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Los objetivos de un plan financiero son:

 Estimar la rentabilidad de un proyecto o de la empresa ya establecida.


 Identificar las necesidades, fortalezas y debilidades financieras de la empresa.
 Determinar las estrategias que se deben poner en práctica y las decisiones que se
deben tomar.
 Identificar potenciales fuentes de financiación, ingresos, utilidades, aumento en
la producción o ganancias, etc.

¿Qué es un plan financiero y para qué


sirve?
El plan financiero es un documento que nos servirá para marcarnos los
objetivos financieros de la empresa, ya sea a corto, medio o largo plazo.
Además de los objetivos financieros, aquí se reflejarán la situación
financiera de la empresa y las necesidades que tiene para alcanzar dichos
objetivos.
Dicho de otra forma, el plan financiero definirá cómo alcanzar una
cantidad determinada de ahorro y/o ganancias. En él estableceremos de
dónde está llegando el dinero, cuál es la naturaleza de los ingresos y
ganancias, si la empresa cuenta con deudas (de qué tipo y en qué cantidad)
y, finalmente, cuál es la rentabilidad de la empresa.
Ventajas de contar con un plan financiero en la empresa
 Diagnóstico completo de la situación financiera: ¿contamos
con un equilibrio en las cuentas? ¿Ingresamos más que
gastamos?

 Gestión inteligente de los recursos: una vez tengamos la


información relevante acerca de nuestra situación financiera,
podremos enfocar mejor nuestras metas, destinar con más tino
nuestros gastos, etc.

 Capacidad de endeudamiento: si ya sabemos cuánto dinero


hay en caja, cuánto debemos y cuánto vamos a recibir,
podremos valorar si nos interesa o no incurrir en préstamos
para nuevos proyectos, o si por el contrario buscaremos reducir
masa de deuda.

 Con un buen plan financiero, es más fácil cumplir con los


objetivos: contar con cierta claridad acerca de toda la situación
financiera, recursos y deuda, nos pondrá en un lugar favorable
desde el que conoceremos mejor los riesgos y podremos
planificar de manera más lógica los objetivos (a corto, medio o
largo plazo).

Queda claro, por lo tanto, que un plan económico financiero es una


herramienta muy útil para la medición de los resultados financieros, además
de suponer un respaldo de la toma de decisiones.

Estructura de un plan financiero para


empresa
Una vez hemos entendido y delimitado todos los factores anteriores,
podemos ponernos manos a la obra con nuestro propio plan financiero. Los
elementos de los que consta un plan financiero de empresa son los
siguientes:

Análisis de resultados
Como punto de partida, es interesante reflejar lo que hemos invertido, lo que
hemos ganado y lo que hemos perdido. Hablamos del caso de una empresa
que ya existe y quiere realizar su plan financiero para el futuro, pero también
como punto de partida.

Plan de inversiones o tesorería


Este es el espacio dirigido a definir si vamos a necesitar inversiones (y sus
características) antes de poner un proyecto en marcha. Se incluyen todos
los factores tanto de materiales (maquinaria, locales, oficinas, etc.), como de
empleados, sin olvidar otros componentes financieros como pueden ser
depósitos o fianzas. Pondremos también en valor las necesidades de
tesorería y el pago a proveedores.

Balance
Sirve para conocer la situación financiera de la empresa y conocer el valor
de la misma. Es la diferencia entre lo que poseemos (cuentas de activo) y lo
que debemos (cuentas de pasivo). Aunque el balance suele hacerse en
plazos anuales, es recomendable hacer un seguimiento mensual o
trimestral para una empresa que da sus primeros pasos o que lanza un
nuevo proyecto.

Flujo de caja
Aquí se refleja la cantidad de recursos financieros que entran y salen en un
periodo determinado. Con ello podremos conocer una aproximación de la
liquidez de una empresa o negocio y así poder valorar nuevos proyectos o,
por el contrario, valorar nuevas líneas de financiación o préstamos.

Análisis de punto de equilibrio


El término “punto de equilibrio” hace referencia a cuando se obtiene la
misma cantidad de ingresos que de gastos. Lo que hemos invertido se
compensa con las ganancias. A partir de aquí la empresa es rentable y
podremos pensar en estrategias para hacerla crecer.
Análisis de sensibilidad
Muchas de las variables que influyen en el rendimiento financiero de una
empresa no son cuantificables de partida o, al menos, predecibles.
Hablamos de cambios políticos o económicos a nivel regional, nacional o
mundial; nuevas regulaciones o leyes que modifiquen impuestos que
afectan al sector y mercado; o simples transformaciones en las ventas,
como podrían surgir de cambios de tendencia o costumbres del consumidor.
Todas estas incertidumbres dar lugar a tres escenarios:

 Escenario pesimista, en el que valoremos todo aquello que


puede impactar y cómo afectará negativamente al rendimiento
de la empresa.

 Escenario probable, en el que equilibremos la balanza de las


cosas que podrían o no suceder.

 Escenario optimista, en el que todo lo bueno ocurrirá, aunque


siendo realistas.

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