La cultura institucional escolar

1. Los conceptos de cultura y el imaginario institucional

Siempre tenemos una imagen construida de las instituciones que se traduce en nuestro
lenguaje (ej. es de derecha, es liberal, es exigente, etc.) También pueden expresarse a
través de sus actores (ej. Siempre hubo buenas docentes, etc.) o con otros adjetivos
(joyita, tierra abandonada, etc.)
Así, a cada escuela con su propio estilo, se las señala con distintas expresiones. Dicho
estilo y proyecto fundacional se construye y moldea en sus actores y en sus prácticas
que se ven capturadas en nuestras imágenes y representaciones de ellas.
La imagen-representación que tenemos no solo depende de aspectos visibles, si no
también los menos visibles, como el aspecto de los vínculos o las formas de tomar
decisiones, es decir, la percepción que los miembros de la institución sobre la misma y
sobre sus prácticas.
Cada institución tiene rasgos de identidad y señas particulares propios, ambos
constituyen y entran dentro de la cultura institucional. La cultura institucional es una
cualidad de las políticas que afectan a la institución y de las practicas del
establecimiento. Esta cultura da un marco sobre las formas de actuar de sus individuos.
En ella se integran cuestiones teóricas, principios pedagógicos en estado práctico,
modelos organizacionales, metodologías, perspectivas, etc.
Toda cultura tiene su sustento en el imaginario institucional. El imaginario son las
representaciones que un individuo o un grupo se hace de otro individuo, grupo o cosa y
que condicionara todas sus relaciones sociales. Este imaginario es diferente en cada
institución educativa pero tiene sus rasgos en común.
El ideal de cultura institucional imita a la realidad. Cada cultura puede ser asociada a
un modo diferente de gestión, dicha gestión será delimitada por las propuestas de los
directivos y los ajustes hechos a la misma por parte de los demás actores institucionales.
Ni la cultura institucional ni sus modelos son rígidos

2. Tipos de culturas institucionales

2.1 La cuestión de la familia en la institución escolar.

En la escuela es normal encontrar una relación entre las relaciones institucionales con
las relaciones familiares. Se da una idealización de algunos aspectos de la familia
buscando la formación de un vinculo seguro y tranquilizador que facilite la construcción
de la cultura institucional.
Por otro lado hay algunas fallas, no todo lo familiar es simple. La familia es un espacio
que alberga conflictos, no todas son la familia ideal. Esta cultura institucional solo
puede ser llevada a cabo negando e ignorando lo negativo o idealizando lo demás.
Es habitual que en los vínculos de parentesco no se expliciten ni sus características ni
sus contratos, por lo tanto, en las instituciones con esta cultura, donde los contratos son
ambiguos, no es fácil el encuadre ni el seguimiento de sus tareas. En estas instituciones
se hace alusión constante al vínculo cercano entre autoridades y alumnos, así como
entre pares, sobre todo en situaciones de conflicto.
Si este tipo de cultura se hiciera el estándar, se correría el riesgo de volver contractual
un tipo de relación que escapa a todo tipo de contrato implícito. No es posible contratar
el afecto, no así, es posible establecer una clausula laboral de respeto. El respeto no solo
es el buen trato, si no el entendimiento de la especificidad de la institución para facilitar
el contrato de la escuela con la sociedad.
Cuando los vínculos afectivos son positivos sirven como contexto facilitador de las
actividades de aprendizaje, mientras que los negativos obstaculizan. Aun así, estos están
lejos de suplantar la adquisición sistemática de conocimientos.
Este modelo es útil por que no pide nuevos conocimientos, es un tipo de vinculo ya
conocido, aunque corre el riesgo de diluir la especificidad de cada vinculo. Es imposible
que la escuela no intente replicar el vinculo familiar, pero hay una diferencia en las
cuales su identidad es basada en esto.
Este tipo de instituciones no suelen recurrir a canales de comunicación formal,
dejándola así a la espontaneidad de sus miembros. Por ello el canal comunicacional
tiende a reproducir la relacional/afectiva. Los distintos grupos y sus lideres controlan la
comunicación institucional, lo que provoca que la información quede segmentada, lo
cual genera rumores y se vuelve difícil la verificación de la información.
Esto despliega dos rasgos sobresalientes. Se pone por encima la adhesión a los valores
familiares, en consecuencia, se da mayor importancia a los objetivos personales que a
los constitucionales, lo cual debilita la estructura formal. Por otro lado, la dinámica se
basa en el esfuerzo de los miembros en base a las lealtades individuales con sus pares o
con la autoridad.
Se deja de lado el conocimiento en pos de la relación alumno-maestro, se pierde el
sentido educativo que debe ser principal en toda escuela, donde se debe enseñar lo que
no se aprende afuera de ella.