Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ASIGNATURA
DERECHO TRIBUTARIO MUNICIPAL
TRABAJO GRUPAL
EL DOBLE GRADO DE JURISDICCION EN MATERIA DE TRIBUTO MUNICIPAL.
SUSTENTANTES
CAROLINA ROSARIO RODRÍGUEZ
LEIDY ALTAGRACIA TORRES
JUAN DE DIOS HIRALDO
MILDRED HERNANDEZ
ROSA PEREZ MELO
JUAN ANTONIO BIDO
JOSE ROJAS MEJIA
LEANDRO FRIAS
PROFESOR
ANGEL LOCKWARD
4
INTRODUCCION
Según nuestra Carta Magna en el párrafo III del Articulo 149 “Toda decisión emanada de un
tribunal podrá ser recurrida ante un tribunal superior, sujeto a las condiciones y excepciones
que establezcan las leyes”.
5
El Artículo 75 de nuestra Constitución establece los Deberes Fundamentales de las personas y
entre ellos en el numeral 6 se encuentra el Deber de Tributar, de acuerdo con la ley y en
proporción a su capacidad contributiva, para financiar los gastos e inversiones públicas. Pero al
mismo tiempo dispone que es deber fundamental del Estado garantizar la racionalidad del gasto
público y la promoción de una administración pública eficiente.
El Código Tributario (Ley 11-92 del 16 de mayo de 1992 y sus modificaciones) es el instrumento
legal en que están previstos la mayoría de los impuestos aplicables en República Dominicana,
aunque está complementado por leyes especiales.
El artículo 141 del Código Tributario establece que El Tribunal Contencioso, será la jurisdicción
competente para conocer y decidir, en primera y última instancia, las cuestiones relativas al
cumplimiento, caducidad, rescisión, interpretación y efectos de los contratos que conceden
ventajas, incentivos o exenciones parciales o totales, en relación con los tributos vigentes en el
país en general, ya sean impuestos nacionales o municipales, tasas, contribuciones especiales y
cualquiera otra denominación, o que de una u otra manera eximan del cumplimiento de
obligaciones tributarias sustantivas, ya fuere como contribuyentes o responsables, o del
cumplimiento de deberes formales en relación con la aplicación de leyes o Resoluciones de
carácter tributario, relativas atributos nacionales o municipales.
6
ASPECTOS GENERALES “JURISDICCION”
La jurisdicción (en latín: iuris dictio, ‘decir o declarar el derecho a su propio gobierno’) es
la potestad, derivada de la soberanía del Estado, de aplicar el derecho en el caso concreto,
resolviendo de modo definitivo e irrevocable una controversia, que es ejercida en forma
exclusiva por los tribunales de justicia integrados por jueces autónomos e independientes.1
En palabras del distinguido profesor Eduardo Couture: "Es la función pública, realizada por los
órganos competentes del Estado, con las formas requeridas por la ley, en virtud de la cual, por
acto de juicio, se determinan los derechos de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y
controversias de relevancia jurídica, mediante decisiones bajo autoridad de cosa juzgada,
eventualmente factibles de ejecución".
__________________________
1
https://es.wikipedia.org/wiki/Jurisdicci%C3%B3n
7
y situaciones impone una división del trabajo judicial y son las reglas de competencia las que
vienen a determinar los supuestos en que cada tribunal debe ejercer la potestad jurisdiccional, el
ordenamiento jurídico resolverá de esta manera que la cuestión litigiosa debe ser sometida al
conocimiento de un tribunal determinado, y en la conformación de los diferentes tribunales nos
encontramos con aquellos que tienen su función para conocer, como tribunal de revisión o
segundo grado.
Uno de los criterios en los cuales se fundamenta el derecho a recurrir viene por la tarea
discrecional que tiene el juez en la aplicación de derecho, de ahí que toda decisión puede estar
sujeta a adolecer de defectos ya sea consistente en irregularidades de algunos actos externos que
la integran o de actos procesales que le procedan, que el juez no ha sido guardián del debido
proceso de ley en la instrucción del proceso o bien padecer de defectos en la función lógica que
ha llevado al juez a emitir el fallo, dando lugar a una sentencia injusta, por atribuir a la ley una
voluntad distinta de la que realmente tiene, de ahí que la impugnación o recurso es la vía que le
permite al justiciable mejorar o enmendar la sentencia que en principio lo ha perjudicado.
Como todos los ordenamientos procesales establecen recursos dirigidos a impugnar las
decisiones judiciales, a fin de otorgar mayores garantías con la posibilidad de revisión o doble
grado de jurisdicción o instancia, se instituye entonces como un precepto constitucional.
