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Para comenzar a definir cultura institucional, es preciso definir que en las instituciones suelen
ser una representación, que se trasluce en nuestro lenguaje y que los actores dan cuenta de
cómo es su dinámica. Las expresiones que sostienen estos personajes son lo que le van a dar
una personalidad o un estilo a la institución.
Entre otros se puede definir como un escenario en donde se integran cuestiones teóricas,
principios pedagógicos en estado práctico, sueños y proyectos. La cultura escolar es
sumamente rica y admite diversas presentaciones, es sumamente difícil enumerar y
jerarquizar los elementos que la compone, sin embargo se señalan algunos:
El imaginario tiñe y altera la relación que cada sujeto tiene con la institución, con los
otros y con el trabajo específico. Los desplazamientos que resultan de la actividad pueden
favorecer la tarea, aunque también pueden constituirse en obstáculos para el desarrollo
de las actividades.
Por otra parte el autor plantea que ni la cultura ni los modelos de gestión son estables,
sino que se adecuan en función de los cambios.
Hay ciertos rasgos que constituyen lo que se podría denominar modelos de gestión
específicos educativos.
Quienes ejercen hoy la tarea de gestión educativa, rara vez contaron con alguna formación
especialmente diseñada para el ejercicio de esta función, estos como los antiguos
docentes fueron realizando la tarea a partir de sus experiencias en donde ensayo y error
prevalecía. Por ende cada nuevo directivo queda encerrado en este proceso, porque, ha
aprendido a conducirse a partir de su contacto con otros directivos y no a través de un
proceso reflexivo de diseño de estrategias.
Hay diferentes tipos de estilos en las instituciones educativas, en este apartado se tratara
de describir y conceptualizar tres tipos de cultura institucional
En primer lugar, el grupo se concibe como una protección contra las diferencias, se prioriza
la ideología igualitaria. Al mismo tiempo prevalece entre los miembros del personal, la
competencia, los celos y la rivalidad.
Esta ideología igualitaria hace que no se reconozcan las diferencias entre los saberes
técnicos y los estilos de funcionamiento de los diferentes grupos. Por ende, esta falta de
reconocimiento de las diferencias lleva a que todos los miembros de la institución
desempeñen roles poco discriminados. Es decir, que no hay canales de información formal
(escrito), sino que hay una línea horizontal, los actores se dan órdenes a través del habla,
esto provoca un desentendimiento por partes de los actores cuando surge un problema no
previsto, provocando malos entendidos.
A modo de síntesis no existe en ella una clara división de jerarquización, no hay una clara
asignación de funciones y misiones. En general éstas aparecen como muy generales,
abstractas.
Podemos señalar dos riegos de significativa importante en este tipo de instituciones. Por
un lado, las tareas se centran en el mantenimiento del sistema. La tarea de enseñar pasa
en segundo plano. Por otro lado, la necesaria y específica relación vincular entre
conocimiento, docente y alumno es descuidada.
Este tipo de cultura institucional solo tiene en cuenta las necesidades de los distintos
estratos jerárquicos. Como desconoce la trama de las relaciones informales que se tejen
entre los sujetos, deja fuera de su consideración la información que transita por los
canales horizontales. Es decir, que no tienen en cuenta los afectos ya que están ajustados
a la norma y su prioridad es la tarea administrativa. Este acarrea un problema porque si un
alumno tiene problemas personales y no se atiende, el rendimiento no es el adecuado.
Estas cuestiones que surgen al ser una institución muy normada, cuando algo irrumpe la
descentraliza.
En esta modalidad el curriculum suele operar como un sistema duro o trivial. El acento
esta puesto en consecuencia en la secuencia y organización de los contenidos y en la
definición de las experiencias para su aprendizaje.
Cuando esto sucede la evaluación suele desatender los contenidos y dar prioridad a los
procedimientos.
Las reglas nunca alcanzan a abarcar el conjunto de situaciones (ejemplo: cuando surge
algo improvisto, los actores se preguntan que hacer ya que en el diseño no lo explica) que
se generan en el interior, ni tampoco a pautar todas las actividades que allí se desarrollan.
El modelo de gestión funciona un poco mejor ya que hay espacios no normado, esto
permite a los actores hacer uso de su libertad y desarrollar comportamientos de
cooperación o de resistencia a los objetivos institucionales.
En este tipo de cultura institucional existen diferentes sistemas de poder, entre ellos el
sistema de poder contractual: se basa en la adjudicación del poder durante un tiempo
preciso, y que le brinda aquel que está en condiciones de resolver ciertos problemas.
A diferencia del tipo de cultura institucional familiar, los miembros de la institución
son considerados actores estratégicos: pueden sostener enfrentamientos, establecer
alianzas.
Otro punto importante que mencionan las autoras, es con respecto al conflicto, este
tipo de cultura lo toma como algo inherente al funcionamiento institucional, se promueve
al debate productivo para lograr consenso (unión) en torno al proyecto institucional. La
información se constituye en un recurso indispensable para la toma de decisiones y para
crear condiciones de posibilidades para establecer la unión.
Los modelos de gestión al igual que el curriculum, son profesionales que integran
diversas facetas, entre ellas orientador, mediador, regulador de las distintas tareas
institucionales. Cabe señalar que en el caso del curriculum también será garante de los
contratos pedagógicos-didácticos y evaluador.
Se puede decir que el modelo de gestión admite que los individuos tienen intereses,
propósitos y objetivos diferentes. Aquellos que la conduzcan tendrán que equilibrar y
coordinar la diversidad de intereses a fin de que los individuos puedan trabajar juntos en
las tareas sustantivas de la institución. A esto se refiere, que responden a una visión de la
institución como un sistema político, en el que coexisten la colaboración, las diferencias, la
oposición y la concertación.
A tener en cuenta: