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RELACIÓN SOCIEDAD MEDIO AMBIENTE.

En la relación entre sociedad y medio ambiente, se originan conflictos por la concurrencia


de múltiples causas y factores biológicos, físicos, climáticos, económicos, culturales,
legales, y mediáticos entre otros. Muchos conflictos socio-ambientales se generan a partir
de la coexistencia de una amplia gama de evaluaciones distintas acerca de las
probabilidades de ocurrencia de ciertos riesgos, peligros o consecuencias. También es
posible que se genere el conflicto por la ausencia absoluta de estimaciones. Pero en la
medida que evaluaciones o estimaciones sobre impactos medio ambientales nacen por
más especializadas que estén de una distinta posición ante el medio ambiente, puede
decirse que el problema radica en el enfrentamiento de diferentes apreciaciones o puntos
de vista de los actores involucrados en una situación específica relacionada con este tipo
de problemas.

La forma de entender la relación sociedad medio ambiente como un juego de fuerzas en


el que la naturaleza está para servir a la sociedad, proviene de un largo proceso de
construcción social y como resultado de un enfrentamiento en un mundo regido por la fé,
y un mundo moderno naciente regido por la razón del hombre. Pero todos sabemos que la
noción misma de sociedad ha cambiado a través de los tiempos; igual ha pasado con la
noción de naturaleza

La relación entre sociedad y medio ambiente es parte del catálogo moderno de


motivaciones cuyo reflejo se rompe en múltiples formas innovadoras de preocupación de
los ciudadanos por el tratamiento público de asuntos y problemas relacionados con la
naturaleza dentro y fuera de las poblaciones

Hoy día y luego de mucho tiempo transcurrido, la sociedad ha tomado un poco más de
conciencia al respecto y los errores de antes ya son la base para optimizar la práctica y
lograr el mejoramiento de las áreas que mencionamos. Es necesario que se entienda la
aplicación de una educación continua que permita que los grupos organizados aprendan a
reconocer la relación entre salud y medio ambiente como precondición para un estado de
salud y bienestar.
Así podrán ser capaces de identificar y priorizar soluciones de saneamiento esenciales
para alcanzar mejores niveles de vida que es el reclamo constante al que se le hace a las
entidades gubernamentales.
Para lograr el objetivo de un desarrollo en el cual el medio ambiente sea sano, para
obtener una buena salud y por ende motorizar un desarrollo sostenible, es necesario la
participación consiente e integral de toda la sociedad. Y es que mientras un sector hace lo
propio, otro margina y deteriora los recursos naturales provocando pérdidas, en ocasiones
irreparables y el ciclo vicioso de sub desarrollo nunca podrá ser superado.
Antes el humano tomaba lo que le ofrecía la naturaleza de forma natural, tomando frutos,
caza y pesca, y se permitía la cadena alimentaria de manera ideal, se hacían las cosas
como la naturaleza lo dictaba, pero en la actualidad somos demasiados seres
humanos, estamos sobre poblando al mundo y con ello, agotando los recursos
que nos ofrece la naturaleza.
Entonces el ser humano comienza a buscar soluciones egoístas que llenen sus
necesidades, sin importar nada, y así nos volvemos una especie depredadora, que no
importa qué se tenga que terminar, matar, extinguir, solventa sus necesidades y
abusa de ellas, caímos en el abuso.

REDESCUBRIMIENTO DE LA NATURALEZA.

Existe la visión de que se debe respetar a la naturaleza por sobre todas las cosas, y la otra
visión de que la naturaleza está para servir al hombre y cubrir todas sus necesidades. Aquí
estamos en un punto donde el humano solamente piensa en la ganancia inmediata, no en
los efectos a largo plazo donde nos estamos terminando el planeta, los animales, los
recursos.
De aquí comienzan a cobrar fuerza los métodos anticonceptivos, ya que es importante no
sobre poblar el planeta.
Comienza a conocerse el concepto de contaminación, y donde se expone que es peligroso,
ya que se acaban los recursos, se mata a los animales, y comienza con peligros de
manera fuerte. Es necesario que todos ayudemos a que se cuide el planeta,
a no contaminar, a cuidar los recursos, a evitar el descongelamiento de los polos, a evitar
el agotamiento de los recursos.

La Ecología como tal es una ciencia nueva, pero más reciente aún es su trascendencia
social. Hasta la década de los años setenta la ecología fue una preocupación casi
exclusiva de los biólogos, pero a finales de esa década, la ecología ganó la calle y se
transformó.
Comienza a haber más enfermedades, donde se dan cuenta que el aire es lo que los
enferma y buscan la raíz de la contaminación del aire, y se dan cuenta que es por la
contaminación.
La problemática del deterioro ambiental pone de relieve ciertas cuestiones
impostergables. Entre ellas:
1. Es que se trata de un asunto global que merece soluciones inmediatas ante un inminente
peligro.
2. El despilfarro de los recursos naturales ha sido y es obra de un estilo de desarrollo
extendido en todo el mundo, donde se ha privilegiado este sobre el medio ambiente.
Además, que los costos de este deterioro deben ser asumidos por los que más contaminan
y que son los que han dado pie al subdesarrollo.
3. es el Estado el que gesta las políticas ambientales, la sociedad civil tiene el derecho y el
deber de participar de manera activa en las decisiones que se tomen.
- es necesario cuidar el planeta
- es necesario regular el uso de suelo y proponer construcciones verdes
- es necesario crear proyectos de desarrollo, donde se use menos el coche y más el
transporte público.
- los empresarios y ecologistas pueden trabajar en conjunto.
- es necesario un desarrollo sustentable a nivel mundial.
DESAFÍOS
1. Establecer mecanismos participativos e inclusivos de gestión de los recursos
hídricos.
2. mantener la Biodiversidad evitando las extinciones de la fauna y la flora.
3. Las regiones deben dotarse de mayor capacidad de predicción a fin de pronosticar y
prever los peligros relacionados con el clima y el potencial impacto del cambio climático,
hacer preparativos a ese respecto y adoptar mecanismos de respuesta.
4. Mejorar la información para la toma de decisiones ambientales
5. Buscar la conservación de la Energía renovable.
Creo que es un tema que no se ha tocado de manera adecuada, y que, al parecer, nos vale,
no nos damos cuenta de lo delicado que es, de lo urgente que es hacer algo al respecto,
nos vamos a extinguir si seguimos con este ritmo de vida tan abusivo con respecto a la
naturaleza, a los recursos, al aire, al oxígeno.