8
La actividad jurisdiccional en nuestro esquema de división de poderes se atribuye al Poder
Judicial, integrado por los tribunales de distintas características que por la diversidad de materias
y situaciones impone una división del trabajo judicial. Esta división de tarea se realiza a partir de
las Reglas de Competencia, las cuales se definen como la capacidad o aptitud que tiene un
tribunal para ejercer la jurisdicción en aquellos supuestos en que le corresponde hacerlo
conforme a criterios legales de determinación de su ejercicio.2
Es decir, “que las Reglas de Competencia vienen a determinar los supuestos en que cada tribunal
debe ejercer la potestad jurisdiccional, el ordenamiento jurídico resolverá de esta manera si la
cuestión litigiosa debe ser sometida al conocimiento de un tribunal determinado, y en la
conformación de los diferentes tribunales nos encontramos con aquellos que tienen su función
para conocer como tribunal de revisión o segundo grado, con la regla de distribución de la
competencia la cual viene dada por el denominado criterio funcional, en este aspecto sostiene
Palacio: Pauta a partir de la cual se atribuye a distintos tribunales su intervención en la etapa del
proceso”.3
_______________________
2
Hermogenes Acosta, José Machado Plazas (…) Constitucionalización del Proceso Civil, Escuela Nacional de la
Judicatura 2005, 1era. Edición, Pág. 399.
3
Idem
Cuando dispone que es de conformidad con la ley deja al legislador la libertad de suprimir la
facultad de recurrir en algunos casos como en el Artículo 3 de la Ley 13-07.
Además, agrega en el numeral 10 “Las normas del debido proceso se aplicarán a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas”.
Uno de los criterios en los cuales se fundamenta el derecho a recurrir viene por la tarea
discrecional que tiene el Juez en la aplicación de derecho, de ahí que toda decisión puede estar
sujeta a adolecer de defectos ya sea consistente en irregularidades de algunos actos externos que
la integran o de actos procesales que le procedan, o bien que el Juez no ha sido guardián del
debido proceso de ley en la instrucción del proceso o bien padecer de defectos en la función
lógica que ha llevado al Juez a emitir el fallo, dando lugar a una sentencia injusta, por atribuir a
la ley una voluntad distinta de la que realmente tiene, de ahí que la impugnación o recurso es la
vía que le permite al justiciable mejorar o enmendar la sentencia que en principio lo ha
perjudicado.
Actualmente todos los ordenamientos procesales establecen con mayor o menor extensión un
sistema de recurso dirigidos a impugnar las decisiones judiciales, pero lo que se cuestiona es, si
la posibilidad de Revisión o la Doble Instancia es considerada como una garantía del proceso y
como garantía que es, sí esta es vinculante al Derecho Constitucional o resulta una mera
enunciación normativa.
Así como tenemos posiciones a favor del doble grado de jurisdicción también las hay en contra y
según algunos tratadistas para que quede clara la razón del entendimiento que el doble grado no
es fundamental para la adecuada distribución de justicia, es importante analizar lo que se apunta
como “ventajas y desventajas” del principio.5
__________________________
4
Hermógenes Acosta, José Machado Plazas (…) Constitucionalización del Proceso Civil, Escuela Nacional de la
Judicatura 2005, 1era. Edición, Pág. 402.
5
Oreste Nestor de Souza LASPRO, Duplo grau de jurisdição no direito processual civil, cit., p. 98 y ss, citado por
Luiz Guilherme Marinoni, EL DOBLE GRADO DE JURISDICCION.
11
Como desventajas, son apuntadas las siguientes:
Atraso en la prestación jurisdiccional;
Choque con el derecho a la efectividad de la tutela jurisdiccional;
Desprestigio del juez de primer grado; y
Inutilización de los beneficios sobrevenidos de la oralidad.
El argumento, en el sentido que el “ser humano” es, por naturaleza, inconformista con la primera
decisión contraria que le es impuesta, y que por eso debe tener derecho al recurso, no se reviste
de seriedad.
En verdad, y como es obvio, nadie queda satisfecho al ser contrariado; pero esto no puede
perjudicar a la parte que tiene razón y derecho a una respuesta jurisdiccional tempestiva. Ahora,
ningún litigante quiere una decisión desfavorable, sea ella la primera, la segunda o la tercera
tomada en el mismo proceso.
