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EJEMPLO DE ARTICULO

FEDERACIÓN MEXICANA DE PSICOLOGÍA SEDE MATRIZ

Artículo para la culminación de la certificación en psicología clínica

“VÍNCULO MATERNO Y RASGOS DE PERSONALIDAD EN UNA MUJER CON


TEMOR AL ÉXITO”

Federación Mexicana de Psicología

Presenta

Lic. MA CU

Sede: ………..

Toluca, Estado de México a 03 de enero de 2020

RESUMEN
La postergación y/o abandono de proyectos parece ser una constante en nuestra sociedad, a
pesar de los estereotipos de éxito y la invasión de material audiovisual y escrito acerca de
cómo alcanzarlo.

Investigaciones anteriores han apostado por factores motivacionales, económicos y


políticos como causantes de la evasión o abandono de proyectos, sin embargo son escasas
las investigaciones que hagan referencia a los factores internos, personales sobre todo desde
una perspectiva psicoanalítica del temor al éxito, entendiendo esta última frase como la
conducta de evasión o huida ante una actividad u objetivo que represente una
emocionalidad importante para la persona y en la que trabaja e invierte tiempo y altas
expectativas.

Por lo anterior la presente investigación tuvo como objetivo conocer más acerca del temor
al éxito desde una perspectiva psicoanalítica y la forma en que el vínculo materno y los
rasgos de personalidad inciden en esta conducta. Para ello se hizo un estudio de caso en
donde trabajo con una mujer de 32 años al momento del estudio.

Para alcanzar el objetivo planteado se utilizó el Test de Relaciones Objétales creada por
Herbet Phillipson; así como por la entrevista psicodinámica; una entrevista
semiestructurada y la historia clínica.

Entre los resultados encontrados se puede observar que existe un vínculo materno hostil y
distante en el que la confianza y comunicación emocional parece nula, al mismo tiempo
que puede hablarse de un desinterés mutuo en este ámbito.
En lo que concierne a los rasgos de personalidad, se pueden observar rasgos neuróticos de
modo obsesiva pudieron ser observados los mecanismos defensivos de racionalización e
intelectualización mismos que alejan los hechos de los afectos, así como la inseguridad
interna que le hacen dudar de su capacidad y de la calidad de su trabajo que pueden
mirarse en la conducta de planear y alargar y nunca poder concluir, al mismo tiempo
pueden observarse rasgos histéricos como un yo insatisfecho, la excesiva dependencia de
la aprobación o cariño del otro, así como la reacción de huida ante la posibilidad de
experimentar un goce.

Dichas observaciones permiten concluir que tanto el vínculo materno como los rasgos de
personalidad son factores de suma importancia y es necesario conocerlos para lograr una
comprensión más acertada de la conducta humana, en este caso pudieron darnos una
concepción del temor al éxito de la mujer estudiada, sin embargo es apropiado sugerir la
realización de más investigaciones que permitan tener un mayor conocimiento acerca de
esta conducta.

Palabras clave: vínculo materno, relación de objeto, rasgos de personalidad, temor al


éxito, rasgos neuróticos.

INTRODUCCIÓN

Las exigencias sociales actuales están dirigidas a que las personas estemos cada día más
preparadas y que contemos con una mayor gama de herramientas y habilidades a fin de
desempeñar un adecuado rol dentro de la sociedad.

Esta exigencia social marca el estereotipo de persona exitosa, fuertemente marcado en


nuestra cultura, figura generalmente mostrada como aquella con un mayor número de
logros a nivel personal, familiar, social, económico, físico y por supuesto profesional.
En la actualidad la mujer entabla una lucha de género que le permita posicionarse en la
sociedad siendo aceptada por sus capacidades y habilidades, y al mismo tiempo pueda
cubrir los estereotipos de éxito que se mencionan anteriormente, sin embargo, en su
intención de romper los esquemas culturalmente establecidos, tiene un doble trabajo, por
un lado demostrarse y demostrar que es capaz de cubrir roles considerados masculinos y
hacerlo adecuadamente, incluso, mejor que ellos, y por otro lado está, el desposicionarse de
la creencia de pertenecer al “sexo débil” quien debía de ocuparse de actividades propias de
la casa y la crianza de los hijos.
Sin embargo, a pesar de que en la actualidad, la mujer ocupa lugares significativos en al
ámbito laboral y profesional, aún la mayoría de los puestos importantes y mejor pagados
pertenecen al sector masculino, las mujeres que se atreven a ocupar estos puestos y
mantenerse de manera estable en el desempeño de aquellos son escasas, el abandono
escolar y laboral se hace presente y aunque la conducta de abandonar o no concluir
proyectos está presente tanto en hombres como mujeres, al parecer es de gran incidencia en
el sexo femenino, lo que permite pensar en un temor al éxito inherente a la mujer.

RELACIONES DE OBJETO

Las relaciones de objeto son aquellas que un individuo establece con figuras significativas,
principalmente sus padres. (Kernberg, 1996) Señala que la teoría de las relaciones objétales
representa el estudio psicoanalítico de la naturaleza y origen de las relaciones
interpersonales y de las estructuras intrapsíquicas que derivan de relaciones internalizadas
del pasado, fijándolas, modificándolas y reactivándolas con otros en el contexto de las
relaciones interpersonales presentes”, así mismo la teoría de las relaciones objétales
también hace énfasis en la singularidad del individuo, estudia el desarrollo de una
personalidad altamente individualizada, de una persona consiente de sí misma y de otros
seres humanos y el desarrollo en profundidad de las relaciones interpersonales como
requisito principal para la satisfacción de las necesidades psíquicas personales.

