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A lo largo de la historia se han desarrollado diversas formas de gobierno, cada una con sus
particularidades. Los regímenes de cada país hacen referencia al modelo de organización de su
poder constitucional. Cada una cuenta con una estructura política e institucional diferente.
Hay dos formas de gobierno: la monarquía y la república que siempre han generado diversidad de
opiniones y que responden a unos modelos políticos opuestos. En este artículo explicamos las
principales diferencias entre ambos sistemas.
Qué es la república
El principal canal de participación ciudadana en la república es el voto. Las elecciones deben ser
libres y el voto, secreto. De esta manera, los ciudadanos pueden ejercer su participación sin
presiones ni condicionamientos.
En la república presidencialista es el pueblo quien elige al presidente o jefe del estado y en las
parlamentarias es el parlamento quien lo elige. En unas y en otras los poderes del presidente son
distintos.
Significado de República
Qué es República:
La República es un sistema organizativo del Estado donde el ejercicio del gobierno recae sobre una
o varias personas, elegidas mediante voto popular o parlamentario, por periodos de tiempo
limitados, para representar los intereses de los ciudadanos. La palabra proviene del latín res
publica, que significa 'la cosa pública', 'lo que es común'.
El sistema republicano nace como expresión alternativa al de tipo monárquico, donde todo el
poder es ejercido por una persona, generalmente el rey, de manera indefinida y hereditaria. Sin
embargo, actualmente existen regímenes de monarquías parlamentarias, como es el caso de
España, donde el rey cumple esencialmente un papel representativo como Jefe de Estado, pero el
resto de los cargos gubernamentales son de elección popular y temporalidad limitada.
En la modernidad, el modelo republicano delinea más claramente el perfil con que lo conocemos
actualmente, con la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, que procura un
equilibrio que asegure la estabilidad del Estado, la libertad, la justicia y la igualdad. En buena
medida, se alimentó de los ideales de la Ilustración, enunciados principalmente por Montesquieu,
Voltaire, Jean-Jacques Rousseau y John Locke.
Las primeras repúblicas modernas en Latinoamérica surgen durante este periodo. Las colonias
españolas inician en el siglo XIX una serie de guerras cuyo objetivo era desvincularse de la corona
española para instaurar nuevos sistemas republicanos. Así nacen Ecuador, Venezuela, Argentina,
Colombia, México, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Panamá y Bolivia.
República centralista
La República de Platón
REPUBLICA
el latín res publica (“cosa pública”), la república es una forma de organización del Estado. En la
república, la máxima autoridad cumple funciones por un tiempo determinado y es elegida por los
ciudadanos, ya sea de manera directa o a través del Parlamento (cuyos integrantes también son
elegidos por la población).
República
Por extensión, se conoce como república al Estado que está organizado de esta manera y a todos
los regimenes no monárquicos. Otro uso del término hace referencia al cuerpo político de la
sociedad y a la causa pública (por ejemplo: “La corrupción de los ministros atenta contra la
república”, “La república no puede soportar el maltrato de sus funcionarios”).
El principal canal de participación ciudadana en la república es el voto. Las elecciones deben ser
libres y el voto, secreto. De esta manera, los ciudadanos pueden ejercer su participación sin
presiones ni condicionamientos.
Cabe destacar que muchos Estados que, a lo largo de la historia, se autodenominaron como
repúblicas, no permitieron la participación de sus ciudadanos en elecciones ni respetaron los
derechos humanos. Este es el caso de Estados totalitarios como China o la antigua Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). También pasa algo similar con las repúblicas islámicas,
que se fundamentan en el Corán y no en la Ilustración (por lo tanto, están basadas en creencias de
fe y religiosas).
Si bien no existe una forma de gobierno que pueda considerarse ideal, es importante que dentro
de las posibilidades sistemáticas que se encuentran a nuestra disposición optemos por una que
contemple los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, para que un país consiga ordenarse y
establecer un gobierno que no fluctúe y que preserve la paz y el normal funcionamiento de los
diversos organismos del territorio, debe pasar antes por innumerables desajustes y dificultades.