Como la decisión judicial constituye una afirmación del poder estatal, esta simplemente se
impone al jurisdiccionado, que no tiene otra alternativa que no sea acatarla. Nada importa, para
efecto de la actuación del poder, si la parte está contenta o satisfecha con la decisión. De otro
lado, es preciso recordar que el hombre de la sociedad de masa, para la manutención de su propio
equilibrio psicológico, necesita de respuestas tempestivas y no de decisiones tardías e
inefectivas. Además de esto, el Judicial debe respeto al derecho fundamental a la duración
razonable del proceso y, por ello, ciertamente no puede ignorarlo apenas para contentar al
litigante rebelde.6
__________________________
6
Luiz Guilherme Marinoni, EL DOBLE GRADO DE JURISDICCION
12
LA JURISDICCION CONTENCIOSA
ADMINISTRATIVA
La Jurisdicción Contencioso-administrativa en República Dominicana fue instituida en agosto de
1947, mediante la Ley No. 1494, que creó el esquema bajo el cual se estableció esta jurisdicción,
supuso una entidad jurisdiccional representativa del segundo grado de jurisdicción conocida
como el Tribunal Superior Administrativo, una procuraduría general administrativa debido a la
representación del Estado en esta materia y los tribunales contencioso-administrativos de primera
instancia. El proyecto de Ley fue elaborado por el jurista J. Humberto Ducoudray bajo
el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo Molina.
En sus inicios, este órgano jurisdiccional formó parte del Poder Ejecutivo. Su elección dependía
del Senado y sobre ternas presentadas por la Administración del Estado. Con la promulgación de
la Ley No. 2690, de enero de 1951, fueron Traspasadas las funciones del Tribunal Superior
Administrativo a la Cámara de Cuentas, y a partir de ese momento fue dispuesto el
nombramiento de dos nuevos magistrados para dicho tribunal. En lo adelante, se suscitaron
diversas reformas, entre ellas, la más trascendental fue la reforma de mayo de 1954, mediante la
cual se dispuso qué las decisiones emanadas de la Cámara de Cuentas en funciones del TSA
podrían ser susceptibles de recurso de casación, es decir, estas decisiones estarán regidas por el
control Jurisdiccional que ejerce la Suprema Corte de Justicia.
Con la promulgación de la Ley No. 11-92, fue creado el Código Tributario de la República
Dominicana y la Jurisdicción Contencioso Tributaria, la cual estableció nuevos mecanismos
recursivos y la creación del Tribunal Contencioso Tributario.
13
Posteriormente, en el año 2002, fue promulgada la Ley No. 183-02, que aprueba el Código
Monetario y Financiero, esta norma al igual que la anterior legislación dispuso la creación de un
tribunal especializado en lo monetario y financiero, competente para conocer de los recursos
contencioso-administrativos interpuestos frente a los actos y resoluciones dictados por la Junta
Monetaria.
Con la entrada en vigor de la Ley No. 13-07, el legislador facultó a la Suprema Corte de Justicia
para dividir el Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo en dos (2) salas, integradas por
no menos de tres (3) magistrados entre los cuales habrá un juez presidente. Además, estableció
que la jurisdicción administrativa estará conformada por dos grados de jurisdicción,
Primer Grado correspondiente a los Juzgados de Primera Instancia y el Segundo Grado a
los Tribunales Superiores Administrativos, cumpliendo así con el principio del doble
grado de jurisdicción, instituido además por la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José) de 1969, en su artículo 8.2 h, y en el Pacto de los Derechos
Civiles y Políticos.
Finalmente, con la Reforma Constitucional del 26 de enero del año 2010, se consolida la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa, se instituye de manera constitucional el Tribunal
Superior Administrativo, dedicándole los artículos 164, 165 y 166 de nuestra Constitución y que
veremos en detalle más adelante.
14
EL DOBLE GRADO DE JURISDICCION EN EL
SISTEMA JURIDICO DOMINICANO
La jurisdicción ha sido definida como la “función que constitucionalmente incumbe al Estado de
asegurar por medio de órganos especiales llamados tribunales el amparo, protección o tutela de
los derechos subjetivos y de las otras situaciones jurídicas que se hallan protegidas por las
normas de derecho objetivo”, también se utiliza el termino jurisdicción para designar a los
tribunales. De ahí las jurisdicciones de primer grado y de segundo grado, jurisdicciones civiles,
comerciales, penales, ordinarias, de excepción o extraordinarias. En la mayoría de los sistemas
jurídicos los procesos judiciales son conocidos por dos tribunales de distintas jerarquías. Esto es
lo que se conoce como el principio del doble grado de jurisdicción.
