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Las instituciones educativas por Frigerio Capítulo 2.

Los conceptos de cultura institucional e imaginario institucional

Para comenzar a definir cultura institucional, es preciso definir que en las instituciones suelen
ser una representación, que se trasluce en nuestro lenguaje y que los actores dan cuenta de
cómo es su dinámica. Las expresiones que sostienen estos personajes son lo que le van a dar
una personalidad o un estilo a la institución.

La representación de la institución además de componerse de la mirada edilicia también se


compone de los aspectos menos visibles como por ejemplo el vínculo, las decisiones. Cada
institución posee rasgos de identidad y señas particulares que le son propios; ambos
constituyen la cultura escolar. Dicho término el autor lo define como una cualidad estable que
afecta a las instituciones y prácticas de los miembros de un establecimiento.

Entre otros se puede definir como un escenario en donde se integran cuestiones teóricas,
principios pedagógicos en estado práctico, sueños y proyectos. La cultura escolar es
sumamente rica y admite diversas presentaciones, es sumamente difícil enumerar y
jerarquizar los elementos que la compone, sin embargo se señalan algunos:

● Los usos y costumbres


● Los sistemas de socialización
● Ingreso
● Ascenso y promoción
● Los mitos, leyendas y héroes.
● etc.
Otro concepto importante que menciona el autor y está estrechamente vinculado a toda
cultura, es el imaginario institucional, este se encuentra en el centro de todos los
dispositivos del saber. Es un conjunto de imágenes y de representaciones que son
producidas por cada sujeto y grupo social. Dicho término adquiere en cada
establecimiento características y expresiones particulares que comparte rasgos comunes
con las instituciones educativas.

El imaginario tiñe y altera la relación que cada sujeto tiene con la institución, con los
otros y con el trabajo específico. Los desplazamientos que resultan de la actividad pueden
favorecer la tarea, aunque también pueden constituirse en obstáculos para el desarrollo
de las actividades.

Cada cultura puede ser directamente vinculada a modelos de gestión de las


instituciones educativas. Estos resultan de la articulación de una propuesta del directivo y
del ajuste, más o menos logrado, con el resto de los miembros de la institución. Entre
otros términos resulta de la lógica de los actores institucionales y las características
particulares del establecimiento.

Por otra parte el autor plantea que ni la cultura ni los modelos de gestión son estables,
sino que se adecuan en función de los cambios.
Hay ciertos rasgos que constituyen lo que se podría denominar modelos de gestión
específicos educativos.

Quienes ejercen hoy la tarea de gestión educativa, rara vez contaron con alguna formación
especialmente diseñada para el ejercicio de esta función, estos como los antiguos
docentes fueron realizando la tarea a partir de sus experiencias en donde ensayo y error
prevalecía. Por ende cada nuevo directivo queda encerrado en este proceso, porque, ha
aprendido a conducirse a partir de su contacto con otros directivos y no a través de un
proceso reflexivo de diseño de estrategias.

Tipos de cultura institucionales escolares

Hay diferentes tipos de estilos en las instituciones educativas, en este apartado se tratara
de describir y conceptualizar tres tipos de cultura institucional

La institución escolar: una cuestión de familia

En esta cultura institucional se idealizan algunos aspectos de las relaciones interpersonales


y se niegan otros. La idealización se monta sobre aspectos positivos, gratificantes y
tranquilizadores de lo familiar. Un vínculo seguro, en donde la aceptación y el cariño de los
otros facilitan la construcción de esta cultura institucional. Sin embargo existen variadas
trampas que son fáciles de advertir, ya que no todos los afectos operan en sus vertientes
positivas (no hay familia ideal). El ámbito de los familiares es un espacio que también
albergan conflictos.

Si un tipo de cultura institucional adopta un modelo sin reflexión correríamos el riesgo


de querer volver contractual aquello que escapa justamente a toda posibilidad de contrato
voluntarista. Se hace preciso establecer una cláusula de respeto, ya que en las
instituciones este tipo de valor se trata de tener presente la especificidad de la institución
y en consecuencia facilitar el cumplimiento del contrato de la escuela con la sociedad.

En principio el grupo familiar es la primera institución de pasaje, es la matriz de


organización de sus actitudes, conductas y relaciones afectivas y cognitivas.

En segundo lugar, constituye un modelo relacional que presenta la gran ventaja de no


requerir ningún tipo aprendizaje nuevo, sino que de actualizar cada aprendizaje.

La relación con la institución resulta de un complejo entrelazamiento de éstos, con otros


modelos integrados durante el pasaje por otras instituciones. Por ello, es inevitable que las
escuelas reproduzcan el modelo familiar. En esta clase de instituciones se acerca un tipo
de cultura en donde la circulación de información se realiza a través de una red de
informal de articulaciones individuales y se asienta en la interacción espontánea entre sus
miembros. Por ellos suele ocurrir que la comunicación se reproduce de manera afectiva.

La verificación de la información se ve obstaculizada por el carácter formal de la red y por


los porteros voluntarios o involuntarios que generan ese modo de funcionamiento.

Esto se asocia a otros dos rasgos propios de cada cultura institucional.