Este tipo de relaciones existen desde el comienzo de la vida y continúan existiendo


siempre, siendo sus primeras relaciones objétales las que marcaran las directrices de la
forma en que la persona se relacionara el resto de su vida.

(Segal, 1979) Menciona al respecto que desde la perspectiva de Melanie Klein, hay
suficiente yo al nacer como para sentir ansiedad, utilizar mecanismos de defensa y
establecer primitivas relaciones objétales en la fantasía y en la realidad.

En el establecimiento de las primeras relaciones objétales el papel desempeñado por la


madre o la persona que supla este rol es de suma importancia, sin embargo, no hay que
dejar de lado el papel tan importante que desempeña el infante ya que a partir de sus
propias características interpretará el mundo exterior, al referirme a sus propias
características me refiero a la cualidad y cantidad de sus pulsiones de vida y de muerte y a
la forma en que reacciona ante estas.

(Klein, 2009) Menciona que nuestra madre desempeña un papel duradero en nuestra mente
porque ella fue la primera que satisfizo todas nuestras necesidades de auto preservación y
nuestros deseos sensuales, proporcionándonos seguridad, aunque los diversos modos en que
esta influencia actúa no resulten muy obvios en una etapa ulterior.

Por su parte (Spitz, 1965) Menciona que el objeto libidinal es aquello en relación a lo cual o
a través de lo cual, el instinto es capaz de lograr su finalidad. De acuerdo con esta
definición, el objeto libidinal puede variar en el curos de la vida; o para ser más exactos,
tiene que variar inevitablemente y frecuentemente.

Es decir, a lo largo de la vida el objeto libidinal cambiara varias veces, sin embargo todos y
cada uno de los “nuevos objetos” tendrán características y similitudes de los objetos
originales.

Entre las teorías más reconocidas relacionadas con el vínculo materno se encuentras las
propuestas por Melanie Klein quien es pionera en el estudio de los niños desde la óptica
analítica. Para ella la relación madre- hijo es fundamental para la constitución de la
personalidad tanto normal como anormal.

Klein postula dos fases por las cuales los niños pasarán desde el momento del nacimiento
denominadas posición esquizoparanoide y posición depresiva, cada una de ellas con sus
propias características y mecanismos defensivos. La forma en que el infante pueda
sobrellevar cada una de estas fases determinará la manera en que se relaciona con su primer
objeto, el pecho de la madre.

A esta primera relación del bebé Melanie Klein la denomino relación de objeto. En su obra
menciona que las relaciones de objeto existen desde el comienzo de la vida, siendo el
primer objeto el pecho de la madre, el que es escindido en pecho bueno (gratificador) y un
pecho malo (frustrador), conduciendo esta escisión a una separación entre amor y
odio(Klein, 2009).
Esta escisión del objeto tiene una doble finalidad, por un lado el proteger al pecho bueno de
las pulsiones agresivas ya que en el desarrollo óptimo este deberá ser introyectado para
formar parte del ideal del yo del bebé, por otro lado la internalización del pecho bueno
disminuirá los temores persecutorios situación necesaria para lograr la integración del yo
del bebé y con ello la integración del objeto total.

La relación con el primer objeto implica su introyección y su proyección, y de esta manera


desde un comienzo, las relaciones de objeto son modeladas por la interacción entre
introyección y proyección, entre objetos y situaciones internas y externas. Estos procesos
intervienen en la construcción del yo y del superyó, y preparan el advenimiento del
complejo de Edipo en la segunda mitad el primer año (Klein, 2009).

Para esta autora la síntesis entre los aspectos amados y odiados del objeto total da origen a
sentimientos de duelo y culpa que implican progresos vitales en la vida emocional e
intelectual del niño. Esto constituye un punto crucial para la elección de neurosis o psicosis.

Por otro lado, Los resultados de las investigaciones de John Bowlby lo llevan a postular
que el vínculo que une al niño con su madre es producto de la actividad de una serie de
sistemas de conducta, en los cuales la proximidad es una consecuencia previsible. En
determinada etapa del desarrollo de los sistemas de conducta responsables por la creación
de un vínculo de afecto, la proximidad de la madre se convierte en meta prefijada (Bowlby,
1993).

Bowlby hace referencia al término conducta de apego para hacer mención de aquellas
conductas del niño cuyo único objetivo es la aproximación con su madre.

Para este autor existen dos tipos de apego, el apego ansioso y el apego sereno.

El primero de ellos caracterizado por una preocupación básica del individuo por que las
figuras de afecto no estén accesibles o no respondan a él de manera adecuada. Razón por la
que prefiere estar la mayor parte de tiempo cercano a estas figuras a fin de evitar que lo
abandonen, por lo que se puede hablar de una falta de confianza en sí mismo, así como en
las figuras significativas como es la madre.
Por otra parte el apego sereno es fundamental para consolidación de una personalidad
estable y segura de sus propias fuerzas. Este tipo de apego está caracterizado por una
confianza del niño hacia las figuras paternas o significas. En este sentido la persona confía
en al apoyo recibido por los padres en los momentos necesarios, así como por el aliento y
motivación recibido por parte de estas personas dirigidas a crear en el niño una mayor
autonomía.