EL ORDEN JURÍDICO Y EL REDESCUBRIMIENTO DE LA NATURALEZA:


LOS NUEVOS DERECHOS
1. El derecho tradicional y la naturaleza
A partir de la Constitución de 1961 se inauguró una nueva visión jurídica del medio
ambiente. Desde su preámbulo definió, en forma programática y general, los principios
que orientaban la política de promoción del bienestar general, la seguridad social y el
fomento de su desarrollo económico al servicio del hombre, y estableció la política de
conservación de los recursos naturales del Estado, lo que representa un precedente clave
del actual ordenamiento jurídico ambiental nacional.
La interpretación ambiental de algunos de los preceptos de la Constitución de 1961
posibilitó, sin duda alguna, el advenimiento del Derecho Ambiental nacional; entre ellos,
los relativos a los derechos del hombre contentivos de la regla del numerus apertus, y los
referidos a los principios conservacionistas o ambientales. En todo caso, la interpretación
de esta Constitución en claves ambientales tuvo como telón de fondo.
Aparte de la normativa histórica y los precedentes constitucionales descritos, están
también algunas leyes pioneras de la actual legislación ambiental venezolana. Es el caso
de la Ley de Bosques, Suelos y Aguas de 1910; la Ley de Abonos, Insecticidas y
Fungicidas para el Uso Agrícola y Pecuario y de Alimentos Concentrados de 1936; la Ley
sobre Defensa Sanitaria y Vegetal de 1941 y la Ley de Pesca de 1944.
En Venezuela, el interés por el medio ambiente, durante la segunda mitad del siglo XX,
surgió muy ligado al programa de Reforma Agraria. En efecto, antes de promulgarse la
Ley Orgánica del Ambiente (1976), la materia ambiental era regulada por la Ley de
Reforma Agraria de 1960. Posteriormente, se incorporaron otros instrumentos jurídicos
afines, como la Ley de Abonos y demás Agentes Susceptibles de Operar una Acción
Beneficiosa en Plantas, Animales, Suelos o Aguas de 1964; la Ley Forestal de Suelos y
Aguas de 1966 y la Ley de Protección de la Fauna Silvestre de 1970, entre otras.
En esta legislación, como se observa, la conservación de los recursos naturales –núcleo
central del actual Derecho Ambiental– estaba regulada por normas del Derecho Agrario.
Casanova (1985) afirmaba que las normas ambientales deberían prevenir los efectos
contaminantes de las actividades industriales y de la vida urbana; mientras que las
agrarias regularían todo lo relacionado con la protección de la naturaleza y los recursos
naturales.
Desde esta perspectiva, el Derecho Agrario era un derecho integrador, que reunía en sus
disposiciones al Derecho Forestal, Derecho de Caza y Derecho de Pesca. El Derecho
Agrario aún es concebido como el derecho, tanto de los recursos naturales como de la
actividad agraria.
En todo caso, el Derecho Ambiental ha sido el resultado de la imperiosa necesidad de
profundizar en la defensa de los recursos naturales renovables o bienes ambientales. En
Venezuela comenzó a construirse a partir de la interpretación ambiental de la
Constitución de 1961, en cuya vigencia se promulgó la Ley Orgánica del Ambiente de
1976, y la Ley Penal del Ambiente de 1992; así como se creó el Ministerio del Ambiente
y de los Recursos Naturales Renovables (1977).
En este contexto, emergió el Derecho Ambiental venezolano, cuya referencia temporal la
representa la exigencia de la evaluación de impacto ambiental (1976) y el reconocimiento
del derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado, tanto por vía jurisprudencial:
Sentencia del Juzgado Agrario del Estado Mérida (30/05/1989) amparando el derecho a la
salud de las comunidades próximas a la Subcuenca del río Mucujún del Estado Mérida,
como por vía legislativa: Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente de
1998, la cual estableció que todos los niños y adolescentes tienen derecho a un ambiente
sano y ecológicamente equilibrado (artículo 31 LOPNNA).
2. El Derecho Ambiental: perspectivas
Actualmente, casi todas las Constituciones, explícita o implícitamente, tienen prevista una
fórmula que valora y protege el medio ambiente. Este es el caso de la experiencia
portuguesa, española, francesa, brasileña, colombiana y la venezolana. El Estado
constitucional reconoció el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y
estableció sus mecanismos de tutela efectiva; exigió estudios de impacto ambiental y
estableció el principio del desarrollo sustentable. En síntesis, el Estado Social de Derecho
y su proyección en términos de política de bienestar, tiende a incorporar criterios de
racionalidad, en la medida de lo posible, al desarrollo económico.
Desde esta perspectiva, el principio del desarrollo sostenible aporta los criterios de
racionalidad y proporcionalidad, que modulan la gestión del Estado y la participación del
ciudadano. En efecto, el interés ambiental amplía el marco clásico de las políticas de
bienestar, incorporando vitalidad y fuerza renovadora a todo el sistema jurídico, cuya
tendencia es estructurar un Estado Social ambientalmente bien orientado. Hacia allá
apuntan las nuevas tendencias del Derecho en el siglo del medio ambiente.
El actual Estado Social venezolano, a partir de la Constitución de 1999, reconoció
formalmente el derecho al medio ambiente adecuado como un derecho sustantivo,
colectivo y con incidencia en la esfera individual del ciudadano: un derecho
intergeneracional, comprometido con el derecho a la salud y con la calidad de vida de las
personas. En consecuencia, toda persona tiene derecho de acceso a la jurisdicción para
hacer valer sus derechos e intereses, tanto individuales como colectivos (artículo 26
Constitución República Bolivariana de Venezuela).
Aunque el interés ambiental incorpora un denso contenido al actual Estado Social, entraña
una naturaleza distinta a la de otros derechos e intereses también constitucionales, que
podrían promover situaciones tensas o conflictivas entre los distintos objetivos del Estado.
Esto significa que el control regulativo del medio ambiente se mueve intentando preservar
el a menudo frágil equilibrio entre los intereses de la actividad económica, por un lado, y
del bienestar público, por el otro. Este dilema regulativo plantea el hasta dónde es
justificable la imposición de restricciones económicas por reglas legales. Finalmente, el
conflicto de intereses constitucionales será resuelto a la luz de la política de bienestar del
Estado Social de Derecho.
En Venezuela, el artículo el derecho venezolano en el siglo del medio ambiente 127
Constitución República Bolivariana de Venezuela (CRBV) amplía el contenido del
Estado Social, cuya dimensión ambiental modula sus objetivos tanto económicos como
sociales. En este contexto se desarrolla el actual Derecho Ambiental venezolano, cuya
tendencia es girar en torno al derecho humano al medio ambiente adecuado (Mejías,
2009). El Derecho Ambiental en Venezuela se construye a partir del derecho a disfrutar
de un medio ambiente adecuado (artículo 127 CRBV), cuyo contenido comprende
también la valoración de la diversidad ecológica, los recursos genéticos, los procesos
ecológicos, los parques nacionales y los monumentos naturales.

