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DERECHO CONSTITUCIONAL

INTRODUCCIÓN:

En Derecho Constitucional hablamos de las formas de gobierno (1), de los sistemas de


gobierno (2) y de los modelos de Estado (3):
1- Dicotomía, taxonomía, forma de gobierno = la diferenciación entre monarquía y república.
2- Sistemas de gobierno: parlamentarios, presidencialistas o semi-presidencialistas
(Francia, Rusia).
3- Las categorías que se refieren a la categoría del estado, estructura territorial:
regionalistas, federales, centralistas

Formas y sistemas de gobiernos (1- 2-) → nos vamos a centrar en esto:


Dentro de las formas de gobierno, España es una monarquía y dentro del sistema de
gobierno, España es un sistema parlamentario.
La diferencia entre parlamentario (España) y presidencialista (EE. UU., casi todos los países
americanos) es que:
La elección del gobierno en un sistema parlamentario no es directa por parte de los ciudadanos, sino
que los ciudadanos sólo legitiman a su parlamento. Este es el que elige en una segunda operación (“de
investidura”) al presidente del gobierno, y el presidente del gobierno en un segundo acto, nombra a
sus ministros; → Es una elección del gobierno indirecta.
En un sistema presidencialista, los ciudadanos eligen al presidente y al vicepresidente
directamente, y también a su parlamento. Tienen dos procesos electorales independientes:
uno para nombrar a sus diputados y senadores (como en EE. UU. que es un modelo
bicameral), y en otro modelo que además se produce en otro momento cronológico, eligen a
sus congresistas y senadores.
Hay muchos modelos presidenciales en el mundo, pero son prototípicamente americanos (EE. UU. y
prácticamente todo el resto de América → NO CANADÁ).

¿Cuáles son las características desde el punto de vista de los sistemas de gobierno?
¿Cuál es la relación entre el presidencialismo y las formas de gobierno?

● Los sistemas presidencialistas, por definición son siempre repúblicas porque en


los sistemas presidencialistas, la persona que ostenta la presidencia del
gobierno, el que tiene la elección directa por parte de los ciudadanos, es al mismo
tiempo el presidente de su gobierno y es el jefe del estado → poderes ejecutivos
mono céfalos. → Este tipo de sistemas presidencialistas son por definición sistemas de tipo
republicanos.

● En los sistemas parlamentarios (típicamente europeos: España, Alemania,


Grecia), la peculiaridad es que, por su historia, pueden ser monarquías o
repúblicas. Por eso tenemos casos como Grecia que es un sistema parlamentario
que hoy en día es una república. Inglaterra es un sistema parlamentarista (es la
cuna del parlamentarismo) que es una monarquía.

Cuando hablamos del debate monarquía/república, es muy importante que desde el punto
de partida tengamos clara la diferencia entre los diferentes tipos de repúblicas. No es lo
mismo hablar de una república presidencialista del tipo de Norteamérica, Méjico, Argentina,
Chile, Colombia...que hablar de una república parlamentaria como puede ser Grecia,
Alemania… En principio, cuando hablamos de este debate en España se habla del debate
en un contexto geográfico de sistemas parlamentarios. Es decir, si implementamos en
España una tercera República, en principio, se estaría hablando de una hipotética posible
transición a una república sin perder el ADN parlamentario, sin dejar de ser un sistema de
gobierno de tipo parlamentario. Para comparar en nuestra monarquía, hay que mirar otras
monarquías y otras repúblicas parlamentarias. Desde este punto de vista, el tema (la
lección) empieza hablando de cómo en los sistemas parlamentarios, la jefatura del Estado
(la persona que se sitúa delante del Estado, de la Institución), la idea es que son posiciones
institucionales esencialmente equiparables. Es decir, la figura que representa o las
funciones que desarrolla un presidente en un sistema parlamentario (Grecia, Italia,
Alemania), son funciones desde un monarca o presidente de la República que son
esencialmente equivalentes.
Por eso debemos tener cuidado al hablar de la posible transición a un modelo republicano.
Porque debemos tener en cuenta que, en principio, si España pasará a una tercera
república, se pediría un cambio a un sistema republicano parecido a las repúblicas de los
sistemas parlamentarios de nuestro alrededor.