Por último se hará mención de la autora Margaret Malher quien en su obra nos muestra el
proceso a través del cual se establecerse un vínculo afectivo entre el bebé y su madre,
vínculo que surge a partir del proceso denominado de separación e individuación.

En su texto, Malher divide el proceso de separación- individuación en cuatro fases


precedida por una fase de no diferenciación, cada una de las cuales tiene sus características
y complejidades.

PERSONALIDAD

Al hablar de estructura o personalidad, se hace referencia a la constitución psíquica de la


persona, a aquellas características relativamente estables que permiten vislumbrar la
dinámica interna, así como la forma en que actúa una persona ante determinadas
situaciones de su vida.

La personalidad podría definirse como “la organización molar en la cual todos los
elementos se integran de manera específica dando lugar a una matriz subyacente, desde la
cual se organiza y manifiesta el aparato psíquico, incorporándose los diversos procesos
psíquicos, los diferentes niveles de conciencia y los aspectos del mundo interno y de la
realidad externa, los aspectos ocultos así como los revelados” (Kernberg, 1987).

La corriente psicoanalítica distingue tres estructuras psíquicas (neurosis, psicosis,


perversión) mismas que son caracterizadas y diferenciadas por su organización, angustias y
mecanismos defensivos específicos tal como lo manifiesta el autor antes mencionado.
Es importante hacer mención de varios aspectos al hablar de estructura psíquica:
En primera instancia, la constitución de la personalidad que deviene de la forma en la que
el niño y la niña entran y salen del Edipo lo que determinara la elección de alguna de las
tres estructuras antes mencionadas.

En este sentido (Bernal, 2009) menciona la importancia tener claro todo lo relacionado con
la sexualidad humana, ya que en principio, se podría decir que, cada una de las estructuras
son formas de organizar la sexualidad.

Es siguiente aspecto alude a que la estructura psíquica presenta la particularidad esencial de


estar determinada de una vez y para siempre ya que constituye una organización definitiva
(Dor, 2006), por lo que es indispensable puntuar que la personalidad no es cambiante, solo
se pueden modificar ciertas características en proceso analítico.

Por otro lado, ninguna estructura se presenta de manera pura, aunque cada una de ellas está
conformada por características peculiares específicas, sin embargo, también se pueden
observar características de alguna otra, lo que nos permite hablar de un estructura
predominante a la vez que se pueden presentar rasgos de otra.

Rapaport, 2005 citado en Morales y Varela 2015) menciona que una persona presentaría
un conjunto de rasgos que la haría situarse en un determinado punto del espectro del
funcionamiento de la personalidad. Este conjunto de rasgos alude a un estilo de
personalidad, lo cual permitiría entender, comparar y predecir el funcionamiento global de
un determinado individuo.
Estructura neurótica

Hablar de neurosis, es hablar de aquella estructura psíquica cuyo mecanismo de defensa


predominante es la represión, la cual actúa para aminorar la angustia que desencadenan las
diferentes pulsiones tanto libidinales como agresivas.
Para (Bergeret, 2005) la línea estructural neurótica se caracteriza ante todo por la
organización de la personalidad bajo la primacía de lo genital.
Es decir, la estructura neurótica es aquella que esta rendida por el deseo del otro, lo cual lo
lleva a generar síntomas a fin de canalizar tanto la energía libidinal (genital), como la
angustia.

Características de las personas neuróticas según (Horney, 1993):


La excesiva dependencia de la aprobación o del cariño del prójimo es uno de los rasgos
predominantes de los neuróticos, ya que están presos de un afán indiscriminado de estima
o afecto. La inseguridad interior, expresada en esta dependencia de los demás, constituye el
segundo rasgo. Jamás faltan en él los característicos sentimientos de inferioridad e
inadecuación, que pueden manifestarse en un sinfín de formas.
La tercera característica se refiere a la autoafirmación, entendida como el acto de imponerse
o de imponer las propias pretensiones. Esta autoafirmación implica inhibiciones manifiestas
para expresar sus deseos o pedir algo, para hacer cualquier cosa en su propio interés, para
expresar opiniones o críticas justificadas, dar órdenes, seleccionar a las personas con
quienes deseen relacionarse, etc.
La agresividad, es la cuarta característica, y se refiere a los actos que se dirigen
evidentemente contra alguien, expresando una conducta de ataque, ofensa, intrusión o
cualquier otra disposición hostil. La última característica se refiere a la esfera sexual, y
pueden calificarse como deseos compulsivos de tener actividades sexuales, o bien como
inhibiciones frente a estas.
Esta misma autora hace referencia de cuatro vías usadas y aceptadas por la sociedad para
escapar de la angustia, a continuación se mencionan:

La racionalización es el mejor recurso para eludir toda responsabilidad, estriba en convertir


la angustia en un temor racional, la negación implica excluir la angustia de la conciencia.
Lo único que entonces se exterioriza de la angustia son sus concomitancias somáticas. La
tercera manera de liberarse de la angustia consiste en narcotizarla, ya sea literal y
conscientemente, con el alcohol y los narcóticos, o con muchos otros recursos de función
anestésica no tan evidentes. La cuarta forma de escapar de la angustia es, sin duda alguna,
el más radical: consiste en huir de toda situación, idea o sentimiento capaces de despertarla.
Es importante mencionar que el núcleo dinámico de las neurosis es la angustia, entendida
como una reacción desproporcionada al peligro, o inclusive ante riesgos imaginarios, a
diferencia del miedo que es una reacción proporcional al peligro real. Dicha angustia es
proporcional al significado que la situación tenga para la persona afectada, aunque ella
ignore esencialmente las razones de su ansiedad.

