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NOMBRE DE LA ALUMNA:
LA FIEBRE Y NEUTROPENIA.
Introducción……………………………………………………………. 3
Objetivo…………………………………………………………………. 4
Fiebre……………………………………………………………. 5
Neutropenia…………………………………………………….. 5
Complicaciones………………………………………………… 7
Estudios de laboratorio………………………………………… 7
Tiempo de tratamiento…………………………………………. 9
Profilaxis antimicrobiana………………………………………. 10
Cuidados generales……………………………………………. 11
Conclusión………………………………………………………………. 15
Referencias bibliográficas…………………………………………….. 16
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INTRODUCCIÓN
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OBJETIVO
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COMPLICACIONES FRECUENTES: FIEBRE Y
NEUTROPENIA.
Fiebre
Se define como el estado en el que el paciente alcanza una temperatura
bucal de > 38.3°C (101°F) o > 38.0°C (100.4°F) por un periodo de al menos una
hora.
Neutropenia
Se define la neutropenia como la reducción de la cifra de neutrófilos en
sangre periférica por debajo de 2.000 cel/mm3, pero se considera neutropenia
severa (Grado IV) cuando el recuento es menor de 500 neutrófilos/mm³.
La principal complicación que se puede producir en el paciente neutropénico
es la infección, que puede llegar a ser fatal. El riesgo de infección aumenta con el
grado y la duración de la neutropenia.
Se dice que existe neutropenia febril cuando hay un registro térmico (axilar)
mayor de 38,5 °C o un registro térmico de 38 °C durante más de una hora, con un
recuento absoluto de neutrófilos menor de 500 mm³ o menor de 1.000 mm³ con una
predicción a menos de 500 mm³ en 48 horas.
Entre más duración y gravedad tenga la neutropenia, aumentarán las
posibilidades de infección. Una cuenta de neutrófilos totales menor de 500
células/mm3 por más de diez días provoca mayor riesgo de infección. Además de
importar el número, la calidad de la respuesta inmunitaria tiene pertinencia en el
diagnóstico. Sus efectos cualitativos (que incluyen inmunidad humoral y mediada
por células) contribuyen al riesgo de infección relacionado con la neutropenia.
En pacientes con valores de CD-4 particularmente bajos es frecuente la
aparición de infecciones fatales causadas por microorganismos oportunistas como
Toxoplasma gondii. Del mismo modo, los pacientes con inmunocompromiso grave
son vulnerables a agentes infecciosos y microorganismos que pueden aparecer
durante el proceso febril. De acuerdo con los defectos en el número o función de los
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fagocitos o las alteraciones de la inmunidad celular o humoral, puede haber distintos
tipos de infecciones.
La fiebre es el único dato clínico en más de 90% de los casos. En este tipo
de pacientes, se recomienda evitar la medición de la temperatura por vía rectal por
el riesgo de rasgar la mucosa rectal y convertir la zona en un foco de infección
diseminada. Es raro que los pacientes muy inmunocomprometidos sin fiebre tengan
infecciones graves por la supresión de las citosinas proinflamatorias debida a la
infección misma o a los medicamentos (AINE y esteroides).
La neutropenia bloquea la respuesta inflamatoria y oculta los signos y
síntomas de infección. En este sentido, todavía no se ha descrito un patrón de fiebre
característico.
Es recomendable relacionar el día del inicio de síntomas febriles con el último
proceso de quimioterapia, pues así se puede estimar la duración esperada de la
neutropenia. La evaluación inicial del paciente debe hacerse con un interrogatorio
minucioso y un examen físico completo con énfasis en el tipo, curso y ciclo de quimio
y otras terapias, como profilaxis, esteroides, vacunas, uso de factores de
estimulación de granulocitos, entre otros inmunosupresores. También debe
registrarse el número de episodios de neutropenia febril, microorganismos
previamente identificados (en especial, hongos), procedimientos previos
(colocación de catéteres) y alergias.
Como los síntomas clínicos son sutiles, se necesita realizar una evaluación
minuciosa con el fin de hallar inflamaciones en sitios que suelen afectarse, como
uñas, encías, esófago, pulmón, perineo, región anal, piel, fondo de ojos y sitios de
aspirado de médula ósea, así como los sitios de acceso del catéter.
La presencia de dolor en cualquiera de estos sitios es síntoma de infección.
En estos casos, los pacientes tienen un déficit en las barreras de defensa que es
controlado de forma mecánica y tiene tanta importancia como el conteo de
neutrófilos en sí mismo.
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Por otro lado, la alteración en la flora comensal suele presentarse con
frecuencia por el uso de antibióticos, al que se recurre como tratamiento para la
neutropenia grave con fiebre o como recurso para la terapia citotóxica.
Las causas de estos defectos pueden ser roturas en la continuidad de la piel
por venopunciones, uso de catéteres centrales y quimioterapia. Pueden presentarse
síntomas por la radioterapia, el uso de esteroides y la enfermedad de base como
efectos sintomáticos.
También hay diferencias entre pacientes con trastornos hematopoyéticos y
pacientes con tumores sólidos. El uso de antiácidos y el uso inadecuado de
antibióticos afectan el riesgo de infección, en especial la aparición de gérmenes
resistentes u hongos.
