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Disciplina

EL AT FRENTE A LOS
TRASTORNOS DEL
NEURODESARROLLO

ACOMPAÑANTE
TERAPÉUTICO
Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

CONTENIDO

UNIDAD 1: TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO

UNIDAD 2: CRITERIOS DIAGNÓSTICOS

UNIDAD 3: CLÍNICA DE LA NIÑEZ

UNIDAD 4: ENFERMEDADES CONGÉNITAS Y OTRAS AFECCIONES MÉDICAS

UNIDAD 5: PRINCIPIOS BÁSICOS DE TRATAMIENTO E INTERVENCIÓN

Acompañante Terapéutico

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

UNIDAD 1

TRASTORNOS DEL
NEURODESARROLLO

Acompañante Terapéutico

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

EL DESARROLLO INFANTIL

Todo individuo desarrollado es el resultado invariablemente de la siguiente fórmula


biosociológica:

FENOTIPO = GENOTIPO + ENTORNO

Esa fórmula significa que somos ahora (fenotipo), una sumatoria de lo que trajimos al
mundo por medio de nuestros genes (genotipo), más lo que el mundo nos dio (entorno).
Así, como individuos, debemos considerarnos una mezcla enigmática de lo innato, lo
adquirido, lo biológico, lo ambiental, lo cultural.
En otras palabras, el desarrollo infantil es fruto de la interacción entre factores genéticos y
factores ambientales.
 La base genética específica de cada persona establece las capacidades propias de
desarrollo; hasta el momento no nos es posible modificarla.
 Los factores ambientales modulan o incluso determinan la posibilidad de
expresión o de latencia de algunas de las características genéticas. Estos factores
son de orden biológico y de orden psicológico y social:
 Son factores ambientales de orden biológico el mantenimiento de la
homeostasis, el estado de salud y la ausencia de factores de agresión al sistema
nervioso, todas condiciones necesarias para una adecuada maduración.
 Son factores ambientales de orden psicológico y social la interacción del niño
con su entorno, los vínculos afectivos que establece a partir del afecto y
estabilidad de los cuidados que recibe, la percepción de cuanto le rodea
(personas, imágenes, sonidos, movimientos, etc.).

Estas condiciones, que son necesidades básicas del


ser humano, son determinantes en el
desarrollo emocional, en las funciones
comunicativas, las conductas
adaptativas y la actitud ante el
aprendizaje.

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En la primera infancia el sistema nervioso se encuentra en una etapa de maduración y de


importante plasticidad. La situación de maduración condiciona una mayor vulnerabilidad
frente a las condiciones adversas del medio y las agresiones, por lo que cualquier causa
que provoque una alteración en la normal adquisición de los hitos propios de los primeros
estadios evolutivos puede poner en peligro el desarrollo posterior. Pero la plasticidad del
sistema nervioso también le proporciona una mayor capacidad de recuperación que
decrece paulatinamente con el transcurso de los años.
En resumen, entendemos por “desarrollo” los cambios sufridos por la persona a lo largo de
su vida, resultantes de su interacción con el entorno, una fuente de estímulos que
determinarán en el individuo el desarrollo de funciones psíquicas y también de la
personalidad. Estos estímulos pueden ser físicos, sensoriales, cognitivos o emocionales, y
son necesarios para el cambio de la persona, cambio que se puede entender como
“desarrollo”.

TRASTORNOS DEL DESARROLLO Y DEL NEURODESARROLLO

Conceptos
El término “trastornos del desarrollo” hace referencia
al grupo de alteraciones o problemas que interfieren en
la adecuada maduración y funcionamiento, y que se
presentan desde el nacimiento o, con mayor
frecuencia, en la primera infancia. En cambio, cuando
hablamos de las alteraciones de neurodesarrollo, estas
implican dificultades en el desarrollo y funcionamiento
del cerebro, que no siempre se muestran en lesiones estructurales.
El DSM en su quinta edición, define a los Trastornos del Neurodesarrollo como un grupo
de afecciones con inicio en el período del desarrollo. Estas se manifiestan normalmente de
manera precoz en el desarrollo, a menudo antes de que el niño comience la escuela
primaria, y se caracterizan por un déficit del desarrollo que produce deficiencias del
funcionamiento personal, social, académico u ocupacional.
El rango de los déficits del desarrollo varía desde limitaciones muy específicas del
aprendizaje o del control de las funciones ejecutivas hasta deficiencias globales de las
habilidades sociales o de la inteligencia.

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ETIOLOGÍA DE LOS TRASTORNOS DEL DESARROLLO

Los trastornos de la infancia se refieren a aquella alteración, disfunción o dificultad del


funcionamiento intelectual y de la conducta adaptativa de una persona que conlleva la
necesidad de elementos de apoyo y recursos en el contexto en que se desenvuelven.
Conocer la etiología de dichos trastornos resulta de utilidad para
la prevención, para conocer la posible evolución del trastorno y
para planificar futuros apoyos. En ocasiones, también es posible
intervenir, tratar las causas o incidir sobre ellas.
Los factores etiológicos pueden ser primariamente biológicos a
psicológicos, o una combinación de ambos.

Enfoque multifactorial
Diversos factores pueden afectar el normal desarrollo de la infancia, lo que se considera
una “etiología multifactorial”, es decir, derivan genéricamente de un complejo de
interacciones entre factores genéticos, epigenéticos y ambientales, de un estado de
vulnerabilidad particular frente a injurias prenatales, perinatales y postnatales.

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Es decir, las causas pueden clasificase en:

Genéticos Prenatal
TRASTORNOS
Adquiridos Perinatal

Postnatal

No solo debemos considerar el momento de ocurrencia (prenatal - perinatal- postnatal),


sino que también se debe contemplar que tipo de factor es el que incide en el trastorno
(biomédico - social - conductual - educativo).

BIOMÉDICAS SOCIALES CONDUCTUALES EDUCATIVAS

- Trastornos
cromosómicos
- Trastornos - Pobreza - Consumo de
- Discapacidad
asociados a un - Malnutrición droga por parte
cognitiva sin
único gen materna de los padres
apoyo por parte
- Síndromes - Violencia - Consumo de
de los padres
PRENATAL - Trastornos doméstica alcohol
- Falta de apoyo
metabólicos - Falta de - Consumo de
para la
- Disgenesia acceso a tabaco
paternidad o
cerebral cuidados - Inmadurez
maternidad
- Enfermeda- prenatales parental
des maternas
- Edad parental

- Prematuridad - Rechazo por - Falta de


- Falta de
- Lesiones en el parte de los informes
cuidados
momento del padres médicos sobre
PERINATAL adecuados al
nacimiento - Abandono por servicios de
momento del
- Trastornos parte de los intervención tras
nacimiento
neonatales padres el alta médica

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- Deficiencias
- Maltrato y parentales
abandono - Diagnóstico
- Falta de una
- Traumatismo infantil tardío
adecuada
craneoencefálico - Violencia - Servicios
estimulación
- Malnutrición doméstica inadecuados
- Pobreza
- Meningoence- - Medidas de de
familiar
POSTNATAL falitis seguridad intervención
- Enfermedad
- Trastornos inadecuadas temprana
crónica en la
epilépticos - Deprivación - Servicios
familia
- Trastornos social educativos
- Instituciona-
degenerativos - Conductas especiales
lización
problemáticas inadecuados
del niño - Inadecuado
apoyo familiar

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UNIDAD 2

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS

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DEFINIENDO LA TERMINOLOGÍA

Los criterios diagnósticos son el conjunto de síntomas que deben presentarse para realizar
un diagnóstico.
Existen dos manuales de clasificación de síntomas que comprenden criterios diagnósticos
específicos, estos manuales son el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders) editado por la American Psychiatric Association (APA) y el CIE-10 (Clasificación
internacional de enfermedades, 10ª edición) publicada por la Organización Mundial de la
Salud en el año 1990.
Utilizando estas clasificaciones, lo que se pretende es establecer las condiciones y síntomas
que se deben dar en los pacientes para poder realizar un diagnóstico.
Tal como plantea la autora Silvia Nussbaum se utiliza la palabra "diagnóstico" para hacer
referencia a procedimientos más o menos reglados, al cabo de los cuales parece posible
llegar a conocer la naturaleza del padecimiento que sufre o no un niño. “Diagnosticar, no
implica, por supuesto, poner un nombre, una categoría, sino que involucra comprender,
establecer un conocimiento sobre como singularmente piensa y siente ese niño en
relación con su entorno”.
Los niños que presentan alguna discapacidad o
limitación física o emocional que dificulta su
desarrollo y aprendizaje o una convivencia normal,
requieren la atención de profesionales de la salud y
de la educación para ayudarlos a compensar las
desigualdades de oportunidades que experimentan.
Como mencionamos anteriormente, las limitaciones
pueden ser de distinto tipo, además de las
características particulares de cada caso. Por ello, la
determinación del tipo de apoyo debe ser individualizada teniendo en cuenta la gravedad,
extensión y duración de la discapacidad; sin olvidar el contexto y el alcance de las
consecuencias.
La atención a los niños con limitaciones ha ido evolucionando, desde una respuesta
mayoritariamente segregadora como la de los Centros de Educación Especial, hacia las
escuelas integradoras e inclusivas que reconocen el derecho del alumno diferente a
compartir y convivir en los mismos lugares que el resto de los niños. Esto requiere
actuaciones diarias y constantes de los principales actores del proceso educativo y de
salud.

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CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA EL TRASTORNO


DEL NEURODESARROLLO

Se estima que un 20% de los niños a nivel mundial presentan trastornos mentales y
constituyen la principal causa de discapacidad en gente joven. Es esta prevalencia de los
Trastornos del Neurodesarrollo lo que constituye un motivo de consulta clínica y
psicológica frecuente en la niñez y la adolescencia. La falta de detección, diagnóstico y
tratamiento temprano conlleva a secuelas subdiagnosticadas en la vida adulta con pérdida
de oportunidades para desarrollar el potencial del individuo en su vida personal, familiar y
laboral.
No fue hasta el año 2013, cuando se publicó el DSM V, que se
comenzaron a nombrar estos diagnósticos como “Trastornos de la
Infancia”.
Este manual utiliza especificadores para determinar los
diagnósticos como así también para enriquecer la descripción
clínica y sintomatológica del individuo.
Además de los especificadores que describen las características
(como la edad de inicio o las clasificaciones de la gravedad) los
Trastornos del Neurodesarrollo pueden incluir el especificador "asociado a una afección
médica o genética conocida o a un factor ambiental". Este especificador permite
documentar factores que podrían haber intervenido en la etiología del trastorno, además
de los que podrían afectar al curso clínico. Entre los ejemplos se incluyen los trastornos
genéticos, como el síndrome de la X frágil, la esclerosis tuberosa y el síndrome de Rett;
afecciones médicas como la epilepsia, y factores ambientales como el peso al nacer muy
bajo y la exposición fetal al alcohol.
En la versión anterior del mismo manual (DSM-IV-TR) se los denominaba Trastornos del
Inicio en la Infancia y la Adolescencia, por supuesto, no solo el nombre es lo que se cambia,
sino también algunas características y conceptualizaciones fundamentales:
 En el DSM V no solo desaparece la categoría de Trastornos de Inicio en la Infancia
y Adolescencia, sino que también reagrupa algunos de los diferentes apartados
(los trastornos de conducta se incluyen dentro de los de control de impulsos, los
trastornos de alimentación dentro de los de conducta alimentaria, los Trastornos
de Eliminación los considera una categoría independiente, Trastorno de Ansiedad
y Mutismo Selectivo los incluye dentro de ansiedad y los Trastornos Reactivos de
la Vinculación dentro de un trauma por estrés).

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 Otras de las modificaciones es en relación a la Discapacidad Intelectual, que es la


nueva denominación del retraso mental, donde ya no solo se evalúa la capacidad
cognitiva (Coeficiente Intelectual), sino que también se valora el funcionamiento
adaptativo.

 También lo que ahora denominamos Trastornos de la Comunicación ha sufrido


modificaciones, anteriormente se los denominaba Trastorno Fonológico y
Tartamudez, bajo esta denominación no se consideraban las dificultades a nivel
social de la comunicación verbal y no verbal.
 Con la nueva denominación Trastorno del Espectro Autista, se engloban todos los
Trastornos Generalizados del Desarrollo bajo un solo diagnóstico, y se lo
caracteriza por el déficit en dos ámbitos básicos:
- Deterioro de la comunicación e interacción sociales.
- Patrones de comportamiento, actividades e intereses repetitivos y restringidos.
 Los criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH) han sufrido algunos cambios (la edad de inicio, los subtipos y el
diagnóstico de comorbilidad con los Trastornos del Espectro Autista).
 Bajo el nombre Trastornos Específicos del Aprendizaje se combinan los
Trastornos de la Lectura, el Trastorno del Cálculo, el Trastorno de la Expresión
Escrita y el Trastorno no especificado del aprendizaje. Las dificultades en las
distintas áreas se codifican como especificadores independientes.
 Los Trastornos Motores incluyen el Trastorno del Desarrollo de la Coordinación, el
Trastorno de Movimientos Estereotipados, el Trastorno de la Tourette, el
Trastorno de Tics motores o vocales persistente (crónico), el Trastorno de Tics
Transitorio, otro Trastorno de Tics especificado y Trastorno de Tics no
especificado.

