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Flora bacteriana

Materia: Salud Integral


Equipo: 5 Grupo: 10

Integrantes:

● Estefanía Ramírez Dinorín


● Asenet Rojas Salazar
● Pedro Antonio Pacheco Cortes
● Brandon Sanchez Mirto
● Fernanda Salas Arias
La flora bacteriana

Introducción........................................................................................................................... 3
Desarrollo............................................................................................................................... 3
Importancia de la flora bacteriana...................................................................................... 3
Composición de la flora bacteriana.................................................................................... 5
¿Qué pasa cuando la flora bacteriana está alterada?....................................................... 5
¿Qué ocurre cuando sufrimos un sobrecrecimiento bacteriano intestinal?....................... 6
Síntomas del sobrecrecimiento bacteriano intestinal......................................................... 7
Maneras de recuperar la flora bacteriana.......................................................................... 7
Trastornos neurológicos..................................................................................................... 8
Eje microbiota-intestino–cerebro.................................................................................. 8
Trastorno por déficit de hipoactividad / hiperexcitabilidad............................................9
Ansiedad.................................................................................................................... 10
Depresión................................................................................................................... 10
Enfermedades Gastrointestinales.................................................................................... 12
Infección por Helicobacter pylori................................................................................ 12
Enterocolitis necrosante............................................................................................. 12
Enfermedad inflamatoria intestinal............................................................................. 13
Enfermedad celiaca....................................................................................................13
Diarrea aguda.............................................................................................................14
¿Cómo combatir la alteración de las bacterias intestinales?........................................... 14
Bacterias en la piel........................................................................................................... 15
Flora vaginal bacteriana................................................................................................... 16
Niñas pequeñas......................................................................................................... 16
Edad fértil................................................................................................................... 16
En el embarazo.......................................................................................................... 16
La menopausia........................................................................................................... 17
Factores externos que afectan la flora vaginal bacteriana.........................................17
Flora bacteriana de la glándula mamaria................................................................... 17
Flora bacteriana en los hombres......................................................................................18
Conclusión............................................................................................................................18
Referencias...........................................................................................................................19

Introducción
La salud de un individuo depende de múltiples factores: su biología, estilo de vida, medio

ambiente. Aquí es donde mencionamos a la flora bacteriana, pues es la comunidad de

microorganismos que conviven en un determinado hábitat ya sea en cualquier parte de tu

cuerpo que tenga contacto con el exterior. Esto incluye tus intestinos, la vagina, las glándulas

mamarias, la piel e incluso los pulmones.

Estos microorganismos desempeñan un papel vital en la digestión, la protección contra

patógenos, la síntesis de nutrientes y la regulación de funciones corporales diversas.

Mantener un equilibrio saludable en la flora bacteriana es esencial para una buena salud, ya

que los desequilibrios pueden dar lugar a problemas como enfermedades gastrointestinales,

alergias y trastornos autoinmunitarios.

Aunque el término flora puede hacer pensar que estos seres vivos son plantas, esto no es así.

La flora bacteriana incluye microorganismos que son unos diminutos “bichitos” que no son

visibles a simple vista. Está formada por las bacterias (son las más abundantes), las arqueas

(microorganismos similares a las bacterias), las levaduras y los virus (sí, no todos los virus

son malos). Debido a que la flora bacteriana son microorganismos y no plantas, los

científicos prefieren llamarla “microbiota” o “microbioma”.

Desarrollo

Importancia de la flora bacteriana

Para que la relación con la flora bacteriana sea beneficiosa, los microorganismos se tienen

que encontrar en un perfecto equilibrio. Tanto en cantidad, como en diversidad. Aunque cada

persona tiene un perfil de flora bacteriana único, se han descrito unas características comunes

que definen una flora bacteriana saludable:


● Enorme riqueza y/o diversidad de especies: el número de especies microbianas y

cómo son se considera un indicador de tener una flora bacteriana en buena forma.

● Una flora bacteriana sana es resistente, resiliente y estable a lo largo del tiempo

● Una alta riqueza de genes microbianos: Se considera un buen indicador gracias a una

buena salud metabólica y calidad de vida.

