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MONOGRAFÍA
TEMA:
GRUPO: 6
SECCIÓN: 5D
CUSCO – PERÚ
Octubre del 2021
Dedicatoria:
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Contenido
Dedicatoria: ................................................................................................................................... 2
CAPITULO 1 ................................................................................................................................. 4
ARBITROS ................................................................................................................................. 4
Bibliografía ................................................................................................................................ 21
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CAPITULO 1
ARBITROS
Los árbitros son personas a quienes las partes o un tercero, encomiendan de común acuerdo,
la resolución de un conflicto. Son a quienes las partes confieren la potestad de decidir la Litis
y pueden personas naturales o jurídicas, o una institución arbitral. Algunas opiniones
consideran que el árbitro es la persona elegida por las partes en un litigio con miras a
resolverlo. Su función esencial es la de resolver la controversia que opone a dos o más
sujetos; sin embargo, se debe precisar que se puede recurrir al arbitraje sin que exista litigio,
para buscar el pronunciamiento frente a situaciones inciertas, evitando de esta manera el que
podría promoverse. Es más, se puede designar un árbitro ad hoc en el convenio arbitral y
jamás materializar su intervención, pues puede que no se presente ningún conflicto derivado
de la relación jurídica pactada. Para Carlos Alberto Matheus López, el árbitro es:
“La persona natural que, hallándose en el pleno ejercicio de sus derechos civiles, lleva a cabo
la resolución de la controversia disponible indicada en el convenio arbitral, previa aceptación
del arbitraje”. (López)
José F. Merino Merchán, por su parte, define al árbitro como: el dirimente de la contienda
que enfrenta a dos o más ciudadanos, que no goza de ninguna posición institucional
predeterminada Su posición solo viene dada por la voluntad de las partes en conflicto y por el
reconocimiento que el legislador nacional o internacional (tratados y convenios) le otorga
para que resuelva, mediante un procedimiento garantista, el conflicto que se somete a su
consideración y juicio. Lo mismo puede decirse respecto de las instituciones arbitrales
permanentes. (Merchán)
Otro tratadista del arbitraje Sergio Le Pera al referirse a los árbitros, los califica como:
“Personas de inteligencia por lo menos media, independientes de las partes, no preocupadas
por su propio interés o conveniencia más que por la bondad de sus decisiones, no apasionadas
y no ignorantes, escuchan con atención lo que las partes tengan que decir, y llegan a la
decisión más justa conforme al derecho que estas eligieron, o al que su ciencia y su criterio
les señale como aplicable” (Pera)
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. En conclusión, al revisar estas definiciones presentadas podemos definimos al árbitro como
la persona natural que interviene para definir heterocompositivamente el conflicto o situación
jurídica incierta, como expresión de la voluntad delegada de las partes contratantes bajo un
ámbito de confidencialidad.
2.1 NÚMERO DE ÁRBITROS. El artículo 19 de la derogada LGA -Decreto Ley No. 25935-
establecía que las partes podían designar libremente un número impar de árbitros. A falta de
acuerdo, se entendía que los árbitros eran tres. Esta norma resultaba de aplicación también a
los arbitrajes internacionales, en aplicación del artículo 82 del mencionado cuerpo normativo.
La decisión legal de limitar la autonomía de la voluntad de las partes, exigiendo siempre que
el tribunal arbitral sea impar, responde a un legítimo interés del Estado de asegurar la eficacia
del arbitraje, ya que la Fernando Cantuarias Salaverry Abogado. Master Y ale Law School.
Profesor de Arbitraje en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad de
Lima. existencia de tribunales arbitrales pares puede determinar que no se llegue a una
decisión final por falta de mayoría. Teniendo presente el interés de asegurar la eficacia del
arbitraje, el artículo 24 de la LGA insiste en que los árbitros deben ser designados en número
impar, siendo a falta de acuerdo tres, por la cual las partes se encuentran en libertad de
determinar el número de árbitros y, sólo en caso de silencio, los árbitros serán tres (artículo
101 LGA). En este caso, la LGA ha preferido darle mayor importancia a la autonomía de la
voluntad de las partes por sobre la eficacia del laudo arbitral, en el entendido que nos
encontramos ante la presencia de controversias internacionales, en las que se reduce
significativamente el interés del Estado de que necesariamente se resuelvan los conflictos por
la vía arbitral.