Las posiciones institucionales de los jefes de estado en los sistemas parlamentarios


son equiparables ya sean monarquías o repúblicas. Las posiciones institucionales de
los presidentes de la república en los sistemas parlamentarios son esencialmente
funciones simbólicas, de representación. Tanto es así que en los sistemas parlamentarios
tenemos la bicefalia porque tenemos el poder ejecutivo que está dividido en dos jefes: el
jefe del estado, por una parte, la prefectura del Estado y por otra parte tenemos al jefe del
Gobierno que es la consecuencia de una investidura que es consecuencia de una decisión
parlamentaria.
En el caso de las monarquías, la prefectura del Estado es hereditaria y en el caso de las
repúblicas, esta prefectura es elegida de la siguiente manera (explicado después). El
gobierno, el poder ejecutivo es bicéfalo: tiene una prefectura del Estado por una parte y por
otra parte tiene al Gobierno de la Nación.
En los sistemas presidenciales no es así, porque solo tienen a una persona, de un sistema
mono céfalo.

→ Las posiciones institucionales de los jefes del estado en los sistemas parlamentarios son
esencialmente iguales independientemente de que sean repúblicas o monarquías.

Nosotros como ciudadanos, lo que conocemos, del que tenemos noticias a través de los
medios de comunicación, redes sociales...no es de las personas que ostentan la
prefectura del Estado en los sistemas parlamentarios, de estas personas sabemos
muy poco, son prácticamente invisibles para el público. Por ejemplo, en el extranjero
nadie (en principio) sabe quién es Felipe VI, en cambio sí le preguntas por Pedro Sánchez,
si sabrá asociarlo con España. Esto se debe a que las prefecturas del estado en forma
monárquica tienen un potencial de representación en un plano simbólico.
Es muy importante asociar que los presidentes de la república, que la razón por la que no
conocemos prácticamente nada del presidente de la república de los sistemas
parlamentarios es la misma razón por la que la gente tampoco conoce quien está al frente
de la prefectura del estado de los modelos monárquicos.
“Rey, Reina, pero no gobierna”, Thiers.

La idea es que las dos funciones esenciales de la prefectura del Estado en los
sistemas parlamentarios de Gobierno, es desarrollar por una parte la idea de símbolo de
unidad y por otra parte la de continuidad del Estado. En las monarquías, esta idea tiene
matices, ¿cómo es posible conseguir que el jefe del Estado sea un símbolo de la unidad, de
todo el Estado? En función de si es una monarquía o una república, tendrá matices
diferentes.
En el caso de las monarquías eso se plantea en que el monarca en un sistema
parlamentario de gobierno puede representar la unidad, puede ser un símbolo de la
unidad del Estado porque está fuera de la lucha política, no está adscrito a un partido
político concreto y, por tanto, no está en la lucha partidista, es apolítico y apartidista. Esto
se consigue por hipótesis: suponemos que no está involucrado en la lucha política y eso
facilita que sea un símbolo de unidad del Estado porque tenemos una figura que no está
adscrita a ningún partido y representa a todos los españoles por igual, con independencia
de su ideología política.
En las repúblicas esto no es posible porque en las repúblicas parlamentarias los
presidentes si pertenecen a un partido político, pero se puede conseguir que no
tengan una identificación muy partidocracia, aunque sí sean de partidos políticos. Esto se
puede conseguir huyendo de una elección popular (directa) del jefe del Estado, y esto
es muy importante porque en la inmensa mayoría de sistemas parlamentarios, sus
presidente de la república no son elegido directamente por los electores (España de la
Segunda República: el presidente de la república se elegía de manera indirecta a través de
sesiones conjuntas de las cámaras; en el caso de la república Italiana: es una sesión
conjunta del congreso y del senado; en el caso de Alemania: una sesión conjunta del
Bundesrat y del Bundestag). Al ser una elección indirecta del jefe del Estado, se
entiende que no es una elección muy emocional por parte de los ciudadanos, no está
muy partidizado. De hecho, normalmente, en las presidencias de la república de tipos
parlamentarios, lo que eligen las fuerzas políticas son consensos de gente prestigio,
venerable (es el caso de la actual presidenta de la república griega).