En primer lugar, se jerarquiza la adhesión a los valores familiares, la sumisión o la lealtad
personal y afectiva. En consecuencia, se otorga una mayor importancia a los objetivos
personales, a lo subjetivo, por sobre los objetivos institucionales. El
sobredimensionamiento de lo informal y personal debilita las estructuras formales.

En segundo lugar, la dinámica se basa en el esfuerzo voluntario de los miembros que


cumplen sus tareas. Los primeros reciben como compensación el reconocimiento afectivo
de los directivos.

En la escena pedagógica hay que tener presente que se trabaja en la construcción y


consolidación de vínculos en los que el conocimientos y saberes no pueden estar ausentes,
ya que ellos constituyen el eje de las acciones pedagógicas.

En las culturas institucionales familiares se desarrollan modalidades donde el trabajo


sistemático de distribución de saberes, que requiere de un saber experto, está excluido
como tarea sustantiva. Hay que tener en cuenta un vínculo triangular.

(Conocimiento, docente, alumno recíproco)

Este modelo prescinde del organizador pedagógico-didáctico: el curriculum prescripto


resulta ignorado. En este tipo de cultura institucional los vínculos entre el personal de la
escuela y alumnos pueden caracterizarse por la indiferenciación o por la dependencia.

En primer lugar, el grupo se concibe como una protección contra las diferencias, se prioriza
la ideología igualitaria. Al mismo tiempo prevalece entre los miembros del personal, la
competencia, los celos y la rivalidad.

Esta ideología igualitaria hace que no se reconozcan las diferencias entre los saberes
técnicos y los estilos de funcionamiento de los diferentes grupos. Por ende, esta falta de
reconocimiento de las diferencias lleva a que todos los miembros de la institución
desempeñen roles poco discriminados. Es decir, que no hay canales de información formal
(escrito), sino que hay una línea horizontal, los actores se dan órdenes a través del habla,
esto provoca un desentendimiento por partes de los actores cuando surge un problema no
previsto, provocando malos entendidos.

A modo de síntesis no existe en ella una clara división de jerarquización, no hay una clara
asignación de funciones y misiones. En general éstas aparecen como muy generales,
abstractas.

Podemos señalar dos riegos de significativa importante en este tipo de instituciones. Por
un lado, las tareas se centran en el mantenimiento del sistema. La tarea de enseñar pasa
en segundo plano. Por otro lado, la necesaria y específica relación vincular entre
conocimiento, docente y alumno es descuidada.

La institución una cuestión de papeles o expedientes:

Esta es un tipo de cultura institucional en el que las organizaciones son percibidas y


representadas como mecanismos.
Estas representaciones exhiben ventajas y desventajas. Una de las ventajas nos tranquiliza,
ya que estos mecanismos serian previsibles. En contrapartida, esta propuesta de
funcionamiento puede inquietar a los actores considerados como engranaje de la
maquina. Es decir, hay un directivo que registra todo lo que pasa en la institución, las
reglas y obligaciones quedan bien definidas, por ende, esto por una parte es bueno porque
hay roles definidos, por otra parte es malo, por el hecho de que se vuelve rutinario.

Las tareas y atribuciones del funcionamiento se fijan de acuerdo a disposiciones


administrativas, reglas o normas.

Las jerarquías se integran a un sistema de mando y de control de las autoridades


superiores hacia las inferiores; se pueden diferencias cuerpos decisores, transmisores y
ejecutores.

El liderazgo o autoridad propia se denomina racional-legal. El reclutamiento del


personal se efectúa en base a concursos, diplomas y exámenes, los cuales regulan la
carrera en el interior de la organización.

Se prioriza el registro de la actividad administrativa en documentos escritos y la


participación es meramente formal.

Una institución burocratizada enfatiza los procesos racionales, en particular la


descomposición racional de las tareas.

Este tipo de cultura institucional solo tiene en cuenta las necesidades de los distintos
estratos jerárquicos. Como desconoce la trama de las relaciones informales que se tejen
entre los sujetos, deja fuera de su consideración la información que transita por los
canales horizontales. Es decir, que no tienen en cuenta los afectos ya que están ajustados
a la norma y su prioridad es la tarea administrativa. Este acarrea un problema porque si un
alumno tiene problemas personales y no se atiende, el rendimiento no es el adecuado.
Estas cuestiones que surgen al ser una institución muy normada, cuando algo irrumpe la
descentraliza.

El modelo de gestión en esta cultura es un modelo tecnocrático. La formalización es el


aspecto priorizado, cuyo objetivo es neutralizar toda posibilidad de conflicto. Las
autoridades establecen disposiciones y reglamentaciones que intentan prever el conjunto
de las acciones. Es decir, se trata de establecimientos para los que cuenta menos obtener
resultados de calidad que obtener resultados idénticos a los obtenidos hasta el momento.
Se excluye todo lo que es innovador (es una desventaja, porque siempre se caen en lo
mismo y no permite lo nuevo).

