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LA LÓGICA

LA LÓGICA, SEGÚN: ARISTÓTELES, KANT, HEGEL.

ARISTÓTELES:

“La ló gica es la ciencia de la demostració n, porque se preocupa de dar reglas para alcanzar la verdad de evidencia
inmediata, que conocemos por medio de la demostració n”
Lo que ahora se conoce como ló gica clá sica o tradicional fue por primera vez enunciada por Aristó teles, quien elaboró
leyes para un correcto razonamiento silogístico. Un silogismo es una proposició n hecha de una de estas cuatro afirmaciones
posibles: "Todo A es B" (universal afirmativo), "Nada de A es B" (universal negativo), "Algo de A es B" (particular afirmativo), o
"Algo de A no es B" (particular negativo. Las letras sustituyen a palabras comunes como "perro", "animal de cuatro patas", o "cosa
viviente", llamadas términos del silogismo. Un silogismo bien formulado consta de dos premisas y una conclusió n, debiendo tener
cada premisa un término en comú n con la conclusió n y un segundo término relacionado con la otra premisa.

KANT

“Es la ciencia de las leyes necesarias del entendimiento y de la razó n general.”


Divide la ló gica en formal y trascendental, segú n prescinda o no de las presentaciones objetivas. La formal la subdividió en
ló gica pura y ló gica aplicada, la primera solo atiende los principios a priori, despreciando todo lo que tenga su origen en la
experiencia; la segunda aplicada a su entendimiento sujeto a la experiencia, a las leyes de la razó n pura. Así lo verdadero o falso,
no esta en la adecuació n o no de las ideas y los objetos de la realidad, sino en la concordancia de las representaciones entre si, por
lo tanto su ló gica es eminente mente formalista.

HEGEL

“La ló gica es la ciencia de la idea pura, esto es, de la idea en el pensamiento abstracto del pensamiento”.
De las corrientes del idealismo panteísta, hace severas críticas al formalismo kantiano y es contrario al intento a
proclamar las leyes de la ló gica formal como método universal del conocimiento.

NATURALEZA Y DIVISIÓN DE LA LÓGICA

La divisió n primera en Ló gica de uso o subjetiva y docente u objetiva, y una segunda divisió n en Ló gica natural y artificial
quedan ya indicadas en los apartados anteriores.
Otra divisió n entre los autores antiguos se daba atendiendo al objeto formal en Ló gica Mayor, esto es Crítica, y el Ló gica
Menor, esto es Dialéctica; la primera se fijaba en las normas o reglas necesarias para la verdad, y la segunda en la rectitud de
pensamiento. En cambio, entre los autores má s modernos esta divisió n no se da, y solamente se atribuye a la Dialéctica o Ló gica
Formal el nombre de Ló gica.
A nosotros nos interesa especialmente estudiar la divisió n de esta Ló gica objetiva o docente
Sí atendemos al objeto material como fundamento de esta divisió n a saber, a las operaciones de la mente que se excluyen
en la Ló gica, se divide la Ló gica objetiva en tres partes principales. Pues son tres los actos principales fundamentales de la mente:
la aprehensió n el juicio y el raciocinio.
Así pues el raciocinio es el principal acto en todo nuestro proceso de pensamiento; pues tanto la aprehensió n como el
juicio son como elementos y camino para el raciocinio; por tanto todos estos elementos deben estudiar se con mucho cuidado.
Pero puesto que toda la Ló gica es una cierta reflexió n acerca de nuestro conocimiento, y ciertamente científica; y por otra parte
brota de los diversos raciocinios rectamente ordenados entre sí, también debe hablarse algo acerca de] método, por lo menos en
general. Pues es propio de cada una de las ciencias el tratar má s extensamente acerca de los distintos métodos de una forma
concreta.

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LA LÓGICA JURÍDICA

Es el estudio sistemá tico de las estructuras de las normas, los conceptos y los raciocinios jurídicos. Sistematiza y
determina la estructura de las normas.

IMPORTANCIA

La ló gica jurídica es el instrumento de la ciencia jurídica, es el método jurídico. Perfecciona el criterio de verdad sin el cual
no puede alcanzarse la justicia.

PRINCIPIOS AXIOMÁTICOS DE LA LÓGICA JURÍDICA

Un axioma son proposiciones o principios considerados ló gicamente evidentes. A partir de dichas proposiciones se
extraen otras mediante la deducció n racional.[99]
Los axiomas que se postula con sus respectivas proposiciones, son los que a continuació n se citan:

Axioma I. Todo objeto del conocimiento jurídico es idéntico a sí mismo.

Proposiciones:

 Lo que no está jurídicamente prohibido está jurídicamente permitido.


 Lo que no está jurídicamente permitido está jurídicamente prohibido.

Axioma II. Ninguna conducta puede hallarse al propio tiempo jurídicamente prohibida y jurídicamente permitida

 El que ejercita su derecho, no puede abusar de él.


 Lo que no esta jurídicamente ordenado no puede estar jurídicamente prohibido.
 Si la omisió n de la conducta permitida está prohibida, esa conducta está ordenada.

Axioma III. La conducta jurídicamente regulada sólo puede hallarse prohibida o permitida

 Si la conducta jurídicamente regulada está prohibida, no puede, al propio tiempo, estar permitida.
 Si la conducta jurídicamente regulada está permitida, no puede, al propio tiempo, estar prohibida.

Axioma IV. Todo lo que esta jurídicamente ordenado está jurídicamente permitido.

 Quien tiene el deber, tiene el derecho de cumplirlo.


