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Derecho Penal

Yamilka Perez
22-0828

CAUSAS DE JUSTIFICACION EN MATERIA PENAL

CONCEPTO
Las causas de justificación son "situaciones de hecho y de derecho cuyo efecto es excluir la
antijuridicidad" de un hecho típico.
También se la ha considerado como "permisos concedidos" por la ley "para cometer en
determinadas circunstancias un hecho penalmente típico", Para Jakobs, "Las causas de
justificación son los motivos jurídicos bien fundados para ejecutar un comportamiento en sí
prohibido" y que deben extraerse de una sociedad concreta.
Al realizar el análisis de las causas de justificación en particular surge que sus fuentes son dos: la
ley y la necesidad. La primera porque sólo ella puede declarar lícitas ciertas acciones típicas y la
segunda porque es una determinada situación episódica -reconocida por el derecho- la que hace
obrar al agente.
La necesidad en sí misma, es el fundamento de la justificación, pero ésta debe nacer, reiteramos,
de la ley -derecho de necesidad-, sea que resulte de una disposición expresa o de la valoración
extraída de la totalidad del ordenamiento vigente.
LOS ELEMENTOS DE LAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
Se ha discutido si la existencia de una causa de justificación depende de a) elementos objetivos
solamente, b) concurrencia de los elementos objetivos y del conocimiento de ellos por parte del
autor o, c) sólo de la creencia del autor en la existencia de las circunstancias objetivas de una
causa de justificación.
Actualmente es mayoritaria la postura que exige la concurrencia de elementos objetivos (real
situación episódica en la que el mal sólo puede ser evitado por el sacrificio de un bien de menor
valor) con elementos subjetivos (conocimiento por parte del autor de esa situación de necesidad).
Este punto de vista que combina el aspecto objetivo con el subjetivo además de captar que en un
acto casual no se justifica el hecho, se reconoce, para Bacigalupo, "un disvalor del resultado
junto a un disvalor de acción y que en la teoría de la justificación debe requerir paralelamente la
exclusión tanto del disvalor del resultado como del disvalor de acción", Lo desvalorado es la
conducta humana y el "resultado jurídico (lesión o puesta en peligro) estará dado siempre que
una conducta no opere encuadrada en un tipo permisivo, y éste tiene, al igual que el tipo
prohibitivo, un aspecto objetivo y otro subjetivo.
Además, aceptar el punto de vista puramente subjetivo nos llevaría a hacer depender el permiso
solamente de la representación que de aquél tiene quien actúa.
LA JUSTIFICACIÓN LEGAL Y SUPRALEGAL
La justificación supralegal, propugnada por los normativistas que trataron de establecer el
concepto material de la antijuridicidad, Lavo su razón de ser en el exiguo catálogo de
justificantes del Código Peral alemán de 1871 que sólo reconocía la legítima defensa y el estado
de necesidad.
Para Soler "... es forzoso reconocer que obra jure el sujeto que, en una determinada situación de
apremio, es decir, ante un estado de necesidad, toma la opción que la ley misma tomaría (rente al
mismo conflicto" a Y esa necesidad no la considera una fuente extrajurídica sino "ínsita en la
naturaleza misma del derecho y derivada de éste"
A la no exigibilidad de otra conducta, Mezger, Frank y Goldschmidt la tratan como una causa
general de exclusión de la culpabilidad, pero Mezger le reconoce, también, el carácter de
justificante (ya que no se le puede exigir al autor un comportamiento diferente al realizado). La
doctrina alemana, ante la ambigüedad del Tribunal. Supremo de Alemania, que no se ha
pronunciado sobre si su resolución se basa en la falta de antijuridicidad o de culpabilidad, lo ha
interpretado como causa de justificación.
Las normas de cultura y el fin reconocido por el Estado, son para algunos autores, causas
supralegales de justificación, posición no compartida por Fontan Balestra que no las considera
fuera del orden jurídico sino ... elementos de juicio para resolver casos excepcionales de
conflicto de bienes..." sin darles valor independiente.
CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN POR EL RIESGO PERMITIDO
Si bien suelen mencionarse como, actividades que ponen en riesgo permitido los bienes jurídicos
el tráfico aéreo, la fabricación de explosivos, la explotación de canteras, etc. se puede concluir
que la generalidad de conductas desenvueltas por los hombres, ocasionan un riesgo, sea creando
o aumentando el peligro de vivir en sociedad. Esta teoría nació en el ámbito de la culpabilidad;
sin embargo, como causa de exclusión del delito ha sido considerada para descartar alguno de los
diferentes elementos que lo componen. Ha sido discutido el contenido y la ubicación dogmática
de esta categoría llamada: del riesgo permitido. En algunos casos excluye el tipo delictivo y con
ello la imputación al tipo objetivo; ya que acciones con riesgo como el tráfico automotor o la
instalación de industrias, si cumplen con los dispositivos legales, están autorizadas de una forma
general. En otros, hay causas de justificación en las que se autoriza la concreción de un tipo
penal corriendo un riesgo.
Bajo este título de causas de justificación derivadas del riesgo permitido, se agrupan el
consentimiento presunto y la salvaguarda de intereses legítimos, también se reconocen los casos
de actuación oficial, cuando el funcionario tuvo por acreditadas las condiciones objetivas de la
intervención, pero éstas, en realidad, faltaron. Respecto del consentimiento presunto, pueden
afectarse bienes jurídicos de otro en la creencia presunta de su consentimiento, aunque ello no
siempre sea la voluntad del que sufre el menoscabo. Y para la salvaguardia de intereses
legítimos, como en la difamación, por ejemplo, se pueden difundir hechos deshonrosos pese a
que no esté excluida la posibilidad de que sean ciertos. Pero también existen elementos de riesgo
en otras causas de justificación.
Para Jescheck, "el riesgo permitido no es ninguna causa de justificación autónoma", sino que se
trata. de "un principio estructural común" para diversas causas de justificación. En estos casos el
autor consigue un permiso para la actuación arriesgada.
CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN EN PARTICULAR
-LEGITIMA DEFENSA
Es un caso especial del estado de necesidad que implica la acción y efecto de defender o
defenderse, significando: amparar, librar o proteger jurídicamente, esa acción de amparo o
protección debe ser la consecuencia de una agresión ilegítima previa.
Se puede enunciar un concepto provisorio diciendo: "Es la defensa que resulta necesaria para
apartar de uno mismo o de otro una agresión actual y antijurídica" «o "Llámase legítima defensa
a la reacción necesaria contra una agresión injusta, actual y no provocada". Si, quiere decir que
en todos los tiempos fue admitida no sólo como hecho impune sino como hecho lícito.
Es la más antigua causa de impunidad conocida. Su cuestionamiento surge del cristianismo con
su política de no resistencia al mal con la violencia (presentar la otra mejilla) y con el imperativo
"no matarás".
En la India se encuentra regulado en el Manava Dharma Sastra 43 para defender derechos
sagrados, proteger a una mujer o a un brahaman o para evitar ser asesinado pudiendo matar a su
jefe, un niño, un viejo o un anciano versadísimo en la Santa Escritura, también en Egipto, entre
los hebreos con la defensa del ladrón nocturno- y en Alenas que incorpora a la propia defensa y a
la de otros, la defensa al pudor.
Se manifiesta en el derecho romano con la Ley de las XII Tablas y el Corpus Iuris. El derecho
germánico no tuvo una exacta noción de este instituto, pero aparece en una especie de
composición simbólica. El derecho canónico no fue favorable a esta defensa, aunque la hace
surgir del derecho natural, no la admite para la defensa de los bienes patrimoniales, pero si
ensalza la defensa de terceros.
