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CXIII: “Campos de Soria”:

VII

¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!...

VIII

He vuelto a ver los álamos dorados,


álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio:
tras las murallas viejas
de Soria -barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra-.

Estos chopos del río, que acompañan


con el sonido de sus hojas secas
el son del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.

¡Álamos del amor que ayer tuvisteis


de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña;
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!

IX

¡Oh, sí! Conmigo vais, campos de Soria,


tardes tranquilas, montes de violeta,
alamedas del río, verde sueño
del suelo gris y de la parda tierra,
agria melancolía
de la ciudad decrépita.
Me habéis llegado al alma,
¿o acaso estabais en el fondo de ella?
¡Gentes del alto llano numantino
que a Dios guardáis como cristianas viejas,
que el sol de España os llene
de alegría, de luz y de riqueza!

VOCABULARIO

Alcor:
Cárdena roqueda:
Barbacana: construcción defensiva en la entrada de un puente. Aquí, torre adelantada
de la muralla.
Llano numantino: de Numancia, cuyas ruinas están muy cerca de Soria.

San Polo y San Saturio: se evoca aquí el camino que parte de Zaragoza y que,
bordeando el Duero en las afueras de la ciudad, une la ermita de San Polo (de
tradición medieval y hoy en ruinas) y la más conocida de San Saturio: uno de los
paseos más tradicionales de los sorianos en primavera.
Liras: instrumentos de cuerda de sonido amoroso. La metáfora alude a la forma de las
hojas y al sonido que de ellas extrae el viento.

TEMAS DEL FRAGMENTO EN RELACIÓN CON LOS TEMAS DE LA OBRA

Dentro de Campos de Castilla, 1912, libro fundamental, destaca –entre otros


el poema titulado "Campos de Soria''. Se compone de nueve partes en las que
Machado -en vísperas de un largo viaje nos da su visión de Castilla: el paisaje en las
distintas estaciones, los hombres, la ciudad de Soria... Las tres últimas partes son
una despedida de aquellos aspectos de la tierra más allegados a su sensibilidad.
Los fragmentos VII VIII y IX desvelan en parte el motivo del poema y dan sentido al
conjunto al ubicarlo en el contexto de una despedida. El poeta se dispone a abandonar
una tierra de la que ya se siente lejano pero en la que, acompañado de Leonor vivió
intensamente su amor. Al despedirse aparece de nuevo el paisaje desatento pero con
el que el poeta se siente estrechamente unido, ya que abandonarlo, es abandonar
definitivamente todo aquello que le recuerda a Leonor. El tema principal es una
evocación exaltada y nostálgica de las tierras sorianas (el poeta proyecta sus
sentimientos de tristeza y de amor en los elementos del paisaje: las colinas, los
álamos, los chopos…):¡Campos de Soria /donde parece que las rocas
sueñan,/conmigo vais! “ Aparte de la descripción física, también se recuerda el
pasado histórico de Soria (mística y guerrera): “entre San Polo y San Saturio:
tras las murallas viejas/de Soria –barbacana /hacia Aragón, en castellana tierra,”

El tema de la naturaleza, en este caso los campos de Soria, tiene un claro


componente subjetivo: Machado proyecta sus propios sentimientos sobre
aquellas tierras, operando una selección que prefiere un paisaje que conecta a la
perfección con su alma “¿Me habéis llegado al alma…o acaso estabais en el fondo de
ella?” y cuya descripción le sirve para expresar los sentimientos de melancolía y de
soledad que ya mostró en Soledades. La diferencia fundamental entre aquellos
poemas y estos es que en este caso el paisaje no es soñado sino real: por eso,
Machado nos habla de Soria y del Duero, Tales son las claves de su visión lírica de
Castilla..
En menor medida, y apenas esbozado, aparece el tema de la religiosidad para señalar
la fe del hombre sencillo “Gentes del alto llano numantino /que a Dios guardáis como
cristianas viejas”.
En conclusión, Machado vuelve sus ojos hacia Castilla, tierra que va a abandonar tras
la muerte de Leonor y a la que evoca con tristeza y emoción.