 El derecho del obligado al cumplimiento de su propio deber es de ejercicio obligatorio.
 Quien tiene un deber jurídico no tiene el derecho de omitir la conducta a que esta obligado.
 La omisió n de la conducta jurídicamente prohibida esta jurídicamente permitida.
 Cuando la omisió n de un acto es obligatoria para un sujeto, éste no es jurídicamente libre, en relació n con dicho acto.
 Nadie puede jurídicamente impedir que otro haga lo que jurídicamente debe hacer.
 Nadie puede jurídicamente exigir que otro haga lo que jurídicamente debe omitir.
 Nadie puede jurídicamente dejar de hacer lo que, en ejercicio de un derecho, otro le puede exigir.
 El sujeto activo de la relació n jurídica en que se halla inserto el derecho del obligado, es sujeto pasivo de la relació n
fundante.
 El sujeto pasivo de la relació n fundante es sujeto activo de la relació n fundada.
 Si la omisió n de la conducta permitida esta permitida, esa conducta no está ordenada.

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 Quien tiene el derecho, má s no el deber, de hacer algo, puede jurídicamente omitir lo que tiene el derecho de hacer.
 Quien tiene el derecho, má s no ele deber, de omitir algo, puede jurídicamente hacer lo que se le permite omitir.

Axioma V. Lo que esta jurídicamente permitido, no está jurídicamente ordenado, puede libremente hacerse u omitirse.

 El derecho que no se funda en un deber propio puede libremente ejercitarse o no ejercitarse.


 Los derechos subjetivos que no se fundan en un deber propio son fundantes de un derecho de libertad.
 El derecho de optar entre el ejercicio y el no ejercicio de otro derecho es una facultad jurídica independiente.
 El derecho de optar entre el ejercicio y el no ejercicio de una facultad jurídica no se confunde con el derecho entre cuyo
ejercicio y no ejercicio se opta.
 Nadie tiene derecho de impedir que otro haga lo que jurídicamente puede hacer.
 Nadie tiene derecho de exigir que otro haga lo que jurídicamente puede omitir.
 El á mbito de la libertad jurídica de una persona crece o decrece en la medida en que aumenta o disminuye el de sus
derechos subjetivos de primer grado.
 Dentro de un régimen en que las personas no tuviesen má s derecho que el de cumplir sus deberes, la libertad jurídica no
existiría.
 El ejercicio de la facultad jurídica fundante implica el del derecho a la libertad, o facultad jurídica fundada.
 El no ejercicio de la facultad jurídica fundante necesariamente implica el ejercicio de la facultad jurídica fundada.
 El ejercicio de la facultad jurídica fundada, o derecho de libertad, no implica necesariamente el de la facultad jurídica
fundante
 Cuando un derecho subjetivo implica un conjunto de facultades jurídicas de primer grado y, por lo tanto, puede
ejercitarse en diversas formas, el titular esta facultado para escoger entre las distintas formas de ejercicio.
 El derecho de optar entre las diversas facultades jurídicas de primer grado que integran el derecho subjetivo complejo no
se confunde con las facultades a cuyo ejercicio se refiere la opció n.
 Cuando un derecho subjetivo comprende, a la vez, facultades que se fundan y facultades que no se fundan en deberes del
titular, éste só lo es jurídicamente libre en relació n con las ú ltimas.
 Quien tiene la facultad, pero no el deber, de optar entre dos facultades jurídicas independientes tiene ademá s el derecho
de renunciar a lal opció n.
 Quien tiene el deber de optar entre dos formas de conducta, no tiene el derecho de renunciar a la opció n.
 La facultad que una persona tiene de escoger entre ejercitar y no ejercitar sus derechos subjetivos de primer grado
restringe normativamente la libertad jurídica de todas las demá s.
 Un régimen que permitiese optar entre el ejercicio y el no ejercicio de todos los derechos dejaría de ser un orden jurídico,
para disolverse en la anarquía.

IMPORTANCIA DE LA LÓGICA EN EL DERECHO

La ló gica como ciencia constituye el instrumento formal bá sico y má s importante para el estudio, aná lisis e interpretació n
de las normas que constituyen la columna vertebral del derecho actual, como también la ló gica implica la ú nica garantía de una
debido proceso para lograr una buena y correcta sentencia procesal para crear jurisprudencia con las mejores ejecutorias que
equivalen a leyes buenas dadas por los legisladores de la má s alta calidad intelectual que favorece a las mayoría; para convivir en
paz y tranquilidad.
Igualmente, ayudar a resolver problemas científico – filosó ficos en el derecho; tales como la concepció n de la vida, el
aborto, la eutanasia, el mundo consciente y subconsciente de los abogados, fiscales y jueces; el criterio de conciencia para juzgar,
la sana crítica y el uso de las mejores técnicas e instrumentos sofisticados.
Asimismo, reconstruir teorías científicas de manera axiomá tica para el derecho; a fin de poner al descubierto sus
supuestos filosó ficos.

RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS

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De entre las disciplinas filosó ficas tradicionales, es la Teoría del Conocimiento la má s cercana a la Ló gica Formal y a la que
má s puede prestarse a confusiones con la misma. Sabemos que ambas disciplinas tienen el mismo objeto material: el pensamiento.
Pero en el objeto formal, es decir, en el enfoque con el cual se estudia el pensamiento existen serias diferencias.
La Ló gica formal se ocupa má s que todo del pensamiento “en sí mismo”, de su “estructura formal”, de la coherencia del
pensamiento consigo mismo; mientras que la Teoría del Conocimiento considera al pensamiento en su “relació n con el objeto”, en
su “referencia objetiva”, en la coherencia del pensamiento con la realidad. La Ló gica Formal se ocupa del pensamiento vá lido y la
Teoría del conocimiento se ocupa del pensamiento verdadero.
LÓGICA Y ONTOLOGÍA. Tradicionalmente y en los má s diversos sistemas filosó ficos, se ha establecido una relació n de
identidad entre la Ló gica Formal entendida como “Teoría de la estructura o forma del pensar” y la Ontología (o Metafísica)
entendida como “Teoría de la estructura o forma del ser”. En la misma presentació n de la relació n puede observarse la pretensió n
de “identidad” entre pensar y ser.
En rigor, no puede aceptarse esa identificació n a priori, sino má s bien, debe precisarse la distinció n entre los dos objetos
de estas disciplinas. Pensar y Ser son dos objetos distintos que forman parte de una misma realidad, pero que, por estar en esa
condició n, no puede afirmarse que sean la misma cosa. La Ló gica formal y la Ontología difieren en su objeto, constituyéndose
como disciplinas distintas, pero interdependientes.
La dialéctica ha planteado de otra manera esta distinció n, eliminando la pretensió n de unidad entre “ser” y “pensar” y
planteá ndola en forma de unidad dialéctica entre los contrarios.

