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Objetivos:
Las conductas de restricción son una clase operante con distintas morfologías.
Conductas restrictivas:
Anorexia nerviosa.
Tipo con atracones/purgas: Durante los últimos tres meses, el individuo ha tenido
episodios recurrentes de atracones o purgas (es decir, vómito autoprovocado o
utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o enemas). Nota: A diferencia de lo
que ocurre con los individuos con anorexia nerviosa del tipo con
atracones/purgas, los individuos con bulimia nerviosa mantienen un peso
corporal igual o mayor que el límite inferior normal.
La gravedad mínima se basa, en los adultos, en el índice de masa corporal (IMC)
actual (véase a continuación) o, en niños y adolescentes, en el percentil del IMC.
Los límites siguientes derivan de las categorías de la Organización Mundial de
la Salud para la delgadez en adultos; para niños y adolescentes, se utilizarán los
percentiles de IMC correspondientes. La gravedad puede aumentar para reflejar
los síntomas clínicos, el grado de discapacidad funcional y la necesidad de
supervisión.
Las personas con este problema pueden llegar a desarrollar afecciones médicas
que pueden suponer una amenaza importante para la vida. Los déficits
nutricionales asociados a este trastorno afectan a la mayor parte de los sistemas
orgánicos principales y puede producir varias alteraciones. Entre las alteraciones
fisiológicas están la amenorrea, y son frecuentes las anomalías de las
constantes vitales. Aunque la mayoría de las alteraciones fisiológicas asociadas
a la malnutrición son reversibles mediante la rehabilitación nutricional, algunas,
como la pérdida de densidad mineral ósea, a menudo no lo son del todo.
- Pedir un autorregistro:
Hay profesionales que optan por pedir un registro de todas las comidas o
fotografías de lo que se come. Esto es otra forma de evaluar la restricción. Sin
embargo, esto corre el riesgo de que la persona tenga más presente el control
sobre lo que come y que desencadene posteriores compensaciones. Una forma
de evitar estos riesgos es preguntar sobre las comidas en retrospectiva. Por
ejemplo, preguntando cuántas comidas se suele hacer, en qué momentos, qué
cantidades, o pedir una descripción de tipos de comidas en un día normal.
“Cuéntame, Paula, lo que comiste ayer, desde que te levantaste hasta que te
fuiste a dormir”. Será relevante preguntar el número de comidas las horas para
evaluar“¿Eso a qué hora fue?” “En qué cantidad?”
- Insatisfacción corporal
- Cultura gordófoba
- Historia de reforzamiento por haber bajado de peso ("Qué guapa, te veo
más delgada")
- Falta autonomía en otras áreas
- Poca variedad de halagos o halagos excesivos en torno al aspecto
- Patrón de conducta perfeccionista, reglas perfeccionistas
- Modelado (en casa, madre, amigas, compañeros de universidad,
trabajo…)
- Entorno que enfatiza la importancia del aspecto físico
- Problemas digestivos
- Falta de tiempo para organizar comidas
- Poco tiempo para comer en el trabajo
- Trabajo demandante
- Cultura en casa de “ganarse la comida” (comer algo solo si durante el día
has hecho mucha actividad)
- Excesiva información sobre nutrición
- Mitos sobre nutrición y peso
- Interiorización del ideal de belleza
- Sentirse gorda
- Percibirse gorda
- Ver un peso elevado
- Ver que otra persona está restringiendo
- Recibir un rechazo interpersonal
- Percibir que se está haciendo algo mal
- Recibir un comentario sobre el cuerpo
- Presencia de alimentos prohibidos
- Haber restringido en la comida anterior y que funcione de motivador
- Presencia de alguien que suela hacer comentarios negativos sobre la
alimentación
Nota teórica:
La comida, por su asociación con otros estímulos que generan rechazo (por
ejemplo, la gordura, que a su vez se ha asociado a otros estímulos que generan
emociones desagradables) adquiere la capacidad de generar esas mismas
respuestas de rechazo o desagrado, que a su vez terminan discriminando, junto
a la comida, las conductas de restricción.
8.3. INTERVENCIÓN