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Según el DSM V los Trastornos del Neurodesarrollo se clasifican de la siguiente manera:

Discapacidad intelectual (Trastorno del


desarrollo intelectual)

DICAPACIDADES INTELECTUALES Retraso global del desarrollo

Discapacidad intelectual no especificada

Trastorno del lenguaje

Trastorno de los sonidos del habla

Trastorno de la fluidez de inicio


TRASTORNOS DE LA
COMUNICACIÓN de la infancia (tartamudeo)

Trastorno de la comunicación social


TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO

(pragmático)

Trastorno de la comunicación
no específicado
TRASTORNO DEL
ESPECTRO AUTISTA
Trastorno por déficit de
atención/hiperactividad

TRASTORNO POR DÉFICIT Otro Trastorno por déficit de atención/


DE ATENCIÓN/HIPERACT. hiperactividad especificado

Trastorno por déficit de atención/


hiperactividad no especificado

TRASTORNO ESPECÍFICO Trastorno específico


DEL APRENDIZAJE del aprendizaje

Trastorno del desarrollo


de la coordinación Trastorno de la Tourette

TRASTORNOS MOTORES
Trastorno de movimientos Trastorno de tics motores
estereotipados o vocales persistentes

Trastornos de tics Trastorno de tics transitorio

Otro transtornos de tics


Otros trastornos del especificado
neurodesarrollo especificado
OTROS TRASTORNOS DEL
NEURODESARROLLO Trastorno de tics no especificado
Trastorno del neurodesarrollo
no especificado

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Discapacidades intelectuales
 DISCAPACIDAD INTELECTUAL (TRASTORNO DEL DESARROLLO INTELECTUAL)
Se caracteriza por un déficit de las capacidades mentales generales, como el razonamiento,
la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el
aprendizaje académico y el aprendizaje de la experiencia. Estos producen deficiencias del
funcionamiento adaptativo, de tal manera que el individuo no alcanza los estándares de
independencia personal y de responsabilidad social en uno o más aspectos de la vida
cotidiana, incluidos la comunicación, la participación social, el funcionamiento académico u
ocupacional y la independencia personal en casa o en la comunidad.
El retraso general del
desarrollo, como su nombre lo
indica, se diagnostica cuando
un individuo no alcanza los
hitos esperados del desarrollo
en varias áreas del
funcionamiento intelectual.
El diagnóstico se utiliza en los individuos que son incapaces de someterse a evaluaciones
sistemáticas del funcionamiento intelectual, incluidos los niños demasiado pequeños para
hacer pruebas estandarizadas. La discapacidad intelectual puede deberse a un daño
adquirido durante el período del desarrollo a causa, por ejemplo, de una lesión cerebral
grave, en cuyo caso también puede diagnosticarse un trastorno neurocognitivo.

Criterios diagnósticos básicos:


 Déficits en el funcionamiento intelectual, tales como razonamiento, solución de
problemas, planificación, pensamiento abstracto, toma de decisiones, aprendizaje
académico y aprendizaje a través de la propia experiencia, confirmado por
evaluaciones clínicas mediante test de inteligencia estandarizados aplicados
individualmente.
 Los déficits en el funcionamiento adaptativo que resultan en la no consecución
de los estándares sociales y culturales para la independencia personal y la
responsabilidad social. Sin el consiguiente apoyo, los déficits adaptativos limitan el
funcionamiento en una a más actividades de la vida diaria, tales como la
comunicación, la participación social y la vida independiente en múltiples
entornos tales como la casa, la escuela, el trabajo y la comunidad.
 Reconocimiento de la existencia de los déficits intelectuales y adaptativos
durante el período del desarrollo.

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El trastorno requiere una especificación en función de la gravedad. Los diversos niveles de


gravedad se definen según el funcionamiento adaptativo y no según las puntuaciones de
coeficiente intelectual (CI), porque es el funcionamiento adaptativo el que determina el
nivel de apoyos requerido.

 RETRASO GLOBAL DEL DESARROLLO


Este diagnóstico se reserva para individuos menores de 5 años cuando el nivel de gravedad
clínica no se puede valorar de forma fiable durante los primeros años de la infancia. Le da
cuerpo diagnóstico a lo que hasta ahora se le llamaba “retraso madurativo”. Esta categoría
se diagnostica cuando el sujeto no cumple con los hitos del desarrollo esperados en varios
campos del funcionamiento intelectual y se aplica a los individuos en que no se puede
llevar a cabo una valoración sistemática del funcionamiento intelectual, incluidos los niños
demasiado pequeños para participar en pruebas estandarizadas.
Se trata de una categoría diagnóstica provisional, ya que se debe volver a valorar después
de un período de tiempo.

 DISCAPACIDAD INTELECTUAL (TRASTORNO DEL DESARROLLO INTELECTUAL) NO


ESPECIFICADA
El diagnóstico se establece cuando existe una clara presunción de retraso mental, pero la
inteligencia del sujeto no puede ser evaluada.
Esta categoría se reserva para individuos mayores de 5 años cuando la valoración del grado
de discapacidad intelectual (Trastorno del Desarrollo Intelectual) es difícil o imposible
mediante los procedimientos localmente disponibles debido a deterioros sensoriales o
físicos asociados, como la ceguera o la sordera
prelingual y la discapacidad locomotora, a la
presencia de problemas de comportamiento graves
o a la existencia concurrente de un trastorno
mental.
Esta categoría solo se utilizará en circunstancias
excepcionales y se debe volver a valorar después de
un período de tiempo.

Trastornos de la comunicación
Como otras alteraciones del neurodesarrollo, los trastornos de la comunicación comienzan
precozmente y pueden producir deficiencias funcionales durante toda la vida; incluyen las
deficiencias del lenguaje, el habla y la comunicación.

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 El habla es la producción expresiva de sonidos e incluye la articulación, la fluidez,


la voz y la calidad de resonancia de un individuo.
 El lenguaje incluye la forma, la función y el uso de un sistema convencional de
símbolos (es decir, palabras habladas, lenguaje de señas, palabras escritas,
imágenes) regido por reglas para la comunicación.
 La comunicación
es todo
comportamiento
verbal o no verbal
(sea intencional o
no intencional)
que influye en el
comportamiento, las ideas o las actitudes de otro individuo.

Las evaluaciones de las capacidades para el habla, el lenguaje o la comunicación deben


tener en cuenta el contexto cultural y lingüístico del individuo, particularmente en los
individuos que crecen en ambientes bilingües. Las medidas estandarizadas del desarrollo
del lenguaje y de la capacidad intelectual no verbal deben ser pertinentes para el grupo
cultural y lingüístico (por ejemplo, las pruebas desarrolladas y estandarizadas para un
grupo pueden no ser apropiadas para otro grupo).
Los Trastornos de la Comunicación incluyen el Trastorno del Lenguaje, el Trastorno de los
Sonidos del Habla (o fonológico), el Trastorno de la Comunicación Social (pragmático) y el
Trastorno de la Fluidez de Inicio en la Infancia (tartamudeo).
Los primeros tres trastornos se caracterizan por déficits en el desarrollo y en el uso del
lenguaje, el habla y la comunicación social, respectivamente. El Trastorno de la Fluidez de
inicio en la infancia se caracteriza por alteraciones de la fluidez normal y la producción
motora del habla, como la repetición de sonidos o sílabas, la prolongación de los sonidos
de las consonantes o las vocales, las palabras fragmentadas, los bloqueos y las palabras
producidas con exceso de tensión física.

 TRASTORNO DEL LENGUAJE


Características diagnósticas:
A. Dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus
modalidades (es decir, hablado, escrito, lenguaje de signos u otro) debido a
deficiencias de la comprensión o la producción que incluyen los siguientes:
 Vocabulario reducido (conocimiento y uso de palabras).

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 Estructura gramatical limitada (capacidad para situar las palabras y las


terminaciones de palabras juntas para formar frases basándose en reglas
gramaticales y morfológicas).
 Deterioro del discurso (capacidad para usar vocabulario y conectar frases para
explicar o describir un tema o una serie de sucesos o tener una conversación).
B. Las capacidades de lenguaje están notablemente, desde un punto de vista
cuantificable, por debajo de lo esperado para la edad, lo que produce limitaciones
funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, los logros
académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier
combinación.
C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del desarrollo.
D. Las dificultades no se pueden atribuir a un deterioro auditivo o sensorial de otro
tipo, a una disfunción motora o a otra afección médica o neurológica y no se
explica mejor por discapacidad intelectual (Trastorno del Desarrollo Intelectual) o
retraso global del desarrollo.

 TRASTORNO DE LOS SONIDOS DEL HABLA


Este trastorno se basa en los siguientes criterios diagnósticos:
A. Dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la
comprensión del habla o impide la comunicación mediante mensajes verbales.
B. La alteración causa limitaciones en la comunicación eficaz que interfiere con la
participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma
individual o en cualquier combinación.
C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de
desarrollo.
D. Las dificultades no se pueden atribuir a afecciones congénitas o adquiridas, como
parálisis cerebral, paladar hendido, hipoacusia, traumatismo cerebral u otras
afecciones médicas o neurológicas.

 TRASTORNO DE LA FLUIDEZ DE INICIO EN LA INFANCIA (TARTAMUDEO)


Este diagnóstico se desarrolla a partir de los siguientes criterios:
A. Alteraciones de la fluidez y la organización temporal normales del habla que son
inadecuadas para la edad del individuo y las habilidades de lenguaje, persisten con
el tiempo y se caracterizan por la aparición frecuente y notable de uno (o más) de
los siguientes factores:

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 Repetición de sonidos y sílabas.


 Prolongación de sonido de consonantes y de vocales.
 Palabras fragmentadas (pausas en medio de una palabra).
 Bloqueo audible o silencioso (pausas en el habla, llenas o vacías).
 Circunloquios (sustitución de palabras para evitar palabras problemáticas).
 Palabras producidas con un exceso de tensión física.
 Repetición de palabras completas monosilábicas ("Yo-Yo-Yo-Yo lo veo").
B. La alteración causa ansiedad al hablar o limitaciones en la comunicación eficaz,
la participación social, el rendimiento académico o laboral de forma individual o
en cualquier combinación.
C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de
desarrollo. (Nota: Los casos de inicio más tardío se diagnostican como 307.0
[F98.5] Trastorno de la Fluidez de Inicio en el adulto).
D. La alteración no se puede atribuir a un déficit motor o sensitivo del habla,
disfluencia asociada a un daño neurológico (ictus, tumor, traumatismo) o a otra
afección médica y no se explica mejor por otro trastorno mental.

 TRASTORNO DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL (PRAGMÁTICO)


Este diagnóstico recoge aquellos casos en los que hay dificultades en el uso del lenguaje,
similares a los asociados a los niños con trastornos del espectro autista, pero no presentan
todas las características para recibir dicho diagnóstico.
Los criterios para determinar el Trastorno de la Comunicación Social son los siguientes:
A. Dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal
que se manifiesta por todos los siguientes factores:
 Deficiencias en el uso de la comunicación para propósitos sociales, como
saludar y compartir información, de manera que sea apropiada al contexto
social.
 Deterioro de la capacidad para cambiar la comunicación de forma que se
adapte al contexto o a las necesidades del que escucha, como hablar de
forma diferente en un aula o en un parque, conversar de forma diferente con
un niño o con un adulto, y evitar el uso de un lenguaje demasiado formal.
 Dificultades para seguir las normas de conversación y narración, como
respetar el turno en la conversación, expresarse de otro modo cuando no se

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es bien comprendido y saber cuándo utilizar signos verbales y no verbales


para regular la interacción.
 Dificultades para comprender lo que no se dice explícitamente (hacer
inferencias) y significados no literales o ambiguos del lenguaje (expresiones
idiomáticas, humor, metáforas, múltiples significados que dependen del
contexto para la interpretación).
B. Las deficiencias causan limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la
participación social, las relaciones sociales, los logros académicos o el desempeño
laboral, ya sea individualmente o en combinación.
C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo, pero las
deficiencias pueden no manifestarse totalmente hasta que la necesidad de
comunicación social supera las capacidades limitadas.
D. Los síntomas no se pueden atribuir a otra afección médica o neurológica ni a la
baja capacidad en los dominios de morfología y gramática, y no se explican mejor
por un Trastorno del Espectro Autista, discapacidad intelectual (Trastorno del
Desarrollo Intelectual), retraso global del desarrollo u otro trastorno mental.