La otra gran función en un plan general de las prefecturas del Estado en los sistemas
parlamentarios es simbolizar también la continuidad del Estado. Es este sentido, en las
monarquías, la figura o la idea de la continuidad del estado es muy sencilla
ejemplificarla y verificarla porque es por pura herencia.
¿Y cómo se puede conseguir esto en las repúblicas de tipo parlamentario? En mandatos
que son más extensos que las legislaturas. Normalmente los mandatos de los
presidentes de las repúblicas parlamentarias son de cuatro o cinco años y se extenderían a
siete u ocho años, es decir que son como mínimo uno, dos o tres años más extensas que
las legislaturas ordinarias del gobierno y el Parlamento. Esto se hace para que no nazca
una sensación de que cambian muy a menudo.

La conclusión es clara: la institución de la Prefectura del Estado es irracional, explicable en


el continente europeo exclusivamente por la circunstancia histórica de que el E.
Constitucional se forma a partir de la monarquía absoluta. Esta es la razón por la que a
medida que el curso de eventos ha ido reduciendo el peso de la historia y aumentando el
peso de la razón en la organización del Estado, la Prefectura del Estado se ha ido
difuminando hasta convertirse en una institución irrelevante para el funcionamiento del
sistema político y constitucional de las democracias parlamentarias. Es algo que no se ha
de perder de vista nunca en el análisis de normas constitucionales relativas a esta
institución. El criterio de interpretación de estas ha de ser diferente del que se ha usado
para interpretar las que regulan los “auténticos poderes del Estado”.

2. La Jefatura del Estado en la Constitución Española de 1978

2.1. Aspectos generales

Nuestra Constitución es un texto que nace de una negociación de fuerzas políticas en un


contexto histórico particular, como es la España de los años 70 y como toda obra del ser
humano, es una obra imperfecta.
La configuración del estatus jurídico y de las funciones del jefe del Estado en nuestra
Constitución del 78, más allá de esa formulación del artículo 1.3. (=definición de “la forma
política del Estado”), esta esencialmente regulada en el Titulo II de la Constitución (artículos
56  65).
Tenemos dos procedimientos de reforma, dos caminos para operar reformar dentro del
texto constitucional: artículos 167 (más fácil, se ha utilizado dos veces: en 1992 y en 2011) y
168 (inédito, nunca se ha transitado  vía agravada).
Desde el punto de vista del derecho comparado, la confección o la regulación de dos
caminos diferentes para reformar la Constitución no es lo más habitual, pero tampoco es
insólito.
La segunda vía está reservada para tocar cualquier cosa que afecte a los derechos
fundamentales, al Título Preliminar y al Título II (la Monarquía / La Corona). Una hipotética
transición a una Tercera Republica exigiría la reforma del Título II de la Constitución y, por
lo tanto, transitar el camino ultra complejo del 168. En el derecho comparada, esto sí que es
una cosa insólita: somos prácticamente el único país que protegen la monarquía por la vía
complicada. Hay casos de cláusulas creadas por el poder Constituyente que protegen la
Constitución para el futuro (cláusulas de intangibilidad). España no tiene cláusulas de
intangibilidad en su Constitución, pero las tiene en la práctica para casi todo el articulado
que está protegido por la vía del artículo 168 (porque es un artículo de imposible
aplicabilidad en la práctica).

2.2 Aspectos orgánicos relevantes

 La sucesión

La legitimidad histórica como a elemento configurador de cualquier monarquía está prevista


en la misma Constitución. Hay una preferencia del varón sobre la mujer. “La Corona” es la
expresión con la que la C.E. hace referencia a la institución monárquica en su aspecto
permanente e impersonal. En su artículo 57, la CE dice: “La Corona de España es
hereditaria en los sucesores de S.M. SR. Juan Carlo de Borbón, legitimo heredero de la
dinastía histórica”. El Rey de España lo es como heredero legítimo de la dinastía reinando
desde diversos siglos. La CE adopta una monarquía hereditaria estableciendo un criterio
automático de sucesión al trono, de modo que en ningún caso puede quedar vacante la
Prefectura del Estado.