La flora bacteriana contiene un enorme número de efectos beneficiosos para la salud. Los

principales son:

● Proporciona nutrientes esenciales, como vitaminas y algunos aminoácidos que tu

cuerpo no puede fabricar.

● Ayuda a aprovechar mejor los nutrientes de la dieta: Tu sistema digestivo sólo puede

aprovechar los carbohidratos, mejorando así el tránsito intestinal regulando los

niveles sanguíneos de azúcar y controlando el apetito.

● Entrena y fortalece al sistema inmunitario para poder defendernos de infecciones

causadas por las bacterias y los virus patógenos, así como protegernos de alergias.

● Fortalece la barrera intestinal, impidiendo que los microorganismos patógenos se

instalen y proliferen en el intestino.

● Ayuda en la salud cardiovascular, al comportamiento y estado de ánimo, hace que los

huesos sean más fuertes.

● Desarrollo y mantenimiento de órganos y tejidos

Composición de la flora bacteriana

Inmediatamente después del nacimiento, diversos géneros de aerobios colonizan el tubo

digestivo, sobre todo enterobacterias tipo Escherichia coli y también diversas especies del
género Lactobacillus. Éstas consumen el oxígeno del ambiente estableciendo un

microsistema en el que hay un predominio de especies anaerobias obligadas, en especial de

Bacteroides, Clostridia, Eubacteria y Bifidobacteria.

También la lactancia materna desempeña un papel importante en la transmisión de la flora

bacteriana debido a que la madre transfiere sus propias bacterias, a la vez que transmite los

elementos de defensa inmunitaria necesarios frente a esos mismos gérmenes. Dado que el

recién nacido tiene una inmunidad muy precaria debido a la inmadurez del sistema y a la

ausencia de mecanismos asociados a la memoria inmunitaria, se considera muy importante

que la adquisición de bacterias y de los mecanismos de defensa procedan de la misma fuente.

Igualmente se ha observado que los niños que pasan las primeras noches de vida separados de

sus madres son más propensos a las alergias.

Por otro lado, en la flora del adulto predominan los géneros anaerobios. Sin embargo, pueden

reconocerse modificaciones transitorias en la composición de la flora derivadas del uso de

antibióticos o en por cambios dietéticos, pero son cambios reversibles.

¿Qué pasa cuando la flora bacteriana está alterada?

A la alteración continuada de la flora bacteriana ya sea de cualquier parte de tu cuerpo se

denomina disbiosis. Esta alteración puede ser:

Cualitativa: Donde encontramos que las bacterias no habituales se encuentran en

mayor proporción, cosa que también se conoce como flora bacteriana aumentada.

Cuantitativa: Consiste sobre cambios en las proporciones de los diferentes grupos de

microorganismos de tu flora bacteriana


Como consecuencia de la disbiosis, el cuerpo queda menos protegido de las funciones

beneficiosas de la flora y esto te hace más vulnerable frente a determinadas enfermedades.

Existen distintos tipos de disbiosis y cada una puede irse identificando de alguna forma, he

aquí unos ejemplos de esta:

● Disbiosis gastrointestinal: puede ser debida a que nunca llega a establecerse una

flora bacteriana saludable o bien esta se ve alterada. Los factores que impiden un

establecimiento de la flora saludable son el nacimiento por cesárea, la lactancia

artificial, una alimentación poco saludable, el estrés y el tratamiento con antibióticos y

otros medicamentos de uso frecuente, como los laxantes, los anticonceptivos orales y

los protectores de estómago.

● Disbiosis vaginal: cualquier situación que afecte al conjunto de bacterias

(principalmente Lactobacillus) que viven de forma natural en la zona íntima

femenina, puede desencadenar infecciones como vaginosis bacterianas y vaginitis

candidiásicas.

● Disbiosis del tracto urinario inferior: el descenso de los lactobacilos vaginales va

unido a un aumento del pH de la vagina que favorece la migración de las bacterias

desde el ano a la uretra, dando lugar a las infecciones de orina.

¿Qué ocurre cuando sufrimos un sobrecrecimiento bacteriano


intestinal?

Las causas de sufrir esta dolencia son:

● Padecer de intestino irritable.