EL MEDIO AMBIENTE: MITO Y REALIDAD.

Existen mitos y realidades sobre la contaminación que merece la pena analizar.

Empezando, sin duda, por si el cambio climático existe. Según muchos, es un fenómeno
que no existe y que su base es infundada. Sin embargo, Naciones Unidas creó un cuerpo
especializado conocido como el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, y
lleva más de 25 años investigando sobre este fenómeno.
Además, existen casos y datos concretos que avalan la existencia de este proceso, además
de hechos en las noticias como el deshielo de zonas clave como Groenlandia, lo que cada
año hace que suba el nivel del mar, siendo este año uno de los más críticos. Quienes
quieran quitarle importancia a ello afirman que cuanta más agua es sostenida en el planeta
también cede el fondo marino, pero si bien es cierto nunca cede tanto como aumenta el
nivel del mar.

Algunos de los mitos y realidades sobre la contaminación a nivel general son los
siguientes:

 Es imposible frenar el cambio climático: Se trata nuevamente de un mito, ya que se


trata de una simple operación matemática: si contaminamos menos de lo que el planeta
puede asumir, el planeta se regenera. Sin embargo, para ello es necesario que todo el
mundo ponga su punto de colaboración. Usar menos el transporte privado, ser más
consciente con el uso de los aparatos de climatización o usar menos electricidad son
las acciones que podemos hacer a nivel personal. Pero, por otro lado, la administración
ha de anteponer el progreso a la sostenibilidad del planeta, con políticas que no
permitan el abuso de los recursos naturales.
 Si dejamos de contaminar tenemos un empeoramiento de la calidad de vida:
Nuevamente, se trata de otro mito sobre la contaminación. En la actualidad, existen
suficientes mecanismos de eficiencia energética para evitar el consumo de electricidad
y otras fuentes de suministros. Por ejemplo, ya tenemos casas pasivas y en 2020 se
pondrá en marcha la obligatoriedad de construir Edificios de Consumo Casi Nulo. Las
opciones para consumir menos son muchísimas.
 El tráfico motorizado es el mayor generador de polución: Es igualmente falso. En
realidad, la producción eléctrica y de calor es el principal responsable de las emisiones
globales de CO2, con un 34% del total. Además, un centenar de coches actuales
consume lo mismo que uno de los años 70. Pero eso no significa que debamos confiar
en el coche para nuestros traslados. Y el coche eléctrico, si bien no emite gases a la
atmósfera, requiere una carga eléctrica que también genera mucha contaminación.
 Los edificios son los mayores consumidores energéticos: Esto sí es una realidad.
Alrededor de la mitad de la contaminación procede de los edificios. Así que mejorar la
eficiencia energética en interiores ha de ser una prioridad.
 El aire de las ciudades es cada vez más limpio: Es una realidad en muchos lugares de
España. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid publicó que entre 2007 y 2013 se ha
logrado reducir la emisión de gases responsables del efecto invernadero en un 20%, y
un 30% en comparación con 1999. Eso nos viene a confirmar que los esfuerzos que se
realizan están dando resultados, si bien es necesario aumentar la apuesta por la
eficiencia energética.
 Los problemas de la contaminación los vivimos hoy y no en el futuro: Se trata de una
realidad. Muchos dicen que los problemas del cambio climático los viviremos dentro
de algunas décadas. Pero la contaminación ya hace que nuestras ciudades sean unos
lugares peores para vivir, y hemos de evitar que eso ocurra. Hay mucha gente afectada
por los problemas de polución.

