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llt) a ....-..,11 rt"Sl't'1..'tt' a 1.1 cr1t1ca de genero y los estudios culturales. ua espa-

Nota de la editora 7

I . Jacques Derrida: un filósofo tentador,


Cristina de Peretti 9

II. H élene Cixous, la «fiesta del significante»,


Marta Segarra 23

III. Premiere partie: autour de la langue et du désir 33


Diseño de la cubierta: Muncsa Busquets
IV. Deuxieme partie: autour de l'identité, del'exclusion
© Hélene Cixous, Jacques Derrida. et du scyle 63
© De esca edición
Icaria editorial, s.a. V. Primera pane: sobre la lengua y el deseo 93
Ausias Marc, 16, 3. o 2.3
080 l O Barcelona VI. Segunda parte: sobre la identidad, la exclusión
www.icariaedicorial.com y el estilo 125
ISBN: 84-7426-760-9
Depósito legal: B-45.126-2004 Bibliografía 157

Forocomposición: Tcxt Grafic

Impreso en Romanyll./Valls, s.a.


Verdaguer, 1, Capelladcs (Barcelona)

Todos los libros de el.ta colección están impresos en Pª1;;l r~~iclado/ ./


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J>rinted in Spain. Impreso en España. Prohibida la repro uccton tota parcia
NC11A DE LA EDITORA
l\ 1arta Segarra

~l pres~nte libr~ :ransc:ibe el primer <<Seminario de Barcelona», que


impartieron Helene Cixous y Jacques Derrida en marzo de 2002,
organizado por el Centre Dona i Literatura/ Mujeres y Literatura de
la Universidad de Barcelona. La idea de reunir a ambos escritores
surgió del seminario que H. Cixous dirige en París desde hace más
de veinte años, y al cual participa anualmente J. Derrida. Después de
asistir a una de estas <<fiestas de la inteligencia>> que significa el inter-
cambio dialógico entre los dos escritores, me atreví a proponerles que
repitieran la experiencia en Barcelona, y ambos tuvieron la gentileza
de aceptar la invitación.
Escogimos unos cuantos textos fijándonos especialmente en
Voiles ['Velos], dado que reúne las voces de H. Cixous y J. Derrida
y redactamos varias preguntas basándonos en ellos. Sin embargo, dado
el rigor y la meticulosidad c·on que nuestros invitados respondieron a
dichas preguntas, no pudimos incluirlas todas, por lo cual algunas,
tanto o más interesantes que las recogidas en este volumen, no han
podido ver la luz. .,
El Seminario constó de una Primera parte que reunto, a puerta
cerrada, a los investigadores/as del Centre Dona i Literatura Yª ''~l­
rios representantes de la Red Temática Mujeres y culturas, de la .ct 1 ~1 l
r1 uc·\tr<> c<.:n tro es el grupo coordinador. La Segu~da parte fue ~lbrert<I
al f>11blico, e.le entre el cual st1rgieron las dos últ1111as pregtttlt~is.
. . . d · · } e s or1t<ItÍ<) r•lt1r
1~,r1 CL1<1r1 to a 1~1 ec11c1611 e este se111111ar10, 1 1110•. r ,
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b- Cristina de Peretci (UNED)
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L\.11t'Cfl' a: agra e-zc."<.l a J.'drt1c1pac1on en ella de Lluna Llech Ll
fy-.i ll.1r.1~. ~ a$i111is111<) 1.1 ,·aliosa colaboración de Cristina
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J.llttu-a tai11 b1e11 e a 1ntr1.) t1cc1ón
d . . al
pensamiento de Derrid
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f'ft'S~11ta111os :1 ..·1..1 11tinu.1cion. Los dos artículos introductorio: q~e
ll?r.1 :le Cix1.'~1~' Derrida han ~ido pensados para el lectorado hi:pá~
n1c<.l. por ll) que no hemos cre1do oportuno traducirlos al francés.
~o n1e qt1e_d,a n1a~ que agradecer la generosidad intelectual y
humana que Helene C1xous y Jacques Derrida mostraron en su visi-
ra a Barcelona. El primer Seminario de Barcelona, aunque le han Deconstrucciones
seguido otros (con Frans:oise Collin y con Laura Mulvey), fue una «Nunca he tenido un 'proyecto fundamental'. Y 'deconstrucciones',
experiencia única e irrepetible. que prefiero en plural, no ha nombrado sin duda jamás un proyecto,
un método o un sistema. Y menos aún un sistema filosófico11, dice
Derrida en una entrevista realizada en 1991 (DERRIDA, 1992, p. 367 i.
1 Para quienes hemos leído la inmensa mayoría de los textos de
Nota: Corrigendo las prueba de este libro, ha sobrevenido la muerte Derrida desde que éste comenzó a escribir, hace ya unos cuarenta
de Jacques Derrida; que sirva, pues, éste de modesto homenaje a su años, hasta la fecha, no nos cabe ninguna duda de que, en efecto, su
ya larga andadura jamás ha querido consolidarse como un pro}·ecto,
persona. como un sistema ni tampoco como un método. Y el hecho de que
Derrida sea un pensador vivo, contemporáneo nuestro, un pensador
en activo que sigue escribiendo textos a un ritmo a veces vertiginoso;
y de que su escritura, tan abundante como diversa, no deje de ser por
consiguiente, teórica y prácticamente, una «obra)) siempre inacabada
es sólo una circunstancia más que contribuye a que el pensamiento
de Derrida resulte absolutamente inclasificable, resistiéndose a cual-
quier intento que pretenda edificarlo en un sistema con el fi.n de en-
cerrarlo tranquilamente en una especie de fichero, de archivo)'ª di·vi-
dido de antemano en casilleros bien etiquetados que sien1pre conceden
una cierta seguridad y satisfacción a aquellos que los cor1sultan. Sin
embargo, a quienes están menos avezados e11 los e11tresijos de L1 es-
critura derridiana, es probable que les resulte difícil entender esto de
entrada, ya que también es cierto que a Derric.fa se lo Yincula sie1n-
pre, inevitablemente, con u11a palabra, l.1 c.iect)tlstruccil)l1, de la cual,
se dice, es el «padre» o, si se prefiere, el «n1.rxin1t1 representante». Y
e:-t.l 'i11cul.1,-il)J1. l't:Hl f<'•l:ls l.1s rt·st·t '.1s ll\te entrañan r)or 1 d
• 1 r 0 cn1 ·í •
e11 tln pens.11111C'Iltl' C'('l1ll' e 1.1uc lll's <'L'ttpa. rt'rn1i 110s cont 0 · s, ra). una palabra susc.;eprihle de sustit11ir a <Hr<>s tantos térn11nos y de
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o 1.."'0illt) <,n1.r\1n1<' re1'1c·s.-1lr.1ntc... tlll e1.1 tan1noco de toci
«padre» ser a su vez sustitui<la y afee.cada por t-~1os en un tral)ajo tanto scm.ín
r os 1nod
de srr u)rn·,-r.~ , ~u1:· 1.'-.'l11re cnto111..t•s? os rico con10 sintáctico. Sin embargo, con los años, a<Jcn1ás de cobrarle
I ,1r t1n~ ('.t t le. c·s ¡~re, 1so .l('ttntar c.1ue. cua11do Derrida em l un cierto cariño, Derrida ha ido concediéndole relevancia a la pala-
· d · d · pe 6 el bra deconstrucción .1
ttn11111t) "" cc1.'nscru,·c1011" en t1110 e ~us pr11neros textos. en De la
,:'"l;:;n•'ll:.zt, · --~(·· ,·<1n1..rctan1enre (CU)'ª primera Parre constituye p , Pero, y ésta es la segunda parte -y la más importante- de la
'd .. -ir·'-'·-.·.
· · · ~--1.1nrean11ento
· · · exp l1c1tamente
n1as ' . . del pe sam·
teórico ' o r as1 cuestión, ¿por qué dice Derrida preferir «dcconsrrucciones,,, en plu-
11
n1 d ..· D~:r1d.1'. ian1as pensó que dicha palabra fuera a alcanz::7-
ral, y no «la deconstrucción», en singular? Pues, precisamente, por-
que «la» deconstrucción (a la que a pesar de codo, por razones de
intlac1<.1n que h1..),. le conocemos. ya que, para bien o para mal, co ª economía y de comodidad sin duda, seguiré aludiendo en <;ingular,
C1.."lil()CirnientO L1 sin el. el termino «deconstrucción» está actualment~
co1no -por lo demás- también suele hacer el propio Derrida) no
en bo(.-a de todo el mundo. No sólo son cada vez más numerosos los es ni un sistema ni un método. Leamos dos textos de Derrida:
discursos que se han ido haciendo cargo de la deconstrucción en el
a.rnbiro de la filosofía. de la crítica literaria (especial aunque no ex- La deconstrucción tiene lugar: es un acontecimiento que no es-
clusivamente angloamericana), de la estética (pintura, música), del pera la deliberación, la conciencia o la organización del sujeco, ni
cine o ,-ideocine. de la arquitectura, del derecho, de la reflexión polí- siquiera de la modernidad. Ello se deconstruye. El ello no es, aquí,
tica o institucional e, incluso, ¡en el de la gastronomía y en el de la una cosa impersonal que se contrapondría a alguna subjetividad
moda'.. sino que también es cada vez más frecuente oír el término egológica. Está en deconstrucción (Littré decía: «deconscruirse ...
deconsrrucción, empleado sin ron ni son, en los más variopintos pro- perder su construcción»). Y en el «Se» del «deconstruirse», que no
gramas !rcoloquios televisivos y supo~go que asimismo radiofónicos. es la reflexividad de un yo o de una conciencia, reside codo el
En textos como el debate recogido en L'oreille de l'autre o la «Letcre enigma (1987a, p. 391).
a un ami japonais», muy posteriores a De la grammatologie, Derrida
O, con otras palabras muy semejantes:
explica que, utilizado en los afios sesenta, el término «deconstrucción»
no podía por menos que insertarse perfecta aunque polémicamente En unos contextos siempre muy determinados, [la decons-
en el campo del estructuralismo que, en esa década, dominaba el trucción] es uno de los nombres posibles para designar. en resu-
panorama cultural francés. Añade Derrida que, cuando se le ocurrió
utilizar esta palabra, por lo demás muy poco usual en francés, lo hizo
también, en cierto modo, para trasladar activamente, dentro de su 1. Esto quizás se deba cambién al hecho de haber tenido que explicarse, que
propio quehacer, los motivos heideggerianos de la Destruktion (que defenderse, con mucha frecuencia, sobre codo hace ya unos cuantos años. de las
acusaciones que se hacían pesar sobre la deconstrucción. Dichas acusaciones, en
no es una destrucción sino una «des-estructuración para destacar al- algunos casos, son básicamente malentendidos resultantes de lo que podrtan1os
gunas etapas estructurales dentro de un sistema») y de laAbbau (ope- 1
llamar, con Nietzsche, la «mediocridad individual del leccorM, esto es. la confu-
ración que consiste en deshacer una edificación para ver cómo está 1
1
sión, la tendencia a economizar el esfuerzo que supone coda lectura arenca y n1inu-
hecha). Dicho esto, en un primer momento, Derrida no le concedió ciosa de un cexco. Una economía semejante tiende entonces a sin1plifi..:ar. a
estereotipar, a reducir a claves y moldes más familiares aquello que se desconoct' o
una importancia especial al término «d_econstrucción». Ni siquiera que resulta inhóspito e inquiccance: en esce caso, una estrategia tan con1pleja. plu-
consideraba que fuese una palabra espec1al~ente «bonita» y asegura- ral y móvil como es la deconstrucción. En otros casos. las acus.tcionl·s ..:ontra la
ba que no aporcaba nada. Para él, este término no era sino uno más deconstrucción se han convertido con frecuencia en auténticas cerg1vers~1..:iones
dentro de coda una cadena de muchos otros (~orno huella, dijférance, (mal)intencionadas, en ataques descalificadores y resenridos. cu;tndo no es que se
ha llegado, incluso, a la difamación y a la calumnia m.is crisp.1d.1s.
diseminación, suplemento, pharmakon, escritura y un largo etcéte-
-.lo c¡ueJlep. O DQ Ü
•••6locaci6n que de hoab,e: acontecimiento en el que tambi~n cons11te (y que
en 1»,que se denomina clúicamentel denomina) «la deconstrucción,., Pero esta lCGtll
el¡,¡~ por supuesto y por ejemplo, Petti que sobrevenga del exterior ni con posterioridad a aq
._ cualqwer texto, en el sentido general que trato~· en deconstrucción («no sobrevuda jamás d a.con '
pa .dicha palabra, es decir, en la experiencia sin nds> que, ya desde siempre, forma parte de dicho acontecimial
~lidrd» social, histórica, económica, técnica, militat, parte en él («tan sólo interviene en él, está inscrita en él»).
"°''~ _al. ww. no espera a que finalice el análisis filos6fico-
t;~eE;~Jlí~.~•••GOID • ]: éste es necesario pero infinito y la lectura que esas fis La encentadura de la deconstrucción, que no es una deásimi•
\acto posible no sobrevuela jamás el acontecimiento; tan sól luntaria ni un comienzo absoluto, no ocurre en C11alquier lng;ir,.
mtervicne en él, está inscrita en él (1992, pp. 367-368). ni en otra parte que fuese absoluta. Como encentadura que ef:.
justamente, arranca de acuerdo con unas líneas de fucm y con
unas fuerzas de ruptura localizables en el discurso que hay que
¿Qu~ dice Derrida en estos dos textos? Dice, en primer luga~
deconstruir. La determinación tópica y tlcnica de los lugares y de
~ un tex.to (en el sentido general que se apunta en la segunda-
los operadores más necesarios [...] en una situación determinada
~ .-e
ti.ene una serie de fisuras, est' en deconstrucción, se depende de un análisis histórico. Éste se hace en el movimient(>
la deconstrucción es (y/o nombra) este acontecimiento general del terreno, no la agota jamás el cálculo consciente de un
cir:1adislocación quede hecho se repite con regularidad»). La «sujeto» (1972b, p. 109)
a-..Eacción es algo que está ahí, «una cierta dislocación que de
~., repite con iew1laridad•, que está ocurriendo ahora mismo Esta lectura-escritura, que también se denomina pues «decons-
,,_,. ,., 4!ipt> de lugares, de momentos, de circunstancias. Una espe- trucción», constituye, de esta forma, una «palanca de intervención,.
•1er dd mundo. Pero el hecho de que la deconstrucción sea un (ibid., p. 96) activa, lúcida, minuciosa y rigurosa que «solicita. (esto
•"'!r;,,;i, ,,._....a•niento implica, por lo menos, dos cosas: es, que conmueve como un todo, que hace temblar en su totaliclad3 )
l. Q.ue la deconstrucción es algo que tiene lugar, que ocurre sin todo aquello que ya está, desde siempre, en deconstrucción: todo
~decir, sin la mediación de ningún sujeto (yo o conciencia), «arte del sistema>>, toda arquitectónica, toda presunta totalidad así
a g,ue termine ningún tipo de «análisis filosófico-teórico como todo texto, toda experiencia, toda «realidad» en la que se repite
'11iflas&rio pero infinito». Y, de la misma manera que la decons- «cierta dislocación», precisamente allí donde parece haber un mayor
no es la actividad ni la operación de ningún sujeto, tampo-
del cdeconstruirse» («en el que reside todo el enigma») es
~ , ~,, de un yo o de una conciencia». se rige por una lógica binaria jerarquizada que otorga el privilegio a aq~o que ~
icn-y aquí eml sin duda una de las mayores dificulta- identifica con lo masculino) y el etnocenttismo como con el fonocentr1Smo (pn-
en qu~ consiste la deconsaucción-, la deconstruc- mac{a de la voz como relación originaria de la conciencia y del significado), deri-
, a la vez, el «análisis fllos6fico-te6rico» o la lectu- vando de todo ello un régimen jerarquizado de oposiciones duales: así, por ejem-
plo, el privilegio del habla frente a la escritura o de lo masculino frente a lo fi:m.cnino.
~ ce.sa.s fisuras» del texto «hacen posible») de ese Para deconstruir esta lógica dual, no bastará invertir sin mú la jcrarquf~ de dicba
oposición sino que también será imprescindible que intervengan todo npo de es-
trategias de desplazamiento. En esto consiste el gesto siempre desdoblado de la
QIescritoS, en una lecmra que él sabe •necesaria pero deconstrucción (cfr., por ejemplo, DERRIDA, 1972b, pp. 56 y ss.), de la m"""'r
9m:rid&ha ~o. como esttuctura dominante de la manera que, apunta Derrida, •sería [...] prctjso con un solo gest0 pero. d~
a
la aismmmca complicidad_del logocentrismo (ro- do, leer y escribir» (1972a, p. 72).
-~.-) JPntO c:on el falocentnsmo (el logocentrismo 3. Cfr. I 972c, p. 22; 1967b, p. 13.
tun\.i.1n1e11t1.). ~e~u ri1.i.tll 1.' S<.)li1.lt::: t'11 l<.)$ ,·alorcs, los córligos, l·,1s n qt1c, si bien es cierto que, a veces, el propio lJcrrida ha rccurri<.lo a
n1.lS. 1os 1111."'l'-lc~ '-llH.' ~\1~tt•11ta11 L1 gra11 arquirccró11ica de la . <l· . r-
0
determinadas imágenes para explicar la esrrarcgia dc:constructiva com-
de (.)c'"-ide11tc. 11.t'-lici1.'n 1.le la 1.1t1e, qt1er;i1noslo o no, todos t~a ición parándola, por ejemplo, con una tarea de dcscdimcntaci{>n o de perfo-
(i11clt1id1.)S D ·rrid.t ~· l.t 1.lc'-·1.,nstrt1cción) somos herederos. osotros ración vertical del suelo (a partir de la capa superficial, la única visible,
L,t de..·t'nsrrucci1.)r1. por st1 ¡)arte, no niega ni critica esta her . de un «terreno», se exploran y sondean, según se va perforando, los
· 1 i ·' L d
que esr.t .t 11. en'" ec1.,nstrt1cc1on. a econstrucc1on no es una e , .
·' enc1a estratos inferiores, «Cronológicamente» anteriores que, desde hace tiem-
- 11(' 11.) es n1. en el sent11.. :lo que apunta la .instancia . k r1 ttca
anciana del kri . · po, han quedado tapados o que incluso, desde siempre, permanecen
\ ºd d . . . al . d nezn
esto es. t'tl e 1se11t1 o e tin ¡u1c10 v orativo, e una elección, de u ' ocultos) o con la labor de desmontar (Abbau) algo, un edificio, una
de.:isi'-)n que se establece a partir de una serie de primacías y de J·erar- na máquina, un artefacto cualquiera, para ver cómo está edificado, cons-
qu1.is: ni 11) es tan1poco (de la misma manera que no lo son ni 1 truido, elaborado; no menos cierto es también que la deconstrucción,
~ts:-ruJ;:tio~ ni la 1bbau heidegger~::nas) sen.t~do
en el de una opera~ en tanto que lectura filosófico-teórica, parte de la exigencia de una
complejidad y de una divisibilidad sin límite, y por consiguiente ni
c~~n negat1\·a del tipo d: l~ destrucc1on; de la negac1on_ o de la transgre-
busca contentarse con la seguridad de ningún presunto principio, ori-
s1on. De hecho. estas ultimas operaciones, por su simplicidad mis-
gen o fundamento indivisible, ni tampoco se da jamás por concluida,
ma. por la mera inversión de valores que operan, no suponen, para
4 lo cual, por el contrario, sí hace el análisis que, invariablemente, fma-
Derrida. sino otras tantas regresiones o falsas salidas. La deconstruc-
liza cuando considera que ha logrado conocer el principio o el elemen-
ción. por consiguiente, no niega ni critica la herencia de la tradición
to simple de un codo.
occidental pero tampoco se limita sencillamente a analizarla: Dicho esto, la deconstrucción tampoco se limita a recordar o a
reproducir sin más la herencia de Occidente sino que interviene en
Lo que se denomina la «deconstrucción» obedece de manera in- ella repitiéndola de forma activa y transformadora, rescribiendo so-
negab~e a una exigencia analítica, a la vez crítica y analítica. Se bre sus textos, es decir, no ya acerca de ellos sino en ellos, dentro de
trar_a siempre de deshacer, desedimentar, descomponer, desconstituir ellos, en su interior («interviene en él, está inscrita en él») con el fin
sedim~nto~, a~tefactos, ~resupuestos, instituciones[ ... ] Dado que de describir tanto su estructura interna: cómo están hechos dichos
esta d1soc1ac1ón analítica debería ser también, dentro de la textos, cómo se ensamblan y se articulan sus piezas (y hasta aquí, con
~econstrucción, al,r:ienos tal y,c~mo yo la comprendo o la prac- reservas, podría ser entendida como una determinada forma de aná-
tico, un asce.nso cr1tico-gene~o?1co, tenemos ahí aparentemente lisis si bien siempre interminable), como la lógica que los rige; desta-
los dos motivos de todo análisis [ ...] Pero, simultáneamente la cando, de este modo, lo que tradicionalmente (se) disimula (en) cada
«de~nstrucción» no comienza sino con una resistencia a este doble uno de ellos, incluso más allá de sus propias intenciones: no sólo lo
motivo (1996a, pp. 41-42).5 que no han podido, o no han querido, saber ni decir nunca; no sólo
sus rendijas, sus fisuras, sus grietas o sus resquicios, no sólo sus hipo-
, La
. . deconstrucción
. no puede de ninguna manera constituir · · un cresías, sus mistificaciones y todas las violencias que su lógica entra-
análisis,
. al menos. s1 entendemos . éste' tal y como 1o d efiine el DRAE en ña, sino también todo tipo de efectos, no siempre controlados, que
su primera acepción, en el sentido de la «distinciºó n y separac1-6n d e las allí obran: «'Deconstruir' la filosofía sería, de este modo, pensar la
parces de un to d o hasta llegar a conocer sus princ·1p1os
· o e lementos», ya genealogía estruc;turada de sus conceptos de la manera más fiel, más
interior pero al mismo tiempo, desde cierto afuera por ella incalifica-
ble, innombrable, determinar lo que esta historia ha podido disimu-
lar o prohibir, convirtiéndose en historia por rnedio de esta represión
4. Cfr. noca 2.
5. Para todo lo que distingue a la deconstrucción del an álº1s1s, . de la genealo- que de alguna manera es interesada» (1972b, p. 15).
gía, de 1a arqueo1ogfa, ecc., ef r., sob re to d o, 1996a, pp. 4 l Y ss.
.2. Qu<'. '"",Hlll' 1,11 .1,·l,llfl'\.·u,11enro .º· si se ~)refiere, ~on 10 todo
intraducible en un sentido, pero e11 otro Jf'lllirlo tc1d11 es i111 r~1Ju(ible, l t
.lCTlnte'"·in1i,·nt''· Li \{C(l'nsrruL\ 11.\~1 c:s s1cn1t1re s111gular <.' trn:pctiblc.
rra<lucción es otro non1bn.: de lo i1nposiblc.:11 ( l 9'J6b, pp. 147 • l 48).
\". l'Llr <'-"t'. l.t ~r,·rur.t de<.onsrrt~cc1Ya (lt' cada uno ~e estos acont:ci- Ahora bien, en segundo lugar, "n1:ís de una le11gua>1 al,rc ta1n
ntienrt'I." r.1111 b1én h.1 de sl.'rlo. L)1cho de orro n1odo, Ja deconstrucción
bién otro camino que no es sino el del paso hacia el cJtro: traducción,
t'll r.tnt(' qui.' le<."tur.1. lt·1os <.1e ser un método, tiene que replantearse
en este caso, como cra-ducción, translación, rra11sposición, cransfc
en -dJ
'"" {)' ....., 1,,
, 1, · cie11e que 1nYentarse de nuevo cada vez, de acuerdo rencia, travesía, movimiento de desplazamiento, de t•fercncia1> que,
C'Otl Li sinr,u!.ir1d~1<.l e irreperibilidad de cada acontecimiento que se en la lengua, porta y conduce también hacia el otro. Paso, pues, ha-
deconsrrti~·e. L)e Jhí qt1e Derrida prefiera que no se hable de «la)> cia el otro, hacia su lengua, hacia la lengua del otro, puesto que toda
de\.\.)nsrru~ci<.)tl en singular. sino de «deconstrucciones» en plural, pues lengua, cualquier lengua, debido a una especie de partage (compartir
,-..id.l \'eZ es una., solamente una, una deconstrucción específica, una y repartir), se plantea ya, de entrada, como lengua del orro: «hay
lectura irreperible. Ja que interviene y se inscribe en la singularidad 'lengua del otro' en cada acontecimiento de habla» ( 1986, p. 192),
de lo que. en ese momento, está en deconstrucción. apunta Derrida. Aquí, el genitivo de la «lengua del otro,, no anuncia
ya un deseo de apropiarse de la alteridad del otro, que nunca deja de
<,!vfás de una lengua>> ser absoluta, ni tampoco designa, por lo demás, la propiedad de la
lengua ni la lengua del amo. De lo que el «de» de «la lengua del otro,,
Esta lectura interminable, singular e irrepetible que es la deconstruc- da testimonio no es ya, por consiguiente, de una propiedad, de una
ción, cifra a1 mismo tiempo la eficacia de su estrategia precisamente en perte11encia, sino de una procedencia: «No tengo más que una len-
la necesidad de un gesto siempre desdoblado, nunca simple. Por eso gua, pero no es la mía» (1996b, pp. 13, 15, etc.). La lengua, la mía,
mismo, ya en Marges-de /,a philosophie, afirma Derrida que «hay que la que supuestamente es mía, la que yo hablo, es siempre la lengua
hablar varias lenguas y producir varios textos a la vez» ( 1972c, p. 163). del otro, de ese otro, cuya lengua, la suya, la que él habla, se convier-
La deconstrucción no sólo requiere un gesto doble, complejo sino tam- te a su vez en lengua del otro, de ese otro, quizás, que también yo soy
bién una multiplicidad de voces, de tonos y de reenvíos. De ahí que, para él. La lengua siempre es lengua del otro. Y es que la posibilidad
bastantes años más carde, en Mémoires - pour Paul de Man, Derrida de la lengua, es decir, la oportunidad de la promesa y del juramenro,
diga asimismo: «Si tuviese que arriesgar, Dios no lo quiera, una sola la oportunidad asimismo del don y de la hospitalidad no pueden
definición de la deconstrucción, breve, elíptica, económica como una acontecer sino gracias al otro, a su lengua y a su venida. Por eso, lo
consigna, diría sin frase, más de una lengua.» (1988, p. 38). que, con el «de» de «la lengua del otro», está en jaque o, si se prefiere,
<<Más de una lengua» es una expresión que parece designar, en pri- en deconstrucción es el concepto mismo de hegemonía y, más con-
mer lugar, la oportunidad, la chance, la única chance de la traducción. cretamente, la hegemonía de lo homogéneo, lo que Derrida denomi-
Es preciso que haya «más de una lengua», que haya siempre a1 menos na la «horno-hegemonía» {por ejemplo, en 1996b, p. 69). Esto es, la
dos lenguas distintas para que pueda haber traducción. Traducción en reducción de las lenguas al Uno, la homogeneidad de la lengua, su
el sentido corriente y restringido del término, como traducción entre identidad, su integridad, su uniformidad, su pureza, la unidad de
varias lenguas, como paso entre unas fronteras lingüísticas, paso entre todo sistema lingüístico así como su presunta transparencia, su inre-
esa multiplicidad irreductible de lenguas para la cual la traducción ligibilidad y su legibilidad sin restos. Ahora bien, la ley de la lengua,
constituye sin duda una tarea a la vez necesaria e imposible:6: «Nada es si la hay, no restaura nunca ninguno de estos siempre malogrados
anhelos suyos. Lo que hace, por el contrario, es subrayar. re-n1arcar,
6. Cfr. los preciosos cexros de Derrida al respecto: por ejeinplo, en , su más irreductible «ex-apropiación» que, desde sien1pre, ya esca en
1986
passim; en J996b, poss1111; en 1982, pp. 132 y ss.; o en 1987b, pp. 203_ 23 (y más marcha. «Más de una lengua» también, por lo tanto, dentro de cada
concretamente, en lo que se refiere a Babel, pp. 203-211 ). 5 •
lengua, dentro de una misma lengua. La hon1ogeneidad no seria,