TEMOR AL ÉXITO

El éxito es una palabra que invade la vida de las personas contemporáneas, hoy en día se
está preocupado y ocupado por alcanzar el éxito, término tan codiciado y anhelado en los
diferentes sectores y niveles sociales.

Hasta hace no mucho tiempo el éxito era exclusivo de los hombres quienes debían tener un
nombre de prestigio, estabilidad económica y una familia, mientras que la mujer solo podía
sentirse orgullosa teniendo a su lado a un hombre exitoso. En la actualidad, el éxito es
deseado y perseguido por hombres y mujeres y cada vez se extiende a más áreas de la vida
de una persona. La lista de características y requisitos que conforman el estereotipo de
persona exitosa cada vez se hace más extensa y al mismo tiempo más compleja de cubrir
por ello (Rodríguez, 2010) comenta que el éxito nos aborda mutado, es decir, ya no como
un triunfo personal, sino como deseo social previamente instaurado del éxito.

En nuestro país se han llevado a cabo reformas políticas en el sector educativo y laboral, en
el primero se habla de un sistema basado en competencias cuyo propósito es dotar al
estudiante de las herramientas necesarias que le permitan desempeñarse completivamente
en un área laborar. Al mismo tiempo que se ha ampliado el marco educación básica
llegando ahora hasta nivel medio superior. La demanda de estudios superiores se ha
incrementado en los últimos años. La globalización y la presencia de internet han
favorecido el acercamiento de la información, de una manera más inmediata y económica
buscando que la preparación sea de mayor calidad y cantidad.

Pese a lo anterior, la frecuencia de decesos escolares tanto en nivel medio superior como
universitario, la comunidad nini sigue presente en alta incidencia, qué decir del abandono
laboral, el alto índice de embarazos no deseados, el incremento de divorcios, etc.
Estos ejemplos muestran las dos caras de la moneda, por un lado el éxito tan deseado, por
otro, el fracaso tan temido, pero que es tan frecuente en nuestra sociedad, aunque es
importante resaltar que tanto el éxito como el fracaso son términos subjetivos y que a pesar
de existir estereotipos claramente marcados cada persona percibe esto de manera distinta.

Por ello se considera importante abordar dichos términos, así pues tenemos el concepto de
temor, entendido como aquella respuesta ante el peligro, respuesta caracterizada
principalmente por la conducta de huida o retraimiento. Se entiende el peligro como aquello
real o físico que proviene del exterior y que puede dañar la integridad física de la persona,
sin embargo desde una perspectiva psicológica se puede hablar del peligro como interno o
externo y que no necesariamente tiende a ser algo real, sino algo emocional a nivel
inconsciente, por lo cual el peligro no se limita solo a dañar la integridad física, sino
también la integridad o estabilidad emocional.

John Bowlby es uno de los pocos autores psicoanalíticos que abordan el tema del temor,
mencionando que es una sensación naturalmente humana y que está presente desde la
infancia y prevalece hasta la ancianidad siendo a la vez una sensación individual.

Al respecto menciona: En la vida cotidiana como en las observaciones sistemáticas de


campo se pone de manifestó una amplia variedad de pautas características de que conductas
que suelen agruparse en una misma categoría como indicativas de temor. Entre ellas se
incluye una observación cautelosa aunada a la inhibición de la acción, una expresión facial
de terror junto con temblores o explosiones de llanto, la tendencia a agacharse, ocultarse,
huir, o la búsqueda de contacto con otro ser, a quien el sujeto se aferra con fuerza (Bowlby,
1995).

Avanzando más en el terreno psicoanalítico encontramos el término temor o miedo de una


manera escasa, en su lugar se habla de ansiedad, término que se utiliza de manera habitual
para hacer referencia a un estado emocional caracterizado por la sensación subjetiva de
temor u otra emoción estrechamente relacionada (Lewis, 1967 citado en Bowlby, 1995).

El uso de las palabras angustia o ansiedad se hace de manera indiscriminada y como


término coloquial se emplea para describir, estados de miedo, nerviosismo, inquietud o
preocupación.
El término ansiedad etimológicamente se relaciona con otro, angustia, pero que de manera
descriptiva se asocia al miedo, al nerviosismo y a ciertos estados patológicos, ya sea como
un cuadro nosológico más o menos completo, o en forma de signos o síntomas que
complementan a otros trastornos (Sarudiansky, 2013).

Aunque en sus escritos Freud, hace una breve diferencia entre ansiedad, miedo y terror,
autores posteriores hacen uso de ambos términos como sinónimos o equivalentes ya que no
hay un consenso de su diferenciación exacta. En este sentido parece pertinente hacer
mención a (Freud, 2012), quien menciona: “resulta de todos modos que el uso corriente da
a la palabra angustia una vaga e indeterminada significación susceptible de múltiples
interpretaciones”. Por tal motivo a partir de este momento para fines de este trabajo se
sustituirá la palabra temor por ansiedad/angustia.