ANÁLISIS DEL ESTILO DEL POEMA EN RELACIÓN CON LA OBRA A LA


QUE PERTENECE
Con respecto al lenguaje empleado por Machado en este poema, se aprecia ya desde
el inicio del poema un estilo depurado, sobrio, austero, ejemplo de escasez
ornamental. Hay una clara voluntad antirretórica, característica del estilo de la
generación del 98. Podemos encontrar en este muchos de los rasgos que caracterizan
el estilo de Machado en Campos de Castilla
En cuanto a la métrica es una silva romance. La forma métrica es una de las
preferidas por Machado: una silva asonantada (heptasílabos y endecasílabos
combinados con soltura y con asonancia, e-a, en los versos pares). Se trata de una
forma sencilla en la que Machado moldea con seguridad un lenguaje nítido, situando
las palabras y los miembros de frase con indudable eficacia visual y emotiva.
Nótese, en primer lugar, el tono exclamativo que domina todo el texto, rasgo que -
por sí sólo- ya es índice de la intensa emoción con que el poeta mira el paisaje. En
segundo lugar, se observará que sólo hay, dos verbos principales en el fragmento
(siento y vais): estamos ante un buen ejemplo del llamado "estilo nominal”; el
predominio de nombres y adjetivos revela que nos hallamos ante una pintura atenta a
rasgos esenciales del paisaje (Machado nos da una interpretación de la esencia de la
tierra soriana).
En primer lugar, palabras terruñeras “cárdenas roquedas, ariscos pedregales…” que
confieren a la descripción del paisaje un sabor popular y autóctono. La abundante
adjetivación con carácter definidor y connotaciones negativas ”ariscos pedregales,
hojas secas, murallas viejas…” Como figuras predominantes, encontramos
abundantes exclamaciones que reflejan la emoción con que el poeta contempla el
paisaje “¡Oh, sí! …” Hay también personificación:” las rocas sueñan”, apóstrofe:
“¡Campos de Soria…!, ¡Álamos…!”donde en el uso de vocativos encontramos la
función apelativa del lenguaje, interrogación retórica: “¿o acaso estabais en el fondo
de ella?”polisíndeton:” que corre y pasa y sueña” metáfora: “su curva de ballesta,
álamos dorados, colinas plateadas, Soria-barbacana hacia Aragón”anáfora:”
Álamos…” y sinestesia: “agria melancolía”.
En conclusión, Machado va a marcharse con los campos de Soria dentro del alma. Y
el final del poema, en una reiteración de las palabras iniciales, es como un volver la
vista atrás, hacia el paisaje querido, como para llevárselo bien grabado en los ojos y
en el corazón: ¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas!... Puntos
suspensivos; podríamos volver a empezar. Ahí está toda la emoción de la despedida,
todo el amor a una tierra que el poeta se resiste a dejar.

COMENTARIO DEL SIMBOLISMO EN EL POEMA EN RELACIÓN A LA


OBRA
Machado es un poeta simbolista. en su primer libro, Soledades…el simbolismo es
claro y evidente. En Campos de Castilla sus poemas se vuelven más realistas, pero el
simbolismo permanece. En el paso de uno a otro libro, Machado lo depura eliminando
los símbolos más claros y conservando únicamente los más sutiles.
No olvidemos la importancia que tienen los árboles en la poesía de Machado. Los
álamos y los chopos representan la juventud y el amor. El árbol que concentra su
atención en el poema es el álamo, simboliza la juventud perdida y con ella el amor
frustrado con la muerte de Leonor:” ¡Álamos del amor que ayer tuvisteis/
de ruiseñores vuestras ramas llenas,” La nostalgia de ese amor es evidente “álamos
del amor cerca del agua/que corre y pasa y sueña;/álamos de las márgenes del
Duero,/conmigo vais, mi corazón os lleva!”. Y como el álamo, el chopo “Estos chopos
del río, que acompañan”… El agua, el río Duero representa la fugacidad de la vida,
ese pasado feliz que ya no está y que en Machado produce honda melancolía
“agua/que corre y pasa y sueña” en un fuerte polisíndeton. Y la tarde como símbolo
de la vida que pasa rápidamente “Esas tardes tranquilas”. Y por último, el camino,
“esos caminos blancos” que Machado, gran andarín, recorrió tantas veces .
En conclusión, podemos afirmar que, aunque en Campos de Castilla el lenguaje
empleado por Machado es menos simbólico que en Soledades, en este poema
encontramos los principales símbolos con los que el poeta representa en esta segunda
obra sus principales obsesiones, como el agua y la tarde, reflejo del paso del tiempo, o
su visión lírica de Castilla (España) a la que va a dejar, no sin melancolía, tras la
muerte de Leonor.

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