16 17
po rco11sigt1ienrc, n1.1;-; qut' un ~i111til.1\r(' l}tte nt)ne lÍe n1aniflesro t
""' . r. • ' •na
yez 111.1s. el drs<'1.' 11un\.-.1 1t';tl1z.1llo llt' cl.'h.1r r.11ces, de volver a un 0 r1-
· en n1odo alguno, uno de esos gran<lcs discursos políti<.:o'i supucc;ta-
~en si111plt'. 1.ie ¡)errent·cer .1 1111a le11gua n1att'r11a, de a~1ropiarse de mcnce «edificantes» a los que nos tienen acost 111nl>radc)s con dcrna
ella. l '11.i. lc.-11~u.1 n1.1rer11a: prcst1ntan1e11te una sola lengua idéntica a siada frecuencia polf ricos y pensadores de todo signo.
s1 111is111.1. J\h<.'r.t bien. "L1 lengua así denon1i11ada materna no es nunca Y es que, por lo demás, si alguna ley puede.: arribuír·;clt· d la d··cons-
¡1t1r..u11t'l1te n.tcurJ.l. ni pro¡)ia. ni habitable» ( 1996b, p. 112). Pero trucción, ésta es, precisamente, la de la indecidib1/idad. l)ic.ha
ese si111ul.l('f\.) 1.)culta.•t su ''e1, otra nueva violencia homogeneizadora indecidibilidad, que va más allá de codo cálculo y de todo pr<>grama,
que sirYe p.1rl nlJ.ntener. al tiempo que la legitima, la primacía, la es la única condición (im)posible (la deconstrucción, afirma Derrida,
autt)ridad. la don1inación, esto es, la hegemonía de una lengua sobre es también una «cierta experiencia aporética de lo imposible117 ) de la
litra: en una pJ.labra. lo que se denomina también el imperialismo, la decisión y de la responsabilidad. Cuando una presunta decisión se
.:-olonización. \' éstos, como muy bien sabemos, jamás conciernen rige por unas normas, por unos códigos establecidos de ancemano
únicamente a la lengua ... que la legitiman y la garantizan, ésta, de hecho, no es tal decisión ni
implica responsabilidad alguna, puesto que lo único que hace es de-
sarrollar un programa ya previsto y avalado de antemano. Dicho de
La afirmación incondicional del otro y del por-venir otra forma, sólo cuando se carece de razones para decidir, sólo cuan-
do no se dispone del respaldo de unas normas y criterios, sólo cuan-
\1~1ás de una lengua)): escas palabras que «traducen» la deconstrucción,
do se atraviesa y se asume con todas sus consecuencias la experiencia
nos recuerdan que una sola lengua no basta 11unca cuando se trata
de la indecidibilidad, puede hablarse de decisión y de responsabi-
del pensamiento de Derrida. De un pensamiento que no se puede
lidad:ª
reducir a ningún cipo de proyecto o de sistema teórico-filosófico ya
que, por lo demás, junto a su interminable tarea de lectura en torno
¿Qué sería una decisión calculable, programable? Cuando se plan-
a los textos (en su sentido más estricto), se ocupa y se preocupa de
tea la grave cuestión de la responsabilidad y, por consiguiente, de
repolitizar toda una serie de espacios supuestamente neutros, afec-
la decisión, de tener que zanjar, no sólo no existe incompatibili-
rando asimismo, de forma muy explícita, a la «experiencia sin más»,
dad alguna entre esta indecidibilidad del segundo orden -de lo
a la <<'realidad' social, histórica, económica, técnica, militar, etc.»: a
heterogéneo- y la decisión, sino que, entre ambas, se establece
los acontecimientos históricos y a las estructuras sociales, económi-·
una especie de co-implicación aterradora. En el momento que el
cas, institucionales y políticas de la historia de Occidente, esto es, a
unos sistemas socio-institucionales de valores y a unos sistemas so-
cio-políticos de poder tradicionalmente dominados por unos códi-
gos, por unas jerarquías, por unas violencias constitutivas 0 7. 1987c, p. 27. Derrida afirma asimismo: «La condición de posibilidad de
totalitarismos de coda índole. esca cosa, la responsabilidad, es una cierra experiencia de la posibilidad tk lo unpo-
sible: la prueba de la aporía a partir de la cual inventar la única invención posible. la
Un pensamiento, el de Derrida, que consiste antes que nada en invención imposible» (1991, p. 43). En todo caso, conviene tener en cuenta que lo
la afirmación incondicional e ilimitada de lo que él denomina el otro imposible, para Derrida, es «un imposible que ya no es lo concrario de lo posible
y/o lo otro, en el respeto infinito a la irreductible alteridad del otro y [... ], un imposible que ya no escá del otro lado de lo posible» (2002, p. 39).
en la hospitalidad incondicional para con le tout autre, lo radical- 8. «No diré que la deconstrucción se regula por un concepto tod,1via 111ái
elevado de la responsabilidad, porque desconfío, hernos aprendido a des(onfiar
mente otro, el «arribante» absoluto, el acontecimiento imprevisible también de ese valor de altura o de profundidad (alcicud del a!Nt.1) sino sobre una
siempre por venir: se~ esto lo qu.e esto sea .y/o quienquiera que ést~ exigencia que creo más intratable de la respuesta y de la responsabilidad. Sin la
sea. Pero un pensamiento cambié~ que, .situán~~se incondicional- cua_I, en mi opinión, ninguna cuesción érico-polícica tiene ninguna posibiliJ.1J de
mente bajo el signo de esta afirmación «ético-pohtica», no engendra, abrirse o de despertar hoy en día» (1992, p. 375). Cfr.•1sin1isn10, por e1e1nplo,
1986, p. 15; 1987, pp. 53, 381; 1988, p. 133; 1990, pp. 10..,-108 .

1..-.1IC"t1ll> re.,t1Jr.1 in1¡'()~¡[-.,lc l'~ 1..·t1.tnlil) algl) Cl)Jllt) ur1a dec· .
• . ISt 6 ll S
tlllf'i.\ne--t.·11 f(' fl,~ lo~ l)r"le11es. Sl' f)ttctil' traducir esto en é .e la juscicia. Es también la democracia como democracia por ve-
J • • l 1. .
lll'-' 1.H:' <'t11.-:1 1..' le f't) 1t1c,1 y. e11 ese n1t)n1e11to, la [«segund
t rm1-
nir. Podemos imaginar la objeción. Alguien diría, por cjernplo:
in ..lc..·1dibili..i.1d lll' c-s c~c quedar en suspenso de la indifere ~»] «A veces más vale que esto o aquello no suceda. La justicia orde-
J·~ . ., . nc1a
¡
111.) es ,1 f'!U'''(lfh·,· con1t) 11eurra11z.lc1on 111terminable de la d . ' na impedir que ciertos acontecimientos (ciertos uarribantcs»)
. r 1 • l Jiffi' l
Sl1.'Il. 1.)r c'.! 1.·onrrartL), es a (11. e1~111ce como e emento de la decisión
ec1- sucedan, lleguen. El acontecimiento no es bueno en sí mismo, el
). de L1 re~ponsabtl1dad (DERRIDA-LABARRI.t:RE, 1986, p. 33). porvenir no es incondicionalmente preferible11. Ciertamente, pero
siempre se podría mostrar que aquello a lo que nos oponemos
cuando preferirnos condicionalmente que esto o aquello no acon-
l Tn.1 resr1.)r1sabilidad doble o, si se prefiere, de nuevo un doble
tezca es algo de lo que se piensa, con razón o sin ella, que cierra
r:1l'' in1ienro. el de la deconstrucción derridiana, en lo que atañe a la
el horizonte o, simplemente, forma un horizonte (palabra que
responsabilidad, una doble exigencia (cfr. 1994, pp. 43 y ss.): por quiere decir el límite) para la venida absoluta de lo radicalmente
unJ p.irre, la de una responsabilidad ilimitada, incalculable ante la otro, para el porvenir mismo (1993b, p. 70).
men1ori..I. es decir, ante nuestra herencia, ante nuestra historia y ante
codos los presupuestos, imposiciones, sedimentos más o 1nenos legibles Así, por ejemplo -y por no citar sino algunos casos- , el por-
que la arra,·iesan }',por otra parte, la responsabilidad ante el concep- venir de la hospitalidad, de la democracia, de la justicia que no sólo
to mismo de responsabilidad, la cual a su vez exige hacerse cargo - dejan mucho que desear aquí y ahora sino que, por ser también cons-
sin dejar de atender nunca a las urgencias efectivas- de los proble- tantemente perfectibles, están siempre por venir.
mas no sólo teóricos sino también históricos, culturales, sociales,
políticos, ere., de nuestro aquí-ahora, de este «time· out ofjoint» -
dirá Derrida, citando a Hamlet, en Spectres de MtZrx (1993a, p. 43, Bibliografía
por ejemplo)-, de este mundo desquiciado, desajustado, dislo~ado DERRIDA, Jacques (1967a), De la grammatofogi.e, Minuit, París.
en el que nos ha tocado vivir. (1967b), L'écriture et la différence, Seuil, París.
Frente a esto, sólo cabe responder a lo imposible y afirmar inco~­ (1972a), La dissémination, Seuil, París.
dicionalmenre la venida del otro y/o de lo otro o, dicho en otras pa- (1972b), Positions, Minuit, París.
labras, el acontecimiento de lo que siempre está por venir. Aquí, «el (1972c), Marges- de la philosophie, Minuit, París.
acontecimiento no se reduce al hecho de que algo acontezca» (1993b, (1982), L'oreille de l'autre. Textes et débats, Cl. Lévesque & Ch.
p. 66); lo por-venir es absolutamente distinto del futuro, de ese futu- McDonald (eds.), VLB, Montreal.
ro ~resente como futuro p.redeci~l~, pre~umible, vaticinable. Lo por- - (1986), Parages, Galilée, París.
venir que, como cal, es imprevisible, inanticipable e incalculable y (1987), Psyché. Inventions de l'autre, Galilée, París.
, . .
esta constantemente por venir- consiste pues siempre en una doble ( 1987 a), «Lettre aun ami japonais», en Psyché. lnventions de l'aittre,
posibilidad: la de la catástrofe y la de la promesa. Galilée, París.
- (1987b), «Des tours de Babel», en Psyché. lnventions de lazttre,
[Lo por-venir] es la experiencia afirmativa de la venida d el (de Galilée, París.
Jo) otro como otro: más vale que ello suceda que lo contrario
· [... ] - (1987c), «Invention de l'autre>>, en Psyché. lnventions de !at1tre,
Más vale la apertura d e l po.rvenir: éste es el axioma de la Galilée, París.
deconst_ru~ción, aquello a p~rtir de lo cual siempre se ha puesto - (1988), Mémoires-pour Paitl de Man, Galilée, París.
en movimiento, y lo que la liga, como el porvenir mism
. .d d . . d l o, con a
l a
- (1990), Du droit la philosophie, Galilée, París.
alteridad, con la d1gn1 a sin precio e a alteridad, es decir, con - (1991), L'autre cap, Minuir, París.
_ l 1ql).2). "llne ·¡~,lie' <ll'it vcillcr sttr la ~1c11sée>>, e11 Points desu.pension,
11. HÉLENE CIXOUS, LA «FIES'"l'A
,~ 1·1· 1. .•tr1s.
~1.l i t't'. .
(19')5.1'. -'f'<'.-m~s .ir .l\f.11:\. l~alilée, París. DEL SIGNIFICANTE»
- (199.•b). "l .1 déc\..,nstrt1ctio11 l1e l'accualité» (entrevista), Passages,
- Marta Segarra
::;-• sc.·prit·111bre.
(Universitat de Barcelona)
tl ')94). ,r:r,.·cc rlt f,l:, l~alilee, París.
t l t)t)(....1\. "R~sist~1nces", en Résistances de fa psychanalyse, Galilée,
P.1r1s.
- t l ')')(..,b). Le 111011oli11gz1is111e de l'a1.1.tre, Galilée, París.
a
(2002), H. C. pour /,1 z1ie, c'est dire... , Galilée, París.
DERRlD.-\.Jacques & P. J. l.ABARRJERE (1986),Altérités, Osiris, París.

Hélene Cixous, aun siendo una de las escritoras más prolíficas y rele-
vantes de la literatura actual en lengua francesa, sigue siendo poco
conocida y traducida en Espafia. Su nombre es habitual en el campo
de la teoría literaria, pero con frecuencia la lectura de sus textos teó-
ricos se limita a los producidos en los años setenta, que tuvieron un
gran impacto en la crítica feminista y en los estudios de género, y que
suelen, además, llegar a nuestros lares a través de traducciones al in-
glés, ya que la obra de Cixous se halla especialmente difundida en
Estados Unidos. Su producción literaria es menos leída, aunque es la
más apreciada por la propia autora y por los especialistas en su obra,
que, sin embargo, rehúye cualquier clasificación en categorías estan-
cas -coincidiendo en ello con la de Jacques Derrida. De hecho, no
podemos distinguir claramente entre su escritura teórica y sus «fic-
ciones)), que combinan la narración autobiográfica y ficcional con la
reflexión filosófica y poética. Los cernas que le pre-ocupan coinciden
en su gran mayoría con los que ha desarrollado Derrida en sus ensa-
yos; en los últimos años, además, canto la escritora como el filósofo
han dedicado una atención creciente a la obra del otro, a la cual han
dedicado textos, publicados incluso de forma conjunta. Entre ellos
destaca Velos, que fue seleccionado, junto con Le monofinguisme de
l'autrey États d'ame de fa psychanafyse de J. Derrida y «Mon Algériance»
y Portrait de jacques Derrida en jeune Saint fui[ de H. Cixous, para
formular las preguntas de este Seminario de Barcelona.
Uno de los hilos conductores en la proteica obra de Hélene Cixous
lo constituye su constante atención a la alteridad y a las posibilidades

d<." conr.lcro ('('ll c~.1 "l'ff<l" J'Crs011a. rctlexió11 tlllt' se sirt'~a sictnpre en
y del conocimiento ~Jara hacerla habitar los 1nárgcnes como -en
rel.t..:il)ll n'n la len~u.1. l:t f'·tlahr.t '" l'~)t lo _ra11to, la escr1tt1ra. Dichas
palabras de Cixous «la mitad no-social, no-polf rica. n<J-ht1mana
cucsric•nt':> :>ul''Y.l\.'t"tl t'tl .tt)ti1.)S st1s est·r1ros. 1nclt1so los ~e estilo, géne-
de la estructura viviente», excluida de la Hist<)ria ( l 975a, JJ. 121 ); y
ro .: intt'n,:Í('nes 111,1s tÍt\'t"rsas, tirsde los textos 11arrat1vos o «ficcio-
la de Irigaray con uno de «samin~> («imponer al/lo Otr<> el estatuto
nes» -.lf"' L1tiYt~ qt1e l.1 n1is1na at1tora prefiere a «novelas»-, pasan-
del/lo Mismo») (SCHOR, 1993, p. 95). Pero, tal como indica la mis-
dL1 pr1r ¡",~ ..l rarrl~Íticos, Y hasta los teóricos o «se1niteóricos», como los
ma Schor, Hélene Cixous demuestra que ambos procesos no son
ll:i.111.t .1\.·err.t"l.1111ente P~gg}' ~an1uf ( 1995). _K~mu~ parte .de un ape- contradictorios, tan sólo lo parecen. Es lo que llama en «Sorties" ,,¡a
l.-ici,·L1 utili.'.~tdo por Toril Mo1 (1985) con d1st1nta intención, puesto paradoja de la alteridad»: la alteridad radical es imposible de teorizar
que ésr-..i p<.1ne en duda el peso específico del pensamiento de Cixous desde un punto de vista logocéntrico y racional; por lo tanto, en la
respecto a L1 "política sexual/textual»; no obstante, afirma Kamuf Historia sólo se ha planteado un «Ütro» definido por lo «Mismo»,
defendiendo lo contrario, «la cuestión de más peso en este mundo es un Otro «domesticado», «apropiado», entrampado en la dialéctica de
t<..1JJ.,·1a: ¿qué ocurre en la aproximación al otro?». la jerarquización. Hélene Cixous lo ejemplifica mediante una com-
la cuestión del Otro, de la alteridad, aparece en la mayoría de paración que ha sido muy citada: «El otro sólo está allí para ser
textos de Cixous, desde uno de sus más conocidos y citados, el más reapropiado, retomado, destruido como otro. Incluso la exclusión
teorico ,<Sorties» (1975a), hasta «ficciones» como Angst, La, Neutre, no es una exclusión. Argelia no era Francia, pero era 'francesa'» ( 1975a,
enae otras. Y siempre en relación con otro gran campo de reflexión p. 130).
--desarrollado a lo largo del Seminario tanto por Cixous como por La oposición entre el yo y el otro, entre «lo propio» y lo que queda
Derrida-, como es la lengua y la escritura en relación con esa alteridad fuera de mí, pero de forma controlable, reapropiable, define asimis-
problemática. mo la identidad y la diferencia, siempre de este modo defectuoso que
presenta a la diferencia como lo excéntrico, lo marginal, lo peligroso,
pero domeñable mediante la conquista, la apropiación siempre vio-
El Otro femenino lenta del otro. Para mantener intacta mi identidad, necesito, pues,
En sus textos, Hélene Cixous no define, porque sería contrario a su mantener con los demás lo que Nietzsche llama «el antagonismo más
esrrategia textual, pero sí cierne, rodea, envuelve la noción de alteridad. abismal y la necesidad de una tensión eternamente hostil» (1885, p.
Al principio de «Sorties» (l 975a), postula que «el pensamiento ha 186), que según el filósofo determinan las relaciones entre hombre y
trabajado siempre por oposición», «por oposiciones duales, jerarqui- mujer. Para cortocircuitar este círculo vicioso (no se puede considerar
zadas», y sugiere que este «logocentrismo» que caracteriza la razón al otro sin que medie tensión o violencia, no se le puede mirar sin que
occidental está en relación con la «pareja» binaria que podría subyacer eso signifique ya una apropiación), Cixous propone varias estrate-
en todas las demás, la formada por el hombre/la mujer. La teoría gias. U11a de ellas es mirar de otra forma, «mirar hacia otras partes}'
feminista ha insistido desde sus orígenes en la denuncia de la estrate- de distinto modo», «allá donde no hay espectáculo>>, que es lo que,
gia patriarcal que consiste en convertir a la mujer en «el Otro del según explica en la entrevista con Fran~oise van Rossurn-GU)'On
hombre» (BEA~OTR, 1949), en lugar de co~siderarla un sujeto au- (Crxous, 1977b), intenta realizar con su trabajo textual. Se trata de
tónomo. Naom1 Schor (1993) compara la tesis de Beauvoir con la de una «mirada interior», más próxima al tacto que a la n1irada mascu-
Luce Irigaray (1974), quien sostiene que la feminidad ha sido defini- lina, que siempre aleja, distingue y, por lo tanto, distancia el sujeto
da culturalmente a partir del reflejo del hombre, que se mira al espe- del objeto. Vivre L'orar1ge describe esta «ma11iere-fe111111e>> de trabajar, )'
jo para reflexionar so?re sí mismo <.para reflejarse en él/ ella). Schor de escribir, por lo tanto, que consiste en «tocar el corazón vivo de las
identifica la formulación d~ Beauvo1r con un proceso de «otherin~» cosas» y, a un tiempo, «ser rocada», «aprer1der a dejar que las cosas re
de extrañamiento de la muJer, a la que se separa del centro del poder den lo que son en lo más vivo de sí mismas» (1979, p. 107).
l)tf() n1.1tiz 111u,· in1~1l)rtantc es el_ <1reco11ocin1ie11t1.) 1.le la singula-
le ha sido criticado, sobre todo por fe1ninistas n<Jrtca1ncricanas, corncJ
rid.i(l dt.•l nrn.'"· t'n rcr111111(.'S 1.fe .>\11to1nerre Fot1qt1e ( 1995, p. 35), es
prueba de «esencialización». Esta interpretación del <lisct1rso de Cixous
d~cir. :tdn1irir l.1 ¡)luralilta1.l 1.t~~l otro, q~e ~o es u110 sin_o múltiples
es totalmente erró11ea; nada más lejano a éste que la creencia en unas
otrt.)s: }'· ....l,llll' 111.'s allY1erre l 1xous, «n1ngun otro es primero», «no
esencias o «identidades fijas», ya sean atribuibles al hombre» y a la
11