Los términos ansiedad/angustia forman parte importante de la perspectiva psicoanalítica,


diversos autores hacen referencia a estos términos, iniciando por Freud quien en 1895 en su
texto “La neurastenia y la neurosis de angustia”, define este tipo de neurosis como el
cuadro clínico de etiología sexual caracterizada por excitabilidad general manifestada por
nerviosismo frecuente, espera angustiosa, misma que está latente a la consciencia y que
cuando accede a esta produce una sensación de angustia asociada a la de la muerte o la
locura, así como por la presencia de perturbaciones cardiacas, respiratorias, sudoración,
temblores, ataques de bulimia, diarreas, ataques de vértigo locomotor, pavor nocturno, etc.

En su texto “Inhibición, síntoma y angustia” (Freud, 2012) hace una división entre ansiedad
objetiva y ansiedad neurótica, para él “el peligro real es un peligro conocido, y la ansiedad
realista es ansiedad por un peligro conocido de esta clase. La ansiedad neurótica es
ansiedad ante un peligro que aún tiene que ser descubierto”

Este mismo autor percibe como las más tempranas ansiedades el nacimiento vivido como
agresión u hostilidad y representa la pérdida de la vida intrauterina, y la angustia
desencadenada por la usencia de la madre ya que en esos primeros meses de vida el bebé no
logra la comprensión de que la madre regresará y vive sus ausencias como pérdidas totales.
En relación a esto, (Spitz, 2011) menciona que a partir de sus observaciones reconoce tres
etapas en la ontogénesis de la angustia encontrados en el primer año de vida del infante:
1. Reacción del infante ante el proceso parto y que perdura hasta
aproximadamente el tercer mes donde los estados de tensión psicológica, se manifiestan
ante una reacción desagradable cuando la tensión interna perturba el estado de
equilibrio.
2. La reacción de temor que es provocada por un precepto que el niño ha
relacionado con una experiencia desagradable previa. Cuando el niño vuelve a
experimentar este precepto catexiado, responde con la huida. Este rehuir la amenaza
constituye lo que Freud denomina angustia de realidad.
3. La respuesta de alejamiento u huida del infante ante la presencia de un
extraño

Entre las definiciones más relevantes del temor al éxito se encuentran las brindadas por
(Horner, 1969 citada en González, 2009) quien definió inicialmente la evitación al éxito
como una barrera psicológica hacia el logro; características de personalidad estable, latente
y adquirida en los primeros años de vida junto con la identidad del rol sexual
correspondiente que se manifiesta en una tendencia a inhibir los actos que conllevan al
éxito. Esta misma autora, define el temor al éxito como una disposición o tendencia a
volverse ansioso ante situaciones de logro y por tanto inhibe conductas orientadas al logro,
al mismo tiempo que para ella la idea de éxito es totalmente diferente en ambos sexos, ya
que las mujeres se sienten angustiadas, cuando las cosas van bien, así como cuando están a
punto de fracasar. Dominar algo y hacerlo con éxito asusta a las mujeres que cuentan con
las aptitudes para hacer algo trascendente durante el curso de su vida.

Para (Pappo, 1972 citado en González, 2009) el temor al éxito es “un estado psicológico
que se manifiesta por la parálisis, retraimiento o retracción de una persona en presencia de
una meta subjetiva u objetiva conscientemente entendida la cual el individuo percibe como
el momento de retirarse. El individuo que le teme al éxito aprende a comportarse de tal
manera que siempre evitará el resultado del éxito”.

Por otro lado, las aportaciones psicoanalíticas encontradas nos llevan a revisar
primeramente a Sigmund Freud quien en su texto “Los que fracasan al triunfar” habla de
aquellas personas que cuando obtienen lo que anhelan esto deja de tener sentido para ellos
haciendo nula cualquier gratificación emocional.
En sus palabras “La labor psicoanalítica enseña que las fuerzas de la consciencia que hacen
enfermar a ciertos sujetos a causa del éxito, del mismo modo que la generalidad enferma de
la privación, se hallan íntimamente enlazadas al complejo de Edipo, a la relación del
individuo con su padre y su madre, como acaso, también nuestro sentimiento de
culpabilidad (Freud, 2011).

En este mismo texto Freud hace una división entre privación interna y externa, la primera
de ellas perteneciente al yo quien disputa a la libido con otros objetos y que es la fuente de
la pérdida de sentido del éxito, mientras que la privación externa se da cuando en la
realidad no existe el objeto en el que libido pueda hallar su satisfacción.

Al respecto (Freud, 2011), menciona: En los casos excepcionales, cuando los hombres
enferman al lograr el éxito, la privación interna ha actuado sola, y ha surgido una vez que la
privación externa ha dejado lugar al cumplimiento de deseos. Ello parece aún, a primera
vista un tanto singular; pero basta recordar cómo no es nada raro que el yo tolere un deseo
mientras solo existe en calidad de fantasía, oponiéndose en cambio, decididamente a él
cuando se acerca a su cumplimiento y amenaza en convertirse en realidad.

