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UNIVERSIDAD CATÓ LICA SEDES

SAPIENTIAE
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLÍTICAS

LOS
ÁRBITROS
CURSO:
MEDIOS ALTERNATIVOS DE
RESOLUCIÓ N DE CONFLICTOS

ASESORA:
NICOLAS RODRIGUEZ ROSA

AUTORES:
 GUEVARA BUSTAMANTE
DARWIN
 VELASQUEZ LOZADA KELLY
KARINA
 MEZA DOMINGUEZ KATHERYN
ALEXANDRA
 CALDERON CABRERA LESLIE
YOJHANNA

Nueva Cajamarca - Perú , 2023


ÍNDICE
LOS ÁRBITROS______________________________________________________________________________________0
INTRODUCCIÓN_______________________________________________________________________________________2
1. ANTECEDENTES__________________________________________________________________________________________3
2. REQUISITOS PARA SER Á RBITRO, DE DERECHO Y DE EQUIDAD SEGÚ N DECRETO
LEGISLATIVO N°1071__________________________________________________________________________________________3
1. Definició n de á rbitro__________________________________________________________________________________3
2. Concordancia del Decreto Legislativo N°1071 con la Resolució n Ministerial N° 0655-2008-
JUS. 5
3. Nombramiento de los á rbitros (Decreto Legislativo N°1071)_____________________________________6
3. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES:________________________________________________________7
4. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS Á RBITROS:_____________________________________________________7
5. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LA INSTITUCIÓ N ARBITRAL:_____________________________________8
1. Posibles incumplimientos____________________________________________________________________________9
2. Responsabilidad penal________________________________________________________________________________9
6. TRIBUNAL ARBITRAL____________________________________________________________________________________9
7. NÚ MERO DE Á RBITROS:_______________________________________________________________________________10
8. SUSTITUCIÓ N___________________________________________________________________________________________11
9. RENUNCIA_______________________________________________________________________________________________12
10. ACEPTACIÓ N_________________________________________________________________________________________14
11. RECUSACIÓ N_________________________________________________________________________________________14
12. PROCEDIMIENTO DE RECUSACIÓ N________________________________________________________________16
1. ¿Desde cuá ndo procede la recusació n?____________________________________________________________16
2. ¿Hasta cuá ndo procede la recusació n?_____________________________________________________________17
3. ¿Qué pasa si el á rbitro no renuncia y dicta un laudo pese a la recusació n?_____________________17
13. COMPETENCIA DE LOS Á RBITROS_________________________________________________________________18
14. RELACIÓ N ENTRE LOS Á RBITROS Y LAS PARTES________________________________________________20
1. Relació n contractual_________________________________________________________________________________20
2. Relació n Procedimental_____________________________________________________________________________21

CONCLUSIONES______________________________________________________________________________________23
REFERENCIAS________________________________________________________________________________________24
INTRODUCCIÓN

El Decreto Legislativo N°1071, comúnmente conocido como la Ley de Arbitraje, se


configura como un pilar esencial en el panorama legislativo de numerosos países, delineando
los cimientos para la resolución de controversias a través del arbitraje. Esta legislación, al
otorgar un marco normativo claro y específico, establece las bases para la aplicación de este
método alternativo de resolución de disputas, destacando la importancia de los árbitros como
figuras centrales en dicho proceso.

Los árbitros, como agentes fundamentales en la administración de la justicia privada,


desempeñan un papel crucial en la implementación efectiva de los principios consagrados en
el Decreto Legislativo N°1071. Su función abarca desde la selección y constitución del
tribunal arbitral hasta la emisión de laudos que reflejen una justicia imparcial y ajustada a
derecho. Este tema no solo se concentra en las cuestiones técnicas y jurídicas, sino que
también destaca la importancia de comprender el impacto práctico y las implicancias de la
labor arbitral en la solución de conflictos.

La presente monografía tiene como objetivo comprender los aspectos más relevantes
relacionados con los árbitros en el contexto del Decreto Legislativo N°1071, abordando
cuestiones que van desde su designación hasta su función en la resolución de disputas y la
ejecución de los laudos arbitrales. Este análisis pretende arrojar luz sobre las complejidades
inherentes a la justicia arbitral, ofreciendo una comprensión integral de los desafíos y matices
que caracterizan a esta faceta específica del sistema legal. Al explorar en detalle el papel de
los árbitros, se busca no solo cumplir con un ejercicio académico, sino proporcionar una
visión holística y actualizada sobre la aplicación concreta de esta legislación en el ámbito
jurídico.
1. ANTECEDENTES

En Perú, el arbitraje existe desde la época colonial española, tal como existe en el Código de
Santa Cruz promulgado a fines de 1836 (que cuenta con 1340 artículos y tuvo una vigencia
de pocos meses) y el Código de Enjuiciamientos de 2007 a mediados en materia de Casos
Civiles de 1852, reguló el arbitraje teniendo en cuenta la separación del procedimiento ante el
árbitro. El arbitraje cobró relevancia en el Perú alrededor de 1984 a través del Código Civil, y
el mayor desarrollo del arbitraje en nuestro país se produjo en 1996, con la creación de la Ley
N° 26572. Sin embargo, el arbitraje dio un paso adelante con la creación del Decreto
Legislativo 1071, transformando así el arbitraje. Esta ley se convirtió en una norma de
vanguardia que entró en vigencia a partir del 1 de septiembre de 2008.

Actualmente el arbitraje se rige por el Decreto Legislativo N° 1071 aprobado en 2008, sin
embargo, también existen leyes especializadas que regulan ciertos tipos de arbitraje, como,
por ejemplo, la ley y reglamento de contrataciones con el Estado, que tiene regulaciones
particulares para las actuaciones arbitrales al tratarse de controversias en materia de
contrataciones públicas.

2. REQUISITOS PARA SER ÁRBITRO, DE DERECHO Y DE EQUIDAD SEGÚN


DECRETO LEGISLATIVO N°1071

1. Definición de árbitro

El árbitro desempeña un papel fundamental en el desarrollo de todo proceso arbitral.


La eficacia y la confiabilidad del laudo arbitral se sustentan en la integridad moral, el
buen criterio y las cualidades académicas y profesionales del árbitro. Este sistema
gravita en torno a las acciones del árbitro, quien, al poseer al menos una inteligencia
media, actúa de manera independiente, sin estar influenciado por los intereses
particulares o conveniencias propias, centrándose en la equidad de sus decisiones. Su
imparcialidad, atención a las partes y la búsqueda de la justicia según el derecho
elegido por éstas o conforme a su propio conocimiento y juicio, definen al árbitro
como una figura crucial en el proceso arbitral.