LÓGICA Y PSICOLOGÍA. En la prá ctica es posible caer en otra confusió n respecto de la Ló gica. Puesto que la palabra
‘pensamiento’ puede entenderse en dos sentidos, es decir, como “proceso del pensamiento” y como “resultado del pensamiento”,
puede llegarse a confundir la Psicología (que estudia los procesos del pensamiento y la inteligencia, entre otros fenó menos
psíquicos) y la Ló gica (que se ocupa de la forma de los resultados del pensamiento).
Una simple precisió n terminoló gica pone fin al equívoco que origina esta confusió n, poniendo de relieve le diferencia
entre la Ló gica y la Psicología.

CONCEPTO

Es una unidad cognitiva de significado, un contenido mental que a veces se define como una "unidad de conocimiento".
Los conceptos son construcciones o imá genes mentales, por medio de las cuales comprendemos las experiencias que
emergen de la interacció n con nuestro entorno. Estas construcciones surgen por medio de la integració n en clases o categorías
que agrupan nuestros conocimientos y experiencias nuevas con los conocimientos y experiencias almacenados en la memoria

FORMACIÓN Y OBJETIVIDAD DEL CONCEPTO

La formació n del concepto está estrechamente ligada a un contexto de experiencia de la propia realidad; de experiencia
individual, cultural, social, etc. siendo de especial importancia la referencia al lenguaje sobre todo referido a la propia lengua, pues
mediante ella el conocimiento tiene la posibilidad de adquirir una expresió n como habla y, por tanto, comunicable; lo que le da al
conocimiento una dimensió n pú blica, socioló gica y cultural.
Por ser la experiencia algo concreto con respecto a un individuo y, por tanto, subjetiva, ú nica e irrepetible, todos los
elementos incorporados a la memoria, tanto de experiencias personales como de cultura, sociedad, y sobre todo de la lengua
propia, son elementos interpretadores de la experiencia concreta e influyen de manera decisiva en el proceso de
conceptualizació n.[1]
Las cosas ú nicas e irrepetibles no se pueden conceptualizar desde premisas, usando la capacidad de la mente de inferirlos.
En este caso, el cerebro ha de recurrir a las sensaciones derivadas de los cinco sentidos principales y asignar una etiqueta[2] para
poder aludir de forma inequívoca a la combinació n exacta de sensaciones que nos despertaron la curiosidad de conceptualizar
algo en concreto.

PROPIEDADES DEL CONCEPTO Y NOTAS DEL CONCEPTO

Las propiedades de los conceptos son la comprensión y la extensión: la primera denota las características esenciales
que contiene un concepto, y la segunda el nú mero, la cantidad de sujetos a los que puede aplicarse, de los que se puede predicar.
Cuanto mayor sea el nú mero de características que contiene un concepto, menor será el nú mero de sujetos a los que pueda
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aplicarse, y viceversa. En funció n de estas características se pueden construir los conocidos árboles lógicos, como hizo Porfirio
(siglo III d.c.), en los que se clasifican los conceptos estableciendo entre ellos una relació n de jerarquía y subordinació n, de mayor
a menor extensió n.

SIGNO

Cosa perceptible por los sentidos, principalmente por la vista y el oído, que se emplea para representar algo: son signos los
iconos, los indicios y los símbolos. Signo deriva de la tradició n clá sica que lo compone de tres partes: un referente, un significado y
un significante. Por su parte, Hjelmslev propone estudiar al signo como una funció n semió tica en donde actú an dos ductivos: el
contenido y la expresió n.

PERCEPCIÓN CORRECTA DE LOS CONCEPTOS

El concepto es entendido como la representació n intelectual de un objeto, diferenciá ndose, pues, de lo sentido, lo
percibido, lo imaginado o lo recordado. Las propiedades de los conceptos son la comprensió n y la extensió n: la primera denota las
características esenciales que contiene un concepto, y la segunda el nú mero, la cantidad de sujetos a los que puede aplicarse, de
los que se puede predicar. Cuanto mayor sea el nú mero de características que contiene un concepto, menor será el nú mero de
sujetos a los que pueda aplicarse, y viceversa. En funció n de estas características se pueden construir los conocidos á rboles
ló gicos, como hizo Porfirio (siglo III d.c.), en los que se clasifican los conceptos estableciendo entre ellos una relació n de jerarquía
y subordinació n, de mayor a menor extensió n.

CLASIFICACIÓN DE LOS CONCEPTOS

Atendiendo a su extensió n pueden ser universales, particulares y singulares; atendiendo a su comprensió n: simples y
compuestos, segú n expresen una só la esencia, o una esencia acompañ ada de una cualidad; también pueden ser, segú n su
comprensió n, concretos y abstractos, compatibles o incompatibles, positivos o negativos, claros u oscuros. Los que má s
interesaron a Aristó teles fueron los conceptos universales y sus distintos tipos de atribució n o predicables. Los predicables son
conceptos universales que pueden aplicarse, pues, a muchos sujetos. En los Analíticos posteriores Aristó teles se refiere a cinco
predicables, o modos generales de atribució n: género, especie, diferencia, propio y accidente. El género representa la parte de la
esencia que es comú n a varias especies; la especie representa la esencia del ser; la diferencia expresa la parte de la esencia que no
es comú n, sino característica de la especie; propio, o propiedad, expresa una cualidad que acompañ a necesariamente a la especie,
y el accidente expresa una cualidad contingente, que puede estar o no en el ser.

