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Causas justificativas
Causas justificativas
Llamadas también Eximentes o Causas de Exclusión del Injusto.
Las causas justificativas que permiten declarar conforme al Derecho actos que se adecuan
a la descripción contenida en los tipos legales, son casos excepcionales en los cuales la
norma no puede ser respetada. El orden jurídico permite entonces su violación y admite, en
consecuencia, la lesión del bien jurídico protegido
Causas de justificación: Son las que excluyen la antijuridicidad de la conducta penalmente
típica y hacen que el hecho de apariencia delictiva sea legítimo por haber sido ejecutado
con apego a derecho.
Son causas de justificación:
a- La legítima defensa.
b- El estado de necesidad.
c- El ejercicio de un derecho o cumplimiento de un deber.
d- La omisión por causa legítima.
El Estado De Necesidad Justificado
Concepto
El Estado de necesidad es una situación de peligro grave, actual o inminente y no causada o
al menos no causada dolosamente por el agente, para un bien jurídico, que solo puede
salvarse mediante el sacrificio de un bien ajeno
Causa eximente de responsabilidad criminal por la que una persona para proteger un bien
jurídico y evitar un mal propio o ajeno que suponga peligro actual, inminente, grave,
injusto, ilegítimo, e inevitable de otra forma legítima, menoscaba otro bien jurídico cuyo
daño no puede ser mayor al que intenta evitar, siempre y cuando el mal que intenta evitar
no haya sido provocado intencionadamente por el propio sujeto y éste no tenga obligación
de sacrificarse por razón de su oficio o cargo. Ej.: agente de policía que golpea a un
detenido que se encuentra esposado para evitar que se autolesione
Historia
Desde la más remota antigüedad ha sido consagrada en una forma esbozada esta eximente
de responsabilidad penal. Ya en el derecho Israelí se contemplaba un caso de estado de
necesidad: sostuvieron los Rabinos (sacerdotes israelíes) que si dos personas se perdían en
el desierto y tenían solo una botella de agua que era suficiente únicamente para saciar la sed
y salvar la vida de una sola de estas personas, estaba justificado el que alguna de esas
personas sacrificase la vida de la otra, para apoderarse de la botella de agua que significaba
salvación.
También en Roma se admitió el estado de necesidad justificado como eximente de
responsabilidad penal; según algunos autores, porque no existía dolo, y por tanto para ellos
el estado de necesidad es lo que llamaríamos hoy una causa de inculpabilidad; y otros, con
mayor propiedad, afirmaron que, en realidad el acto realizado en estado de necesidad es un
estado intrínseca y absolutamente justificado, ósea, lo que actualmente llamaríamos una
causa de justificación.
Pero se admitió el estado de necesidad cuando se satisficieren en el caso concreto algunos
requisitos; por ejemplo, fundamentalmente que existiese una cierta proporción entre el bien
jurídico sacrificarlo y el bien jurídico salvado, en el sentido de que el bien jurídico salvado
debía ser más importante que el bien jurídico sacrificado para salvar el primero; Se exigía
también, que la persona que invocaba esta eximente de responsabilidad penal no hubiese
provocado por sí misma la situación de peligro grave, actual o inminente. Satisfechos estos
requisitos y otros mas el derecho romano consideraba exenta de responsabilidad penal a la
persona que obraba para salvar su vida, aun a costa del sacrificio de una vida ajena.
También los germanos admitían esta eximente de responsabilidad penal; sentaron el
principio general en el derecho germánico según el cual la necesidad no tiene ley y, además
consagraron específicamente algunas hipótesis de estado de necesidad referidas a los
caminantes, a los viajeros, una muy curiosa referida a las mujeres embarazadas y otra,
finalmente relativa a los miserables. Entonces en la antigüedad debido a esta creencia se
consideraba absolutamente justificado el acto: el de la mujer embarazada que tomaba una
cosa ajena para satisfacer un antojo irresistible, e igual se consideraba con respecto al
marido.
En lo referente a miserables también contemplaba el derecho germánico un caso de
necesidad que era el llamado hurto famélico; sé consideraba justificado el acto de la
persona que tomaba, que se apoderaba, de aquellos alimentos ajenos absolutamente
indispensables para evitar morir de hambre.
También en el derecho canónico se refiere al estado de necesidad y específicamente al
hurto necesario (hurto famélico) al cual consideraba como un acto absolutamente
justificado, siempre que se satisficieran las condiciones siguientes. En primer lugar, era
menester que existiese una verdadera y propia necesidad; en segundo lugar, era preciso que
la persona que invocaba esta eximente no hubiese creado o al menos no voluntariamente la
situación de necesidad de la cual salía posteriormente mediante el sacrificio de un bien
jurídico ajeno (en este caso apoderándose de alimentos pertenecientes a otra persona); en
tercer lugar, era menester que no hubiese otro medio distinto de salvación, que fuese
absolutamente necesario apoderarse de alimentos ajenos para evitar morir de hambre; en
cuarto lugar, era indispensable que el apoderamiento se limitase a lo esencial, o sea, a
aquellos alimentos estrictamente esenciales para evitar morir, ; En quinto lugar, era preciso
que el dueño de esos alimentos no se encontrase en la misma situación de la persona que se
apoderaba de ellos; en sexto lugar, se establecía que si la persona que se apoderaba de los
alimentos ajenos mejoraba de situación económica tenia la obligación de resarcir de reparar
posteriormente el daño ocasionado al dueño de tales alimentos. Satisfechas tales
condiciones estaba penalmente justificado el hurto famélico y los canonistas consideraban
que la persona que lo había realizado estaba exenta de responsabilidad penal.
