductas.

Por otro lado, los hermanos también pueden enfrentar estereotipos en los que ellos no se
encuentran, o pueden cuestionar y desafiar estereotipos de género que se aprenden en
la familia. Los hermanos más jóvenes, en particular, pueden ser más receptivos a nuevas
ideas y a aprender a ser individuos independientes.

Una manera en que los hermanos pueden desafiar los estereotipos de género es al
explorar juntos actividades y temas que no se ajustan a los estereotipos. Por ejemplo, si
un hermano mayor y uno más joven comparten sus intereses y se dan permiso para ser
sinceros, pueden empezar a cuestionar y a romper estereotipos de género.

Además, los hermanos pueden ayudarse mutuamente a desarrollar la confianza y la


autoestima, lo que los capacita para estar más seguros de sí mismos y más capaces de
no permitir que los estereotipos los afecten.

Al hablar abiertamente sobre estereotipos de género y familia, los hermanos pueden


ayudarse mutuamente a aprender a conocerse y aceptarse a sí mismos, más allá de lo
que la sociedad les indica que deberían ser. Esto puede llevar a un mayor apoyo y mayor
unidad familiar.

En resumen, los hermanos pueden tener un impacto profundo en la forma en que se


desarrollan los estereotipos de género y la familia. La comunicación y la tolerancia entre
hermanos puede ayudar a reducir y combatir estereotipos dañinos y a fomentar la
creación de nuevas oportunidades y expectativas para todos los miembros de la familia.
De hecho, los estudios han encontrado que los niños que tienen una relación cercana y
sana con sus hermanos tienden a tener una mejor calidad de vida y una mayor
adaptabilidad social. De modo que la relación entre los hermanos puede ser una fuerza
para el bienestar individual y familiar.

Hay una frase que lo resume bien: “Los hermanos son los amigos que no elegimos pero
que siempre tenemos”. Los hermanos pueden ser al mismo tiempo nuestros mayores
enemigos y nuestros compañeros más fieles. Y pueden ser un importante componente de
una familia sana y acogedora.

2.3 La televisión y el internet pueden influir en los estereotipos de la familia

La televisión y el internet pueden tener un impacto significativo en la formación y la


solidificación de los estereotipos de la familia. Esto se debe a la amplia difusión y la gran
exposición a los mensajes de los medios de comunicación. Por ejemplo, muchos
programas de televisión y películas reflejan estereotipos acerca de las roles de género en
la familia. Por ejemplo, el padre es representado como el proveedor y el guardián de la
familia, mientras que la madre es representada como la encargada de la casa y de la
educación de los hijos. Estos mensajes pueden tener un impacto significativo en la
formación de los estereotipos en los niños, ya que normalmente se ven reflejados en los
padres.

Además, la publicidad y los medios de comunicación pueden reforzar estos estereotipos


al enfatizar la importancia del consumo y la apariencia física. Esto puede llevar a que las
personas se sientan presionadas a comprar ciertos productos o a realizar ciertas
acciones para adaptarse a un estereotipo particular.

Por ejemplo, la publicidad suele mostrar familias perfectas con una cierta apariencia
física, lo que puede llevar a que la gente crea que eso es lo que una familia ideal debe
ser. Esto puede llevar a sentimientos de inseguridad y presión social en las familias
reales.

La publicidad y los medios de comunicación también pueden fomentar los estereotipos de


género mostrando a los padres haciendo tareas o tareas de cuidado que se consideran
tradicionalmente masculinas o femeninas. Esto puede resultar en el desarrollo de
estereotipos negativos y confusos, ya que una persona no puede siempre ser reducida a
su género.

Además, las representaciones de la familia en la televisión y en el cine pueden exagerar


las diferencias entre los géneros y resultar en la excluyente idea de que los roles de
género son opuestos y competitivos. Esto puede tener consecuencias negativas para la
equidad en el hogar y en la sociedad en general.

Hay algunas cosas que se están haciendo para reducir el impacto de los medios de
comunicación en la formación de los estereotipos de la familia. Por ejemplo, hay un
movimiento para promover la inclusión de familias diversas en la televisión y en las
películas, con el fin de mostrar una gama más amplia de lo que significa ser una familia.
Otro ejemplo es el uso de más personajes femeninos fuertes y empoderados, en vez de
personajes que dependen de una figura masculina dominante. Esto puede ayudar a
romper estereotipos de género y mostrar que las personas tienen potencial
independientemente de su género.

En resumen, los medios de comunicación tienen una gran influencia en la formación de


los estereotipos de la familia, y es importante tomar medidas para reducir los efectos
negativos de estos estereotipos. Al enseñar valores tales como la igualdad, el respeto y la
aceptación, se puede promover una sociedad más justa y tolerante. Por ejemplo, al
enseñar a los niños a valorar la diversidad de personas, perspectivas y perspectivas, se
les ayuda a entender que los estereotipos no reflejan la realidad de la vida real. Esto
puede ayudar a reducir los estereotipos de la familia y a crear una mejor comprensión de
la diversidad. Esta iniciativa, además, puede ayudar a los niños a desarrollar una mayor
autoestima y una mejor confianza en sí mismos, ya que no se sienten presionados a
encajar en un molde estereotipado de lo que significa ser hombre o mujer. Esto puede
tener un impacto positivo en su desarrollo personal y emocional.