 La Institución de la Regencia

La idea de la Regencia es que se activa en el momento en el que el rey no puede


desarrollar sus funciones o que la figura del Rey sea menor de edad. El articulo 59 es super
claro al respecto, se refiere a la minoría de edad, inhabilitación del monarca.
!!!NO CONFUNDIR CON EL HECHO DE QUE, SI EL MONARCA MUERE, ¡¡¡SE PONE EN
ACCION LA SUCESION Y NO LA REGENCIA!!!
Si Felipe VI muriera, se activaría une regencia porque sí que tendríamos la figura de la
sucesión (la Infanta Leonor). Como es menor de edad, se activaría la Regencia. Esta se
activaría no por la muerte del Rey, sino por la minoría de edad de la infanta. Las Cortes
están habilitadas para nombrar a la persona de la Regencia que pude ser de la familia Real
o bien ajena a esta.

 La Casa Real

Es un órgano esencial de soporte a la corona, que en la actualidad está regulada por el R.D.
434/1988 del 6 de mayo, sobre reestructuración de la casa de S.M. el Rey. La Casa Real se
concibe como el órgano auxiliar de soporte administrativo, reforzando la autonomía regia en
este ámbito. En nuestro órgano constitucional, la Casa Real es un órgano que no se inserta
en ninguna de las administraciones públicas, es por ello por lo que predica la independencia
de su gestión y administración. Se integra en su estructura orgánica, por el jefe de la Casa
Real, el Cuartel Militar, la Guardia real y un servicio de seguridad.

 La familia Real

Contemplada solo en el artículo 65.1 de la CE. Su regulación se realiza en el ordenamiento


infra constitucional mediante dos decretos: RD 2971/1981 sobre registro civil de la familia
real y RD 1368/1987 sobre régimen de títulos, tratamientos y honores de la familia real y de
los regentes. Algunas normas se refieren a ellos para extender algunas de las prerrogativas
en las que se concreta el estatuto de personal del Rey, especialmente referida a la
inviolabilidad (reforzamiento de la protección penal o exceptuar la posibilidad de que puedan
ser nombrados testigos en un juicio penal) o bien para limitar sus derechos (el sufragio
pasivo, según la legislación electoral). Las funciones que ejercen son representativas de la
Corona y ninguno de sus integrantes adquiere relevancia constitucional. El artículo 58 de la
CE prohíbe que la Reina consorte o el consorte de la Reina suma funciones
constitucionales, exceptuando lo que está dispuesto por la Regencia.

 La dotación presupuestaria

La CE en su artículo 65.1 dispone que el Rey reciba una cantidad global para sostener a su
familia y a la Casa Real. La dotación presupuestaria es anual y entra en los presupuestos
generales del Estado y propone su cuantía el jefe de la Casa Real, a quien corresponde la
autorización y ordenación del gasto. Las Cortes, en la tramitación del proyecto de ley de
presupuestos generales del estado, no pueden suprimir esta dotación, solo modificar su
importe. El jefe de la Casa Real es competente para elaborar anualmente un informe que
refleje el estado, el gasto y rendimiento de los servicios a su cargo.

 El patrimonio nacional

Está integrado por un conjunto de bienes de titularidad estatal adscritos en la Corona y su


existencia se ve en el art. 132.3 de la CE y regulada por la Ley 23/1982, del 16 de junio,
reguladora del patrimonio nacional. Son todos aquellos bienes que el régimen jurídico
asimila a los de dominio público y, en consecuencia, son inalienables, imprescriptibles e
inembargables, además están exentos de tributación. Su mantenimiento y conservación se
realiza directamente al cargo de los presupuestos generales del Estado y no por los medios
económicos que se asignan en la Corona. Respecto a su finalidad, todos estos bienes son
destinados al uso y disfrute del rey y sus miembros de la familia real, para el ejercicio de la
alta representación que la CE y las leyes les atribuye.

2.3. Estatuto Jurídico

 La inviolabilidad del monarca

La inviolabilidad de la persona del Rey tiene dos significados diferentes:

1. Constituye la especial protección jurídica de su persona desde el punto de vista


penal. Cometer un delito que tenga como objetivo la persona del monarca o de la
familia real lleva emparejada una pena mayor que si cometes ese delito siendo la
victima otra persona. El estatus penal del monarca esta especialmente protegido.
Atentar física o verbalmente contra la persona del monarca es jurídicamente más
grave y costoso que cometer ese mismo delito sobre otra persona.