Por su parte, Ledesma Narváez (2009) sostiene que el árbitro “es la


persona natural que interviene para definir heterocompositivamente el conflicto o
situación jurídica incierta, como expresión de la voluntad de las partes
contratantes bajo un ámbito de confidencialidad”.
Asimismo, se puede decir, que un árbitro es una persona que resuelve una disputa o
litigio legal entre dos o más personas y decide designar a un tercero independiente
para resolver el conflicto. El árbitro, a su vez, estará obligado por el acuerdo de las
partes a emitir un laudo arbitral. Debe hacerlo de conformidad con la legislación
elegida por las partes, o incluso sobre la base de la simple equidad (si así se ha
acordado).

Artículo 20.- Capacidad

“Puede ser árbitro la persona natural que se halle en el pleno ejercicio de sus derechos
civiles, siempre que no tenga incompatibilidad para actuar como árbitro y no haya
recibido condena penal firme por delito doloso. Salvo acuerdo en contrario de las
partes, la nacionalidad de una persona no será obstáculo para que actúe como árbitro”

Es decir, Chapiana J (2013) nos indica lo siguiente, la capacidad de un árbitro para


ejercer plenamente sus derechos civiles se determina según la ley de su domicilio, no
según la ley peruana si el árbitro, sea peruano o de cualquier otra nacionalidad,
ocasionalmente en funciones en el Perú, no tiene domicilio en nuestro país. Con todo
esto claro, si bien es cierto la ley nacional (así como la mayoría de las leyes
consultadas) sólo exige (a quien quiera ser árbitro) ser una persona natural y gozar del
ejercicio pleno de los derechos civiles, existen requerimientos bastante peculiares que
hemos podido encontrar en otras legislaciones

Por lo tanto, la normativa establece un principio fundamental que debe considerarse al


designar a un árbitro: éste debe ser una persona natural. Aunque exista la posibilidad
de que una persona natural también sea una entidad jurídica, la función arbitral está
intrínsecamente vinculada y limitada a la persona natural. Desde un punto de vista
técnico, no se contempla que una entidad jurídica participe como miembro de un
tribunal arbitral. La esencia del arbitraje radica en la actuación de individuos
naturales, resaltando la importancia de la figura humana en este contexto legal.
2. Concordancia del Decreto Legislativo N°1071 con la Resolución Ministerial N°
0655-2008-JUS.

Establecer los requisitos y costos correspondientes al servicio de Arbitraje Popular y


al servicio de suscripción de convenios arbítrales, que prestará el Centro de Arbitraje
Popular “Arbitra Perú”.

De acuerdo a la Resolución Ministerial N° 0655-2008-JUS se expone lo siguiente:

Como primer punto se tiene a los Servicio del Arbitraje Popular en el Centro de
Arbitraje Popular “Arbitra Perú” del Ministerio de Justicia, los requisitos son los
siguientes:

a) Identificación y domicilio del demandante:

- Nombre y el número de su documento de identidad.

- Copia del poder si se actúa a través de representante.

- Cuando es persona jurídica se indicará la razón o denominación social, los


datos de su inscripción en el Registro de Personas Jurídicas, nombre del representante
y número del documento nacional de identidad, acompañando copia de los respectivos
poderes con indicación de los datos de su inscripción.

- Domicilio procesal del demandante dentro del radio urbano donde funciona el
Centro de Arbitraje.

- Número de teléfono, correo electrónico o cualquier otro medio de


comunicación con el que se desee realice las notificaciones.

b) Los datos de identificación (*) NOTA SPIJ y domicilio del demandado


involucrado en la controversia.

c) Copia del Convenio Arbitral o la evidencia del compromiso escrito de las


partes de someter su controversia a arbitraje institucional, administrado por el Centro
de Arbitraje.
d) Determinación de lo que será materia de la demanda, incluyendo un resumen
de la controversia o conflicto, precisando las retenciones y el monto involucrado, si es
posible que sea cuantificable.

e) Nombre y domicilio del árbitro designado, por el demandante, el que deberá


formar parte de la nómina de árbitros del Centro de Arbitraje.

- En caso de designar al árbitro, indicar el procedimiento pactado para su


designación o su sometimiento al árbitro que designe el Centro de Arbitraje.

f) Indicar las reglas aplicables al procedimiento arbitral o indicar si éstas serán


determinadas por el Centro de Arbitraje, con la aceptación expresa de someterse a
éstas.

g) Indicar si se ha ejecutado una medida cautelar antes de la solicitud de


arbitraje:

- Recibo de pago por derecho de trámite.

Como segundo punto se tiene a la suscripción de convenios arbitrales, los requisitos


son los siguientes:

- Presenta solicitud dirigida al Coordinador Administrativo del Centro de


Arbitraje, adjuntando:

- Copia del Documento Nacional de Identidad

- Copia del contrato materia de controversia

- Recibo de pago por derecho de trámite

3. Nombramiento de los árbitros (Decreto Legislativo N°1071)

Art. 22. Nombramiento de los árbitros.

1. En el arbitraje nacional que deba decidirse en derecho, se requiere ser abogado,


salvo acuerdo en contrario. En el arbitraje internacional, en ningún caso se requiere
ser abogado para ejercer el cargo.
2. Cuando sea necesaria la calidad de abogado para actuar como árbitro, no se
requerirá ser abogado en ejercicio ni pertenecer a una asociación o gremio de
abogados nacional o extranjera.

3. Los árbitros serán nombrados por las partes, por una institución arbitral o por
cualquier tercero a quien las partes hayan conferido el encargo. La institución arbitral
o el tercero podrán solicitar a cualquiera de las partes la información que consideren
necesaria para el cumplimiento del encargo. (*) RECTIFICADO POR FE DE
ERRATAS

4. Salvo acuerdo en contrario, una parte queda vinculada por el nombramiento que ha
efectuado de un árbitro desde el momento en que la otra parte haya sido notificada de
dicho nombramiento.

5. Si una parte no cumple con nombrar al árbitro que le corresponde en el plazo


establecido por las partes o, en su defecto en este Decreto Legislativo, podrá recurrirse
a la institución arbitral o al tercero designado por las partes para estos efectos o, en su
defecto, procederse según lo dispuesto por el artículo 23.

3. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES:

 Derechos: Las partes tienen derecho a ser tratadas con igualdad y a que se les brinde
una oportunidad adecuada para presentar sus argumentos y pruebas. También tienen
derecho a ser notificadas de todas las actuaciones arbitrales y a participar activamente
en el proceso. Asimismo, tienen derecho a solicitar la recusación de un árbitro si
existen motivos válidos y a impugnar el laudo si consideran que se han vulnerado sus
derechos. (Artículo 3 y 4)
 Obligaciones: Las partes tienen la obligación de cumplir con todas las actuaciones y
plazos establecidos por el tribunal arbitral. También deben colaborar de buena fe en el
desarrollo del arbitraje, proporcionando la información y los documentos requeridos.
Además, deben respetar las decisiones y la imparcialidad del tribunal arbitral.
(Artículo 3 y 4)
4. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS ÁRBITROS:

 Derechos: Los árbitros tienen derecho a ser tratados con respeto y a que se les brinde
un ambiente propicio para tomar decisiones imparciales. También tienen derecho a
solicitar a las partes la información necesaria para el cumplimiento de su función y a
recibir una compensación justa por sus servicios. (Artículo 19 y 20)
 Obligaciones: Los árbitros tienen la obligación de actuar de manera imparcial e
independiente, sin verse influenciados por ninguna de las partes. Deben realizar todas
las actuaciones necesarias para resolver la controversia de manera justa y dentro de
los plazos establecidos. Además, deben cumplir con las normas de confidencialidad y
mantener en secreto todas las informaciones y documentos relacionados con el
arbitraje. (Artículo 20 y 21).

5. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LA INSTITUCIÓN ARBITRAL:

 Derechos: La institución arbitral tiene derecho a recibir el pago de los honorarios y


gastos correspondientes al arbitraje. También tiene derecho a establecer sus propias
reglas y procedimientos, siempre y cuando sean compatibles con las disposiciones
legales. (Artículo 7 y 8).
 Obligaciones: La institución arbitral tiene la obligación de facilitar el desarrollo del
arbitraje y brindar asistencia a las partes y a los árbitros en todo momento. También
debe actuar de manera imparcial y garantizar la confidencialidad de las actuaciones.
Además, debe velar por el cumplimiento de las normas y procedimientos establecidos.
(Artículo 7 y 8).

En cuanto a autores que hablen sobre los derechos y obligaciones de las partes, los árbitros y
la institución arbitral en el marco del Decreto Legislativo 1071 de la legislación peruana, se
pueden mencionar los siguientes:

Luis Diez-Picazo y Antonio Gullón: autores españoles que han escrito sobre el arbitraje en
general y sobre el arbitraje en Perú en particular. En su obra "Sistema de Derecho Civil",
abordan los aspectos fundamentales del arbitraje, incluyendo los derechos y obligaciones de
las partes, los árbitros y la institución arbitral.

José Daniel Amado: autor peruano que ha escrito sobre el arbitraje en Perú y América Latina.
En su obra "Arbitraje Comercial Internacional en América Latina", analiza los aspectos
legales y prácticos del arbitraje en la región, incluyendo los derechos y obligaciones de las
partes, los árbitros y la institución arbitral.

Carlos Arata: autor peruano que ha escrito sobre el arbitraje en Perú y el mundo. En su obra
"Arbitraje Comercial Internacional", aborda los aspectos legales y prácticos del arbitraje,
incluyendo los derechos y obligaciones de las partes, los árbitros y la institución arbitral.

Un ejemplo de lo que mencionan estos autores sobre los derechos y obligaciones de las partes
en un proceso arbitral podría ser el siguiente: las partes tienen derecho a elegir a los árbitros y
a ser tratadas con igualdad y equidad durante el proceso arbitral. Sin embargo, también tienen
la obligación de cumplir con las decisiones tomadas por los árbitros y de proporcionar toda la
información y documentación necesarias para el proceso.

1. Posibles incumplimientos

Los incumplimientos vienen de dos grandes errores: errores de derecho y errores


procedimentales.

Un error de derecho puede consistir por ejemplo en una inapropiada aplicación de la


ley o en una equivocada interpretación del contrato. Los árbitros se encuentran
obligados a resolver una controversia bajo la ley aplicable por lo que una equivocada
interpretación supone el incumplimiento del árbitro.

Los errores procedimentales tienen que ver con las garantías del debido proceso, la
igualdad de las partes o el actuar dentro de los límites del convenio arbitral. La piedra
angular del arbitraje o lo más importante y necesario del arbitraje sin duda la
obligación de mantener la independencia e imparcialidad durante todo el
procedimiento. Los árbitros se encuentran obligados a actuar con diligencia y rapidez.

Muchos de dichos errores se ven reflejados en las causales de anulación de laudo,


provistos en la ley del arbitraje, todos incumplimientos posibles corresponden a una
causal de anulación.

2. Responsabilidad penal

A manera de ejemplo, por los actos en los cuales el árbitro puede incurrir a
responsabilidad penal se encuentra en el fraude por la colusión entre el árbitro y una
parte, corrupción y tráfico de influencias y en uso del arbitraje de manera ficticia para
realizar lavado de dinero. El derecho penal sanciona arbitrajes ficticios cuyo objetivo
es obtener un laudo para legalizar fondos o para perjudicar a una de las partes.

6. TRIBUNAL ARBITRAL

Un tribunal arbitral es una entidad o panel de árbitros independientes y generalmente


imparciales que se elige para resolver disputas legales fuera de los tribunales tradicionales. Se
utiliza comúnmente en el ámbito de la resolución de conflictos comerciales y disputas
contractuales. En un proceso de arbitraje, las partes involucradas acuerdan someter su disputa
a un tribunal arbitral en lugar de llevar el caso a otra entidad.

Los tribunales de arbitraje ofrecen a las partes la flexibilidad de elegir entre un árbitro único o
un tribunal compuesto por tres árbitros para resolver sus disputas. Esta elección se basa en el
acuerdo mutuo de las partes. Si en el contrato de arbitraje o en cualquier documento
relacionado no se ha especificado el número de árbitros, se presume que el tribunal estará
conformado por tres árbitros por defecto. No obstante, las partes tienen la oportunidad de
modificar esta configuración si ambas están de acuerdo en que la controversia se resuelva a
través de un único árbitro, lo que proporciona un mayor grado de autonomía y
personalización en el proceso de arbitraje. Esta flexibilidad es un elemento fundamental de la
resolución de disputas a través del arbitraje, ya que permite adaptar el proceso a las
necesidades y preferencias de las partes involucradas.

