La escuela clásica: Es una corriente de pensamiento que aborda los delitos como concepto jurídico, es decir, como la ruptura del pacto entre el ciudadano y la sociedad sobre la base del Estado y el Derecho, y la necesidad de imponer un castigo acorde para corregir la conducta y disuadir de la comisión de delitos Escuela positivista: Consiste en lo siguiente: estudiar al delito, primero en su génesis natural, y después en sus efectos jurídicos, para adaptar jurídicamente diversos remedios a las varias causas que lo producen los que, en consecuencia, serán eficaces. Escuela ecléctica: Las escuelas eclécticas son aquellas que se sitúan entre la escuela clásica y la escuela positiva. Existieron tres escuelas eclécticas a lo largo de la historia de la criminología. Esta escuela tiene su fundamento teórico basado en el mismo que el de la Escuela Clásica, que es el contrato social. Escuela social: Esta escuela introduce el estudio de la motivación en el delincuente, y hace la medición punitiva con base en factores objetivos y subjetivos. Está apoyada por el filósofo DURKHEIM, esta escuela no tiene su fundamento en el contrato sino en la dialéctica. Escuela anómica: Esta escuela se basa en la anomia, es decir en aquella situación que se produce cuando el desarrollo de la sociedad o el desarrollo social va poder o va desbordar todo control institucional. Escuela ecológica Fue pionera en impulsar el análisis cultural de la delincuencia, permitiendo un mejor conocimiento de ésta, de los estilos de vida y cosmovisiones de las minorías, de los mecanismos de aprendizaje y transmisión de sus valores y pautas de conducta.