 TRASTORNO DE LA COMUNICACIÓN NO ESPECIFICADO


Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos del Trastorno de
la Comunicación que causan
malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo
social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento,
pero que no cumplen todos los
criterios del Trastorno de la
Comunicación o de ninguno de
los trastornos de la categoría
diagnóstica de los Trastornos del Neurodesarrollo.

Trastorno del Espectro Autista


Se trata de una constelación de síntomas debidos a disfunción del Sistema Nervioso
Central, con grados variables de intensidad que se traduce en un trastorno profundo de la
conducta con síntomas centrales que lo definen.

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Se caracteriza por déficits persistentes en la comunicación social y la interacción social en


múltiples contextos, incluidos los déficits de la reciprocidad social, los comportamientos
comunicativos no verbales usados para la interacción social y las habilidades para
desarrollar, mantener y entender las relaciones.
Además de los déficits de la comunicación social, el diagnóstico del Trastorno del Espectro
Autista requiere la presencia de patrones de comportamiento, intereses o actividades de
tipo restrictivo o repetitivo.
En la descripción del manual diagnóstico DSMV el Trastorno del Espectro Autista incluye
trastornos previamente llamados autismo de la primera infancia, autismo infantil, autismo
de Kanner, autismo de alto funcionamiento, autismo atípico, Trastorno Generalizado del
Desarrollo no especificado, Trastorno Desintegrativo de la Infancia y Asperger.

Las características principales del Trastorno del Espectro Autista son:


 Deterioro persistente de la comunicación social recíproca y la interacción social.
 Patrones de conducta, intereses o actividades restrictivas y repetitivas.
 Estos síntomas están presentes desde la primera infancia y limitan o impiden el
funcionamiento cotidiano.

La gravedad del trastorno se basa en deterioros de la


comunicación social y en patrones de comportamiento
restringidos y repetitivos. Esta puede variar según el
contexto y fluctuar en el tiempo.
La gravedad de las dificultades para la comunicación
social y de los comportamientos restringidos y
repetitivos se debería evaluar por separado. La
elección y la provisión de servicios de salud y
tratamientos no se realizan en base a la gravedad del
trastorno, sino considerando las características individuales de cada caso y a través de la
discusión de las prioridades y los objetivos personales.
La gravedad de cada uno de los criterios diagnósticos se cataloga de acuerdo a tres niveles
diferentes:
1. Necesita ayuda o requiere apoyo.
2. Necesita ayuda notable o requiere apoyo sustancial.
3. Necesita ayuda muy notable o requiere apoyo muy sustancial.

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Podemos decir que los criterios diagnósticos de este trastorno según el DSM V son los
siguientes:
A. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en
diversos contextos, manifestado actualmente o en el pasado, por medio de las
siguientes características:
 Las deficiencias en la reciprocidad socioemocional varían; oscilan desde un
acercamiento social anormal y fracaso de la conversación, pasando por la
disminución en intereses, emociones o afectos compartidos, hasta el fracaso
en iniciar o responder a interacciones sociales.
 Las deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la
interacción social varían. Desde una comunicación verbal y no verbal pobre y
poco integrada, pasando por anomalías del contacto visual y del lenguaje
corporal o deficiencias de la comprensión y el uso de gestos, hasta una falta
total de expresión facial y de comunicación no verbal.
 Las deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las
relaciones varían. Abarcan desde dificultades para ajustar el comportamiento
en diversos contextos sociales, pasando por dificultades para compartir
juegos imaginativos o para hacer amigos, hasta la ausencia de interés por
otras personas.
B. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades,
que se manifiestan en al menos dos de los siguientes puntos, actualmente o con
antecedentes:
 Movimientos, uso de objetos o habla estereotipados o repetitivos
(estereotipias motoras simples, alinear o girar juguetes, cambio de lugar de
los objetos, ecolalia, frases idiosincrásicas).
 Insistencia en mantener las cosas de forma
invariable, excesiva inflexibilidad de rutinas o
patrones ritualizados de comportamiento verbal
o no verbal (gran angustia frente a cambios
pequeños, dificultades con las transiciones,
patrones de pensamiento rígidos, rituales de
saludo, necesidad de tomar el mismo camino o
de comer los mismos alimentos cada día).
 Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su
intensidad o foco de interés (fuerte apego o preocupación por objetos
inusuales, intereses excesivamente circunscritos o perseverantes).

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 Hiperreactividad o hiporreactividad sensorial o interés inhabitual por los


estímulos sensoriales del entorno (indiferencia aparente al dolor y la
temperatura, respuesta adversa a ciertos sonidos o texturas específicos,
olfateo o palpación excesiva de objetos, fascinación visual por las luces o el
movimiento).
C. Los síntomas deben estar presentes en el período temprano del desarrollo,
aunque pueden no manifestarse totalmente hasta que la demanda social excede
sus capacidades limitadas, o pueden estar enmascarados por estrategias
aprendidas en fases posteriores de la vida).
D. Los síntomas causan un deterioro significativo en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento habitual.
E. Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual (Trastorno
del Desarrollo Intelectual) o por el retraso global del desarrollo. La discapacidad
intelectual y el Trastorno del Espectro Autista coexisten frecuentemente.

Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad


 TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN/HIPERACTIVIDAD
Es uno de los Trastornos del Neurodesarrollo más frecuentes de la niñez; habitualmente su
diagnóstico se realiza en la temprana infancia y a menudo dura hasta la adultez. Los niños
con TDAH manifiestan dificultades para prestar atención, controlar conductas impulsivas o
ser excesivamente activos que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo del niño ya
que tiene consecuencias en los niveles de interacción social y educacional.
 La inatención y la desorganización implican la incapacidad de seguir tareas, que
parezca que no escuchan, que pierdan los materiales escolares, que les cueste
entender las consignas, a niveles que son incompatibles con la edad que tienen.
Estas imposibilidades no se deben a un desafío o a la falta de comprensión.
 La hiperactividad-impulsividad se refiere a una actividad motora excesiva cuando
no es apropiado, movimientos nerviosos, incapacidad de permanecer sentado,
intromisión en las actividades de otras personas, locuacidad excesiva e
incapacidad para esperar que son discordantes para la edad o el nivel del
desarrollo del niño.

El TDAH a menudo persiste hasta la edad adulta. En los mayores, la hiperactividad puede
manifestarse como una inquietud extrema y un nivel de actividad que cansa a las otras
personas. La impulsividad, en cambio, se manifiesta en acciones apresuradas que se
producen en el momento, sin reflexión, y que crean un gran riesgo de dañar al individuo

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21
Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

(por ejemplo, ir corriendo hacia la calle sin mirar). También la impulsividad puede reflejar
el deseo de recompensas inmediatas o la incapacidad de retrasar la gratificación. Los
comportamientos impulsivos pueden manifestarse como una tendencia a inmiscuirse
socialmente (por ejemplo, interrumpir excesivamente a los otros) y/o a tomar decisiones
importantes sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo (por ejemplo, aceptar un
trabajo sin información adecuada).
El TDAH empieza en la infancia y varios de sus síntomas se manifiestan antes de los 12
años de edad. Las manifestaciones del trastorno se presentan en el entorno de la vida
cotidiana del niño (la casa, la escuela, el trabajo).
La confirmación de la existencia de los síntomas principales en los diferentes entornos,
normalmente no se puede realizar con precisión sin contar con informantes que hayan
observado al individuo en esos contextos (por ejemplo, padres, docentes, acompañantes
terapéuticos).
De manera característica, los síntomas varían dependiendo del contexto donde se
encuentren y los estímulos que reciba el niño.

Los signos del trastorno pueden ser mínimos o estar ausentes en los siguientes casos:
 Al recibir recompensas frecuentes por comportamientos
apropiados.
 Bajo una estrecha supervisión.
 En una situación nueva.
 Al participar de actividades
especialmente interesantes.
 Ante una estimulación externa
constante (como las pantallas
electrónicas).
 En situaciones donde interactúa
cara a cara con otra persona (como una
consulta al médico).

Podemos resumir entonces los criterios diagnósticos de la siguiente manera:


A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere
con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por desatención y/o
hiperactividad e impulsividad.

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22
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 Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante


al menos seis meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo
y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
- Con frecuencia no prestar atención suficiente a detalles o por descuido
incurrir en errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras
actividades (por ejemplo, el trabajo no se lleva a cabo con precisión, es
ineficaz).
- A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o
actividades recreativas (por ejemplo, tiene dificultad para mantener la
atención en clases o conversaciones).
- Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por
ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de
cualquier distracción aparente).
- Habitualmente se distrae fácilmente con estímulos.
- Comúnmente, no sigue instrucciones y no termina las tareas escolares, los
quehaceres u obligaciones (por ejemplo, inicia tareas pero se distrae
rápidamente y se evade con facilidad).
- Usualmente tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por
ejemplo, dificultad para gestionar tareas secuenciales, dificultad para
poner los materiales y pertenencias en orden, mala gestión del tiempo, no
cumple los plazos).
- Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por
ejemplo, materiales escolares, billetera, llaves, papeles del trabajo, lentes).
- Es común que evite, le disguste o se muestre poco entusiasta en iniciar
tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (por ejemplo, tareas
escolares o quehaceres domésticos).
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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

- Olvida las actividades frecuentes de la vida cotidiana (por ejemplo, hacer


las tareas, devolver las llamadas, etc.).

 Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han


mantenido durante, al menos, seis meses en un grado que no concuerda con
el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y
académicas/laborales:
- Juguetea o golpea frecuentemente las manos o los pies o se retuerce en el
asiento.
- Es habitual que se levante en situaciones en que se espera que
permanezca sentado (por ejemplo,
se levanta en la clase).
- Corretea o trepa habitualmente en
situaciones en las que no resulta
apropiado.
- Es incapaz de jugar o de ocuparse
tranquilamente en actividades
recreativas.
- Generalmente le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera a
ser atendido en una fila).
- Usualmente habla de modo excesivo.
- Con frecuencia está "ocupado" actuando como si lo impulsara “un motor"
(por ejemplo, es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto
durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones...).
- Suele precipitar respuestas antes de que se haya concluido una pregunta
(termina las frases de otros, no respeta el turno de conversación).
- A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros
(interviene en las conversaciones, juegos o actividades, puede empezar a
utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso).
 Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes
antes de los 12 años.
 Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en
dos o más contextos (en casa, en la escuela o en el trabajo, con los amigos o
parientes, en otras actividades).

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24
Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

 Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento


social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
 Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la
esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro
trastorno mental (por ejemplo, Trastorno del Estado de Ánimo, Trastorno de
Ansiedad, Trastorno Disociativo, Trastorno de la Personalidad, intoxicación o
abstinencia de sustancias).

La gravedad del diagnóstico se especificará teniendo en cuenta las siguientes


características:

•Pocos o ningún síntoma están presentes más que los necesarios


para el diagnóstico, y los síntomas sóolo producen deterioro
mínimo del funcionamiento social o laboral.

•Síntomas o deterioros funcionales presentes entre "leve" y


"grave".

•Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el


diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves, o los
síntomas producen deterioro notable del funcionamiento social
o laboral.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad puede presentarse junto con otros
trastornos psiquiátricos asociados. Estos trastornos son los denominados “Trastornos
Comórbidos”.
Cuando nos encontramos con un TDAH con comorbilidades:
 Se complica el diagnóstico. Si se juntan varios trastornos,
es difícil saber cuáles son los síntomas principales y cuál el
trastorno principal.
 Empeora la evolución. El abordaje se complica y las
mejoras son más difíciles de alcanzar.
 Puede disminuir la respuesta al tratamiento. Si no se tratan los otros trastornos
asociados correctamente, puede verse disminuida la respuesta al tratamiento del
TDAH.

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 OTRO TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN/HIPERACTIVIDAD ESPECIFICADO


Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos del Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad que causan malestar
clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento social, laboral o de otras áreas
importantes, pero que no cumplen todos los criterios del Trastorno por Déficit de
Atención/Hiperactividad o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los
Trastornos del Neurodesarrollo.
La categoría de Otro Trastorno por Déficit de
Atención/Hiperactividad especificado se
utiliza en situaciones en las que el clínico
opta por comunicar el motivo específico por
el que la presentación no cumple los criterios
del Trastorno por Déficit de
Atención/Hiperactividad o de algún Trastorno
del Neurodesarrollo específico. Esto se hace
registrando “Otro Trastorno por Déficit de
Atención/Hiperactividad específico” y a continuación el motivo específico (por ejemplo,
“con síntomas de inatención insuficientes”).

 TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN/HIPERACTIVIDAD NO ESPECIFICADO


Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos del Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad que causan un
malestar clínicamente significativo o un deterioro del funcionamiento social, laboral o de
otras áreas importantes, pero que no cumplen todos los criterios del Trastorno por Déficit
de Atención/Hiperactividad o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de
los Trastornos del Neurodesarrollo.
La categoría de Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad no especificado se utiliza
en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de
los criterios del trastorno, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente
información para hacer un diagnóstico más específico.