h.i)· tu1 l)trt' qtie se.1 n1as propio que los otros [que los demás]» (l 977a, «mujer>>, o incluso a los individuos sin tener en cuenta su género.
p. SS). En L:,rror111tle rour était si i1zfi1ii (1982), la aurora relata un
episodio pr1.,ragonizado por Kafka, quien saluda a un ciego con un
n1t'Yin1ienro de la cabeza que su interlocutor percibe por un roce ca- El (otro) deseo hacia el Otro
sual. Esre gesto es magníficamente comentado por Peggy Kamuf La fuerza primordial que empuja el yo hacia el Otro es la del deseo;
1..l qq~. p. 83) como un símbolo de la «implicación de lo singular y lo pero el deseo se ha visto inmerso, como tantas otras conductas y
general" en esta señal de respeto al otro, considerado a la vez en abs- pulsiones humanas, en la «lógica falocéntrica» que lo fundamenta en
tracto (sin tener en cuenta sus particularidades físicas) y como ser la «desigualdad» (Crxous, 1975a, pp. 144-145). La relación de de-
único e individual. La única «relación ética con el otro» conllevaría seo es, en esta lógica, relación jerárquica de poder. Freud (1914, pp.
así. según Spivak (1992), «la universalización de la singularidad». 1 O, 14) lo explica como un deslizamiento desde la ((libido del yo»,
Uno de los puntos más polémicos de la teoría cixousiana sobre la que predomina en la infancia, hasta la «libido objetivada», de la cual
alteridad es su hipótesis de que la mujer sería más propicia que el el amor es la expresión máxima. El hombre, según el padre del psi-
hombre a esta aceptación de lo diverso en lo uno, a «dejarse atrave- coanálisis, efectúa este deslizamiento del yo al objeto de forma com-
sar)• por el Otro y los múltiples otros «que soy y no soy», una «per- pleta, por lo cual pierde una parte sustancial de su narcisismo; su yo
meabilidad», una «no-exclusión» que para el hombre resulta amena- se empobrece, y la única forma de «compensar» esta pérdida es «la
zadora porque disuelve su identidad (CIXOUS, l 975a, p. 158). Se posesión del ser amado». La masculinidad, pues, recoma Cixous
trata, como leemos en La en clave irónica, de uno de «los cuatro po- (1975a, p. 147), «se estructura desde la pérdida», lo cual deriva en
deres de la feminidad»: «el poder de ser los otros [o quizá sería· mejor una «urgencia de la reapropiación» -del ser amado- que la mujer
traducir «las otras»] que somos» (1976, p. 89). Podemos optar por no siente. Recordemos que Cixous, con «hombre» y <(mujer» o «mas-
feminizar una expresión -les autres- que en francés es neutra al culino» y «femenino», se refiere a posiciones o identificaciones de los
utilizarse la misma forma para el masculino y el femenino, porque individuos, no a seres humanos biológicamente determinados a per-
varios textos de Cixous insisten en la multiplicidad intrínseca de la tenecer a un sexo u otro.
mujer, «ella misma su madre y su hijo/a, su hija-hermana» (1975b, Dicha angustia masculina causada por la «pérdida», según la teo-
p. 44). Cixous parece atribuir, de forma todavía más polémica, en ría freudiana sobre el narcisismo, provoca asimismo la aparición del
algunas ocasiones, esta capacidad de otredad de la mujer a la mater- odio hacia el ser amado, por miedo a la disolución de nuestra idenci-
nidad, como característica propia de ésta, tanto si es real -realiza- d.ad en el otro. Este deseo «masculino» basado en el intento de apropia-
da- como virtual -si se queda en una posibilidad: la mujer «sabe ción del objeto libidinal está inevitablemente ligado a la angustia por
vivir la separación [le détac/1eme1~~]» por.~ue «parir 110 es perder ni otra razón, que consiste en que esa posesión se revela sien1pre imposi-
aumentarse» (1975b, p. 52). El 11110/la h11a es «el otro sin violencia» ble. Incluso cuando se posee, no se posee, porque la mujer sigue guar-
(1975a, p. 166). Pero ella misma señala que la maternidad, la figura dando su «enigma», su irreductibilidad narcisista; ésta sería, según
de la madre es («también») una metáfora (1975b, p. 44). Este co- Robert Graves, la angustia de Narciso contemplando su imagen en el
mentario nos ilumina sobre el uso de las palabras «hombre/mu· agua:. <(¿Cómo soportar a la vez poseer y no poseer?» ( 1967, p. 308).
. . . Jer» y
«masculino/femen1no» en C1xous -que ella misma explica en res- S1 todo deseo (<es, originariamente, un i11tento de ser reconocido
puesta a una de las preguntas formuladas en el Seminario--, uso que por el Orro», según Abdul JanMohamed (1985). esre reconocimien-
to JJuede ,·ari.1r dcslie l.1 .1prt)piacil)n l1asta el respeto. Es aquí dond
interviene ¡lt"c' "icsCL). el "Nttt'YO .-\r11t)r» (CL\.OUS. 1975a) o el «Am e significante de la tiranía del significado único, puesto que el signifi-
L)ffl)" t l q--;i) ). llllt' l-:'ixl)llS .1i)recia er1 la escritura de Clarice Lispector- cado no es el producto de simples oposiciones binarias sino que cada
• . 1Am or. significante se define por la ausencia de otros muchos y por sus rela-
Esce dese") "'trt), "iiterente. ·~reinventa e or».' porque no entra en
Li reL1c.i("n Ji.tlectica de poder en la que uno siempre es superior al ciones potenciales con estos otros significantes ausentes y, evidente-
")tft), sin") qt1e se.· h.1sa en el «rec~nocimiento ~el uno por :1 otro», que mente, con los demás presentes en el texto. La escritura se convierte
así en u11a «fiesta del significarite», mientras que el significado es el
enirie:r.1 por ttn «intenso)' apasionado trabaJO de conocimiento». Se
tr.it.t Je ,,.:orrer el riesgo del otro», «respetar, favorecer, cuidar» lo «opio del texto» (CIXOUS, 1972, pp. 64-65). Chrisciane P. Makward
JesconoL"ido, la alteridad. En este tipo de relación, el otro se conserva (1996, pp. 138-139) define el «juego de la diseminación" que prac-
tica nuestra autora como la derivación de todos los componentes
.,en Yida ~·en diferencia» (1975a, pp. 143, 145).
posibles de la palabra, «para propulsarlos en el texto al encuentro de
otras palabras, de otras significaciones que [...] permiten al lector
..1.i\lteridad y escritura elaborar su propia configuración del espacio textual» .
¿Se trata entonces del «texto-mujer», otro modo de calificar la
Si el texto es «el lugar donde ocurre/se representa el deseo» (Crxous, «escritura femenina»? Pero la autora se responde a sí misma: «la San-
1972, p. 66), y la escritura el medio más adecuado para hacer del gre es neutra» (1972, p. 62). La sangre, como imagen de la otredad
amor ese «amor-otro», al que incluso se identifica («el amor-otro es el que «circula» incansablemente en nuestro interior, retorna varias ve-
nombre de la escritura», leemos en «Sorties» (1975a), p. 184), enten- ces en otras obras, como La venue a l'écriture (1977c). En «Lauteur
demos la famosa y polérnica frase de Cixous: «hoy, la escritura es de en vérité» (1989), Cixous vuelve a esta cuestión tan polémica, que el
las mujeres» (ibid. p. 155), como la proclamación de la escritura en apelativo «femenina» aplicado a la escritura o el uso de la palabra
tanto que «ailleurs» (un «otro lugar», ¿el único, quizás?) capaz de «mujer» o «mujeres» ha convertido en motivo de controversia. En
sustraerse a la lógica de las oposiciones binarias (ibid., p. 132). La dicho ensayo, vemos claramente que «no es el sexo anatómico ni la
escritura se nutre así de la alteridad, de los otros y las otras que están esencia» lo que determina los «caminos de vida», marcados por la
en mí, sin que yo lo sepa: «nuestras mujeres, nuestros monstruos, distinta relación de cada individuo con el goce y con la ley. El acceso
nuestros chacales, nuestros árabes, nuestros semejantes, nuestros a la jouissance depende así de la forma en que cada persona «negocie»
miedos», según la bella formulación de la autora (p. 154). Es el espa- su camino con los esquemas culturales, en relación con su «historia
cio de la «no-coincidencia», ni conmigo ni con el otro, afirma Kamuf individual» y con la historia colectiva.
(1995, p. 88), que no se da nunca en el teatro habitual de las relacio- El juego de la diseminación se aplica también al «diálogo» que la
nes humanas, presididas por la eterna dialéctica de poder, pero sí escritura de Hélene Cixous establece, en numerosas ocasiones, con
puede tener lugar en el espacio textual, mediante la «herramienta» otros textos, en su mayoría pertenecientes a la tradición occidental
«híbrida» y evidentemente «ineficaz» que es la escritura, que permite, (desde la Biblia hasta James Joyce, pasando por Homero o Kleist,
sin embargo, «hacer cuerpo con otro cuerpo» ( 1977b, p. 488) y ser entre otros muchos; vid. MAKWARD, 1996, p. 39). Las múltiples
así el lugar de la jouissance. 1 referencias interrextuales, a veces ocultas o veladas, que incluye la
Esta huida de la eterna repetición logocéntrica se produce me- escritora constituyen un cuerpo textual con un peso específico en la
diante lo que Jacques Derrida llamó la «diseminación», que libera al composición de sus «ficciones»; no obstante, Cixous efectúa en ge-
neral un proceso de déto1trnement de esas referenci~s c~l~u~ales,
desplazándolas, invirtiéndolas, desviándolas de su camino 1n1c1al de
J . El concepto de jouissance en Hélene Cixous. no coincide exactamente con
el dt:finido por Jacques Lacan, que se traduce canón1~m~nte por «goce»; por ello,
un modo «irónico», como afirma ella misma ( 1977b, p. 48 5). En
en general, dejo sin traducir aquí la palabra francesa 1ouissance. este desplazamiento irónico no cabe ver, sin e1nbargo, un acoso y
derribc..' c..1eLt \."Ultur.t tr.1c..fi\."it)t1~1l como el qt1e contiene11 los dét las cadenas del significante, atado a un solo significado, para sacar a
. . . . [ . , bº 0Ur-
71f'11lf1i fS sicu.t1:1<.'n1st.t~. J'<)r c1en1p o, s1110 mas ten una consid la luz su potencial asociativo y sugestivo.
\."it1n de cst.l rn1c..f i1..·it'Il p.trl·cidJ a lo que sería la relación perfecta ~~a­ Sin embargo, el origen argelino de ambos escritores les hizo com-
lJ .iltcric..l.tc..i. t;tl c:~)!ll1) L1 he111os defi~id~,, es decir, _m~rca.da por ~ partir asimismo_ las especiales circ~nstanci~ de la comu~idad judía
rcs¡1 et\.'•. )' rt'nt111\."1a11lÍO a la especular1zac1on -la as1m1lac1ón- 0 a en los últimos uempos de la Argelia colonial y, en especial, en la te-
Li destrt1\."\."ió11 del orro. rrible época de la segunda guerra mundial, cuando sus familias y
De r<.1d1)S n1odos. la diseminación afecta mayormente a la len- ellos mismos sufrieron las leyes antisemitas del gobierno de Vichy.
~ua .•tl des\·iar los significantes del sentido único y darles libertad de Esta temprana experiencia de la «exclusión» marca tanto la obra de
; 1<.1,in1ientos. Esra operación constituye, además, un extrañamiento ficción de H. Cixous como el pensamiento de J. Derrida, según ellos
,.0 lunrJ.rio del habla ordinaria, cotidiana, como la misma Cixous
mismos admiten a lo largo de las páginas que siguen, y que contie-
explica: ya no 1<escuchamos» la «lengua corriente» porque «la hemos nen asimismo referencias a su recorrido vital e intelectual hasta el
oído siempre», y la lengua poética debe «dar a luz las lenguas inriu- presente. Si, d~~íamos al principio, Hélene Cix~us co~bina l_~ fic-
ción y la reflex1on filosófica en sus obras, la autob1ograf1a cambien se
merables de las que está preñada» (1977b, p. 488). Es indudable la
añade a esta mezcla, pero no para convertirla en una historia exclusi-
iru1uencia de las teorías del lenguaje poético de los formalistas rusos,
vamente personal. Afirma Derrida que el texto literario se distingue
que tanto han pesado en las poéticas francesas, en esta for1nulación,
-de forma especial en ciertas escrituras como la de Cixous- por su
que está ligada también, sin embargo, a la cuestión de la alteridad. irreductible singularidad y, a un tiempo, por su carácter de experien-
a
En La veni1.e l'écriture se dice que «hay una lengua [... ] en todas las cia universalizable. Es por ello por lo que podemos reconocernos,
lenguas», «a la vez singular y universal que resuena en cada lengua hombres y mujeres - y hasta gatos, dirá la escritora- en los bellos
nacional cuando es un poeta quien habla»; lengua poética, pues, com- textos de Hélene Cixous, que combinan magistralmente la singula-
puesta por la «leche del amor» y «la miel de mi inconsciente» ( 1977c, ridad de lo personal y autobiográfico con la universalidad de temas
p. 30). Reconocemos, en esta descripción, la conjugación de la uni- como la relación con el Otro, la vivencia de la exclusión o la confor-
''ersalidad y la singularidad propia del otro. mación de la identidad personal y colectiva.
La otredad del lenguaje poético en relación con el cotidiano se
enriquece, en el caso de Cixous, con las conexiones que se producen
en su escritura entre la lengua francesa y otras lenguas que se entre- Bibliografía
cruzan en el texto, en especial el alemán y el inglés, pero también, en BEAUVOIR, Simone de ( 1949), Le deuxieme sexe, Gallimard, París. Trad.
las obras sobre y a parcir de Clarice Lispector, el portugués. Un he- esp. E/segundo sexo, Cátedra, «Feminismos», Madrid, 1999.
cho de carácter biográfico que tanto H. Cixous como J. Derrida co- Crxous, Hélene (1972), Neutre, Des femmes, París, 1998.
mentan largamente en este Seminario, su común origen judeo-arge- - (1975a), «Sorcies», en Catherine Clémenc y Hélene Cixous, La
lino, aumenta la multiplicidad, la «desterritorialización» (Deleuze) jeune née, París, Union Générale d'Éditeurs, «1O/18», PP· 114-
de esta escritura. Como sostiene Régine Robin (1993, p. 13), un 246. (Trad. esp. Ana M. Moix, en La risa de la medusa: Ensayos
escritor «siempre se confronta con lo plural, voces, lenguas, niveles, sobre la escritura, Anthropos, Barcelona, 1995.)
registros de lengua» ... aunque escriba :n «una sola» le~gua; pero la (1975b), «Le rire de la Méduse», L'Arc, 61, pp. 39-54.
multiplicidad real de lenguas e11 una escritura favorece, evidentemente, ( 197 6), La, Des femmes, París, 1979.
«lo heterogéneo», la inclusión de la otredad en ~l texto, el respeto por (1977a),Angst, Des femmes, París, 1998.
las diferencias. El conocimiento pr~fundo, la interferencia de otras (l 977b), «Entretien avec Franc;oise van Rossum-Guyon», Revue
lenguas extranjeras (entre las que se incluye la ale~an~ materna, que des Sciences humaines, 168, octubre-dicien1bre, pp. 479-493.
gua de escritura) en el texto es un medio mas para romper
no es 1a len
_ \ l '-}-...e). L,11•r11ur ,; l'lcritt11-e. /'écrit11rt', Des fe mines p
t'tl F.11h't'

r1s. 1986. ' a-


l 11.)-\)).
\ it·re /'on111,<!_t'. c11 L'l1e11re de Clarice Lispector, Des femm
III. PREMIERE PARTIE: AUTOUR
P.1r1s. l \)8\). es, DE LA LANGUE ET DU DÉSIR
_ ll \182'. Li111011,1de tout était si i1ifi11i, Des fernrnes, París.
_ ( l 989) ...1:.1utet1r t'll Yérite". en L'/1e11re de Clarice Lispector D
. esp. Ana M. Moix, en La risa de fa me'dusa·
ten1111es. P.trís.. (Trad. es
b1s,~ros sobre,.; c)·(·r: tt1ra. An thropos, Barcelona, 199 5.) ·
{l '>96). Afessic·. Des femmes, París.
FOl.QllE. Anroinette (1995), JI y a deztx sexes: Essais de féminoi ·
J.OSQ-J CJ9), Gallimard, París. ogie
fREt.:D. Sigmund ( 1914), «Introducción al narcisismo», en fntroduc-
cion .il n,zrcisisrno y otros ensayos, trad. esp. Luis López-Ballesteros
de Torres. Alianza, Madrid, 19833 . y
GRA\'ES. Robert (1967), Les 1nythes grecs, Fayard, París. Autour de la tangue poétique (question adressée
J.~"\~fOHAMED, Abdul (1985), «The Econorny of Manichean Alle- a H. Cixous et J. Derrida)
gory: The Function ofRacial Difference in Colonialist Literature»
Marta Segarra: Je voudrais commencer en évoquant le voile parce qu'il
Critica! Inquiry, 12 (1), pp. 59-87. ' me semble que le voile -«le mot et la chose» (C1xous-DERRIDA, 1998,
b:.~\1UF. Peggy (1995), «To Give Place: Serni-Approaches to Hélene p. 27)- est un des signes privilégiés de cette langue «a venir» (ibid., 74) a
Cixous», Ya/e French Studies, 87, pp. 68-89. laquelle J. Derrida consacre tant de réflexions et que H. Cixous met en
~1..\1..\\7ARD, Christiane Perrin ( 1996), «Hélene Cixous», en Ch. P. pratique dans son oeuvre -selon Derrida. Le voile me semble une image
Mak-ward y Madeleine Cottenet-Hague, Dictionnaire littéraire des tres puissante pour parler du rapport a l'autre et au monde, pour évoquer
fe1nm~s de langue franfaise, Khartala, París, pp. 138-144. ou suggérer une relation avec l'altérité qui échappe au cercle de la
~OI, Tortl (1985), Teoría literaria feminista, Cátedra, Madrid, 1988. domination-subordination, puisqu'il conjugue et conjure le regard et le
NIET~CH,E, Friedrich (1885), Más al/,á del bien y del mal, trad. An- toucher. En d'autres mots, ceux de Savoir (p. 16):
dres Sanchez. Pascual, Alianza, Madrid, 19773.
ROBIN ' Régine (1993) . ' Le de uz·¿ de l'origine:
· · uner r. /,angr,¡,e en trop, 1,¡,ne Mais a cette aube sans subterfuge elle avait vu avec ses propres yeux
langue en rr:o1ns, Presses Universitaires de Vincennes, París. le monde [ ... ]. La continuité de sa chair et de la chair du monde, le
SCH?R, Naomt (1993), «Cetessentialismequi n'(en) estpas un: Irigaray toucher, done, c'était l'amour, et la était le miracle, la donation. Ah!
a ~ras le c?rps», Futur a11térieur: «Supplément: Féminismes au Elle n'avait pas su la veille que les yeux sont les mains miraculeuses,
present», I.:Harmattan, París, pp. 35_ 109 n'avait jamais joui du délicat tact de la cornée, des cils, les mains les
SPIVAK,M' Gayatri
·11 e 11Chakravorty
G b (1992) , ((e·IXOUS
. sans frontieres», en plus puissantes, ces mains qui touchent impondérablement les icis
l'~r~i e. ª e- ru er (ed.) • Du féminin, Publications de proches et lointains. Elle n'avait pas su que les yeux sont les levres sur
n1vers1té de Grenoble, Grenoble, pp. 65 _81 _ les levres de Dieu.

Pourriez-vous -les deux- commenter cette notion du «regard autre»


ou regard-toucher en tant que rapport a I' Autre, différent du regard
appropriateur qui établit un rapport de dom1nation avec l'obJet regardé?
Cette 111anii:\re d',=tppr~"'ch:r . le n101~de par _le toucher de la ~ue est en
~apport ª'oec la langue, 51 1011 :..11t que ~\en heb1.eu la .langue se dit la levre. de la langue (allemande) de Rosen7.weig, H. Arendt et Lévinas, entre autres
, c;c;) J Deínda d1t que ""o\'OJr pourra1t se lire comme un Po"
\ b D ~ -~ • • • . 1::rne
auteurs juifs Par, rapport a la défense que fa1t ArPndt- dP- 1a 1angue
dJ tvu.:-her» l.J.' . 37) "'1a·s on pou11a1t peut-etre d1re que tout poeme. toute allemande,. en 1 exonérant de toute responsabilité da ns la dérive nazie, J
Derrida aff1rme (p. 104):
ecnt n? l)1.."l:?tic;ue rea 'Se cet \\amour-autre» (C1xous, 1975, p. 184) baSé
-.-ur le recard-touche:
_ qu elle est le seul «a1lleurs» capable
. de se soustrai re
Pour que les «sujets» d'une langue deviennent «fous», pervers ou
3 la lo1.1ique des opposítions b1na1res (p. 132), pu1squ'elle se nourrit de d~aboliques, ~auvais d'un mal radical, il a bien fallu que la langue n'y
1a tent~. des autres qui sont en moi sans que je le sache, «nos femmes fut pas pour nen; elle a dO avoir sa part dans ce qui a rendu cette folie
'11..S monstres nos chacals, nos arabes, nos semblables, nos peurs» (p:
possible; ~n etre non parlant, un etre sans langue 'maternelle' ne peut
1S4l. L'ecrtL> ·e sera¡t ains1 l'espace de la « non-co·1ncidence». ni avec moi- pas devenir «fou», pervers, méchant, meurtrier, crimine! ou diabohque
mérr:e ni a\eC · autre, affirme P. Kamuf -ce qui n'arrive Jamais dans les [ ... ].
rapports huma ns reels, présidés par l'éternel jeu de pouvo1r, mais qui peut
avorr heu dans ··espace textuel. L'écriture serait ainsi un «outil» «hybride» C'est /'usage de la langue -autant dans le doma1ne de la littérature
et evrdemment «inefficace» qui permet cependant de «faire corps avec que de la philosophie, la politique, la communication courante- ce qui
l'autre corps» et etre ainsi un lieu de jouissance. serait la responsabilité des parlants, ou bien la langue en tant qu' entité
Ma1s comment concilier -si cela est-il possible ou meme désirable- porterait en elle-meme une partie de cette responsabilité? Si cela est ainsi,
cette vision libératrice et je dirais meme enivrante de la langue poétique est-ce qu'il n'y a pas dans cette pensée de la langue, comme dans celle de
avec cette autre conception de l'écriture présentée par J. Derrida dans Le Heidegger, le danger implicite d'une essentialisation de la langue, des
monolinguisme de /'autre (p. 59): langues?

«L'écriture», oui, on dés1gnerait ainsi, entre autres choses, un certain


mode d'appropriation aimante et désespérée de la langue, et a travers H. Cixous: Cette question est d'une densité, d'une complex1té qu'elle
elle d'une parole interdictrice autant qu'interdite [ ... ). la vengeance demanderait un livre ... Alors je vais répondre modestement et de maniere
amoureuse et jalouse d'un noveau dressage qui tente de restaurer la tres oblique. Avec ceci d'abord: un croisement entre le geste d'écrire et la
langue, et croit a la fois la réinventer, lui donner enfin une forme pulsion ou le mouvement de voir. Est-ce que, lorsqu'on écrit, on n'écrit
(d' abord la déformer, réformer, transformer) [ ... ] pas enfin je ne devrais pas dire «Oíl», c'est presque un germanisme. je
ne veux pas engager tous les gens qui écrivent- , est-ce que je n'écris pas
Cette · appropriation» de la langue que signifie l'écriture me semble pour mieux voir? Écrire n'est-ce pas un geste, un développement, un envo1
done contred1re la concept1on libératrice et jouissive de celle-ci, surtout de regards devant moi, devant soi pour essayer, pour tenter de voir? N'est-
quand J Derrida affirme un peu plus loin (p. 66): «Toute culture est ce pas un essai de voir? Je le mets en question parce que s'll y a un pour-
origina:rement colonia le. [ ... ] Toute culture s'institue par imposition voir qui est a pourvoir, l'écriture cherche a pourvoir au voir; d'une autre
unilatérale d~ quelque 'politi~_ue' de la langue. La maitrise [ ... ] commence maniere -et pour moi c'est essentiel- j'ai le sentiment de ne jama1s écrire
par 1; pouvo1r de nommer, d 1m~oser et de légitimer les appellations». que dans le noir, dans un aveug lement qui n'est pas un aveuglement
égarant mais conducteur.
. .J1 toute
. culture
• est «colon1ale» et procede par <<a ppropna · t.ion» et
«1mpos1t1on: d une la~gue. comment penser le multiculturalisme, par Je me rappelle avoir écrit un petit texte qui s'appellait Écrire aveugle
exemple? O un autre coté, dans cette conception de la lan -ci a et qui jouait de l'équivoque, c'est-a-dire d'une part, écrire, un écrire aveugle;
·¡· • d gue, ce 11e substantif, et d'autre part le fait d'écrire aveugle, le fa1t d'écrire aveugle...
une responsa b11te ans 1es act1ons de ses parlants. ce qu'on déduit de la
longue note dans Le monolingu1sme ou J. Derrida parle de 1a concep t·ori C'est en s'aveuglant ou d'aveuglement en aveuglement qu'on avance vers
1
Que que chose qui est pron11s, qui est pron1is comme un ajustement
• , A •une voyante:. ils voient,
. dans
. la langue on, voit. · J'ai été tellem ent ·1n t nguée
· par
sa1s1e plus precise de ce qui s annonce co111rne devant etre vu ou éta
~ie~ constitutiveme~~
ce vo1r que Je ne voya1s pas, et qu eux, 1ls voyaient, que je suis allée voir
des1rable a \ oir. A!ors la question du voile v.1ent, sur, mon ophtalmo, un grand,. patron, et je lui ai raconté cette h1st 01re. Je 1u1·
pt1isque, a part le fait qu'en fran~alS cela fa1t part1e JUStement du travail de dis «Docteur,
. est-ce qu ils. voient quelque chose• ces ga r<;ons.7 1), et ce
l'ecriture et du tra,a1l . poetique. d1re <(volle» c'est lancer et voiler en meme mons1eur me répond «Ma1s non, madame, 1ls ne voient nen»
tenl;:'S le \ 01r. \'oi-le, e' est auss1 un 1mperatif: vois-le ! Vois-le dit voile qui Je I' ai écrite dix fois, cette histoire, elle a alimenté, elle a été le noyau
J:..i5te"1e"t ernoeche de voir le. empeche de le voir. Done il y a toujours d'un certa1n
. . nombre de textes parce . . que tout d'un coup i"a-1été sa1s1e, · ·
Je
cene st' ..,cture double, a la toís cette promesse, cet appel, cette attraction ~e su1~ d1t «cet ophtalmo. ne .vo1t ne~»: 11 ~tait dans le décidé, pas dans
et e~ r::.er.1e ter"!ps cet éloignement, cette poursuite, ce retrait et c'est ce l 1ndéc1dable, done pour lu1 voir se déf1n1ssa1t tres préc1sément par ce · l
. l'b QUI
cui fa1t avancer 1ecnture. c'est ce qui la fait courir devant elle sans bien pouva1~ ca 1 rer a.ve~ s~s m~chines et ce qu'il pouvait analyser
savo1r, tout en devinant -car elle n'est pas, justement, completement anatom1quem~nt. et Je dira1~ auss1 génétiquement; et quand je disais qu'un
ega'"ee , ce qui, éventuellement, a la fin, pourrait 1' attendre. Celle-ci est non-voyant vo1t, 11 me cons1dérait comme une imbécile reveuse. Je me suis
...;'le des fac;ons dont Je concevrais le voile. dit «voila, c' est ~a qu'il faut que je réintegre», c'est-a-dire que voir empeche
J'a1 envíe d'ajouter ici une petite anecdote qui m'est revenue tres d~ ~oir, no~ _vo!r est une autre fac;on de voir et ceci a l'infini. De meme je
recemment puisque je suis constamment en rapport avec le monde con- dira1s que 1ecnture, ce sont des yeux, mais de dróles d'yeux; on écrit en
inventant des regards et des yeux autres que ceux que l'ophtalmo veut
cret, pratique, de ce qu'on appelle l'ophtalmologie: une science qui m'a
bien reconnaí'tre comme ayant une efficacité.
beaucoup appris iustement par son ignorance -comme toutes les sciences
Une autre chose importante est ce que tu dis a propos «d'une relation
rned1cales et comme toutes les autres sciences ... Je vous raconte cette
avec l'altérité qui échappe au cercle de la domination-subordination puisque
anecdote parce qu'elle a été, au fond, un petit déclencheur dans ma
[le voile] conjugue et conjure le regard et le toucher». Comme ton
réflexion tres, tres ancienne, presque primitive, sur tout ce qui en est du
développement est extremement long et riche, j'y répondrai, aussi, d'une
ne pas voir, du voir... qui ne s'opposent pas, bien sOr, qui ne s'opposent
maniere un petit peu latérale. Je ne sais pas si parmi vous il y a des grands
pas, rna1s, au contraire, se completent et sont des figures du meme
myopes parce que c'est une expérience difficile a communiquer, il faut
rr1ouvement. 11 y a assez longtemps, en fait tres précisément en 1988-89,
avoir l'expérience de ne pas voir tout en voyant, enfin de voir un peu ou
j'étais en rapport avec des pet1ts gan;ons non-voyants -comme on dit, de voir pas du tout et cependant un peu, tout cela étant tres compliqué. 11
parce que c'est auss1 une autre histoire d'expression ou de langue: on ne me semble que ce que les myopes ont comme expérience -meme s'1ls ne
d1t plus "aveugle», on dit «non-voyant». Ces petits gan;ons qui avaient la formulent pas toujours de cette maniere-la- et que j'ai essayé de dire
d1x, douze ans, qui étaient affligés, done, d' une cécité congénita le, dans le paragraphe que tu as cité: «elle n'avait pas su que les yeux sont les
couraient devant moi vraiment comme des lapins et j'étais absolument levres sur les levres de Dieu», c'est la priere. Les myopes prient, moi je
terrorisée parce que je me disais «ils vont tomber, ils vont se blesser». pense qu'ils prient, la myopie engendre une priere qui n'est pas formulée
Ma1s 1\s avaient une sorte de ... quoi? Je n'en sais rien, de rapport a l'espace, comme une priere rituelle et ophtalmologique; tout le corps et l'ame du
qui f aisa1t que da ns leur agilité courante rien de mal ne leur arrivait -du myope ou de la myope -disons de la myopie- est tendu par l'espérance,
mo1ns a cette époque parce que plus tard il y en a eu un qui a eu des tendu par l'espoir, l'expectative; c'est absolument messianique, on finit
problemes Et puis l'un d'entre eux, qui en plus s'appelait Melchior, nous
disait touiours «qu' est-ce que ~· e~t cette porte la-bas?». Alors je regardais
par se dire «est-ce qu'on va un jour le voir?». J'appellerais cela Dieu, , .
c'est
une telle ouverture; je dis espérance mais désespérée parce qu en meme
dans cette d1rection et ¡e me d1sa1s «cet:e porte, la-bas, moi je ne vois pas temps un myope se dit «je ne verrai jamais», et pourtant ce mouvement
de porte» et je lu1 disa1s, en toute h~n~eteté. «m~i ~e ne vais pas de porte, paradoxal l'habite, et c'est pourquoi je disais que «les yeux sont les levres
ma1s to1 tu vais une porte?». 11 me d1sa1t «ou1, ou1, 1e vois une porte». Bien sur les levres de Dieu>>. Regarder, voir, les myopes en font une expérience
sOr, vous devez le savoir, les non-voyants utilisent toujours la terminologie
l( t'''tible ,11ors que le-. non n1yopes font la 111 ~rne bras [ten fait c'est ma joue qui pense Cflld, ce n'est pas mo1, Je
. t
1e<11att?n1en~ ~ t', or~ a 1• , ' 1 du regard parce que beaucoup de sur ton . " é .
l'.l< e::.t ~ri 11 . h ·e m'approprie une sensat1on rllgu·~. pr r1se, que ¡e généralic;e, alors
,~nei1ce en' \v\ J lt - 1 · • trie e. J • •
e"t-·~ t ne rfgar de 1 t pas bien su1-, 1na is s1 on a I'art du , fait c'est cet etre, chose, personne qui est ma JOUe, qur peut ~tre
D\ 1 nt;;, ne\ J ~nt pa'.) e d qu en .
' J'" '- _ l'ecnture, on est touiours ans cette expectative main. Et cela c'est encore un autre, mo1 est un ensemble d'autres.
r' '3"' q.. e't .1rt (e 1 d . .
t'~ .... - :i 1 e·nerer vo1r~. J adhere a ce que tu 1sa1s a propos de ma Pour vous en donner un exemp 1e magn1'f'1que, vous ouvrez A fa
~ene e~·a"1C€' ~ ' 1i: ~~ •
'" ~n.~r.:>ht'~
- _0n, qu n'e<>t ºª"de la prédation (on ne peut pas vo1r si on est recherche du temps perdu, au début - qui est absolument gén1al-, deux
. , ·
··' ~ ~ •ent de predation)· e est en la1ssant reposer, en f aisant la ages sur le réveil du narrateur. Je ne peux pas le raconter, 11 f audra1t des
·a"'' "~ lllO!J\"efl•
~illiers d'heures pour le développer, mais il y a une pet1te chose
'
" ·
ra x a\'eC e 1 01 ...nde qu'on peut espérer voir se manifester -c'est de l'or-
1..' •

