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Universidad Autónoma de Quintana Roo Unidad Académica

Playa del Carmen

Ingeniería Empresarial

Lectura #13
¿Cómo vamos a tres años del COVID-19?

Docente:
Guillermo González Reos

Alumna:
Daisy Monserrat Rodríguez Monterrosas

Matrícula:
AS23-33245 IEM-101

Playa del Carmen, 24 de noviembre de 2023


Introducción
La pandemia fue un acontecimiento de hechos trágicas debido al número de
enfermos que fueron afectados por el coronavirus. En el siguiente trabajo hablaremos
sobre las múltiples afectaciones económicas que tuvo la pandemia en México y el
confinamiento sobre las actividades económicas, y como nos hemos recuperado hoy
en el 2023.
¿Cómo vamos a tres años del COVID-19?
Si bien la pandemia impactó fuertemente a la economía, esta ya mostraba debilidad antes
de la crisis sanitaria; en el tercer trimestre de 2018 la actividad económica alcanzó un pico,
y subsecuentemente inició una trayectoria descendente. A partir del segundo trimestre de
2019 se observaban tasas anuales de crecimiento negativas, por lo que en 2019 la economía
se contrajo (-)0.2% anual, y en el primer año de la pandemia mostró una caída pronunciada
de (-)8.2% anual.
Después de la fuerte contracción registrada en el segundo trimestre de 2020, la economía
mexicana mostró un crecimiento constante en los cuatro trimestres posteriores. Sin
embargo, en el 3T2021 presentó una disminución de (-)1.1% a tasa trimestral. Esta
contracción alejó a la economía de la esperada recuperación. Por ello, hasta el tercer
trimestre de 2022 la economía logró recuperar su nivel prepandemia (4T2019).
Al cuarto trimestre de 2022, de acuerdo con la Estimación Oportuna del PIB, se estima que
la economía tiene un tamaño similar al registrado en el tercer trimestre de 2019. A pesar de
esto, la economía aún se encuentra ligeramente alejada del pico alcanzado en el 3T2018, y
aún más alejada de la meta de crecer al 4.5% anual de forma sostenida.
A pesar de que la economía aún mantiene cuatro años de rezago (tomando como referencia
el pico del 3T2018), recientemente el FMI revisó al alza el crecimiento para 2023 de 1.2% a
1.7%, y aunque este porcentaje está lejos de la meta, muestra optimismo para la economía
mexicana este año.

¿Qué estados ya se recuperaron ante el impacto de la pandemia?


La situación en los estados se mueve a distintos ritmos, por lo que se observan tasas disímiles
de recuperación económica. Así, además de analizar el desempeño de la actividad económica
nacional, también es preciso conocer la recuperación en los estados. Con base en el Indicador
Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) publicado por el INEGI, la siguiente
gráfica compara la actividad económica de los estados del primer trimestre de 2020 (previo
a la pandemia), con la actividad económica observada en el tercer trimestre de 2022. Es
posible apreciar que 20 estados se encuentran por arriba de su nivel prepandemia, siendo
Tabasco, Chiapas y Jalisco los estados con mayor grado de recuperación o avance, y
Campeche, Colima y Veracruz aquellos con el peor desempeño.
La recuperación en cada estado es diferenciada y, aún así, una mejor recuperación y mayor
crecimiento no se traducen de manera automática en mayor bienestar. Así, destaca el caso
de Tabasco, el cual mantiene el mejor desempeño en su recuperación económica
postpandemia y es el quinto estado con la tasa de crecimiento anual más alta (7.7%) al
3T2022. Sin embargo, se encuentra entre los 10 estados con mayor informalidad y pobreza
laboral, y menor progreso social.
Por esto, a tres años del inicio de la pandemia COVID-19, vale la pena analizar los datos más
allá del PIB, y observar que, si bien el crecimiento económico es necesario para mejorar la
calidad de vida de la población, este no se traduce de manera automática en mayor
bienestar. Por lo que vale la pena preguntarse ¿cómo vamos en informalidad, pobreza
laboral y progreso social?