7. NÚMERO DE ÁRBITROS:

 Según el Art.- 19 del DL. Nº 1071 - LEY QUE NORMA EL ARBITRAJE, “Las
partes podrán fijar libremente el número de árbitros que conformen el tribunal arbitral.
A falta de acuerdo o en caso de duda, serán tres árbitros”.

 Según el Art.-20 de la LEY GENERAL DE ARBITRAJE N° 26572, “Los árbitros


serán designados por las partes o por un tercero, quien puede ser persona natural o
jurídica, incluida una institución arbitral. La designación deberá ser comunicada a la
parte o partes, según el caso, inmediatamente después de efectuada. Podrán designarse
igualmente uno o más árbitros suplentes”.

 Según el REGLAMENTO DE LA LEY N° 30225, LEY DE CONTRATACIONES


DEL ESTADO Art.-230 inciso 1, “en casos de duda es resuelto por árbitro único o
por un tribunal arbitral conformado por tres (3) árbitros, según el acuerdo de las
partes, salvo lo señalado en el artículo 232. En caso de duda o falta de acuerdo, el
arbitraje es resuelto por árbitro único”.

 Según el DL. Nº 1071 DECRETO LEGISLATIVO QUE NORMA EL ARBITRAJE


Art.- 26, “Si el convenio arbitral establece una situación de privilegio en el
nombramiento de los árbitros a favor de alguna de las partes, dicha estipulación es
nula”.

8. SUSTITUCIÓN

La sustitución en arbitraje se refiere a cambiar a una de las partes involucradas en un proceso


de arbitraje por otra persona o entidad. En el arbitraje, las partes en conflicto acuerdan
resolver su disputa a través de un árbitro o un panel de árbitros en lugar de recurrir a los
tribunales judiciales. En ciertas situaciones, una de las partes puede optar por reemplazar a un
abogado, un testigo u otra figura clave que participe en el proceso.

Según el Decreto Legislativo Nº 1071 Art.-31:

1.“Salvo disposición distinta de este Decreto Legislativo, a falta de acuerdo entre las partes se
sigue el procedimiento inicialmente previsto para el nombramiento del árbitro sustituido”.
Eso quiere decir que, En ausencia de instrucciones específicas en este Decreto Legislativo, si
las partes no llegan a un acuerdo sobre la sustitución de un árbitro, se seguirá el
procedimiento inicialmente previsto para el nombramiento del árbitro sustituido.

2. “Producida la vacancia de un árbitro, se suspenderán las actuaciones arbitrales hasta que


se nombre un árbitro sustituto, salvo que las partes decidan continuar con el arbitraje con los
árbitros restantes, atendiendo a las circunstancias del caso”. Esto significa que se aplicarán
las reglas y procesos establecidos originalmente para designar al árbitro reemplazante.
Cuando se produce la vacancia de un árbitro, se suspenden las acciones en el arbitraje hasta
que se nombre un árbitro sustituto, a menos que las partes decidan continuar con el arbitraje
utilizando los árbitros restantes. La decisión de continuar o suspender el arbitraje se basará en
las circunstancias del caso y la elección de las partes involucradas.

3. Una vez reconstituido el tribunal arbitral, las actuaciones arbitrales continuarán desde el
punto a que se había llegado en el momento en que se suspendieron las actuaciones. Sin
embargo, en caso de sustitución de un árbitro único o del presidente del tribunal arbitral,
éstos deciden a su entera discreción, si es necesario repetir todas o algunas de las actuaciones
anteriores. En caso de sustitución de cualquier otro árbitro, decide el tribunal arbitral”. A ello
se entiende que después de reconstituir el tribunal arbitral con un nuevo árbitro, las acciones
arbitrales continuarán desde el punto en que se suspendieron originalmente. Sin embargo, en
el caso de la sustitución de un árbitro único o del presidente del tribunal, la discreción de
repetir algunas o todas las acciones anteriores recae en ellos. En cambio, si se sustituye a
cualquier otro árbitro, la decisión de repetir acciones anteriores la tomará el tribunal arbitral
en su conjunto.

Según LA CORTE DE ARBITRAJE Y MEDIACIÓN DE VIALENCIA, considera como


causa de sustitución las siguientes:

1. Un árbitro será reemplazado en caso de fallecimiento, rechazo del cargo, renuncia,


recusación, o si todas las partes lo solicitan.

2. No importa cuál sea la razón para nombrar un nuevo árbitro, el proceso de


designación se llevará a cabo de la misma manera que se hizo con el árbitro
sustituido.

3. Cuando un árbitro es reemplazado, generalmente se continuará el proceso arbitral


desde el punto en el que el árbitro sustituido dejó de ejercer sus funciones, a menos
que el Tribunal Arbitral o la Corte, en caso de un árbitro único, decida lo contrario
después de escuchar a las partes.

4. Cualquier árbitro tiene la posibilidad de renunciar a su designación si presenta una


causa justificada, la cual será evaluada por la Corte.

5. Las partes pueden, de común acuerdo y con razones válidas, revocar el nombramiento
de un árbitro, y deben notificar esta decisión lo más pronto posible a la Corte.

6. Un árbitro puede ser reemplazado por iniciativa de la Corte, una de las partes o los
otros árbitros del Tribunal en caso de incumplimiento de sus funciones según el
Reglamento, imposibilidad legal o fáctica para ejercer sus funciones, o un retraso
injustificado en el proceso arbitral, siguiendo un procedimiento de reemplazo que
requiere una audiencia con todas las partes y árbitros en un plazo común de diez días.
9. RENUNCIA

Según el Decreto Legislativo Nº 1071 Art.- 18:

“La renuncia al arbitraje será válida sólo si se manifiesta en forma expresa o tácita. Es
expresa cuando consta en un documento suscrito por las partes, en documentos separados,
mediante intercambio de documentos o mediante cualquier otro medio de comunicación que
deje constancia inequívoca de este acuerdo. Es tácita cuando no se invoca la excepción de
convenio arbitral en el plazo correspondiente, sólo respecto de las materias demandadas
judicialmente”.