Prácticos como Julio Claro y Farinacio elaboran los requisitos y la admiten para proteger la
persona, la integridad sexual y los bienes, siempre que se actúe con moderación. Esta forma de
ver la eximente se extiende al resto de Europa, primero legislada en la parte especial del Código
y luego en la Parte General como lo hace la ciencia alemana y nuestra dogmática.
-CLASES DE LEGITIMA DEFENSA
Defensa propia. Existe legítima defensa cuando, "el que en defensa de su persona o de sus
derechos, empleando un medio racionalmente necesario para impedir o ' repeler una agresión
ilegítima y sin que medie provocación suficiente de su parte, le ocasiona un perjuicio a la
persona o derechos del agresor"
Legítima defensa privilegiada. La ley prevé casos en los cuales por razones de tiempo o lugar
existe una agresión ilegítima y la reacción de quien se defiende es considerada necesaria y
racional, cualquiera sea el daño ocasionado al agresor. Constituye una presunción iuris tantum,
que si el escalamiento, fractura o la resistencia no presentaron la situación de peligro personal
para el morador no concurre la justificante.
Defensa de terceros. Hay legítima defensa de la persona o derechos de otro (sean parientes o
extraños), si éste es objeto de una agresión ilegítima y el autor emplea un medio racionalmente
necesario para impedirla o repelerla, siempre que el agredido no haya Defensa de terceros
provocado suficientemente la agresión o, en caso contrario, que no haya participado en ella el
tercer defensor.
Es una justificación para el actuar de una persona (quien no ha sido agredido) que interviene en
defensa de otra, aunque ésta haya provocado suficientemente, la exigencia es que el defensor no
haya intervenido en ella ni como coautor, cómplice o instigador.
Legítima defensa putativa. Existe legítima defensa putativa cuando el sujeto cree erróneamente
que concurren los presupuestos de la legítima defensa.
EL ESTADO DE NECESIDAD
La doctrina en general ha considerado al estado de necesidad: "un estado de peligro actual para
intereses legítimos que sólo puede ser conjurado mediante la lesión de los intereses legítimos de
otro".
Es uniforme la idea de situación de peligro para un bien, las diferencias surgen, entre otras, de la
comparación de bienes y de la idea de mal causado.
Por lo que actúa de iure, el que lesiona bienes jurídicos ajenos para salvar un bien propio o ajeno
que se encuentra amenazado. Este bien debe ser de mayor valor que el sacrificado.
Si bien la situación de necesidad es la base de todos estos permisos legales en los cuales se
produce una colisión de bienes, el estado de necesidad propiamente dicho es una causa de
justificación
COLISIÓN DE DEBERES
La colisión de deberes justificante "es un caso particular del estado de necesidad. Se da cuando
alguien sólo puede cumplir un deber jurídico de su incumbencia a costa de otro que le
corresponde igualmente, siendo así que la vulneración del deber que infringe constituye una
acción y omisión conminada con pena".
El conflicto de intereses puede aparecer entre deberes. Cicerón mencionaba casos de conflicto
entre deberes contrapuestos y se refería al antagonismo entre un deber de familia y un deber
cívico en el caso de la denuncia del hijo al padre por un crimen contra el Estado, y termina
diciendo que el hijo puede callarse a no ser que la patria esté en juego.
Jescheck distingue tres grupos de colisión de deberes: 1) cuando un deber de acción puede entrar
en colisión con un deber de omisión, 2) cuando existen dos deberes de acción de modo que sólo
se puede cumplir uno y, 3) cuando varios deberes de omisión colisionan, no permitiendo al sujeto
ninguna posibilidad de actuar.
Además, deben distinguirse los casos en que cabe realizar conforme a derecho una graduación
del rango de los deberes en pugna y aquellos otros en los que tal diferenciación no resulta
posible. Si es posible la diferenciación, nos encontramos ante el estado de necesidad justificante
dando preferencia al deber que supere mínimamente al otro. Sin embargo, puede cambiar la
relación si las demás circunstancias que deben tenerse en cuenta también cambian (son los casos
enunciados en el párrafo anterior).