En este sentido resaltaré dos aspectos relevantes, por un lado la característica de


atemporalidad del inconsciente en el que si en algún momento existió un privación externa
que marque un antecedente de la no gratificación ante los logros, no solo no se obtiene el
resultado esperado, sino que en su lugar surge decepción, decepción que puede movilizar
ciertas fijaciones con el objeto malo y por supuesto los temores persecutorios propios de la
fase esquizoparanoide ; mientras que por otro, las expectativas ante el éxito parecen ser el
cumplimiento de deseos no aceptables para el yo y el superyó por lo que solo es permitido
ser vivido en la fantasía pues la idea de vivirla y sentirla en la realidad genera angustia ante
la inminente repercusión negativa.

DESCRIPCIÓN DEL SUJETO

Se trabajó con D, una mujer de 32 años al momento del estudio canalizada al Centro de
Estudios y Servicios Psicológicos Integrales CESPI, cuya demanda inicial es su
incapacidad para concluir proyectos, entre los más sobresalientes se encuentran: el
abandono de sus clases de ballet a los doce años, después de varios años practicando,
situación que se da al enterarse de haber sido seleccionada para entrar a las competencias
estatales; deserción a los dos años de haber ingresado a la licenciatura en economía ya que
según menciona no se sentía a gusto con su elección de profesión; dos años después ingresa
a la licenciatura en artes, misma que concluyo, sin embargo, después de cinco años no
había logrado titularse ya que constantemente abandonaba los proyectos de tesis; posterior
a dos años de haber concluido la licenciatura comienza a trabajar como docente y a la par
sale de casa de su madre y comienza a vivir sola, situación que dura solo unos meses pues
renuncia a su trabajo por no ser algo que disfrutará y que consideraba no ser
económicamente bien retribuido, situación que le hace regresar a casa de su madre donde
hasta el final del proceso vivía con esta y su hermano dos años menor que ella. En ese
momento no trabajaba y dependía económicamente de su madre. Después de ocho meses
de trabajo se suspende el proceso psicológico a petición de la paciente ya que comenzaba
con un proyecto de trabajo que implicaba salir constantemente del estado.

INSTRUMENTOS

Para fines de la presente investigación se recurrió a:

● Test de Relaciones Objétales: Prueba proyectiva creada por Herbert Phillipson en

el año 1955 fundamentado en la Teoría de las Relaciones Objétales de Melanie Klein y


Fairbairn.

Analiza el contenido humano, contenido de realidad, contexto real; el sistema tensional


inconsciente dominante como son los deseos, miedos, defensas. Se basa en una larga
historia del individuo por aprender a manejarse con sus objetos significativos más
tempranos de los que depende para su satisfacción (necesidades biológicas y psíquicas más
primarias y determinantes).
El Test consta de trece láminas divididas en tres series de cuatro láminas cada una y una
lámina en blanco, de las cuales doce representan diferentes situaciones de relaciones
objétales y una lámina en blanco, que se presenta al final de la administración.
● Entrevista Clínica Psicodinámica: Definida por (Díaz, 1998 citada en Rossi,

2010) como un encuentro entre un paciente o grupo de pacientes y un entrevistador


o equipo de entrevistadores, es el procedimiento técnico tendiente a desarrollar un
proceso de comunicación, en el seno de un vínculo interpersonal, cuya meta es el
establecimiento de una relación de trabajo a través de la cual se busca esclarecer los
conflictos psíquicos, presentes y pasados, que perturban el equilibrio actual del o los
entrevistados.

● Entrevista semiestructurada: Para (Hernández, 2006) la entrevista

semiestructurada se basa en una guía de asuntos o preguntas y el entrevistador tiene


la libertad de introducir preguntas adicionales para precisar conceptos u obtener
mayor información sobre los temas deseados.

● Historia Clínica: La historia clínica es la herramienta que nos ayuda desde

cualquier ángulo a ordenar los principales datos aportados por el paciente en las
entrevistas y seguir de forma progresiva la evolución de una historia de vida o bien
de un padecimiento; el tener información relevante y medianamente ordenada
permite al entrevistador hacer una psicodinamia del paciente y llegar de manera
natural al pronóstico, diagnóstico y, finalmente , definir el tipo de tratamiento
idóneo y/o obtener información para fines de investigación. (Rossi, 2010).

RESULTADOS

En lo que respecta al vínculo materno, se puede señalar que D es eminentemente insegura,


con un enorme temor al cambio y a ser abandonada, busca con añoranza el afecto y la
aceptación de los seres que la rodean principalmente de la madre de quien siempre se ha
sentido poco querida, abandonada y de quien no ha recibido afecto, lo que ha repercutido
en la autoestima, seguridad y confianza que tiene en sí misma y en las actividades que
realiza.
En este sentido es importante retomar los aportes de (Klein, 2009) quien menciona que al
inicio de la primera relación de objetal, el pecho materno es el objeto de constante deseo
del niño y por consiguiente es lo primero en ser introyectado.
No olvidemos que en la fase esquizoparanoide, justo cuando se fundan dichas relaciones el
yo inmaduro está caracterizado por los mecanismos de idealización y escisión, de modo que
las características positivas del pecho bueno son protegidas y adquieren un valor de suma
importancia, aspecto necesario para la consolidación del yo del bebé, por ello a través de la
introyección se favorece dicha creación por lo que el infante anhela el pecho bueno materno
fantaseando que succionándolo puede obtener las partes buenas , las cuales formarán ahora
parte de sí mismo.
Descripción que nos lleva a deducir que la introyección del objeto bueno no se llevó a cabo
de la manera idónea, puesto que por un lado la madre fue poco afectiva y distante, así como
no manifestó deseo materno, recordemos que no estaba entre sus planes ser madre, aunado
a los conflictos conyugales que la madre vivió cuando el embarazo y el nacimiento de D,
situaciones que pudieron haber impedido la satisfacción de los deseos sensuales de D, por
otro lado, prosiguiendo a la fase depresiva hay que recordar que el bebé tiende a
identificarse con el objeto dañado por los propios impulsos destructivos que él le ha
proyectado, por lo cual surgen sentimientos de duelo y depresión. Lo que puede darnos
repuesta a la poca seguridad y confianza manifestada por D, pues al identificarse con el
objeto dañado, algo le falta, no está completa, o no es lo suficientemente buena, al igual que
el pecho bueno de la madre no fue suficientemente bueno para brindarle lo que D esperaba
y necesitaba.