Eso quiere decir que La renuncia al arbitraje se considerará válida únicamente si se realiza de
manera explícita o implícita. Se considera explícita cuando se hace constar en un documento
que ambas partes han firmado, en documentos por separado, a través del intercambio de
documentos o mediante cualquier otro medio de comunicación que deje en claro que ambas
partes han acordado renunciar al arbitraje. Por otro lado, la renuncia se considera tácita
cuando una de las partes no presenta una objeción al acuerdo de arbitraje dentro del plazo
establecido, pero esto solo se aplica a las cuestiones que ya se han presentado en un tribunal
en lugar de un proceso de arbitraje.

De igual manera se entiende que la mayoría de las jurisdicciones reconocen el derecho al


arbitraje y permiten que las partes renuncien a este derecho de diferentes maneras:

1. Mediante una disposición contractual explícita: las partes pueden incluir en un


contrato una cláusula de renuncia que establezca que cualquier disputa derivada del
contrato se resolverá exclusivamente a través de litigios en los tribunales. Es
fundamental que esta cláusula contenga una renuncia explícita al arbitraje.

2. A través de la conducta de las partes durante el proceso: las partes pueden renunciar
involuntariamente a su derecho al arbitraje si inician o participan en un litigio judicial
sin mencionar el acuerdo de arbitraje como defensa o sin solicitar la suspensión del
proceso judicial.

En conclusión, renunciar al derecho de recurrir al arbitraje implica tomar una decisión


consciente de prescindir de las ventajas que ofrece el arbitraje a favor de optar por el litigio
como medio de resolución de disputas. Las partes involucradas deben comprender
completamente las implicaciones de renunciar a este derecho y deben sopesar detenidamente
sus opciones antes de tomar la decisión sobre la mejor manera de resolver sus desacuerdos.
Ya sea a través de cláusulas contractuales, su conducta durante los procedimientos legales o
su comportamiento constante, renunciar al derecho de arbitraje es una elección significativa
que puede tener repercusiones en la cláusula de arbitraje de un contrato y, por lo tanto, debe
ser abordada con precaución.

10. ACEPTACIÓN

Según el Decreto Legislativo Nº 1071 Art.- 27:

1. “Salvo acuerdo distinto de las partes, dentro de los quince (15) días siguientes a la
comunicación del nombramiento, cada árbitro deberá comunicar su aceptación por escrito. Si
en el plazo establecido no comunica la aceptación, se entenderá que no acepta su
nombramiento”.

2. “Una vez producida la aceptación del árbitro único o del último de los árbitros, el tribunal
arbitral se considerará válidamente constituido”.

Asimismo, la aceptación en un proceso de arbitraje se refiere a la etapa inicial en la que las


partes involucradas en una disputa deciden someter su controversia a un arbitraje en lugar de
recurrir a un tribunal judicial. En este contexto, la aceptación implica que ambas partes
acuerdan voluntariamente participar en un proceso de resolución de disputas fuera de los
tribunales, en el que un árbitro o un panel de árbitros independientes y neutral se encargará de
escuchar las argumentaciones y pruebas de ambas partes y tomar una decisión final.

La aceptación del arbitraje puede ocurrir de varias maneras, generalmente a través de un


acuerdo entre las partes, como una cláusula de arbitraje en un contrato previo o un acuerdo
por separado para someter la disputa a arbitraje. Este acuerdo define las reglas y
procedimientos que regirán el arbitraje, incluyendo la selección de árbitros, el lugar donde se
llevará a cabo el arbitraje y otros aspectos importantes.

11. RECUSACIÓN

La recusación es un cuestionamiento al árbitro, a su independencia o imparcialidad, basada


en una duda justificada referida a un conflicto de interés. La recusación también es una
respuesta al Incumplimiento de los requisitos para ser árbitro, que da lugar a la sustitución del
árbitro recusado. La recusación pone en evidencia una contraposición de derechos, por un
lado, el derecho a la libertad de designación de los árbitros y de otro, el derecho a la
independencia e imparcialidad de los árbitros. Esta contraposición de derechos implica una
gran responsabilidad para el encargado de resolver la recusación, en la medida que debe
lograr un equilibrio de ambos derechos para un normal desarrollo del arbitraje.

Decreto Legislativo 1071 de la Ley que norma el arbitraje:

Artículo 28.- Motivos de abstención y de recusación.

3. Un árbitro sólo podrá ser recusado si concurren en él circunstancias que den


lugar a dudas justificadas sobre su imparcialidad o independencia, o si no
posee las calificaciones convenidas por las partes o exigidas por la ley.

4. Las partes pueden dispensar los motivos de recusación que conocieren y en


tal caso no procederá recusación o impugnación del laudo por dichos motivos.

5. Una parte sólo podrá recusar al árbitro nombrado por ella, o en cuyo
nombramiento haya participado, por causas de las que haya tenido
conocimiento después de su nombramiento.

Las razones para recusar a un árbitro pueden incluir:

1. Parcialidad percibida: Si una de las partes cree que un árbitro no es imparcial o


tiene un sesgo evidente que podría influir en su toma de decisiones.

2. Falta de independencia: Si existe una relación personal o financiera que pueda


poner en duda la independencia del árbitro en relación con las partes o la disputa
en cuestión.

3. Conflictos de interés: Si el árbitro tiene un interés personal en el resultado de la


disputa o ha trabajado previamente en asuntos relacionados con alguna de las
partes.

4. Inhabilidad o incapacidad: Si el árbitro no tiene la capacidad o habilidades


necesarias para manejar la disputa en cuestión de manera efectiva.

5. Inobservancia de reglas y procedimientos: Si el árbitro no cumple con las reglas y


procedimientos acordados en el proceso de arbitraje.
Las partes deben presentar una solicitud de recusación que incluya argumentos y pruebas que
respalden su solicitud. El panel arbitral o, en ausencia de un acuerdo específico, una
autoridad designada, revisará la solicitud y tomará una decisión sobre si el árbitro en cuestión
debe ser apartado o si puede continuar en el caso.

La recusación es esencial para garantizar la integridad del proceso de arbitraje y la confianza


de las partes en la imparcialidad de los árbitros.