2. Lo más importante de la inviolabilidad es la idea de la absoluta e ilimitada impunidad


por los actos penales, civiles o administrativos de cualquier tipo que pueda cometer
el Rey mientras sea Rey. Inmunidad total en frente de las leyes penales,
sancionadoras o civiles. Una vez haya abdicado, entra en un espacio diferenciado.
El monarca no puede ser detenido ni juzgado y tampoco puede ser testigo. El Rey
es inmune a la jurisdicción de policía y no puede ser objeto de sanciones o multas.
En relación con la jurisdicción civil, el monarca está exento de actos que realiza en el
ejercicio de sus funciones constitucionales, como aquellos que pueda ejercer en la
actuación de aquella esfera de libre actuación que reconoce el artículo 65 de la CE.

 La ni responsabilidad. El instituto del refrendo

Del mismo modo que la inviolabilidad alude al Rey, la irresponsabilidad se predica de sus
actos en el ejercicio de sus funciones. Esta es una prerrogativa consustancial a la misma
naturaleza de las monarquías, consecuencia directa de su carácter de órgano no
representativo. En un Estado de Derecho aparece como una norma excepcional de la regla
general en virtud de la cual todos los poderes públicos son responsables (art.9.3 CE). Esta
excepcionalidad se fundamenta en la ausencia de poderes efectivos del monarca: el rey no
es responsable de ellos porque no puede adoptar decisiones con efectos jurídicos en el
orden constitucional. Para garantizar esta no responsabilidad, el art.56.3 de la CE
contempla el instinto del refrendo.
El refrendo es el acto por el que una autoridad del Estado se hace responsable de las
actuaciones del monarca. Como el acto regio se manifiesto por escrito, el refrendo se
representa por la firma del órgano legitimado que lo acompaña, a su vez, a la firma del Rey;
pero también la ratificación puede exteriorizarse mediante una manifestación positiva o
presencial del órgano legitimado que acompaña una actuación del Rey en el ejercicio de
sus atribuciones constitucionales no manifestada por escrito. Este ultimo supuesto es el
llamado refrendo “tacitico “implícito”.
El art.64.1 CE identifica para refrendar a sus miembros del Gobierno, presidente o ministros,
en su caso. Excepcionalmente el presidente del Congreso de los diputados puede refrendar
a los efectos regios en determinadas situaciones.
Respecto a los efectos constitucionales del refrendo, son considerados desde una doble
perspectiva: como acto que dota de validez el acto regio y como desviación de
responsabilidad del rey al órgano que lo refrenda.
La CE, en su art.65.2 se refiere de manera expresa a un solo acto de la actuación del cual
no se sujeta a refrendo: el del nombramiento y relleno de los miembros civiles y militares de
la C. Real. Igualmente, el Rey puede hacer en unos actos, en calidad de Jefe de Estado,
derivados de la naturaleza de sus funciones simbólicas, de arbitro y moderador. Estos
últimos son actos regios que, pese a su trascendencia pública, proyectan su eficacia en el
ámbito político. En estos supuestos, la actuación del Rey no esta sometida a refrendo, a
pesar de que los mismos siguen su resultado del ejercicio de sus funciones constitucionales
y sean actos con trascendencia pública.

2.4. Funciones

Las funciones que la CE asigna al rey están recogidas en los arts. 62 y 63, aunque han de
ser completadas con todas las otras leyes que aparecen dispersas a lo largo de la CE.
Debido a su especial vinculación con el poder ejecutivo, la mayoría de las funciones se
insertan dentro de las funciones ejecutivas. Pero su intervención es constante en todas las
manifestaciones de poder del Estado.

1. Relaciones internacionales

- Acreditar a los embajadores y recibir la acreditación de embajadores extranjeros


(art.63.1).
- Manifestar el consentimiento del Estado en materia de tratados internacionales
(art.63.2).
- Declarar la guerra, hacer la paz, con previa autorización de las cortes generales
(art.63.3).
2. Articulación de la soberanía popular

- Convocatoria y disolución de las Cortes generales (art.62.b).


- Convocatoria de elecciones generales (art.62.b).
- Convocatoria de referéndum (art.92.CE).

3. Función legislativa

- Sancionar, promulgar y ordenar la publicación de las leyes (art.62.a y 91).

4. Función ejecutiva

- Proponer y nombrar al presidente del Gobierno. Aceptar su dimisión (art.62.d y 99).


