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La vigorexia o dismorfia muscular es una alteración de la imagen corporal por la que el paciente
presenta una preocupación excesiva hacia su cuerpo. Se busca obsesivamente aumentar la masa
muscular a través de ejercicio, dietas desequilibradas e incluso consumo de diversas sustancias
potencialmente nocivas sin control sanitario. Estos productos (esteroides anabolizantes, insulina,
hormonas, suplementos alimentarios…) son fácilmente adquiridos en gimnasios, webs y tiendas
específicas, por lo que no hay control en su prescripción y administración.
En ocasiones llegan a nuestra consulta las consecuencias del consumo de estas sustancias, como la
crisis de agresividad por consumo de esteroides del caso que se expone.
La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona afectada se obsesiona por su estado
físico, afectando a su conducta alimentaria (ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos,
acompañada del consumo de otras sustancias, como los esteroides anabolizantes) y a sus hábitos
de vida.
La persona con vigorexia tiene la creencia de que su cuerpo es insuficientemente musculado y que
debe mejorar constantemente su apariencia. Por ello, se obsesiona por la actividad física, abandona
las relaciones sociales y descuida otros aspectos de su vida. Esta patología afecta principalmente
a hombres de entre 18 y 35 años.
Pronóstico de la enfermedad
La vigorexia es un trastorno grave y su recuperación dependerá de diversos factores como:
se trata de una afección que puede llegar a cronificarse, dando lugar a síndromes más complejos,
de manera que ya no se podría hablar de recuperación, sino más bien de control del trastorno y de
evitar las recaídas.
Síntomas de vigorexia
Los síntomas más comunes de la vigorexia incluyen:
− -Priorización de hacer ejercicio y mantenerse al día con la dieta por encima de todo.
− -Tener miedo de mostrar el cuerpo.
− Experimentar aislamiento social.
− Pérdida del trabajo, debido a la dedicación a un régimen de ejercicios.
− Hacer ejercicio independientemente de las lesiones físicas.
− Tomar esteroides anabólicos.
Causas de la vigorexia
La principal causa de este trastorno es la idealización social y cultural del cuerpo masculino y
femenino, que puede provocar que algunas personas desarrollen un complejo de inferioridad.
Cada vez existe un mayor número de personas sufre de numerosos trastornos alimentarios,
incluida la dismorfia muscular, aunque los hombres entre 25 y 35 años están estadísticamente más
afectados por este trastorno.
Prevención
Tener en cuenta estas recomendaciones puede ayudar para prevenir la vigorexia:
− -Si realiza un programa de ejercicios es necesario que esté supervisados por un entrenador
profesional.
− -Es aconsejable realizarse exámenes físicos que determinen el estado de salud, además de
las necesidades y capacidades del individuo para adaptar los ejercicios a realizar.
− -Establecer ejercicios que se adecúen al nivel físico de la persona, evitando actividades que
requieran sobreesfuerzos innecesarios.
− -Es importante detener el ejercicio en el momento en el que se presente fatiga, cansancio
o dolor muscular excesivos.
− -Es necesario que la persone evite pensamientos negativos acerca de su estado físico, ya
que pueden convertirse en obsesión.
Conclusión
La vigorexia o dismorfia muscular es una alteración de la imagen corporal por la que el paciente
presenta una preocupación excesiva hacia su cuerpo. La vigorexia es un trastorno mental en el que
la persona afectada se obsesiona por su estado físico, afectando a su conducta alimentaria y a
sus hábitos de vida. La vigorexia, cuya denominación correcta es dismorfia muscular, es un trastorno
mental que se caracteriza por la obsesión por ganar masa muscular.
SindROME DE ATRAcoN
El trastorno de apetito desenfrenado es un trastorno grave de la alimentación en el que sueles
consumir cantidades extraordinariamente grandes de alimentos y te sientes incapaz de parar de
comer. Casi todos comemos de más en algunas ocasiones, por ejemplo, cuando nos servimos una
segunda o una tercera porción de una comida durante las fiestas. Sin embargo, para algunas
personas, comer de manera excesiva con la sensación de que se pierde el control y que esto se
vuelva algo habitual pasa a ser un trastorno de apetito desenfrenado.