RepúblicaComo ocurrió en muchos otros países, en España se necesitaron muchos años para
conseguir un régimen democrático de esta índole; tal es así que se sucedieron dos Repúblicas y
ambas fueron rotas por un Golpe de Estado. Hasta que finalmente se estableció una que aún se
mantiene, pese a los muchos problemas que esto conlleva.
Después durante unos 50 años más se instaló la Monarquía en el territorio peninsular, hasta que
surgió una nueva revolución que daría lugar a la Segunda República Española, el 14 de abril de
1931 que culminaría con un nuevo golpe de Estado, después del cual Francisco Franco instalara la
dictadura y al que le seguirían muchos años de muerte y violencia en España.
Después de tan turbulentos años, de situaciones de extrema miseria y privación de todas las
libertades, y cuando Franco falleció, su sucesor, el rey Juan Carlos I se juró cumplir con lo pactado
en los Principios del Movimiento Nacional y promovió el Referéndum para la Reforma Política que
dio inicio a la Transición Española hasta consolidar más tarde, la democracia parlamentaria.
ESTADO ARISTOCRADA
La acepción de aristocracia usada durante las monarquías del siglo XVIII, XIX y XXI para denominar
a las personas con el poder político y económico de un país, transmutado por derecho hereditario,
siendo sinónimo de nobleza, deriva del afán que los nobles tenían a los estudios durante esa
época.
En los países europeos la nobleza estuvo compuesta por los reyes, príncipes, duques, condes,
barones, o los que traen causa por nobleza marcadamente militar como adelantados, almirantes,
marqueses y emperadores. En tiempos pasados la Antigua Roma tuvo a los patricios como clase
aristocrática y en otros países, como Japón, los nobles del pasado fueron primero los daimyō de
alto rango y más tarde los kazoku, en la India eran los chatrías, etc.
Otros criterios relacionados con la primera acepción sobre política griega, son la plutocracia
(gobierno de los ricos) o la democracia (gobierno del pueblo).
Hoy en día se designan como aristocracia a la nobleza y a las clases altas, por tradición o linaje, en
cualquier sociedad. En un sentido más amplio, el término se usa para hablar de grupos selectos y
excluyentes en diversos ambientes o contextos (por ejemplo, la «aristocracia financiera», la
«aristocracia del saber», incluso la «aristocracia proletaria», por los trabajadores mejor
remunerados).
Índice
1 Etimología
2 Historia
3 Véase también
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
Etimología
Muchos pensadores del mundo antiguo como Platón o Cicerón veían en la república aristocrática
al mejor sistema de gobierno para el hombre. Tal poder sería liderado por una elite intelectual y
basada en sus conocimientos y estudios, separándose así del vulgo y de la masa inculta. A este
sistema se le llama sofocracia.[cita requerida]
La aristocracia en la monarquía
Se trata de una forma de gobierno de un Estado (aunque en muchas ocasiones es definida como
forma de Estado en contraposición a la República) en la que la jefatura del Estado o cargo supremo
es personal, y estrictamente unipersonal (en algunos casos históricos se han dado diarquías,
triunviratos, tetrarquías, y en muchas ocasiones se establecen regencias formales en caso de
minoría o incapacidad o valimientos informales por propia voluntad).
Vitalicia (en algunos casos históricos existieron magistraturas temporales con funciones similares,
como la dictadura romana, y en muchos casos se produce la abdicación voluntaria o el
derrocamiento o destronamiento forzoso, que puede o no ir acompañado del regicidio).
Designada según un orden hereditario (monarquía hereditaria), aunque en algunos casos se elige,
bien por cooptación del propio monarca, bien por un grupo selecto.
La aristocracia en la democracia
Democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto
de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la
cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación
directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia
es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones
sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales. La democracia se define también a
partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón, primero, y
Aristóteles, después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno
«de los mejores» para Platón, «de los menos», para Aristóteles), democracia (gobierno «de la
multitud» para Platón y «de los más», para Aristóteles).
Historia
La aristocracia existía en la Antigua Atenas, con anterioridad al periodo de las guerras persas del
siglo V a. C., y en Esparta, prácticamente durante toda su historia. Lo mismo ocurrió en la Antigua
Roma durante el periodo de la República romana, desde el siglo VI hasta el I a. C. Durante el
periodo Heian (794-1185), Japón era una aristocracia de hecho, con unos cuantos miembros de la
alta nobleza (la mayoría de un solo clan, el Fujiwara) gobernando en nombre de emperadores
títeres.