Por lo que podemos decir que D sigue añorando el cariño y afecto materno que pueda ser
recibido e introyectado para fortalecer su seguridad y confianza, al mismo tiempo que se
pueda consolidar una adecuada constancia objetal.
Deducción que es fortalecida por la historia clínica donde menciona que a pesar de que la
madre siempre actuó de modo distante y poco afectivo D seguía añorando su cercanía,
realizando actividades que en su fantasía propiciarían un acercamiento, como sus buenas
notas cuando era estudiante, y el no querer ser un problema para la madre, el adoptar el
lugar materno frente al hermano, etc.
Sin embargo, ante la constante negativa materna D proyecta sus tendencias agresivas sobre
la madre mencionando en algunos momentos que el desinterés de ésta le hacen sentirse
enojada y triste, este último sentimiento visto como reacción ante la culpa que le genera el
enojo sentido hacia la madre.
Dichas pulsiones agresivas dirigidas a la madre, pueden observarse, en primer lugar por la
conducta tomada en preparatoria caracterizada por el desinterés y el abandono de sus
responsabilidades académicas lo cual repercutió en sus calificaciones estando en ocasiones
a punto de perder el semestre, en el abandono del rol materno que ocupaba frente al
hermano por petición de la madre, la deserción de la licenciatura en economía, licenciatura
con la que la madre estaba “muy contenta y orgullosa”, esto por mencionar algunas, lo
importante en este tema es que el abandono es inmediatamente después de darse cuenta
que la madre no le reconocía ante dicha labor. Además, no olvidemos la importancia que
tenía para la madre la idea de que D realizara cosas que ella no logro, entre ellos el poder
estudiar.
Por otro lado, hay que recordar que la primera relación objetal marca las directrices de las
posteriores relaciones objétales por lo que dichas relaciones pueden ser la repetición de esta
relación original madre- hija, en este caso caracterizada como ya se mencionó en otras
ocasiones por el desinterés, indiferencia, poca afectividad, sentimientos de abandono y poca
o ninguna disponibilidad hacia el otro.
Las altas expectativas puestas a sus proyectos o actividades y el no obtener las
consecuencias positivas que había idealizado le traerían dichos proyectos, generan
sentimientos de decepción y desanimo. De este modo tiende a menospreciar su trabajo, o
bien a comenzar nuevas actividades a la cuales deposita nuevamente grandes expectativas
de las ganancias emocionales consecuentes a través de las cuales pueda obtener aceptación
y reconocimiento de los demás, en especial de la madre.
Ahora haré mención de (Bowbly, 1993) quien habla del apego inseguro caracterizado
por una preocupación básica del individuo por que las figuras de afecto no estén accesibles
o no respondan a él de manera adecuada. Razón por la que prefiere estar la mayor parte de
tiempo cercano a estas figuras a fin de evitar que lo abandonen.
Este punto es importante ya que D manifiesta conductas ansiosas, sobre todo cuando ha
tomado decisiones de alejarse de esta figura materna el ejemplo más evidente es cuando
vivió sola, experiencia desencadeno angustia que le orillo a regresar al hogar materno.
Como se mencionó arriba, este tipo de apego se hace presente por una falta de confianza en
sí mismo pero también en la accesibilidad de la figura materna, que en este caso es
evidente, pues D es sumamente insegura, inseguridad mirada en su percepción de sí misma,
su temor a estar sola, la poca confianza en la calidad de su trabajo, etc., así como también
es evidente la indiferencia materna y su poca accesibilidad e interés por las cosas de D,
como es el caso de el no haber estado presente cuando D recibió reconocimientos o cuando
presento su obra.

(Bowbly, 1993) menciona que este tipo de apego se puede observar en niños que por
alguna razón han tenido que alejarse de su madre por un tiempo ya sea corto o largo, o bien
en los que el riesgo a la pérdida de la madre sea usada como medida disciplinaria.

Esto nos lleva a recordar que en una época temprana de la vida de D, justo a sus dos años
nace el hermano, alejándola de su madre durante el nacimiento de este y la recuperación de
la madre. Inmediatamente después de este hecho, los padres se separan, perdiendo el
referente paterno, aunado a estos dos cambios, surgen dos más, por un lado el cambio de
domicilio que separa de la familia materna con quien se tenía una mayor cercanía y por
último la separación de la madre porque esta última comenzó a trabajar, por lo que D tuvo
que entrar a la guardería y permanecer ahí por largos periodos de tiempo, lo que implicaba
no estar con la madre.