Como esta cultura funciona sobre el desconocimiento de las redes informales se


muestra incapaz, de gobernar cualquier situación imprevista no contemplada en la
reglamentación y de incorporar los cambios e innovaciones. Por ello, en la mayoría de los
casos constituye una alternativa de gestión conservadora y disciplinaria.

Además , la irracionalidad también habita lo racional, por eso es habitual encontrar,


por ejemplo, una yuxtaposición de reglas generadas en distintas épocas que en ocasiones
carecen de coherencia, se muestran incapaces para regular y resultan en una situación de
ingobernabilidad.

¿Qué ocurre en la dimensión pedagógico-didáctica? o mejer dicho, ¿Cómo se expresa


esta cultura en esa dimensión?

En esta modalidad el curriculum suele operar como un sistema duro o trivial. El acento
esta puesto en consecuencia en la secuencia y organización de los contenidos y en la
definición de las experiencias para su aprendizaje.

El curriculum prescripto funciona como instructivo (esta todo ordenado y reglado). Se


rutinizan las practicas, se reiteran los procedimientos, las planificaciones se reproducen
casi idénticas año tras año. En consecuencia, suele suceder que toda la actividad
pedagógica vaya perdiendo significación (su objetivo).

Cuando esto sucede la evaluación suele desatender los contenidos y dar prioridad a los
procedimientos.

La información es descendentes va de los cargo jerárquico a los cargo de base.

Riesgos encubiertos: cierres de las instituciones al entorno si hay actos no invitan a la


familia, riesgos hacia un sistema burocrático limitante, que hace perder de vista la
especificidad de la institución.

Son instituciones cerradas, no abierta a la familia y se rompe un poco la relación


sociedad-institución.

La institución escolar: una cuestión de concentración

Las reglas nunca alcanzan a abarcar el conjunto de situaciones (ejemplo: cuando surge
algo improvisto, los actores se preguntan que hacer ya que en el diseño no lo explica) que
se generan en el interior, ni tampoco a pautar todas las actividades que allí se desarrollan.
El modelo de gestión funciona un poco mejor ya que hay espacios no normado, esto
permite a los actores hacer uso de su libertad y desarrollar comportamientos de
cooperación o de resistencia a los objetivos institucionales.

En función de las motivaciones como el reconocimiento social, los miembros de una


institución utilizan aquellos espacios de libertad como un recurso que les permite
concertar acciones a través de negociaciones. Se considera este término como una
relación que apunta a neutralizar ciertas formas de expresión de la oposición de intereses,
concilia diferencias y divergencias mediante pactos y compromisos explicitados en la
institución. También es tomado como un proceso de discusión que se promueven
diferentes puntos de vistas. Se hace necesario a través de ella que cada parte encuentre
un beneficio, al igual que un proceso de aprendizaje.

En este tipo de cultura institucional existen diferentes sistemas de poder, entre ellos el
sistema de poder contractual: se basa en la adjudicación del poder durante un tiempo
preciso, y que le brinda aquel que está en condiciones de resolver ciertos problemas.
A diferencia del tipo de cultura institucional familiar, los miembros de la institución
son considerados actores estratégicos: pueden sostener enfrentamientos, establecer
alianzas.

Otro punto importante que mencionan las autoras, es con respecto al conflicto, este
tipo de cultura lo toma como algo inherente al funcionamiento institucional, se promueve
al debate productivo para lograr consenso (unión) en torno al proyecto institucional. La
información se constituye en un recurso indispensable para la toma de decisiones y para
crear condiciones de posibilidades para establecer la unión.

La importancia de la dimensión pedagógica-didáctica, es estructurante de las


instituciones educativas profesionales. El curriculum prescripto funciona como organizador
institucional, que será moldeado por los actores, sin perder su carácter contractual.

Los modelos de gestión al igual que el curriculum, son profesionales que integran
diversas facetas, entre ellas orientador, mediador, regulador de las distintas tareas
institucionales. Cabe señalar que en el caso del curriculum también será garante de los
contratos pedagógicos-didácticos y evaluador.

Cada conductor institucional deberá tomar en cuenta que los miembros de la


institución presentan tiempos diferentes de reflexión y de acción. Por eso, podemos hablar
de la temporalidad diferencial.

Se puede decir que el modelo de gestión admite que los individuos tienen intereses,
propósitos y objetivos diferentes. Aquellos que la conduzcan tendrán que equilibrar y
coordinar la diversidad de intereses a fin de que los individuos puedan trabajar juntos en
las tareas sustantivas de la institución. A esto se refiere, que responden a una visión de la
institución como un sistema político, en el que coexisten la colaboración, las diferencias, la
oposición y la concertación.

El riego principal es aquel que proviene de instalar una permanente consulta y


deliberación entre los miembros de la institución, en este sentido se puede llegar a
desdibujarse sus tareas y responsabilidades.

Esta perspectiva conlleva, en el caso de los roles de conducción de las instituciones


educativas, una reflexión que articule la concertación con la toma de decisiones, la
delegación y la supervisión.

A tener en cuenta:

Aceptan el conflicto y se busca la solución, en cambio los otros dos no.

Consideran al docente como un profesional ya que tiene la resolución de cosas que


van surgiendo.

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