● Ser diabético.

● Ser celíaco y comer alimentos que no se toleren.


● Consumir mucho alcohol.

● Consumir muchos antibióticos.

● Sufrir una momentánea alteración de los ácidos gástricos.

Síntomas del sobrecrecimiento bacteriano intestinal

El cuadro clínico habitual cuando nuestras bacterias intestinales crecen demasiado son:

● Hinchazón abdominal. Se irrita la parte baja del aparato digestivo y aumentan las

flatulencias.

● Las flatulencias se incrementan con el sobrecrecimiento bacteriano intestinal.

● Diarrea. La diarrea es el síntoma más común de esta dolencia. Las heces se vuelven

casi siempre acuosas, muy líquidas.

● Digestiones pesadas. Las digestiones se vuelven lentas y dolorosas cuando sufrimos

el síndrome de sobrecrecimiento bacteriano del intestino. Nos sentiremos llenos y con

muchas molestias.

● Pérdida de peso. Se ocasiona una destrucción gradual de las células del intestino y no

se absorben los nutrientes necesarios.

Maneras de recuperar la flora bacteriana

Esto tiene mucha relevancia con la alimentación, algo que se puede hacer es incluir en la

dieta cotidiana:

● Probióticos: son microorganismos que al tomarlos en cantidades adecuadas, tienen un

beneficio para tu salud. Siempre asegurándose de tomar la dosis correcta y durante el

tiempo necesario.
● Prebióticos: son el alimento para las bacterias probióticas y para tu flora bacteriana.

Sin embargo, no todas las fibras dietéticas son prebióticas y es importante que escojas

aquellas fibras que sean fermentables por tu flora; estas las puedes encontrar en

alimentos como la cebolla, los ajos, el puerro, la alcachofa, la achicoria y las

legumbres y los tubérculos cocidos y enfriados.

● Ingerir una mayor cantidad de alimentos de origen vegetal que de origen animal:

Incluir más de 30 tipos de verduras y frutas por semana en tu alimentación es el mejor

aliado para tener una salud intestinal de hierro. Mientras que comer alimentos de

origen animal tiene que ser sea en cantidades pequeñas y no sean los protagonistas de

todas las comidas.

Trastornos neurológicos.

Veamos cómo es la flora bacteriana de las distintas partes del cuerpo y en qué aspectos

influyen en nuestra vida diaria:

Eje microbiota-intestino–cerebro

Este eje es bidireccional y se basa en la interacción de los sistemas inmune y nervioso, con la

participación de la microbiota intestinal en funciones fisiológicas, conductuales y cognitivas.

Se postulan cinco vías de conexión entre la microbiota intestinal y el cerebro, que incluyen el

sistema nervioso entérico, el eje neuroendocrino-hipotálamo-hipofisario-adrenal, el sistema

inmune del intestino, los neurotransmisores y reguladores neuronales, y las barreras

mucosa-intestinal y hematoencefálica.

La inflamación local y sistémica son reguladas por la microbiota intestinal debido al efecto

tóxico de liposacáridos (LPS) procedentes de bacterias patógenas intestinales Gram negativo.

Estos impulsan la producción de citocinas proinflamatorias y otros factores que pueden pasar
a la circulación sistémica y atravesar la barrera hematoencefálica, participando en la

inflamación sistémica o del sistema nervioso central.

El sistema nervioso entérico es responsable de la actividad funcional básica del tracto

gastrointestinal. La disbiosis puede afectar estos procesos al alterar las funciones de las

células neuroendocrinas y el sistema inmune, lo que podría resultar en manifestaciones

psiquiátricas.

Finalmente, se enfatiza que en un humano sano predomina una relación simbiótica

beneficiosa con la microbiota intestinal dominante. Sin embargo, el desequilibrio del genoma

microbiano y la microbiota puede resultar en una alteración en su composición y diversidad,

especialmente por la presencia de patobiontes (bacterias potencialmente patógenas) y

bacterias patógenas, dando como resultado trastornos de la motilidad, alteración en las

secreciones del intestino e hipersensibilidad visceral, eventos asociados a un aumento de la

permeabilidad intestinal, desarrollo de un estado inflamatorio y potenciación de los trastornos

neuropsiquiátricos.