12. PROCEDIMIENTO DE RECUSACIÓN

El artículo 29 de la Ley de Arbitraje brinda la posibilidad a las partes de acordar un método


para impugnar a los árbitros o de aceptar el procedimiento establecido en un reglamento de
arbitraje. En ausencia de tales acuerdos, se aplica el procedimiento que se encuentra detallado
en la propia ley, y a continuación, describiré sus aspectos más destacados.

1. ¿Desde cuándo procede la recusación?

La Ley de Arbitraje establece que la recusación debe presentarse tan pronto como la
parte que la plantea tenga conocimiento de la causa que motiva la recusación. Esto se
fundamenta en principios de buena fe y lealtad procesales.

Esta exigencia de prontitud tiene su base en la idea de que la recusación debe ser una
respuesta a una percepción real de que la independencia e imparcialidad del árbitro se
ven afectadas. Una vez que la parte recusante tiene conocimiento de la causa, no
debería permitir la continuación del proceso con el árbitro cuestionado, ya que esto
podría interpretarse como una renuncia implícita a la causa de recusación. En otras
palabras, si la parte sigue participando en el proceso y hace solicitudes que el árbitro
podría influir, estaría renunciando tácitamente a la posibilidad de recusar al árbitro en
el futuro.

Según el artículo 33° de la Ley de Arbitraje, el proceso arbitral comienza en la fecha


en que se recibe la solicitud para someter la controversia a arbitraje. Sin embargo,
para que una recusación sea válida, es necesario que el árbitro designado haya
comunicado su aceptación al nombramiento.

Después de esta comunicación de aceptación por parte del árbitro, no es necesario


esperar a que el tribunal de arbitraje esté completamente instalado para presentar una
recusación. Basta con que el tribunal esté constituido, lo que ocurre cuando el árbitro
único o el último de los árbitros ha aceptado su nombramiento, de acuerdo con el
artículo 27° de la Ley de Arbitraje.

Esto significa que la recusación puede presentarse desde el momento en que el


tribunal está constituido, incluso si aún no se ha instalado. Esto es coherente con la
idea de presentar la recusación tan pronto como se conozca la causa, o en la primera
oportunidad disponible, para evitar que el árbitro cuestionado tenga la oportunidad de
tomar decisiones en el proceso antes de que se resuelva la recusación. De esta manera,
se evita que el árbitro afectado influya en el proceso, por ejemplo, tomando decisiones
como la adopción de medidas cautelares.

2. ¿Hasta cuándo procede la recusación?

Conforme lo establece el artículo 29°, inciso 3 de la Ley de Arbitraje, se establece


que, a menos que las partes hayan acordado lo contrario, una vez que ha comenzado el
plazo para que el árbitro emita su laudo (la decisión final), ya no es posible presentar
una solicitud de recusación. Esto significa que, durante esta etapa del proceso arbitral,
aunque las partes puedan ser conscientes de alguna situación que afecte la
imparcialidad o independencia del árbitro, no tienen la opción de pedir que el árbitro
sea removido a través de una recusación.

No obstante, la ley permite que las partes, de común acuerdo, puedan acordar la
remoción del árbitro en lugar de recusarlo. Sin embargo, la misma norma establece
que, si el árbitro se encuentra en una situación que justificaría una recusación, él
mismo debe considerar renunciar a su cargo bajo su responsabilidad. Es decir que,
durante esta etapa avanzada del proceso arbitral, las partes tienen limitaciones en
cuanto a la recusación del árbitro, pero tienen la opción de acordar su remoción o el
árbitro debe considerar su renuncia si se encuentra en una situación que afecte su
imparcialidad.

3. ¿Qué pasa si el árbitro no renuncia y dicta un laudo pese a la recusación?

Si un árbitro emite un laudo estando involucrado en una causa de recusación (una


solicitud para ser apartado del caso debido a falta de imparcialidad o independencia),
se está violando el derecho fundamental de una de las partes a un debido proceso. El
debido proceso es un principio fundamental en cualquier procedimiento legal,
incluido el arbitraje, que garantiza que las partes tengan acceso a un juicio justo e
imparcial y que se respeten sus derechos.

La imparcialidad y la independencia de los árbitros son esenciales en el proceso


arbitral, ya que, sin estas cualidades, los árbitros carecerían de la autoridad necesaria
para tomar decisiones justas e imparciales. De manera similar, en el proceso judicial,
la autoridad de un juez se basa en su capacidad para tomar decisiones imparciales e
independientes. Si un árbitro es recusado debido a falta de imparcialidad o
independencia, y aun así emite un laudo, esto constituiría una violación del derecho al
debido proceso y daría lugar a que la parte perjudicada impugne el laudo emitido en
esas circunstancias.

El artículo 63°, en su duodécima disposición complementaria de la Ley de Arbitraje


establece que el recurso de anulación es una vía específica y adecuada para proteger
cualquier derecho constitucional amenazado o vulnerado durante el arbitraje. Esto
significa que, aunque el artículo 63° no menciona la violación del debido proceso
como una de las causales para la anulación, la disposición complementaria establece
que el recurso de anulación puede utilizarse para impugnar un laudo en caso de
violación de derechos fundamentales. Se debe seguir la disposición complementaria,
que integra y complementa el artículo 63°, permitiendo así la impugnación de un
laudo por la violación de derechos fundamentales a través del recurso de anulación.
Esto se basa en la idea de que el proceso arbitral debe cumplir con las garantías
mínimas de cualquier proceso, y sería absurdo no tener un recurso que permita
corregir situaciones en las que estas garantías no se respeten.

El artículo 29°, inciso 7 de la Ley de Arbitraje (LA), establece que la decisión sobre la
recusación en sí no puede ser impugnada, es decir, no se puede recurrir a un proceso
de apelación o revisión contra esa decisión.

13. COMPETENCIA DE LOS ÁRBITROS

Los árbitros no solo tienen la competencia para abordar la disputa principal, sino también
para tomar decisiones sobre asuntos relacionados y establecer reglas adicionales para
garantizar el desarrollo adecuado y eficiente del proceso arbitral. Conforme a la Ley de
Arbitraje, el artículo 40 “Competencia del Tribunal Arbitral”, establece que el Tribunal
Arbitral tiene:

 Competencia para conocer el fondo de la controversia: Es decir que el tribunal arbitral


tiene la autoridad para abordar y tomar decisiones sobre el tema central de la disputa
que las partes han sometido al arbitraje.
 Competencia para decidir sobre cuestiones conexas y accesorias: Además de resolver
el tema central, el tribunal arbitral también tiene la facultad de tomar decisiones sobre
asuntos relacionados o secundarios que surjan durante el proceso arbitral. Estas
cuestiones pueden incluir temas procedimentales, la admisión de pruebas, asuntos
relacionados con la jurisdicción o cualquier otro tema que esté relacionado con la
disputa principal.
 Competencia para dictar reglas complementarias: El tribunal arbitral tiene la
capacidad de establecer reglas adicionales que sean necesarias para gestionar y dirigir
eficazmente el proceso arbitral.