Platón y Aristóteles emplearon la palabra en su sentido original. Para Platón, «los mejores» eran
los filósofos, buscadores de la verdad y de un claro sistema ético. Aristóteles, distinguió la
aristocracia de la monarquía, gobierno de uno solo, y de la democracia, gobierno del pueblo. En la
teoría aristotélica, los pocos ejercen el poder en beneficio del todo. Cuando no lo hacen así, la
aristocracia se convierte en oligarquía, gobierno de facción. Más allá de su sentido originario, para
griegos y romanos las aristocracias fueron clases sociales bien definidas, que ejercían el poder o se
empeñaban en manejarlo detrás de la escena. En la Roma antigua se dividía a los hombres en
cuatro clases concediéndoles derechos desiguales, era necesario ser rico para las altas
magistraturas.
Durante la Edad Media europea no existió una verdadera aristocracia, puesto que, aunque el
poder político se hallara en manos de unos pocos, cada señor feudal era dueño absoluto de su
propio dominio. En Inglaterra el gobierno vigente desde la subida al trono de la casa de Hannover
en 1714 y a lo largo del siglo XIX, aunque de naturaleza parlamentaria y con mucho menos poder
que antes, era en realidad una aristocracia, pues tanto el rey como el Parlamento eran controlados
por unas pocas familias. Tras el proceso de emancipación de América Latina, en algunos de los
nuevos países surgidos del mismo, se dieron algunas inclinaciones hacia formas de gobierno
aristocrático, que no prosperaron.
Esto significa que desde la Edad Antigua se identifica al término como un estrato social elevado y
minoritario. En la Alta Edad Media, las monarquías no daban lugar al crecimiento de las
aristocracias. En la medida en que se desarrollaron las cortes, los títulos nobiliarios habilitaron a
nuevos aristócratas que influían decisivamente en la política de los reinos. En la práctica,
históricamente casos significativos de aristocracia se dieron en Venecia y Polonia, ya que
generalmente el poder lo ejercieron los reyes o, en la era contemporánea, los representantes del
pueblo.
En el libro del año 1651 Leviatán el filósofo inglés Thomas Hobbes describe una aristocracia como
una comunidad en la que el representante de los ciudadanos es un ensamblaje por parte.
A partir de la Revolución Francesa en 1789, se comienza con la lucha hacia la igualdad de derechos
y la participación política de todos los sectores sociales, comenzando la decadencia de la
aristocracia, como sector político, social y legal privilegiado. Aun así, la aristocracia mantuvo su
élite dominante durante las guerras napoleónicas.
Esta casta suele definirse a sí misma como nobleza o aristocracia, y la pertenencia a ella suele ser
hereditaria, constituyendo así una sociedad de castas como lo fue la sociedad feudal europea
durante el medioevo.
Durante dicha época la aristocracia se compuso de reyes, príncipes, condes y otros ciudadanos con
hidalguía, pertenecientes a familias con abolengo, comúnmente ganado durante guerras o gracias
al matrimonio.
Todo gobierno aristocrático es, en términos prácticos, un gobierno oligárquico, en que unos pocos
deciden por la mayoría y les imponen su visión de la sociedad.
Etimología
La palabra aristocracia se compone de dos vocablos griegos: aristos, que traduce “sobresaliente,
mejor” y kratos, que traduce “poder, gobierno”. Dicho así, sería “el gobierno de los mejores”.
Esto alude al origen del término, empleado por los filósofos griegos de la antigüedad helénica,
Platón y Aristóteles, para referir al gobierno de las élites intelectuales y académicas, cuya sabiduría
y conocimientos los harían los más aptos para conducir a la República.
Se hablaba entonces de una república aristocrática que era la forma de gobierno ideal para la
época.
Definición de nobleza
gobierno aristocrático
Muchos plebeyos llegaron a tener títulos de nobleza por causa del Rey.