El cambio climático es una realidad y hemos de tomar conciencia de ello para crear un
entorno más favorable para los nuestros y también para los hijos de nuestros hijos. Y es
algo en lo que todos podemos aportar nuestra parte.

CARÁCTER PLURISDISCIPLINAR DEL ESTUDIO DEL MEDIO AMBIENTE.

El Derecho Ambiental, como toda disciplina jurídica, tenga un carácter eminentemente


antropocéntrico. Este carácter, desde luego, no valida conductas inadecuadas frente al
medio ambiente. Precisamente, es desde el antropocentrismo pertinente que puede
mejorarse la relación del hombre con el medio ambiente. En efecto, el intento por la
revalorización social del medio ambiente es consecuencia de la percepción humana, que
se ha concretado tanto en la exigencia de la realización de una Evaluación de Impacto
Ambiental, como en el reconocimiento del derecho de las personas a disfrutar de un
medio ambiente adecuado por el Estado Constitucional. Esto da cuenta, sin duda alguna,
del grado de sensibilidad que ha orientado el sentido de responsabilidad humana frente al
medio ambiente.

La Constitución de 1999 elevó el rango jurídico de las instituciones y principios


ambientales que, como se ha dicho, estaban desarrollándose durante la vigencia de la
Constitución anterior. Los preceptos ambietales de la actual Constitución son
desarrollados por la Ley de Pesca y Acuicultura (2003); Ley de Residuos y Desechos
Sólidos (2004); Ley de Diversidad Biológica (2000); Ley sobre Zonas Especiales de
Desarrollo Sustentables (2001); Ley sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos
(2001); Ley de Aguas (2007), Ley Orgánica del Ambiente (2006) y, Ley de Bosque y
Gestión Ambiental (2008), entre otras.

En el Derecho Ambiental latinoamericano, al igual que en España, Portugal, Italia, Grecia


y Francia, prevalece la tendencia a estructurarse en torno al derecho de la persona a
disfrutar de un medio ambiente adecuado. Casi todas las constituciones latinoamericanas
lo han reconocido de manera expresa. En Venezuela, su reconocimiento derivó de la
interpretación de algunos preceptos de la Constitución Nacional de 1961. Mientras que la
Constitución de 1999 lo define, expresamente, como un derecho individual y colectivo.
En este contexto, el Derecho Ambiental eleva su rango jurídico y amplía su ámbito
temático

LA PREOCUPACIÓN ECOLÓGICA.

La preocupación ambiental ha sido considerada un parámetro descriptivo del nivel de


concienciación ambiental, y una variable de predicción del comportamiento ambiental.
Recientemente, el uso, en uno y en otro sentido, del nivel de preocupación ambiental ha
sido cuestionado, especialmente como variable predicción del comportamiento ambiental.
La sensibilización de la población con la problemática ambiental a nivel mundial, orienta
la ejecución de acciones de conservación y preservación por parte de los actores que
hacen vida en los diferentes espacios humanos y sociales
Delimitaciones conceptuales:

Ambiente: Conjunto o sistema de elementos de naturaleza física, quimíca, biológica o


sociocultural, en constante dinámica por la acción humana o natural, que rige y
condiciona la existencia de los seres humanos y demás organismos vivos, que interactúan
permanentemente en un espacio y tiempo determinado

Medio ambiente: La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente en


Estocolmo (1972) lo define como: “Medio ambiente es el conjunto de componentes
físicos, químicos, biológicos y sociales capaces de causar efectos directos o indirectos, en
un plazo corto o largo, sobre los seres vivos y las actividades humanas”, citado en el libro
“Agenda 21” de Foy (1998)

Ecología: es una ciencia ambiental que trata de descubrir y comprender la forma, como
actúan los factores ambientales sobre los organismos y como los organismos son capaces
a la vez de modificar su entorno

Biosfera: Es el sistema material formado por el conjunto de los seres vivos propios del
planeta tierra, junto con el medio físico que les rodea y que ellos contribuyen a conformar

Preservación: Se refiere a la toma de medidas tendientes a proteger las características


presentes de la variedad biológica, y demás recursos naturales así como también los
elementos del ambiente.
Conservación: es la acción y efecto de conservar (mantener, cuidar o guardar algo,
continuar una práctica de costumbres). El término tiene aplicaciones en el ámbito de la
naturaleza, la alimentación y la biología, entre otros. Y la Conservación ambiental son las
distintas formas de preservar el futuro de la naturaleza, el medio ambiente o,
específicamente, algunas de sus partes: la flora y la fauna, las distintas especies, los
distintos ecosistemas, los valores paisajísticos, entre otros

Uso: El uso sustentable de los recursos refiere a la capacidad de hacer uso de recursos
naturales sin producir mayores daños a la naturaleza, y a la capacidad de reproducción y
reabastecimiento de estos recursos en el tiempo. Por ejemplo: reciclado de los desechos
industriales, duchas cortas, pilas recargables

Aprovechamiento sustentable: Es un Proceso encaminado al uso de los Recursos


naturales y otros componentes de los ecosistemas, de forma Eficaz y útil a la sociedad,
respetando la integridad funcional y la capacidad de carga de los mismos, de tal manera
que la proporción de uso sea menor a la capacidad de reproducción.