Estas reglas complementarias pueden incluir aspectos relacionados con la programación de


audiencias, la presentación de pruebas, la gestión de documentos, entre otros. El propósito de
estas reglas es garantizar un proceso justo y eficiente.

El artículo 41 “Competencia para decidir la Competencia del Tribunal Arbitral” de la Ley de


Arbitraje, estable en cada uno de sus incisos lo siguiente:

 Competencia para decidir su propia competencia: El tribunal arbitral es la única


autoridad competente para determinar si tiene jurisdicción y competencia para
resolver una disputa sometida a arbitraje. Esto incluye decidir sobre excepciones u
objeciones relacionadas con la existencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia
del convenio arbitral o del contrato que contiene el acuerdo de arbitraje.
 Independencia del convenio arbitral: El acuerdo de arbitraje se considera
independiente de las otras disposiciones del contrato que lo contiene. Esto significa
que, si el contrato que incluye el acuerdo de arbitraje es nulo, inválido o ineficaz, el
tribunal arbitral aún puede decidir sobre la disputa sometida a su jurisdicción, incluso
si se trata de la existencia o validez del propio contrato.
 Plazos para oponer excepciones u objeciones: Las partes deben presentar excepciones
u objeciones a más tardar al presentar su respuesta a la demanda arbitral. No se
impide oponer excepciones u objeciones si las partes han nombrado o participado en
la elección de los árbitros. Sin embargo, las objeciones sobre la competencia del
tribunal arbitral deben presentarse tan pronto como se plantee la cuestión en el
proceso arbitral, y si hay demoras, estas deben estar justificadas.
 Tratamiento de excepciones u objeciones: A menos que las partes acuerden lo
contrario, el tribunal arbitral puede decidir sobre las excepciones u objeciones antes o
junto con otros asuntos relacionados con el fondo de la controversia. Si el tribunal
desestima una excepción u objeción, ya sea antes o en el laudo final, la decisión solo
puede ser impugnada a través del recurso de anulación contra ese laudo.
 Decisión de excepciones como cuestión previa: Si el tribunal arbitral acepta una
excepción como una cuestión previa, se declara incompetente y ordena la terminación
de las actuaciones arbitrales. Esta decisión también puede ser impugnada mediante
recurso de anulación. Sin embargo, si el tribunal acepta la excepción solo en relación
con ciertos asuntos, el arbitraje continúa en otros temas, y la decisión solo puede ser
impugnada después de emitir el laudo que resuelve definitivamente la controversia.

El tribunal es la autoridad competente para decidir sobre su propia jurisdicción, incluyendo


excepciones y objeciones relacionadas con la existencia y validez del acuerdo de arbitraje y el
contrato que lo contiene.

14. RELACIÓN ENTRE LOS ÁRBITROS Y LAS PARTES

La relación entre las partes y los árbitros en el arbitraje se desglosa en dos aspectos
esenciales: el contractual y el procedimental. Ambos son cruciales para lograr el propósito del
arbitraje: resolver disputas entre las partes. El ámbito contractual implica acuerdos previos
sobre cómo se llevará a cabo el arbitraje, mientras que el ámbito procedimental se refiere a la
ejecución de estos acuerdos durante el proceso arbitral. Estos dos ámbitos están
interconectados: el contractual establece obligaciones, y el procedimental las lleva a cabo.

Un ejemplo ilustrativo es el laudo arbitral, que, al poner fin al procedimiento, señala el


cumplimiento de la obligación del árbitro, cerrando así el ámbito contractual. Es crucial
entender que lo que concluye son las obligaciones derivadas del contrato partes-árbitro, no el
contrato en sí, que deja de existir una vez que ha cumplido su propósito de establecer,
modificar, regular y extinguir obligaciones.

1. Relación contractual

La relación entre las partes y los árbitros implica una red compleja de acuerdos
contractuales, responsabilidades y toma de decisiones, siendo el convenio arbitral el
punto de partida crucial. En un contrato, las partes colaboran para satisfacer intereses
mutuos, creando un vínculo obligatorio. En el arbitraje, las partes celebran contratos
con los árbitros para resolver disputas, iniciando el proceso mediante el convenio
arbitral. Un solo convenio puede dar lugar a varios contratos partes-árbitro y
procedimientos. En un tribunal de tres árbitros, cada uno asume obligaciones con
ambas partes, quienes pagan honorarios individualmente. La responsabilidad de los
árbitros es divisible y mancomunada, según lo acordado.

En cuanto al cumplimiento defectuoso, la ley peruana solo atribuye responsabilidad


en casos de dolo y culpa inexcusable, evitando demandas por errores menores. En la
toma de decisiones, los árbitros deben votar, y la falta de voto se interpreta como
adhesión a la decisión en mayoría. En la emisión del laudo, la falta de firma se
considera adhesión a la decisión mayoritaria o del presidente.

2. Relación Procedimental

1. Partes

Las partes en disputa recurren a un tercero imparcial para resolver sus


problemas, basándose en un acuerdo llamado convenio arbitral. No todas las
partes que firmaron el convenio estarán involucradas simultáneamente; por
ejemplo, en un contrato entre tres personas con una cláusula arbitral, si surge
una disputa entre dos de ellas, solo esas dos serán parte en el arbitraje.

Es esencial que una parte que suscribió el convenio arbitral tenga una
controversia con otra parte para participar en el proceso. Las actuaciones en el
arbitraje pueden realizarse personalmente o representadas, y la representación,
tanto en el procedimiento como al firmar el convenio, está regulada por
normativas específicas, como los artículos 10 y 37 del Decreto Legislativo n.°
1071 en el caso de Perú.
2. Tribunal arbitral

En el arbitraje, el tribunal arbitral, compuesto por árbitros independientes e


imparciales, es esencial para el éxito del proceso. Los árbitros, personas
naturales, deben cumplir requisitos específicos y no tener incompatibilidades.
Su papel crucial asegura que el arbitraje sea una opción efectiva para resolver
disputas, cumpliendo con las expectativas de las partes en términos de un
proceso riguroso, eficaz y justo.