En nuestra organización judicial los tribunales están distribuidos en pares, esto así, para asegurar
el derecho que tiene todo justiciable de recurrir las decisiones dictadas por los tribunales del
primer grado, las sentencias dictadas por los Juzgado de Paz son recurribles ante los tribunales de
primera instancia, y las decisiones dictadas en primera instancia son apeladas por ante la Corte
de Apelación, y la dictada en única instancia ante la Corte es recurrible en casación ante la
Suprema Corte de Justicia y así sucesivamente en las demás jurisdicciones.
Esta figura del derecho procesal tiene como finalidad garantizar que las decisiones judiciales
tengan la mayor certeza posible. Se parte de la presunción, por una parte, de que el tribunal de
primer grado puede cometer errores en la apreciación de los hechos y en la interpretación del
derecho y, por otra parte, de que el tribunal de segundo grado, por ser colegiado y estar
integrados por jueces más experimentados, está en condiciones de corregir los errores de que
adolezca la sentencia dictada en primera instancia.
15
a) Atendiendo a la modalidad de la cuantía del litigio, como ocurre por ejemplo en las
demandas inferiores de tres mil pesos en los Juzgados de Paz, en virtud del artículo 1 de
la Ley 38-98 que expresa:
“Los Jueces de Paz conocen todas las acciones puramente personales o mobiliarias, en
única instancia, tanto en materia civil como comercial, hasta concurrencia de la suma
de tres mil pesos, y con rango de apelación hasta el valor de veinte mil pesos”
b) Por la complejidad y naturaleza de las cuestiones debatidas. Son los casos en que el
recurso puede retardar un procedimiento que por un interés general debe ser rápido
porque de lo contrario, el ejercicio del recurso podría constituir un medio dilatorio, así
sucede con las sentencias sobre nulidades de forma en el procedimiento de embargo
inmobiliario.
Mientras que en la doctrina brasileña predomina una opinión divergente, la procesalita Ada
Pellegrini, ha sostenido que la “doble instancia configura un proceso constitucional autónomo o
derivado del de igualdad que sería violado por toda ley que negare el doble grado de jurisdicción
en general, o bien la reservara específicamente para algunos procesos.8
16
__________________________
7
Hermógenes Acosta, José Machado Plazas (…) Constitucionalización del Proceso Civil, Escuela Nacional de la
Judicatura 2005, 1era. Edición, Pág. 410.
8
Idem
Sin embargo, las reglas que gobiernan la competencia de los tribunales del segundo grado son de
orden público puesto que se encuentran íntimamente ligadas al principio del doble grado de
jurisdicción, siendo pues el recurso de apelación una consecuencia de aquel. Todas las sentencias
son, en principio, recurribles, y por esto para que una sentencia sea irrecurrible, es necesario que
un texto de la Ley lo disponga expresamente, en ese caso el litigio se conoce como en única
instancia.
Como ya sabemos, en el año 2010, vigentes las leyes 1494-47, 11-92, 103-02 y 13-07, fue
promulgada nuestra última Constitución, y en esta por primera vez constitucionaliza la
jurisdicción con doble grado, de hecho, es la única que figura en forma expresa en ella y, al
mismo tiempo, establece sus atribuciones, que ahora son:
17
entre la Administración del Estado y los particulares, si éstos no son conocidos por los
tribunales contencioso-administrativos de primera instancia;
De este Articulo 165 se desprende que “Las decisiones de los tribunales contenciosos, son
recurribles por ante el Tribunal Superior Administrativo, en consecuencia, los precedentes
establecidos por éste, orientan, a los tribunales inferiores, que están obligados a considerar, tanto
los precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional, como las decisiones de la Suprema
Corte de Justicia”.9
No obstante ser tan claro el artículo 165, la Suprema Corte de Justicia en su sentencia 642 de
fecha de 9 de noviembre de 2016, dijo: “Considerando, que contrario a lo establecido por la
parte recurrente, si bien las disposiciones establecidas en la Constitución de la República son
de aplicación inmediata, muchas de las mismas tienen carácter para ser aplicadas a futuro,
sobre todo cuando están sujetas a que la ley regule determinados derechos; que en la especie, si
bien es cierto que el recurrente señala la aplicación del artículo 165, no menos cierto es, que
una adecuada comprensión del mismo, conlleva al análisis integral de las disposiciones
contenidas en el artículo 164 de dicha Constitución el cual deja establecido, que los
procedimientos, entiéndase los recursos, serán determinados por la ley, o sea, que se ha
delegado en el legislador la aprobación de una ley para regular los procedimientos inherentes
al recurso, lo cual no ha ocurrido, por tanto, ante dicho vacío normativo sigue implementándose
en la práctica las disposiciones del artículo 3 de la Ley 13-07 que a la vez garantiza el derecho
al recurso, por cuanto estas decisiones conocidas en instancia única, son recurribles en
casación ante la Suprema Corte de Justicia;”
18
__________________________
9
Lockward, Angel, Derecho Administrativo, versión digital, Pág. 15.