2.2 REQUISITOS DE LOS ÁRBITROS. - La mayoría de las legislaciones arbitrales
establecen ciertos requisitos mínimos que deben cumplir aquellas personas que
potencialmente actúen como árbitros. Generalmente estos requisitos están referidos a la
capacidad, profesión o nacionalidad de las personas, la ley exigía además una edad mínima
(veinticinco años) y la necesidad de que el árbitro fuere abogado. Es decir, para evitar la
exclusiva intervención de los juristas, la LGA derogada exigía que las partes acordaran
expresamente que el arbitraje sería, uno de los destacados autores del anterior cuerpo
normativo, justificaba esta exigencia, en el entendido que «lo lógico y razonable es que [el
abogado] sea ejerciente, porque es la única manera de garantizar seriedad en el fallo. La
obtención del título acredita grado universitario, pero de poco o nada sirve si el titulado no
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ejerce y no está al tanto de la aplicación del Derecho. Además, me pregunto: cuando a un
titulado le designan árbitro de Derecho, ¿acaso no está ejerciendo la profesión? Pero ya no
basta ser letrado, o sea licenciado en Derecho, sino que se requiere ser abogado, lo cual
implica estar autorizado para ejercer como tal por el colegio del lugar donde el arbitraje se
lleva a cabo». De la cita del jurista nacional, como del contenido de la norma derogada, se
desprende que para la LGA anterior, los abogados menores de veinticinco años como los
colegas no colegiados, no eran verdaderos profesionales, razón por la cual había que
discriminar en su contra, como si la edad o el simple trámite burocrático ante un colegio de
abogados fuere suficiente justificación para prohibir su actuación, con la agravante de que era
la ley la que, por encima de las partes, se irrogaba la facultad de decidir qué abogado era
bueno y cuál era malo. Pero, como si todo lo dicho no fuera poco, la exigencia de la
colegiación ante un colegio de abogados generaba indirectamente la imposibilidad de la
participación de abogados extranjeros como árbitros de en los arbitrajes domésticos. Esta
prohibición indirecta fue también en su momento compartida por Lohmann. Nosotros en su
momento hicimos conocer nuestra posición contraria a esta afirmación, de la siguiente
manera facultad de decidir acerca de quiénes son para ellos los verdaderamente' competentes'.
Finalmente, y como para redondear la faena, nunca pudo saberse a ciencia cierta si las
normas bajo análisis (ubicadas en la sección correspondiente al arbitraje nacional)
resultaban o no de aplicación a los arbitrajes internacionales, ya que, ante el silencio
de las disposiciones internacionales, cabía la posibilidad de aplicar de manera
supletoria los artículos 20 y 21, de conformidad con el numeral 82 de la derogada
LGA.
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nacional o extranjera, mayor de edad y que se encuentre en pleno ejercicio de sus
derechos civiles. Antes de terminar con este apartado, bien vale la pena aclarar que
nuestro comentario ha girado en torno a los requisitos mínimos legalmente impuestos
por la LGA. Sin embargo, nada obsta para que las partes o el reglamento de la
institución arbitral a la que se someta potencialmente un arbitraje (arbitraje
institucional) establezcan requisitos adicionales.
El árbitro podrá ser recusado por causa de incapacidad, carencia manifiesta de las
cualidades exigidas por el Artículo 14(1) del Convenio del CIADI o por las causas
establecidas en los Artículos 37 a 40 del Convenio del CIADI (Artículos 56 y 57
del Convenio del CIADI, Reglas 8 y 9 de las Reglas de Arbitraje). El Artículo
14(1) del Convenio del CIADI especifica las cualidades que se les exigen a los
integrantes de las Listas. Deben gozar de amplia consideración moral, tener
reconocida competencia en el campo del derecho, del comercio, de la industria o de
las finanzas, e inspirar plena confianza en su imparcialidad de juicio. Los
candidatos nombrados que no integren la Lista también deben reunir estas
cualidades.
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La causal de recusación de un miembro del Tribunal que se invoca con más
frecuencia es la carencia manifiesta de las cualidades exigidas por el Artículo 14(1)
del Convenio del CIADI, en particular, la falta de plena confianza en su
imparcialidad de juicio.