Las figuras objétales cambian a lo largo de la vida y se tiende a libidinosa no solo a


personas también a actividades, proyectos, o cosas., en este sentido haremos mención de la
tendencia a abandonar proyectos o actividades puede tener origen en la forma de
relacionarse con sus objetos, ya que la manera en que ella lo vivió fue ambivalente y como
se mencionó arriba sentido como abandono y rechazo, situación que se presenta con los
proyectos que pone en marcha, por un lado deposita grandes energías, tiempo, expectativas,
pero conforme avanza, comienza a devaluar su trabajo, a buscar deficiencias y termina
abandonando para iniciar uno nuevo bajo las mismas características de conducta.
Como acabamos de observar, el vínculo materno es de suma importancia para la
consolidación de una adecuada constancia objetal que guiara a lo largo de la vida las
relaciones que la persona establezca consigo mismo, los demás, pero también con las
actividades y metas establecidas.
A continuación se presentarán las conclusiones a partir de la revisión hecha de los rasgos de
personalidad.

A partir de la historia clínica y el TRO se puede hablar de que existió un vínculo materno
ambivalente. Por un lado distante y agresivo, poco afectivo, y por otro con tendencias
reparatorias. Vínculo materno que preparó el camino para el advenimiento del complejo de
Edipo y con ello la constitución de la personalidad.

Entrando de lleno en trama edípica podemos observar que D, muestra conflictos edípicas,
observados en la búsqueda constante de ser el objeto de deseo de su madre, usando la
cuestión académica como forma de seducir (rasgo histérico) y obtener la atención de esta.
Pero ante la negativa materna D manifiesta sentimientos de decepción y tristeza.

La ausencia física del padre y de cualquier figura masculina que cumpliera este rol, aunado
a que la madre no permitió verbalmente la entrada de la ley paterna que cortara la relación
madre-hija en la etapa edípica (pues nunca hablaba del padre, y cuando lo hacia lo hacía de
manera devaluante), permeó él logró la desexualización de la madre por lo que
posiblemente la madre sigue siendo el objeto de deseo de D permaneciendo estancada en la
fantasía de ser deseada por esta. O bien puede constituir como menciona (Nasio, 2013) un
rasgo neurótico caracterizado por un retorno durante la edad adulta de un Edipo invertido,
es decir de aquello que en la infancia era la atracción sexual hacia el padre del mismo sexo.

(Nasio, 2013) menciona que la niña después de renunciar al padre fantaseado, termina por
identificarse con la persona del padre real. Mata al padre fantaseado pero lo resucita como
modelo de identificación. Dicho de otra forma, la niña ya no considera deseable a su padre
en sus fantasías edípicas e incorpora la persona paterna a su yo. Así es como termina por
impregnarse de las actitudes, los gestos y hasta los deseos y valores morales que
caracterizan a su padre real.

En este sentido se considera que el abandono de proyectos tanto de índole personal como
profesional puede tener como raíz la identificación con el padre., recordemos que él no
estuvo presente en su vida y en palabras de D, él los abandonó, la abandono.
Parece como si ella abandonara sus proyectos de la misma forma como su padre la
abandono a ella. Adoptando de este la conducta de iniciar proyectos abandonándolos para
comenzar nuevos.

Por otro lado, la incesante necesidad de conseguir cariño y afecto de la madre puede
manejarse como deseo de ser aceptada y querida por la madre, ser aprobada por ella,
aprobación buscada a través de su manera de actuar, en las expectativas puestas en sus
proyectos, con su alto rendimiento a académico, etc., lo que puede darnos cuenta de los
rasgos neuróticos de excesiva dependencia de aprobación y cariño de parte del otro vivido
como necesidad de recuperar su seguridad (Horney, 1993).

La inseguridad y sentimientos de desconfianza en sí misma y en sus actividades, permiten


mirar un segundo rasgo neurótico, la inseguridad interior, que le hace dudar de su
capacidad para realizar ciertas actividades, así como en no terminar proyectos pues siempre
les hace falta algo, no estando nunca listos, no hay que olvidar su incapacidad para
establecer relaciones nuevas, y su tendencia a aislarse de los demás por la ansiedad que le
genera la idea de quedar expuesta.

Dicha inseguridad incrementa la dependencia de aprobación de los demás, asignándole a


dicha percepción un gran valor, en este sentido la madre de D nunca hizo comentarios
positivos ni motivantes hacia ninguna área de la vida de D, lo cual es vivido por esta como
desinterés o a través sentimientos de minusvalía, pues para ella lo que realiza no vale nada
para los demás, lo que le lleva a devaluar su trabajo terminando por abandonarlo.
Recordemos cuando D comenzó a vivir sola y la madre le dijo “no es fácil”, “no vas a
poder” aunado a la conducta precedente de inspeccionar el departamento durante sus visitas
para ratificar la capacidad de D para vivir sola, inspección en la resaltaba cualquier
imperfecto, como manera de mostrarle a D su incapacidad. Esto aunado a la angustia
generada ante lo que le pudiera pasar D comenzó a abandonar sus actividades hasta el
punto de incapacitarla para seguir viviendo sola, lo que le lleva de nuevo a casa materno
seno materno donde puede sentirse segura.

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CERTIFICACIÓN EN: PSICOLOGÍA CLÍNICA

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Formación Académica: (ejemplo, agregar cédulas en caso de tenerlas)

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Cursante de Certificación en Psicología Clínica

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