Los canonistas, además también se referían al suicidio cometido para salvar la castidad, y
en este sentido lo consideraban penalmente justificado.
Actualmente el estado de necesidad se consagra como eximente de responsabilidad penal
en la mayoría de los códigos penales vigentes se dice en la mayoría y no en la totalidad
porque infortunadamente en esta materia hay excepciones tan destacadas como las
señaladas por el código penal francés que, aunque parezca mentira no consagra
expresamente como eximente de responsabilidad penal el estado de necesidad lo cual ha
llevado a los juristas, a los jueces a tener que realizar verdaderos malabarismos jurídicos
para eximir de responsabilidad penal a personas que han obrado en estado de necesidad y
que en Venezuela estarían amparadas por la norma consagrada en el ordinal 4to del Art. 65
del código penal venezolano vigente. .
pero como en el código penal francés no se consagraba como no se consagra todavía esta
eximente de responsabilidad penal y como por otra parte había sido paladinamente injusto
condenar a esa mujer el juez tuvo que invocar la coacción psicológica derivada del hambre
para así eximir de responsabilidad penal a la mujer.
Fundamentación doctrinal
En cuanto a su fundamento, y transcendiendo el estado de necesidad del ámbito puramente
penal, no es de extrañar que se hayan formulado numerosas teorías. Así las que hablan de
decaimiento de la Ley Positiva ante la Natural, la que la basan en el instinto de
conservación etc.
El Derecho moderno sigue la Teoría Objetiva de la Colisión de Bienes o Derechos de
BERNER que permite asentar jurídicamente, de modo correcto, el estado de necesidad. Así,
y siguiendo el principio del interés preponderante, en que se basa esta eximente, se afirma
que, cuando exista colisión entre bienes o derechos desiguales el Estado debe proteger el
derecho superior o más valioso; por tanto, el que sacrifica un derecho inferior para salvar
otro de mayor importancia, no será castigado. Si los derechos en conflicto son iguales no
puede hablarse de justificación, sino sólo de inculpabilidad ya que lo que fundamenta aquí
la irresponsabilidad del agente es la inexigibilidad de conducta distinta. Así, existen dos
clases de estado de necesidad:
a) Estado de Necesidad Justificante. Se produce cuando están en conflicto bienes
desiguales.
b) Estado de Necesidad Exculpante. Se produce cuando entran en conflicto bienes de igual
valor.
Para que la defensa sea legítima requiere el Código venezolano, que quien pretende haber
obrado en defensa propia no haya provocado suficientemente la agresión. De acuerdo con
esta exigencia, se impone que el sujeto que la alega no haya sido la causa proporcionada de
la agresión, que no la haya incitado o provocado, en forma suficiente o adecuada, la
agresión. Si el sujeto ha provocado la agresión, pero no suficientemente, subsiste la
posibilidad de la legítima defensa.
1.- Agresión ilegítima por parte del que resulta ofendido por el hecho.
2.- Necesidad del medio empleado para impedirla o repelerla.
3.- Falta de provocación suficiente de parte del que pretende haber obrado en defensa
propia
Los supuestos en los que el sujeto reacciona o sigue reaccionando una vez que la agresión
ilegítima ha cesado se conocen con el nombre de exceso extensivo en la legítima defensa
Es evidente que no hay que esperar a que la agresión se haya iniciado. No sólo se puede
reaccionar en legítima defensa frente a la agresión actual, sino también frente a la agresión
inminente, lo que se deduce de la expresión “para impedir o repeler”. De esta manera, suele
afirmare la posibilidad de actuar en legítima defensa cuando el aplazar la reacción conlleve
el riesgo de que la posterior defensa sea insegura o ineficaz.
Para afirmar que se ha producido una agresión ilegítima, ésta tiene que tener su origen en
una conducta humana; y pueden consistir tanto en acciones como en omisiones, que además
se califica como activa: dar un puñetazo en la mejilla.
Por necesidad racional suele entenderse la exigencia de que, entre todos los medios
eficaces de los que disponga el sujeto para impedir o repeler la agresión, utilice en menos
dañino. Esta necesidad racional se valora desde una perspectiva ex ante.
