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COMENTARIO DE TEXTO DE ANDRÉ COMTE-SPONVILLE: FRAGMENTO DE “INVITACIÓN A LA

FILOSOFÍA”.

NOTA: Para comentar el texto, señalaremos los pasos y/o pautas que entregué; esto es,
mostraremos la estructura formal del mismo en sus diferentes partes como apoyo para
realizar y visualizar la actividad de un modo más sencillo. No obstante sabéis que tenéis que
desarrollarlo todo seguido sin que estas pautas y divisiones aparezcan por escrito en el
ejercicio.

-Por tanto este comentario de texto realizado es un modelo que podemos consultar para
orientarnos. Prestad atención a las frases entrecomilladas en negrita y en cursiva, porque
este es uno de los recursos fundamentales para comentar textos, esto es, al hilo de nuestra
explicación vamos citando literalmente las frases o partes de las mismas entre comillas para
que nuestra explicación haga referencia al texto (y/o hacer referencia a la línea, o líneas dónde
aparecen).

-Como en la redacción, no olvidar utilizar preguntas retóricas, expresiones y explicaciones para


enlazar las diferentes partes, cuanto menos se noten los cortes bruscos mejor estará el
comentario. Exponed siempre las ideas de un modo ordenado, según van apareciendo en el
texto, así como la coherencia de las mismas al explicarlas. No ir saltando de unas a otras, a no
ser que sea para establecer relaciones entre ellas en cualquier parte del comentario, pero
siempre volved al hilo principal de la explicación.

PASO 2: Introducción, tema del texto, obra y autor.

Para comenzar con el presente comentario de texto de A. Comte-Sponville, perteneciente a su


obra “Invitación a la Filosofía”, cabe señalar que el principal tema que aborda es el de la
naturaleza y función de la Filosofía, es decir ¿Qué es la Filosofía?

PASOS 3 Y 4: Desarrollo y/o relación de las ideas principales del texto. Es decir, explicación
del texto.

Para explicar lo que es la Filosofía, primeramente el autor distingue entre sabiduría y Filosofía,
reseñando que la Filosofía consistiría en “saber pensar”, es decir, la sabiduría es pensar
“adecuada o correctamente” tal y como apunta el autor más adelante. De hecho afirma “Pero
la Filosofía sólo tiene sentido en la medida en que nos acerca a la sabiduría…”. Es decir, la
relación que el autor establece entre ambas al hilo de esa distinción es que la Filosofía, su
esencia, su sentido, su fin único, es ser el camino o el método hacía el conocimiento, hacía la
sabiduría. Es más, el autor añade que la Filosofía “nos acerca”, porque la sabiduría no se
puede poseer total o absolutamente, sino que es una cuestión de grados. A continuación nos
indica una cuestión clave: “…se trata de pensar correctamente, para vivir rectamente, y sólo
esto es verdaderamente filosofar.” Esto significa que la Filosofía es una actividad sobre todo
práctica, es decir, si ese conocimiento teórico no se aplica a la vida, a la práctica, a la acción
humana, pierde todo su sentido, todo su valor. Por eso hablar de Filosofar (que es un verbo) y
no de Filosofía (como un conjunto de conocimiento teóricos). A continuación el autor nos dice
que Montaigne (que fue un filósofo francés del Renacimiento) afirmaba: “La Filosofía nos
enseña a vivir” (línea 4).Ahora bien, ¿qué significa esto? Al hilo de lo comentado
anteriormente, esto significa, reforzando la idea anterior, que la Filosofía es una actividad, una
práctica que consiste en alcanzar el saber, el conocimiento, para aplicarlo a nuestra propia vida
(acción práctica).