c·t: ...-;¿ 1ep·phanie- l'autre, aussi bien dans le lo1n que dans le pres, qui merveilleuse, c'est justement une histoire de corps. Le narrateur, pendant
est un autre lo1n, car le pres est aussí un extremement loin, meme le pres son sommeil, refait la genese ou il est refait par la genese; pendant son
.:iÑ!re cornrne extremement loin Plus on est proche, plus le proche est sommeil il adopte une position qui luí provoque des sensat1ons
t:'roche, plus on a des chances aussi de ne pas le voir. Done 11 me semble synesthésiques tres intéressantes. 11 a les cuisses croisées et de ce contad
aue !'ecnture est. en ce sens, dans ce rapport au dévoilement, a l'espoir avec soi, de ce toucher, surgit une femme dont il est éperdument amoureux.
d U" mieux, d'un ajusternent je dirais d'une plus grande fidélité) une fac;on Et puis pendant qu'il se réveille, petit a petit, cette femme s'élo1gne et on
de se mettre en rapport avec le loin pres, avec le pres loin -je ne veux pas s'aperc;oit qu'elle naissait, a la fois de ce toucher et de la langue, parce
les d1ssocier- que j'appellerais dans l'écriture, ce n'est pas une question que c'est la langue qui fait ce travail; ces choses ne peuvent advenir -et
de religion, par antonomase, Dieu, ou Dieu comme se promettant a voir elles adviennent- que si la langue est la pour les entendre et pour les
et n'étant 1ama1s vu. Et j' aime bien le mot franc;ais «effleu rer» -je suppose traduire. Proust fait ce travail, a la fois, avec tous les mots du corps mais
qu'on dit la meme chose en espagnol ou en catalan-, comment on dit aussi en travaillant sur la cóte -qui esta la fois la cóte d'Adam, puis la
ueffleurer»? cóte d'un pays, et aussi le cóté; il touche done a la différence sexuelle: la
cóte, le cóté. Tout cela étant, ne pouvant etre ou n'advenant a nous, comme
M. Segarra «Rozan>? ... c'est dittérent. .. richesse supplémentaire, que par un exercice de la langue.

H. C.. Dommage. parce que c'est t ,


qui dit «le regard ettleure/est fl res be~u en franc;ais cet «effleurer» J. Derrida: D'abord je vais vous remercier de votre accueil et de la chance
fl eur. Cela fait entrer dans \'e eun> ' C\UI d1t qu' on reste a l' affleure/a la que vous nous donnez, que vous me donnez de vous rencontrer, de parler
d·r
eicatesseetenmemetemps laf\
space du to h .
uc er-vo1r une extraordinaire avec vous d'essayer de répondre a ces questions diffíciles... Elles sont
d 1 1 · eur est un · . .. ' · · s D'abord parce qu'elles
ª
e Pante. eetape da ns le développement d1ff1c1les, ces questions, pour de mu 1t1p 1es ra1son · .
· lles sont denses mais
Et derniere chose -apre . touchent a des problemes complexes, parce qu e . ' .
sont en moi san5 s Je m'arrete- a ·ts d'une certa1ne maniere,
ch .· que Je le sache no f propos de «les autres qui aussi parce qu'elles se réferent a des textes éen
1 s qui entre eux, sont tres
aca s... »; Je me dis que i'a . • . s emmes dans une certaine langue et ce sont des t exte • . .. .
chose que je tiens absolu ura1s du mettre Plus , nos monstres, nos ' ··¡1 est d1ff1c1le den
, ment adir ou autre 1 différents déja mais ils s'enchainent de telle sorte qu d h"'
1avoir clairement énoncé d e Parce que. ment. 1 y a une , . 'f10 n qui ait une valeur et ese
ans ces t Je me re h extraire une these c'est-a-d1re une proposi .
ne sont pas seulement des h
·
extes-la les a
c acals d ·
proc e de ne pas
Utres qu· phi loso hi ue. O~ a done l'impression qu'il faudrait, pour a1uster une
auss1 1es autres moi de moi P • es Arabes d 1sont en moi ce p q . bien transformer un fragment de texte en
si parfois je dis une ch ose g.lo~r le~er:'Ple ma iou~· . es enfants, ma is e' est réponse a vos quest1~ns, ou . 1 lan ue dans laquelle vous
ª
mon de», en fait l'etre ou la e. ((Je su1s · la Pers· Je dois me rappeler que these ou bien reconst1tuer la textuallté dans
, . .
ª 9 .
vous rendre vous-mémes pu1sque vous posez
h d personne . onne la 1 nous offrez 1hosp1tal.1té de f . Et done e'est tres difficile, Je
eureuse u monde ce n'est pa . qu, est Pus heureuse du . f is sur des mots ran<;a1s. .
s ie. e est . en ce 1a quest1on en ran<;a , , r moi tres difficile, ma1s Je vais essayer
rna ioue q..·1 rnornent, la plus ne vous cache pas que e est, pou '
" est e
n ce moment
38
. .. er ~ di re quelques petites ch oses en écho
uand n1e111e, 1e \\11s ine ri5Qll . ' c'est un geste plus heideggerien que d' autres- a considérer que da ns
q . \ ,, , quest1ons l'histoire de la vérité il y a des déterminations d1fférentes, qu'on a commencé
• 1 rtir1(ll1 ... e--·- \1 0 ' 1 t 1
-s1non e1 ~ · ¡1
·gnez vous-meme, « e mo et a chose»
A

.
_ 1111ne vous 1e >Oll , par penser la vérité comme mémoire, comme dévoilement-révélation, et
Le vo1 e, '-º
1
ninié non seulement comme la chose mais
1 11iot vo1le est no , ensuite comme adéquation. L'histoire de la vérité a toujours été figurée
des lors que e 1 est aussitót pris da ns une turbulence de
1 -it en fran~a1s. i • par les philosophes comme une histoire du vo1le . révélation, dévoilement,
con,r.1e e inc menta cause des syllabes qui le composent
• :'f:
s1gn111ants en
orn1e non seu 1e
• vous le savez a cause du double gen re: Je
. a
et le Ver soie (C1xous-DERRIDA, 1998) commence par dire -c'est une
1! 111ais aussr comme ' . . parole de vieil homme, de philosophe: je suis fatigué, on en a assez, on a
'''º - e», 1 01
1 meme de tant de textes et en part1cuher de ce trap travaillé, je veux me débarrasser de ce voile et penser la vérité
vo1le la vo1!e qu est a .
' ' des signes privilégiés de la «1angue a venir». 11 autrement, s'il y a une vérité autrement, et c'est cela qui engage tout le
texte-!a Je vous cite un
• . 1 e a venir on entende non seulement langue future, texte. Je ne vais pas reproduire ce mouvement-la, mais 1e m'arreterai sim-
rauora't que par angu .
. devenir elle-meme événement ou a produ1re des plement pour me régler sur l'intention de votre question plutót que sur
ma1s langue propre a . . • . .
· · t opres propres a venir ou a faire venir ou a la1sser venir. nos textes, sur mon texte.
evenemen s pr , , . , . . ,
Pour qu'une te!le langue soit dans 1écriture, propre a v~n1r, 11 faut qu ~lle Je dirais que le voile n'est pas forcément, ou pas toujours -parce
s'imprime dans un corps idiomatique; c'est la ou elle rés1ste a la traduct1on qu'il y a plusieurs expériences de voile , une relation avec l'altérité qui
qu'il y a une chance que la langue soit a venir, avec le niot voile, qui échappe au cercle de la domination-subordination. On pourrait vous
précisément y résiste souvent -je ne dis pas qu'il interdise la traduction objecter qu' en faite' est souvent le contraire, que le voile est la pour imposer
rnais il y résiste. 11 y a déja eu plusieurs traductions en langues latines de la domination, la subordination. Je ne parle pas seulement des femmes
Voiles. en portugais, en espagnol, et la traduction n'est pas impossible voi lées, encore que ce soit en général et dans ce texte un probléme impor-
mais on voit bien que c' est une autre série d' événements; ce sont des tant, mais voiler est souvent -voiler ou jouer du voile- un instrument de
événernents! mais ce sont des événements, en eux-memes traduisibles maltrise, de répression ... Done je ne dirais pas que le voile est libérateur ou
intradu1sibles, oi.J il n'y a pas d'équivalence absolue, pas de transparence. oppresseur, il y a plusieurs expériences de voile, il y a plusieurs manieres de
La traduct1on 1ci, la-meme ou elle est possible et nécessaire, ou elle produit traiter le voile, de se rapporter au voile. L'une est plus innocente et
des événements et dans le meilleur des cas des événements intéressants, libératrice, l'autre est plus répressive et interdictrice, et le paradoxe ou
prod~cteurs. féconds, maintient, garde l'intraduit, l'idiome intraduit sous l'aporie, qui sont difficiles a lever ici, c'est que, et je le souligne dans le Ver
le vo1le, et la traduct1on fa1t voile: elle laisse voir et en me me temps elle a soie, tous les mouvements pour se débarrasser du voile -et non
cache. Done la traduct1on-elle-meme comm . . . seulement du voile oppresseur, du voile interdicteur- sont encore des
e evenement qui est un autre
événement que celu1 de la \angue dite d' ori i . . . mouvements de voile qui consistent a lever le voile pour faire la vérité ou
fait advenir quelque chose en reproduisant g ne, que le. t~xte d1t ong1nal-
vo1le avec toute \'ambigu'ité qu· ou en multiphant des effets de pour libérer. Lever le voile est encore se soumettre a la loi du voile, et ma
. on peut garder a ce mot question, mon impatience dans la question c'est comment fai~e po~r en
Quand vous d1tes ensuite que le . . ·
. . .
b1en sur e est une 1mage tres puissante tell vo1 1e est une 1mag t ). . finir avec le voile, non seulement en dévoilant ou en levant le vo1le pu1sque
. e r1::s pu1ssante,
tout cas, si 1e peux me permettre d , ement pu1ssante pour moi, en lever le voile (le mouvement de la vérité) c'est dévoiler, c'est done..enco~e
histoire dans laquelle je me su1s seet~ac~nter, en quelque sorte la vieille une fois se mettre sous l'autorité du voile. Comment échapper a 1apone
' .
l'h1sto1re · . n 1pns pendant si 1 ' du voile? C'est la que j'aurai du mal a répondre a votre quest1~n pa_rc_e
de la ph1losophie ou l'histo· d . ongtemps qu 1 · est
. . 1re e la vénté L'h' · qu'il faudrait déployer la dramaturgie de ce texte; c'est. qu'on _n en f1n 1 ~
. a été hée a une puissante · d'ira·i-ie
qui . 1mage1
. je · .istoire de la vén'té
image ma1s plutOt un troc puissant de révél ~- ne sa1s Pas si c'est jamais avec le voile, que le mouvement de libération qui dé-valle ou_ qui
les choses trop vite, la ph1losophie s' a ion-dévoilernent p u~e f ait du voile autre ehose qu'un asservissement est encore sous la 101 du
. . occupe de la · our d1re voile encere en aide de reproduire l'autorité du voile et done on n'en finit
qu est-ce que la vénté Nous avons été . question d
condu1ts, aun rno e la vérité, jam~is avec quelque chose qui est un mouvement de domination
rnent donné -

40
/
41
.. be li 1at1an. Le regard et IP t(1t1cher, éviden1rnent so t d
· - n ans b'
e~\ et notan1n1ent ceu\ qu~ vous cite: dans le texte d'Hélen ien des toucher ( ) différent du regard appropriateur»: dans certains cas oui, c'est
~~e; n1a.s als ne le st1nt l1 as tou1ours, et en prrnc1pe, le mouvem e- asso.. une quest1on de modallté, et je erais que le regard-toucher peut étre tres
A t 1 ·¡· .
u n1c-n1e, ~ en p ...1uv,11 1so er, pu 11 1er. a1gu1ser la figure du voil
ent, le Voil
e
e, est d'ab appropriateur et d' ailleurs, d'une certaine maniere, il est írréductiblement
.
a
u11e f gure '-1lll a rapport la vue Qu ·on parle de la vérité voile

Ord
r ou dévoiler
appropnateur. Je le dirai de fa<;on peut-étre un peu désespérante ou
e est ,1 abort.1 oarce que le voile cache a la vue, et justement la distinct· • désespérée: on ne peut pas ne pas tenter de s'approprier par le regard et

. . . •
a
¡ue J "1Scr•s e·1 tre !e voile et le talhth da ns le Ver soie c' est qu 1 ion
_ _. . • ' e e tallith
le toucher. Le renoncement a s' approprier est une chance rare Pt en tout
e::-t 1... 1 lll , ssL. qt• on touche ma1s qui n est pas un voile qui n' cas improbable et en méme temps qu'on ne peut pas prouver, qu'on ne
. . • a pas un peut pas démontrer...
rarioo!'t esse....,t1e,. en tout cas déterm1nant, avec lui. Et done avec cett
.:¡:.restron que \OUS abordez, la on touche a l'immense veine problémat' e Alors, l'écriture -puisque toute votre question est naturellement
· · h 1que tendue vers l'écriture, vers l'événement comme écriture, ce qu'on appelle,
Gu vorr et au touc er. c'est un champ de réflexion énorme.
ce qu'on peut appeler, pas en général mais dans certa1ns contextes
Pendant 1ongtemps j'ai cru -avec d'autres qui ont beaucoup d'auto- I

l'écriture avec beaucoup de précautions-, peut etre un des lieux oü cette


r1te: Herdegger. Blanchot ...- que la philosophie était dominée par une
chance d'un regard-toucher qui renoncerait a s'approprier, a maltriser est
rhetorique du visible, du voir, par des figures optiques. L' eidos, l'idée, c'est donnée quelques fois, rarement -je serais d'une prudence extreme Je
le visible, le visible sensible ou le visible intelligible; le phénomene, la pense que meme les écritures auxquelles nous avons le plus envie de
phenoménalité c'est aussi du visible et on pourrait montrer -de toute souscrire, les plus belles, les plus «puissantes», les plus poétiques, sont
fa<;on je ne vais pas m'engager dans cette voie- que, avec beaucoup de aussi de tres puissants mouvements d'appropriation et de maltrise. Et ce
bonnes raisons, le voir a exercé sur la théorie, l'idée de théorie, le theorein, qui advient -oserais-je dire du fond de mon scepticisme désespéré- c'est
une autorité hégémonique, absolue, sur le discours philosophique, soit de que de toute f ac;on quand on écrit ou plutót, plus généralement, quand
fa<;on déclarée, soit de fa<;on clandestine ou indirecte. Je dois dire que je on trace, quand c;a se trace, ce qui ne passe pas forcément par l'écnture
me su is aper<;u assez tard, m' ayant associé a ce schéma disons de littéraire ou la publication, quand il y a de trace, ce qui adv1ent de toute
l'héliocentnsme, de 1' opticocentrisme, quand j' ai écrit ce livre sur le toucher fac;on, et c'est peut-etre la la chance de la chance qu'on le veuílle ou non,
[DERRIDA, 2000], qu'il manquait -ce n'était pas si simple, ce n'est pas qu'on l'accepte ou non, c'est qu'on doit renoncer a la maltnse. Meme si
qu'il manquait ríen- que, derriere l' autorité du voir, l'autorité du toucher cela déploie un impérialisme, une volonté de puissance infinie, la ou la
était toujours la, c'est-a-dire que, finalement, meme dans les intuitionnismes trace est laissée, le sujet de la maltrise est coupé de la chose et done il
(qui sont des philosophies du voir, l'intuition, intueri veut dire voir) il y perd. De toute fac;on, quand c;a s'écrit et la je n'ai pasen vue l'écríture
avait ce que j'appelle l'haptocentrie; les philosophes, de Platon a Husserl, poétique ou l'écriture littéraire Ides qu'il y a de la trace, il y a a la fois
f a1sa1ent du toucher la derniere instance de la vérité, de la vérification; je mouvement de maltrise, d'appropriation et interruption; <;a s'interrompt
ne peux pas le montrer tres vite ici maintenant. et c'est l'interruption qui f ait la trace. Et done de toute fa<;on on doit
Done on se trouve dans cette histoire de la philosophie, qui est aussi renoncer, meme si on ne l'accepte pas, on est dans le renoncement parce
une histo1re de la culture occidentale, devant ce couple voir-toucher, indis- que c'est la structure de la phrase qui fait que cela se passe de mo1, la
soc1able et dans lequel c'est finalement le toucher qui a le dernier mot, phrase se passe de moi. Alors elle peut continuer a conquérir, a constítuer
contrairement á ce qu'on a souvent dit et avec des arguments tres forts, des empires mais moi je ne serai plus la. La il y a du renoncement. Ceux
et d'ou aussi une tres puissante veine métaphorique -dont on trouve les qui comme nous, comme tous ici, cultivent l'écriture ou un certa1n type de
e:r.emples les plus beaux, les plus brillants chez Hélene, chez Deleuze aussi- parole ou d'écriture, ce sont des gens qui ont une expérience de la chose
du regard qui touche, des yeux qui se prolongent comme des mains et qui et qui raffinent a la fois le mouvement de maltrise, d'appropnat1on et de
touchent. lv1ais lá encare je répéterai, au sujet de votre proposition a la fin désir, le raffinent pour que ce soit le plus intéressant poss1ble ou le plus
de la questíon, ma précaution de tout a l'heure, quand vous dites «regard- virtuellement puissant et, en méme temps, v1rtuellement puissant dans la
... r ... nenonce Oll on renonce encore plus. Mais je ne serais P
mesure ou , <, • . . • as a -et ce n'est pas la moindre- la chance de venir dans un lieu oü la
·an· urn urer que 1 ecriture est 1nnocente de maitri·s
oret a o1re ~ ~ 111 1
.J"
' . . , e,
·
d'appropna 1 • ·""
ton 'º cro 1, que s1 elle arnve a etre 1nnocente e est malgré
- , • . • ,.
y uestion des langues est particuliérement á vif, ou vous avez un rapport
~u meme type, enfin, il y a l'autorité de l'espagnol, 11 y a le catalan et puis
' -t na<; la n1eilleure def1n1t1on d 1nnocente.
elle, ce qui n e!.- ~· - . . . il y a le franc;ais et des situations de type semi-colonial .. Vous connaissez
J'en \rens a ;a deu:\ien1e partre de votre que_st1on; Je vars etre tres
tout cela mieux que je ne pourrais l'exphquer moi-meme Done ce que je
• ·an' .,,.,,, reoonses par
1n1us.e a, - . <:" - '
faute de temps, ma1s pour rendre justice ..
• • ' a décris la est en rapport avec la singulanté de ma situation ou de la s1tuation
tvut ce que, ous dites. je vais quand meme essayer de_ rep~ndre quelque de ma génération, parce que ce que j'a1 écrit ne vaut pas pour toutes les
1.
(qQ$e. 1
ºa· ·::ipoort a 1a c1tation que vous fa1tes du Monoftngu1sme de /'autre
" ' , générations de Juifs pieds-noirs d' Algéne, cela vaut pour mo1 et ma
ce rvre n est pas un l1vre de philosophie, ni un livre de théorie, c'est un génération, et done il y a beaucoup de traits tres s1nguliers et non
0
aloque, e est un ltvre a plus1eurs voix, done il Y a beaucoup de gens qui traduisibles; et en meme temps c'est la logique du hvre que j'essa1e
oarle~t la, et le fragment que vous citez c'est une voix qui le porte et il n'y d'expliquer. J'ose prétendre que, a travers un exemple s1nguher et non
a oas de métalangage, c'est une voix qui le porte et qui remonte ... Cela transposable, il y a des lois quasi transcendantales, c'est-a-dire que cela
corrimence par une h1sto1re de déferlement (p. 57), il y a quelqu'un qui dit vaut pour tout le monde, non seuleument pour telle générat1on de Juifs
«double interdit» et il y a une question de déferlement, déchainer l'inter- d' Algérie, I' Algérie coloniale franc;aise. On peut lire sur cet exemple-la, c'est
dit, «quelle dróle de langue tu parles la», et c'est une voix qui reprend le paradoxe qui me tient en haleine pendant tout le livre, quelque chose
pour expliquer le mot déferlement. Dans une certaine maniere done ce dans lequel un Vietnamien peut reconna'itre une espéce de loi.
n·est pas moi, c'est moi mais ce n'est pas moi. .. Mais si on tient compte D'ou, naturellement, par rapport a la question suivante -je ne vais
du fa1t que c'est pris dans ce mouvement-la, on ne peut pas dire simple- pas garder la parole trop longtemps, je vais tres vite au risque d'étre tres
ment de l'écriture en général ce qui est dit de cette écriture-ci: «l'écriture injuste aux deux autres temps de votre deuxiéme question, quand vous
ouí, on désignerait ainsi, entre autres choses ... », la il y a un certain dites «Si toute culture est coloniale et procede par 'appropriation' et
mouvement tres particulier de démonstration qui décrit ce que l'écriture 'imposition' d'une langue, comment penser le multiculturalisme, par exem-
en général peut devenir dans le cas auquel je fais allusion, a savoir quand ple?», non seulement ce n'est pas difficile de penser le multiculturalisme a
dans cette situat1on, transcendentalement coloniale, l'écriture essaie de cause de cela, c'est meme cela le multiculturalisme. Toute culture est
s'approprier la langue, mais vous voyez, par un «mode d'appropriation coloniale, toute culture commence par une violence, on impose une langue.
aimante et désespérée». e' est-a-dire qu' au fond I' appropriation ne marche On n'a pas besoin de remonter aux formes modernes du colonialisme, on
pas. Et tout ce que cette voix décrit la c'est une turbulence, un remuement peut remonter au-dela. Parce que la langue, c;a s'impose, la langue c'est
amoureux et jaloux pour traiter la langue, la réinventer; autrement dit, toujours le plus fort qui l'impose et meme si c'est a l'intérieu~ de la meme
sous la loi d'une langue héritée ou imposée, faire comme si -mais tout langue, a l'intérieur d'un meme systeme linguistique -on drt. par exem-
cec1 est totalement fantasmatique, évidemment, comme vous le notez ple, I' espagnol ou le franc;ais ou le grec-, il y a une impos'.tion ~es plus
vous-méme u~ peu plus bas- on allait pouvoir réinventer une langue qui forts. Nietzsche l'a tres bien expliqué: etre fort consiste ou bren a_ 1 m~~ser
est la. Je décns. en somme, peut-etre un peu na·ivement, le f antasme de sa langue a quelqu'un qui' ne parle pas cette 1angue, ou bien a l'1nterreur
de la meme• .
langue, 1mposer une f ac;on de par1er, des noms• des normes,
• .
quelq_u'un qu1, comme moi, n'ayant pas d'autre lang_ue, étant né en
. , t · 5· qu'on reconna1t, d1t
Algéne, est a la fois tombé amoureux de la langue franc;aise et · une rhétonque. Et c'est cela la force, ces a1n 1 . ,
· f · . pu1s a
1 1
vou u u1 aire une scene et la ré1nventer faire comme s'il alla't 1 de nouveau Nietzsche, le maTtre, celui qui impose sa f ac;on de parler, et comme 11 ~.Y.ª
. , ' . · >.gles sans normat1v1te,
la défendre m1eux qu un autre, la réinventer mieux qu'un aut . d
. pas de langue sans hiérarchres, sans 1ors, sans re- • .
. . . . re, once' est ce de 101 et done sans
une scene, Je décns la f antasmat1que qui est la mienne et que · sans grammaire, il n'y a pas de langue sans une for .
ie partage avec beaucoup. · Je suppose, une imposition de type colonial. Alors le multicultural1sme commence la,
me plusieurs cultures
Parmi toutes les chances que vous nous donnez en nous in ·t . . . avant meme qu'il y ait, au sens moderne du t er •
v1 ant 1c1 , 11
cc>!oniales p1..'l.St-c1.1k~n1ale!', je ne 5ais pa<. catalane, castillane ou b .t qu'il n'y avait pas de rn~t;¡l,1nga9P, 11 l'a d1t httéralemeot
ª'ant n1én1e! Da11s u11e 1nonoculture 11 \ a du n1ult1culturalisme q as~ue, a dl
d'autres nd on parle on parle dans une langu~ et quand on veut parler de•
iu~1 de suite avec ce rapport de force hiérarch1sé. ' ui vient que qUa on parle encore
la langue ' dans la langue. En c1tant fllovahs, 11 a parlé du
QJant a-Je \a'S aller de plus en plus vite et done je vais etre d monologue: la langue est monologuante; cela ne veut pas dire qu'elle est
er r';is s;_¡~1~1a ""e-l'obJection que j'ai adressee a Hannah Arendt aue pl.us solitaire et qu'on n'en sort pas, mais que, méme quand on en sort, il faut
. ' t . 1 d. d' 1 · ' SUJet
ou r:a: s~1e et oo:ic, antot e ire, une angue, Je ne su is pas en t . encere parler pour en sort1r et c'est cela le garde-fou contre
. , , 11 . 1 rain de
J ·e que .::;ue (lU U'1 qu on appe era1t a langue est folle, la lan • l'essentialisation, paradoxalement; c'est que je n'ai pas de point de vue
;., • d . gue n est
::-e_r:.:-nne, ~-- en sur, oric 1e ne su1s pase~ tra1n de dire <<il a bien fallu u··11 a
linguistique sur la langue qui soit transcendant la langue. La tangue est
~ º • u:ie ..hose, une substance qui eta1t la langue et qui fOt f 11 q prise dans la langue, enfin le discours sur la langue est pris dans fa langue
re-:c-e
__ • .compte . de la fo11e des nazis»; Je dis que la folie des nazis ~
. n a epas
pour
P et done il ne se laisse pas essentialiser, il ne se la1sse pas hypostasier, si
~"'.., •oci"oouire oans• des corps ou des sujets muets• aphon es et sans langueu vous voulez. 11 peut arriver que Heidegger parle du Dasein der Sprache, de
-.u"' es 1ors qu on ne peut pas dissocier la pensée du 1 . ,
c-.e ~a langue soit touchée par cela d' •
l'etre langue de la langue, c'est possible, mais ce n'est pas l'essent1el, quand
angage, il a fallu
xt - • ou, naturellement d f on dit essentialisation, on dénonce une fac;on de projeter quelque chose,
e lrernement concrete, le terrible hérita e la . , •. e a~on
Qu. consc1ents de cela, ont continué a g , , terrible traged 1e de ceux de le constituer en etre, en existant ou en substance. Orla c'est exactement
tel ou tel mot était ajamais - f' parler 1allemand en sachant que le mouvement inverse, et dans mon modeste cas également. J'ai
en in, ou pour longte commencé, en ce qui me concerne, et la déconstruction a commencé a1nsi,
usage. Vous prenez la poésie de C 1 mps- marqué par tel
ce~e langue qui était la seule lan ~ an, pa~ exemple, il s'est expl iqué avec par la dénonciation du logocentrisme qui était une maniere de prendre
alla1t rencontrer des mots d g e poét1que pour lui et ou il savait qu··1 ses distances a l'égard de toute existentialisation du legos, meme s'il y en
· bl • es syntagmes d f 1
c1a es du corps, des crimes nazis, c'e t '1 es igur.es qui étaient indisso- avait chez Heidegger.
faª~ en tra1n de dire <<il Ya une langu: ¡~e a ce que Je veux di re. Je ne suis
no~~l;u;15ª~~~~~~:.qui e~t folle et p~is ~:s~i~:lq~e ch?se qu'on appelle H. C.: Je voudrais illustrer par un petit dessin, une petite figure ce que tu
pas seulement d . est fa1t atravers des mots et<;d explique le nazisme», étais en train de dire et qui est infini, en allant dans la direction de ce vers
es 1nstrument u langage · , . quoi tu vas tres souvent maintenant, c'est-a-dire de l'animal. .. et apropos
ou cela, quand . . s techniques Q qui n éta1ent
's
1 ont pns de d . . · uand les · du multiculturalisme, parce que je pense qu'il y a auss1 un multiculturalisme
dont 1ts se sont se . , . s éc1s1ons (confé nazis ont fait ceci
d rv1s n éta1ent rence de W da ns la maison, par exemple entre mon chat et mo1 ...
es pensées, des co pas des instrume ts annsee) les mots
U d . rps... n neutres 1
n ern1er moment , es mots étaient
langue; vous mettez e de votre question Port J. D.: 11 est d'accord pour dire <;a?
cette pensée de la la:garde contre le «danegsurdl'essentialisation de la
commen gue» Ce er 'ess ·
chose auctement de réponse; q.uand ~ue. je viens de d.ent1alisation da ns H. C.: J'y viens, justement. Voila une chose extraordinaire, la chance im-
onome a . Je d1s la 1 ire c'est d . probable et tout ce que tu disais tout a l'heure sur le sort, la fatalíté de
n'est · un suiet lib angue · éJa un
pas quetqu'un e . re et autono Je ne Pense l'écriture la plus bell e qui ne peut pas échapper de toute fa<;on au
mouvement d' appropriation, I' effort intelligent de cette écriture pour l~cher,
nommez Heideg er. _e n est pas quelque me, a quetqu·u . pasa une
Heidegger portega ~~'· étant donné le ton chose non plus n.. la langue
parote- et done ie Sprache - la on ne, l~s connotation. P~_1sque vous pour ne pass' approprier, pour renoncer a la maí'trise qui, évidemment, est
peut laisser pense cette espece de ferveu sa1t Pas si c'est Is, l 1ntéret que un effort ... Disons que le renoncement est dans l'effort; cela ne veut pas
ersonne .. Ma·
r que tout d'
H . un coup d.
r avec l
aquelle il
a lang
ue ou la dire qu'il est dans le résultat et qu 'on va arriver a renoncer a la maitrise
P is e1degger est auss· ie Spra ehe devi en Parle cel Mais juste une scene a propos de ce mouvement de maftrise et de
' quelqu'un . ent Dieu . a
qui avant b ou une l'interruption et de cette immense question de renoncement. Moi, je suis
46 eaucoup a l'écote du chat -j'en ai beaucoup parlé parce que c'est vra1-, je su1s
arm'E'e a1école du chat JE' ne peu\ pas dne neann101ns qui est le ·t obéisr(}nC(> ~ lnr1uelle JP rnfl hvrP, Jf' sur , to Jf 1 t
et cet e - '
qur est eleve. e t'>t 1n1p\.1s:',ble. ) essa1e de vous décnre une se,.. martre et méla~gée u' elle est infiltrée par ce dont tu ¡Jarla1s, IP dangPr de Id rri J r•
t'ne qu;
a la f,1.s une scene reeJle. con e1ete et bien sor, comn1e touJo
1e ehat r.1e d'1t -JE' · trie he auss1· en vous disant le chat urs, Une
es¡ conscien~: qMais je ne sais pa s qui condu1t, qui ordonne, Q•J1 obé•t par
·net.:ip·10re 1 touJours 'é. h nge puis brusquement le chat s'en va. stop, ~d <;uff1t C sr
1.

