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DIOS UNO Y TRINO P. Jorge L.

Nazareno
Vera Sabando Kevin Geovanny

TEMA 16: TRINITAS IN UNITATE (PARTE 1) LA VIDA INTERNA DE DIOS


Introducción

Hablar de “Trinitas in Unitate” es hablar de la vida interna de Dios (ad intra), es decir de las
procesiones, las relaciones y las personas divinas.

Lo primero que hay que recalcar es que la economía de la salvación lleva a la teología y no a la
inversa.

Santo Tomás y San Agustín, hacen unas aportaciones determinantes de lo que corresponde a la
parte sistemática.

La reflexión tiene su fundamento en la manifestación tanto histórica como salvífica, ya que es el


único camino que nos ofrece Dios para llegar a su ministerio trinitario.

Como punto de partida las dos misiones del Hijo y del Espíritu Santo de que nos habla Gál 4,6.

A partir de estas misiones divinas “ad extra”, consideraremos la generación eterna del Hijo y la
procesión del Espíritu Santo, es decir las procesiones divinas, según la terminología teológica
occidental.

DE LAS MISIONES DIVINAS A LAS “PROCESIONES”

 Dios envió a su Hijo y al Espíritu Santo. El Nuevo Testamento llega a la conclusión de


que ambos preexistes a su misión.
 En los primeros concilios quedará definida la fe de la Iglesia sobre la divinidad del Hijo y
el Espíritu, que son un solo Dios juntamente con el Padre.
 San Agustín menciona que la misión, significa lo mismo que manifestación.
 Las misiones del Hijo y del Espíritu Santo son distintas, pues las misiones dan a conocer
la unidad y la distinción en Dios.

LAS PROCESIONES DIVINAS LA GENERACIÓN DEL HIJO Y LA ESPIRACIÓN


DEL ESPIRITU SANTO.

 Santo Tomás señala que toda procesión supone una acción, pero no todas las acciones
divinas tienen su efecto en el exterior.
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Vera Sabando Kevin Geovanny

 Conocemos las especulaciones de los Apologetas, continuadas por no pocos autores, que
se han fundado en la analogía de la palabra pronunciada por el hombre. El hecho de que
el Hijo sea el Verbo la Palabra da pie a la comparación.
 La analogía de la generación viene dada por la misma terminología bíblica Padre Hijo.
 La procesión del Espíritu ha sido llamada también spiratio, dado el significado original
del termino espíritu, asociado al viento, al soplo.
 La teología ha usado comparaciones a partir del mundo creado para explicar la unidad y
la Trinidad en Dios.

LAS PROCESIONES DIVINAS Y LA ANALOGÍA DE LA MENTE HUMANA.

 El obispo de Hipona no intenta llegar a Dios desde el hombre, sino penetrar en la imagen
divina que el Creador ha impreso en el alma humana.
 Sin esta referencia a Gn 1,26 no se puede comprender el sentido del intento agustiniano.
 En el alma humana se encuentra la tríada de la mente, el amor y el conocimiento; o
también de la memoria, inteligencia y voluntad.
 En esta tríada el Hijo, en cuanto Logos, se relaciona con el entendimiento o el
conocimiento: en el conocimiento de las cosas tenemos una palabra dentro de nosotros;
diciéndola, la engendramos en nuestro interior, y no se separa de nosotros por el hecho de
nacer; así, analógicamente, Dios engendra a su Verbo sin que éste se separe de él.
 El Espíritu Santo, como en seguida veremos, se pondrá en relación con la voluntad y el
amor, en cuanto éstos vienen después del conocimiento.
 Por ello no podemos pensar en Dios más procesiones que la del verbo y la del amor,
porque Dios entiende y ama su esencia, su verdad y su bondad.

LAS PROCESIONES DIVINAS Y EL AMOR INTERPERSONAL RICARDO DE SAN


VÍCTOR.

 la analogía del amor interpersonal. Agustín hablaba de los tres de la Trinidad también en
analogía con el amante, el amado, y el amor mismo, aunque se refería primordialmente a
la mente humana que se conoce y ama.
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 De la simple consideración de la pluralidad se ha de pasar a la de la Trinidad. Surge


efectivamente la pregunta ¿por qué no bastarían dos? La respuesta de Ricardo es que la
caridad perfecta desea que el que tú amas sea amado por otro como lo amas tú.

LAS RELACIONES DIVINAS

 En efecto, según la teología tradicional, las relaciones en Dios derivan de las procesiones,
es decir, del hecho de que, en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se da un orden en el
proceder.
 Hay nombres que se aplican a las personas o, a las cosas por sí mismas, otros que se
refieren a su relación con otras.
 La relación distingue a las personas en la unidad de la sustancia, y a la vez las une en la
comunión de la divinidad.

LAS RELACIONES EN DIOS SEGÚN SAN AGUSTÍN

 Agustín encuentra ya en la tradición, de la simplicidad de Dios. De ahí se puede sacar una


falsa consecuencia, que daría razón a las doctrinas arrianas dado que en Dios no puede
haber accidentes, todo lo que se afirma ha de ser según la substancia.
 Según Aristóteles la categoría de la relación es accidental; pero los accidentes tienen su
origen en la mutabilidad, que en Dios está excluida. Por, ello, al ser inmutable, lo relativo
que se da en Dios no tiene carácter accidental.
 Precisamente por ello el Padre el Hijo son siempre tales, no hay en ellos cambio ni
mutación.
 Se habla en Dios de Padre Hijo en términos relativos, no absolutos, y por tanto nada
impide Que la sustancia sea la misma, que no haya diversidad sustancial, aunque los dos
no sean el mismo.
 Los nombres de Padre e Hijo nos hacen ver por tanto las relaciones que se establecen
entre los dos, las de paternidad y la filiación.
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Santo Tomás de Aquino. Las relaciones reales en Dios

 Las relaciones, en Dios son reales hay una verdadera paternidad y filiación, porque de lo
contrario no habría verdaderamente un Padre y un Hijo, lo cual sería la herejía de
Sabelio.
 Las relaciones se distinguen a su vez entre sí y esta distinción es real pero no se produce
según la esencia, en la cual se da la suma unidad y simplicidad, sino según la relación.
 Estas relaciones reales y distintas en Dios se fundan en su acción, que da lugar a las
procesiones internas. Son, como ya sabemos, la procesión según la acción del intelecto,
que es la procesión del Verbo, y la procesión según la acción de la voluntad, que es la
procesión del amor, la del Espíritu Santo.
 La relación del principio de los seres vivientes se llama paternidad, la del que procede del
principio se llama filiación.
 Son, como se ve, dos relaciones opuestas. La procesión del amor no tiene nombre propio.
Pero la relación por parte del que es principio se llama espiración, y la contraria, por parte
del que procede del principio, es denominada de modo genérico procesión, y también
espiración pasiva.
 La teología de la relación en Dios nos muestra que éste existe en la plenitud de la vida y
de la comunión, que el Dios uno y único es lo contrario de una mónada cerrada en sí
misma.
 Nuestra relación con Dios determina lo que somos, pero se trata siempre de una relación
contingente, Dios nos ha crea do porque ha querido, podríamos no existir.

Texto: LADARIA, Luis F, El Dios vivo y verdadero, Salamanca 2010; pg. 329 - 354.

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