Trastorno por déficit de hipoactividad / hiperexcitabilidad

El TDAH es una alteración del neurodesarrollo que se caracteriza por síntomas clínicos que

incluyen alteraciones sociales, ocupacionales y académicas. Los mecanismos concurrentes

con la microbiota intestinal podrían estar relacionados con los criterios postulados en los

trastornos del espectro autista (TEA). Se considera la posibilidad de variaciones

epigenómicas en respuesta a las condiciones ambientales. La participación de la microbiota

intestinal en interrelación con los eventos del cerebro podría ser un factor ambiental probable.
Ansiedad

La regulación de la microbiota intestinal podría mejorar la conducta y el humor. Sin embargo,

aún no hay un acuerdo claro sobre si la modificación de esta pueda aliviar la ansiedad,

aunque se considera altamente probable que la microbiota está implicada.

Se ha sugerido que la dieta podría ser útil para restaurar los cambios en la microbiota

intestinal en pacientes con ansiedad. Sin embargo, los estudios que han administrado

probióticos a adultos no han proporcionado resultados predominantes ni convincentes en

comparación con las intervenciones sin probióticos. Estos resultados indican la necesidad de

realizar metaanálisis para demostrar su efectividad y justificar el uso de esta terapia para

modificar las alteraciones de la microbiota intestinal en casos de ansiedad.

Depresión

Los estudios en humanos han mostrado una posible conexión entre el equilibrio de la

microbiota intestinal y la salud mental. Se observó que las bacterias del género

Faecalibacterioum y Coprococcus, ambas productoras de butirato, se asociaban

constantemente con indicadores de mejor calidad de vida. Además, la ausencia de bacterias

Dialister y Coprococcus se asociaba con un estado de agotamiento en las personas

deprimidas.

Se evidenció una correlación entre la síntesis microbiana del metabolito de dopamina ácido

3,4 dihidroxifenilacético y la estabilidad en la calidad de vida mental, así como el potencial

del ácido γ-aminobutírico en la depresión.

Flora bacteriana intestinal


La flora intestinal tiene un desarrollo dinámico, variable y único para cada ser humano. Su

origen es el útero materno, hecho que queda demostrado por la presencia de bacterias

presentes en la placenta, que son compatibles con las que forman parte de la biota de la piel,

boca, vagina y tracto gastrointestinal.

En el primer tramo del aparato digestivo las condiciones son adversas para la flora bacteriana

hay mucho movimiento para facilitar transporte de los alimentos y estos se puedan digerir, el

pH es muy ácido y los jugos digestivos tienen un efecto anti-bacteriano.

Sin embargo, a medida que nos acercamos al intestino grueso, los movimientos del intestino

son cada vez más lentos, hay menos oxígeno, un pH menos ácido y una mayor presencia de

restos de comida que no podemos aprovechar pero son el alimento preferido de las bacterias.

Todas estas condiciones son perfectas para que tu flora bacteriana se pueda desarrollar bien.

Cada persona tiene un perfil único de flora bacteriana intestinal. Los factores que más

influyen en la gran variabilidad que existe en la flora bacteriana:

● El tipo de parto: El parto vaginal favorece la adquisición de una flora bacteriana

similar a la del intestino de la madre, mientras el parto por cesárea hace que el bebé

tenga una flora similar a la del hospital y de la piel de la madre.

● La alimentación: En tan solo 24 horas la alimentación puede cambiar de forma

notable la composición de tu flora bacteriana del intestino.

● Los medicamentos que se consumen (principalmente los antibióticos, pero también

los protectores de estómago, los tratamientos anticonceptivos, las sales de hierro,

etc.).

● El lugar donde vives. Las condiciones del entorno en el que uno vive define el perfil

de la flora bacteriana intestinal.


● Si tienes trastornos digestivos o enfermedades relacionadas: Cómo el colon irritable,

el estreñimiento, la obesidad, la diabetes, algunos tipos de cáncer y los trastornos

neurodegenerativos se han relacionado con alteraciones en la composición de esta.