Un trabajo informal carece de seguridad social y acceso a servicios de salud públicos, entre
otros servicios, de manera que esta situación resulta apremiante, especialmente en el
contexto de la pandemia. El semáforo de informalidad se encuentra en amarillo ya que 51.2%
de los trabajadores no agropecuarios tiene un empleo informal.

Al inicio de la pandemia, en el segundo y tercer trimestre de 2020, se registraron


disminuciones pronunciadas en el porcentaje de informalidad. Al tercer trimestre de 2020,
la tasa de informalidad laboral no agropecuaria se ubicó en 49.2%, 2.8 puntos porcentuales
menos en comparación con el mismo periodo de 2019. Esta disminución se debe a la gran
pérdida de empleos, en la gran mayoría informales, debido a la paralización de la actividad
económica por el confinamiento.

Aun cuando la mayoría de los trabajadores no agropecuarios se encuentran en la


informalidad, la situación resulta aún más apremiante para las mujeres, ya que 54.3% de las
mujeres se encuentran en la informalidad, mientras que el porcentaje de hombres es de
48.8%.
La informalidad paga menores salarios: por cada 100 pesos que paga un empleo formal, uno
informal paga 54 pesos, y esta brecha es más grande para las mujeres; por cada 100 pesos
que recibe un hombre en un empleo formal, una mujer recibe 43 pesos en uno informal.

A tres años de la pandemia no se observan políticas encaminadas a la disminución de la


informalidad, especialmente para la incorporación de las mujeres al mercado laboral formal.
Esto resulta apremiante, más aún cuando la crisis sanitaria demostró la importancia de que
toda la población tenga acceso a servicios de salud públicos, de seguridad social y
prestaciones labores ante cualquier eventualidad por la parálisis de la actividad económica.

Debido a que la informalidad está asociada con menores ingresos, la población con empleos
informales tiene mayor probabilidad de estar en pobreza laboral. Es decir, en una situación
en la cual el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para que todos los miembros puedan
acceder a la canasta alimentaria básica.
En México, 40.1% de la población se encuentra en pobreza laboral. A raíz de la pandemia se
observó un aumento de casi 10 puntos porcentuales en el porcentaje de la población en
pobreza laboral entre el primer y tercer trimestre de 2020, cuando pasó de 34.8% a 44.1%
¡la pobreza laboral en el tercer trimestre de 2020 ha sido la más alta desde que se tiene
registro! El nivel de pobreza laboral actual es mayor al observado previo a la pandemia, el
cual fue de 38.9% en el 4T2019.

Si bien la situación nacional es preocupante, cuando analizamos los datos a nivel estatal, se
observan diferencias regionales muy pronunciadas. Como se puede apreciar en la siguiente
gráfica, 13 estados mantienen su semáforo en rojo, siendo Chiapas (69.6%), Guerrero
(68.2%) y Oaxaca (62.5%) aquellos con el peor desempeño. Solo 10 estados presentan un
semáforo en verde, y entre los que mantienen un mejor desempeño se encuentran Baja
California Sur (15.6%), Baja California (21.1%) y Chihuahua (24.2%).
Así como el porcentaje de mujeres en la informalidad es mayor en comparación con los
hombres, también se observan más mujeres en pobreza laboral. Por cada 100 hombres en
pobreza laboral, hay 110 mujeres en esta situación. Si bien, la diferencia entre los estados en
pobreza laboral es alarmante, que haya menor pobreza laboral en un estado no implica que
tenga una menor brecha por sexo. Mientras Baja California Sur y Baja California se posicionan
como los estados con menor porcentaje de pobreza laboral, también presentan la mayor
brecha por sexo a nivel nacional: 124 mujeres y 119 mujeres en pobreza laboral por cada
100 hombres, respectivamente.

¿Cómo vamos en Progreso Social?


El Índice de Progreso Social (IPS) es “una sólida medición del desempeño social en los estados
del país y es independiente de factores que miden ingreso o gasto.” El Índice se calcula a
partir de un rango de indicadores sociales y ambientales, los cuales fueron procesados por
México, ¿cómo vamos? que capturan tres dimensiones del progreso social: Necesidades
Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades. El IPS toma valores entre 0
y 100, donde 0 es el menor progreso social y 100 el máximo progreso social posible.