Los árbitros asumen una gran responsabilidad, siendo fundamentales para


consolidar el arbitraje como la alternativa ideal a la jurisdicción. Su capacidad
de acción, conocimiento del tema, dedicación e imparcialidad son esenciales.
En el proceso, los árbitros son la piedra angular; sin ellos, el arbitraje no sería
posible. Además de cumplir con requisitos establecidos por normas arbitrales,
las partes pueden agregar requisitos adicionales, siempre y cuando los árbitros
designados estén de acuerdo o las partes decidan prescindir de estos requisitos.

La designación de árbitros puede hacerse por las partes, una institución


arbitral, un tercero elegido por las partes o la Cámara de Comercio
correspondiente. La flexibilidad en la designación permite adaptar el arbitraje
a las necesidades y preferencias de las partes involucradas.

3. Lógica de la relación procedimental

Tanto en el proceso judicial como en el arbitraje, las partes se someten a las


decisiones del juez o tribunal arbitral, pero hay diferencias notables en la
naturaleza de estos vínculos.

En el arbitraje, los árbitros desempeñan un papel crucial al dirigir el proceso y


resolver la controversia, sin depender constantemente de la colaboración de las
partes. Por ejemplo, si los árbitros toman una decisión firme o consentida
sobre un incidente, las partes deben respetarla, evitando disputas prolongadas
que puedan obstaculizar la función del tribunal arbitral.
La institución arbitral implica elementos procedimentales que rigen la relación
entre las partes y los árbitros. Estas reglas, ya sean establecidas por las partes o
los árbitros, deben respetar la igualdad y permitir que las partes ejerzan sus
derechos. Aunque el arbitraje tiene una naturaleza privada, se espera que se
respeten los principios fundamentales, a pesar de no seguir rigurosamente los
procedimientos judiciales.

CONCLUSIONES

 La recusación en el arbitraje desempeña un papel fundamental en la protección de la


imparcialidad y la independencia de los árbitros. Permite a las partes impugnar la
continuidad de un árbitro en caso de que surjan dudas sobre su imparcialidad o
independencia, lo que es esencial para garantizar un proceso de arbitraje justo y
equitativo. La existencia de procedimientos claros y efectivos de recusación en el
arbitraje contribuye a la confianza de las partes en el proceso. Saber que pueden
impugnar a un árbitro si consideran que no es imparcial o independiente proporciona
seguridad y transparencia en la resolución de disputas.

 En el arbitraje institucional, la institución de arbitraje desempeña un papel crucial


como garante y controladora de la actuación de los árbitros. Esto asegura que se
mantenga la integridad del proceso arbitral, ya que la institución supervisa la
conducta de los árbitros y se asegura de que se adhieran a los estándares éticos y
legales. Esto no solo beneficia a las partes involucradas, sino que también refuerza la
credibilidad y eficacia del arbitraje como un método de resolución de disputas.
 Debido que los árbitros y las partes existe una relación contractual, un árbitro puede
incurrir en responsabilidad civil por el incumplimiento de sus obligaciones o por su
cumplimiento tardío o defectuoso.

 Los árbitros tienen la libertad en el desempeño de sus funciones mientras que, si


actúan con dolo o negligencia grave, las partes pueden reclamar indemnización por
daños sufridos.

 Asimismo, tras un análisis detallado de los árbitros en el contexto del Decreto


Legislativo N°1071, se pueden extraer conclusiones fundamentales que delinean la
relevancia y la complejidad de su papel en el sistema de arbitraje.

 Además, queda patente que la legislación en cuestión proporciona un marco


normativo sólido que legitima y regula la función de los árbitros. La claridad
normativa es esencial para garantizar la confianza de las partes involucradas y para
asegurar que el arbitraje se desarrolle de manera efectiva.

 La autonomía de las partes en la elección de los árbitros es un principio fundamental,


destacando la flexibilidad inherente al arbitraje. Sin embargo, este principio también
presenta desafíos, ya que la selección cuidadosa de árbitros competentes y éticos se
convierte en un factor crítico para el éxito del proceso. La transparencia en este
proceso de selección es esencial para mantener la integridad del sistema arbitral.

 Por último, la capacidad de adaptación de los árbitros a las dinámicas cambiantes del
entorno jurídico y su disposición para abordar desafíos emergentes son aspectos críticos
que contribuyen a la excelencia en la administración de la justicia privada.

REFERENCIAS
- Chipana, J. W. (2013). Los árbitros en la Ley de Arbitraje: Bases para una reforma
del Título III del Decreto Legislativo N° 1071.
https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/4523
- Decreto Legislativo n.° 1071. (01 de septiembre de 2008). Normas y documentos
legales - Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado - Plataforma del
Estado Peruano. https://portal.osce.gob.pe/arbitraje/sites/default/files/Documentos/
Legislacion_aplicable/DL-1071-ley-que-norma-el-arbitraje.pdf
- Ledesma, M. (2009). Jurisdicción y arbitraje. Fondo Editorial, Pontificia Universidad
Católica del Perú.
- Resolución Ministerial N.º 0655-2008-JUS. Ministerio de Justicia (10 diciembre de
2008). https://www.justiciaviva.org.pe/acceso_justicia/normas/13.pdf
- Goethe, M.J. (2019). Responsabilidad del arbitro en el arbitraje comercial
internacional en México. Cap IV. UNAM.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5648/8.pdf
- Rodríguez, S. (2017). La recusación como mecanismo de control de los árbitros.
Revista de arbitraje PUCP. https://carc.pucp.edu.pe/nota-de-prensa/la-recusacion-
como-mecanismo-de-control-de-los-arbitros/
- Soto, C.A., Bullard, A. (2011). Comentarios a la ley peruana de arbitraje.
Comentario del artículo 29 por Enrique Palacios Pareja.
https://andrescusi.files.wordpress.com/2020/09/comentarios-a-la-ley-peruana-de-
arbitraje-tomo-i.pdf
- Puglianini, L. (2012). La relación partes-árbitro. Palestra Editores S.A.C.
https://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/72F506AB56C863ED05
257D0200572B11/$FILE/LaRelaci%C3%B3nPartes_%C3%84rbitroVol19.pdf

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