Enfermedades Gastrointestinales

Infección por Helicobacter pylori

Más del 50% de la población mundial está infectada por Helicobacter pylori (H. pylori), entre un 30 y

un 40% en países desarrollados y más del 80% en los países en vías de desarrollo. La variación en la

prevalencia se asocia a factores sociodemográficos, especialmente situaciones de bajo nivel

socioeconómico.

La especie Helicobacter es una de las causas más frecuentes de infección bacteriana en el ser humano;

puede producir gastritis, úlcera gástrica y duodenal, cáncer de estómago y linfoma del tejido linfoide

mucoso adenocarcinoma. La infección por H. pylori es asintomática en la mayoría de los casos y así

se menciona una eficacia de las bacterias acidolácticas, bifidobacterias, leches fermentadas,

Lactobacilus salivarus y Lactobacilus acidophilus en la disminución de los efectos adversos asociados

al tratamiento erradicador de H. pylori.

Enterocolitis necrosante

Es un problema clínico de gran importancia en neonatos y afecta hasta al 10% de los nacidos,

especialmente neonatos de peso extremadamente bajo (<1.000g) y con menos de 28 semanas de

gestación. Su mortalidad oscila entre el 20 y el 30% de los afectados. Hay varios factores factores que

favorecen a la ECN, como la colonización del intestino por bacterias patógenas que sin la suficiente

colonización de Proteobacteria durante la primera semana de la vida, pueden no ser capaces de

modular una respuesta inmunitaria adaptativa frente al aumento posterior de Proteobacteria. Por ello,

la inmadurez, calidad y cantidad de la microbiota, puede estar asociada a esta enfermedad.


Enfermedad inflamatoria intestinal

En la enfermedad inflamatoria intestinal se produce una respuesta anómala del sistema inmune frente

a elementos del microbiota en la mucosa intestinal, produciendo lesiones intestinales. Los pacientes

en presencia de bacterias comensales, tienen un aumento de anticuerpos IgG y una hiperactividad de

linfocitos T en la mucosa, lo que parece indicar una supresión de los mecanismos locales de

tolerancia, hay varios factores que influyen sobre la estimulación y la remisión de la actividad

inflamatoria, como la derivación de la corriente fecal, el uso de antibióticos en el tratamiento de la

enfermedad de Crohn y la aplicación de antibióticos de amplio espectro en la luz intestinal.

La enfermedad de Crohn en seres humanos se localiza en colon e íleon terminal, donde la

concentración bacteriana es más alta, señalando que las bacterias comensales, asociadas a una

susceptibilidad genética, pueden contribuir a la patogenia de estas enfermedades. Además, varios

estudios citados por Danese indican que la microbiota encontrada en pacientes con enfermedad

inflamatoria intestinal es diferente de la de los individuos sanos.

Enfermedad celiaca

Este es un trastorno sistémico mediado inmunológicamente, provocado por la ingestión de gluten en

individuos genéticamente susceptibles y caracterizado por la presencia de una combinación variable

de manifestaciones clínicas dependientes del gluten causando la desaparición de los síntomas y de los

anticuerpos específicos y a la normalización de la mucosa intestinal en la gran mayoría de los

pacientes , en pacientes celíacos, la respuesta inmune a las fracciones de gliadina da lugar a

una reacción inflamatoria, principalmente en la parte superior del intestino delgado, que se

caracteriza por la infiltración de la lámina propia y del epitelio con células inflamatorias y

atrofia vellositaria. Esta respuesta está mediada por la inmunidad innata y adaptativa, Además

de los factores inmunológicos y genéticos, se sospecha que factores ambientales, tales como

la nutrición en la infancia y la microbiota intestinal, también juegan un papel en la

etiopatogenia de la EC
Diarrea aguda

Se define como la emisión de 3 o más heces acuosas o líquidas en un día, de duración menor

de 14 días, lo que la diferencia de la diarrea crónica, y que habitualmente es infecciosa, ya

que el agente etiológico es un microorganismo patógeno. Los agentes etiológicos más

comunes son Rotavirus y, entre las bacterias, el Campylobacter, seguido por Salmonella.