Desarrollo sustentable: El concepto desarrollo sustentable es el resultado de una acción


concertada de las naciones para impulsar un modelo de desarrollo económico mundial
compatible con la conservación del medio ambiente y con la equidad social.

Protección de la naturaleza: son acciones fundamentales para anticipar los riesgos y


prevenir los daños; de los ecosistema y del medio ambiente en general. La protección de
la Naturaleza no puede ser una cuestión exclusiva de los ambientalistas. Es
responsabilidad de todos los seres humanos el cuidado de los ecosistemas en general y de
la biodiversidad en particular

TEMA 2. DERECHO AMBIENTAL.

DENOMINACIÓN.

En definitiva, el Derecho Ambiental venezolano puede considerarse como el conjunto de


principios y normas jurídicas que definen la situación de todas las personas, individual o
colectiva, ante las condiciones adecuadas del medio ambiente.

En este sentido, esta disciplina jurídica tiene como objetivo final garantizar un medio
ambiente adecuado para el desarrollo de la persona. A partir de esta premisa,
comienza a configurarse y estructurase el actual Derecho Ambiental, cuya expresión
dogmática está representada, tanto por los aportes de la cultura jurídica clásica, como por
los conceptos y principios que, de alguna manera, han ido conformando el actual
acervo doctrinario jurídico ambiental, tanto internacional como nacional.
El Derecho Ambiental, más que Derecho, es una política ambiental expresada como
Derecho. En este sentido, “lo político” subordina a “lo jurídico”. Pero a pesar de
esta tesis, actualmente el Derecho Ambiental es una disciplina jurídica
reconocida nacional e internacionalmente.

CONTENIDO.

PRINCIPIOS.

El Derecho ambiental está constituido por principios y el que lo diferencia del resto de las
disciplinas clásicas es el polémico y “enigmático” principio precautorio. Éste aparece hoy
consagrado en infinidad de legislaciones de América Latina y el Caribe y es mencionado
en ocasiones como “criterio” o “enfoque” y en otras como “principio” en infinidad de
tratados, protocolos y convenios internacionales.

Existen numerosos principios de política ambiental o de Derecho ambiental que aparecen


claramente consagrados en la Ley:

 El de prevención.
 El precautorio.
 El de integración, de congruencia o régimen jurídico integral.
 El de sostenibilidad o principio de sustentabilidad.
 El de equidad intergeneracional.
 El de cooperación.
 El de solidaridad.
 Contaminador pagador
 Participación ciudadana
El de prevención: Principio que alude a un rasgo esencial del Derecho Ambiental y más
genéricamente de las políticas de protección ambiental. Ortega Álvarez dice que este
principio "es fundamental en la actuación ambiental, debido al alto potencial de
irreparabilidad de los daños ambientales, y se cifra, como es fácil colegir en la potestad
del sometimiento de las actividades con riesgo ambiental a los respectivos controles, tanto
previos, como de funcionamiento.

El principio precautorio opera sobre el riesgo del desarrollo, el riesgo de la demora,


produce una inversión de la carga de la prueba. Es un nuevo fundamento de la
responsabilidad por daño, es la frontera más ancha del Derecho ambiental y la más ancha
del derecho en general. El principio precautorio tiene una estructura tridimensional
porque es de derecho pero al mismo tiempo comparte su territorio con la moral y la
política. Se van a ver muchas leyes en que se menciona al principio precautorio como un
principio de política ambiental y no como un principio de derecho. La UNESCO, por
ejemplo, define al principio precautorio en términos de proyectos, actividades u obras
plausibles desde el punto de vista científico, pero moralmente inaceptables.

El principio precautorio es el principio básico, esencial del Derecho ambiental. Dicho


principio, al igual que el de prevención, opera sobre las causas y las fuentes de los
problemas, de manera integral, holística, totalizadora. La diferencia es que el principio de
prevención se encarga del riesgo sabido, conocido, verificado, comprobado, real, en tanto
que el de precaución interviene sobre el riesgo hipotético, sospechado, el posible.

El de integración, de congruencia o régimen jurídico integral Los principios cumplen una


función de interpretación, de aplicación de la norma, de integración, porque cubren vacíos
legislativos, actúan como diques de contención para mantener la pureza del sistema,
sirven para renovar la normativa obsoleta y Programa Regional de Capacitación en
Derecho y Políticas Ambientales como mecanismo de innovación. Los principios, tienen
una función delimitativa y fundante, en la medida en que imprimen valor. Y el Derecho
ambiental tiene un “paradigma de anclaje en los bienes y valores colectivos

La sostenibilidad es un principio de Derecho ambiental, que nos lleva, necesariamente, a


conjugar las tres dimensiones la social, la económica y la ambiental y nos obliga a pensar
en términos de equidad intergeneracional, es decir, a satisfacer el crecimiento económico
y las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer los recursos y
capacidades de las generaciones futuras.