EL CONCEPTO JURÍDICO Y SUS NOTAS ESENCIALES

Definida la empresa como una forma de actividad econó mica. Es evidente que toda empresa necesita un titular. El titular
de la empresa es el empresario. Empresario es, por tanto, aquella persona física o jurídica que en nombre propio (requisito que
olvidó nuestro Cco) desarrolla profesionalmente, por sí o por medio de delegados, una actividad econó mica por medio de una
empresa (esto es, una actividad en masa y racionalmente organizada). La consecuencia jurídica de tener la condició n de
empresario es que el Ordenamiento jurídico le atribuye un estatus jurídico privado especial. Desde esta perspectiva jurídica, el
concepto de empresario viene caracterizado por varias notas esenciales.
1. Organizació n y direcció n: el empresario es quien organiza y dirige los instrumentos para la producció n o intermediació n de
bienes o servicios para el mercado, esto es, los elementos materiales y personales necesarios para realizar la actividad econó mica
constitutiva de empresa. El empresario es titular de derechos sobre determinados bienes materiales o inmateriales o es parte de
contratos (por ej., de arrendamiento, de licencia, etc.) que le consienten disponer de un conjunto de elementos materiales que
organiza. Tales elementos (materias primas, local, instalaciones, maquinaria, patentes, etc.) organizados por el empresario para el
desarrollo de esa actividad adquieren un valor superior al que tienen aisladamente, que recibe el nombre de “establecimiento
mercantil”, que, como tal, puede ser objeto de negocios jurídicos (venta, arrendamiento, etc.). Los elementos personales de esa
organizació n se concretan en los colaboradores del empresario, vinculados con éste por una relació n contractual de Derecho
mercantil, y en los auxiliares y trabajadores, vinculados a éste por un contrato de trabajo.
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2. Profesionalidad: significa que el empresario desarrolla esa actividad econó mica constitutiva de empresa de forma constante
y pú blica. Constante, en el sentido de ser duradera, continuada, o como dice el Cco con “dedicación habitual” (art. 1.1º), y pú blica,
porque el empresario produce bienes y servicios para el mercado, esto es, para terceros (no es empresario quien organiza
elementos de producció n con el fin de producir para sí mismo sin objetivos de mercado). Esta profesionalidad, o finalidad de
producció n para el mercado de bienes o servicios, suele llevar aparejado el á nimo de lucro en una economía de mercado. Sin
embargo, no es imprescindible que así suceda y, por consiguiente, el á nimo de lucro no debe considerarse como una nota
conceptual del empresario.
3. Actuació n en nombre propio: significa que el empresario es la persona en cuyo nombre se despliega tanto su propia actividad
empresarial como la de sus colaboradores, que siempre actuará n en nombre del empresario. Esta exigencia de que la actividad
empresarial se ejercite en nombre propio permite distinguir la figura jurídica del empresario de aquellas otras personas que en
nombre de él (factor, administrador de sociedad, representante legal, etc.) dirigen y organizan de hecho la actividad propia de la
empresa. Consecuencia de que el empresario no tiene que realizar la actividad de forma directa y personal, bastando con que se
realice a su nombre, es que pueden tener la condició n de empresarios los menores, los incapacitados, los ausentes, etc., en cuyo
nombre actuará n sus representantes, y las personas jurídicas (sociedades), que necesariamente han de valerse de personas físicas
para el desarrollo directo e inmediato de la actividad empresarial.
4. Imputabilidad: consecuencia de que la actividad econó mica se ejercite en nombre del empresario es que éste se convierte en
el centro de imputació n jurídica de la actividad econó mica constitutiva de la empresa de la que es titular, esto es, a él se imputan
todas las relaciones establecidas con terceros para la adecuada explotació n de su empresa, es quien adquiere para sí los beneficios
que la empresa produzca y quien soporta con todo su patrimonio presente y futuro la responsabilidad de su actuació n econó mica
(art. 1911 CC). Y es que, ni su empresa constituye un patrimonio separado del resto de su patrimonio civil ni existe distinció n
entre sus obligaciones civiles y mercantiles a efectos de responsabilidad.

EL JUICIO

El juicio es un pensamiento en el que se afirma o se niega algo de algo.


Segú n Aristó teles, el juicio es el "pensamiento compuesto de má s de una idea, pero dotado, a la vez, de una unidad
especial que se logra por medio de la có pula".

ELEMENTOS DEL JUICIO

Sujeto: es el concepto del objeto del juicio, es decir, es el concepto de quien se predica o se dice algo.
Predicado: es el concepto que se aplica al sujeto, es decir, es lo que se afirma o niega acerca del sujeto.

Cópula: aquello que establece que lo pensado en el predicado es propio o no es propio del objeto del juicio.

Ejemplo:
Juicio: El hombre es racional.
Sujeto: "El hombre"
Predicado: "racional"
Có pula: "es", establece que el contenido pensado en el predicado es propio del objeto del juicio, establece que al hombre le
es propio el cará cter de racional.

SIGNO EXTERNO: LA PROPOSICIÓN.

Definició n:
“Es una oració n enunciativa afirmativa o negativa”.

Definició n de oració n:
Conjunto de palabras ordenadas entre sí, para decir algo. Las oraciones simples pueden ser: a) Optativas o desiderativas:
Expresan un deseo: “Que llueva pronto”. b) Imperativas: Expresan mandato u orden: “No seas esclavo del dinero”. c)
Interrogativas: Expresan una pregunta: “¿Quién es el má s alto de la clase?”. d) Admirativas o exclamativas: Expresan una
admiració n: “¡Qué alto es Eusebio!”. e) Dubitativas: Expresan duda: “Tal vez venga”. f) Enunciativas: Son aquellas que dice o niegan
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algo sobre algo: “Indalecio no es un majadero”. Só lo y ú nicamente las oraciones enunciativas pueden ser VERDADERAS o FALSAS.
Como la ló gica va a estudiar la verdad o la falsedad primeramente de las proposiciones y posteriormente de las inferencias
mentales a partir de las proposiciones, resultará que son, y exclusivamente las proposiciones enunciativas son el signo externo del
juicio.