- Nombrar a ministros a propuesta del presidente del Gobierno (art.62.e y 100).
- Expedir los decretos acordados en el Consejo de Ministros (art.62.f).
- Conferir las ocupaciones civiles y militares (art.62.f).
- Mando supremo de las fuerzas armadas (art.62.h).
- Alto patronaje de las Reales Academias (.62.j).

5. Función judicial

- La justicia se administra en su nombre (art.117.1).


- Nombra al presidente del Tribunal Supremos a propuesta del CGPJ (art.123.2).
- Ejerce el derecho de gracia conforme a la ley, que no incluye indultos generales
(art.62.i).

6. Función constitucional

- Nombra a los Magistrados del Tribunal Constitucional (art.159.1).

7. C.C.A.A.

- Nombra a los presidentes de las C.C.A.A.

En el contexto de una monarquía parlamentaria, las funciones del Rey son funciones
propias que la CE le asigna expresamente como Jefe de Estado. Ha de rechazarse el
carácter residual d que las mismas puedan predicar en atención a su significado histórico.
Las funciones regias son, en nuestro ordenamiento constitucional, inherentes al órgano
constitucional de la Prefectura del Estado. El art.56.1 CE dispone de que el Rey “ejerce las
funciones que le atribuyen expresamente la CE y sus leyes”. El significado de la remisión a
las leyes que realiza este precepto, interpretado literalmente, parece dar a entender que la
CE apunta únicamente las funciones del rey que son mas importantes, habilitando al
legislador al hecho de que pueda atribuir otras diferentes. Sin embargo, esta habilitando al
legislador al hecho de que pueda atribuir otras diferentes. Sin embargo, esta remisión no se
ha de entender como una habilitación constitucional al legislador para, eventualmente,
concretar aquellas funciones del monarca mediante la explicación de otras atribuciones. No
se puede hacer referencia a otras funciones del Rey diferentes a las que la CE establece de
manera expresa.
La CE, como se ha indicado, explica solo algunos de los actos mediante los cuales el Rey
ejerce estas funciones con relevancia jurídica-constitucional: las atribuciones. En la medida
que son funciones propias del Rey y se definen por los objetivos que se pretenden con su
cumplimiento, el Rey puede realizar otros actos que, sin estar contemplados en el texto
constitucional, sirvan igualmente al cumplimiento de esta función. Siendo en estos dos
casos, actuaciones que el monarca realiza como Jefe de Estado, se diferencian en su
régimen jurídico constitucional y en sus consecuencias. Mientras que, en estos últimos, los
no contemplados expresamente en la CE, el Rey goza de una amplia discrecionalidad para
su selección y ejecución, siendo sus efectos proyectados en un contexto estrictamente
político, las atribuciones que se asignan al rey son actos sometidos a ratificación, que el
monarca ha de realizar cuando se dan las condiciones que requiere el ejercicio. No cabe en
relación con aquello que el monarca pueda interponer en veto, esto es negarse a su efectivo
cumplimiento.
LAS CORTES GENERALES

1. La posición de las Cortes Generales en el esquema institucional

Las Cortes Generales son el epicentro. El parlamentarismo en nuestro caso es un sistema


bicameral porque actualmente, las Cortes Generales están integradas por dos cámaras:
1- El Congreso de los Diputados o Cámara Baja;
2- El Senado o Cámara Alta
El hecho de que sean dos cámaras no quiere decir que esten equilibradas, no son dos
cámaras gemelas. No tienen la misma importancia, la misma relevancia. La Cámara
relevante, importante desde el punto de vista político es el Congreso de los Diputados.
Es el único órgano constitucional con legitimación democrática directa. Esto quiere decir
que la característica de los sistemas parlamentarios frente a los sistemas presidencialistas o
semipresidencialistas, es que mientras que estos dos subtipos de sistemas tienen una
legitimidad paralela a la del presidente y la del Parlamento, en los sistemas parlamentarios
los ciudadanos solo intervienen en el proceso de elección de sus diputados y senadores, de
sus parlamentarios que después elegirán al Gobierno. Todo el circuito constitucional tiene
una única fuente de legitimidad: el Congreso de los Diputados y el Senado, es decir el
Parlamento = las Cortes Generales. El Gobierno en nuestro sistema no se legitima
directamente por los ciudadanos, es una legitimación indirecta.
Desde el punto de vista de las estructuras estatales y de la separación de poderes
estatales, la única participación de los ciudadanos esta en la legitimidad del Parlamento.