oue e est 'ª chatte et peut-etre que le fa1t que ce soit la ch Parce
que.
ª
cela s e .
f rme de multicultural1sme alors meme que cela ne passe pa
e"'.:irr'e"1ert aonc je r.1ets cela de cóte pour le moment-· hatte ioue auss1 une o . .
,
.::ans 3 angue au chat (et vous conna1ssez l'expression franr ·
/
, e e at me d't1
par une a1 1 1:i. 1 . ª
a
ngue articulée, verbahsée, et tout ce que tu d1sa1s propos de Id
• -~.. ~a1se «donn ui commence par une vio ence, o nous e v1vons meme dans CP>
s.a .:i !:'~e au chat»). «caresse-mo1» Vous me demanderez er culture q . . f . "
-e ~ 1 'I"
'- !,j!Je 1e e sais; vo1 a une quest1on encare: langue pour
comment est- scenes-la, apparemment domestiques ma1s en a1t extremement sauvages,
1
tcut le cha¡ a une chat-langue et moi J·'ai le f . d' angue, apres tres politiques; est-ce qu'il y a une poht1que entre chat et, comment est-ce
1a"gues. Comme vous le savez sr vous avez d ranc;a1s, .
1sons ou d'a t
, u res que je vais l'appeler, moi chat, enfin toi chat, chat toi et chat mor. Or.
,., • es anrmaux quelqu h
~re~ sur communique Je comprends tres b' ' e e ose éprouve tout le temps la violence possible dans la mesure ou cela passe
1
a lez penser que je re~e mais fa1·sons ie~ ~ .message du chat -vous par une conjonction de langues qui sont d'une espéce différente aussr, et
' comme s1 Je n ~ ·
me dit une chose extremement é . e reva1s pas. le chat ou a tout moment ce qui est caressant peut devenir v1olent -il y a une
. pr crse, elle me dit .
Je revrens done ala questio d «caresse-moi».
d' n u toucher de l'effl double violence. Mais parlons de cette monoculture dans Jaquel/e il y a
une certaine maniere la quesr d , . eurement, parce que
i'ecriture ace qu'elle vise ion e la relat1on a l'autre et done d une multiculture, c'est une expérience que nous faisons tout le temps. J'ar
, avec ce mot tres f t d e pris l'exemple du chat parce que t u m' as demandé si le chat est d'accord,
constamment a penser de cette . or e «viser» en franc;ais est
tu appelais par exemple la 1 . ~an1ere-la, c'est-a-dire de I' ob - , j'avoue qu'aujourd'hui je ne lui ai pas téléphoné et je ne pensais pasme
Je 01ou bren l'ind· t' ce que permettre de prendre mon chat en otage dans notre scene, mais Je m'en
peux vouloir caresser le chat et . rea ion. Je peux caresser le chat
s1gn1f1ant «caresse-moi s· Je peux recevoir le dés. d h , expliquerai avec elle, je me précipiterai pour le lui expliquer. Tu me diras,
que . »· ' cette scene ir u e at me
pou/~a;r~,~~::,tt.e1ndre quelque chose ;~~~.:~ pr~dui~e e'est a condition
est-ce que Heidegger pourrait prendre en charge ce que 1e viens de dire ...

soumiss1on· je pr:f~~ m~rnent-la la question de !:eder~;~ docilité exprés


J. D.: Sur le chat certainement pas.
les person~ages· le ehra1s rnerne le rnot sournr·ss· oc1 rté de l'éleve- ou
Ouelque chose · . e at., peut etre -
remplacé
ron On p
. eut changer aussi
· qui est Jabéis Par un autre · H. C.: Non, mais toi tu pourrais ...
pasa la sollicitation rna1 et non seulernent ., b.. animal, un tigre.
selon le chat a la· , s Je continue a ess J o ers au désir J·e ne dr's
, 1sser le ch ayer d' ob.. , '
cdaresse qui va faire plais· at conduire rna lllain at· e1r, a caresser le chat J. D.: Avec quelques précautions.
1fférent ir au chat in de d
es. Done Je suis , Parce que onner au chat la
~:~;;,qeuc'ill Y a des antic:~e:~~:eqntuissa.ge et je le~~~s J·~aº.rnrnes d, especes
H· C··· ... parce que tu me posars
. JUStement
. Ia question de la langue du
e a ne va · e s1 on ' 1une e é . chat mais elle est posée dans la langue du chat. ..
histo1re d'écritu pas du tout. 11 faut t caresse le chat d' xp nence,
se faire chat da;e et de langue), et Pou/ºuve.r la bonne car une certaine J· o.: Non je pense que tu as bien la chance d'etre sure
. .
que le chat
.
te dise
ce qui ne veut pass Ida .mesure des limites hucmela il faut effectiveernsse (c'est une
co 1• ire -et la · aines d ent arr'
'
«caresse-moi», tandis que moi, meme avec les humains Je ne sars pas.
mp etement ¡e te retrouv b' . onc canse . rver a
O . e. ien sor- nt1r, reno
u1, il Ya une effica . que cela v ncer, H . . . . hat me dit cela avec son langage de
une serte de jo . cité, quelque chose a rnarcher · C.: Voila ce qui est 1nteressant, le e c sa bouche avec ses
u1ssance hybride se Produit - . Phy . x avec son nez, ave ,
rn1-chat mi-etr qu, cause d' . s1onomie, avec ses yeu · . lorsqu'ils sont brusquen1ent
rn , font les huma1ns
e hurnain c a1lleurs ?ustaches, e est ce q~.e ont une aphas1e: ils transposent; ou bien, les
ornp1¡~tern
48 ent Privés de parole, lorsqu ils . es c'est tout aussi raffiné, s1mplement nous
sourds avec le langage des sign '
·ncorporer cett1! po:;i1 ion au rjo111a1ne de Id pol1t1q J
.., avvns pas fait l'ap~ rent1sscige de cette la~gue-la. rnais c'est a faire. Si je commen 1 t
Me tro'11pe, Je peux te dire qu'elle n1e le drt, <;a par contre ... ·b'lité de se défaire cJp l'autre, de cette langue de l'autr
t il la poSSI 1
- us semblez le penser, y a t-il une «colon1al1té11 essent1elle rJ 1 1
comme vo
et ar conséquent une 1mpossib1lité de ré-appropnat10n du fart
cu 1ture P '
Encore sur la langue: autour du Monolinguisme de /'autre qu'il n'y a pas de «propriété naturelle de la langue»?
Mercedes Coll: A partir de !'hvpothese formulée a la
p. 46 («il n'y a
Jaa.a.s a aripropnation ou de reappropnation absolue de la langue. Parce J. o.: Je me suis reporté au passage que vous c1tez, je me permets de le
au' n') a oas de propriete naturelle de la langue» ), que signifie done qu'il a
relire: «Bien que cette injonction mette en demeure deme Jre. rren d'autre
1

~ a c:uíle terreur daris les langues» (p. 45)? S'agit-il d'une situation n"est la' ajama is pour veiller sur son passé ou sur son avenir Cette structure
d\:-::i::ir:ss10~ oLJ d'exproprration? Si c'est cela, qui l'exerce? Comment d'aliénation sans aliénation, cette aliénation 1nalrénable n'est pas seulement
oe•erm1ne-t-1I sa souveraineté? !'origine de notre responsabilité, elle structure le propre et la propriété de
_, «Ma langue, 1~ seule que je m'entende parler et m'entende parler, a la langue» (p. 47-48).
l est ia langue de 1autre}) (p. 47). Cette situation d' aliénation comme le a
L'aliénation n'est pas un événement qui a lieu un moment donné,
c.m~nque», for~u!ée par la psychanalyse, parait constitutive d~ la langue· de telle sorte qu' a un moment donné nous serions, par exemple, maitres
ma1s vous la déf1n1ssez comme 5t ' et possesseurs de notre langage et que quelqu'un ou qu'une force
une« l"é . . .. une ructure d'aliénation sans aliénation
a 1 nat1on rnahenable» qui «n'est 1
'
quelconque viendrait nous le prendre, l'aliénation fait partie de notre
responsabihté elle struct pas seu ement !'origine de notre
Pourriez-vous,vous expli~re e pr~~re et la. propriété de la langue» (p. 48).
1
expérience de la langue des le départ, elle est originaire. Des que je parle,
Par rapport a la psy ~er ~ur express1on «aliénation inaliénable»? des que j'accede au langage, en somme des que le bébé, l'enfant parle en
affirmez qu'il n'y a pas de ana yse et concretement a celle de Lacan vous commen<;ant par recevoir, par se laisser imposer une langue qui est ce/le
, e «manque» ou d' r, . , de la société da ns laquelle il vit, de la famille, il est déja sous la loi de que/que
n est · manque)> de ríen qui la P é . d «a ienation » parce que celle-ci
1p ·· · r ce e ou la · , , . chose qui ne lui appartient pas, qui lui est étranger; i1 s'appropne que/que
. seite. ~ucune propfiété (p. 47). Sel suive, ~u elle n aliene aucune
1_d1den~1te comme su¡et se constru1t d onl la théone lacanienne, le «je»' chose qu'il ne peut pas s'approprier, qui lui reste étranger. Comme eette
1 ent1té 1mag· ans e langag . . . ali?nation n'a pas d'histoire, qu'el/e commence des le premier mot, des la
inane, 1e mo1, antérieu e, ma1s rl y a une autre
nous avons pu plus re selon Lacan (1 d prerniere syllabe, c'est une aliénation sans a/iénation, e'est une ahénation
l'autre (de 1 ou mo1ns identifier not . esta e du miroir), ou
a mere) Dan re 1rnage at qui ne peut pas etre affectée, je suis toujours dans eette aliénation, done
l'image de 1. · s ce cas-ci se prod . ravers le regard de
autre 11 n·y a ( d
le processus lui ~é
u1t une alién t.
1en 'antérieur a ce a ton du moi dans c'est une aliénation qui est inaliénable. Au fond elle est propre ªla _langu~,
d . - me d'aliénar Processus · elle m'est propre. Le danger politique de la ehose -je m'en explique, ;e
e depart des identifications-i 'º~que se forme ce . .' rna1_s e~ est da ns
on parler d'une aliénat· dent1tés Postérieu rno1 1rnag1naire point erais, da ns le livre e' est de conclure du fait que eette al'.éna~ion est
po ion dans la 1 res. Dans , constitutive de l'expérience du langage, qu'e//e est done anh1stonque, et
ur acquénr l'identité en tant angue cornrne co . ~e sens, pourrait-
~~ut . se comprendre, selo que ~u1et de la lan nd1t1_on de possibilité
.
d ,une certa1ne maniere universelle, que toutes 1esª
liénations se valent et
. .
"I ' · anee colon1ale 1mpose
l 1~st1tut1on du Phénomenen d;~.n interprétation9~e, su1et du désir... qui qu 1 n'y a pas de mal quand, par exemple, une puiss d · t de
1 1 . A moment-la. u po1n
P é~mene comme <<phantasme<:>~ntendre-par\er P~~os rnots, comme ª angue ou soustrait ou détru1t une langue. ce
·mplement oppo
ser une non-
ourra1t-on aff . r vouloi d" vue de la stratégie politique il ne faut pas si . d la langue a une
langue est cett ¡ irmer ainsi, si J' ª' bien e . r- ire», un
e ormat1on f ompns aliénation, un rapport de propriété auth~~t1~~ens ~I y a de tou;e fa~on
un 1e qui veut et d1t? anta~matique d'u .' que la Propri
tasme .. En dét1n1t111e, l'idenf n Je qu¡ Parle été de la aliénation ! 11 faut distinguer entre plusieurs ªb1' na 'ºes~ done intouchable,
un · t 1·naliéna 1e, qui
ité ex.isterait et entend
cornrn , ~ zone dans I' aliénation qur ~s t aliénation fondamentale, ou
e Phan- q~, est indestructible et a l''.ntérieur d:~~!~t se produire des aliénations
disons transcendantale, unrverselle. P
50
rle de l'imaginaire pour t>voquer l'al1énation fondament.J
detenninées; e est la que la quest1on h1stonque et politlque se pose. 11 ne M. c.: Je pa ,.
t'ourrart pas} ª'º1' d'alienat1on violente, au sens politique du terme, au ·>-re cette aliénation de l 1mage.
prem11:: ,
sens colonial du tenne, si la langue n'était pas une structure propice a
l'ahenat1on. Nous son1n1es da:-is 1ahenat1on, et c'est parce qu'au fond la J. o.: Je erais d'ailleu~s que la théorie la:ani:n~e, g.lobalement, est une
!angue ne nous appartient pas eomme un bien na tu rel -je n 'a¡ pas la théorie de eette aliénat1on fondamentale, e est 1 ahénat1on comme cond1t1on
la.,gue cor.1~1e je peux avoir autre ehose, la langue ne m'appartient pas, de l'acees a la subjectivité du sujet, au symbolique. L'al1énat1on veut drre,
persc~~e ne peut d re «cette langue m'appartient»- que des colonisateurs finalement, etre sous la loi de l'autre, l'autre ... ou l'étranger.
01... des maltres violents ou des tyrans peuvent ensuite produire d' autres

a
effe:s á'ahenation, imposer une autre langue ou imposer l'intérieur de la
langue telle ou telle autre 101. Done la question politique se pose entre
Question pour H. Cixous (en sollicitant aussi la réaction
olus1eurs types ou modalités d' aliénation. de J. Derrida) autour de la jouissance
, Par rappo~ avotre allus,1on a l.a «terreur da ns la langue» -question Annalisa Mirizio: Dans votre texte «Savoir» de Voiles, vous semblez
d. a11leurs que Je nuance pu1sque Je dis que cette terreu r peut et re tres indiquer un rapport entre jouissance et mort autour duquel je voudra1s
aouc~. Je parle d' «une terreur da ns les langues (il y a d d' >- centrer ma question. Da ns le récit des émotions éveillées chez qui est sur
ou enante. une terreur dans 1 • , ouce, 1scr1::te
1 le point de cesser d'appartenir au peuple des myopes, de «perdre ma
l'exercice du pouvoir et de la f es angues, e est notre sujet») (p. 45). Si
ou impos1t1on de la langue il faut u'il
a
orce est I'ceuvre d
, ans toute appropnat1on
. , myopie», vous vous demandez: « Voir est-il la jouissance supreme? Ou bien
Ouand un enfant apprend ,_ 'p q Y ait de la peur, on fait peur. est-ce: cesser-de-ne-pas-voir?» (C1xous-DERRIDA, 1998, p. 16).
ci ar1 er -meme d d .,
de tendresse _ il faut q ,, ans es cond1t1ons d' amour La mort de la myopie ( «Aujourd'hui mourait le poignant regret qui
d . 1
u ' comprenne • 'I f . '
e la peur: 11 faut appeler c;a et . f qu «I aut»; «11 faut» contient avait été le secret de son enfance»; «Aujourd'hui mourait la colére sa
1
~:eras puni ou ínterdit, tu s~ras,ch:~~éappeler c;a une bouteille, et si non soeur», p. 17), la perte ou l'éloignement víolent de la myopie moyennant
. eme avec les chats, c'est a1ns1' il f , tu ne seras pas compris d' abord. l'opération chirurgicale signifie, eomme vous l'indiquez, l'éloignement
la, et bien ie m· . aut, s1 tu ne e d' «une étrangere» qui habite abusivement dans le sang des veines: «sa
en vais. et je te laisse 1•
qu1 n.est pas forcé ' .