Trastorno específico del aprendizaje


Este trastorno, como sugiere su nombre, se diagnostica cuando hay déficits específicos en
la capacidad del individuo para percibir o procesar información eficientemente y con
precisión. El trastorno se manifiesta durante los años escolares y se caracteriza por
dificultades persistentes que impiden el aprendizaje de las aptitudes académicas básicas
de lectura, escritura y matemáticas. El rendimiento del individuo en las habilidades

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académicas afectadas está por debajo de la media de su edad o se alcanzan los niveles
aceptables de rendimiento solamente con un esfuerzo extraordinario. En todos los casos
este trastorno puede producir deficiencias durante toda la vida en las actividades que
dependen de habilidades y conocimientos, incluido el rendimiento ocupacional.
El Trastorno Específico del Aprendizaje es de origen biológico, lo cual es la base de las
anormalidades a nivel cognitivo y están asociadas a los signos conductuales del trastorno.
El origen biológico incluye una interacción de factores genéticos, epigenéticos y
ambientales que afectan a la capacidad del cerebro para percibir o procesar información,
verbal o no verbal, de modo eficiente y con precisión.
Los criterios descriptos en el DSM V para el diagnóstico de dicho trastorno son:
A. Dificultad en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas,
evidenciado por la presencia de al menos uno de los siguientes síntomas que han
persistido por lo menos durante seis meses, a pesar de intervenciones dirigidas a
estas dificultades:
 Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (lee palabras sueltas en
voz alta incorrectamente o con lentitud y vacilación, con frecuencia adivina
palabras, dificultad para expresar bien las palabras).
 Dificultad para comprender el significado de lo que lee (puede leer un texto
con precisión pero no comprende la oración, las relaciones, las inferencias o
el sentido profundo de lo que lee).
 Presenta errores en la ortografía (puede añadir, omitir o sustituir vocales o
consonantes).
 Problemas con la expresión escrita (comete múltiples errores gramaticales o
de puntuación en una oración, organiza mal el párrafo, la expresión escrita de
ideas no es clara).

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

 Tiene dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el


cálculo (comprende mal los números, su magnitud y sus relaciones, cuenta
con los dedos para sumar números de un solo dígito en lugar de recordar la
operación matemática como hacen sus iguales, se pierde en el cálculo
aritmético y puede intercambiar los procedimientos).
 Presenta inconvenientes con el razonamiento matemático (tiene gran
dificultad para aplicar los conceptos, hechos u operaciones matemáticas para
resolver problemas cuantitativos).
B. Las aptitudes académicas afectadas están sustancialmente y en grado
cuantificable por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo e
interfieren significativamente con el rendimiento académico o laboral, o con
actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas)
estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral. En
individuos de 17 y más años, la historia documentada de las dificultades del
aprendizaje se puede sustituir por la evaluación estandarizada.
C. Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar, pero pueden no
manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes académicas
afectadas superan las capacidades limitadas del individuo (en exámenes
cronometrados, la lectura o escritura de informes complejos y largos para una
fecha límite inaplazable, tareas académicas excesivamente pesadas).
D. Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades
intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos
mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el lenguaje
de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Áreas académicas y subaptitudes alteradas:

CON DIFICULTAD
CON DIFICULTADES CON DIFICULTAD
EN LA EXPRESIÓN
EN LA LECTURA EN MATEMÁTICA
ESCRITA

EVALUAR DISLEXIA EVALUAR EVALUAR DISCALCULIA

Problemas de
Precisión en Dificultad con Corrección Sentido de procesamiento de
la lectura reconocimiento ortográfica los números la información
de palabras de palabras en numérica
forma precisa
o fluida
Dificultad para
Velocidad o Corrección Memorización
el aprendizaje
fluidez de gramatical y de de operaciones
Deletrear de operaciones
la lectura la puntuación aritméticas
mal y poca aritméticas
capacidad
ortográfica
Inconvenientes
Claridad u
Comprensión Cálculo correcto para realizar
organización de la
de la lectura o fluido cálculo correcto
expresión escrita
o fluido

Razonamiento
matemático
correcto

Para especificar la gravedad se lo evalúa de la siguiente manera:

Algunas dificultades con Dificultades notables con Dificultades graves en las


las aptitudes de las aptitudes de aptitudes de aprendizaje
aprendizaje en una o dos aprendizaje en una o más que afectan varias áreas
áreas académicas, pero áreas académicas, de académicas, de manera
suficientemente leves manera que el individuo que el individuo tiene
para que el individuo tiene pocas pocas probabilidades de
pueda compensarlas o probabilidades de llegar a aprender esas aptitudes
funcionar bien cuando ser competente sin sin enseñanza constante e
recibe una adaptación algunos períodos de intensiva individualizada y
adecuada o servicios de enseñanza intensiva y especializada durante la
ayuda, especialmente especializada durante la mayor parte de los años
durante la edad escolar. edad escolar. Se puede escolares. Incluso con
necesitar alguna diversos métodos de
adaptación o servicios de adaptación y servicios
ayuda al menos durante adecuados en casa, en la
una parte del horario en la escuela o en el lugar de
escuela, en el lugar de trabajo, el individuo
trabajo o en casa para puede no ser capaz de
realizar las actividades de realizar con eficacia todas
forma correcta y eficaz. las actividades

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Trastornos motores
Los Trastornos Motores del Neurodesarrollo, según el Manual Diagnóstico y Estadístico
DSM V incluyen:
1. Trastorno del Desarrollo de la Coordinación
2. Trastorno de Movimientos Estereotipados
3. Trastornos de Tics

1. El trastorno del Desarrollo de la Coordinación se caracteriza por déficits en la adquisición


y ejecución de las habilidades motoras coordinadas, y se manifiesta con una torpeza y
lentitud o inexactitud en la ejecución de las habilidades motoras que interfiere con las
actividades de la vida cotidiana.
2. El Trastorno de Movimientos Estereotipados se diagnostica cuando el individuo tiene
comportamientos motores repetitivos, aparentemente guiados y sin objetivo, como agitar
las manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza, morderse
o darse golpes. Los movimientos interfieren con las
actividades sociales, académicas u otras. Si los
comportamientos causan autolesiones, esto se debería
especificar como parte de la descripción diagnóstica.
3. Los Trastornos de Tics se caracterizan por la presencia de
tics motores o vocales, que son movimientos o
vocalizaciones súbitas, rápidas, recurrentes, no rítmicas y
estereotipadas.

 TRASTORNO DEL DESARROLLO DE LA COORDINACIÓN


El diagnóstico de este trastorno se hace mediante la síntesis clínica, la exploración física,
los informes académicos o laborales y la evaluación individual mediante pruebas
normalizadas psicométricamente válidas y culturalmente apropiadas.
Los criterios diagnósticos que se utilizan para este caso son:
A. La adquisición y ejecución de habilidades motoras coordinadas está
sustancialmente por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo
y la oportunidad de aprendizaje y el uso de las aptitudes. Las dificultades se
manifiestan como torpeza (por ejemplo, dejar caer o chocar con objetos), así
como lentitud e imprecisión en la realización de habilidades motoras (por
ejemplo, tomar un objeto, utilizar las tijeras o los cubiertos, escribir a mano, andar
en bicicleta o participar en deportes).

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

B. El déficit de actividades motoras del criterio anterior interfiere de forma


significativa y persistente con las actividades de la vida cotidiana apropiadas para
la edad cronológica (por ejemplo, el cuidado y mantenimiento de uno mismo) y
afecta a la productividad académica/escolar, las actividades prevocacionales y
vocacionales, el ocio y el juego.
C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo.
D. Las deficiencias de las habilidades motoras no se explican mejor por la
discapacidad intelectual (Trastorno del Desarrollo Intelectual) o deterioros
visuales, y no se pueden atribuir a una afección neurológica que altera el
movimiento (parálisis cerebral, distrofia muscular, trastorno degenerativo).

 TRASTORNO DE MOVIMIENTOS ESTEREOTIPADOS


Los criterios diagnósticos para este trastorno son:
A. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin objetivo (por
ejemplo, sacudir o agitar las manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza,
morderse, golpearse el propio cuerpo).
B. El comportamiento motor repetitivo interfiere en las actividades sociales,
académicas u otras y puede dar lugar a la autolesión.
C. Comienza en las primeras fases del período de desarrollo.
D. El comportamiento motor repetitivo no se puede atribuir a los efectos fisiológicos
de una sustancia o una afección neurológica y no se explica mejor por otro
Trastorno del Neurodesarrollo o mental (por ejemplo, tricotilomanía [trastorno de
arrancarse el cabello], Trastorno Obsesivo-Compulsivo).

El Trastorno de Movimientos Estereotipados puede producirse como un diagnóstico


primario o secundario a otro
trastorno (comorbilidad). Puede estar
asociado a una afección médica o
genética, a un Trastorno del
Neurodesarrollo o a un factor
ambiental conocidos (por ejemplo,
síndrome de Lesch-Nyhan, Trastorno
del Desarrollo Intelectual, exposición
intrauterina al alcohol).

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31
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 TRASTORNOS DE TICS
Tal como lo define el DSM V, los tics son movimientos o
vocalizaciones súbitas, rápidas, recurrentes y no rítmicas.
Una persona puede tener varios tics a lo largo del
tiempo. Aunque los tics pueden involucrar casi cualquier
grupo de músculos o vocalización, ciertos tics, como
parpadear los ojos o carraspear, son frecuentes en todas
las poblaciones de pacientes.
Los tics generalmente se experimentan como involuntarios, pero se pueden suprimir
voluntariamente durante diferentes períodos de tiempo.
Los tics pueden ser simples o complejos.
 Los tics motores simples son de duración corta (es decir, milisegundos) y pueden
incluir el parpadeo de los ojos, encogimiento de hombros y la extensión de las
extremidades. Los tics vocales simples consisten en carraspear, olfatear y gruñir,
muchas veces por la contracción del diafragma o de los músculos de la orofaringe.
 Los tics motores complejos tienen una duración más larga (es decir, segundos) y
muchas veces consisten en combinaciones de tics simples, como girar la cabeza y
encoger los hombros simultáneamente. Los tics complejos pueden parecer
intencionados, como los gestos sexuales u obscenos (copropraxia), o las
imitaciones de los movimientos de otro (ecopraxia). Además, los tics vocales
complejos consisten en repetir los sonidos o palabras de uno mismo (palilalia),
repetir la última palabra o frase que se haya escuchado (ecolalia) o decir palabras
socialmente inaceptables, como obscenidades o insultos étnicos, raciales o
religiosos (coprolalia). Es importante señalar que la coprolalia es algo que se
expresa como un ladrido o un gruñido abrupto, y que carece de la prosodia del
habla inapropiada similar que se observa en las interacciones humanas.

Los Trastornos de Tics se diferencian por el tipo de tic que está presente (motor o vocal, o
una combinación de ambos) y por la duración de los síntomas.
1. Las personas con síndrome de Tourette presentan ambos tipos de tics, motores y
vocales, y han tenido los síntomas durante al menos 1 año.
2. Las personas con Trastorno de Tic persistente motor o vocal tienen tics motores o
vocales, y han padecido los síntomas durante al menos 1 año.
3. Las personas con Trastorno de Tic transitorio pueden tener tics motores o vocales,
o ambos, pero han presentado los síntomas durante menos de 1 año.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

1. Trastorno de la Tourette
A. En algún momento a lo largo de la enfermedad ha habido tics motores múltiples y
uno o más tics vocales, aunque no necesariamente de manera simultánea.
B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia, pero persisten
durante más de un año desde la aparición del primer tic.
C. El inicio es anterior a los 18 años.
D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (puede
ser cocaína) o a otra afección médica (por ejemplo, enfermedad de Huntington,
encefalitis posvírica).

2. Trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico)


A. Los tics motores o vocales han estado presentes durante la enfermedad, pero no
ambos a la vez.
B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia, pero persisten
durante más de un año desde la aparición del primer tic.
C. Comienza antes de los 18 años.
D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej.,
cocaína) o a otra afección médica (por ejemplo, enfermedad de Huntington,
encefalitis posvírica).
E. Nunca se han cumplido los criterios de síndrome de Tourette.

3. Trastorno de tics transitorio


A. Tics motores y/o vocales únicos o múltiples.
B. Los tics han estado presentes durante menos de un año desde la aparición del
primer tic.
C. Comienza antes de los 18 años.
D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (puede
ser cocaína) o a otra afección médica (por ejemplo, enfermedad de Huntington,
encefalitis posvírica).
E. Nunca se han cumplido los criterios de síndrome de Tourette o de Trastorno de
Tics motores o vocales persistente (crónico).