Condiciones de una proposición lógica pura:

a) El verbo debe ser tomado copulativamente (es decir, como simple verbo entre sujeto y predicado).
b) El verbo ser, debe estar en tiempo presente, porque ni el pasado ni el futuro tienen categoría ló gica.
c) El verbo ser aparecerá en indicativo porque es el ú nico modo en el que se afirma o se niega algo de algo.

MATERIA Y FORMA DEL JUICIO

Juicios: si se relacionan dos (2) conceptos entonces estaríamos hablando de formular un juicio, si convienen los dos
conceptos se habla de juicio positivo y si no pues de juicio negativo. El sujeto de la relació n entre 2 conceptos (nos referimos a ella
de aquí en adelante a juicio) es el concepto del cual se afirma o se niega algo, el predicado es el concepto del que se afirma o se
niega algo. Es importante resaltar que para Aristó teles los juicios se componen de materia y forma. Materia: Conceptos en el juicio
que se relacionan íntimamente Forma: Relació n entre ellos a través del verbo SER. Para Aristó teles el Sujeto se representa con la
letra S y el predicado con la letra P; de esta manera separa materia y forma y poder representar todos los juicios como “Hanz es
há bil” o “Alejandra es preciosa” con la forma “S es P”.

CLASIFICACIÓN DE LOS JUICIOS:

Por su extensió n o cantidad. Por sus cualidades o formas. Por su relació n. Por su modalidad:

1. Por la Cantidad
a) Universales
Son aquellos que se refieren a todos los individuos de la especie.
Ejemplo: Todos los hombres son racionales.
b) Particulares
Son aquellos que se refieren a varios objetos sin llegar a la totalidad, es decir, que se refieren tan solo a una parte del todo.
Ejemplo: Algunos hombres son leales.
c) Singulares
Son aquellos que hacen referencia a un solo individuo de la especie.
Ejemplo: Juan es leal.

2. Por la Calidad
a) Afirmativos
Son aquellos juicios que expresan la compatibilidad entre el sujeto y el predicado. Se realiza el predicado en el sujeto.
Ejemplo: Los hombres son racionales.
b) Negativos
Son aquellos que expresan la incompatibilidad entre el sujeto y el predicado. Dan como resultado que en la relació n sujeto
– predicado los separa entre sí.
Ejemplo: Los animales no son piedras. (Quedan separados, negados)

3. Por la Relación
a) Categó ricos
Son aquellos en los que la relació n sujeto – predicado se nos ofrece sin condiciones. Son juicios no sujetos a otra
condició n.
Ejemplo: Los minerales son seres inertes. (No lo condicionamos a nada)
b) Hipotéticos

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Son aquellos en los que la relació n sujeto – predicado se establece condicionalmente. Se hace un enunciado cuya
veracidad depende siempre de una condició n.
Ejemplo: Si llueve, la cosecha será buena.
c) Disyuntivos
Son aquellos en los que se afirma alternativa o exclusivamente uno u otro predicado, o varios predicados.
Ejemplo: Juan es estudiante o profesor.
4. Por la Modalidad
a) Problemá ticos
Son aquellos que expresan una opinió n no demostrada por lo que hay posibilidad que esa opinió n sea verdadera o falsa.
Ejemplo: Es posible que Juan sea locutor.
b) Asertó ricos
Son aquellos que expresan una verdad de hecho. El predicado se relaciona con el sujeto de una manera real.
Ejemplo: Juan es locutor.
c) Apodícticos
Aquellos que expresan una necesidad, es el juicio ló gicamente necesario, no admiten contradicció n.
Ejemplo: Los hombres son seres racionales.

GENERALIDADES DEL RAZONAMIENTO

RAZONAMIENTO

(lat. ratiotinatio): Toda inferencia o discurso por el que se llega a una conclusió n partiendo de datos o premisas conocidas
Razonamiento; Es la operació n mental por la cual podemos obtener un conocimiento desconocido a partir de uno previo.
Es el acto por el cual la mente deduce una verdad desconocida a partir de una conocida. Cuando emitimos nuestros pensamientos
formamos una cadena de juicios, ya que uno provoca necesariamente otro y así sucesivamente, a esta cadena o serie de
pensamientos le llamamos “razonamiento”.
El razonamiento; Es un proceso en el que el razonador es consciente de que un juicio, la conclusió n, es determinado por
otro juicio o juicios, las premisas, de acuerdo a un há bito general de pensamiento, que puede que él no sea capaz de formular con
precisió n, pero que aprueba como conducente al conocimiento verdadero.
El razonamiento no comienza hasta que se forma un juicio; pues las operaciones cognitivas antecedentes no está n sujetas
a aprobació n o desaprobació n ló gica, al ser subconscientes, o no lo suficientemente cercanas a la superficie de la consciencia, y por
tanto incontrolables. El razonamiento, por lo tanto, comienza con las premisas que se adoptan como representando percepciones,
o generalizaciones de tales percepciones. Todas las conclusiones del razonador deberían referirse solamente a las percepciones, o
bien a proposiciones que expresen hechos de percepció n. Pero esto no equivale a decir que las concepciones generales a las que
llega no tengan valor en sí mismas.

SIGNO DEL RAZONAMIENTO O RACIOCINIO

Del signo del Raciocinio,


“Es aquella operació n de la mente que de 2 juicios deduce un tercero”. El raciocinio es una operació n mental, por esto,
necesita un signo externo para expresarse.
Signo externo: Es la ARGUMENTACIÓ N: La argumentació n tiene dos modalidades: a) Silogismo; b) Demostració n.
La argumentació n es el signo externo del Raciocinio; muchas veces se toma en sentido lato como todo el proceso de la
demostració n. Aquí se entiende: el discurso en el que una proposició n se deduce de otras.