3.2 Procedimiento
3.2.2. Decisión
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La derogada LGA establecía un inadecuado sistema de designación de árbitros, el cual para
colmo de males se mezclaba con la creación de la figura de la del convenio arbitral,
institución respecto de la cual el conocido miembro de la Corte de Arbitraje de la CCI
Horado Griguera Naón opinó de la siguiente manera: <<El Perú cuenta con la curiosa
institución de la integración del convenio arbitral»
Las normas de la derogada LGA sobre designación de árbitros en los arbitrajes nacionales,
exigían que en los arbitrajes ad hoc, todos los árbitros fueran designados de «Común acuerdo
por las partes>>, ya que, en opinión de Lohmann, aun cuando es ese sistema es (el autor
habla de corruptela), razón por la cual la norma es taxativa al imponer que todos los árbitros
han de ser nombrados por acuerdo de las partes y directamente por ellas >>.
Las partes deberían acordar el número de árbitros que han de componer un Tribunal y el
método de nombramiento. Si no logran llegar a un acuerdo, será aplicable el mecanismo
supletorio del CIADI (Artículo 37 del Convenio del CIADI y Reglas 2 y 3 de las Reglas de
Arbitraje).
Como primer paso del proceso de nombramiento, las partes deberían hacer referencia al
contrato, al tratado o a la ley que contiene el consentimiento a arbitraje del CIADI. Este
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instrumento puede incluir un acuerdo previo entre las partes acerca del número de árbitros y/o
del método de nombramiento.
En ausencia de acuerdo previo, el CIADI invita a las partes a acordar el número de árbitros y
el método de nombramiento cuando el CIADI proceda al registro de la solicitud de arbitraje.
La Regla 2 de las Reglas de Arbitraje establece un procedimiento y un cronograma a fin de
ayudar a las partes a llegar a acuerdo.
El Tribunal siempre debe estar compuesto por un árbitro único o por un número impar de
árbitros. Con excepción de ello, las partes gozan de la libertad de adoptar cualquier método
de nombramiento funcional que se ajuste a sus necesidades, incluidas disposiciones en
materia de plazos y procedimientos especiales. No es necesario que las partes nombren a
árbitros que integren la Lista de Árbitros del CIADI.
Los acuerdos más habituales en el caso de Tribunales compuestos por tres miembros son los
siguientes:
Cada parte nombra a un coárbitro, y las partes intentan llegar a un acuerdo respecto
del tercer árbitro, el Presidente del Tribunal. Si las partes no llegan a un acuerdo, el
Secretario General (o el Presidente del Consejo Administrativo) del CIADI nombra al
Presidente.
Como parte de su acuerdo respecto del método de constitución del Tribunal, las partes
pueden acordar adoptar un procedimiento de listas en relación con los candidatos propuestos.
Los procedimientos de listas pueden utilizarse respecto de un árbitro único, del Presidente del
Tribunal o de todos los miembros del Tribunal. Los procedimientos de listas que se utilizan
habitualmente incluyen los siguientes:
Las partes intercambian una lista de candidatos; cada parte informa a la otra parte del
(de los) candidato(s) que acepta o rechaza.
Las partes solicitan que el CIADI les proporcione una lista de candidatos. Cada parte
puede impugnar un número determinado de candidatos y calificar al resto de los
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candidatos. Se nombra al candidato con mejor calificación o, si dos o más candidatos
tienen la misma calificación, el CIADI selecciona a uno de ellos.
El CIADI apoya los esfuerzos de las partes en aras de acordar el método de nombramiento, y
se ajustará al método acordado y facilitará el proceso en la mayor medida posible.
Si las partes no pueden nombrar a todos los miembros del Tribunal conforme al método
establecido, cualquiera de las partes puede invocar el mecanismo supletorio de nombramiento
del(de los) árbitro(s) faltante(s) del CIADI.
Mecanismo supletorio
Las partes intentan llegar a un acuerdo respecto del tercer árbitro, el Presidente del
Tribunal.
En los casos en que la fórmula supletoria resulta de aplicación, la Regla 3 de las Reglas de
Arbitraje establece el proceso mediante el cual las partes nombran a los miembros del
Tribunal:
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Las partes pueden acordar otro método de constitución del Tribunal incluso después de que
una parte haya invocado la fórmula supletoria del CIADI.