El principio de sostenibilidad, así como el de prevención, el de precaución, el de


responsabilidad que no es otro que el “principio contaminador pagador”, en virtud del
cual, quien introduce el riesgo en la comunidad (riesgo ambiental), o quien produce daño
ambiental, debe hacerse cargo de los costos económicos, de la prevención y de la
reparación o de la recomposición del daño ambiental es de responsabilidad objetiva, el
principio de responsabilidad o el principio de contaminador pagador

Equidad intergeneracional: que tiene como objetivo no comprometer el ambiente de las


generaciones futuras. Es indudable que el riesgo de disminuir el disfrute de un ambiente
adecuado por las generaciones venideras, nos hace pensar en este principio como una
posible soluciónpara prevenir los daños que se causarían a generaciones posteriores

Principio de Cooperación: Claramente resalta este principio en las palabras iniciales de la


Declaración de Río, cuando expresa que su objetivo magno es el de "establecer una
alianza mundial nueva y equitativa mediante la creación de nuevos niveles de cooperación
entre los Estados, los sectores claves de las sociedades y las personas". Su explicitación
más contundente se encuentra en el principio 7 que establece el deber de los Estados de
cooperar para conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de
la Tierra.

Solidaridad: Este principio permite una asunción en términos actuales del principio de
fraternidad, exhibe como valor fundante el de la fraternidad o solidaridad. El principio de
solidaridad tiene proyecciones bifrontes, en cuanto se conjuga en una dimensión
intergeneracional y en otra intrageneracional, derivándose de la primera perspectiva los
derechos y deberes de compensación a los sacrificios que de la aplicación efectiva de la
protección ambiental se deriven para grupos o personas concretos y desde la segunda
perspectiva, los derechos y deberes de salvaguarda de la capacidad de las generaciones
futuras a obtener de otras especies y de recursos naturales, los medios suficientes para el
mantenimiento del proyecto humano en el equilibrio de ecosistemas.

Contaminador pagador: Este principio, frecuentemente es vinculado en la doctrina a otros


como el de la internalización de los costos ambientales y también al de la corrección del
daño en la propia fuente del mismo. El contaminador está obligado, a su costo, a corregir
o recuperar el ambiente, impidiéndosele continuar con la acción inquinodora

Participación ciudadana: Con la cuestión de la participación sucede algo similar a lo


ocurrido con el principio de prevención en cuanto a que además de ser un principio es
también uno de los caracteres fundamentales del propio Sistema Jurídico Ambiental. Es
(una) participación dinámica, activa, formal y sustantivamente necesaria para que el
Derecho Ambiental pueda ser eficaz. Y esto por dos razones: a) necesidad de apoyo
político: porque el Derecho Ambiental afecta prácticamente todos los actos de la vida
cotidiana de los hombres y está ligado a sus intereses más caros, su implementación
tropieza con resistencias muy grandes. b) necesidad de apoyo técnico: las ONGs, prestan
considerable ayuda en la elección de temas, la realización de estudios, la formulación de
denuncias e investigaciones, la difusión de conocimientos y la extensión de la formación
y educación ambientales, la conservación de áreas merecedoras de protección especial,
etc. Esa ingente labor no podría de hecho ser desempeñada exclusivamente por los
gobiernos.

DERECHO CONSTITUCIONAL AMBIENTAL.

Actualmente, casi todas las Constituciones, explícita o implícitamente, tienen prevista una
fórmula que valora y protege el medio ambiente. Este es el caso de la experiencia
venezolana. El Estado constitucional reconoció el derecho a disfrutar de un medio
ambiente adecuado y estableció sus mecanismos de tutela efectiva; exigió estudios de
impacto ambiental y estableció el principio del desarrollo sustentable. En síntesis, el
Estado Social de Derecho y su proyección en términos de política de bienestar, tiende a
incorporar criterios de racionalidad, en la medida de lo posible, al desarrollo económico.

Desde esta perspectiva, el principio del desarrollo sostenible aporta los criterios de
racionalidad y proporcionalidad, que modulan la gestión del Estado y la participación del
ciudadano. En efecto, el interés ambiental amplía el marco clásico de las políticas de
bienestar, incorporando vitalidad y fuerza renovadora a todo el sistema jurídico, cuya
tendencia es estructurar un Estado Social ambientalmente bien orientado. Hacia allá
apuntan las nuevas tendencias del Derecho en el siglo del medio ambiente.

El actual Estado Social venezolano, a partir de la Constitución de 1999, reconoció


formalmente el derecho al medio ambiente adecuado como un derecho sustantivo,
colectivo y con incidencia en la esfera individual del ciudadano: un derecho
intergeneracional, comprometido con el derecho a la salud y con la calidad de vida de las
personas. En consecuencia, toda persona tiene derecho de acceso a la jurisdicción para
hacer valer sus derechos e intereses, tanto individuales como colectivos (artículo 26
Constitución Bolivariana de Venezuela).

EL DERECHO AMBIENTAL EN LA CONSTITUCIÓN BOLIVARIANA DE


VENEZUELA.

El Derecho Ambiental venezolano, siguiendo a kelsen, es una pirámide cuya cúspide es el


artículo 127 (CRBV), el cual establece que toda persona, individual o colectivamente,
tiene derecho a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente
equilibrado, cuya tutela efectiva está prevista en el artículo 26 de (CRBV). En
consecuencial, el Derecho Ambiental venezolano ingresa con honores al “siglo del medio
ambiente”.
La Constitución de 1999 incorpora expresamente la dimensión ambiental, cuyos
principios orientan la dinámica económica y social del país. A partir de su Preámbulo
declara que entre sus fines supremos está la promoción del “equilibrio ecológico y los
bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad”.