La idea de “parlamentarismo racionalizado” es una idea que, aunque el Parlamento sea el


epicentro de nuestro sistema, no quiere decir que este sea “todopoderoso”. El Parlamento,
en las dinámicas actuales, cada vez más, es el Gobierno el que asume las funciones
esenciales de dirección política. La relación Gobierno-Parlamento es muy fuerte, pero quién
lleva la batuta real es el Gobierno, la dirección política. El parlamentarismo esta
racionalizado, está controlado por el Gobierno.

1.1. Las Cortes Generales como institución representativa de los


Ciudadanos

La idea fundamental es que mientras que en el parlamentarismo antiguo (antes de las


revoluciones liberales) regia una idea que era la del mandato imperativo: los representantes
de los tres estamentos iban a los parlamentos a desarrollar una actividad de pura
representación, pero en un sentido imperativo. Iban con lo que les decían que decir ya
escrito, “con la lista de la compra hecha”. No podían conformar su propio criterio o debatir o
dialogar o entabla una relación en términos de deliberación. Iban a hace una reivindicación
que llevaban ya encargada.
Esta lógica de funcionamiento se va a romper con el discurso de Edmund Burke “Discurso a
sus electores en Bristol”. Este hombre, en los años 60 del siglo XVIII, a través de su
discurso magistral y muy breve, va a plantear algunas ideas de superación del mandato
imperativo a sus electores, a la ciudadanía del distrito de Bristol. El planteamiento va a ser
el siguiente: https://www.almendron.com/tribuna/wp-content/uploads/2020/09/burke-y-la-
conciencia-politica.pdf  aunque claramente hasta ese momento el mandato imperativo
era la normalidad, si le eligen, a pesar de lo quieran los votantes (desarrollar tarea de
representación de sus intereses), él va a hacer de otra manera. Explica que, al ser elegido
por el distrito electoral de Bristol, se convertirá en represéntate de toda la nación inglesa.
Hay interés por encima de cada distrito electoral.

El mandato imperativo es un mandato arcaico, y Edmund va a superar ese planteamiento y


sus ideas de hacer un mando representativo van a propagarse por todo el mundo occidental
y por todos los países que van a atravesar una revolución liberal. La idea era que los
diputad, aunque no puedan desconectar por completo de los intereses de sus electores,
tengan capacidad para formar su propio criterio en el contexto de un debate, de una
deliberación, de un intercambio de argumentos y de razones. El mandato imperativo va a
ser superado históricamente por la noción de mandato representativo.

En el articulo 67.2 de la CE están casi literalmente las palabras de Edmund Burke. Nuestra
Constitución prohíbe el mandato imperativo “Los miembros de las Cortes Generales no estarán
ligados por mandato imperativo.”

Las dos cámaras no son equiparables. Muestra de nuestro bicameralismo imperfecto,


asimétrico, son situaciones claras que lo ejemplificas:
- Situaciones en las cuales solo interviene el Congreso de los Diputados  queda
claro que el Senado no opera, no tienen ningún peso. Ej: la Investidura del
presidente del Gobierno; cuestión de confianza; la convalidación de los decretos-ley;
estados de alarma/excepción/sitio…  situaciones muy importantes.
- Situaciones en las que, aunque participen las dos cámaras claramente hay una
preminencia del Congreso sobre el Senado. Ej: procedimiento legislativo;
autorización de tratados internacionales…

 Solo hay una situación de relevancia constitucional en la cual el Senado tiene


preminencia cobre el Congreso: la aplicación del artículo 155 de la Constitución: “Si
una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le
impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno,
previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido,
con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para
obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del
mencionado interés general.

Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar
instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.

El sistema electoral:

Es España tenemos una pluralidad de sistemas electorales porque los españoles desde que
tienen derecho del sufragio activo y pasivo, pueden intervenir en elecciones. Tenemos
elecciones municipales > autonómicas > generales > Parlamento Europeo. El sistema
parlamentario, la lógica parlamentaria se aplica sobre todas las elecciones.

Tenemos unos sistemas electorales parecidos, pero son diferentes para cada elección. En
esta asignatura solo se estudia el sistema electoral de las elecciones generales, de las
Cortes Generales: del Congreso de los diputados por una parte y del Senado por otra.
Esencialmente, debemos tener en cuenta que la elección al Congreso de los diputados
(cámara que tiene mucha más importancia) que es la mas importante y la que hay que tener
muy clara.