El trastorno por atracón no es lo mismo que comer mucho de vez en cuando. La gente con trastorno
por atracón come sin control por lo menos una vez a la semana dentro de un lapso mínimo de 3
meses.
El trastorno por atracón puede variar de leve a grave. La persona con trastorno por atracón suele
tener sobrepeso u obesidad (un peso mayor de lo que se considera sano para la estatura).
Generalmente siente vergüenza por su falta de control al comer y puede tratar de ocultar el
problema.
Cuando tienes el trastorno de apetito desenfrenado, puedes sentirte avergonzado por comer en
exceso y prometer que vas a dejar de hacerlo. No obstante, sientes una compulsión tan fuerte que
no puedes resistir la necesidad y continúas comiendo en exceso.
Síntomas
La mayoría de las personas con trastorno por atracones tienen sobrepeso o son obesas, pero tú
puedes tener un peso normal. Los signos y síntomas conductuales y emocionales del trastorno por
atracones incluyen los siguientes:
A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón, no sueles vomitar, usar laxantes
ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que comiste. Puedes
intentar hacer una dieta o comer las comidas habituales. Sin embargo, restringir tu alimentación
puede llevarte a más atracones.
La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios
durante una semana.
Causas
Se desconocen las causas del trastorno por atracones y purgas. Sin embargo, la genética, los
factores biológicos, las dietas prolongadas y los problemas psicológicos aumentan tu riesgo.
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de
apetito desenfrenado:
• Antecedentes familiares. Es mucho más probable que padezcas un desorden alimenticio si tus
padres o hermanos tienen (o tuvieron) algún desorden alimenticio. Esto puede indicar que la
herencia genética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.
Si bien no hay una manera segura de evitar el trastorno de apetito desenfrenado, si tienes
síntomas de comer en exceso, busca ayuda profesional. El médico puede aconsejarte sobre dónde
obtener ayuda.
Si piensas que un amigo o ser querido tiene un problema de apetito desenfrenado, trata de
orientarlo hacia una conducta alimentaria más saludable y a obtener tratamiento profesional antes
de que la situación empeore. Si tienes hijos, haz lo siguiente:
• Habla con el proveedor de atención primera de tu hijo, quien está en una buena posición para
identificar indicadores tempranos de un trastorno de la alimentación y ayudar a evitar su
desarrollo
Tratamiento
Usualmente, el tratamiento del trastorno por atracón consiste en psicoterapia (hablar con un
terapeuta capacitado acerca de su estado de ánimo, sentimientos, pensamientos y conductas).
Además de la psicoterapia, su profesional de atención médica puede recomendar también un
medicamento para tratar el trastorno por atracón. El tipo de tratamiento que recomiende su
profesional puede depender de otras condiciones de salud que usted tenga.
Conclusión
Esta dismorfofobia, en la que la imagen corporal que tienen los afectados de su propio cuerpo no
es real, afecta más a los hombres que a las mujeres. Además, la mayoría de los casos corresponden
a personas que sobrepasan los 45 años de edad y que llevan una vida sedentaria que fomenta la
acumulación de grasa con el correspondiente riesgo cardiovascular asociado.
La megarexia es uno de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) menos conocidos hoy en
día (aún no catalogado oficialmente como enfermedad) que, sin embargo, cada vez se hace más
prevalente en la sociedad. Normalmente se asocia con la anorexia, ya que puede considerarse como
su opuesto por causar el efecto contrario: percepción de un estado saludable del propio cuerpo
acompañada de obesidad. Las personas que padecen esta enfermedad no son capaces de admitir
sus problemas con la comida y tampoco se hacen responsables del cuidado de su aspecto
físico. Suelen llevar un estilo de vida perjudicial para su salud, consumiendo alimentos altamente
calóricos y realizando una cantidad baja o nula de ejercicio físico.