PROCEDIMIENTO DE DESIGNACIÓN
sometida a un árbitro único o, si el Consejo decide que la controversia sea decidida por un
árbitro único, dichas partes deben ponerse de acuerdo en su designación dentro del plazo de
diez días luego de ser notificados por el Centro a tales efectos. A falta de acuerdo, el
nombramiento es efectuado por el Consejo.
2. Si las partes han acordado que la controversia sea resuelta por tres árbitros, cada parte, en
la Solicitud y en la Respuesta, respectivamente, designan un árbitro para su posterior
aceptación y, en su caso, confirmación. Si una parte no designa al árbitro que le corresponde,
el nombramiento es efectuado por el Consejo.
3. En los arbitrajes sometidos a tres árbitros, el tercer árbitro, quien actúa como presidente del
Tribunal Arbitral, es nombrado de común acuerdo por los árbitros designados por las partes
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en el plazo de diez días que confiere el Centro luego de comunicarles que no existe pendiente
de resolver recusación alguna en su contra. El Consejo nombra al tercer árbitro si no es
nombrado por los árbitros en el plazo conferido.
4. Todo árbitro que nombre el Consejo debe integrar el Registro de Árbitros del Centro.
5. Los árbitros que no integren el Registro de Árbitros del Centro deben ser confirmados por
el Consejo.
2. El árbitro, a partir de su nombramiento, revelará a las partes, sin demora cualquier nueva
circunstancia. En cualquier momento del arbitraje, las partes podrán pedir a los árbitros la
aclaración de sus relaciones con alguna de las otras partes o con sus abogados.
3. Un árbitro sólo podrá ser recusado si concurren en él, circunstancias que den lugar a dudas
justificadas sobre su imparcialidad o independencia, así como no poseer las calificaciones
convenidas por las partes o las establecidas por el reglamento de la institución arbitral o las
exigidas por la ley.
4. Las partes pueden dispensar los motivos de recusación que conocieren y en tal caso no
procederá recusación o impugnación del laudo por dichos motivos.
5. Una parte sólo podrá recusar al árbitro nombrado por ella, o en cuyo nombramiento haya
participado, por causas de las que haya tenido conocimiento después de su nombramiento.
Procedimiento de recusación.
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a. La recusación debe formularse tan pronto sea conocida la causal que la motiva,
justificando debidamente las razones en que se basa y presentando los documentos
correspondientes.
b. El árbitro recusado y la otra parte podrán manifestar lo que estimen conveniente dentro de
los diez (10) días siguientes de notificados con la recusación. Numeral modificado por el
Artículo 1 del Decreto Legislativo N° 1231, publicado el 26 septiembre 2015.
3. Salvo pacto en contrario, una vez que se inicie el plazo para la emisión de un laudo, es
improcedente cualquier recusación. Sin embargo, el árbitro debe considerar su renuncia, bajo
responsabilidad, si se encuentra en una circunstancia que afecte su imparcialidad e
independencia.
4. El trámite de recusación no suspende las actuaciones arbitrales, salvo cuando así lo decidan
los árbitros.
Árbitro sustituto.
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1. Salvo disposición distinta de este Decreto Legislativo, a falta de acuerdo entre las partes se
sigue el procedimiento inicialmente previsto para el nombramiento del árbitro sustituido.
3. Una vez reconstituido el tribunal arbitral, las actuaciones arbitrales continuarán desde el
punto a que se había llegado en el momento en que se suspendieron las actuaciones. Sin
embargo, en caso de sustitución de un árbitro único o del presidente del tribunal arbitral,
éstos deciden a su entera discreción, si es necesario repetir todas o algunas de las actuaciones
anteriores. En caso de sustitución de cualquier otro árbitro, decide el tribunal arbitral.
(CANTUARIAS SALAVERRY, 1994)
Rubio Guerrero (2011: 318 ss.) hace referencia al Convenio Europeo sobre Arbitraje
Comercial —firmado en Ginebra en 1961— como fuente primaria de nuestro artículo 25.