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33
Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Otros trastornos del neurodesarrollo a considerar en la infancia


Los Trastornos el Neurodesarrollo tienen origen en la infancia y en su mayoría, persisten
por el resto de la vida de las personas. Sin embargo, no son los únicos diagnósticos con los
que nos vamos a encontrar al trabajar con los niños.
En el DSM V se describen los Trastornos
Disruptivos, del Control de los Impulsos y de
la Conducta como aquellos trastornos que
incluyen afecciones que se manifiestan con
problemas en el autocontrol del
comportamiento y las emociones. Estas
dificultades se traducen en conductas que
violan los derechos de los demás o llevan al
individuo a conflictos importantes frente a las normas de la sociedad o las figuras de
autoridad.
Dentro de este apartado encontramos trastornos tales como:
1. Trastorno Negativista Desafiante
Se presenta mediante un patrón de enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o
vengativa. Se exterioriza durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea
un hermano.

2. Trastorno Explosivo Intermitente


Se caracteriza por la presencia de un patrón aleatorio de reactividad conductual agresiva y
desproporcionada sin un motivo ni objetivo concreto, ocasionando alteraciones o
perjuicios graves en el entorno físico, social y hasta en el propio individuo.

3. Trastorno de Conducta
Se manifiesta a través de un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que
no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la
edad.

4. Trastorno de la Personalidad Antisocial


La persona que presenta una personalidad antisocial manifiesta un patrón general de
desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15
años.
Entre los compartimientos recurrentes encontramos: fracaso para adaptarse a las normas
sociales en lo que respecta al comportamiento legal, irritabilidad y agresividad, indicados

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

por peleas físicas repetidas o agresiones; falta de remordimientos, como lo indica la


indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros;
despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás, irresponsabilidad
persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de
hacerse cargo de obligaciones económicas, impulsividad o incapacidad para planificar el
futuro, etc.

5. Piromanía
Se caracteriza por la reiteración de actos o intentos de prender fuego a las propiedades u
otros objetos, sin motivo aparente junto con una insistencia constante sobre temas
relacionados con el fuego y la combustión.

6. Cleptomanía
Es un trastorno psicológico por el cual la persona denominada “cleptómana” o
“cleptomaníaca” tiene una conducta repetitiva de apropiarse de aquello que le es ajeno.
Hay que distinguirlo de la actividad del ladrón esporádico o habitual, cuyo objetivo es el
enriquecimiento ilícito buscando un beneficio personal. En cambio, en la cleptomanía el
momento del robo se convierte en sí mismo en la finalidad del acto, no persiguiendo un
enriquecimiento personal ni el perjuicio de la persona a quien roba.

7. Otro Trastorno Disruptivo, del Control de los Impulsos y de la Conducta Especificado y


no especificado
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan síntomas característicos
que causan un malestar clínicamente significativo o deterioro en las aéreas social, laboral o
de otro tipos importantes para el individuo, pero que no cumplen todos los criterios de
ninguno de los trastornos de la categoría diagnostica de Trastorno Disruptivo, del Control
de los Impulsos y de la Conducta.

Los trastornos de este capítulo


tienden a iniciarse en la
infancia o en la adolescencia.
De hecho, es muy raro que el
Trastorno de Conducta y el
Trastorno Negativista
desafiante se inicien en la
edad adulta.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Hay una relación evolutiva entre el Trastorno Negativista desafiante y el Trastorno de


Conducta, en gran parte de los casos el primero precede al segundo en el tiempo. Sin
embargo, la mayoría de los niños con Trastorno Negativista desafiante no acaba
desarrollando un trastorno de conducta. Además, los niños con Trastorno Negativista
desafiante tienen riesgo de presentar finalmente otro tipo de problemas, incluido un
Trastorno Depresivo o de Ansiedad.
Muchos de los síntomas que definen los Trastornos Disruptivos, del Control de los Impulsos
y de la Conducta son comportamientos que pueden suceder hasta cierto grado en
personas con desarrollo normal, es decir, es esperable que en algunas etapas de la
evolución del niño y el adolescente es esperable que se manifiesten. Por lo tanto, para
realizar un correcto diagnóstico, es fundamental que se tengan en cuenta la frecuencia con
la que se presentan las manifestaciones, la persistencia, el grado de generalización de las
situaciones y el deterioro asociado a estos comportamientos. Siempre considerando que
sea normal para la persona según la edad que tenga, su género y cultura.
Por otra parte, en muchas oportunidades se presentan de forma comórbida, es decir,
asociada al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en sus formas
impulsivas-hiperactivas, cuando existen factores desencadenantes biológicos y/o
ambientales (entorno) como consumo de sustancias, entornos desestructurados,
experiencias de bulliyng, problemas socio-afectivos o antecedentes familiares. Estas
situaciones pueden actuar de catalizadores para la presencia de este tipo de patologías,
especialmente en la etapa de la adolescencia.

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36
Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

UNIDAD 3

CLÍNICA DE LA NIÑEZ

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37
Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

INTRODUCCIÓN

El AT en la niñez ofrece una intervención individualizada e interdisciplinaria que se


desarrolla en el entorno natural en que se desenvuelve el niño: en el medio familiar,
social, educativo del niño, instituciones de salud, etc. Esto incluye su domicilio, espacios
de ocio, clubes, parques y plazas, vía pública, etc.).
Es importante aclarar que el AT no tiene como función vigilar ni controlar de manera
coercitiva y menos aún punitiva, al niño a su cuidado. El mismo es concebido como un
sujeto y la función del AT está apoyada en esta posición ética.
Algunas de sus funciones más destacadas son:
 Propiciar la emergencia de la subjetividad.
 Promover el desarrollo del lazo social, trabajar sobre los puntos de dificultad,
haciendo hincapié en los recursos (capacidades) presentes y orientar al
familiar/maestro/pares en el vínculo con el niño.
 Facilitar los vínculos familiares y sociales estableciendo criterios de alarma ante
situación de riesgo.
 Acompañar al niño en el marco de una estrategia terapéutica que posibilite la
disminución del sufrimiento psíquico y la restitución del lazo social.

NIVELES DE ACTUACIÓN

El AT ofrece grandes posibilidades a niños con diferentes trastornos que muestran


una conducta desafiante o agresiva, que frecuentemente suelen aparecer bajo distintos
diagnósticos como los que se mencionaron anteriormente.
Las limitaciones más comunes son:
 Trastorno de conducta.
 Hiperactividad (TDAH).
 Problemas de adaptación a las normas.
 Conducta disruptiva.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

 Dificultades escolares.
 Dificultades relacionales con sus iguales y otros.

Respecto a la intervención en problemas vinculares, que a veces están presentes en los


procesos de adopción, es especialmente sensible el acompañamiento terapéutico,
facilitando la expresión de afectos y la comunicación.

A nivel familiar: El AT funciona como un mediador, interviniendo en la dinámica familiar,


favoreciendo una mejor relación entre sus miembros. Facilita la comprensión del problema
psicológico y conductual del niño, así como la convivencia.
Además, la presencia del AT en el domicilio sirve de apoyo a los padres y aporta
herramientas para facilitar su labor.

A nivel social: El vínculo que se establece con el AT supone una forma de relacionarse e
interactuar diferente, trabajando aspectos fundamentales que influyen en
las relaciones con los demás y su entorno social.

A nivel psicológico: Ofrece contención para afrontar los momentos de angustia o crisis.
Ayuda a interiorizar las normas y a favorecer el autocontrol. Centra la atención en el
potencial del niño, canalizando sus inquietudes y ayudando a estructurar su personalidad.

A nivel de internación: Acompañar, estimular y asistir al niño que se encuentren


hospitalizados ofreciendo un vínculo adulto, afectivo y contenedor que posibilite la
disminución de su situación de vulnerabilidad y el ejercicio pleno de sus derechos.
Implementar intervenciones en red tendientes a evitar la institucionalización y definición
de estrategias de fortalecimiento de los vínculos familiares.

A nivel global: Trabaja para unificar las distintas áreas en las que el niño se desarrolla,
favoreciendo la conciencia “de sí mismo” y las consecuencias de sus actos. Promueve la
consolidación de una red profesional de apoyo y la continuidad del tratamiento psicológico
o farmacológico.

A nivel escolar: Posibilitar una educación inclusiva y con atención a la diversidad. El AT


piensa la escuela como un espacio que no solo
ofrece igualdad de oportunidades, sino
oportunidades equivalentes, en términos de
equidad. La propuesta consiste en pensar en
una escuela contextualizada, que respete y se

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

nutra de las diferencias, las singularidades y el entorno, promoviendo el proceso de


integración escolar de los niños con diferentes trastornos.
Como estudiamos, los alumnos con discapacidad que necesitan recibir una atención
educativa diferenciada y particular en la escuela son muchos y muy variados.
Los maestros y las instituciones educativas deben favorecer la sensibilización del resto de
los alumnos hacia aquellos que presentan características diferentes.
Las metas educativas deben apuntar a:
 Aprender maneras socialmente válidas de expresar las emociones y comportarse.
 Incrementar sus habilidades sociales para desarrollar amistades.
 Mejorar el rendimiento académico y sus posibilidades futuras.

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UNIDAD 3

ENFERMEDADES CONGÉNITAS Y
OTRAS AFECCIONES MÉDICAS

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ANOMALÍAS CONGÉNITAS

Las anomalías congénitas son, en muchos países, causas importantes de mortalidad


infantil, enfermedad crónica y discapacidad. Las anomalías congénitas se denominan
también “defectos de nacimiento”, “trastornos congénitos” o “malformaciones
congénitas”.
Una enfermedad o trastorno genético es una afección patológica
que se manifiesta desde el nacimiento y es causada por una
alteración del genoma que provoca la síntesis de proteínas
defectuosas.
Estas enfermedades pueden ser hereditarias o no, si el gen
alterado está presente en las células germinales (óvulos y
espermatozoides) será heredada la anomalía, por el contrario, si solo afecta a las células
somáticas, no será hereditaria.
Los trastornos congénitos graves más frecuentes son las malformaciones cardíacas, los
defectos del tubo neural y el síndrome de Down.
Los adelantos de los análisis perinatales y los nuevos estudios de diagnóstico (por ejemplo,
amniocentesis, biopsia de vellosidades coriónicas, etc.) han permitido detectar
precozmente causas cromosómicas y genéticas relacionadas con este tipo de
enfermedades de origen genético.

Tipos de anomalías congénitas


Existen diferentes tipos de anomalías de origen genético y se manifiestan de la siguiente
manera:
 Anomalía congénita estructural: Involucran alteraciones morfológicas. Algunos
ejemplos de este tipo de anomalía son hidrocefalia, espina bífida, displasia
congénita de cadera. Las anomalías cardíacas son las anomalías congénitas
estructurales más frecuentes.
 Anomalía congénita metabólica: Esta anomalía genera enfermedades raras que
padecen la minoría de las personas y que, de ser detectadas a tiempo, pueden ser
tratadas y llevar una vida normal. Esta anomalía genera el bloqueo del proceso
metabólico (es decir, impide que el organismo descomponga adecuadamente los
alimentos para generar energía) alterando la función normal de algunas células y
órganos.

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Algunos ejemplos son la enfermedad de Tay-Sachs, una enfermedad mortal que


afecta al Sistema Nervioso Central, y la fenilcetonuria (PKU), que afecta a la forma
en que el organismo procesa las proteínas.

Causas de los trastornos congénitos


Si bien no es posible asignar una causa específica a cerca de un 50% de las anomalías
congénitas, se han identificado algunas de sus causas o factores de riesgo.
Las anomalías congénitas pueden tener un origen infeccioso, ambiental, genético o una
combinación de estos factores.
 Infecciones: Las infecciones maternas, como sífilis, toxoplasmosis, varicela o
rubéola, son una causa importante de anomalías congénitas. Afortunadamente,
existen vacunas contra la mayoría de estas enfermedades.
 Factores ambientales: En este caso, la exposición de la madre embarazada a
determinados productos químicos, a ciertos medicamentos, al alcohol, el tabaco,
los medicamentos psicoactivos y la radiación, pueden aumentar el riesgo de que
el bebé sufra anomalías congénitas. Por otra parte, el estado nutricional de la
madre es fundamental para el correcto desarrollo del feto, las carencias de yodo y
folato, el sobrepeso y enfermedades como la diabetes están relacionadas con
algunas anomalías congénitas.
 Factores genéticos: Cada una de las células del cuerpo tiene cromosomas que
contienen genes que determinan las características únicas de cada persona. Los
genes están constituidos por secuencias de ADN que codifican proteínas y que se
pasan de padres a hijos. Las proteínas son las moléculas que utiliza el cuerpo
humano para realizar las funciones que están codificadas en el genoma y están
formadas por una sucesión de aminoácidos unidos entre sí.
Durante la concepción, un niño hereda uno de cada par de cromosomas de cada
uno de sus progenitores. Un error durante este proceso puede hacer que el bebé
nazca con muy pocos o con demasiados cromosomas, o con un cromosoma
dañado (mutación). Si la copia que reciben de cada padre tiene una mutación en
el mismo gen, el hijo sufrirá una enfermedad al no poder sintetizar las proteínas
correctas. En el caso de que reciba un gen con la mutación de uno de los padres y
un gen normal del otro, el hijo será portador (al igual que sus progenitores), pero
no desarrollará la enfermedad.