El derecho de participación entraña, indudablemente, la intervención de los ciudadanos en


la toma decisiones sobre aspectos o actividades que, de manera directa o indirectamente,
tengan que ver con el medio ambiente. Este principio ya existía en el anterior
ordenamiento jurídico nacional, sólo que ahora tiene rango constitucional de manera
explícita: a) Junto al principio clásico de la representatividad aparece ahora el de
participación (artículo 6 CRBV); b) debido proceso administrativo (artículo 49 CRBV);
derecho de petición (artículo 51 CRBV); c) libertad asociativa (52 CRBV); d) protección
ambiental (artículo 127 CRBV); ordenación del territorio (artículo 128 CRBV); defender
los derechos humanos (artículo 132 CRBV); participación como fundamento de la
Administración Pública (artículo 141 CRBV); transferencia de servicios ambientales a las
comunidades (artículo 184 CRBV).

La protección judicial del medio ambiente significa que toda persona que se sienta
afectada por cualquier acto u omisión en sus intereses individuales o colectivo, puede
acceder a la justicia con el propósito de obtener la tutela jurídica respectiva: a) Estado de
justicia (artículo 2 CRBV); b) derecho a accionar –intereses privados, colectivos o
difusos- (artículo 26 CRBV); c) acción de amparo (artículo 27 y 31 CRBV); d) debido
proceso judicial (artículo 49 CRBV); e) el proceso como instrumento de la justicia
(artículo 257 CRBV). Esta declaración, que sintetiza uno de sus objetivos supremos, es
desarrollada en los artículos 127, 128 y 129 (CRBV).

Entre las previsiones constitucionales que son propias de Derecho ambiental venezolano,
están las siguientes: a) soberanía plena sobre los recursos genéticos y las especies
migratorias (artículo 11 CRBV); b) ordenación del territorio (artículo 128 CRBV); c)
desarrollo sustentable (artículo 128 y 326 CRBV); d) estudio de impacto ambiental (129
CRBV);e) prohibición de importar desechos peligrosos (artículo 129 CRBV); f)
regulación del manejo de sustancias peligrosas (artículo 129 CRBV); g) conservación y
restablecimiento (artículo 129 CRBV); h) prohibición de otorgar concesiones mineras
indefinidas (artículo 156.16 CRBV); y cooperación internacional ambiental (artículo 153
CRBV).

TEMA 3. DERECHO INTERNACIONAL AMBIENTAL.

APROXIMACIÓN CONCEPTUAL.

El Ambiente constituye uno de los valores protegidos por el orden jurídico internacional.
Consiste en un conjunto total de factores relacionados que rodean y forman parte de la
tierra. El estudio y protección del Ambiente encuentran su correlato científico dentro de
las ciencias naturales en la palabra Ecología. La disciplina de las Relaciones
Internacionales constituye un factor de influencia en el proceso de toma de decisiones en
materia Ambiental. Esta disciplina -aún no es considerada ciencia- afecta al Derecho
Internacional y a todo lo relacionado con la producción de normas ambientales
internacionales destinada a la protección del Ambiente a escala mundial y regional en el
plano de la política ambiental.

El Derecho Ambiental Internacional constituye el ordenamiento jurídico destinado a


regular las relaciones de coexistencia, cooperación e interdependencia, institucionalizada
o no, entre los sujetos del Derecho Internacional Público Contemporáneo, que tiene como
objetivo la protección internacional del ambiente; o, el conjunto de normas jurídicas de
carácter internacional destinado a la protección del ambiente en cualquiera de sus formas.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

El derecho ambiental es muy antiguo, en las comunidades primitivas se tenía claro que
había una mutua dependencia entre el ser humano y la naturaleza. Sin embargo, el ser
humano fue olvidando esta regla, cuando empezó a sentir el dominio sobre la naturaleza.
Como dice Francis Bacon “La naturaleza, para ser dominada, debe ser obedecida.”
Fue hasta los años 60 cuando la conciencia ambiental fue retomando su lugar, cuando la
gente empezó a darse cuenta de los peligros que amenazaban al planeta. Antes de eso
hubo intentos de regulación ambiental que no tuvieron éxito, como el Convenio de
Londres de 1900 y hubo otras iniciativas, pero de forma aislada. Fue hasta los años 60 que
hubo libros y fotografías que hicieron que la opinión pública empezara a tomar
importancia hacia el movimiento ambiental.

En 1972, con la Declaración de Estocolmo, tenemos la primera Conferencia organizada


por la ONU, sobre el medio ambiente, titulada Conferencia de las Naciones Unidas Sobre
el Medio Ambiente Humano, donde se reconoce por primera vez el derecho del hombre a
un ambiente sano. Se estableció la responsabilidad de los Estados de garantizar que las
actividades bajo su jurisdicción no causen daños al ambiente de otros Estados; el
principio de cooperación, los países deben unir esfuerzos para hacer frente a los desafíos
globales de nuestro entorno común. Se creó el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA), para los asuntos ambientales en la actualidad. Además, en
ese mismo año se publicaron más de 300 libros sobre medio ambiente, ecología y
contaminación.

Después de la Declaración de Estocolmo, en 1983 surgió la Comisión Bruntland, con el


informe Nuestro Futuro Común en 1987, donde por primera vez se habla de desarrollo
sostenible, definiéndolo como “la satisfacción de las necesidades de la generación
presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades”. En 1987, se firmó el Protocolo de Montreal relativo a las
Substancias Agotadoras de la Capa de Ozono.