Los parásitos tales como Giardia lamblia y Crystosporidium son una causa rara de diarrea en

niños sanos; la primera opción de tratamiento pasa necesariamente por su rehidratación,

mediante soluciones orales, y una rápida realimentación. La rehidratación con pequeñas

cantidades de solución oral va a compensar la pérdida de agua y de electrólitos, pero no

restablece la microbiota intestinal alterada. La racionalidad del uso de probióticos para tratar

y prevenir la GEA se basa en la modificación de la composición de la microbiota intestinal,

evitando el crecimiento de las cepas entéricas patógenas. También se les atribuye la secreción

de sustancias antibacterianas, que compiten con los patógenos y previenen su adhesión al

epitelio intestinal, produciendo un efecto antitoxina y revirtiendo algunas de las

consecuencias de la infección en el epitelio intestinal

¿Cómo combatir la alteración de las bacterias intestinales?

Una vez hayamos sufrido algunos de los síntomas comentados anteriormente, lo más

recomendable es acudir a un especialista médico que pueda diagnosticarse y recete un

tratamiento farmacológico que, normalmente, estará basado en antibióticos.

Sin embargo, y como en todas las patologías, la manera más efectiva de combatir estas

dolencias es intentar prevenirlas:

● Comer poca cantidad: Los intestinos se limpian, más o menos, cada dos horas. Por

eso, es importante no darles trabajo extra y comer poca cantidad aunque aumente el

número de veces que consumimos alimentos al día.


● Incrementar el consumo de agua. Consumir abundante agua te ayudará a mantenerte

hidratado y también contribuirá a la expulsión de las toxinas y los desechos fecales

acumulados en estos órganos. También podemos consumir infusiones que aportan el

mismo efecto.

● Evitar consumir alimentos con lactosa y carbohidratos fermentables.

● Aumentar el consumo de frutas y de fibra. Las más recomendables son:

○ Plátanos

○ Uvas

○ Arándanos

○ Limones

○ Kiwis

○ Pomelos

● Disminuye el consumo de alimentos con grasa. La grasa es difícil de digerir y

aumenta la diarrea.

● Tomar suplementos vitamínicos. Te pueden ayudar a absorber mejor los nutrientes de

los alimentos.

Bacterias en la piel

La piel es quien está en contacto directo con el exterior y esto hace que esté habitada por los

microorganismos ambientales.

En general, la piel suele estar seca, es ácida y está sometida a agresiones como golpes,

quemaduras y cambios bruscos de temperatura. En las glándulas sudoríparas, glándulas

sebáceas y en los folículos pilosos hay mucha humedad y un alto contenido de nutrientes que

lo hace un lugar bueno para que la flora bacteriana abunde. Sin embargo, no todas las zonas

de tu piel son idóneas para que pueda crecer la flora bacteriana.


Flora vaginal bacteriana

El aparato genital femenino también tiene su flora bacteriana propia, que depende de la etapa

de la vida de la mujer.

Niñas pequeñas

La producción de estrógenos en la pubertad favorece la colonización por lactobacilos, que

actúan como barrera protectora frente a la proliferación de bacterias patógenas.

Edad fértil

La presencia de lactobacilos en la vagina contribuye a mantener un pH ácido que evita las

infecciones vaginales. Sin embargo, los lactobacilos de la vagina se reducen drásticamente

antes y durante cada menstruación debido al aumento del pH vaginal, lo que favorece el

crecimiento excesivo de bacterias no deseables implicadas en las infecciones del aparato

genital femenino.

En el embarazo

Se produce un descenso del pH vaginal secundario al aumento de los lactobacilos para

proteger el canal del parto frente a posibles infecciones exógenas. Esto tiene lugar sobre todo

en el tercer trimestre del embarazo, como respuesta compensatoria de la bajada de las

defensas que intenta evitar el rechazo del feto.

La menopausia

Provoca una disminución de la densidad de la flora vaginal bacteriana protectora, que pasa a

estar constituida por bacterias intestinales y de la piel. Como consecuencia, aumentan las
vaginitis, la sequedad vaginal y las infecciones urinarias, que están causadas por las bacterias

del intestino que por proximidad anatómica acceden a la vagina desde el ano.