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Es posible prevenir algunas anomalías congénitas; por ejemplo, hay medidas de prevención
fundamentales como la vacunación, la ingesta suficiente de ácido fólico y yodo mediante el
enriquecimiento de alimentos básicos o el suministro de complementos, así como los
cuidados prenatales adecuados.
A continuación se abordarán las siguientes enfermedades congénitas:
 Síndrome de Prader-Willi
 Síndrome de Down
 Síndrome de Angelman

SÍNDROME DE PRADER-WILLI

Este síndrome es causado por la carencia de un gen en el cromosoma 15.


La mayoría de las personas con este síndrome
carecen del material genético en parte del
cromosoma del padre. El resto de las personas
con frecuencia tiene dos copias del cromosoma
15 de la madre.
Las personas que tienen este síndrome por lo
general no tienen antecedentes familiares de la
afección.

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Síntomas
Los signos del síndrome de Prader-Willi pueden notarse al nacer por los siguientes signos:
 Los recién nacidos suelen ser pequeños y flácidos.
 Los recién nacidos varones pueden tener criptorquidia.
 Problemas para comer durante la lactancia llevan a un aumento de peso
deficiente.
 Ojos en forma de almendra.
 Desarrollo motor retardado.
 Cráneo bifrontal estrecho.
 Baja estatura.
 Desarrollo mental lento.
 Manos y pies muy pequeños en
comparación con el cuerpo del niño.
 Aumento rápido de peso.

Este síndrome altera el funcionamiento del hipotálamo,


una sección del diencéfalo cuyas funciones incluyen, entre
otras, el control del apetito lo que provoca que carezcan de
sensación de saciedad y una obesidad mórbida.

Aspectos psicológicos
En general, las personas que padecen este síndrome suelen sufrir alguna limitación
cognitiva. Aunque existen grandes diferencias interindividuales, el coeficiente
intelectual medio es 70.
A nivel cognitivo, estas personas normalmente tienen buena
memoria a largo plazo, buena organización perceptiva,
habilidad para reconocer relaciones espaciales, buena
comprensión lectora y un buen vocabulario. Sin embargo,
suelen presentar: falta de procesamiento secuencial de la
información, dificultades en la aritmética, pobre memoria a
corto plazo, dificultades en la atención, concentración y
habilidades motoras finas relacionadas con el tono y la fuerza.

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A nivel conductual, los niños pequeños suelen ser alegres, afectuosos y cooperadores
hasta que sobre los 6 u 8 años se vuelven más rígidos, irritables y emocionalmente más
inseguros. Luego presentan conductas tales como impaciencia, ataques de ira,
distracciones, problemas de comunicación e impulsividad. Suelen ser manipuladores,
mentirosos, caprichosos, egocéntricos; con frecuencia muestran conductas autolesivas y
tienen pocas habilidades interpersonales.

Escolarización
Para los alumnos con este síndrome es muy importante la atención temprana, ya que
tienen muy buena capacidad de aprendizaje y cuanto antes comience la intervención
educativa, mejor será su desarrollo y calidad de vida futura. Además, se recomienda la
escolarización en un centro ordinario, para favorecer así su integración social.
Los profesionales educativos deben estar advertidos de las necesidades que presentan
estos alumnos, y los compañeros deben ser conscientes de algunos aspectos para seguir
ciertas estrategias que favorezcan la autoestima e incentiven las relaciones sociales.

Pruebas y exámenes de diagnóstico


A medida que el niño crece, los exámenes de laboratorio pueden mostrar signos de
obesidad mórbida, y otras dificultades asociadas:
 Tolerancia anormal a la glucosa.
 Nivel de hormona insulina en la sangre por encima de lo normal.
 Disminución del nivel de oxígeno en la sangre.
 Respuesta insuficiente al factor de liberación de hormona luteinizante.
 Signos de insuficiencia cardíaca derecha.
 Problemas de rodilla y cadera.

Se disponen de pruebas genéticas y moleculares para evaluar a los niños:


 Identificación de mutaciones (FISH, PCR cuantitativa, estudios marcadores
microsatélites).
 Análisis de metilación por PCR: Técnica por la cual si el patrón de metilación
hallado corresponde únicamente al materno, se confirma el diagnóstico, que
puede ser de PWS asociado a deleciones, disomía uniparental o defectos en
impronta.

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Tratamiento
Al tratarse de un cuadro complejo, están implicadas diferentes especialidades médicas,
incluyendo genetista, endocrinólogo, neurólogo, neumólogo, oftalmólogo, dermatólogo,
traumatólogo, odontólogo y otras especialidades.
La obesidad representa la mayor amenaza para la salud. La reducción de las calorías
controlará la obesidad, pero la familia, los vecinos y las autoridades escolares deben
trabajar juntos, ya que el niño no puede controlarse e intentará obtener alimento.
Asimismo, el ejercicio puede incrementar la masa corporal magra.
La hormona del crecimiento está aprobada para el tratamiento del síndrome de Prader-
Willi. Esta hormona proporciona ayuda para:
 Mejorar la fortaleza física y la agilidad
 Mejorar la estatura y la distribución del peso.
 Incrementar la masa muscular magra y disminuir la grasa corporal.
 Incrementar la densidad mineral ósea.

Expectativas (pronóstico)
El niño necesita recibir una educación adecuada para su nivel de CI. Además, terapia de
lenguaje, terapia ocupacional y fisioterapia lo más pronto posible.
Posibles complicaciones
 Diabetes tipo 2.
 Insuficiencia cardíaca derecha.
 Problemas óseos (ortopédicos).

SÍNDROME DE DOWN

Es una condición dada en personas que nacen con


una copia adicional del cromosoma 21. Las
personas con este síndrome pueden tener
problemas físicos así como también
discapacidades mentales. Cada persona es
diferente.
Las personas con este síndrome también pueden
tener otros problemas de salud (como problemas

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

del corazón, demencia problemas en los oídos, los intestinos, los ojos, la tiroides y el
esqueleto).
Las posibilidades de tener un bebé con síndrome de Down aumentan con la edad de la
madre.
La atención temprana de los niños puede ayudarlos mejorar ciertas habilidades. Esta
atención puede incluir terapia del lenguaje, física, ocupacional y/o educacional. Con apoyo
y atención, muchas personas con síndrome de Down pueden llevar vidas felices y
productivas.

Signos físicos
 Disminución del tono muscular o poco tono muscular.
 Cuello corto, con exceso de piel en la nuca.
 Perfil facial y nariz aplanados.
 Cabeza, orejas y boca pequeñas.
 Ojos rasgados y hacia arriba, en general con un pliegue de piel que sale del
párpado superior y cubre el ángulo interno del ojo.
 Manchas blancas en la parte coloreada del ojo (llamadas manchas de Brushfield).
 Manos cortas y anchas con dedos cortos.
 Una línea única y profunda que cruza la palma de la mano.
 Un espacio más grande entre el primer y segundo dedo del pie.

El desarrollo físico de los niños con síndrome de Down suele ser lento. Por ejemplo, debido
a la disminución del tono muscular, un niño con síndrome de Down puede tardar más en
aprender a girar sobre sí mismo, sentarse, ponerse de pie y caminar. Sin embargo, aunque
a los niños con síndrome de Down les lleve más tiempo que a los otros niños alcanzar los
hitos del desarrollo, tarde o temprano alcanzarán muchos de ellos.

Aspectos psicológicos
Los trastornos del razonamiento y el aprendizaje son comunes en las personas con
síndrome de Down y suelen ir de leves a moderados (rara vez, el síndrome de Down se
asocia con un retraso cognitivo grave).
La mayoría de los niños con síndrome de Down desarrolla las habilidades de comunicación
necesarias, aunque puede llevarles más tiempo que a los otros niños.

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Otros problemas cognitivos y de comportamiento suelen ser:


 Períodos de atención cortos.
 Dificultad para tomar decisiones razonables.
 Comportamiento impulsivo.
 Aprendizaje lento.
 Retraso en el desarrollo del lenguaje y el habla.

Tratamiento
Un niño con síndrome de Down debe la atención de un equipo de profesionales de la
salud: médicos, educadores especiales, terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales,
fisioterapeutas y trabajadores sociales.
 Medicamentos y suplementos.
 Fisioterapia y actividad física regular.
 Intervención temprana y terapia educativa.
 Terapias de tratamiento (del habla y el lenguaje, ocupacional, emocional y
conductual).
 Dispositivos de asistencia. Son materiales, equipos, herramientas o tecnología que
potencie el aprendizaje o facilite la realización de tareas (dispositivos de
amplificación para problemas auditivos, los lápices especiales que facilitan la
escritura, las computadoras con pantalla táctil, los teclados con letras grandes,
etc.).

La intervención temprana y la terapia educativa se


refieren a una gama de programas y recursos
especializados dirigidos a niños muy pequeños con
síndrome de Down y sus familias, los cuales están a
cargo de profesionales. Una intervención temprana
mejora los resultados de los niños con síndrome de
Down; comienza poco después del nacimiento y suele
continuar hasta que el niño cumple 3 años.
A partir de esa edad, la mayoría de los niños reciben intervenciones y tratamiento a través
de las escuelas o de profesionales que trabajan de manera interdisciplinaria: educadores
especiales, terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, trabajadores
sociales, acompañantes terapéuticos.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Expectativas (pronóstico)
Las personas con síndrome de Down tienen un riesgo mayor de desarrollar otras
enfermedades, entre ellas trastornos del espectro del autismo, problemas hormonales y
glandulares, pérdida de audición, problemas de visión y anomalías cardíacas.
En los primeros años, son particularmente útiles las intervenciones constantes para
estimular el lenguaje expresivo y el desarrollo del habla.

SÍNDROME DE ANGELMAN

Es una enfermedad genética que causa problemas con la forma como se desarrollan el
cerebro y el cuerpo de un niño.
Está presente desde el nacimiento, sin embargo, a menudo no se diagnostica hasta los 6 a
12 meses de edad. Esto por lo general es cuando se notan por primera vez los problemas
del desarrollo.
El síndrome de Angelman
ocurre generalmente cuando
el gen UBE3 del cromosoma
15 transmitido por la madre
no funciona como debería. En
algunos casos, este síndrome
es causado cuando dos copias
del gen UBE3A provienen del
padre y ninguna de la madre.
Esto significa que ninguno de
los dos genes está activo,
porque ambos provienen del
padre.

Síntomas
En los recién nacidos y lactantes:
 Pérdida del tono muscular (flacidez).
 Problemas de alimentación.
 Acidez gástrica (reflujo por acidez).
 Movimientos temblorosos de brazos y piernas.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

En niños pequeños y niños mayores:


 Marcha espasmódica o inestable.
 Ausencia del lenguaje.
 Masticación y movimientos inusuales con la boca.
 Discapacidad intelectual grave.
 Movimiento excesivo de las manos y extremidades.
 Cabello, piel y color de los ojos claro en comparación con el resto de la familia.
 Cabeza de tamaño pequeño, con la parte posterior aplanada.
 Interposición lingual, babeo.
 Convulsiones.
 Personalidad feliz y excitable. Risa frecuente.
 Problemas para dormir.
 Ojos bizcos.
 Marcha espasmódica (caminan con los brazos levantados).

Pruebas y exámenes de diagnóstico


Las pruebas genéticas pueden diagnosticar el síndrome de Angelman. Estas pruebas
buscan:
 Identificar partes de cromosomas faltantes.
 Prueba de ADN para ver si las copias del gen de ambos padres están en un estado
activo o inactivo.
 Mutación genética en la copia del gen de la madre.
 Resonancia magnética del cerebro.
 Electroencefalograma.

Tratamiento
No existe cura para el síndrome de Angelman. Los tratamientos existentes ayudan a
manejar los problemas de salud y del desarrollo causados por la enfermedad.
 Anticonvulsivos.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

 La terapia conductual ayuda a manejar la


hiperactividad, los problemas de sueño y
los problemas del desarrollo.
 La terapia ocupacional y la logopedia
manejan los problemas del habla y enseñan
habilidades para la vida.
 La fisioterapia ayuda a superar los
problemas del movimiento y la marcha.

Expectativas (pronóstico)
Las personas con el síndrome de Angelman viven un período de vida cercano a lo normal.
Muchas tienen amistades e interactúan socialmente. El tratamiento ayuda a mejorar el
desempeño, pero no pueden valerse por sí mismas. Sin embargo, pueden aprender ciertas
tareas y convivir con otros en un hogar grupal supervisado.

Posibles complicaciones:
 Convulsiones intensas.
 Reflujo gastroesofágico.
 Escoliosis en la columna curvada.
 Lesión accidental debido a los movimientos
incontrolables.