El puntaje alcanzado en 2021 fue de 63 puntos, apenas superando por 0.1 puntos el puntaje
más bajo (62.9 puntos) registrado en 2015, entonces observamos ¡6 años de retraso en el
progreso social! Esta caída no fue un evento aislado, pero sí más marcado por la pandemia,
ya que desde 2018 se registraron disminuciones en el progreso social. Entre 2018 y 2019, 16
estados presentaron disminuciones en su IPS; entre 2019 y 2020, cayó el puntaje para 24
estados; y nuevamente se observó una caída en igual magnitud para 2021 (24 estados
disminuyeron en su progreso social).
Aunque ya se observaban rezagos en componentes como Nutrición y cuidados médicos
básicos, mortalidad por diabetes, entre otras, estos se vieron más afectados con llegada de
la pandemia. En 2021, dos de las tres dimensiones de progreso social sufrieron
disminuciones. La primera, Necesidades Humanas Básicas, registró una caída de 3.9 puntos
respecto al año previo, especialmente por el componente de Nutrición y cuidados médicos.
El cual registró una pérdida de 18.7 puntos, cuya caída está relacionada con la segunda ola
de la pandemia en México.

La segunda, Oportunidades, mostró una disminución de 0.7 puntos. Esta dimensión, a pesar
de tener el puntaje más bajo desde que se tiene registro en comparación con las demás
dimensiones, presentaba un crecimiento constante desde 2015. Por tanto, resulta
preocupante que en 2021 presentó por primera vez una caída anual en su puntaje.

Fundamentos de Bienestar mostró un avance de 1.2 puntos respecto al año previo, pero este
aumento apenas es de un tercio de la caída que registró en 2020 (-3.6 puntos). Aun así, se
observan avances en componentes como Paridad de género en educación secundaria,
Usuarios de telefonía móvil y Hogares con conexión a internet. No obstante, resulta
preocupante el aumento que hubo en la Tasa de agresión a periodistas; en 2020 la tasa fue
de 0.02 y para 2021 alcanzó 0.95, ¡por lo que en un año la tasa de agresión a periodistas
aumentó 46.5 veces!

Los impactos de la pandemia son de largo plazo, afectando especialmente a la educación. En


2021 se registraron disminuciones en el puntaje en Acceso a conocimientos básicos (-2.3
puntos); Matriculación en educación preescolar (-2.25 puntos), primaria (-1.0 puntos) y
secundaria (-0.8 puntos).
Conclusión
El impacto que dejó la pandemia sobre las actividades económicas en México ha sido
muy significativo. Lo hemos visto en el cierre de microempresas y en la apertura de
nuevos emprendimientos, además de que muchos mexicanos recurrieron a sus
ahorros o reducir sus gastos para mitigar el impacto. Otras de las medidas que se
tomó fue el distanciamiento social para intentar contrarrestar los casos ante la
ausencia de tratamientos médicos.

Hoy en día la recuperación de la economía mexicana ha quedado demostrada en los


últimos meses, ante las derramas económicas y ante la promoción del turismo en
muchas zonas.

Lo importante de este nuevo florecimiento de México, no es solo que la economía


mexicana vuelva a ser lo de antes, sino que se haga un verdadero proceso de
transformación que les permita generar una dinámica de crecimiento económico
superior a lo que se tenía antes.

Un ejemplo clave son los programas de desarrollo social, en materia de salud,


educación, seguridad alimentaria y desarrollo de zonas rurales, que buscan incentivar
el bienestar social y mejorar las condiciones de vida de la población.

Por otra parte, opino que el Plan de Reactivación Económica, que presentó La
Secretaría de Economía (SE), fue una buena estrategia, ya que incorporaron
propuestas de la iniciativa anterior (2021), además del apoyo de la banca de
desarrollo y de otras instituciones, como la Comisión Federal para la Protección
contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores (Infonavit).
Bibliografía
Peña, S. M. (2023, febrero 7). ¿Cómo vamos a tres años del COVID-19? - Este País. Este País.

https://estepais.com/tendencias_y_opiniones/como-vamos-tres-anios-covid/

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