Artículo 102. Régimen General. Las ordenanzas, reglamentos, resoluciones y acuerdos de los
ayuntamientos que incurran en infracción del ordenamiento jurídico podrán ser impugnados
por:
a) El Poder Ejecutivo.
b) Las y los miembros de los ayuntamientos que hubieran votado en contra de tales actos y
normativas.
c) Las organizaciones sin fines de lucro, los munícipes o cualquier ciudadano que se
consideren directamente afectados por los mismos.
19
administrativo, precisando la violación y lesión que la motiva, el interés y las normas legales
vulneradas.
Y en cuanto a la citada competencia, quedo establecida en el Artículo 3 de la Ley 13-07, de
transición y traspaso de competencias, el cual dispone que: El juzgado de Primera Instancia en
sus atribuciones civiles, con la excepción de los del Distrito Nacional y la Provincia de Santo
Domingo, serán competentes para conocer, en instancia única y conforme al procedimiento
Cuando estos Juzgados de Primera Instancia en virtud de este artículo 3 de la Ley 13-07, actúan
como Tribunal Contencioso Administrativo en lo Municipal, de conformidad con la ley se les
está equiparando con los jueces del Tribunal Superior Administrativo, al ser sus decisiones en
única instancia al igual que el TSA. De ahí que el legislador haya eliminado el recurso de
Apelación, es decir el doble grado en esta materia.
Sin embargo, como ya hemos dicho, el doble grado de jurisdicción es una garantía establecida en
nuestra Constitución del 2010, que se impone a la Ley 13-07, por ser superior y por ser posterior
a esta y a cualquier otra normativa.
INCONSTITUCIONALIDAD SOBREVENIDA
20
Obviamente, la consecuencia de esa incompatibilidad es que esas normas "de pleno derecho"
quedan expulsadas del ordenamiento jurídico del Estado. El anterior texto constitucional que nos
rigió hasta el 26 de enero de 2010, así como el actual, en su artículo 6, consagra un mecanismo
de garantía de la supremacía constitucional: "Son nulos de pleno derecho toda ley, decreto,
resolución, reglamento o acto contrarios a esta Constitución".
De la normativa constitucional del año 2010 y ratificada en 2015, “deviene que el artículo 3 de
la Ley 13-07 quedó derogado por los artículos citados, por lo que conforme al artículo 165 de la
Constitución, el Tribunal Superior Administrativo, debe conocer en apelación, todos los asuntos
fallados por los tribunales de primera instancia en atribuciones administrativas”.10
Se puede observar que existen dos grados, sin embargo, hasta la fecha por falta de presupuesto la
jurisdicción opera con un solo grado en virtud de la legislación anterior, excepto para cuestiones
municipales, en las que no se incluye a Santo Domingo y al Distrito Nacional, estas las conocen
los tribunales de primera instancia provinciales en atribuciones administrativas.
Es fácil observar que la Constitución ha ido mucho más allá de lo dispuesto, previamente en la
ley, abrogando las limitaciones que esta establecía por el principio de la supremacía
constitucional que dispone como nulas toda ley, decreto o resolución que le sea contraria, en
consecuencia, la jurisdicción conoce de todo aquella cuestión contenciosa que surja en
la Administración con los particulares y entre sus propios entes, sea por actuaciones, omisiones
o contratos públicos.
El legislador constituyente dejó abierta además la ventana para que mediante actos legislativos
ordinarios, por ley, le puedan ser concedidas otras atribuciones a la jurisdicción, como fueron los
casos de conocer todo lo relativo a la ley de información pública y habeas data, las acciones
de amparo por actos u omisiones contrarias a la Constitución que
violenten derechos fundamentales de los administrados.
La jurisprudencia del Tribunal Constitucional, por otra parte ha ido consagrando, pese a que no
figuraba en forma expresa en la ley o peor aún, estaba prohibido por esta, la potestad de conocer
21
la nulidad de decretos o de actos administrativos de carácter o efectos particulares, conforme
dispone la parte ínfima del artículo 6 de la Constitución y reservándose exclusivamente el
conocimiento de las acciones directas de inconstitucionalidad en contra de decretos y
resoluciones de carácter general.
__________________________
10
Lockward, Angel, Derecho Administrativo, versión digital, Pág. 169.