Factores externos que afectan la flora vaginal bacteriana

De forma parecida a lo que ocurría con la flora bacteriana del intestino y de la piel, la flora

vaginal bacteriana también se puede afectar por factores internos o externos.

Por ejemplo, los cambios hormonales que se producen durante la menopausia o el embarazo,

el estrés, el tabaco, la obesidad, la diabetes, el uso de anticonceptivos orales y el uso de

antibióticos, entre otros, pueden alterar la flora bacteriana vaginal. Se estima que el 75% de

las mujeres en edad fértil van a presentar vulvovaginitis por Candida al menos una vez en su

vida, siendo habitual que se repita.

Flora bacteriana de la glándula mamaria

La leche materna es una fuente de bacterias probióticas para el correcto desarrollo intestinal e

inmunológico del bebé. Un lactante ingiere al día unos 800 mL de leche materna, que

equivale a un millón de bacterias. Estas bacterias pertenecen a los géneros Staphylococcus,

Streptococcus, Enterococcus, Lactobacillus, Bifidobacterium, Weisella y Leuconostoc.

A diferencia de otros tipos de flora bacteriana, la flora de la leche humana es transitoria

porque solo se mantiene mientras dura la lactancia. Cuando comienza el destete, la flora

bacteriana de la leche va desapareciendo a medida que la glándula mamaria se va quedando

sin leche.
Flora bacteriana en los hombres

A diferencia de la mujer, en el hombre la flora bacteriana genitourinaria es escasa. Esto se

debe a que la orina impide el establecimiento de una flora bacteriana estable en los conductos

urinarios. Además, es difícil que exista una contaminación por las bacterias intestinales

debido a la separación que existe entre el pene y el ano.

Conclusión
La flora bacteriana desempeña un papel esencial en nuestro organismo para el buen

funcionamiento de este mismo, salud y bienestar. Conforme a lo que investigamos pudimos

percatarnos de que Estos microorganismos no solo ayudan en la digestión y la absorción de

nutrientes, sino que también desempeñan un papel crucial en la protección contra patógenos,

el fortalecimiento del sistema inmunológico y la síntesis de vitaminas y otros compuestos

beneficiosos, sino que además, se ha descubierto que la flora bacteriana está involucrada en

una variedad de funciones corporales, desde la regulación del estado de ánimo hasta la

influencia en el metabolismo y la respuesta inflamatoria.

Un buen funcionamiento de la flora bacteriana y el equilibrio de esta misma es fundamental

para nuestra salud. Y los desequilibrios pueden dar lugar a problemas de salud como

enfermedades gastrointestinales, alergias, obesidad y también trastornos autoinmunitarios.

Es por esto que es de suma importancia cuidar de nuestra flora bacteriana a través de una

dieta equilibrada la cual debe ser prescrita por un especialista en el área, así como también el

uso adecuado de antibióticos y otras prácticas saludables. Como sabemos, la flora bacteriana

es un componente esencial para nuestro organismo, y se encarga de muchas funciones, es por


eso que debemos tener buenos hábitos para cuidar de nuestra flora bacteriana y así mismo

tener una buena salud y un buen equilibrio en nuestro organismo.

Referencias
● Guarner, F. (2003, 15 febrero). La flora bacteriana del tracto digestivo.

Gastroenterología y Hepatología.

https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-la-flora-b

acteriana-del-tracto-13043240

● Prados, A. (2021). Flora bacteriana: qué es, que beneficios te proporcionan y como

cuidarla. Lactoflora.

https://www.lactoflora.es/flora-bacteriana-que-es-que-beneficios-te-proporciona-y-co

mo-cuidarla/

● Palomar, G., Loza, I., Gallego, P., Rivas, H., Saz, E., Agüero, R. (2023). Flora

intestinal y su importancia en la salud. Revista Sanitaria de Investigación.

https://revistasanitariadeinvestigacion.com/flora-intestinal-y-su-importancia-en-la-sal

ud/

● Guarner, F. (2003, 15 febrero). La flora bacteriana del tracto digestivo.

Gastroenterología y Hepatología.

https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-la-flora-b

acteriana-del-tracto-1304324

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