El término aristocracia se transformó durante las monarquías europeas de los siglos XVIII y XIX en
sinónimo de nobleza, es decir, de pertenencia a una casta familiar y social de privilegiados
(económica, social y profesionalmente) por larga tradición, descendientes por lo general de los
grandes terratenientes del medioevo, o de familias que obtuvieron un título nobiliario de manos
del Rey durante alguna gesta militar, o por matrimonio con alguna persona noble. La nobleza era
aludida como la “sangre azul” de la sociedad, o a menudo como los “Patricios”, término
proveniente de las épocas del Imperio Romano.
Ejemplos
Algunos ejemplos históricos de gobiernos aristocráticos fueron el Estado de la ciudad de Esparta,
en la Antigua Grecia, cuyas instituciones y reyes (había dos) eran regidos por un concilio de
ancianos o “gerusía”, a los cuales se confiaba la toma de las decisiones más trascendentales.
También lo hubo en ciertas épocas del Imperio Romano, en las que los Patricios, vale decir, la
nobleza militar, ejercía su poder en la selección de los herederos al trono y era capaz de
reemplazar a la fuerza algún gobernante que se les opusiera.
gobierno aristocrático
Esto suele conducir a concilios o consejos de gobierno, que son reuniones periódicas entre los
nobles para tomar las decisiones de rigor o enfrentar alguna situación determinada.
El lugar en este consejo era comúnmente heredado a los descendientes de la nobleza y rara vez
algún plebeyo o ciudadano de a pie ascendía hasta formar parte del mismo.
Estratificación social
Dado que la aristocracia se distingue del resto de las capas sociales a partir de su supuesta
“mejoría”, esto deriva necesariamente en una sociedad de castas o clanes, en la que ciertas
fidelidades familiares se imponen como manejo político por encima de las instituciones del Estado.
Así, el linaje nobiliario se constituye en un valor que distingue a los ciudadanos comunes del
aristócrata, valorando sus orígenes por encima de sus logros o trayectoria en la sociedad.
Riesgos
Los principales riesgos que entraña un gobierno de aristócratas es que al haber realizado ya una
concentración del poder en el consejo nobiliario, alguno de ellos podría tramar los pasos
necesarios para hacerse con todo y convertir la aristocracia en una tiranía.
Esto ha ocurrido numerosas veces en el pasado aristocrático, y tiene que ver con el debilitamiento
de los contrapesos en la sociedad, algo similar a lo que ocurre en ciertas revoluciones, que tras
demoler el estado no pueden erigir sino una nueva monarquía.
La Revolución Francesa
Otro riesgo importante de los gobiernos aristocráticos son las revoluciones populares. Algo
semejante ocurrió en la Francia del absolutismo (s. XVIII) en la cual las masas hambreadas y
sometidas decidieron arrasar con el sistema político monárquico, sostenido también en una vasta
aristocracia, y luego de deponer el orden político y capturar al Rey, los ejecutó en señal del
término del orden feudal y la abolición de la aristocracia.
A pesar de que van muy de la mano, la monarquía y el gobierno aristocrático no son para nada lo
mismo. De hecho, los reyes suelen provenir de una cierta aristocracia histórica o militar, ya que no
suelen ser ciudadanos del vulgo.
Pero una monarquía como tal, que no es otra cosa que el gobierno de un Rey supuestamente
elegido por Dios, concentra en esta figura toda la autoridad del Estado, y no en un consejo
nobiliario.
Hoy en día se emplea el término aristocracia para designar a cualquier forma de ciudadano
privilegiado, cuyos beneficios no provienen del propio esfuerzo sino de la clase social o la familia a
la que pertenece.
Así, se habla de “aristócratas financieros” (a pesar de que realmente son de la alta burguesía) o de
“aristócratas del saber” (para referir a ciertos tecnócratas y académicos).
Fuente: https://www.caracteristicas.co/gobierno-aristocratico/#ixzz6AdE4gQIW
Significado de Aristocracia
Qué es Aristocracia:
Como aristocracia se denomina al sistema en que el poder político es ejercido por una clase
privilegiada, compuesta por los nobles y las clases sociales más altas y pudientes. De allí que la
palabra aristocracia también pueda hacer referencia a la nobleza de una nación o región.
