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Trastornos alimenticios.

Son enfermedades crónicas y progresivas, se manifiestan a través de


la conducta alimentaria, sin embargo, engloban una gama muy
compleja de factores psicológicos y emocionales entre los que
prevalece una alteración o distorsión de la auto-imagen corporal, hay
un gran temor a subir de peso y la autoestima está supeditada a la
percepción de una buena imagen corporal.
El término "trastornos alimentarios" se refiere a una variedad de
trastornos.
La característica común de todos los trastornos alimentarios son los
comportamientos anormales de alimentación.
Los trastornos alimentarios son problemas serios de salud mental y
pueden poner en peligro la vida.
Los principales trastornos de alimentación son: Anorexia, bulimia,
ortorexia, vigorexia, comer compulsivo. Tienden a aparecer durante la
adolescencia porque en esta etapa la preocupación por el aspecto
físico aumenta.

Definición
Los trastornos de la alimentación son aquellas desviaciones de las
conductas de la alimentación, es decir, son todas aquellas prácticas
erróneas acerca del control de peso, que pueden ser una
preocupación excesiva del peso corporal, preocupación por el origen
de los alimentos o bien por las cantidades de alimento que son
consumidos.
De igual manera, los trastornos de la alimentación o alimenticios
incluyen una alteración dela percepción de la imagen corporal, misma
que se presenta de forma atípica o no normal en la conducta habitual
de una persona.
Cualquier persona es propensa a presentar un trastorno de
alimentación, sin embargo los adolescentes son más vulnerables a
presentar algún tipo de desviación alimentaria.
En la actualidad los infantes han presentado ya serios problemas en
su forma de comer, ya sea que dejen de alimentarse o bien que
coman demasiado.

Por qué los adolescentes padecen trastornos


de la alimentación
Los trastornos de la alimentación son afecciones graves que se relacionan con las
conductas alimentarias persistentes que repercuten negativamente en la salud, las
emociones y la capacidad de desempeñarse en áreas importantes de la vida.
Se desconoce la causa exacta de los trastornos de la alimentación. Sin embargo,
ciertos factores pueden hacer que los adolescentes corran riesgo de padecer
trastornos de la alimentación, incluidos los siguientes:

 La presión social. La cultura popular tiende a poner énfasis en ser


delgado. Incluso con un peso corporal normal, los adolescentes pueden tener
fácilmente la percepción de que están gordos. Esto puede desencadenar una
obsesión por bajar de peso y hacer dieta.
 Las actividades favoritas. La participación en actividades que valoran la
delgadez, como el modelaje y el atletismo de élite, puede aumentar el riesgo
de padecer trastornos de la alimentación en los adolescentes.
 Los factores personales. La genética o los factores biológicos pueden
hacer que algunos adolescentes sean más propensos a presentar trastornos
de la alimentación. Los rasgos de la personalidad, como el perfeccionismo, la
ansiedad o la rigidez, también influyen.

Primeras consecuencias de los trastornos de


la alimentación en adolescentes
Los signos y síntomas varían según el tipo de trastorno alimentario.
Presta atención a los patrones de alimentación y las creencias que
podrían indicar un comportamiento poco saludable, así como a la
presión de grupo que puede desencadenar los trastornos alimentarios.
Entre las señales de alarma que pueden indicar la presencia de un
trastorno alimentario se incluyen:
Omitir comidas, poner excusas para no comer o comer a
escondidas
Centrarse excesivamente en la comida
Preocuparse o quejarse constantemente por estar gordo
Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se
perciben
Usar laxantes de manera inapropiada, tomar diuréticos o usar
enemas después de comer
Ejercitarse en exceso
Ir al baño de manera habitual inmediatamente después de comer
o durante las comidas
Durante una comida o refrigerio, comer una cantidad mucho
mayor de lo que se considera normal
Expresar depresión, enojo, vergüenza o culpa respecto de los
hábitos alimentarios

Bulimia
Es un trastorno alimentario por el cual una persona como
excesivamente y después se provoca vomito o usa laxantes para
evitar el aumento de peso por el temor a engordar.

Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los


impulsos que les llevan a comer, pero el sentimiento de culpa y
vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a vómitos o empleo
de laxantes o diuréticos, regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para
contrarrestar los efectos de las abundantes comidas
Los bulímicos tienen cerca de 15 episodios de atracones y vómitos por
semana y, en general, su peso es normal, por lo que resulta difícil
detectar la enfermedad. En un solo atracón pueden llegar a consumir
de 10.000 a 40.000 calorías.
En esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y
sociales que modifican la visión que el enfermo tiene de sí mismo y
responden a un gran temor a engordar. El enfermo de bulimia siempre
se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir
sus ansias de comer. Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber
realizado numerosas dietas dañinas sin control médico.
La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a
un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad de ingerir grandes
cantidades de alimentos.

Causa
Generalmente las personas que padecen bulimia han sido obesas o
han realizado numerosas dietas sin control médico. Tratan de ocultar
los vómitos, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida
durante mucho tiempo.
Los síntomas típicos son:

Atracones de alimentos: El enfermo come una gran cantidad de


alimentos en un espacio de tiempo muy corto. No tiene control sobre lo
que come y es tal la ansiedad que cree que no puede parar de comer.
Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso
de las comidas se provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos,
fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso,
como la práctica abusiva de deporte, Los ciclos de atracones y
vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.
La autoestima del enfermo es baja y la identifica con su cuerpo
Tratamiento
El tratamiento consta de psicoterapia e ingesta de fármacos.
Es mejor que la psicoterapia la realice un terapeuta con experiencia en
alteraciones del apetito, pudiendo resultar muy eficaz.
Un fármaco antidepresivo a menudo puede ayudar a controlar la
bulimia nerviosa.
Si hay gravedad, se puede recurrir a un tratamiento ambulatorio o a la
hospitalización.
En primer lugar se trata de evitar los vómitos, normalizar el
funcionamiento metabólico del enfermo, se impone una dieta
equilibrada y nuevos hábitos alimenticios. Junto a este tratamiento se
desarrolla el tratamiento psicológico con el fin de reestructurar las
ideas racionales y corregir la percepción errónea que el paciente tiene
de su propio cuerpo. El tratamiento también implica la colaboración de
la familia.

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