La necesidad racional del medio empleado se dice que es un requisito no esencial, pues no
afecta al presupuesto de la legítima defensa: la agresión ilegitima, que concurre. En estos
casos se suele hablar de exceso intensivo en la legítima defensa y conlleva la aplicación de
la eximente incompleta
Las únicas dificultades que en la práctica de esta disposición legal podrá presentarse,
consistiría en determinar en cada caso, cuando la causa que motiva la inacción es legítima o
justa, cuándo es insuperable o incapaz de ser vencida por el esfuerzo del que incurre en la
omisión”.
Puede citarse como causa legítima, el caso del Juez que deja de asistir a la práctica de
ciertas diligencias sumariales por estar ocupado en otras de igual o mayor importancia.
Acerca de la naturaleza de esta causa de exención la omisión por causa legítima es de
justificación, pero en cambio, la omisión por causa insuperable debe considerarse como una
hipótesis de ausencia de acto
Las causas supralegales de justificación
A los eximentes de responsabilidad no expresamente destacadas en la ley se le llama
¨supralegales¨: no es acertada esta denominación porque solo puede operar si se desprenden
del ordenamiento positivo; más la doctrina designa así a las causas impeditivas de la
aparición del factor indispensable para configuración del delito y que la ley no enuncie en
forma específica. Aludir al supralegalidad produce la impresión de algo por encima de las
disposiciones positivas, cuando en realidad esas eximentes derivan de la propia ley.
Hay autores que consideran que además de las causas legales de justificación, existen otras
supra legales, es decir, que están por encima de la ley.
Las causas supralegales de justificación, que incluirían todos aquellos casos de ausencia de
“antijuridicidad material”. Dichas causas de justificación son reconocidas por la mayor
parte de la doctrina, principalmente por el hecho de que las mismas no deben limitarse a un
número tasado de situaciones reconocido por el Derecho. Así, las causas supralegales
suelen ser entendidas como la justificación de una conducta apoyada en normas jurídicas no
penales; no obstante, en ocasiones se considera que las mismas se contemplan como la
justificación de la conducta fundada en la ausencia de desvaloración social (como sucede
en los supuestos de adecuación social de la conducta).
Tema 17 el cuarto elemento del delito.
La imputabilidad
Definición de Imputabilidad: La imputabilidad es un término jurídico, el cual se define
como la capacidad que posee una persona para comprender las consecuencias que
traerá consigo la realización voluntaria de un acto ilícito, y como tal debe ser
responsable y responder por el hecho cometido. Con la valoración psicológica y/o
psiquiátrica que se le realiza a la persona implicada en algún acto ilícito, se puede
determinar si el sujeto presenta alguna condición específica, la cual el juez tomará en
cuenta para clasificarlo como inimputable o darle la disminución de su imputabilidad y en
caso de que en la valoración no se evidencie ninguna alteración clasificarlo como
imputable.
Causas De Inimputabilidad
Un sujeto puede dejar de ser imputable por las llamadas “causas de inimputabilidad”. Las
causas de inimputabilidad son aquellas situaciones que, aunque la conducta es antijurídica,
hacen que no sea posible declarar responsable del acto realizado al sujeto. Éstas son:
La Enajenación: incluye a la enfermedad mental no transitoria y a las oligofrenias
profundas. Las principales alteraciones mentales que se han planteado en el Derecho Penal
como supuestos de inimputabilidad son: la psicosis, la oligofrenia, la psicopatía y la
neurosis. Sin embargo, existe una discusión en torno a las psicopatías ya que no se aprecian
como causas de inculpabilidad debido a que es un problema afectivo más que de la
inteligencia o de la voluntad. Por ello, se merece un tratamiento penal ordinario o, en
algunos casos, con una atenuación de la pena.
Concepto, clásico: libre albedrío
Para la Escuela Clásica El fundamento de imputabilidad es la responsabilidad moral
la Escuela Clásica se basó en postulados como la igualdad, el libre albedrío, entidad
del delito, imputabilidad moral y el método deductivo, es decir, el hombre nació libre e
igual en sus derechos, puede escoger entre realizar actos que conllevará
consecuencias positivas o negativas, de forma que, si el hombre está consciente de estas
consecuencias, tendrá la capacidad de afrontar y responder de acuerdo con lo realizado; lo
cual es el fin último de esta corriente
Dentro de la categoría de
personas imputables, suelen
presentarse
situaciones, en el momento de
la realización del hecho
delictivo, que indican
una disminución de su
capacidad de comprensión
o de determinación,
disminución que a pesar
de ser significativa, no
tiene la capacidad de
Dentro de la categoría de personas imputables, suelen presentarse situaciones, en el
momento de la realización del hecho delictivo, que indican una disminución de su
capacidad de comprensión o de determinación, disminución que a pesar de ser
significativa, no tiene la capacidad de impedirle al sujeto tener conciencia de
su ilicitud o la capacidad de determinarse de acuerdo con esa conciencia, razón por la
cual sigue siendo imputable, sigue teniendo capacidad de actuar con culpabilidad y, es por
lo mismo, acreedor al juicio de reproche que tal actuar implica; en cuanto ha realizado un
comportamiento típico, antijurídico y culpable, por lo cual merece una pena como
sanción.