En los países europeos, por ejemplo, la aristocracia está constituida por familias con linaje real
(reyes, príncipes, duques, condes, barones), o que han accedido a ella debido a sus servicios
militares (adelantados, almirantes, marqueses).
En Hispanoamérica, por su parte, predominó la aristocracia criolla, un grupo social descendiente
de los primeros colonos y de las familias terratenientes que administró el poder político de las
naciones nacientes después de las independencias.
En la Antigua Grecia, la aristocracia designaba la forma de gobierno donde el poder político era
ejercido por los mejores, es decir, aquellas personas con mayor capacidad y virtud.
De allí su origen etimológico, que proviene del griego ἀριστοκρατία (aristocratía), vocablo que se
compone por las raíces ἄριστος (áristos), que significa ‘los mejores’, y κράτος (crátos), que traduce
‘poder’, ‘gobierno’.
Para filósofos como Platón y Aristóteles, la aristocracia, entendida en su sentido original, era la
forma de gobierno idóneo, pues serían los ciudadanos más notables en razón de sus condiciones
morales e intelectuales quienes tendrían a su cargo la administración política del Estado para
atender los intereses de sus gobernados.
La aristocracia era, pues, una manera de combatir los excesos de la tiranía y las injusticias de la
oligarquía.
Aristocracia, por otro lado, también puede emplearse para designar al grupo de personas cuyos
méritos o excelencia las hacen sobresalir en sus respectivas áreas: la aristocracia mercantil, la
aristocracia académica.
Aristocracia y oligarquía
Entendido en su sentido clásico, la aristocracia es un sistema de político ideal, donde son los
ciudadanos más preparados y de más apreciadas virtudes morales quienes ejercen el poder
político de una manera ética, apegada a las leyes y en atención a las necesidades e intereses de las
personas, sin distinciones de clases, raza, sexo o religión.
El problema con el modelo aristocrático es que, al reservar el acceso al poder para un grupo
selecto de ciudadanos, y estos a su vez para sus descendientes, tiende monopolizar el poder en
función de los intereses de las clases dominantes, segregando a la mayoría de la población, todo lo
cual deviene en un sistema político que se ha dado en llamar oligarquía, donde el grupo que
ostenta el poder político gobierna únicamente para los grupos que tienen el poder económico.
Definición de Aristocracia
aristocraciaEl concepto de aristocracia puede tener dos acepciones básicas, relacionadas entre sí
pero a la vez diferenciables una de la otra. En el sentido político, el término aristocracia hace
referencia a un tipo de gobierno en el cual sólo tienen acceso al poder los individuos considerados
superiores o mejores dentro de una sociedad. Si se lo entiende en el sentido social, la aristocracia
es uno de los grupos sociales de mayor importancia y permanencia a lo largo de la historia,
entrando recién en clara decadencia en el siglo XIX de nuestra era.
En cuanto a su sentido social, la aristocracia es definida como uno de los grupos sociales más
importantes dentro de una sociedad o comunidad específica. Si bien el poder aristocrático entró
en decadencia a partir de la Revolución Francesa hasta casi llegar a desaparecer en la actualidad,
este grupo social estuvo siempre presente en gran parte de las civilizaciones humanas. Sus
características principales eran contar con el acceso al poder político y económico, al saber y al
conocimiento cultural, a los medios de producción y a la toma de decisiones. La aristocracia
siempre se componía de un escaso número de individuos en el conjunto total de la comunidad,
individuos que ejercían gran influencia sobre los gobiernos (si no formaban parte de él) y que se
ubicaban entre los más ricos y acaudalados.
Semiconstitucional
Existen las monarquías semiconstitucionales, donde también existe una constitución. Pero a
diferencia de la monarquía constitucional, en esta el monarca tiene atribuciones sobre la
constitución. Un ejemplo de este tipo de monarquía es Mónaco, Bahrein y Marruecos.
República
Una República es básicamente una no-monarquía. Esto significa que en este tipo de Estado el
poder ya no es un elemento privado que pertenece a una familia sino que se hace pública.
Aristocracia
Aunque la aristocracia puede estar constituida por familias con linaje real, se diferencia del
régimen monárquico porque el poder no está concentrado en una sola persona sino en un grupo.