ELEMENTOS DEL RACIOCINIO

La proposició n que se deduce antes de haber sido hecha la argumentació n se llama cuestió n; en cambio, ya en la
argumentació n, se llama consiguiente o conclusió n. Las proposiciones de las cuales se deduce la conclusió n, tomadas en su

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conjunto se llaman antecedentes, y tomadas por separado se llaman premisas. La consecuencia es el nexo entre la conclusió n y las
premisas.
La materia remota del Raciocinio son las tres ideas de las cuales conste; aquella idea con la que se comparan las otras dos
se llama media, y las que se comparan con la media se llaman extremas; ahora bien, la materia o elementos pró ximos del
Raciocinio son los tres juicios, de los cuales los dos primeros afirman la relació n entre las ideas extremas y la media, y tomados en
su conjunto se llaman antecedentes; y el tercer juicio afirma la relació n de las dos ideas extremas entre sí, y se llama consiguiente.
Forma del Raciocinio es la conexió n misma entre el juicio consiguiente y los dos primeros juicios, esto es, el antecedente. De esta
conexió n, visto el antecedente, necesariamente se sigue también la visió n del consiguiente como de algo que fluye, y esta conexió n
se llama consecuencia.

Reglas establecidas en cuanto a la verdad en el Raciocinio recto:

 De un antecedente verdadero no puede seguirse un consiguiente falso. De donde,


 Si el consiguiente es falso, por lo menos una de las dos premisas debe ser falsa.
 De un falso antecedente puede seguirse, bien un consiguiente falso ("per se"), bien un consiguiente verdadero ("per
accidens"). Por tanto,
 De la verdad del consiguiente no se deduce necesariamente la verdad del antecedente.
 Todo lo que está con el antecedente está también con el consiguiente, pero no al revés.
 Todo lo que va en contra del consiguiente, va también en contra del antecedente, y no al revés. De donde:
 De lo contradictorio del consiguiente se deduce lo contradictorio del antecedente si es buena la consecuencia, y no
viceversa.

CLASES DE RAZONAMIENTO: DEDUCTIVO, INDUCTIVO, ANALÓGICO Y


PROBABLE

 Inductivo.- Aquel por el cual la mente obtiene un juicio universal a partir de uno particular.
 Deductivo.- Aquel por el cual se obtiene un juicio particular a partir de uno universal.
 Por Analogía.- Es el acto por el que la mente analiza un grupo de elementos y objetos que tienen características comunes,
y se puede concluir que las restantes características también será n comunes.
 Por Mayoría de Razó n.- Es aquel por el cual la mente infiere una conclusió n partiendo de un pensamiento de menor
jerarquía, aplicá ndolo a un grupo mayor de elementos que necesariamente comparten las mismas características.
 Por Minoría de Razó n.- El acto por el cual la mente infiere una conclusió n vá lida partiendo de un grupo de elementos
mayor y aplicando dicha conclusió n a un grupo menor que necesariamente comparte las mismas características.

EL SILOGISMO

Es una forma de razonamiento deductivo que consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusió n, siendo
la ú ltima una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Fue formulado por primera vez por Aristó teles, en su obra
ló gica recopilada como El Organon, de sus libros conocidos como Primeros Analíticos, (en griego Proto Analytika, en latín –idioma
en el que se reconoció la obra en Europa Occidental-, Analytica Priora).
Aristó teles consideraba la ló gica como ló gica de relació n de términos. Los términos se unen o separan en los juicios. Los
juicios aristotélicos son considerados desde el punto de vista de unió n o separació n de dos términos, un sujeto y un predicado.
Hoy se hablaría de proposiciones.

ELEMENTOS DEL SILOGISMO: JUICIOS Y TÉRMINOS

Los juicios por la extensió n en la que es tomado el término sujeto, como criterio de cantidad, pueden ser:

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UNIVERSALES: Todo S es P
PARTICULARES: Algunos S son P

Nota: Los nombres propios tienen extensió n universal; pues el uno, como ú nico, equivale a un todo.

La relació n entre los términos puede ser asimismo:


AFIRMATIVOS: De unió n: S es P.
NEGATIVOS: De separació n: S es no-P.

Nota: El predicado de una afirmació n siempre tiene extensió n particular, y el predicado de una negació n está tomado en
su extensió n universal. Cuando un concepto, sujeto o predicado, está tomado en toda su extensió n se dice que está distribuido;
cuando no, se dice que está no distribuido.

FORMACIÓN DEL SILOGISMO: PREMISA Y TÉRMINOS

El silogismo consta de tres proposiciones, las dos primeras (PREMISAS) aportan la informació n necesaria para inferir la
tercera llamada CONCLUSIÓ N. Estas tres proposiciones combinan la informació n procedente de tres términos: TÉ RMINO MAYOR,
TÉ RMINO MENOR y TÉ RMINO MEDIO. Los términos hacen el papel de sujeto o predicado de las proposiciones que forman el
silogismo.

 TÉ RMINO MAYOR: es aquel que aparece en la primera premisa, llamada premisa mayor, ya sea de sujeto o de
predicado. Constituye el predicado de la conclusió n.
 TÉ RMINO MENOR: es aquel que aparece en la segunda premisa, llamada premisa menor, ya sea de sujeto o de
predicado. Constituye el sujeto de la conclusió n.
 TÉ RMINO MEDIO: es comú n a ambas premisas, establece el nexo de unió n necesario `para que se dé la inferencia y
desaparece en la conclusió n.

ARGUMENTACIÓN DEDUCTIVA: EL SILOGISMO

La argumentació n deductiva, llamada también Silogística, procede partiendo de una premisa universal para llegar a una
conclusió n particular, o menos universal.
Esta argumentació n parte de verdades ciertas y necesarias, para llegar a conclusiones también ciertas y necesarias.