Pero cuando los deberes en colisión son de igual entidad de acuerdo al valor de los bienes en
juego y a las otras circunstancias mencionadas, si concurre un deber de acción con uno de
omisión, el autor considera que goza de preferencia el de omisión y justifica al autor que por
inactividad infringe el deber de acción '. Sin embargo, "lo correcto en estos supuestos parece ser
no apreciar tampoco ninguna justificación en cuanto al deber infringido, sino considerar ambos
deberes como equivalentes... Tanto el actuar como el omitir contradicen por igual el
ordenamiento jurídico".
EL EJERCICIO DE UN DERECHO. AUTORIDAD. CARGO
El ejercicio legítimo de un derecho
El ejercicio legítimo de un derecho consiste en realizar las acciones autorizadas por la ley. Ello
surge del principio general de no contradicción del derecho.
El que un hecho considerado lícito por otra rama del derecho no pueda castigarse, en principio,
por el derecho penal, "es por algo más que la unidad del ordenamiento jurídico: es por la función
de ultima ratio del derecho penal dentro del conjunto unitario del ordenamiento jurídico", pero
puede suceder que lo lícito llegue a constituirse en delito por el legislador, al querer castigar
conductas permitidas por otras, normas.
Cuando existen determinados intereses que llevaron a obligar o permitir el hecho de que se trate
y éstos colisionan con lo dispuesto por la ley penal, Mir Puic, considera que debe resolverse por
la norma no penal en favor del deber o derecho y, cuando se desee "derogar algún deber o
derecho previamente establecido por otra norma, habrá que manifestarlo expresamente entre las
disposiciones derogatorias".
En esta justificante "se actúa en el ámbito de libertad, dentro de lo autorizado por el orden
jurídico".

El ejercicio legítimo de una autoridad


Es la potestad que posee una persona sobre otra en virtud de una disposición legal. Se
desenvuelve dentro del ámbito privado de las relaciones familiares, implicando la facultad de
educación y corrección de ambos padres, tutores o curadores, respecto de sus hijos menores no
emancipados -sean matrimoniales, extramatrimoniales o adoptados- de sus pupilos o incapaces.
Constituye una facultad legal, no sólo un deber y es el imperio o supremacía sobre otro, por ello
algunos autores lo llaman derecho disciplinario, El educar e instruir a los hijos va mucho más
allá del mínimo que sería exigible por ley, concretándose según los padres estimen oportuno,
siempre que se encuentre dentro de los límites: -objetiva- de la moderación y -subjetivo- del
animus corrigendi. Es un derecho-deber de formación y protección integral en lo físico y en lo
moral.
El ejercicio legítimo de un cargo
Significa el ejercicio del propio poder de decisión o ejecución correspondiente a un cargo.
Su desempeño puede llevar a la realización de lesiones de derechos ajenos, quedando justificada
la concreción de un tipo penal en el cumplimiento de su ejercicio legítimo.
Es legítimo cuando el agente obra dentro y según las formalidades prescriptas por la ley. Es
legítimo cuando el agente obra dentro y según las formalidades. prescriptas por la ley. Cuando es
público, será legítimo si se realiza conforme al deber, así lo expone Maurach: "Lo 'que interesa
no es que el funcionario se decida en favor de aquella medida que se presenta como justa en una
consideración ex post, sino que, en virtud de un examen ex ante, adecuado al deber, aparezca
como justa la medida adoptada. Es legítimo en el modo de ejercer el permiso si no es contrario a
la ley ni por exceso ni ' por abuso. Se menciona, además, la situación cuando el funcionario
público simula, aparenta obrar dentro de la ley, cuando en realidad la burla.