OTRAS ENFERMEDADES QUE REQUIEREN


ATENCIÓN ESPECIAL

Trastornos que requieren atención especial


Ciertas afecciones sensoriales que pueden o no ser de origen congénito y pueden dificultar
la experiencia del aprendizaje del niño:
 Discapacidad auditiva
 Discapacidad visual

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Aunque el porcentaje de niños afectados con estas deficiencias es menor que aquellos que
presentan una discapacidad física o intelectual, constituyen dos de los grupos de alumnos
con necesidades especiales que tradicionalmente han recibido atención educativa especial
desde el mismo origen de las escuelas. Casos más complicados, como los que padecen
sordoceguera, comparten ambos tipos de discapacidades, lo cual multiplica sus problemas
en todos los ámbitos de la vida.
En las últimas décadas, y gracias al desarrollo y la evolución de la integración educativa, los
niños con estas dificultades han podido incorporarse a las escuelas comunes para
desenvolverse de manera integradora e inclusiva, en respuesta al reconocimiento del
derecho del alumno diferente a compartir y convivir en los mismos lugares que el resto de
los alumnos. A continuación estudiaremos las características principales de cada caso.

DISCAPACIDAD AUDITIVA

Los niños que presentan este tipo de discapacidad tienen una audición deficiente que
afecta a ambos oídos (pérdida bilateral). Cuando afecta a uno solo de los oídos (unilateral),
permite una audición normal y no presenta alteraciones en el lenguaje, sino únicamente
dificultad para localizar la fuente sonora. La gravedad de la pérdida auditiva suele utilizarse
para diferenciar a las personas que padecen esta discapacidad.

Hipoacúsicos: Son aquellos que aun padeciendo una pérdida de audición


son capaces de adquirir por vía auditiva el lenguaje oral y utilizar el mismo
de manera funcional en su proceso comunicativo, aunque en la mayoría de
los casos necesitan el uso de prótesis adecuadas.

Sordos: Son aquellos que padecen una pérdida auditiva de tal grado, que sus restos
auditivos no son aprovechables y se encuentran incapacitados para adquirir la lengua oral
por vía auditiva, convirtiéndose la visión en su principal canal de comunicación.
Partiendo de que la audición es la vía principal a través de la cual se desarrolla el lenguaje y
el habla, debemos tener presente que cualquier trastorno en la percepción auditiva del
niño, a edades tempranas, va a afectar su desarrollo lingüístico y comunicativo, sus
procesos cognitivos y la posterior integración escolar y social.
La adquisición de un código comunicativo se realiza durante los primeros años de vida,
mediante la audición continua y repetida del lenguaje. En el caso de sorderas profundas,
ante la falta del modelo auditivo se produce una mudez, de ahí el término impropio
“sordomudo”.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Clasificación audiológica
La clasificación de la pérdida auditiva atiende a diferentes criterios y puntos de vista. La
clasificación más utilizada es la del Bureau Internacional de Audiología, que tiene en cuenta
el umbral de audición de acuerdo a una tabla de decibelios (dB):
 Audición normal: (0-20dB). No hay dificultad para percibir la palabra.
 Hipoacusia leve o ligera: (20-40dB). No se percibe los sonidos débiles o lejanos. Es
importante el diagnóstico durante la edad temprana.
 Hipoacusia media o moderada: (40-70dB). El umbral de audición se encuentra en
el nivel conversacional medio. Se presenta retraso en el lenguaje.
 Hipoacusia severa: (70-90dB). Es necesario elevar la intensidad de la voz para que
esta pueda ser percibida. Se presenta un lenguaje pobre o casi nulo.
 Hipoacusia severa o sordera: Solo se perciben los ruidos muy intensos por la vía
vibrotáctil. Hay ausencia del habla.
 Cofosis o anacusia: Pérdida total de la audición (son casos excepcionales).

Esta clasificación no es suficiente


para un diagnóstico certero,
además, es necesario evaluar
una combinación de múltiples
aspectos (tipo de pérdida
auditiva, grado de pérdida,
morfología de la curva, dinámica
residual, rendimiento verbal,
etc.).

Clasificación otológica:
Esta clasificación se realiza en función del lugar de la lesión:
 Hipoacusia de conducción o transmisión: Se produce por una alteración en el
oído externo o medio. Al estar afectada la parte mecánica del oído, hay un
impedimento para que el sonido llegue a estimular adecuadamente las células del
órgano de Corti. Las patologías más frecuentes son: otitis serosas, perforación,
colesteatoma, otoesclerosis, tímpano esclerótico.
 Sordera neurosensorial o perceptiva: Se presenta cuando está dañada la cóclea
(órgano de Corti). Sus causas más frecuentes pueden clasificarse según el
momento de presentación: prenatales (genéticas o adquiridas), perinatales

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

(problemas en el momento del parto) y postnatales (meningitis, otitis media,


etc.).
 Sordera central: Es la pérdida de reconocimiento del estímulo auditivo por una
lesión en las vías auditivas centrales. Algunos autores la denominan “agnosia
auditiva”.
 Sordera mixta: Es aquella que la patología está tanto en la vía de conducción del
sonido, como en la de percepción.

Clasificación según el momento de aparición:


 Hipoacusia prelocutiva: La pérdida auditiva se presenta al nacer el bebé o aparece
con anterioridad a la adquisición del lenguaje (2 o 3 años), lo que le dificulta
aprender a hablar en el caso de sorderas graves o profundas.
 Hipoacusia postlocutiva: La pérdida auditiva aparece con posterioridad a la
adquisición del lenguaje, de manera progresiva.

Etiología
Las causas de las deficiencias auditivas podemos analizarlas cronológicamente,
clasificándolas en:
 Prenatales: Se presentan durante el periodo de gestación y pueden estar
asociadas a otras patologías. Se clasifican en dos tipos: de origen hereditario-
genético y las adquiridas a causa de procesos infecciosos y fármacos de la madre
que llegan al feto por vía transplacentaria.
 Neonatales o perinatales: Dependen de múltiples factores interrelacionados.
Cuatro causas neonatales pueden ser la respuesta: anoxia neonatal, ictericia,
prematuridad y traumatismo obstétrico.
 Postnatales: Son hipoacusias que aparecen a lo largo de la vida de una persona;
las causas más destacadas son: meningitis, sarampión, laberintitis, varicela,
parotiditis, exposición a determinadas sustancias farmacológicas.

Tratamientos
La detección temprana de la discapacidad auditiva es fundamental para abordar un
tratamiento lo antes posible.
Si bien la tecnología disponible no “cura” la pérdida auditiva, puede ayudar a un niño a
aprovechar al máximo su audición residual. Las opciones son muchas, pero el dependerá

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

estudiar cada caso para aconsejar el tratamiento más efectivo para mejorar la calidad de
vida del niño:
 Audífonos
 Implantes cocleares
 Prótesis auditivas ancladas al hueso
 Aprendizaje de lengua de señas para comunicarse
 Utilización de dispositivos de ayuda (mensajes de texto, alarmas con luz y
vibración, dispositivos de amplificación telefónica, sistemas de subtítulos para la
TV, etc.).

DISCAPACIDAD VISUAL

El déficit visual es un término genérico que engloba diferentes problemas relacionados con
el anormal funcionamiento de la visión.
Legalmente, los términos “ceguera” y “deficiencia visual” se utilizan para referirse a
personas cuya visión en ambos ojos reúne alguna de las siguientes condiciones:

 Agudeza visual igual o inferior


a 0,1 (1/10 de la escala de
Wecker) obtenida con la mejor
corrección óptica posible.
 Campo visual disminuido a 10°
menos.

Clasificación
Ceguera total: Son personas que no perciben la luz o si lo hacen, no pueden localizar su
procedencia.
Déficit visual: Son personas que poseen algún resto
visual. Agrupa a diferentes personas que se
consideran ciegas. El déficit puede responder a causas
congénitas o adquiridas (glaucoma, infecciones,
cataratas, diabetes, queratomalacia, accidentes o
lesiones, tumores, etc.).

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Tipos
 Pérdida de agudeza: Aquella persona cuya capacidad para identificar visualmente
detalles está seriamente disminuida.
 Pérdida de campo: Aquella persona que no percibe con la totalidad de su campo
visual. Normalmente hay dos grupos: los que padecen una pérdida de visión
central y los que experimentan una pérdida de visión periférica.

Necesidades especiales
Necesidad de acceder al mundo físico a través de otros sentidos.
Necesidad de aprender a orientarse y desplazarse en el espacio.
Necesidad de adquirir un sistema alternativo de lectoescritura.
Necesidad de aprender hábitos de autonomía personal.
Necesidad de conocer y asumir su situación visual.

Necesidad de un proceso de rehabilitación


que cuente con profesionales, técnicos y
docentes con la idoneidad que requieran las
circunstancias.

La sordoceguera
Esta discapacidad está caracterizada por una cordera profunda y una ceguera total en el
peor de los casos, pero este es un grupo heterogéneo y con características muy variadas.
Podemos mencionar diferentes tipos de clasificación: según el momento de aparición y
según el grado o nivel de funcionamiento.

Según el momento de aparición:


Sordoceguera congénita: Este grupo representa al 10% de la población con sordoceguera.
 Las causas prenatales más frecuentes son:
infecciones intrauterinas, toxoplasmosis,
rubeola, hábitos maternos inadecuados
(consumo de drogas, fármacos,
alcoholismo, etc.) y desórdenes genéticos.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

 Las causas postnatales son: meningitis, traumatismos, etc.


 Las causas perinatales son: prematuridad, hiperbilirrubinemia, traumatismos, etc.

Características:
Dificultad o falta de comunicación cuando no hay restos visuales ni auditivos que le
permitan conocer y relacionarse con el mundo.
Presentan rituales autoestimulantes o problemas de comportamiento derivados de la
deprivación sensorial a la que están sometidos.
Comunicación básica por medio de gestos naturales.
Comportamientos problemáticos derivados de las dificultades comunicativas para expresar
sus deseos, necesidades y frustraciones.

Sordoceguera adquirida: Incluye varios subgrupos relacionados con el orden de aparición


de cada déficit.
El niño que nace con una deficiencia auditiva y luego desarrolla una deficiencia
visual. Causas: Síndrome de Usher, enfermedades visuales asociadas (glaucoma,
desprendimiento de retina, etc.).
- Características: Se comunica por medio de lengua de señas, tiene dificultades para
comprender en detalle el lenguaje escrito, a medida que pierde la visión presenta
dificultades para la lectura labial, necesitan apoyo psicológico para aceptar su nueva
situación personal, puede necesitar ayuda óptica cuando la dificultad es leve, puede
requerir el conocimiento del Braille, entre otras.

El niño que nace con una deficiencia visual y luego desarrolla una deficiencia
auditiva. Causas: Meningitis, traumatismos, otitis de repetición, factores genéticos,
tumores, medicación ototóxica, etc.
- Características: Se expresan en lenguaje oral, necesitan aprender sistemas de
comunicación alternativos, necesitan apoyo psicológico para aceptar su nueva
situación personal, no presentan dificultad para leer textos escritos, etc.

Según el nivel de funcionamiento:


Se trata de otro método de clasificación que permite programar el modo de intervención
más adecuado para cada caso de sordoceguera.

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El nivel de funcionamiento depende de que existan o no deficiencias añadidas, la


motivación, el entorno, etc.
 Nivel bajo de funcionamiento: No desarrolla la comunicación alguna si no hay una
intervención específica. La comunicación se limita a la expresión de necesidades
básicas. Depende de la ayuda de un adulto o AT para cualquier actividad que deba
realizar.
 Nivel medio de funcionamiento: Agrupa niños capaces de interesarse
cognitivamente por el mundo, las cosas y las personas. Pueden desarrollar
estrategias para la resolución de problemas y llevar una vida semindependiente.
 Nivel alto de funcionamiento: Agrupa a la población que no tiene otro límite
cognitivo que el derivado de la propia sordoceguera. Utilizan un sistema de
comunicación estructurado, acorde a sus necesidades sensoriales. Demuestran
estrategias de resolución de problemas.

LA EPILEPSIA

Como complemento a los trastornos y deficiencias tratadas, a continuación desarrollamos


una enfermedad que en muchos casos acompaña a otras enfermedades: LA EPILEPSIA.
La epilepsia es un trastorno provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las
neuronas en alguna zona del cerebro. La persona afectada puede sufrir una serie de
convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva.
A este episodio se le llama “ataque epiléptico”.
La epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y
repentinos en el funcionamiento del cerebro; razón por la
cual se trata de una afección neurológica. Dicha afección no
es contagiosa ni está causada por ninguna enfermedad o
retraso mental. Algunas personas con retraso mental
pueden experimentar ataques epilépticos, pero tener estos
ataques no implica necesariamente el desarrollo de una
deficiencia mental.

