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Las neoplasias sólidas, por otra parte, presentan menos riesgo de desarrollar
bacteremia y neutropenia febril; y también tienen una menor mortalidad que los
pacientes con neoplasias hematológicas [24]. Además, los regímenes terapéuticos
usados en tumores sólidos generalmente causan neutropenia de corta duración en
comparación con los regímenes usados en neoplasias hematológicas [25]. Los
mecanismos fisiopatológicos que subyacen la propensión a las infecciones en
pacientes con tumores sólidos están relacionados con el desarrollo de procesos
obstructivos propiciados por el mismo tumor y con necrosis intratumoral. No
obstante, parece que el principal factor de riesgo en estos pacientes proviene de
las estrategias terapéuticas usadas en el tratamiento de sus neoplasias, siendo
más propensos a presentar infecciones nosocomiales derivadas de intervenciones
quirúrgicas, manipulación de heridas, uso de catéteres y sondas, entre otros.
Bacterias
La infección por bacterias ocurre en el 85-95% de los casos.
Aunque en la actualidad son menos frecuentes, siguen siendo muy importantes por su elevada
mortalidad entre 20-30% (dependiendo de la situación basal del paciente y de su neoplasia)11.
Cocos gram-positivos
Actualmente suponen el 60% de las bacteriemias documentadas, tras el aumento de su
incidencia en los años 80-902,6. Causas relacionadas con este fenómeno son la pronta
utilización de AB frente a gram-negativos, el uso profiláctico de quinolonas y las infecciones por
estafilococo asociadas a catéter.
Anaerobios
Producen menos del 5% de las infecciones. Los más frecuentes son: Bacterioides
fragilis y Clostridium spp. Pertenecen a la flora normal del TGI.
Mycobacterias
Son poco frecuentes.
Hongos
La infección por hongos ocurre con mayor probabilidad tras tratamiento AB de amplio espectro
y/o esteroides, y en casos de neutropenia prolongada o inmunodepresión celular. También son
factores de riesgo los catéteres venosos centrales y la nutrición parenteral.
Los hongos más frecuentes son: Cándida spp. (C. albicans y C. tropicalis). La infección va
asociada a catéteres vasculares y puede limitarse a superficies (orofaringe, esófago), o
producir infecciones profundas. La introducción de fluconazol y otros azoles ha condicionado la
selección de Cándida no albicans resistentes (C. Krusei, C. lusitaniae). Aspergillus spp. (A.
fumigatus, A. flavus): la aspergilosis invasiva supone una complicación de gran severidad; la
vía de entrada es aérea. Se debe sospechar aspergilosis pulmonar en presencia de dolor
pleurítico, hemoptisis y derrame pleural o infiltrado pulmonar localizado.
Virus
Son poco frecuentes las infecciones por virus. Se asocian preferentemente a situaciones de
inmunodepresión celular en pacientes con linfomas y leucemias. Los virus más frecuentes son:
virus respiratorios: adenovirus, virus sinticial respiratorio, parainfluenza, influenza A y B,
rinovirus; y herpes virus: HVS, VZV, CMV, EBV.
EVALUACIÓN DEL PACIENTE CON NEUTROPENIA FEBRIL
– Piel y uñas: puede mostrar un portal de entrada a una infección sistémica o una lesión
característica de infección sistémica (ej. Ectima gangrenoso por Pseudomona aeruginosa).
– Pulmonar: una de las localizaciones más graves de infección, bien primaria o secundaria a
infección en la circulación general.
– Salidas de vías venosas y catéteres, heridas quirúrgicas y áreas de biopsia. Agente más
frecuente: S. epidermidis (incluir palpación).
– Perineo y región perianal: son localizaciones de potenciales fuentes de infección por aerobios
gram negativos y anaerobios (inspección y palpación).
– Al menos dos muestras para hemocultivos de diferentes puntos (incluyendo uno de vena
periférica y de cada luz del catéter venoso central si lo hay).
– Urocultivo.