Se trata de una enfermedad que implica un grave riesgo, ya que, además de llevar a una persona a
ser obesa, acarrea numerosas alteraciones psicológicas; así como todas las consecuencias físicas
negativas desatadas por la obesidad, como pueden ser problemas cardiovasculares, hipertensión,
diabetes o malnutrición a causa de la falta de nutrientes esenciales en su dieta. También suelen
sufrir depresión y ansiedad. Todo ello se traduce finalmente en una reducción tanto de la calidad
como de la esperanza de vida de estas personas.
Las personas que padecen megarexia presentan baja autoestima. A pesar de no ser tan evidente
como en el resto de los trastornos de la conducta alimentaria, los comportamientos
autodestructivos que muestran estos individuos parecen ser un indicativo de la falta de aceptación
de sí mismos. Suele ir acompañado de síntomas característicos de una falta de autoconfianza,
como la evitación de situaciones sociales complejas, la necesidad de agradar constantemente a los
demás o la dificultad para manifestar las propias necesidades y sentimientos.
Los enfermos ignoran la realidad, hasta el punto de convencerse a sí mismos de que no
padecen sobrepeso. Para ello desarrollan todo tipo de estrategias, como no ir de compras (les
desconcierta ver la talla que realmente tienen), no mirarse al espejo, no hacerse fotografías o no
llevar un registro de su peso. Es decir, tienden a evitar todo aquello que pueda reflejar la realidad
de su condición física.
Causas
La aparición de este trastorno puede deberse a múltiples causas tanto de carácter genético como
ambiental, educativo y psicológico. Dificultades en el control de impulsos pueden dar lugar a
una adicción a la comida hipercalórica. Por otro lado, la falta de mecanismos o estrategias de
afrontamiento pueden llevar a una inadecuada o deficiente gestión de los problemas, optándose en
muchas ocasiones por evitarlos o incluso negarlos. Trastornos de este tipo son susceptibles a
desarrollarse por la suma de todos estos factores.
Tratamiento de la megarexia
Cuando el trastorno aún no se encuentra completamente desarrollado es necesario tomar medidas
lo antes posible para prevenir su aparición. Para ello, la mejor solución es la educación y corrección
de la conducta y los malos hábitos. El objetivo es eliminar los abusos y marcar unos límites para
que el individuo acabe siguiendo un estilo de vida saludable. En caso de tratarse de una situación
demasiado complicada, se puede incentivar su interés ofreciéndole alternativas y premios en
función de sus logros.
En los casos de mayor riesgo y en que el trastorno alimentario ya esté plenamente desarrollado se
deberá pedir ayuda profesional a terapeutas de adicciones. En una segunda fase, se inicia
un tratamiento de adicciones que consiste en una reeducación.
Conclusión
La megarexia es uno de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) menos conocidos hoy en
día que, sin embargo, cada vez se hace más prevalente en la sociedad. Las personas que padecen
esta enfermedad no son capaces de admitir sus problemas con la comida y tampoco se hacen
responsables del cuidado de su aspecto físico. Se trata de una enfermedad que implica un grave
riesgo, ya que, además de llevar a una persona a ser obesa, acarrea numerosas alteraciones
psicológicas; así como todas las consecuencias físicas negativas desatadas por la obesidad, como
pueden ser problemas cardiovasculares, hipertensión, diabetes o malnutrición a causa de la falta
de nutrientes esenciales en su dieta. La aparición de este trastorno puede deberse a múltiples
causas tanto de carácter genético como ambiental, educativo y psicológico. Aunque no existe un
tratamiento como tal para este trastorno la mejor solución es la educación y corrección de la
conducta y los malos hábitos.
Bibliografias
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− https://mgyf.org/diagnostico-vigorexia-dismorfia-muscular-trastornos-conducta-consumo-diversas-sustancias-potencialmente-
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− https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/vigorexia
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