La Cumbre de la Tierra, en julio de 1992 en Brasil, es muy importante porque hubo la


aceptación de principios que conforman la transición hacia un desarrollo sostenible. De la
Declaración de Río surge el principio precautorio y el principio preventivo, que es un
pilar dentro del Derecho Internacional Ambiental para la protección ambiental. También
surge el principio 10, que reconoce el derecho a la información, a la participación y a la
justicia en asuntos ambientales. De este principio derivan la Convención de Aarhus en
1998 para Europa y Asia Central, y el Acuerdo de Escazú para Latinoamérica (aún no
entra en vigor), ambos buscando que lo expuesto en el principio 10 sea vinculante.
Después de Río, en todos los tratados económicos importantes se empezó a hablar de la
protección ambiental.

La Cumbre Mundial de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo, en


2002, ahí se adoptó la Declaración sobre el Desarrollo Sostenible se habla sobre promover
el desarrollo sostenible, mejorar las vidas de las personas que viven en pobreza, y revertir
la continua degradación del medio ambiente. A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la
protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo
y no podrá considerarse en forma aislada.

En 2012, llega “El Futuro que Queremos” un documento no vinculante, realizado en la


Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible de la ONU, mejor conocida como Río+20.
Donde se renueva nuevamente el compromiso para un desarrollo sostenible.

En 2015 llega el Acuerdo de París, sobre el cambio climático, acuerdo que fue ratificado
por casi todos los países del mundo. Este acuerdo sienta las bases para una transformación
hacia modelos de desarrollo bajos en emisiones y resilientes al clima.

Se han hecho muchos esfuerzos para tener una normatividad que realmente ayude a
resolver las problemáticas ambientales que van en crecimiento. Sin embargo, nos
encontramos con un derecho ambiental que aún está en proceso de tomar forma, como por
ejemplo las medidas preventivas y precautorias y los principios de desarrollo sostenible
son difíciles de defender, por tratarse de conceptos bastante nuevos e imprecisos. Las
conferencias mundiales son eventos para la concientización masiva, pero no se ha logrado
que esto ocurra con la velocidad que lo pide el medio ambiente, aun así, han sido grandes
avances para la defensa de nuestro planeta, y cada vez la sociedad tiene más conciencia
ambiental, lo que hace que se vaya tomando el rumbo que el planeta necesita para
recobrar la salud
DESDE LA CONFERENCIA DE ESTOCOLMO HASTA LA CONFERENCIA DE
RÍO DE JANEIRO.

El actual Derecho Ambiental, cronológicamente, comienza a perfilarse a partir del


Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Nueva York,
1966) y de la National Enviromental Policy Acta (NEPA, 1969). En el marco del
Pacto de Nueva York, los Estados firmantes se comprometieron al mejoramiento de
todos los aspectos del medio ambiente, como medida necesaria para asegurar la plena
efectividad del derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud
física y mental. Mientras que la Ley norteamericana (NEPA), exigía la realización
de una Evaluación de Impacto Ambiental. La Conferencia de Estocolmo (1972) se
encargó de reforzar y ampliar el interés por el derecho al medio ambiente adecuado
para el desarrollo de las personas, cuya constitucionalización significó un paso
trascendental en la estructuración del Derecho Ambiental.

La Cumbre de Río de Janeiro (1992) adoptó la Agenda 21, el Convenio sobre


Diversidad Biológica y el Convenio Marco sobre el Cambio Climático. En este
contexto, se logró comprometer a casi todos los países con el principio del
desarrollo sustentable o sostenible, sentándose así las bases que el Estado Social de
Derecho no sólo tomara en cuenta los aspectos cuantitativos, sino también los
cualitativos. A partir de allí, el medio ambiente se incorpora como un objetivo
estructural de la política general de los Estados nacionales, proliferando así los
instrumentos jurídicos ambientales que, sin duda alguna, han fortalecido al Derecho
Ambiental como disciplina jurídica.

El Derecho, como expresión histórica de la justicia, no puede permanecer


indiferente ante la demanda social de protección del medio ambiente, sino que
tiene el imperativo de ofrecer una respuesta jurídica a los problemas
ambientales. En este sentido, la norma ambiental debe garantizar la
preservación del medio ambiente en condiciones adecuadas para posibilitar la vida,
presente y futura del hombre sobre la tierra. En todo caso, sus conceptos jurídicos están al
servicio de este fin último.

Tras analizar los temas más importantes relacionados con los esfuerzos globales para
enfrentar la grave crisis ambiental que vivimos, es inevitable observar que se han hecho
muchos esfuerzos y tenido muchas iniciativas globales para motivar el cambio de rumbo
que necesitamos para que nuestro planeta empiece a recobrar la salud. Así como vamos,
nadie asegura que las futuras generaciones puedan satisfacer sus necesidades como lo han
hecho las pasadas y actuales. Pese a todos los esfuerzos es importante seguir promoviendo
iniciativas mundiales donde se discuten políticas comunes y donde el Derecho Ambiental
adquiere forma y contenido. Aunque por ahora esos espacios no han sido capaces de
frenar la crisis ambiental, han fortalecido el Derecho Ambiental como instrumento para
defender nuestras causas, algo que aprovechamos al máximo.

Asimismo, las conferencias mundiales son instancias donde surgen posibilidades de


protesta y de concientización masiva por parte de la sociedad civil global, cada vez más
alerta y decidida a defender nuestro ambiente. Hoy, gran parte de la esperanza de cambio
está en la fuerza de la sociedad civil, sobre todo en los jóvenes que han mostrado un
despertar glorioso en defensa del planeta.

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