a... e est un
omprends pas ce signe-
etre une . ment, d a11\eurs étran . . e peur ou une terre1 •r myopie -écrivez-vous- était sa propre étrangére. [... ] c'était elle, elle
1ou1ssance m · 1 .1 • gere a la · · était elle, son murmure inaudible incessant» (p. 16- 17). La myopie est alors
question de l • .ª'~ Y a la ce proctu· JOU1Ssance, cela peut
acan qui v1ent a ,_ . isement de la l'étrangere qui s'interpose entre votre peau et la peau du monde (((La
essayer de vous cite . Pr-:s, 1e suis d' peur. Alors la 1
r· «pourra t accord continuité de sa cha ir et de la cha ir du monde», p. 16), qui empeche .e
comrne condition de pos .bl' -on par\er d'une al'é avec vous, je vais
de la langue11; ¡e répo"ds1 'ité Pour acquérir 1··d1 1 n~tion da ns la langue miracle de « voir-a-l'oeil-nu» mais aussi I' «amie et mere» («Adieu ma mie
VOUS " S «OU1>> s·
suggérez. ¡e ne s1tuer
ent1té
implernent a 1 . en tant que sujet ma mere», p. 17) qui donn~ la «légereté d'aveugle, la grande liberté de
se~s de Lacan ma1s ¡e d a1s ~as cela dans 1'. a d1fférence de ce que l'effacement de soi» celle qui apprend a «voir-de-pres», tel que vous le
qu au déb ira1s rneme d espace d 1·· dites da ns le texte-en~retien avec M. Calle-Gruber. (Je vous demande pardon
crois que c~~s~~~~ par\ez du regard d:~ \'~sPace du s:rn im~ginai re au
syrnb 1· º'·ce que ¡e déc . . . mere. de I" bohque. Parce de détruire votre texte avec ma lecture:)
o ique au sen ns ic1 corn . irnagin ,
parce que .. u s que Lacan donne a rne v10\ence c· aire ... Non, j e , d expériences hallucinatoires
. º n morne t d u mot . . est u , Je dais amon extreme myopie certa1nes es . .
?u RSI: Rée\ Symboh n onné. il a rern1s e . Jusqu·a un c ne.v1olence
les plus fantastiques de mon enfance. [.. ,J Et surtout ~ besodin -din-
1
Je décns la, et tout ~~·~lma91na1re. Mais si: question cetterta1n point, . é de ma fa~on de vo1r et onc e
symbohque. eure. releve du SY""bn reste dans e tripartition d1ssociable de ma nature ~ me. es res afín de voir, et par
", ohqu ce R.s1 penser- de tout aller vo1r de tres tr p . ·
e. c·est rne . ce que t d'une vision hyperattentrve du déta1I,
rne cela le conséquent· le développemen . . . au mo1n
· rutatrice ma sens1b1llté · dre signe.
·
52 mon approche de fourm1 se '
, l J ai touiour5 su que n1a VL1\ anee etait nee de n1on aveuglement· . . le texte avec votre lecture et (~ue vous, vous avez peur
détrursrez pa5 . .
Ql.le nion desir pass1(H111e de penser plus lorn venait de I' effort fou d~ ne t'ment le sentiment qu'rl y a un<~ altératron ou une perte Par
ét e ce sen ' , . . '
~1€5 )€UX (her-:•1ant a perce• les tenebres ( 1994, p. 98). r e que cela produit pour mor, premrérement e est une lecture de
contre, e . .. . f . . d 1 1 d
ture nouvelle 1nou1e et qui a1t surgir ans a angue es on-
plus, une lec '. . .
Ceoenda:it, pour qu'il y ait 1ou1ssance (sort celle de voir ou de «cesser- musicales autres qui vrennent se ré1nscrrre et aJouter quelque chose a
5
a~ne-pas-\ o•r·}) la n1yopie, ''étrangere dort etre expulsée, doit mourir. Ma de ui a été écrit car nous parlons d'écriture mais, personnellement, j'écris
Jue5' o~ es: a 0rs: croyez-vous que la 1ouissance possede-t-elle toujours 1 ~~·~reille. C'est un texte silencieux tres sonore, je n'écris jamais autrement,
une c0::--00sa'.1te mortrfere., Est-ce que la jouissance surgit partir d' unea peut-etre meme que c'est mon oreille qui écrit d'abord, enfin, menant
;na::' Ou bien, est-ce que ia 1ou1ssance implique toujours la mort? a
l'oeil. L'écriture implique toutes les formes idiomatrques liées l'usage d'une
:'.t-reprenant une formule que vous utilisez dans «L' auteur en vérité langue, de l'ordre de la syntaxe, de la grammaire ... et il y a un immense
''989 1 •
: . a propos du «co~bat en~re la Pomme et le discours de Dieu [ ... ]
))

champ que la traduction doit ~bandonner, le champ phoníque bien súr,


ace·r~ ..ine fem~e»- sr la 1ou1ssance impliquait toujours une mort, qui est pour moi principal, conducteur. Quand vous disiez cela, et pour
f:u,~~~s-nous drre encore que «une jouissance vaut bien une mort» reven ir a la question de la myopie, si vous connaissez bien le franc;ais, je ne
Est-ce la perte et le regret posthume de ce , dis pas la myopie, je dis la my opie: ceci est une altération de la prononciation
composante essentielle de la. . que 1 on a perdu une franc;a ise ordina ire. Cette altération est un héritage qui provient de ma
1ou1ssance1 Et du dés· / 0 .
photos de racinesvous parlez du << , : ir· ans Hélene Cixous, mere, car je suis héritiere d'une altérante du franc;ais quí est ma mere. Le
(p. 63) qui surg1t de l'impossibil'tégdout a~re ~t doux (regret et désir melés)» franc;ais que je parle est un franc;ais qui m'est venu d'abord-ensuite bien
d' · d' 1 e sat1sfa1re un d, · d
esir entrer dans la jouissance d • esrr - ans ce cas-ci, le sor du monde entier-, principalement de mon pére et de ma mere, et je
1
(entrer) et ne pas entrer» ibid) el adutr~ («no.us sommes créés pou r désirer
reg r> e · · · e és1r est ¡ t · dois dire qu'il m'est advenu tres tard de découvrir ce que je devais . ,a ma .
ou je
re · e regret, surg1t-il d'u .
ne puls1on d'
-i OUJours accompagné d'un
· mere, parce que j'étais tellement a l'intérieur de la proximité que Je íl aV~IS
1· ne pu1s pas entreo> (ib1d) tel agress1on envers ce «monde jamais entendu ma mere. 11 m'a fallu un certain espacement, un certain
autre' . , que vous définissez la jouissance de
temps pour qu'un jour et il n'y a pas tres longtemps- que/qu'un me
Dans «Sorties» (1975) .
· ta mere elle a un accent! ». Je d'is «ma mere a un accent:7 »,.
sans négativité>) un dé . , vous parltez du besoin ,. . d.ise «ma1s
autre désir est ¡1' .b sir qui «n'entralne ni 1
f d mag1ner un «désir j'étais révoltée, et le jour oú on m'a, si je peux dire, déchiré l'hymen, 1'ai
(1999) faut -il poss1 le? Ou bien, tel que 1 con lit ni destruction» Un . d't lle a un énorme accent,
, - accepter la "' e suggere li . commencé a écouter ma mere et je me su1s 1: e
· d'entendre de ne
psychana\ytique du dé
ré .
n1::gat1v1té du dé .
sir comme 1 sir rep
eresa de Lauretis qui· pour moi n'existe pas -voila encore une h'is t oire '
s1stance a entrer d « tmite int , rendre le sens . t t es important parce
é . ans n'im erne du . Pas entendre, de voir ou de ne pas voir- et qur es r . h . .
irr m1ssiblement sans maltre'> Porte que1 Projet Je·»· et analyser sa ,. . ns que 1e le sac e Jama1s.
qu 11 a sur-déterminé une part de mon écnture sa . . d
H . Poltt1que, son etre . yop1e 1e sean e avec
Par exemple je ne dis pas ma myopie, je dis ma m . ' ·
. c. La aussi e· est I' , ' je ne d1s pas ma myop1e,
ré~ondre de man1ereu~~~i~ense ª.PPel a réf\ex¡ ·
accent tonique allemand et alors tout d un coup
. ,. crit cela pro ui
d ·t des effets
qu il y a cet échange et ce d ~e, ma1s ¡ustement ~n et íe Vais a n 1 5
Je d1s ma mie, ma mie-opie, et ceª . ins ' d la mort et du regret.
.
apportent- sur . ia egue - c'est ans l'inte ouveau extremement importants-je v~is .Y .revenir ª.P~º~;:ec:er et acomptabiliser.
la langue et' l'i tg1ssent de nouvelles décou ce que la lecture rlocution, des Done voila un effet qui est tres d1fficile ªla fois ,., Je voudrais 1·uste
. n onat1on la vertes et la r . · opre étrangt:'re» ·
d1re par la Vous a . prononciat1on· v , en Particulie encentre Le texte dit «sa myop1e était sa pr . .,., personne Je sais qu'on a
· vez commen é · ous al\ r con · · a fa tro1Stt:'me '
avec ma lecture» et l' e Par d1re «pard ez Voir ce q cernant Po1nter ceci: ce texte est écnt e est la premiere personne,
, ¡e a1 noté parce . on de dét . ue je v · ·eme personn
que ¡e mes ru1re v eux tendance a déduire que cette troist 'ta choisi soit a été poussé
u1s dit que b' Otre texte . . d. ue I'auteur so1 '
•en s·ur Vous ma1s 11 est important de se ire q t oisieme personne, c'est-~-dire
54 a utiliser comme premiere personne une r
~ '"'troou re u•ie etrarigete, un~ a!teration dan<; la premiere personne ou .
1a
myopie n'est pas un cadeau . ('est une expér1ence douloureu:;e
maniere .
cta'"'s la tro1s1en1e per5t"lnne, Je n e•1 sJ1s nen En tout cas, la premiere et la . . semble que toutes les expénences de découverte passent par
ma1s' me 1
tr('.sieme 50nt u·ie s~1rte de couple, n1a1s c. est ~u t1tre de la troisieme ré ment une peine, un labeur, une douleur. Le progres est en
un désag , , . ,
oersu.ri'le que 1e pa'1e, c'est «Je~ en tant que tro1s1eme personne. De toute • temps toujours un abandon, on n avance -tout a 1 heure Jacques
meme , 1. d .. 1 h
fa~0n cette h~to re de myopie qui fa1t _n1i, e est-a-dire qui est aussi mi, la ·t de renoncement-, qu en a1ssant ernere que que e ose On
par 1a1 • . .
r:; 0 te, qu d MSe, 11troduit dans le SUJet une etrangere, mais je dis une dé asse ses biens et en me me temps a cha que f01s on va l~cher, la1sser
etra19ere.1e ne dis pas une etrangete Quand Je dis «c'était elle, elle était ~ber quelque chose qui en faisait partie et qui éta1t en état d'activ1té
to d . d
¿'e» est 111poss1ble cie d1ssocier, de mettre en fa ce, d'opposer, d'écarter Gráce a ce que vous disiez a propos e votre cra1nte e détruire le texte
e SUje: et a myoC1ie. On ne peut pas non plus dire que le sujet possede sa avec votre lecture, je me demande ce qu'est la myopie. Est-ce que je peux
ii'J'>.""ú.e mer.1e si er fran~a1s on dit, Je dis toujours «ma myopie », comme si la laisser s'en aller sans éprouver un deu1I extraordinaire qui est analogue
e e e_ta: arnoi alors qu'on peut 1nverser; apres tout je suis a elle, je ne sais a un deuil que je ne peux meme pas imaginer sans m'évanou1r, qui seralt
;i~ la non_o!~s qui a !a maitnse dans cette relation, cette étreinte qui est voir partir ma mere, dans la mesure ou elle est ma mere et ma propre
¡res cornphquee entre le sujet et un élément étranger. D' ailleurs la a · · étrangere? Elle est en moi comme ma propre étrangere et beaucoup plus
· ¡ , USSl,SI
º" ·;a aa.ns 'espace méd1cal on vous dira que la myopie -parfois ·· · que je ne le sais, elle est réellement étrangere dans la mesure ou je ne sais
·e'"'~,ontre cela- c'est u~e maladie, et je me dis «une maladie? mais e'~:~ meme pas a quel point elle est la, et, comme je vous le dis, elle infiltre
I' .
r>o Encere une fo1s, je prends la myopie a la fo is com me phénomene a meme ma langue, mon oreille; d'une certa ine maniere, j'ai toujours tout
exp orer, mais aussi bien sor comme métaphore de tout . vu a travers la langue de ma mere sans le savoir. Elle est en train de s'activer
advenir parce que je peux rem lac . . ce qui peut nous
paralys1e ou rnon génie sportif. ~ue~r myop1e par. m1lle autres ch oses, ma dans toutes mes activités. C'est pourquoi je penseque tout ce qui semble
supplémentet, puisque c'est un su ~e cho~e qui ~s~ comme une sorte de nous faire du tort - quoi que ce soit au monde, jusqu'au pire- est, a
c'est un rnoins qui est un plus et~~ m~nt, je ne dira1s pas qu'íl est négatif; partir du moment ou cela nous arrive ou nous est arrivé, une expérience
Vous dites aun certain rn' réside la complexité de cette histoire. qui est en rapport avec l'expérience la plus étrangere, celle que nous ne
un • ·
,out pet1t peu plus précise
oment «la mort de 1
ª ·
myop1e», et moi je su is ferons jamais mais qui est représentée par toutes ces exp~riences.. c'est-
l'én ·
once est parfois absolument é
parce que dan h
. s ces c oses-la la finesse de a-dire la mort. Finalement la mort nous arrive, nous envo1e des m~ssages
myop1e m · d n cessaire e· t 1 depu1s . l'1nconnu
. ·
qu'elle restera toujours. Elle nous envoie des allus1ons ou
. ais u «poignant re . , · es a mort non pas de la
ava1t été le gret» · «c est la . . . , . ... l'h manité qu'il faut, non pas
secret de son enfance mort du po1gnant regret qui des 1llus1ons. Je pense que e est essent1e1a u • .
est un mot tres fort », avec en plus 1 > 'est a-dire que <<tu do1s»,
au sens de ce que Jacques disa1t ou peut-etre s1, e - . ..
• A

et q , · parce qu'il veut d. '. · e mot «poignant» qui . • st tou1·ours tres d1ff1c1/e
u1 en méme tem f tre ¡usteme t ou qu'il est bon meme d'avoir mal. Je sa1s que e e ,
Par r . ps a1t mal. n qui tient, qui attrape . . b as tres bon ce n est pas
. a~port a la «composan . de dire une chose pareille, ma1s il est on -p f d 'devenir plus
tou¡ours resisté a cela J . te mort1fere)) du d. . . . · · ma1s· e'est une ac;on e
peut-étre a éprouv · e sais qu'on a tenda esir, Je do1s dire que j'ai délicieux ce n'est pas un pla1sir, .
1 nce a di • d.ff ·r dangereuses méme sr
.. er e fa1t q 1 .
maniere, ce qu'on appell 1 ue a JOuissance re couramment, et humain- de faire toutes les expériences 1
ici ~~Í On n'a pa; envíe de
corp ·· e « a petit
s l ª' tou¡ours résisté a e mort». Dan
entralne d·
• une certaine on n'a qu'une idée, d'en sortir le plus vrtedpossr 1 e~alheur mais on les
. 1 d ns la douleur, ans e
pas de «la petite mort» m . c~la parce que j'ai 1··s mon ame et da ns mon séJOU rner dans le ma , a . ·té par voisinage.
, . t soit par proxrmr ,
dans l'autre. je n'exclus ;~~le lahgrande vie. M~:Pression qu'il ne s'agit rencontre, soit tres directemen ' . d' e mort7 Je ne le pense pas,
. . git a partir un ·
passer par un état d'
.
a c ose; il est
exténuation po Possible
Peut-etre qu I'
q . e une est Est-ce que la JOUtss~nc: su~ . d la mort mais que nous sommes
S' on demanda·t ur relan cer l'exalt u. on a·t' besoin de . , ou1sse Jamars e ,
é . i aux gens s'il Je ne pense pas qu on J . d la mesure ou nous transformons
r pondra1t affirmative s ont envie d'e at1011. •
des etres , f rt tres purssants ans .
ment. Parto1s ¡e me tre myoPes tres o s, vie nous transformons tout en vre.
. e nous sommes en
derna11d.,. . , Personne ne tout en v1e; tant qu . bénédrction, nous transformons toutes les
, "' Si d •
une certaine C'est une douleur et e est une
56
"""es
...~ < -
en un autre oa1n
-
Quand• j'etais
• •
pt-tite. quand j' ava1s vingt ans , J·'a va . eut se conclur<'.) quP J)ar 1.1 l1n ou JJar la rnort, il n'est pd d
15 conclut, ne P
t'o~"é une phrase de Jo}TI? qui n1 eta1t apparue corrime une sorte d'énoncé se . ble Au fond pour finir avec ce que vous d1s1ez c'l propo; d
t dés1ra · ' ,
d une e>.1ren1e 1us~esse e etait que "I'erreu r est le portall de la découverte» 1 tou négativité» 11 me semble que ¡e dés1re ce déstr, J a1 le dés1r du
ce s-.1nt aes p0r:a· s ..:ela roOte tres cher de passer par ces portai/s mai~ «dés1 r sans ' . . .
1 . compris le regret qu'll implique-, ma1s non pas celu1 qu• menercJit
eest a·ns ou 0:1 ;¡1.:· .~ Je ne peux pas separer gagner et perdre, on gag ne désir-Y .
apera~e. r1 ~rd agagner, chaque fo1s qu·on gagne, par exemple j'enleve a a
ne plus laisser dés1rer. • . ..
Que se passe-t-il alors dans la scene ou on vénf1e ce genre de cnose;
~a m~o::- e et Jt? v~1s rnreux: je pe.rds quelque chose d'autre, un autre type
de la maniere la plus intense, c'est-a-dire dans la scene de faire l'arnour"

ce ne t'as r qui est auss1 un bien Ce n'est done pas que fa jouissance 1 a
tvidemment ce sont des questions tout f ait individue/les méme s1 la
•::i
1
cue 'ª -nort, c'est un passage par un changement d'état qui est tres
singulanté peut etre prise comme exemple universel -comme Jacques
í:li::-:a~t e~ qui es.t la condit1on de la gestation, ce qui va me diviser pour
~roc:.J •e un supplement de conna1ssance ou de bonheur. J'irais jusqu'a
a
disait tout l'heure. Je pense que le dés1r, enfin du moins c'est ce que
j'éprouve, est déja jouissance, je ne les sépare pas, c'est une jouissance
~ ·: ~ue le regr:t est une jouissance; ce serait terrible si on ne regrettait
intense et qui a simplement des modeles, si vous voulez, de 1ouissances.
... ~ '-"laque fo1s que je regrette je me dis: e' est tout simplement I' autre
Des jouissances a petit feu, lentes, longues; jouir, par exemple, d'attendre
~ote ~ est 1autre v1sa?e de la jouissance, heureusement que j'ai de quoi
·egre <ler s1non Je sera is tres p J et puis jouir d'atteindre -dans un travail sur l'attente et f'atte1nte , qui
:ie vais pas dire que je le culti:eu~:·is ea ~e ¡.e~x pas regr~tter. le regret, je n'est pas une coupure brutale mais l'articulation vers un rythme, done
Dans la fin de votre questionne , a 1 m1t~, ce sera1t vra1. une musicalité qui sera a reprendre. Si vous voulez, fa renaissance ou la
aore et doux (regret et désir melé~:n:, vous d1tes: «vous parlez du 'goOt résurrection pour moi est immédiate et quand je parle de musique, 1e me
tou¡ours melésl qui surgit d'une im )o ~e. ~ense que regret et désir sont référerais, par exemple, a Beethoven. Les symphonies, et pas seulement
ce cas-c1, le désir d'entrer da 1 .P ~s1b1lité de satisfaire un désir -dans les symphonies, m'ont toujours bouleversée parce qu'elles sont.' pour moi,
.~ 1d11 1 . ns a ¡ou1ssance d I'
' ª ce a, 11 me semble plutOt ., . e autre». Je ne sais pas si le modele meme du désir jouissance; il y a une formidable pu1ssanc~. un
aue no que 1a1 dG dire ·
· us sommes créés pour «dés· -en ce1a, Je me reconnais- déferlement d'une beauté organique et puis il y a quelque chose qui est
pas Que · irer entrer et
ce soit entrer dans la jouissa
rna1s que nous
ne pas entrer». Je ne pense
nce de l'aut , . spécifique a Beethoven c'est un arret brusque, «je reprends mon souffle»,
que1que chose qsoyons .
créés pour dé .
s1rer entr
re, a cela Je n'y crois pas
, ce n'est pas «je perds le' souffle», c'est ce moment ou• 1·¡ y a une recharget
d . ui est tres profond
e maniere arena·¡ ue , .
.
en mo1 et qui
er et ne pas entrer c' est
. du souffle, et cela ne se f ait pas da ns un négat1·t, e•est un pur battemen
cet homm . q. · par 1h1stoire de Mo" ~st représenté toujours, selon moi, mais peut-etre je reve.
e qui va ¡usqu· . ise que Je t
promesse et dans \' au seu1l et done qu·1 rouve extraordinaire,
1naccornpr aura t · a beaucoup a dire, rever
Ma propre vie est d' issernent, qui est OUJours vécu dans la J. D.: Vous voulez que je dise quelque chose... Y 11
ots Évidemment
· une certa· une for
et ne pas entrer, et d'aille . ine maniere, de cet rne de la promesse. • A J ste que1ques m ·
de d1re ou de di re en revant ou sans rt::ver. u . elle nous parle du
~e ~·est pas désirabte, q~rs :e ne Pense Pas qu'il f ~rdre-la, désirer entrer dans le deuil singulier dont Hé ene 1 f 1
ª ·t l'expénence,
uvrée cela signifie
1:b1latoire. Je me su1s tou~o~r~~·uvernent vers e:~lle entrer, je crois que , t a dire la vue reco . .
«deuil de la myopie perdue». e es ~ - e de deuil finalement, que pouvoir
arnver Au fur et a mesure it, Par exernpte ce qu'il y a de plus
dans la na'iveté d que rna vie s d . que ce . que tout d'un coup voir est une expéne~c . ~e voyait pas ou comme
e,est arnvé 1 · e rnes années anc1ennes . e· éployait. Je . rn· sera1t terrible . . 1 ou vo1r la ou on ,
vo1r, ou voir mieux, ou vo1r Pus, . d deuil comme perte d une
. 1 . », Je trouve qu'il n'y , Je rne disa· ªPercevais que .é ,, l'expérrence u .
Je e croya1s je 1 a Pas une is «ah 1• • • on ne voyait pas est Ir o . de choses, et je ne vais pas
monurnent~le ~~ne hracontais, Puis ¡e rn'ap~rus gr.ande ca~~estsu1s arrivée,
1
bienheureuse myopie. Ce1a veu
t dire beaucoup . . ...
. 1. ne d'entre elles conduira1t 0
. . eureusern ceva rophe · . ·ons ma1s u
d1re que cela n'arriv ent, arriver n·a . 15 Que C'éta· , ma1s en déployer toutes les d1mensi d, n cas singulier dont nous parlons,
epas d'arriver il Y a u rrive Pas ·11 f it une erreur t comme ans u . .I
· n rnou · aut · ten ir le voir non seulemen . 'd' e myopie bienheureuse ma1s ou e
Vernent d' arnv . arriver a Se ndeurllée un ·
l'expérience de la perte e . ont été voyants de tout temps, qui
anee rn a1s
· 1.1 voir en général -meme • pour ceux qur
58
... v"t arnais fait !'expenence de la n1y~pie- est une expérience de Perte, · t nté si on avait le ternps, de suggérer que le l1en JP
Je sera1s e , . . .
ae aeuir. \ cir -en re\ 1ent a la quest1on du vo1r dont on parlait tout a e la mort est plus mascul1n que fém1n1n, que les horrirrf' ,
· uissance et d .
~eure-, au ser's ·190ureux du tern1e. in1pllque qu'on ne touche Pas 1° raisons qu'il faudra1t analyser, sont plus encl1n:; al1er la JOU1ssancf•
qu'on ne rrenu Qa~ ou il y a une distance et done une ínaccessibilité Pour des ue les femmes Ma1s . .1 . . • t . d
s1 a 1ou1ssance consiste a a te1n re son
0 ... 1e certair1e ro1a:1.e:e. Je ne peux vo1r, a tous les sens du terrne y com- a la mort q . .
·n son comble, son accompl1ssement, a ne plus /arsser a dés1rer,
pris celui cie :a theorie et de l'ob1ect11,.1té, que la ou je renonce; c'est té1os, sa fl , . , .
a
'est le deuil, et si elle la1sse dés1rer e est auss1 le deu1/. Comme drsart
:)0urqu0•daris la hrerarchie c1ass1que (pour les philosophes) des sens -la
~élene a
tout l'heure, ce qui est bon, c'est d'attendre, c'est de désrrer, pas
theorie de iiegel, par exemple- le voir est un sens érninent et supérieur
seulement d' accomplir mais de désirer. Alors da ns les deux cas, qu'on
ª."" toucher et aux autres sens; e est parce que la on ne consornrne pas et
attende encore ou qu'on n'attende plus, il y a du deuil, enfin i/ y a que/que
a a
~O:i~ je pe:.:x.avo1• acces la venté préc1sément parce que, la ditférence
chose qui laisse a désirer, soit parce qu'on le dés1re encare, soit parce que
Je 1a1 '.'lal, Je peux vo1r la chose en la respectant, c'est ce que veut dire
cela ne laisse plus a désirer. Le mot de mort est év1demment un peu lourd
resoe~: vo1;, vo1r sans toucher o~ voir. sans consomrner ou sans mordre
mais il y a quelque chose quand rneme qui doit laisser insatisfa1t, done par
Oi.l sa s ava er, ~ans prendre en so1. Ma1s c'est une expérience de deuil. L

c~os_e que ¡e. vo1s, p.ar définition, est perdue pour moi, ou en tout cas ell: conséquent du coté du deuil. Je préfere toujours me servir du mot de deuil
n esl pas m1enne 11 peut · d · , plutót que du mot de mort, et ce n'est pas la meme chose. J'essaie de
. ' Y avoir un ésir d appropriation e' est meme
pour ce1a qu il y a des désirs d' a r . . , . , , penser a un deuil orig inaire et pas forcément un deuil triste ... On ne peut
su1s d'avance en deuil du vi 'bl 6P op,nat1~~· prec1sement parce que je pas faire son deuil du deuil et en le dissociant de la mort elle-meme. 11 faut
sa spécificité une expérienc:'d:d 0
.~c 1expenence de la visibilité est da ns 1
qu'il y ait du deuil dans le désir, et meme le battement qui done sera1t
de la 1ouissance dont vous eui et aussi -pour en venir a la question
. par1ez- une expé . , . . l'essentiel entre attendre et atteindre; pour qu'il y ait du battement, du
temps de pnvation de· · nence de des1r ma1s en meme
d 1ou1ssance Quand · . rythme de battement -c'est ce que j'appelle la différance avec a-, il
u vo1r, le désir -le dés'1r ou I' . . Je vo1s, dans le moment propre ·
avers1on d' 1 ·11 faut que meme quand on l'atteint on cont1nue d ,attend re, meme /'atte1nte
A

tout cas 11 est sevré, il y a du se


11peut y ·
ª
vrage de la s,
eurs- peut etre a vif mais en
· est dans le battement de l'attendre, et il faut qu'il Y ait du deuil de
, . . avoir attente mais non ' . eparat1on, et par conséquent · de 1a d'ff'
1 erance ou du
d Helene o 1 Pas atte1nte p l'inaccompli. 11 faut peut-etre en effet partir
· ans a mesure ou le v . ' our reprendre la distinction
ma1s comrne att o1r est Peut t
A battement plutót que des poles de 1accomp¡·1ssement ou de la mort Ce
A •

d 1 ente sans atte1nte 11 -e re le moment du désir


e a rnort , Ya du deuil · qui est du cóté de la vie est-ce alors du coté du battement 7· Tant que c;a
' A

Cela n ' 11Yª de la mort la il y a ' .


bat il y a de la vie et quand il n'y a plus de v1e ~a ne ª b t meme plus. Je ne
Al
. ous conduit done a ,
""º' auss1, cornme Hélene
concept de ¡o .
la question de la ·a .
. Je voudra1s tou1· .l u1ssance et de la mort.
, . h des rythmes. ors
pa~le pas du battement d.u c~ur mai~ d~ ryt m;~ cóté de la vie p/utót
u1ssance de 1 . ours diss . , . aff1rmer la vie, autrement d1t affirmer la Jouissance n hme dans lequel
1ou1ssance et la rnort a négat1vité - , oc1er 1expénence ou le
d 1 · - . essayer d e est un th, que du coté de la mort, c'est affirmer !e ~attem;~~ ~ la~e mais une mort
e a v1e. Mais sí on Peut fair e Penser la iouissa eme classique la il Y a de la mort, non pas une mort qur so1t opp
dans la JOu1ssance la Pur . e beaucoup de rn nce cornrne affirmation qui est la, qui císaille la vie, qui est le rythme ...
me réfe a e v1e, la pu . ouverne ts
rnanier:: ce que vient de d1re Héle~e v1vance sans rnon Pour réaffirmer
plénítude, ~~C~enser la JOU1ssance.eS;ans Ses rnots ae~~é~nrnoins -je
n rythme dans lequel, non pas il
H. C.: Est-ce que tu ne dirais pas plutót u
le désír est satisr;:~:s~~~;nt ~u1 ne laisse ~:n~ed~e la iouiss~: a plusieurs Y a, mais la mort passe?
á dés1rer.on est dans l ce .ª ne la1sse Plus a :1rer, la ol¡ il e.e ~omme . as forcément la mort comme telle; c'est /.e
cela ne laisse plu a e deu1t, rn~rne sí on . dés1rer, et q y a Jou1ssance J. D.: Qui, la mort passe. Mars ~a as s'engager, de savoir si, comme le d1t
s dés1rer, et done il Y n ernptoie P uand il n'y a plus
a du deu¡¡ as le rnot d grand débat dans lequel on ne ~ 1 qur· ne meurt pas, qui n'a pas un
'ffé ce de l'anrma, .
e mort, Heidegger, a la d1 ren ort ala mort comme telle. J'a1 le plus
60 rapport ala mort, l'homme a un rapp
~0 and doute au sujet de cette distinct1on. Je ne su is pas sür
. d' abord que JV. o EUXIEME PARTIE: AUTOUR DE
1animal n'art pas un rapport a la mort cornme
. telle, prem1erement, et Je
. ( JDENTITÉ, DE LEXCLUSION ET DU STYLE
ne suis pas sur, non plus. que l'hon1me a1t un rapport a la mort com
telle; on va done larsser le probleme de coté. Ma is en tout cas ¡1 y a~:
passage de la mort, pas forcément la mort comme telle, mais quel u
chose qu'on appelle. la mort sans peut-etre savoir tres bien ce qu'on veut q e
dire par la 11 faudrart
. . fa1re une longue analyse ou psychanalyse des d.1scours
mascu!tns et. fem1n1ns, dans. l'h1sto1re, qui ont fait que ce sont surtout des
hommes . qui ont d1t «la pet1te mort» -ce sont les hommes q u1· par 1ent de
a
la pet1te mort, ce ne sont pas les femmes- , cause de la forme
prend la ¡ou1ssance sexuelle chez l'homme et qu'elle ne rend que Trois questions autour de l'identité, le colonialisme et
femme Je ne vais pas me lancer dans des dis p ~h~z
pas la
I'Algérie
imprudentes a ce su¡'et ma1s il y a t . cours ou des descnpt1cJns
. cer a1nement quelq h .
p~ych1quement structuré, structurant our 1 ue. c ose qui est Question adressée a H. Cixous {J. Derrida est aussi prié de se
feminine typ1quement parce ··1 p a psyché mascul1ne et la psyché manifester)
· qu 1 Y a des hom ·
plus fém1nines et des femmes d mes qui ont des psychés Rodrigo Andrés:
crois que le battement passe paersl~sych~s plus masculines, mais enfin je
a auss1. Je crains la f a~on dont les gens, I' angoisse ou le malheur les inspirant,
s'insta llent, appartiennent, s'accrochent, y compris les écrivains, font
leur terrier, cherchent des maisons, des patrons, s'identifient (C1xous,
1997, p. 73).