La jurisdicción, arrastra dos debilidades importantes, como son entre otras, la falta del primer
grado, que ocasiona un entaponamiento extremo que hace lenta y de
mala calidad la justicia administrativa y la falta de una legislación procesal que mantiene a los
jueces apegados al procedimiento administrativo dispuesto en la Ley 1494, ampliamente
obsoleto por su excesiva burocracia y pésima oralidad, contrario a los postulados de la Ley y de
la Constitución.
En cuanto a lo que son los recursos ante la Jurisdicción Administrativa municipal y todo lo
relativo a sus actuaciones, vemos como el Articulo 10 de la Ley 176-07 dispone que el control de
legalidad de sus actos, acuerdos y resoluciones recae sobre los tribunales de justicia.
A continuación, presentamos un cuadro que resume los principales recursos por ante esta
jurisdicción, el tribunal que los conoce por disposición de la Ley, y el texto legislativo en el cual
se fundamenta la acción.
22
RECURSOS EN MATERIA CONTENCIOSA
TRIBUTARIA MUNICIPAL
23
Medidas cautelares tendentes a Juzgados de Paz Municipales u
embargos Ordinarios Art. 314 Ley 176-07
REFERENTES JURISPRUDENCIALES
EN MATERIA DE DOBLE GRADO DE JURISDICCION
Una interpretación literal la primera parte del artículo 8 que transcribimos en el párrafo anterior
permite establecer: que entre las garantías que consagra no se incluye el principio del doble
grado de jurisdicción y que las garantías enunciadas son aplicables a todas las materias. En la
segunda parte del texto se consagran las garantías siguientes:
24
a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no
comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal;
b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;
c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su
defensa;
d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de
su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor;
e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado,
remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí
mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley;
Un precedente jurisprudencial para toda Latinoamérica sobre el doble grado de jurisdicción, lo constituye
el caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica, ya que los costarricenses soslayaban ese derecho y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos estableció que el derecho a recurrir constituía una garantía
primordial que se debe respetar en el marco del debido proceso legal, con la finalidad de permitir que una
sentencia adversa pueda ser revisada por un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica. La
Corte Interamericana, por otra parte, vincula el derecho a recurrir al derecho de defensa, en la medida que
permite al imputado evitar que una sentencia viciada en lo concerniente a los hechos y al derecho
adquiera la autoridad de cosa irrevocablemente juzgada.
Otro aspecto que estableció la Corte Interamericana es que en ocasión del recurso deben observarse las
mismas garantías de la primera instancia, porque el proceso penal es uno sólo a través de sus diversas
etapas, incluyendo la tramitación de los recursos ordinarios que se interpongan contra la sentencia. En
esta misma línea de pensamiento sostuvo la Corte Interamericana que: El juez o tribunal superior
encargado de resolver el recurso interpuesto contra la sentencia penal tiene el deber especial de protección
de las garantías judiciales y el debido proceso a todas las partes que intervienen en el proceso penal de
conformidad con los principios que los rigen.
25
En la misma sentencia la Corte Interamericana abordó el tema de los poderes del juez o tribunal
apoderado del recurso y estableció que: independientemente de la denominación que se le dé al recurso
existente para recurrir el fallo, lo importante es que dicho recurso garantice un examen integral de la
decisión recurrida. Conforme este criterio es necesario que el recurso que se contemple tenga efecto
devolutivo, de manera que el tribunal superior competente para conocer el recurso pueda examinar de
nuevo e íntegramente el caso resuelto mediante la sentencia recurrida. Ello implica que deben conocerse
de nuevo los hechos de la causa.