Y seguidamente ante ello, el autor se pregunta retóricamente: “¿Acaso no sabemos vivir?”. A


lo que nosotros añadimos; ¿Necesitamos una disciplina que nos enseñe a vivir? A la primera
pregunta podríamos responder que sí, que podemos y sabemos vivir perfectamente sin
Filosofía, ahora bien, ¿por qué el autor afirma entonces que nos enseña a vivir? Primeramente
porque, como la Filosofía está orientada a alcanzar el conocimiento, la necesitamos porque
“no somos sabios” (líneas 5 y 6), es decir, nunca acabamos de saberlo todo y/o conocerlo
todo, es una cuestión de grados. Y a continuación recalca algo muy importante, a saber: “La
sabiduría es la meta, la Filosofía el camino”. El fin es el conocimiento en sí mismo, y la Filosofía
es el método para acceder a él de un modo global y absoluto. Lo que importa de la Filosofía es
que es el proceso, el camino para conocer, lo cual es un fin en sí mismo, nunca un medio para
lograr otra cosa. Y lo es, porque en ese camino vamos aprendiendo.

A continuación el autor citando a Alain considera que lo contrario (y lo considera un “mal” del
que hay que apartarse) es la estupidez. Hay que alejarse de ella y tratar de buscar y
aproximarnos al conocimiento, a la sabiduría, pero no solo teórica, sino práctica, en nuestra
propia vida. Vemos como vuelve a remarcar esta idea. Esto es lo inteligente considera
Sponville, no la inteligencia como capacidad innata de cada individuo. De hecho afirma en la
línea 8: “Esto nos dice por oposición, hacia qué debemos tender: hacía una vida lo más
inteligentemente posible”. Ahora bien, como ya hemos mencionado, no es suficiente ser
inteligente, esto es, tener una capacidad innata, ni tampoco poseer muchos conocimientos
teóricos: “La inteligencia no basta. Los libros no bastan” afirma en las líneas 8 y 9. El autor
repite que si pensamos mucho pero no lo aplicamos a la práctica y a nuestra vida propia, no
tiene mucho sentido. Lo crucial es que la teoría nos transforme poniéndola en la práctica en
nuestra propia vida. “Es lo que se llama llevar una vida filosófica” afirma. De hecho para
precisar esto el autor indica que en las distintas ciencias, hay gente muy inteligente y muy bien
formada, con un bagaje cultural alto, que sin embargo, a pesar de ello llevan vidas estúpidas,
porque no aplican a su propia vida ese conocimiento teórico.

Incluso Sponville, en relación con esto afirma en las líneas 12 y 13 “La inteligencia sólo se
aproxima a la sabiduría en la medida en que transforma nuestra existencia, la ilumina, la
guía”. El autor vuelve a reseñar la idea fundamental de este texto, a saber, inteligencia y
sabiduría no son lo mismo, la primera se aproxima a la segunda solo si los conocimientos
teóricos que poseemos los utilizamos como guía para transformar nuestra propia vida práctica.
Es decir, la teoría, los conceptos teóricos son medios, solo medios, por lo que con eso no es
suficiente nos dice Sponville, tal y como afirma en las líneas 14 y 15: “El fin, el único fin, es
pensar y vivir un poco mejor, o no tan mal”. Esta tesis con la que concluye el fragmento es
muy importante. Subraya de nuevo que el objetivo, el fin, es pensar, y pensar es una actividad
o especulación dinámica, no estática. Esto significa que pensar es una actividad que nos invita
a cuestionar, implica además reflexionar teóricamente pero orientando esa reflexión a nuestra
vida práctica para mejorarla, para transformarla y, en el caso de que no se pudiera, al menos
no vivir tan mal. Ahora bien, con esta transformación de la propia vida, también podemos
transformar la vida de otros y las cosas.
PASO 5: Conclusión. Recapitulación o resumen del comentario. O planteamiento del
problema principal que expone el autor y la solución que da, si es que aporta alguna.

Por último, para concluir con el presente comentario de texto, cabe decir que en él, el autor ha
pretendido definir claramente y distinguir dos conceptos que se pueden confundir a la hora de
definir aquello que sea la Filosofía. Considera que la Filosofía es ante todo una actividad:
filosofar. Una actividad especulativa (teórica) como camino para alcanzar el conocimiento,
pero aplicándolo a la práctica, a nuestra propia vida, a nuestras acciones. De lo contrario la
Filosofía no tiene sentido. Sponville propone una orientación completamente ética de la
Filosofía. “Pensar correctamente para vivir rectamente” afirma.

NOTA: Si quitáramos ahora los enunciados o pasos y juntásemos las diferentes partes,
obtendríamos el comentario tal y como debe desarrollarse.

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