El sistema presidencialista es la forma de gobierno en el que
el poder ejecutivo tiene prioridad sobre los demás poderes del estado. En este sistema el presidente es el jefe del Estado y el jefe del Gobierno. Este es elegido por elecciones directas y no por el Parlamento o el Congreso, y en el recae el Poder Ejecutivo. En este tipo de régimen político característicos de los Estados democráticos contemporáneos, junto con el sistema parlamentario. Diversos observadores y estudiosos en la materia coinciden en que los principales elementos distintivos del sistema presidencial puro son:
1) que el Jefe de Estado (Presidente) es elegido popularmente.
2) que éste no puede ser despedido del cargo por una votación del parlamento o el Congreso durante su periodo de gestión pre- establecido.
3) que el Presidente encabeza o dirige de algún modo el gobierno que
designa.
Es importante señalar que la manifestación del sistema
presidencial en diversos países varía según su propia historia institucional; no obstante, se pueden describir otros elementos que en lo general son comunes en sus diferentes manifestaciones en el orbe:
1) el Poder Ejecutivo es unitario y está depositado en un Presidente
que es, al mismo tiempo, jefe de Estado y jefe de gobierno.
2) ni el Presidente ni los secretarios de Estado, como regla general,
pueden ser miembros del Congreso.
3) el Presidente puede estar afiliado a un partido político diferente
al de la mayoría del Congreso.
4) los periodos del Ejecutivo y del Legislativo son fijos, y la
existencia de estos poderes es independiente de la voluntad política del otro, por lo que la división de poderes es inherente. Ventajas
- Separación de los poderes
-Elección directa e independiente del órgano Legislativo y del
Presidente
-Periodos electorales fijos, que produce estabilidad.
-Poder legislativo más independiente a la hora de actuar.
Desventajas
-Posibilidad de abuso de poder
-Dificultad de toma de decisiones en casa de contradicción entre los
órganos
-Poca capacidad de respuesta ante una crisis, debido a que el Poder
Legislativo no puede cambiar el Poder Ejecutivo.
-Tendencia a Bipartidismo, que excluye las minorías políticas.
Sistema Semipresidencial
El Régimen semipresidencial, es un sistema de gobierno adscrito
al estado democrático de derecho. Se caracteriza por un poder compartido entre el presidente (o jefe de Estado) y el primer ministro, designado por el Parlamento. Su estructura de poder es dual o mixta, compuesta por aspectos del Presidencialismo y del Parlamentarismo (los otros dos sistemas democráticos de gobierno), ya que la supervisión mutua de poderes Ejecutivo y Legislativo, permite el control del gobierno y de la administración pública.
En el semipresidencialismo, el presidente de la República o jefe de
Estado es electo mediante voto popular y es independiente del Parlamento, pero no puede gobernar solo. El jefe de Gobierno o primer ministro y su gabinete son independientes, ya que dependen del Parlamento.
La principal debilidad del sistema semipresidencial es la facilidad
de tener una mayoría dividida que lleva al conflicto y estancamiento y encuentra como su única solución el “cambio de cabeza”. Sistema Monárquico
El régimen monárquico es un régimen político en el cual la
voluntad de los habitantes es depositada en una corona, la cual es responsable de garantizar la convivencia, la democracia, la estabilidad y las libertades de sus ciudadanos. Este modelo se ha implantado en distintos países europeos y asiáticos a lo largo de su historia política.
La monarquía sorprende a muchos analistas políticos al subsistir en
medio del contexto sociopolítico actual, aunque se entiende que el predominio de este régimen a lo largo de Europa, en países como Inglaterra o España), se debe a la confianza que el pueblo deposita en la figura de un rey o una reina. Para los ingleses, que es el pueblo que con más firmeza representa la tradición de la institución monárquica, la función de la corona es "aconsejar, animar o proteger, y consultar para estar informada". Con estas palabras se quiere expresar el sentimiento del pueblo hacía la corona, y cómo esta debe controlar las instituciones políticas, ayudar a sus habitantes y, sobre todo, consultar sus necesidades y sus interrogantes.