Vous mettez en question la nécessité humaine de «s'identifier» aune


définition concrete basée en étiquettes ou modeles de conduite, n'importe
lesquels. Mais je me demande si vous ne faites pas un peu la meme chose
dans ce texte autobiographique («Mon Algénence») dans lequel vous
soulignez votre condition d' apatr1de -fruit des crrconstances géogra-
phiques et historiques qui vous ont vouée a un métissage impossible-
ou, en d'autres textes votre cond1t1on de femme ou de fil/e de mere.
Votre écriture me' semble unrverselle, mét1sse, éclectrque, connectée
a Joyce, a Lispector, a bien des auteurs tres divers. Cependant, malgré
cette intertextualité que vous défendez comme une liberté et une vocation
d'universalité, la langue franc;aise apparaít comme le centre de votre identité
littéraire. Cette nécessité -non de s'exprimer en franc;ais mais d'exprimer
le franc;a1s-, pensez-vous qu'elle puisse représenter une force centripete,
fa ce a votre vocat1on centrifuge?
A J. De rrida
What ¡ somewhat hastify called deconstruction is not a specialized
5
set of discursive procedures r... J[butJ a way of taking a position. in its
62
,~'l. {I' anat\'SlS Ct'l1.:"e'n1ng the political anci institutional structures La pre111 · 1 · _
a
1(.>re (ILJCSlion CtlJI? j«1irner r)IS poser ~f ( 1.XOU5 Pt J D rr d l
, ,

t~a: make p ~re a"ld gO\'ern our pr actices f ] Prec1sely beca use it M
me Cixous elle-merne f orrnule da ns ce text(I, ( pst C! rJ1r r~1
celle que . . ,
5 '1e\e ronet>rned n y'" th s1gnif1ed content. deconstruct1on should u'est-ce que c;a veut d1re la France pour nous Ju1fs d Algérrr:i qui d./ 1r
n.:-t be seDard~le frt."11'1 th1s pohtico-~1st1tut1onal problematic («The ~onnu l'étrange aventure d'étre expuls~s sur place chassés et 1nterd1t pc.1•
(;:- 1 ct .:i: Facu't1es», cite in CdllER, 1982, p. 156). les lois antijuives de Vichy en 1~40?» ~1b1d) . .
En deuxieme lieu, Je voudra1s savo1r pourquo1 H. C1xous a déc1dti daris
les .::e•enseurs cies politiques d'ident1te dans le domaine sexuel a
sa jeunesse de consacrer sa these James Joyce Cette question répond
·ea~:.-:.-¿,": c-.:-:"ltre la queer t1eo,.,: en 1 accusant souvent d 'etre un va in aux parallélismes que je perc;o1s entre vous et l'auteur 1rlanda1s Je me réfere,
¿_xe·-:-:e -::e acconstruct1on sa'ls but poht1que. Dans cette accusation on a par exemple, au f ait que la problématique colonia le fut centra!e da ns
s;:-..'\e1t compns l'oeuvre de Jacques Derrida, aux ttats-Unis spécialement I
l'reuvre et la vie de Joyce, comme on le sait. On se rappelle, que Joyce
~c-;e ur;e 1nvitation aanalyser les processus de signification et a reléguer quitta son lrlande natale pour n'y revenir jamais, puisqu'il cons1déra1t que
1a1alyse de ia politique et des 1nstitutions. Quelle est votre réaction a cette son pays vivait dans ce qu'il appellait un état de «paralysíe» politique et
1~.<erDretation de votre tache de «déconstruction»? idéologique. Et par centre, dans son ceuvre, c'est-a-drre dans la fiction,
l'lrlande occupait une place privi légiée. J'aimerais que vous parliez du
Encore sur l'identité (H. Cixous) rapport entre votre expérience colonia le algérienne et votre productron
littéraire, d'un coté (par exemple pourquoi vous y etes retournée depuis
Helena González· Dans «Mo Al é .
Derrida en Jeune s~· t J 'f n 9 nance» et dans Portrait de Jacques quelques années seulement, et pourquoi la place de l'Algérie y est de plus
in u1 vous parlez de 1··1 ·b·i· , . en plus grande), et de l'autre, avec l'ceuvre et la pensée de Joyce, en vue
da~s un «pays terrest . mposs1 11te de s'enrac1ner
. . re>>. vous semblez · I' ·d , .
1aent1té po\itique prédéf' . nier 1 ée d apparten1r a une d'éclairer ces parallélismes que j'y vois.
• 1n1e, en remémo t Cette derniere question est adressée aussi a J. Derrida: Pensez-vous
votre rami\\e en tant que d ran votre propre vie et celle de
-· noma es Dans d . que l'exclusion peut comporter certains avantages? En d'autres mots, peut-
.imerit d'appartenance rés'd ·• vos ern1ers livres votre seul sen-
1 epeut-etre
aue vous formulez comme a/ é . 'comme chez Rilke, da ns l'enfance, on considérer que l'opprimé a un point de vue privilégié sur les mecanismes
famn1ale-r · · 9 nance (consc· , . . d'oppression (dans ce cas, coloniaux)? Croyez-vous que votre situation
. iee aun territoire-ceiu· d ience de 1 origine -la souche
ou votre pere a ·t.
• e e enseveli) Cep
1 e I' enfanc
d e, ce 1u1. du «vrai» cimetiere particuliere en Algérie vous a aidée a élargir en quelque sorte votre champ
1orge avec la mé . en ant cett 1 .d .
1· 1ndígéfnation moire des guerres, de la e .entité «individuelle» se de vision postérieur?
sur un group~ e~par conséquent avec I' exp~~nscience de I' altérité et de
• n espagnol ou en cata/an.
. . ornment co ·1·
1dentité nationa\e
nence de la .
nc1 1er cette co . repression exercée H· Crxous: Merci et pardon de ne pas vous par1ere . . ,
avec les pr01·et nsc1ence · d' . • d nque et 1'essa1e de m en
-non totalitaire- d sPolitiques b in 1v1duelle de non~ C est pour moi un grand regret et un gran ma .
. m f ami/le paternelle éta1t
es peup\es? asés sur le droit a la différence consoler de temps a autre en me d1sant que ª 1
originaire d'Espagne et que quand j'étais petite j'entendais parler /'es?agno
Autour de I' Algé . 11 J d's cela parce que 1e veux
( r1e et le da ns la f amil le de rna grand-mere paterne e. e ' 1 peut signifiel'.
pour H. Cixous et J O ~o1on\alisrn
Josep Armengol· . err1da) e
en ven ir a la question du choix de la langu~ et ~e e: qu: ~::z tait le centr~
La question de l'identité ou de l'identific.at1on on. vcoruois qu'elle l'est pour
J'étais une Franc;aíse sans F . . . e pour mo1 comme 1e
de votre réflexion est orrginair ' t'tes références aun contexte
prendre POur but ou po rance et i'étais la J d · ferai quelques pe 1
futur et . ur recours M Prern¡ · acques Derrida, e~ onc 1e. mon orí ine autobiographique. 11 se trouve
pour 1éternité (C1xous 19. on frere 1 .ere de la famille a la surdéterminant qui est celui .de 9
.tiques et bien sor avec l'aide du
• 97 u1 se . histonques et po1' ,
• P. 73). croyait Algérien que pour des ra1sons . . ée dans un espace qui ne permettait pas,
hasard, de la chance, 1e suis n
64
ª'
n autonsait pas. rie f t"'n~ait p~s l'identificat1°;n ou la f 1xation une culture a ·toyenneté f ran<;f)ise ont été apí)liquées rigoureusemP '
J ifS de 1a CI
a
ou u"1e langue Je suis u·1 cro1sen1ent dont 1 un des póles est le judarsrn des u f ºlle cela a commencé de fa<;on spi:ctaculaire Par exemplP
s ma ami
as.~. ena::e -je ne de' rais d'a!lleurs pas d1re cela parce que jamais dane Dan ét ·t médecin et ti n'a pas eu le temps d'exercer, en 1939 d éta1t
ma fan) ile on a pa•le de juda"isn1e ashkenaze , ma f ami lle maternell: rnon pere ª'
. f nrais lieutenant médecin fran<;ais sur le front et 11 défenda1t Id
rnédec1 n ra ~ , .
~enait e :\' e!''~gne, ava1t fui le na::1sn1e et s est retrouvée par un périple E 4 1 il a dévissé sa plaque de médec1n et ti n'éta1t plus n1 fran<;a1s,
France. n .
1 . 'bl · d I L
extrer1e11ei1t con1p11qué mi-réfug1ee. mr adoptant une Algérie dite ni médecin. Moi, j'ai vécu c:la, et 1 _est 1mposs1 e, ~1 on a e a m~morre,
fra"~ª se Dans mon enfance je me su1s toujours posé la question que e dire calmement «je su1s fran<;a1se». Toute ma v1e, encore marntenant,
des . me d'1s «I·1 ment, ou e,est Iur qur
Ja-:aues a !)nse en charge, en partrcuher dans Le monolinguisme de /'autre . me traTne avec un passeport dont Je
íi'a s va"S b eri d'autres textes aussí, celle de la langue maternelle. Si on J~ent ou c'est moi qui mens» car il est dit que je suis, entre guille-
11i:: .aern~nd~1t ou si_je me de_manda1s a moi-meme quelle éta it ma langue mets, «fran<;aise».
rra,e•nede, J eta1s bien en peine de le penser. Si ma mere était ma mere_ Je suis effectivement de nationalité fran<;aise, ce qui ne veut pas dire
Eve Kle1n venant d'Allemagne- alors c'était l'allemand ma lan ue grand chose, et j'ai toujours revé de pouvoir traverser le passeport pour
~at~~nelle; s1 m.a mere éta1t mon pere -je fais expres de dire cela p;rce aller vers une nationalité dont j' ai fini par me di re qu'elle était littéraire S'il
~:n1e _ne me def1n1s pas en tant que «filie de mere»-, si ma mere était y a un pays ou je me retrouve c'est la littérature en général, qui est
. . pere ou ~1 mon pere était ma mere alors ma langue maternelle aurait évidemment sans frontieres. Ceci est une expérience concrete, qui m'a
~te ~n fdra~~a1s neuf, ~e fran~ais des Juifs d'Afrique du Nord Qe dis Afrique aidée, si vous voulez, a déconstruire dans ma plus petite enfance la scene
u or . 1e devra1s d1re Algérie · déº, .
dé1·a avant le M . ' mais lª ma fam1lle venait du Maroc et de l'identification, la scene de la nationalité, de tout ce qui est nation:
. 11
aroc e e vena1t d'Es ) .
lran~aisd'uneé\éganc d' pagne · Cette fam1lle-la, elle parlait un nation, nationalité, état-nation, y compris la nationalisation des industries;
e, une force alors q 'é . d enfin des qu'il y a nation, je ne su is plus la. C'est une expérience subjective
pas particulierement cultivé . ' ue c ta1t es gens qui n'étaient
de transformation étaie t s. ma1s leur appét't t .
' e 1eur dés1r de progres et mais qu'il faut partager car c'est notre seule fac;on d'etre politiquement
f n passés par I' d .
ran~1se d'une ¡ustesse et d' .ª option et la culture d'une langue humains ou humainement politiques, et cela m'améne acertaines questions
~ere ou si ma mere était 1•A~née nchesse admirables. Si I'Algérie était ma qui me sont posées ici. Pour des raisons pratiques et comme tout le monde:
1arabe Et 1 ., 9 ne alors ma 1 je su is déclarée et je me déclare appartenant a une certaine communaute
t ··· ceª· len ai été conscie t angue maternelle aurait été
:nmps que tout en étant \'enfant dneet tout de suite, en sachant en meme avec laquelle je n'ai pas d'ailleurs de conflits, avec laquelle Je passe un
mo1 ¡e ne po · outes ce , · J'ai un rapport de
¡'étais amené auva1s pas bien sur ni exc\ s_ meres qui se rassemblent compromis, par exemple la communauté f ranc;arse. .
. . d dans un état a la fo1s
a la fois prat~u~:'~~égier_une langue plu~:· :. trancher, ni décider mais
1 compromis avec cette communauté et Je su1s onc
, . , vre constamment sur
ll m'est do . POétiques. q une autre pour des raisons de consentement de résistance et d écart qur s ou ..
d" ne imposs1b\e bº . , , . é c'est une expenence
1mag1ner que I' o o 1ect1vernent t. . d autres possibilités. D'ailleurs j'ai tou1ours pens - ., rais
n pu1sse rarn ·e Je d1ra· h' . . d. . . allemande- que J au
qu1- aune 1dent1té la d ener Un etre CO lS p 1iosophiquement, JU1ve ashkénaze si 1·e peux dire c'est-a- rre 1uive .
' ' de que l'Algéne car 1a
~n~ expéríence que ¡e pa~~xi:rne chose qu¡ e;~::x~ -moi ou n'importe pu ~aí'tre dans n'importe q~~I autre pays au mona 50% dans les camps
h1sto1re des Ju1fs d' Algé _9 avec Jacques- , s importante -et c'est fam1lle de ma mere, qui étart 1mmense. est passée. é . és sur la surface
plarticulier a nous est tre:'~~éenda~t la 9ue~~ e(st l'histoire de I' Algérie, de concentration, les SO autres pour cen t se sont. drss . mrn
pu Atre argentine
e mono/ingu ) , et 11 e et ce q . , t l'enne j'aurars
de la terre; done j'aurais pu etre aus_ ra 1 n f;it le hasard ato" fait que je le'
de m· isme Moi. Je suis né f n a fait le ré . u1 est arrivé en
apercevo1r que ,é . e ran<;aise . c1t et I'a 1 uruguayenne, enfin tout sauf fran~arse, e
que les 101s e Vich J ta1s née fran <;;a1se
. d . . et. ma1s 1·e n.a1. p na yse dans
profondément é Y ~ont arnvées. 1\ faut dir C\ue ie ne l' a~ eu le temps sois. . ? ne ense pas que j' aie utilisé ce mot
p ta1n1ste. ma¡onta e C\ue l' Al _éta1s plus parce Femme ou filie «apatnde» ... · Je P d't'on de femme ou de filie de
irement tell 9éne f d' apatrrde
. ma1s. e,est poss ible · «Votre
e. et C\ue 1 ran<;;aise éta1t . con J '
é 'est évidemment un immense
es lois d' exclusron mere», dites-vous, e' est trés complrqu ' e
66
· ·e ne l'ai pas inténorisé, j'ai cornprr5 qu'il y r-lv11• 1
• fl-"\' Y' ,, ..,ur le resu111er, la au-;s1 de n1aniere objective et no1r Mars J -
su et ae re <" ' "• ~ l. • un ou · travail difficile et complexe de rapport Pt rj 1d r ' '
0€u h ~o"q,ie .en ,11 L'aS SU que j'eta1~ L'.ne ten1me p~ndant tres longtemps, ent-la un
rn_ ·t· ation Et tout de suite apres j' a1 été chassée du parr:Jdrs p ;r ¡
a,1a 0 "t' tant q,ie j'eta1s en Algene J a1 pense que J etars tantót un chien d'identr re ·
a ete auss· t.'' \t>' terre, j'a1 éte brievement un.orseau, mon pere étai~
ce a
ifs menteurs ont été mis la porte de tous les hPIJJ( ou ¡u,.
1 tous 1es Ju
une C'g~gne _ s appela1t d'a1lleurs Crgogne et Je ne me sentais pas, je avant ils étaient recevables.
ne r1e st:;s Ja"1a1s sent1e déf1n1e en tant que femme. J'ajoute que si j' avais Alors, «condition de femme », cette express1on que par ail!Pur~ JP
ali etre defi11e cela aurait été sur un mode négatif en tant qu 'appart enant n'aime pas du tout et que je n'ai jamais utilisée, je l'ai découverte en arrrvarit
aL. n10"de Je;'. parce que je surs un enfant de la guerre et que pendant la en France. Je su is arrivée, j' avais dix-huit ans, Je suis entrée da ns la Sorbonn"
9Jerre j'al eté aes1gnee. La premie re chose qu' on m' a apprise quand j' avais et j'ai senti quelque chose de tres bizarre que je n'avars Jamars se'ltre
trc s ans c'etait cela, en me montrant du doigt et c'est une expérience a
auparavant, c'était la misogynre, mais j'at mis du temps trouver le nom
tra:.imatioue qu a ete dec1s1ve pour moi-, on m'a dit que J'étars juive. A a
de la chose et comprendre son fondionnement. J'ar done été ob:rgée
a
ce moment-lá ¡ ava1s tro1s ans, c'est tout fait daté parce que c'est le -c'est une adoption secondaire, si vous voulez- pollt1quement et
'TIOMert de l'expulsion du paradis. Mon pere étant milita1re, j'étars admise historiquement de prendre en charge, de me soucrer de <da conditron de
au p~rad'.s qui était un 1ardin, et dans ce jardin militaire ou je considérais femme»; j' ai été obl igée de reconnaTtre que c' était quelque chose de tres
q~.e 1. eta1s un ver de terre -la population la plus intéressante pou r moi problématique, qu'il y avait un combat a mener dans l'unrvers et a mon
e eta1t les plantes et les vers de terre- il y avait de grands enfants que 1·e grand regret j'a i eu l'impression de faire marche arriére parce que moi
voya1s voler au-dessus de m · d b .
grands, ils sont hauts ··a¡ º.'su: es alanc;orres. Je me disais «ils sont j'étais beaucoup mieux en tant que fils de ma mere ou enfant de cigogne,
a\ler dans ce monde·~, e efnv1e d aHer avec eux» et j' ai cherché a entrer, a je trouvais cela beaucoup plus intéressant que d'etre réduite a une
n anee. Je me su1s app h, ., . opposition homme-femme qui politiquement, pourtant, exístait. Et done
conversation i\s échangea· t d . roe ee et J entendars leur
' 1en es timbre5 J . j'ai passé beaucoup, beaucoup d'années de ma vre a prendre le part1 des
les grands enfants échangent d . · e me surs dit «c'est bizarre,
plus préc\euse». Je me di·sa· ~s timbres comme la ch ose du monde la femmes dans la société tout en me disant: c'est a la fois indispensable,
. . is «c est ~a I' 0 b. . .
peux payer\ C est un visa si , Jet de leur désrr? mais alors 1e c'est une posít ion politique nécessaire, c'est une urgence militante et c'est
moi il y a d · ' e est ~a le visa al . . . un grand dommage, parce que cela fixe les femmes dans le concept femme
es timbres\>>. Effecf ors, mo1, J'a1 un visa, chez
des lettres d . ivement ma fa ·11 .
qui est un concept enfermant alors que cela doit commun1quer part_ou'. ~t
. u monde ent1er et done· 1 • . mi e receva 1t tous les jours
des timbres dem . Je eur a1dit « . .
filie et . d' a1nl> et quelqu'un s'est ma1s Je peux vous apporter de meme, bien sür, «homme» et céEtera. Nous en sommes encore la, 51 Je
. m a it «mente retourné .
qu'elle m·a d't use\>>. Je n'a1 pas vers mor, une grande peux dire, meme polítiquement. en France. . ,
menteursi,
' «tu n'
apporteras pas les t·
eu 1e te
mps de réfléchir parce «Filie de mere», moi je su is fille de mere, mais je suis aussi ~e~e de
imbres t ).. . . . e fa vie le veut a1ns1- la
J' ai tout appris . . • ous les Ju ifs sont m~re. Par exemple ma1ntenant Je su1s -parce qu
· ª 1a fo1s o
sava1s pas que !'étais Juif e u tout désappris
' '
mere de ma mere qui d'ailleurs, dans une sorte inte igen .
d'' 11' ce des
' hoses des etres huma1ns,
menteurs, mais le pire c;ét:~u1te l~.ne savais PasParce que d'abord je ne t ransformations des changements, des metamorp .
~ous d1re que je su1s un tém01~ue l appris auss~ul
ª' e taus les Juifs étaient me considere c~mme cela elle me dit «maintenant tu es ma mere» et Je
1
1ard1n en me d1sant «si J'am>-. n du do uble bind e. doub/e b1.nd· J.e peux . ' · 'empeche pas ma mere
su1s d'accord. Maintenant je suis sa mere, ce quin
pa 1 · <:ne les t' Pnrn· · ·
s es timbres je me déshonore imbres je me dési... it1f. Je suis sortie du d'etre ma mere.
sont mente Parce qu .. 11onor .
elle a été déur~)'.· Je_ ne vous d1rai Pas el aura¡ Prouv" e et s1 je n'amene
fausse déf .c1s1ve . ' J' ª' aPPns . a ce mom comment cette n· "" que. t Ous 1es Ju1·ts J. D.: N'oublie pas ta fille!
in1t1on, la fa<;on dont on peut :tnt-1~ l'inclusio isto1re a fini mais
e re d1t ·Juit· ou en et 1· exclusion la H e. · tbli·er la fille qui me fait mere? mais je réponds a
spagn 01 , . .. 0 u1, commen ou · f ·1· 1
fll d . · er cela dans toutes mes re1at1ons ami 1a es
ou catalan ' e- e-mere. Je pourra1s re1ou
68
maine d'une nchessP a!JsolumPnt (•¡o(traorrJ1n i1r •
+. . "S l-e .:;era t ab C'lun1E>nt sans fin, je pou1ra1s n1erne vous· d' in1rncnse elo d
q.. sont n e 1re
un e faron d'~trP c< ntrípete, comrrie vous IP. d 'ilfll, P. r 1
Q.. en 1..e rnon'tint e ~J'' la Jt'tlllE' n1e~e de n1on fil~ qui a rnaintenant
1
c'est un .., · - - ·
~ua·a~te et ,,n an3 ~'a':> qui, quo1qu 11.so1t un n1athén1at1c1en extremement
1
que . as du tout Je pense qu'íl y a une fa~on centnfugP dP •r J~
e le cro1s P ·
b• a"'t, ~'lt de ten1ps aautre n1e d1·e «'Ytaman . je su1s ton bébé», et je n f s une fac;on de le f aire fuír et une fac;on de le pours•J vrP. r
le ran<;a1 , . , .
...,e 1.1s a c(CCH'O» et 1e retor1be oaris son enfance. •Atre pOUíSUIVi par le franc;al5, d etre aUSSI tllUmlílé par [t.i fran,d
fa~n d e . .
.e ne C"O:S absolu"1ent pas n1 á 1..ne stab1hsatron, ni a une unification Et quand on dít le franc;ais, d' a1lleurs, on d1~ une chose qui est rn~xd f P,
1

" a u"e de+i·rtion possible d'ur'\ etre huma1n, et Je pense que sa richesse on devrait se souvenir d'abord que le franc;a1s -comme toutes res aurre'j
¿~ se ::-erte poet1que c'est de s accorder la possibilité de jouer tous les langues, bien sor- est une langue pleine de langues, que chaQue fo>
re ¿5 qu sti oresentent a to1, á mo1, y compris les róles animaux dont j'ai qu'on parle franc;ais on parle en meme temps portuga1s, espagnol, arabe,
:a:le J" oettt peu ce matin Je resiste beaucoup, meme si pendant vingt bien sOr latin, enfin c'est une langue qui porte les traces et les restes de
a"s. eniin de 1975 a... ,peut-etre pas v1ngt ans mais presque, j'ar été obligée bien d'autres langues, done chaque fois que je suis en franr,ais je le su1s
-:-cur des raisons encore une fois de solidarité- de prendre la défense dans toutes les autres langues. Mais ce n'est pas seulement cela, méme s1
de la femme en tant que femme. Si j'avais dit politiquement, dans une je suis tres, tres en rapport avec l'étymolog1e -qui est une richesse
assernb1ee, ¡e P_rends la défense de la femme opprimée, violée, tuée, et poétique , c'est le franc;ais inconnu qui m'importe, le fran<;ais encore
ca:tera -<:e qui est toujours le cas aujourd'hui- en tant que non-femme inou·1t et alors-la il f audrait rentrer da ns le monde de ce qu'on a da ns
odu en tant que c~atte, par exemple, cela n'aurait pas marché. Le politique certaines de vos questions appelé le style.
emande une ass1gnat1on 'd ·t· · .
. ·une 1 ent1 1cat1on, une regulation de la définition Ce qui m'attache au fran<;ais et qui m'enchante, mon enchantement
sans quo1 on ne peut pas d'1 . .. ,
le discours pohttque n ,. scounr politiquement. Mais moi, franchement, quotidien c'est le fait que, pour le moment, je n'en connais que le millieme;
e m 1ntéresse pas d t ·
Jev1ens maintenant,. . u out, iustement a cause de cela. tous les jours, absolument tous les jours, je suis en admiration et en
0 1a quest1on de I' · ·
e: done de \'1dentité litté ecnture et de la langue franc;aise, recherche devant et da ns cette langue parce que c'est elle que J'habite et
. ra1re. Ayant u . .
dire, quand i'étais petite tt . n certain cho1x de langue, si je peux qui m'habite; elle n' a pas fini de me livrer tous ses secrets meme si je suis
d .. · e ect1vement f .
une maniere que j'ai to mon ran~a1s a été archimétissé experte, c'est-a-dire que je suis quelqu'un qui travai/le et qui est travarllée
ente d u1ours adorée t
· e meme tout a l'heure en vous par le franc;ais tous les jours, je travaille au fran~a1s et Je suis trav~il/ée par
A