Finalmente, enseñar a los niños a cuestionar los estereotipos en los medios de


comunicación puede ayudar a fomentar una sociedad más crítica y con más pensamiento
crítico. Esto puede ayudar a prevenir la discriminación, el acoso y la opresión en la
sociedad.

2.4 La religión puede tener un impacto en los estereotipos familiares

La religión puede tener un impacto significativo en los estereotipos familiares, ya que


muchas religiones tienen un conjunto de valores, normas y códigos de conducta que
guían a las personas en sus relaciones y en la forma en que se relacionan con el mundo
en general.
Por ejemplo, algunas religiones promueven roles de género estereotipados, como el de la
mujer como una ama de casa y la del hombre como el proveedor y el protector de la
familia. Estos estereotipos pueden restringir la libertad de elección y la libertad de
pensamiento de las personas.

Además, la religión puede tener un impacto en la forma en que las personas ven a otros
grupos de personas y las etiquetan de acuerdo con sus estereotipos. Esto puede llevar a
la discriminación, el acoso y la violencia.

Sin embargo, hay muchas religiones que enseñan la importancia de la tolerancia y el


respeto por las diferencias. Estas religiones pueden enseñar a las personas a ver más
allá de los estereotipos y a celebrar la diversidad en la sociedad.

En resumen, la influencia de la religión en los estereotipos familiares depende en gran


medida de cómo se interpreta y cómo se aplica la religión. Si se enseña a la gente a
aceptarse a sí misma y a los demás sin juzgarlos basándose en estereotipos, la religión
puede ser una fuerza positiva en la sociedad.

En una sociedad en la que las personas se acercan con una actitud abierta y tolerante,
todos los miembros de la familia pueden sentirse aceptados y apreciados, aunque no se
adhieran al estereotipo tradicional de su género. Cuando las familias están abiertas a la
diversidad y a la aceptación, todos pueden beneficiarse de una mayor felicidad, seguridad
y conexión.

Al aumentar la tolerancia y la inclusión en los hogares, se pueden romper los estereotipos


de la familia y crear un ambiente más amigable, seguro y estimulante. De esta forma, la
religión puede tener un impacto positivo en la vida familiar, en lugar de contribuir a la
preservación de estereotipos.

Es importante recordar que, aunque los estereotipos pueden tener una fuerte influencia
en la formación de las familias, también son solo eso, estereotipos. Todos los seres
humanos son personas complejas y diferentes, y la aceptación de las diferencias es un
paso importante en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Es importante
que todos, incluidos los niños, sepan que no tienen que ajustarse a estereotipos
impuestos por la sociedad. Aunque la presión social puede ser fuerte, se puede aprender
a aceptarse y a amarse tal y como se es. Al enseñar a los niños a que no todo el mundo
tiene que ser igual, se enseña la importancia de la libertad y la individualidad. De esta
forma, se puede romper los estereotipos de la familia y permitir que todos los miembros
de la familia sean ellos mismos y que se expresen de la forma que deseen.
El impacto de la religión en los estereotipos familiares es una tema complejo y cargado
de complejidades. Sin embargo, al enfocarse en la creación de un ambiente de respeto y
tolerancia, se puede reducir la influencia de los estereotipos y fomentar la individualidad,
la felicidad y la libertad.

Finalmente, es importante señalar que los estereotipos de la familia también se deben ver
en el contexto de las relaciones interpersonales en general. Es decir, la interacción entre
las personas, incluida la familia, no debe verse como algo estático o fijo, sino que debe
ser algo dinámico y cambiante.
CONCLUSIONES

Es importante que los padres y los niños tengan en cuenta que todas las personas tienen
una personalidad y unas capacidades únicas. Los estereotipos no representan las
realidades complejas de la vida, y no deberían ser usados como una guía para la
conducta ni para los roles de género.

El impacto de la religión en los estereotipos familiares es complejo y depende de muchos


factores, incluidos el contexto cultural, la tradición familiar y el nivel de integración de la
religión en la vida diaria.

La sociedad y la publicidad en general están asociados a estereotipos que se distancian


de lo que las y los jóvenes conciben para sí mismos en la construcción individual de cada
uno. La sociedad y la publicidad están asociados a una imagen anticuada del hombre
como machista y superior a la mujer.
ANEXOS
REFERENCIAS

https://www.myt.org.mx/tolerancia_url/estereotipo-prejuicio
https://concepto.de/estereotipo/
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-92672014000200010
http://ref.scielo.org/4px2rw

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