Causas
En el mundo entero se estima que hay cerca de 50 millones de personas con epilepsia.
Las personas que tienen epilepsia sin indicios acostumbran a tener su primer ataque entre
los 2 y los 14 años de edad, aunque también pueden ocurrir a cualquier edad.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

La epilepsia es un trastorno con muchas causas posibles. Cualquier cosa que impida o
distorsione el patrón de actividad neuronal normal puede conducir a la aparición de una
crisis epiléptica.
Se ha observado que algunas personas epilépticas tienen una
cantidad más alta de neurotransmisores activos (sustancias
encargadas de conducir el impulso nervioso entre las neuronas),
lo cual incrementa la actividad neuronal. En otros se ha
observado una cantidad baja de inhibidores de dichos
neurotransmisores, lo cual también aumenta la actividad
neuronal.

 Predisposición hereditaria: Es más probable que una persona tenga epilepsia si


sus padres han padecido crisis convulsivas. Actualmente se está tratando de
localizar el gen responsable de las crisis convulsivas.
 Estado de maduración del cerebro: Aun entre las diferentes edades pediátricas,
hay una enorme diferencia en la frecuencia de las convulsiones infantiles. En la
etapa prenatal el umbral es muy alto y las crisis son poco frecuentes; en el recién
nacido (durante los primeros 30 días) el umbral es bajo y las crisis frecuentes.
Entre los 2 y 5 años el umbral va aumentando. De esto se puede deducir que la
maduración cerebral modifica la frecuencia de las crisis convulsivas.
 Existencia de lesión cerebral: El cerebro está programado para desarrollarse
normalmente, pero puede sufrir lesiones durante el embarazo, el nacimiento o
más adelante. Las lesiones pueden deberse a tumores cerebrales, alcoholismo u
otras drogas, Alzheimer, meningitis, encefalitis, SIDA, ciertas alergias, etc., ataques
al corazón, infartos y enfermedades cardiovasculares porque todo ello altera el
normal funcionamiento del cerebro e influyen en la aparición de un ataque
epiléptico porque privan al cerebro de oxígeno.
 Reparaciones incorrectas: En algunos casos, el cerebro intenta reparar los daños
causados, pero esto puede generar conexiones neuronales anormales que podrían
conducir a la epilepsia.

Síntomas
La epilepsia, el más grave de los trastornos convulsivos, es una urgencia médica porque las
convulsiones se presentan acompañadas de intensas contracciones musculares que
impiden la respiración normal.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

Si no se procede al tratamiento inmediato, el corazón y el cerebro pueden resultar


permanentemente lesionados a causa de las descargas eléctricas, y puede sobrevenir la
muerte.

Tipos
Las convulsiones epilépticas a veces se clasifican según sus características:
 Convulsiones parciales simples: Se inician con descargas eléctricas en un área
pequeña del cerebro, y permanecen limitadas a esa zona. Según la parte afectada
del cerebro, la persona experimenta sensaciones anormales o movimientos. Por
ejemplo, si la descarga eléctrica se produce en la parte del cerebro que controla
los movimientos musculares del brazo derecho, este puede presentar espasticidad
muscular intensa y contracciones. Si ocurre en lo más profundo del lóbulo anterior
(la parte del cerebro que percibe los olores), la persona puede sentir un olor
placentero o desagradable muy intenso.
 Convulsiones “jacksonianas”: Los síntomas se inician en una parte aislada del
cuerpo, como la mano o el pie, y luego ascienden por la extremidad al mismo
tiempo que la actividad eléctrica se extiende por el cerebro. Las convulsiones
parciales complejas (psicomotoras) se inician tras un período de uno o dos
minutos durante los cuales la persona pierde contacto con su entorno y comienza
a tambalearse, realizar movimientos involuntarios torpes de brazos y piernas,
emitir sonidos ininteligibles y, en algunos casos, resistirse a recibir ayuda. El
estado confusional dura unos minutos y luego comienza la recuperación.
 Crisis convulsivas: En general se inician con una descarga eléctrica anormal en una
pequeña área del cerebro, que se extiende rápidamente a las partes adyacentes y
causan la disfunción de toda el área cerebral. Las convulsiones son la respuesta
del organismo a las descargas anormales. Durante estas crisis convulsivas la
persona experimenta una pérdida temporal de consciencia, contracciones
musculares intensas, giros forzados de la cabeza hacia un
lado, bruxismo e incontinencia urinaria. Después, la persona puede experimentar
cefalea, confusión temporal y fatigabilidad extrema.
 El pequeño mal (crisis de ausencia): Suele iniciarse en la infancia antes de los 5
años de edad. No produce convulsiones ni los demás síntomas dramáticos del
gran mal. En cambio, la persona tiene episodios de mirada perdida, pequeñas
contracciones de los párpados o contracciones de los músculos faciales que duran
de 10 a 30 segundos. La persona está inconsciente, pero no cae al suelo, no se
produce colapso ni presenta movimientos espásticos.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

 Crisis mioclónica: Se inicia con una sacudida brusca que provoca una caída
inmediata de la persona. Solo dura unos pocos segundos y es parecida a la crisis
atónica, en la que la caída se produce por la pérdida del tono muscular y de
conciencia.

Diagnóstico
Hay tres métodos principales de diagnóstico de la epilepsia:
 Historia personal y médica del paciente: Se obtiene toda la información clínica
(antecedentes, características de los ataques epilépticos, evolución, tratamientos,
otras pruebas realizadas y sus resultados, etc.).
 Electroencefalograma: Se estudia la intensidad de las señales eléctricas que llegan
desde las células del cerebro. No obstante, el electroencefalograma no siempre
muestra que haya indicios de epilepsia, porque a veces los cambios eléctricos se
producen en zonas muy profundas del cerebro; en otras ocasiones, en el
momento de hacer el electroencefalograma no se está produciendo ningún
cambio.
 Tomografía computarizada: Se toman una serie de fotografías de los diferentes
niveles del cerebro, con las que se puede ver si existe algún bulto, cicatriz, marca o
cualquier otra condición que puedan causar los ataques.

Tratamientos
Un diagnóstico cuidadoso y exacto del tipo de epilepsia que padece el enfermo es
fundamental para encontrar un tratamiento efectivo.
Los tratamientos farmacológicos actuales permiten controlar los ataques epilépticos, al
menos durante cierto tiempo, en aproximadamente un 80% de los pacientes.
La duración del tratamiento variará en función de cada paciente y el tipo de epilepsia que
padezca. En algunos casos, puede tratarse de unos pocos años, mientras que otros
pacientes deberán someterse al tratamiento de manera indefinida.
La cirugía es otra alternativa de tratamiento, pero no es aplicable a todos los casos. El
objetivo de la operación es quitar la parte de tejido cerebral que esté dañada para que los
ataques no se sigan produciendo. Pero los médicos tienen que considerar antes si la lesión
es accesible (si pueden llegar a ella sin dañar otras partes del cerebro) y, sobre todo, si se
trata de un tejido que no cumple ninguna función importante, pero que provoca los
trastornos epilépticos.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

UNIDAD 4

PRINCIPIOS BÁSICOS DE
TRATAMIENTO E INTERVENCIÓN

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

LA REHABILITACIÓN

“Rehabilitar” significa volver a habilitar al ser para mantener la unidad simbiótica hombre-
medio ambiente.
El concepto de “rehabilitación” supone la autonomía y la independencia de la persona con
discapacidad, por lo tanto, no es el conjunto de técnicas y procedimientos que un equipo
de profesionales brinda, sino el largo proceso que conduce al individuo a utilizar todos los
recursos intelectuales, físicos y materiales apropiándose de todas las herramientas que le
facilitan los profesionales, las instituciones y el medio ambiente.
La rehabilitación integral es el proceso por el cual una persona con discapacidad logra la
mayor compensación posible de las desventajas de toda naturaleza que pueda tener como
consecuencia de una deficiencia, para el desempeño de los roles que le son propios de su
edad, sexo y condiciones psico-socio-culturales.

Consideraciones generales acerca de la rehabilitación:


 Es relativa, no absoluta.
 No cura la enfermedad o trastorno.
 Es individual, no colectiva.
 Los logros y avances no son iguales en todos los casos.
 Se trabaja con el potencial real de cada persona.
 La duración del proceso varía en cada caso.
 Las técnicas grupales están orientadas a fomentar la autonomía individual.
 Se requiere el
compromiso y la voluntad
de la persona a
rehabilitar.
 En el proceso interviene
un equipo
interdisciplinario y la
familia del paciente.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

APRENDIZAJE Y ESCOLARIDAD

Como mencionamos, el grado de discapacidad para el aprendizaje dependerá de diversos


factores, entre ellos, la edad, el grado de pérdida auditiva, el nivel intelectual, la
implicación familiar, la rehabilitación, la presencia de otros trastornos, etc.
Los alumnos con discapacidad requieren la atención especial de docentes y profesionales
de la educación y la salud para que los problemas específicos que limitan su
comportamiento, desarrollo y participación en la comunidad puedan ser superados. Solo
con una buena atención y medicación, junto con una planificación adecuada del sistema
educativo, se puede compensar la desigualdad de oportunidades.
El apoyo educativo que necesita el alumno es muy variado y debe planificarse
individualmente, pero podemos resumir las siguientes intervenciones:
 Generar actitudes y valores positivos hacia todos los alumnos,
independientemente de sus aptitudes y/o limitaciones.
 Proporcionar aprendizajes que le permitan al alumno afrontar y superar sus
limitaciones para desarrollar su potencial.
 Desarrollar y diseñar un ambiente integrador.
 Estar interiorizado de las necesidades individuales y ofrecer apoyo, ayuda y
adaptaciones en el centro educativo y en la comunidad.
 Fomentar la sensibilización y el apoyo del resto del grupo hacia los compañeros
con limitaciones.
 Favorecer al alumno para que pueda acceder a la información y superar su
proceso de aprendizaje,
interacción y convivencia.
 Las consecuencias de una
discapacidad pueden ir más
allá de los aspectos
biológicos, y afectar también
la autoestima, la psicología y
su integración social, por lo
que es fundamental estar
atentos a cada caso para
prestar un apoyo personalizado a las necesidades de cada niño.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

 Reducción y eliminación de barreras físicas que les impiden participar del tiempo
escolar como todos los demás alumnos.

El rol del AT

“El diagnóstico es el proceso de aprender sobre aquella parte de la vida del paciente
que se presenta como insatisfactoria y en la que se busca provocar una alteración”
(Nursten, 1977)

Luego de la detección y diagnóstico de un trastorno, como punto de partida se deberán


trazar los objetivos y el plan de trabajo. Se trata, ni más ni menos, de las estrategias e
intervenciones que forman parte del tratamiento.
En todo este proceso el rol de la familia es fundamental. Se necesita de su cooperación,
como afirma Rodríguez Ceberio (2006): “La familia como matriz de intercambio, se
constituye en uno de los pilares principales de la vida psíquica de las personas. Es la base de
un modelo que permite crear otras relaciones”.
El programa de rehabilitación está dirigido a perfeccionar las habilidades de los niños,
alcanzar su máximo potencial (a nivel motriz, conductual y emocional) y disminuir el grado
de dificultad que presenten para lograr la máxima independencia funcional posible en las
actividades cotidianas.
La contención y el sostén del paciente y su familia son fundamentales y constituye la
primera función del acompañante terapéutico, cualquiera sea el momento del proceso en
que se encuentren los pacientes.

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Disciplina: El AT frente a los trastornos del neurodesarrollo

BIBLIOGRAFÍA
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- Carballal Mariño, M.; Ageitos, A.; Ares Alvarez, J.; Rio Garma, M.; García Cendón, C. ; Goicoechea
Castaño, A.; Pena Nieto, J. (2018). Prevalencia de trastornos del neurodesarrollo, comportamiento
y aprendizaje en Atención Primaria. Anales de Pediatría, 153-161.
- Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Recuperado de
https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/tourette/diagnosis.html.
- Fejerman, N. (2015). Trastornos del Desarrollo en Niños y Adolescentes. Buenos Aires.
- Galán-López, I. G.; Lascarez-Martínez, S.; Gómez-Tello, M. F.; Galicia-Alvarado, M. A. (2017).
Abordaje integral en los trastornos. Rev. Hosp Jua Mex, 19-25.
- Monsalve, A.; Mora, L. F.; Ramírez, L. C.; Rozo, V.; Rojas, D. M. (2017). Estrategias de intervención
dirigidas a niños con trastorno negativista desafiante, una revisión de la literatura. Ciencias de la
Salud, 105-127.
- Mulas, F., Rojas, M. (2018). Trastorno del desarrollo intelectual. Superposiciones con el trastorno
del espectro autista y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Medicina, 63-68.
- Nussbaum de Moguillansky, S. (2009). Diagnóstico en niños. Psicopatología y salud mental, 81-93.
- Santos Ruiz, J. L.; Sanz Rodriguez, L. J. (2013). DSM-5:Novedades y criterios diagnósticos. CEDE.

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