– Si procede: muestras para cultivo de esputo, lesiones cutáneas sospechosas, heces (y toxina
de Clostridium dificile) si se presenta diarrea, líquido pleural o peritoneal o cultivo de punta de
catéter. Serologías y detección de antígenos (Legionella, Aspergillus, Candida y Cryptococo
neoformans). En presencia de esofagitis interesa realizar una endoscopia digestiva con toma
de muestra para cultivo ± muestra para estudio histológico (se presentan exudados
blanquecinos en infección por cándidas, y úlceras más frecuentemente por herpes o
citomegalovirus).
Otros puntos a considerar para clasificar a un paciente como de alto riesgo son
Neutropenia profunda (CAN < 100 células/mm3) prevista por más de 7 días.
Evidencia de insuficiencia hepática (con alteraciones de aminotransferasa > 5 valores
normales).
Insuficiencia renal (definida como una depuración de creatinina < 30 ml/min).
Inestabilidad hemodinámica
Mucositis oral o gastrointestinal que interfiere con la deglución.
Causa síntomas gastrointestinales, como diarrea severa, incluidos dolor, náuseas y
vómitos.
Alteraciones neurológicas o cambios en el estado mental.
Infección de catéter intravascular, especialmente del túnel.}
Aparición de nuevo infiltrado pulmonar o hipoxemia o enfermedad pulmonar crónica
subyacente
El riesgo de NF está relacionado, en gran medida, con el régimen de quimioterapia y la
intensidad de la dosis. Se considera riesgo alto de presentar NF a una proporción mayor del
20% en pacientes vírgenes a quimioterapia. Por otro lado, los esquemas que tienen un riesgo
de entre el 10% y el 20% son considerados de riesgo intermedio. Vale la pena enfatizar que el
esquema de quimioterapia es solo un componente en la valoración del riesgo para NF
Es importante reconocer que el paciente hematooncológico tiene un riesgo mayor que el de la
población en general de presentar infecciones, debido a múltiples condiciones como la
enfermedad de base, el estado nutricional, los procedimientos invasivos, las hospitalizaciones
frecuentes y prolongadas, la posibilidad de sobreinfecciones con gérmenes hospitalarios
multirresistentes, etc.
En la tabla 3 se proponen una serie de datos clínicos que clasifican al paciente acorde con el
riesgo de presentar una infección, con la finalidad de obtener una sospecha diagnóstica e
iniciar un tratamiento de manera oportuna, en especial en el paciente hematológico, en quien
se espera la incidencia de neutropenias más prolongadas y profunda
Tratamiento
Como se había mencionado, el abordaje inicial del pacientecon NF se basa, de manera
general, en su clasificación del MASCC, como lo muestra la figura 1.
Antibióticos
Aproximadamente el 85% de las infecciones bacterianas eneste grupo de pacientes son
causadas por Escherichia coli,Klebsiella sp. y Pseudomonas aeruginosa
(gramnegativos),Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis y Strep-tococcus viridians
(grampositivos)10.
El esquema antimicrobiano inicial recomendado debeser de amplio espectro y tener actividad
contra Pseu-domonas: cefalosporina de tercera o cuarta generación(ceftazidima, cefepima),
piperacilina-tazobactam o carba-penémicos (meropenem, imipenem-cilastatina)11.
Antifúngicos
Las infecciones fúngicas son una posibilidad en el paciente neutropénico. Si bien el uso de
antimicóticos no está des-crito en el tratamiento inicial de pacientes con NF, se debeconsiderar
su uso en ellos y que en el cuarto día de trata-miento antibiótico persisten febriles, aunque
generalmenteel uso de antimicóticos se inicia entre los 7 y 10 días trashaber iniciado el
tratamiento antibiótico inicial
Asimismo, existen otros criterios para considerar alpaciente como de alto riesgo para presentar
una infecciónfúngica, que deben tomarse en cuenta al valorar al pacientecon NF como:
neutropenia que dure > 10 días, pacientestratados con trasplante de médula ósea alogénico y
pacientecon uso de esteroides a dosis altas.El antifúngico a prescribir como tratamiento
empíricodebe tener actividad demostrada contra los hongos conmayor posibilidad de infectar al
paciente neutropénico,como Candida sp. y Aspergillus sp. Las diferentes opcionesde
antifúngicos se presentan en la tabla 4. El tratamientodebe mantenerse hasta la recuperación
de las cifras de neu-trófilos, así como acorde con la respuesta del paciente. Enalgunos casos
puede prolongarse hasta por 14 días.