LA SILOGÍSTICA Ó SILOGISMO:

El Silogismo es el modelo de raciocinio má s importante en ló gica. Aristó teles hace valer la misma definició n para el
raciocinio que para el silogismo. Sin embargo, la tradició n ecolá stica, fundá ndose en el mismo Aristó teles, elaboró una definició n
que Balmes formula de la siguiente manera:
“ Silogismo es la Argumentació n en que se comparan dos extremos con un tercero para descubrir la relació n que tienen
entre sí.”

Haremos valer, para sucesivas ilustraciones, el siguiente ejemplo:


Toda Ley Positiva fue promulgada;
La ley de Fuga es Positiva,
Luego, la Ley de Fuga fue promulgada.
Simbó licamente:
M----P
S----M
S----P

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En este ejemplo, los dos extremos comparados son: promulgada y ley de fuga (P-S) y el tercero con el que se comparan es:
ley positiva (M).
Al comparar dos términos con un tercero, percibe el entendimiento si esos dos términos convienen o no entre sí. Si ambos
convienen con un tercero, también convendrá n entre sí. No convendrá n, en cambio, si los dos no convienen con un tercero.

MATERIA REMOTA Y PRÓXIMA DEL SILOGISMO

La materia remota del silogismo son los términos que en él hay, en nú mero de tres: medio, mayor y menor.

El término medio es el que hace de enlace entre los dos extremos. El mayor es el que tiene má s extensió n, y el menor, el
que tiene menos. En el ejemplo que sirve de modelo, ley positiva es el término medio (M), promulgada es el mayor (P), y la ley de
fuga es el menor (S).
Los términos se pueden identificar también visualmente. El medio es el que se halla repetido en el antecedente (M-M),
pero no se encuentra en el consecuente. En la primera premisa hace de sujeto y en la segunda de predicado. En cambio, los
términos extremos se encuentran uno en cada premisa y los dos juntos con e consecuente. El término mayor es el predicado de la
primera premisa (promulgada -P) y el menor es el sujeto en la segunda (ley de fuga). Al fin, se encuentran de nuevo con el
consecuente los dos: el mayor como predicado y el menor como sujeto.

Materia Próxima al Silogismo:

La materia pró xima del Silogismo son las tres proposiciones que lo componen. Las dos primeras, las que se hallan en el
antecedente, se llaman premisas. Son el ejemplo visto:

Toda ley positiva fue promulgada (M-P), y la ley de fuga es positiva (S-M).
La proposició n del consecuente se llama conclusió n:
(La ley de fuga (S-P) fue promulgada).

La premisa mayor es Universal o de mayor extensió n, mientras que la mayor es la particular o de menor extensió n, en el
caso de que también sea Universal. La conclusió n será siempre una proposició n particular; y si es Universal, tendrá siempre
menor extensió n que la premisa mayor.

La misió n de las premisas consiste en comparar los dos mencionados términos con un medio, a fin de establecer, en la
conclusió n, si ambos extremos convienen o no entre sí. Atendiendo al mismo ejemplo, en las premisas M-P y S-M se comparan los
dos extremos M y S para concluir, en el consecuente, que dichos extremos convienen entre sí (S-M).

Dicho má s concisamente: Las premisas unen los extremos con el medio, y la conclusió n une los extremos entre sí.

Pero, en el caso de que una de las premisas sea negativa, su misió n ya no consistiría en unir, sino en separar,
expresá ndose en la conclusió n la repugnancia entre los dos extremos. Modifiquemos , para este caso, el ejemplo anterior y
digamos:
Toda ley es obligatoria;

 La compasió n no es ley,
 Luego la compasió n no es obligatoria.

Aquí, las premisas separan los dos extremos, obligatoria y compasió n, del medio ley, para concluir que dichos extremos no
convienen entre sí.

Si consideramos atentamente la materia remota y pró xima del silogismo, veremos que el espíritu silogístico subyace en
multitud de procesos mentales. Donde con mayor evidencia se manifiesta en las sentencias de los jueces. Toda sentencia judicial
contiene, al menos virtualmente, una premisa mayor con un enunciado de contenido legal, y una mayor cuyo sujeto puede ser, por
ejemplo: el indiciado x. Estos dos extremos se unen con un medio, pongamos por caso el delito y. Finalmente, la sentencia del juez
viene a ser la conclusió n en que se afirma la conveniencia entre el sujeto, el indiciado x, y el predicado del enunciado legal. Sea, por
ejemplo:
Todo encubridor será castigado con prisió n;

 Juan ha sido encubridor,


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 Luego Juan será castigado con prisió n.

FORMA DEL SILOGISMO:

La forma constituye el alma del Silogismo. Consiste en una disposició n tal de los términos y proposiciones, que, en virtud
de su causalidad ló gica, se pueda producir una conclusió n legítima. La conclusió n se seguirá legítimamente de las premisas, si
éstas han sido colocadas debidamente, es decir, segú n requisito formal. Independientemente de la verdad o falsedad de las
proposiciones que sirvan de premisas, lo importante es que se observe la forma Silogística.
Observada la verdadera forma Silogística, necesariamente se produce la consecuencia, que algunos autores modernos
consideran como la auténtica forma del Silogismo.

CLASES DE SILOGISMO: CATEGÓRICO, HIPOTÉTICO Y DISYUNTIVO

EL SILOGISMO COMPUESTO

Silogismo compuesto, en general, es aquel en cuyas premisas figuran una o má s proposiciones compuestas. Dejando
aparte los varios silogismos formados por proposiciones exponibles, haremos aquí un breve resumen de las dos principales
clases: los silogismos condicionales y los disyuntos.
Es natural que en este caso, ademá s de observar las reglas generales del silogismo ya estudiadas, haya que tener en cuenta las
concernientes a la verdad de las proposiciones condicionales y disyuntivas, que también hemos expuestos y razonado en su lugar.

