Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTEGRANTES
La afirmación tan recurrente de que en el Perú la economía y la política marchaban por cuerdas
separadas parece estar siendo desmentida por la realidad. La calificadora Moody`s rebajó la
calificación del Perú de estable a negativa por primera vez en 20 años por la inestabilidad
política. Lo que parecía ser un barco que se mantenía a flote empieza a dar signos de
debilidad (Santaeulaliaº, 2023).
Teniendo en cuenta el ciclo de crisis política iniciado el 2016, aunado a factores
externos derivados principalmente de la guerra de Ucrania y la situación postpandemia de la
COVID-19, el panorama económico no es alentador: se estima un aumento de la inflación, un
mantenimiento de los niveles de pobreza y una desaceleración del crecimiento económico.
Según el Banco Mundial (2023), la inflación se aceleró desde 2021, atribuida recientemente, entre
otras causas, a la interrupción temporal de las cadenas de distribución locales. La tasa de
pobreza de 2022 aumentó 3 puntos porcentuales respecto de los niveles de 2019. La mayor
inflación y la lenta recuperación del mercado laboral habrían hecho que cerca de 700 000
peruanos pasaran de la clase media a la situación de vulnerables, y otros 700 000 pasaran de la
vulnerabilidad a la pobreza.
Por su parte, BBVA Research (2023) señala que luego de que el PBI creciera postpandemia 13,6 % en
2021, en 2022 se obtuvo 2,7 % (gráfico 1); y pronostica que la actividad global se moderará en 2023
en un entorno de inflación aún elevada, así como de endurecimiento monetario. Incorporando la
convulsión social de año, así como una mayor incertidumbre política sobre un posible adelanto de
elecciones frente al escenario base de revisiones, proyecta que la economía peruana crecerá́ 1,9 % en
2023, por debajo del 2,5 % proyectado anteriormente, a pesar de la mejora en la perspectiva de
crecimiento global.