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DIOS UNO Y TRINO P. Jorge L.

Nazareno
Vera Sabando Kevin Geovanny

TEMA 10: DOGMA TRINITARIO EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

BASILIO DE CESAREA
 El obispo de Cesarea parte del arcano de la divinidad, y por tanto de la imposibilidad de
definir la sustancia divina, como pretendía hacer Eunomio.
 Dios no puede ser definido, solamente es conocido por el Hijo y el Espíritu Santo.
 Jesús se llama a sí mismo de muchas maneras: luz, pastor, viña, camino.
 Lo hace así para indicar sus diferentes actividades y la variedad de los beneficios que nos
hace.
 Por otra parte, señala Basilio, los nombres que hallamos en la escritura no son ingenerado
y engendrado, sino Padre e Hijo.
 La semejanza del Hijo al Padre no está, para Basilio, en la actividad (como para
Eunomio), sino en su misma naturaleza divina.
 Si la sustancia no tiene ni forma ni figura, la semejanza no está ni en la forma ni en la
figura, no puede estar más que en la sustancia misma.
 Basilio emprende otro tipo de argumentación especulativa que va a tener grandes
consecuencias en la teología trinitaria posterior.
 Eunomio basaba su negación de la divinidad del Hijo en que este es “engendrado”, es un
“retoño” del Padre.
 Como engendrado, en la peculiar acepción que él da al término, no puede tener la misma
naturaleza del Padre ingenerado.
 Los nombres de Padre e Hijo, de modo análogo, se aplican a Dios y a los hombres, siendo
Dios y los hombres tan diversos entre sí.
 La consecuencia que se deduce es clara: los nombres de Padre e Hijo, y otros relativos,
no indican la sustancia, sino la relación.
 No hay duda que Basilio ha sido brillante en esta refutación. No ha destruido sólo el
razonamiento de, Eunomio, sino que ha puesto las bases para una futura teología trinitaria
en la que se combinara la unidad de la esencia divina con la pluralidad de las personas,
precisamente a partir de la distinción entre los nombres absolutos y los relativos.
DIOS UNO Y TRINO P. Jorge L. Nazareno
Vera Sabando Kevin Geovanny

 Padre e hijo son pues dos nombres relativos, se implican mutuamente. No hay padre sin
hijo ni hijo sin padre, por ello si Dios Padre es eterno lo ha de ser también su Hijo.
 El Hijo puede ser por tanto a la vez eterno y engendrado.
 Basilio llegará lentamente a la formulación que se impondrá con el tiempo como fórmula
trinitaria.
 Basilio muestra que el Nuevo Testamento aplica al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo las
diversas preposiciones, “de”, “por”, “en”, de tal manera que no se puede deducir una
diferencia de naturaleza entre los tres; ninguna preposición es exclusiva de una persona.
 La grandeza del Espíritu se muestra también de manera evidente en el hecho de que actúa
en Jesús.

Texto:
-LADARIA, Luis F, El Dios vivo y verdadero, Salamanca 2010; pg. 291 - 303.

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