Dicho cuerpo normativo contemplaba en su artículo IV la intervención del presidente de la
Cámara de Comercio correspondiente en determinados supuestos relativos al nombramiento y
sustitución de árbitros, entre otros. El mismo Rubio Guerrero, además, aborda la importancia
de esta innovación al señalar:
[...] existen al menos dos importantes razones para depositar las designaciones
residuales en las cámaras de comercio y no en los tribunales ordinarios: i) porque las
cámaras de comercio se han encargado de desarrollar arbitrajes entre los
comerciantes y hombres de negocios durante siglos; y ii) porque estas designaciones
reducen costos de transacción para las partes, que ya no tienen que soportar la carga
procesal de los tribunales ordinarios para conseguir el nombramiento de un árbitro.
El inciso 1 del artículo 25 de la Ley de Arbitraje establece: “Cuando por disposición de este
Decreto Legislativo corresponda el nombramiento de un árbitro por una Cámara de
Comercio, lo hará la persona u órgano que la propia Cámara determine. A falta de previa
determinación, la decisión será adoptada por el máximo órgano de la institución. Esta
decisión es definitiva e inimpugnable”.
En primer término, este inciso es el punto de llegada de todos los dispositivos de la Ley de
Arbitraje que contienen una norma que establece que será una cámara de comercio la
encargada de nombrar al árbitro, incluso si esta labor es realizada de manera supletoria por
dicha entidad. De esta forma, los casos en los que una cámara de comercio será la encargada
de nombrar a uno o varios árbitros son los siguientes:
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En segundo término, y ya teniendo claro que estamos en un escenario en el que será una
cámara de comercio la encargada del nombramiento del árbitro o los árbitros, la ley establece
dos opciones:
El árbitro o los árbitros serán nombrados por la persona u órgano que la propia
cámara determine.
A falta de previa determinación, la decisión será adoptada por el máximo órgano de la
institución
1.1.- Requisitos que debe contener la solicitud
Dicha solicitud deberá contener una serie de datos que permitan, entre otras cosas,
identificar a la contraparte, así como comprobar, de manera preliminar, que la vía
arbitral es la acordada por las partes para resolver su conflicto de intereses.
En segundo lugar, se tiene que señalar el domicilio de la otra parte, con el objeto de
que se le pueda notificar de una manera adecuada y fehaciente.
3. Un árbitro sólo podrá ser recusado si concurren en él circunstancias que den lugar a
dudas justificadas sobre su imparcialidad o independencia, o si no posee las
calificaciones convenidas por las partes o exigidas por la ley.
4. Las partes pueden dispensar los motivos de recusación que conocieren y en tal caso
no procederá recusación o impugnación del laudo por dichos motivos.
5. Una parte sólo podrá recusar al árbitro nombrado por ella, o en cuyo nombramiento
haya participado, por causas de las que haya tenido conocimiento después de su
nombramiento». (El subrayado y la negrita son nuestras). (VIDAL RAMIREZ, 2003)
2. Cuando no cumplan con las exigencias y condiciones establecidas por las partes en el
convenio arbitral, con sujeción a la Ley, el Reglamento y normas complementarias.
ÁRBITRO SUSTITUTO:
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1. Salvo disposición distinta de este Decreto Legislativo, a falta de acuerdo entre las partes se
sigue el procedimiento inicialmente previsto para el nombramiento del árbitro sustituido.
3. Una vez reconstituido el tribunal arbitral, las actuaciones arbitrales continuarán desde el
punto a que se había llegado en el momento en que se suspendieron las actuaciones. Sin
embargo, en caso de sustitución de un árbitro único o del presidente del tribunal arbitral,
éstos deciden a su entera discreción, si es necesario repetir todas o algunas de las actuaciones
anteriores. En caso de sustitución de cualquier otro árbitro, decide el tribunal arbitral. (htt5)
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Bibliografía
(s.f.). Obtenido de https://vlex.com.pe/vid/articulo-31-arbitro-sustituto-726171885
CANTUARIAS SALAVERRY, F. y. (1994). el arbitraje en el peru. lima: pg 131.
López, C. A. (s.f.).
Merchán, J. F. (s.f.).
Pera, S. L. (s.f.).
PICO JUNOY, j. (1998). la imparcialidad judicial y sus garantias: la abtencion y recusaciòn .
barcelona: bosh.
VIDAL RAMIREZ, f. (2003). Manual del derecho arbitral. lima: Gaceta juridica.
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