jurisprudencial referido en el umbral del plano normativo de la presente decisión, cuya doctrina
jurisprudencial sostenía que la exclusión del recurso extraordinario de la casación en la materia
tratada, configuraría una limitación a la garantía del derecho al recurso; que, si bien es cierto que
el artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 8.2 h de la
Convención Americana de Derechos humanos, reconocen como una garantía fundamental del
justiciable el derecho al recurso, no es menos cierto que esos textos internacionales, vinculantes
en nuestro derecho interno, no se refieren a un recurso en particular o específico, sino a un
recurso que asegure un examen integral de la decisión impugnada por ante un tribunal de
superior jerarquía orgánica del cual emanó la decisión criticada, lo cual se satisface con la
impugnación que se produce ante el tribunal inmediatamente superior contra el auto que liquida
y aprueba un estado de gastos y honorarios, que en nuestro país es un recurso efectivo, en razón
de que garantiza el examen integral de la decisión impugnada al permitir una revisión tanto
fáctica como normativa del caso;
Considerando, que el artículo 3 previamente indicado establece que: “El juzgado de Primera
Instancia en sus atribuciones civiles, con la excepción de los del Distrito Nacional y la Provincia
de Santo Domingo, serán competentes para conocer, en instancia única, y conforme al
procedimiento contencioso tributario, de las controversias de naturaleza contenciosa
administrativa que surjan entre las personas y los Municipios…”; Considerando, que contrario a
lo establecido por la parte recurrente, si bien las disposiciones establecidas en la Constitución de
la República son de aplicación inmediata, muchas de las mismas tienen carácter para ser
aplicadas a futuro, sobre todo cuando están sujetas a que la ley regule determinados derechos;
que en la especie, si bien es cierto que el recurrente señala la aplicación del artículo 165, no
menos cierto es, que una adecuada comprensión del mismo, conlleva al análisis integral de las
disposiciones contenidas en el artículo 164 de dicha Constitución el cual deja establecido, que
los procedimientos, entiéndase los recursos, serán determinados por la ley, o sea, que se ha
delegado en el legislador la aprobación de una ley para regular los procedimientos inherentes al
recurso, lo cual no ha ocurrido, por tanto, ante dicho vacío normativo sigue implementándose en
la práctica las disposiciones del artículo 3 de la Ley 13-07 que a la vez garantiza el derecho al
recurso, por cuanto estas decisiones conocidas en instancia única, son recurribles en casación
ante la Suprema Corte de Justicia; Considerando, que por otro lado, del análisis de la sentencia
impugnada, esta Tercera Sala advierte, que el tribunal a-quo al declararse incompetente bajo el
entendido de que corresponde a la Suprema Corte de Justicia el conocimiento del recurso de
apelación interpuesto, ha incurrido en un error procedimental, toda vez que la Suprema Corte de
27
Justicia conoce, como tribunal de casación, de los fallos pronunciados por los tribunales del
orden judicial en última o en única instancia, esto así en virtud de lo establecido por el artículo
1ro. de la Ley 3726 sobre Procedimiento de Casación; que en ese sentido, al haber interpuesto
los recurrentes un recurso de apelación por ante el tribunal-a-quo, recurso no previsto en nuestro
ordenamiento jurídico, dicho tribunal debió declarar la inadmisibilidad del mismo y no su
incompetencia para conocerlo, que por tratarse de una cuestión procesal, de puro derecho, esta
Suprema Corte de Justicia casa sin envío la sentencia impugnada; Considerando, que en materia
administrativa no ha lugar a la condenación en costas, de acuerdo a lo previsto por el artículo 60,
párrafo V de la Ley No. 1494, aún vigente en este aspecto. Por tales motivos, Falla: Primero:
Casa sin envío la sentencia dictada por la Segunda Sala del Tribunal Superior Administrativo, en
fecha 21 de marzo de 2014, cuyo dispositivo figura copiado en parte anterior del presente fallo;
Segundo: Declara que en esta materia no ha lugar a la condenación en costas.
‘’ E. Cabe precisar, que el derecho de recurrir es una garantía prevista en el artículo 69, numeral
9, de la Constitución de la República, que permite impugnar toda sentencia de conformidad con
la ley. Esta previsión también aparece contenida en el artículo 149 párrafo III de la Carta
Fundamental que establece el derecho de recurrir toda decisión emanada ante un tribunal
superior, sujeto a las condiciones y excepciones que establezcan las leyes.
F. En ese tenor, si bien en nuestro ordenamiento jurídico el derecho a recurrir tiene rango
constitucional, su ejercicio está supeditado a la regulación que determine la ley para su
presentación, puesto que corresponde al legislador configurar los límites en los cuales opera su
ejercicio, fijando las condiciones de admisibilidad exigibles a las partes para su interposición
debiendo respetar su contenido esencial y el principio de razonabilidad que constituyen el
fundamento de validez de toda norma destinada a la regulación de derechos fundamentales. En
ese sentido, la jurisprudencia constitucional comparada ha dicho que “…es la ley, por tanto, la
encargada de diseñar en todos sus por menores las reglas dentro de las cuales tal recurso puede
ser interpuesto, ante quién, en qué oportunidad, cuándo no es procedente y cuáles son los
requisitos -positivos y negativos- que deben darse para su ejercicio…
28
Y todo ello porque estamos en presencia de un derecho de absoluta configuración legal, pues
mientras el derecho a poder dirigirse a un juez en busca de protección para hacer valer el derecho
de cada cual tiene naturaleza constitucional por nacer directamente de la propia ley suprema, en
cambio, el que se revise la respuesta judicial por la vía del recurso es un derecho cuya
configuración se defiere a las leyes.