EL SILOGISMO CONDICIONAL

Silogismo condicional, es aquel en que la premisa mayor es una proposició n condicional y la menor una categó rica. Por
ejemplo:
Si Pedro es mayor de edad, puede emanciparse;

 Pedro es mayor de edad,


 Luego Pedro puede emanciparse.

Recordando la regla de verdad de las proposiciones condicionales, sucederá en este silogismo que de la verdad de la condició n
se seguirá la del condicionado. Efectivamente, un silogismo condicional no es má s que una proposició n condicional má s
desarrollada. En ambas operaciones mentales la conexió n entre el antecedente y el consecuente debe ser necesaria. Las
conclusiones deben venir por causalidad ló gica.
Si bien el silogismo condicional es hipotético, hay que tener en cuenta que, por lo general, só lo es una de sus premisas, siendo la
conclusió n necesariamente categó rica. De hecho, lo má s usual es que se construyan silogismos hipotéticos con la intenció n de
obtener conclusiones categó ricas.

Cuando el silogismo es hipotético en su totalidad, incluyendo la conclusió n, recibe el nombre de hipotético total, como en
el siguiente ejemplo:
Si hubiese plena justicia, habría paz;
Es así que, si la política fuese perfecta,

 Habría plena justicia,


 Luego si la política fuese perfecta, habría paz.

EL SILOGISMO DISYUNTIVO:

El silogismo disyuntivo es el que consta de una premisa mayor disyuntiva. Por ejemplo:

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O hay leyes o hay caos;

 Es así que hay leyes,


 Luego no hay caos.

Valen aquí las observaciones hechas por el pará grafo anterior, en cuanto a relacionar las reglas del silogismo con la leyes de
verdad de las proposiciones hipotéticas. En los silogismos disyuntivos llamados propios, en que los dos miembros de la
disyunció n no pueden ser ambos verdaderos ni ambos falsos, vale esta ley: DE UNA PREMISA MENOR AFIRMATIVA SE SIGUE UNA
CONCLUSIÓ N NEGATIVA; DE UNA PREMISA MENOR NEGATIVA SE SIGUE UNA CONCLUSIÓ N AFIRMATIVA. La razó n de ello es
porque el silogismo disyuntivo se basa en la ley de la discrepancia.

El los silogismos condicionales y disyuntivos vale aplicar la doctrina ló gica de las proposiciones modales, con los cuatro
modelos propios de las hipotéticas. Véase en estos ejemplos:

MODUS PONENDI PONENS: Si reina la ley, reina el orden;

 Es así que reina la ley,


 Luego reina el orden.

MODUS PONENDI TOLLENS: Si reina la ley, no impera el caos;

 Es así que aquí reina la ley,


 Luego aquí no impera el caos

MODUS TOLLENDI PONENS: Donde no hay ley hay caos,

 Es así que aquí hay ley,


 Luego aquí no hay caos.

MODUS TOLLENDI TOLLENS: Donde no hay ley no hay orden;

 Es así que en Jauja no hay ley,


 Luego, en Jauja no hay orden.

PRINCIPIOS GENERALES DEL SILOGISMO

El Silogismo en general se apoya en los siguientes principios:

Principio de Igualdad con un Tercero: Dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí; si dos cosas, de las que una
es igual a una tercera y otra no, no son iguales entre sí.
Efectivamente, volviendo al ejemplo que colocamos de modelo, hallamos que los términos P-S, al ser iguales a M, son
iguales entre sí. En cambio, si proponemos un Silogismo con una premisa negativa, tendremos en la conclusió n una manifestació n
de desigualdad o no conveniencia con un tercero. Pongamos por ejemplo:
Toda ley obliga;

 La amistad no es una ley,


 Luego la amistas no obliga.

En esta conclusió n se niega la conveniencia entre los términos obliga y amistad, porque no convienen con el tercer término,
ley.

Principio del Dictum de Omni: Todo lo que se afirma de un sujeto en cuanto que perteneciente a un género o especie, se
afirma también de todos los individuos pertenecientes al mismo género o especie... Y el Dictum de Nullo: Todo lo que se niega de
un sujeto en cuanto que perteneciente a un determinado género o especie, se niega también de todos los individuos
pertenecientes al mismo género o especie.

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Fá cilmente se ve la verdad de ambos aspectos de este segundo principio, si nos fijamos en cualquier Silogismo afirmativo o
negativo. En el afirmativo hallaremos cumplido el Dictum de Omni y en el negativo, el Dictum de Nullo.

FORMAS ESPECIALES DE SILOGISMO

La forma má s corriente de expresar el silogismo en esquema ló gico es la que acabamos de conocer, es decir, colocando
primero las dos premisas para sacar de ellas la conclusió n.
Hemos dicho, ademá s, que el razonamiento silogístico es muy comú n en el discurso y en cualquier operació n mental
compleja. Como principal muestra de ello aludíamos a las sentencias emanadas de los jueces, susceptibles de esquematizarse en
silogismos. En definitiva, la forma silogística se encuentra implícita en todo discurso correcto, hablado o escrito.
Pero a veces puede ocurrir que, al formular un silogismo siguiendo el esquema ló gico, lo hagamos, o en forma abreviada
omitiendo alguna premisa que se da por sobreentendida, o, al contrario, aumentá ndolas en nú mero, con el fin de dar mayor fuerza
dialéctica a la argumentació n. Por esto, esta clase de silogismos suele usarse con mayor frecuencia en los discursos retó ricos y , en
general, siempre que se desea, ademá s de convencer, impresionar al auditorio o a los lectores.

SILOGISMO JURÍDICO

Es el razonamiento de aplicació n de los preceptos del derecho es el silogismo. La premisa mayor está constituida por la
norma genérica; la menor por el juicio que declara realizando el supuesto de aquella, y la conclusió n por el que imputa a los
sujetos implicados en el caso las consecuencias del derecho.

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