Obran legítimamente: el juez que ordena un desalojo con uso de la fuerza pública; el
guardiacárcel que hiere a un preso para evitar su huida; los actos, dentro de las facultades
disciplinarias, por parte del director de un establecimiento carcelario u hospitalario, de un
instituto educacional o de otro-repartición pública; también se ha considerado justificado el uso
de armas por la autoridad, siempre que haya habido razonabilidad del medio empleado. Son
numerosos los derechos de intervención estatal encontrándose dispersos en diferentes leyes y
haciendo difícil su tratamiento unitario, Por ejemplo: la intervención de un funcionario que en
cumplimiento de lo que establece la ley policial hacer cesar un escándalo en la vía pública
deteniendo a los autores.
OBEDIENCIA DEBIDA
La obediencia debida, llamada también obediencia jerárquica, es el cumplimiento de una orden
dada de acuerdo a derecho, dentro de una relación de sujeción pública, aunque se han examinado
órdenes en los ámbitos policial, ferroviario y militar; también surgen estos deberes de relaciones
de otro tipo como el doméstico o el laboral.
Consiste en la "función de posibilitar que, en el ámbito de la administración pública, el superior
jerárquico pueda delegar en su inferior jerárquico, la ejecución de las órdenes que emita, sin
involucrarlo en la responsabilidad que pueda resultar del contenido de la orden cuya ejecución ha
puesto a su cargo".
Los requisitos de esta eximente que enuncian los autores son: a) debe existir una relación
jerárquica de naturaleza pública, b) la obediencia debe provenir de una orden formalmente
legítima, c) esa orden debe ser substancialmente ilegítima, d) el agente debe conocer que la
orden es formalmente correcta y substancialmente ilegítima y e) no debe tener la posibilidad de
examinar la legitimidad del contenido. Se descarta así la impunidad por error.
EL CONSENTIMIENTO DEL OFENDIDO
Históricamente, ya Ulpiano decía que lo que se realiza con la voluntad del lesionado, no
constituye injusto. Dentro de nuestros precedentes legislativos, sólo en el Proyecto Tejedor
(siguiendo al Código Bávaro) aparece el consentimiento de la parte perjudicada, no sujetando a
pena las acciones del autor del hecho.
Los tipos penales redactan conductas que se llevan a cabo contra la voluntad de quien las padece,
pero, si este admite los efectos que sobre sus derechos se producen, no se configuraría el tipo.
Desde el punto de vista de la antijuridicidad, si no hay interés por parte del' sujeto pasivo, no hay
conflicto de intereses, motivo principal de las causas de justificación. Es así que el
consentimiento del ofendido puede verse en doctrina d, como una causa de atipicidad o, como
una causa de justificación.
Se dice que aparece "como causa de exclusión de la tipicidad, allí donde su presencia enerva o
hace irrelevante la lesión o puesta en peligro del bien jurídico, y como causa de justificación allí,
donde subsistiendo dicha lesión recae, sin embargo, sobre un bien del que el titular puede
disponer y dispone efectivamente en favor del autor"
Pero hay delitos -como la usura- que únicamente se pueden consumar con el consentimiento de
la víctima, esa exigencia constituye un elemento del tipo, no formando parte de este tema. En
otro aspecto, su existencia haría desaparecer el delito, Por Ejemplo: la voluntad de la mujer de
mantener trato camal en la violación (hoy abuso sexual). También hay tipos en los que, al
requerir fuerza, intimidación o fraude, no existe la aceptación del afectado.
El consentimiento de la víctima se presenta cuando, en determinadas circunstancias, el sujeto
pasivo acepta que el autor realice conductas que de otra manera constituirían delitos. La doctrina
alemana distingue dos grupos de casos: en unos, desaparece todo lesividad de la conducta, por ej.
no hay allanamiento de morada si el morador acepta al extraño en su hogar; en otros, la lesividad
no desaparece, por ej. en bienes jurídicos no disponibles, como en las lesiones producidas en
cirugías estéticas no necesarias, el consentimiento no hace desaparecer la lesión de la integridad
física, sin embargo, se admite que en ciertos casos el consentimiento excluya el delito. Al primer
grupo se lo llama "acuerdo" y al segundo consentimiento".

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