Son dos normas las que utilizamos para dibujar el sistema electoral español al Congreso de
los de los diputados. La primera es la CE que condiciona el resultado final del diseño
electoral. Y, por otra parte, la norma que concreta las grandes directrices constitucionales
es la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General). Es un juego combinado de la
CE y de la LOREG. Sin ese juego de las dos normas, no se puede entender el
funcionamiento del sistema. La CE, lo que dice es que el Congreso de los Diputados esta
integrado por una horquilla entre 300 y 400 diputados  el legislado tendrá que decidir
cuantos diputados habrá. La LOREG, podría haber elegido 300, 400 o cualquier cifra entre
estas dos cifras. En el año 1985, la LOREG va a incluir la cifra de 350 diputados. La CE da
la opción da la opción de aumentar o reducir la cantidad de diputado entre esas dos
magnitudes.

La CE también marca la circunscripción. Nosotros, ciudadanos el Reino de España, no


votamos conjuntamente a las elecciones al Congreso de los Diputados, no se hace una
bolsa común para todo el Estado (circunscripción única). Estamos segmentados en
circunscripciones. La CE dice que la circunscripción es la provincia, y por lo tanto como
tenemos 50 provincias y 2 ciudades autónomas, existen 52 circunscripciones.

La CE también dice que tenemos que hacer una asignación mínima de diputados por cada
circunscripción  tiene que haber una mínima representación por cada circunscripción. Ese
mínimo podría ser de 1, pero la LOREG va a decir que el mínimo es de dos  toda
circunscripción elegirá mínimo a dos diputados. A partir de esto, como elegiremos al resto
de los diputados para llegar a los 350. La CE y la LOREG dicen que el resto de los
diputados se elegirán en proporción a la población.

 DECRETO DE CONVOCATORIA DE LAS ELECCIONES DE 11/2019.

En el decreto de convocatoria de cada elección, se clarifica cuantos diputados se elegirán


en cada provincia. En el decreto de 2019 podemos ver que tenemos todas las provincias
además de Ceuta y Melilla (estas dos últimas tienen un mínimo de 1 y no de 2 cada una).

 Asignación mínima de dos por circunscripción (LOREG) + el resto según el peso


poblacional hasta llegar al máximo.

¿Dentro de cada circunscripción, como hace se hace la repetición de votos por escaños?
 SISTEMA / FORMULA D’HONDT. https://www.youtube.com/watch?v=zEw84gffTwk .

 No es frecuente que las leyes den ejemplo y es muy útil.

En las circunscripciones pequeñas, existe un problema de sobrerrepresentación. Tienen un


privilegio, y al mismo tiempo una desgracia. En una circunscripción pequeña, hablando de la
proporcionalidad, el problema que tienen es que, si tienen dos diputados para elegir, es
imposible que terceros partidos tengan representación. Solo pueden ser representados los
dos partidos las votados. Por lo que los ciudadanos que tienen simpatía por candidatura
como Ciudadanos, Podemos o VOX tienen frustradas sus expectativas por la inercia del
bipartidismo PP/PSOE. Por esto, los partidos terceros no hacen campaña en estas
circunscripciones pequeñas porque saben que jamás sacaran un escaño. Esto genera el
voto útil: como los ciudadanos de las circunscripciones pequeñas piensan que los terceros
partidos nunca sacaran representación, votan al PSOE o al PP. En las circunscripciones
grandes es todo lo contrario, hay muchísima proporcionalidad.  ES UN SISTEMA
MAQUIVALELICO.

Tenemos una segunda variable: el valor del voto  una persona, 1 voto. Las
circunscripciones pequeñas tienen un privilegio. En estas circunscripciones, el valor del
escaño es super barato, al contrario, en las circunscripciones grandes, para conseguir un
escaño necesitamos muchos mas votos. Esto supone que a parte de que hay un
desequilibrio brutal en el valor del voto, las circunscripciones pequeñas esta sobre
representadas porque con menos votos pueden conseguir muchísima mas representación
de la que consiguen otras circunscripciones.

Todo el debato alrededor de si hemos de abrir las listas electorales es un debate


relacionado con lo anterior pero que es diferente, son cuestiones diferentes.

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