Antivirales
Tanto en la práctica clínica como en la mayor parte de lasguías el acercamiento inicial al
paciente con NF se centraen microorganismos bacterianos y fúngicos; sin embargo,
seconsidera que los virus podrían ser entre la segunda y la tercera causa de infección en el
paciente con neutropenia,en especial en enfermedades hematológicas como leucemiaaguda
mieloide, leucemia linfoblástica aguda en recaída,síndrome mielodisplásico y los pacientes que
reciben untrasplante de médula ósea13.El tratamiento empírico con antivirales usualmente
noestá indicado en el manejo de pacientes con NF, pero exis-ten pautas específicas para su
uso en la profilaxis. El usode aciclovir profiláctico debe implementarse en pacien-tes
seropositivos para virus del herpes simple, y que esténrecibiendo un trasplante de médula
ósea, ya sea alogénicoo autólogo y en pacientes con leucemia aguda bajo terapiade inducción
o reinducción
Todos los pacientes con enfermedad hematooncológicay sus contactos familiares deben ser
vacunados contra lainfluenza con la vacuna de virus inactivados de maneraanual. Se
recomienda que en los pacientes con síntomasrespiratorios ----incluidos tos y congestión nasal
o en losque se encuentra un infiltrado en la radiografía de tórax----se realice exudado
nasofaríngeo y que la muestra se pro-cese por PCR, cultivo o ensayo directo de antígenos
paravirus respiratorios (influenza, parainflueza, adenovirus, VSRy metapneumovirus)16.Los
pacientes neutropénicos infectados con estos virusrespiratorios pueden estar afebriles. Por
esto, pueden fal-tar los síntomas «clásicos». Si la sospecha es influenza por epidemiología se
puede iniciar tratamiento empírico conagentes anti-influenza como oseltamivir y zanamivir
Conclusiones
Veamos el punto de vista del hematólogo sobre el manejodel paciente con NF:
1. La NF es una complicación frecuente entre pacientes oncohematológicos tratados con QT
hasta en un 80%, conuna tasa de mortalidad del 11%.
2. Es necesario conocer el riesgo de NF en los pacien-tes oncohematológicos en función del
esquema de QT,la edad del paciente, su ECOG, las comorbilidades(diabetes, hepatopatía,
nefropatía, etc.) y el uso demedicamentos previos (antibióticos, esteroides, etc.).
3. Son considerados esquemas de QT de alto riesgo aquellos que producen una NF en una
proporción mayor al 20%.
4. En los pacientes oncohematológicos en tratamiento con QT y con riesgo mayor al 20% de
presentar NF es recomendable administrar tratamiento profiláctico con antibióticos, antifúngicos
y, en algunos casos, antivirales.
5. El tratamiento empírico para NF debe evaluarse cada 2a 4 días de iniciado y ajustarlo a la
respuesta y el estadoclínico del paciente.
6. El uso de factores de crecimiento mieloide se recomienda rutinariamente en pacientes de
riesgo elevado de NF(> 20%), y en caso de riesgo intermedio (de 10% a 20%),será de acuerdo
a las condiciones clínicas del paciente yla presencia otros factores de riesgo.
7. El antecedente de NF severa es un dato muy importantea considerar en aplicación de QT
posterior.
8. El filgrastim es el medicamento de elección en la mayo-ría de las guías nacionales e
internacionales, tanto en profilaxis primaria como secundaria.
9. El filgrastim pegilado (pegfilgrastim) es la mejor alter-nativa al uso de filgrastim, ya que
reduce la gravedadde la neutropenia y el periodo de recuperación medular.Hay alternativas que
han demostrado seguridad y efica-cia como profilaxis del manejo de tumores sólidos;
sinembargo, es necesaria mayor evidencia sobre su uso en pacientes hematooncológicos.