Pero, el “derecho a recurrir” no se agota con cualquier “fórmula” al uso que haya generado el
legislador. El “derecho a recurrir” es, ante todo, una garantía procesal y constitucional que no se
agota con cualquier “fórmula” al uso que haya generado el legislador y sí con el fin de excluir la
indefensión que, en ningún caso, ha de producirse según el mandato constitucional.’’
CONCLUSIONES
El Poder Legislativo instituyó los tribunales de segunda instancia con la finalidad de que los
justiciables pudieran recurrir las sentencias como medida de seguridad en caso de que se sienta
agraviado por una decisión que considera injusta y por tanto pueda solicitar y obtener su
corrección si a ello hubiere lugar.
Como hemos advertido el doble grado de jurisdicción está innegablemente vinculado con el
derecho a recurrir, pues de no existir el doble grado de jurisdicción no tendría sentido la
existencia de los Recursos que ha instituido el legislado para salvaguardar las garantías a los
derechos fundamentales.
Tanto la Suprema Corte de Justicia como el Tribunal Constitucional han indicado que el derecho
a los recursos es de configuración legal, tal y como lo establece la propia Constitución en su
29
artículo 69.9, cuando indica “de conformidad con la ley”, en ese sentido el legislador podrá
cuando lo considere pertinente suprimirlo o limitarlo.
No obstante, lo anterior, por aplicación del Pacto de San Jose, que es vinculante por el artículo
743 de la Constitución, debe de estar abierto siempre para el condenado en material penal, pues
en este caso se considera un auténtico derecho fundamental.
Si bien es cierto que la Ley 13-07 suprimió el derecho de apelación y solo dejó abierto el recurso
de casación en el artículo 3, recurso este último que no cumple con la efectividad del recurso de
conformidad con la sentencia del caso Ulloa contra Costa Rica, ya que no se hace un examen
integral del fallo, sino solo se va a conocer si el derecho fue bien o mal aplicado.
Lo que existe actualmente es una inconstitucionalidad por omisión, toda vez que existe un
mandato expreso al legislador que ha omitido cumplir al no dictar la norma correspondiente, es
decir, que para que se pueda materializar de manera efectiva la vía recursiva establecida en la
Constitución, se requiere de la existencia de una ley o norma cuyo desarrollo es obligatorio por
mandato de la Constitución en la cual se regule todo lo relacionado a los “tribunales
contenciosos administrativos de primera instancia. Sus atribuciones, integración, ubicación,
competencia territorial y procedimientos serán determinados por la ley”.
En ese tenor tenemos que la inconstitucionalidad por omisión, se verifica cuando el legislador no
ha desarrollado la ley que le manda la Constitución, en este caso, como no se le otorga un plazo
30
al legislador, el Tribunal Constitucional al ser apoderado de una acción directa en
inconstitucionalidad por omision, tendría que acudir a los principios de razonabilidad y
proporcionalidad como parámetros de interpretación y determinar de acuerdo a las
circunstancias, si el plazo transcurrido es suficiente para que la omisión pueda ser considerada
como inconstitucional.
BIBLIOGRAFIA
1. Constitución de la República Dominicana, del 26 de enero de 2010.
2. Anotaciones al Código Tributario Dominicano y Legislación Complementaria, Fundación
Pellerano & Herrera.
3. Hermogenes Acosta, José Machado Plazas (…) Constitucionalización del Proceso Civil,
Escuela Nacional de la Judicatura 2005, 1era. Edición, Pág. 399.
4. Lockward, Angel, Derecho Administrativo, versión digital
5. Ley 13-07 Sobre Traspaso de Competencia del 05 de febrero de 2007
6. Ley No. 176-07 Del Distrito Nacional y Los Municipios del 17 de Julio de 2007
7. Ley No. 1494 De la Jurisdicción Contenciosa Administrativa de 1947
8. Ley No. 137-11 Orgánica del Tribunal Constitucional del 15 de junio 2011
9. Sentencia SCJ del 30 de Mayo de 2012
10. Sentencia CIDH, caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica, 2004
11. Sentencia SCJ 642 del 09 de Nov. de 2016
12. Sentencia TC/002/14
WEBGRAFIA
1. https://es.wikipedia.org/wiki/Jurisdicci%C3%B3n
31
2. http://marinoni.adv.br/wp-content/uploads/2012/06 /Luiz Guilherme Marinoni, El Doble
Grado de Jurisdicción
3. https://observatoriojusticiaygenero.gob.do/documentos/PDF/normativas/
NOR_convencion_americana_derechos_humanos.pdf
4. https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CCPR.aspx /Pacto de los Derechos
Civiles y Políticos.
32