Debemos recordar que la neutropenia febril constituye una emergencia
infectológica y oncológica.
Complicaciones
Sepsis.
Sepsis severa.
Shock séptico.
Estudios de laboratorio
Durante la terapia antimicrobiana, cada paciente debe contar con una
biometría hemática completa, panel de electrólitos, pruebas de función renal y
hepática (basal y de 49 a 72 horas) durante la terapia antimicrobiana para evaluar
la toxicidad y otras complicaciones.
Aunque el cultivo nasal puede identificar Staphylococcus aureus resistente a
meticilina, Pneumococcus resistente a penicilina o especies de Aspergillus y a nivel
rectal puede detectarse Pseudomonas aeruginosa, bacilos gramnegativos
resistentes a múltiples fármacos o Enterococcus resistentes a la vancomicina, no
hay datos claros sobre estudios microbiológicos, como exudado nasal, faríngeo y
rectal ni de orina.
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En el estudio de heces se debe buscar toxina para Clostridium difficile y para
bacterias como Salmonella, Shigella, Campylobacter, Aeromonas/Plesiomonas y
especies de Cryptosporidium.
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misma. El uso debe limitarse a indicaciones específicas, entre las que
se encuentran las siguientes:
a. Infecciones causadas por gérmenes grampositivos que pueden
ser sensibles sólo a vancomicina y si no se tratan en menos de
24 horas pueden provocar la muerte.
b. En hospitales donde las bacterias grampositivas son causa de
infecciones graves. Se inicia vancomicina y, en caso de no
identificar estos microorganismos en los cultivos, a las 24 o 48
horas se descontinúa.
c. Con datos clínicos de choque séptico.
Tiempo de tratamiento
Es necesario conservar el esquema inicial entre tres y cinco días antes de
cambiarlo, a menos que haya un deterioro importante o se tenga el resultado de
alguno de los cultivos. Si ya se identificó el microorganismo y el paciente no
presenta síntomas febriles entre tres y cinco días después del tratamiento, se
cambia el esquema por algún fármaco con menos efectos adversos, de menor costo
y amplia cobertura antimicrobiana. El tratamiento debe continuarse por siete días o
hasta que los cultivos indiquen que la infección se resolvió, el microorganismo
causal se ha erradicado y el paciente se encuentra asintomático.
Antes de suspender el tratamiento, la presencia de neutrófilos debe ser
menor a 500 células/mm3. En pacientes con neutropenia prolongada puede
continuarse el tratamiento intravenoso u oral hasta que la afección desaparezca,
pero se vincula con un riesgo mayor de toxicidad e infección con hongos o bacterias
resistentes. Se puede considerar suspender el tratamiento en pacientes sin fiebre
entre cinco y siete días, siempre y cuando tengan signos estables, mucosas y piel
intactas, sin evidencia clínica, imagenológica o de laboratorio de algún proceso
infeccioso evidente. El paciente no debe recibir quimioterapia o procedimientos
invasivos en este periodo.
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Si la fiebre persiste de tres a cinco días después de iniciar el tratamiento y no
se encuentra el microorganismo causante de la infección, se debe sospechar, entre
otros factores que:
El paciente no presenta una infección bacteriana.
La persona puede tener resistencia a los antibióticos utilizados.
Puede haber una segunda infección.
Hay niveles séricos inadecuados de los antibióticos.
Los fármacos pueden causar fiebre.
Hay una infección en un sitio vascular (abscesos, catéteres).
Profilaxis antimicrobiana
El objetivo de la profilaxis contra infecciones bacterianas fue suprimir las
bacterias gramnegativas, pues pueden introducirse en el tracto gastrointestinal y
convertirse en focos de infecciones.
Se utilizaron antibióticos no absorbibles como gentamicina, vancomicina y
nistatina. Posteriormente, se empleó una descontaminación parcial o selectiva con
neomicina, colistina y un antimicótico, sin olvidar preservar la flora anaerobia.
El uso de antibióticos sistémicos como ciprofloxacina y trimetoprima/
sulfametoxazol (TMP/SMX) ha demostrado disminuir el porcentaje de infecciones,
aunque sin modificar la fiebre relacionada con infección ni la mortalidad, pero con
aumento en la incidencia de bacteriemias por Streptococcus del grupo viridans y por
Staphylococcus resistentes a meticilina.
Los estudios realizados con fluoroquinolonas se han relacionado con la
aparición e incremento de infecciones por Escherichia coli y Staphylococcus
negativos a coagulasa resistentes (dos de los microorganismos principales
causantes de bacteriemia en estos pacientes).
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Cuidados generales
y limpieza ambiental.
aire circulante.
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removible, solo se la colocará para comer y siempre se la
máximo de tres.
respiratorias.
guardapolvo.
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b. Se le explicará al paciente la importancia y la necesidad del
humectantes.
favorezcan abrasiones.
frescos pelados.
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limpias, elementos de cocina limpios. Los alimentos deberán
permanecer en la heladera.
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CONCLUSIÓN
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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS
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