. n ant Parler, mes am


eprouvé 1. . is, en vous ent d
,. . un P a1s1r intense ar t en ant parler l'espagnol j'ai le fran~ais absolument tous les jours et j'en tire des effets dont 1e p~nse
1ecnture au f e rouver les m .
d' a . ' ond, e' est un art et , usiques de mon enfanee. Mais qu'ils n'ont pas encore vu le jour. Ce que je fais dans mes textes et qui les
vo1r une grand l'b e est une s . .
1
tangue lepo . e erté dans \'écr·it cience; 11 faut vraiment, afin rend difficiles a traduire, ce sont des innovations qui ne sont pas
· urra1s é · ure q •
-d'a1\\eurs ·1e l'éc. cdnre en ang\ais je Par\, bu on fasse corps avec une agrammaticales mais qui procédent de ce que le franc;ais réserve c~mme
ns e tem , e ien I' 1. . . · . , tr·pete J Je ne cro1s pas,
quema téte cogne Ps a autre- rn . . ang a1s, ¡e peux l'écnre innombrables surpnses. Alors est-ce que c est cen ' ·
contre u a1s 11 y f . ommunique avec le monde, en
pas dépasser, parce qu , ne ~arte de clois
1
ª un moment ou je sens . .
Je cro1s que par les racines du ran~a1s on c
· t ¡ monde indoeuropeen
.
peau.1e l'ai dans les vee ang\a1s m'environnon ou de mur que je ne peux tout cas avec la moitié du monde, certa1nemen e . . .
q 1nes 1e n· · e et 1 f
u1 me pense, ou c'est elle. . ª' merne Pas
ne me s · d qui me
b ~ ran<;ais, je l'ai da ns la
eso1n d 1 .
dans sa totalité ce qui est presque tout le monde. C'est ainsi que Je sors
. ' . . tt che a /'écnture ou aux
la u1s onc 1ama1s Posé 1 Pense. qui me
ngue alors e a quest Parte
e e penser, c' est lu1
·
de l'1dée nationale du franc;a1s et que Je me ra
. .
ª ."'
é ette langue d'une maniere
l'1dent1té franm. me que ie suis C\Ue\ i~n, Par exem. qui me pousse. Je écnvains en langue fran<;aise qui ont exerc c . 1
d'a t c;a1se. Je suis tres . qu un qu¡ é . Ple, du choix de la révo lutionnaire Ce qu'on apprend en littérature, c'estf1uste~en~ at
u res pays au . . . critique a 1• r siste . 1,. · · Personne en ran~a1s, n es
1dentif1cat1on SSt, ma1s J'abandonn égarrj de 1 a 1ntégration a contemporanéité des écrivains les plus anciens. . ' .
rd'hui que Montargne dans sa prat1que.
, a l'égard
pour le franc;a1s. Pour mo1. lee tma réttcence a France P1us moderne encare auJOU

. . . .
. · savez était quelqu'un qui éta1t nourn et qui
. ranc;ais.c·e a l'égard d'une Monta1gne comme vous 1e · ,.1
st tout . ' . du latin du grec et de toutes les langues qu tr
e la littérature, 1es nournssa1t a son tour- •
70
d' analyse dP. concepts . Je rn<' su1s, des le début, élevé co11tr
pou,ait traverser, de l'1tahen... Done je n1e qarde de cet enfern1ement
langa~e,terprétation mais i 1 a f ;:i 11 u y r<?VPn1r souvent pour rappPlf'r
que' Qi.l ll S1."\tt qu 11 s1.11t fen1111e ou langue. ' cette 1n ' . ,
remierement, que le concept de texte, d écrit :3uquel 1e mi:> réfere ne

J. o: 3.:''1, 1 est d ffic11e d'encl-iainer D abord Je voulais vous remercier


~oncerne pas seulement les écrits da ns les llvres ou dans les b1bhotheques,
t 0 _:; a r. es cates devant nous. de nous recevoir ici, et je ne vais pas a
mais que tout est trace et tout est écrit et, par conséquent. la réahté -
notamment la réalité sociopolitique et institutionnelle- est un appare1I
"'.:'"' t 0 ..:r vcus ¡:arler de n1on Espagne algénenne -bien que je puisse le
f3·-.:- r1atS ,e o·ra Juste un n1ot du catalan. Dans mon Algérie, l'Algéne d'écriture et de traces; que, d' autre part, des lors qu'on ne peut pas séparer,
::e mon er.fance, au moment de la guerre d'Espagne, dans les années comme j'ai essayé de le montrer dans ce concept de trace, le sens contenu
'935-36, l irnmigration espagnole qui fut alors assez importante était et le signifiant, a ce moment-la déconstruire un concept c'était s'en pren-
s_r..0ut catalane, et done pour nous, I' Espagne c' était Barcelone beaucoup dre d'abord au langage, qui incorporait ce concept, ma1s auss1 tout un a
;::lus que Nladnd. Des que ¡e me dis «j'ai beaucoup entendu parler les systeme institutionnel, sociopolitique, de hiérarch1es, de normes. Des nor-
1angues espag~~les da ns m~n enfanee» - naturellement je ne les ai pas mes et des hiérarchies inscrites da ns la dureté des 1nstitutions, des structures
aopnses- ma1s ¡e pense ma1ntenant, rétrospectivement, que j' ai dO plus sociopolitiques. Par conséquent, il n'y avait pas de déconstruct1on neutre
souvent_entendre parler le catalan que le castillan dans l'entourage des et conceptuelle ou livresque. Alors naturellement les opérat1ons de /ecture,
irnm1gres quí étaient tres, tres présents. Pour enchaTner sur la question au sens étroit du terme, étaient importantes, d'analyse du langage: mars
des langues, pu1sque c'est au fond ce qui nous rassemble íci dans la sans cesse il fallait aller plus loin -et je m'en suis, non pas acquitté parce
mult1phc1té le polyglotf .. • (
d'He"l" e'· isme commun, mo1 ¡e suis le seul -surtout a cóté qu'on ne s'acquitte jamais d'une telle tache, mais je me suis engagé dans
ene 1xous- monolingue é · ce travail tres tot, des le début des années 70, pour marquer qu'il s'ag1t de
e · . . • n vrot1que et pathologique· néanmoins
l 5u1s un monohngue qui est quand • . , l'enseignement ou de la culture, de la politique culturel/e ... On ne peut
commun. C'est ra qui eºt meme exposé a un autre polyglottisme
" _, queer. Une des q r . pas séparer la déconstructíon de ces enjeux institut1onnels La
Je ne saís pas comment on t d . . ues 1ons porta1t sur queer theory.
ra u1ra1t cela f · . déconstruction n'est pas une affaire purement discursive -bien que le
catalan ou en castillan· qu .., , en ran<;a1s ma1s pas non plus en
· · . eer. C est tres d'tt· 1 1c1-1e de traduire parce que discours y occupe, naturellement, une place tres importante. Maíntenant
c est tres d1tticile adéfin .
H. 1 ir auss1 Et ¡e me d.5 .15
· e ene, que chacun a -<:'est 1
moi c' e t
· ª .. '
ntradu1s1ble ,. 1
au titre du queer, en écoutant je m'apen;ois -tout cela s'étalant sur une durée de trente-c1nq ans,
quarante ans plutót- que ceux qui me farsaient l'honneur de me lire n·en
s un ver a so1e et elle c'e t "ª·- chacun a son ver a soi, et
ver de terre l ,
· e nen avaís pas en
s un ver de ter .
. re, son ver a soi(e) est un ont pris conscience que tres progressivement et assez tard, m~lgré m~s
( )
so1 e est intrad ..bl . core pns co . . · d'avoir un pet1t
O' . UISI e, év1demrnent bi ílSCtence JUSqu'ici; et ver a rappels, parce que c'est assez tard que, ayant conscience
par ma1\\eur~ votre quest1on comrn~n en que cela ait été traduit. peu changé la donne ayant dans une certaíne mesure transformé le code
on am1 lonatha C ce par une cit . . . dans lequel cette politisation pouvait avoir lieu, j'a1 pu aborder, de f~¡;o:i
portait sur l'u . n uller, qui vient d' ation de mo1 en angla1s,
n1vers1té l un text d · ·. plus directement visible des themes dits politiques. Alors les g~n_s disent
l'inténeur de 1• . . e conflit de la fa • e eia tres ancien qui ' . d M il y a un po/Jt1cal turn
, un1versité· 1 . 1
cu te p . «ah, depuis que vous avez écrrt Spectres e arx. ,.1 f 11
1inst1tut1on C'est d es confhts les h.. orta1t sur la guerre a
répondre á l'ob¡ect10
ans ce ' 1erarch·
. contexte qu'i\ ...... . ies, la politique de
ou ethical turn>» c'est ridicule! Cela s'explique par le temps qu ' ªª u
pour la transfor~ation descodes et pour que les gens prennent consc1ertncet
un champ de palé""' n -pu1sque t out cela e"'t ava1t Paru nécessaire de 'ét 't politique departen pa e
. . ...1que et de di . s cornrn . de ce qui se passait la, mais des le dé ut e ª'
b
mo1ns pacifique)- selo 1 scuss1on plus ou . e tou1ours pris dans
ª1 pol,1t1que, que c'était un~ :P~uretlle la deconst~oc1t~s Pacifique (et plutót
institution nel de part en part et je 1'ai dit trés tót. .
' ·r plus aigue de votre questron
es \VfeS · dans 1es b1bhoth... "' a IOn qu·1consista·t IOn eta1t · une chose J'en reviens a la partie plus spécr ique, L défen~eurs des politiques
semant' q d .,ques, et a 1 a lire des textes dans
' ue es concepts. Don , . analyser des sur les politiques d'identité et la queer theory. « es theorv en
e e éta1t un conce t d· 1 réagissent contre 1a queer ·r•
e affaire d P s, le contenu '1dentité dans le domaine sexue . de déconstruction sans but
e lan l'accusant souvent d'etre un vain exercrce
gage et dans le
72

ici Je suis tres prudF;nt, et l.1 prud<~nce n'est pa'.'i seulemenr 1
ool!tique)l Je vais etre la trts. tre-. p1 udt?nt_~, tres prL~dent parce que d'une 111eory. · parce qu •11'fa des responsd brlrt
·· modération, c'est au contra1re
. de
part inalgre tout ~ que, ave\. d autres. J a1. pu d1r.: con.tr.·e la palitique ;. pru df?n t , rna1s
signe ... prendre que je su1s . trt'S .
ce n , est pas seu 1emPnt
d iJenute en general, la p0lit1que del 1dent1ta1re, de 11dent1f1catian, tautes graves a . ,
les raisons que je viens de vous drre, e est auss1 parce que la queer
es resel'\ es que 1ai 1-)u forn1uler a1endrart de la croyance a I' identité au la pour b. ., . 11
theory. d'abard je ne la conna1s pas 1en, J en a1 nature ement quelques
DJ itique de 1'1dent1te, neanma1ns 1an1a1s Je n'ai cru devoir m'appaser
fr0nta'e~1ent a toute polit1que d' 1dentité; cela dépend des contextes. Et signes, quelques im~ges; j'ai r:neme ~es amis p~rmi ~a ~ueer theory, ma1s
néanmains je ne suis pas touJours sur de savorr délrm1ter cette chose, la
qJan.:i, oans certa:ns cantextes, tel graupe, fractian saciale, classe, sexe
r.at º"se trouva1t opprimé et pnvé des maindres chances de voir son identité
• a
fa~on dont cela s'est un moment donné émancipé ou démarqué des
reccnnue, ace moment-la, je faisais cause cammune avec eux. Je pense théories d'homosexuels, lesbiennes, et Ca?tera. 11 y a eu un trouble de
qt/1 y a des moments, dans les luttes saciopolitiques, ou le matif de l'identité, et puis cela a pris des formes tellement multiples et mouvantes
l'1oentite n'est pas condamnable, alars ensuite il faut savoir jusqu'au an que je n'aserais pas parler de la queer theory camme si c'était une chose
su t cela. Qu'il s'ag1sse de luttes natianalistes, de luttes sexuelles, de luttes claire et fermement établie. Et de la théorie en général je me méfíe'. fa
sooales ... 11 y a un moment ou je erais qu'an a le devoir de se battre au déconstruction n'est pas une theory, bien que souvent ce soit associé Mais
~om ~e l'.ide~tité pour se voir recannaltre une identité, ne serait-ce qu'une si la queer theory est une pensée qui veut prendre en compte une certaine
ident1té hngu1st1que, nationale, culturelle, sexuelle, personnelle ! Pu is il faut indécision ou indécidabilité quant al'identité, notamment quant a l'identrté
vl?'r dans le processus de la lutte le mament au cette revendication d1'sans sexuelle, le gender, prendre en compte taus les troubles de l'identíté, a ce
eg1t1me de I'"1d f 1té ,. . • moment-la je ne peux avoir que de la sympathie pour cette théorie; mais
. f ' en tourne a l 1dent1tarisme, s' essentialise et commence
a aire la guerre aux autr .d .
nation d'une atf·
,
.es 1 ent.ités; ou la revendicatian légitime d'une la je demande a revoir chaque fois quel discaurs on construit a partir de
. . , irmation nattonale _., . . . cette attention, a ce qui vient traubler l'identité, en particulier /'identrté
1aff1rmation nationale ét .t lé . . l a1 toujours cans1déré que
a1 g1t1me- d · · du gender, du genre sexuel. Je sais que certains représentants ou
ment souvent dífficile,, d' evient nat1onaliste. C'est un ma-
º 1scerner. 11 com . représentantes de la queer theoryse réferent a des démarches qu'on appelle
est tou¡ours dé¡a la. D'ou la d'ff" menee tau¡aurs déja ... , le risque
1 décanstructives, c'est d'abord tres américain, mais ces références-la, 1usqu'a
\" \
eva uat1on.
stratéginue M . ,l lCU té de pren dre parti, la difficulté de
d . '1 • a1s e est pour e 1 ,. quel point les engagent? On est dans un domaine ou il ne suffit pas de se
pren re, e est parce qu'on ne . eª qu il Ya des respansabilités a
savait tres bien ou \' att· . sa1t pas tres bien ou cela e s· référer a un ... ; la je demanderais a voir dans chaque cas qui fait quor avec
. 1rmat1on nati'onal ammence. 1on
dev1ent d e est 1• · · quoi.
. con amnable, ce serait tr.i..s . egitime et au le natianalisme
nat1onale pou 1 1 . . -= simple o
. · _r a ég1t1rnité d'une id . ··· n est pour l'affirmation . Je prends la deuxieme partie de votre questron: <'.0~ a souvent co:;
ce n est 1ama1s el ent1té et . pns l'ceuvre -la mienne aux États-Unis comme une 1nvitation aanalys
apres et pare ª.'r. cela commence tou10 co~~re l'identitarisme. Mais • 1 de fa politique et des
. e qu on ne . urs deia t . 1es processus de signification et a reléguer ana yse
1 •.
justement des
responsablté
sait pas, dans la m
esure 0 ,
e cont1nue toujours . . . .
1nst1tut1ons. Quelle est votre réact1on a cette in er
t prétation 7» Je vous 1
· ·
ª'
chaque fois une dé . . ''. s a assumer, des d .. _u on ne sait pas, an a .. . . . A avis cela releve de 1a
c1s1on singul1e ec1s1on 0.. deia d1t, c'est une réaction tres negat1ve. mon
t1es, sans assurances re sans norm s prendre et c'est . us vous' 1ntéressez
. ...
a ces
es Préét b · d énégation. Vous savez sans doute puisque vo d es
C'est pourquoi la que r ª hes, sans garan-
Phénomenes
. ge des textes et es /angu •
d'exportation importation,, voya ppelle d'un mo t rap1·de la
comme quest1on a la fo1s psh.'1ºn de I' identité est t ,. .
m' 1osoph r.:s d"tt· · qu aux États-Unis, en somme. ce qu on a t. a rencontré
opposer al'ident1té e . ique et Polir, ' ic1le pou r moi d · 11 d deconstruc ion»-
é· · e sera1t pe t - que J . • éconstruction -«somewhat hastdy ca e • tTté contrairement a ce
r s1ster ala pire v1olence qui s'e u etre la Pire Vio\~ arna1s je ne pourrai
et en meme temps s'opposer a ~erce t_o~jours centre unce. Alors, comment en gros deux types d'hostilité, et _beaucou~u~ =~~.~~s;ilité. Pas deux types,
sexuel en particulier, mais pas idelnt1te, al'identitarisne ldentité présumée qu'on dít en général aux ttats-Unis. et s~rt .1.té· les unes venaient de la
seu ement da nte? Da t · ·. , t e types d host1 ' •
ns le dorna· ns le domaine ro1s types d'host1hte. qua r . · de ce qu'il y avait de plus
ine sex . ·
Ph1losophie anglosaxonne, bien s •
ur ma1s auss1
ue1. la queer
74
..... --se1'ateur dan' 1un1'\ers1te L' 1nstitut1t•n -;e -;;entait n1enacée par le a la fin; done mot, rour re¡Jr(~ndrP l/Otrr• quest1on, Jfl 11' di Pd j
début. s ,, cette interprétat1on;
· J.,a1· vécu ce 1a pen dan t t ou te ma v1e, flt m
"sco.i"'S aeronstructif t eaucoup ~1lus que par les discours politiquement réact1on o
'"e\C' ut Jnna res Ct- qt. rend.~·~ rierveu\ les conservateurs dans l'université seule réaction, s' 11 y a une réact1on, e' est de cont1nuer, cont1nuPr
I

'l.:'td""'"e1t 13,:¡r,5 lt-5 hll1113P 1tt'S l etalt beaUCOUp plus la déconstruction


que e -~n; s·11e revt1!-it1onna.:e ou que le n1ao"isme; ceux-ci ne genaient
Apropos du <<style>> (question pour H. Cixous et J. Derrida)
ws c.., t.:-i.lt Pll.S'i·•e le n1ao"isn1e et le marx1sme s'exprimaient dans des
f.:irr:~s rh.:t0!1ques et descodes d·scurs1fs reconnaissables, on pouvait leur Mercedes Coll: Le terme «style» peut provo·quer des équ1voques, ma1s
Ch)rt"'c' a.:s ce::iarter.1ents et ils pouva1ent continuer leur trava1I, et cela ne Je n'en trouve aucun autre pour exprimer cette appropriat1on s1nguhére
~~-a~ !:'35; r.'a!s une n1an1ere d ecnre ou de penser ou d'enseigner de la langue dans l'acte d'écrire-parler.
.:::e-;:0-s:"""ct ve. c'etait beaucoup plus genant précisément parce que cela a
vos écrits ne sont pas faciles comprendre-lire-traduire. Je crois qu'avec
.:::era19ea·t l'1rst1tution: les normes, les fa<;ons d'enseigner. les fac;ons de cette affirmation je ne dis ríen de nouveau n1 ne prétends éluder l'act1v1té
r'.c:er 1es fa~ons d'agir aussi, de se comporter, de la part des professeurs, propre de la pensée qu'est ce travail avec les concepts . Cependant, votre
aes e¡uc:ants également. Done une bon ne partie de l'hostilité venait des «Style» pointe a un travail sur la forme, sur les signifiants, pour désarticuler
reo:ese~ta.nts conservateurs de l'université. Une autre hostilité venait. .. , ou démembrer les signifiés qui sont cachés ou bien évoqués comme des
ma:s e eta1t au fond la meme, celle-la c'était la droite si vous voulez et a suppositions préfixées qui ne permettent pas la mobilité de la pensée, du
?auch~ ti y ava1t done les révolutionnaires statutaires et patenté~ qui penser de fac;on différente .
•rouva1ent que ta déconstr t' , . a
Votre pensée par rapport la tradition littéraire ou phi/osophique, par
.
1
• • uc ion n éta1t pas assez politique pas assez
revo uuonna1re, parce qu'ils n . . . . '
de ad. . e reconnaissa1ent pas les d1mens1ons politiques rapport au présent, passe par une désarticulation de la langue qui confor-
econstruct1on. Cela ne re\ev , .
na:1.1'e•1ement beaucou d' b' ~it pas du cede hab1tuel et done il y a eu me traditionnellement les discours du savoir et de la littérature. ·· Pournez-
aménca1ne marxiste un·ipv ~ .iections venues des milieux de la gauche vous définir, expliquer ou justifier... votre style? Quels rapports a-t-íl avec
ers1ta1re ou ma · t . . la parole, avec la langue, et avec son éventuelle capacité a rendre compte
maolste Cela s'est passé . . rxis e un1vers1taire américaine ou
au moins, tout le monde da1ns1 penda.nt tres longtemps, vingt-cinq ans de ce qui arrive, de la «vérité» ... ?
rn rt isant, depu1s 1 d. b
o e» e e ut <da déconstruction est
. . . b plus difficile pour moi
Cela a comrnencé tau . J· D.: C'est une question tres d1ff1cile et eaucoup
déconst et
. ru ion est en tra1n de
t de suite les p
. '
· .
rerniers jours: on the way, la
. é
que la précédente -meme si je la cro1s n cessaire-
· a cause du mot. ce.
ce theátre de 1 mounr. .. Souvent . . t d'abord parce que, quoi
ª
déconst . rnort de la déconstruct·io
ruct1on est m
quand je me trouve devant
n -auq 1. . .
mot de «style »... Nous répondrons d1fféremmen
. d.
,., ·r
/que chose trt:S v1 e-
il
c'est nue n d Orte tout de Suite-¡·e . ue je cro1s: je ero is que la qu' on pense du mot style et je vais en ire que é .,, tous les deux
'1 "luan quelqu' me d1s qu . • . ous etre adress e a
on annonce sa m un rneurt. Quand un . e ce qui est intéressant, est sur que cette quest1on ne peut pas n nous n,avons pas en commun,
quand c'est ladyoDrt un\ ¡our, la semaine Qui su~ºt' rneurt, une reine meurt, en commun, parce que s'il y a une chose que
1 1
Nous n'avons pas le
La déconstruction ' ce il a dure un rno1s . et puis a' . bdans l es Journaux,
· e' est le style; s'il existe quelque chose comme le sty e· autre terme pour
meme • trouvez aucun
• Y a trente ·
Qu •elle meurt et pu is a b -cinq ans nueuc 1out d' un rnois, e' est fin i. rneme style. Vous dites que vous ne
1 1
ue dans l'acte d'écrire
· u out d' · · · ·ngulfere de a ang
te"'e a dure, trente-cinq ans
95 · '1 expnmer cette «appropnation si d t style -qui est un mot
) les conservateurs un Certain
d' ·11 se sont u ...ps (ve 1 d on se sert u mo ,
ª'
parle
eurs, et pu1s du cOté
·
. n Peu fatigués b rs es années 1990-
marxiste révol · · eauc
et de parler». En général, quan
. ,
f
d te une a<;on s1
·nguliere de signer ce qu on
.
. r, que l :criva1s un livre sur Mar ut1onnaire ils o oup sont morts e1ass1que- on dés1gne, sans ou ' re plus large ce qu'on fa1t, le
. , d't1 au sens enco . d
q~1 sont plutot v1s1btement po\it1 u x. pa~ exernple, ~t ~u qu'on pouvait écnt, au sens large ce qu on ' • on dit le sty/e d'un geste... Ma1s quan
1:
e est cela qui est queer. La dé Q es. et i~s ont été t~ e fais des choses comportement, par~e q~e des fo~~ le c'est la fa~on d'éerire plutOt quede
construct1on, c'est une s deconcerté
. s. D
onc on parle de gens qui écn.vent'. le J.éerire, mais qui pour sin~
11 ISto· parler, done une fa<;on singulfére
ire Queer du
76
, tune nsistance je dirriis phrillocentrique qui consi)tP a pens&>r q ,.
~table qu elle reste ron1~ . . rte des regles . ~ est-a-dire des récurrence s. Le 1
e es .
st un geste d'inscript1on ,_ · J
a 1a po1nte C!.!CISIV€, líl(l$11/€, et que
Á • 1
Q1J lf n y

a
Sl) e reste le nién1e, on pretend reconnai'tre le style de quelqu'un, c'est un
eas cette pointe décisive, inc1s1vf', coupante, tranchante, il n'y a pas rJ
st)le ¡11r.iitar!e. ~rson"'e r)'ecrit con1n1e Hélene Cixous mais on reconnait
~tyle. Mais celle-ci est une interprétation a la fois académique, pu1squ
Jn te\te ci'Helene ( \0u5 \e'l p• rh.. 1pe) parce qu'il y a dans ce qu'elle écrit
1

c'est dans la vieille université que ce concept était ut11isé, or: ne parle plu ...
jes c"10ses qu: se ·e5se11'b e'1t des f a~ons de faire qui se ressemblent,
d.e style aujourd'hui, ou tres peu, c' est quand j'éta1s enfant qu'on me d1sa1t,
jo11( aes ·egularites, des ·etours. des recurrences, des normes implicites·,
quel est le style de Chateaubriand? Le style maintenant est done une vie1lle
je "e sa s oas si c'est \ra1
1 et Hélene répondra.
catégorie académique ou bien phallocentrique ou le style c'est l'homme
:n (c qui me concerne je sa1s que je n'ai pas de style en ce sens-la ,
-et alors il me faut entendre l'homme au sens de l'homme, pas de la
auc chaque fois que j'écris íl se produit un changement quasiment
femme. C'est l'inscription dans ce qu'elle a de plus incisif, pénétrant, vjo-
c0nst1tut1onnel -au sens de la constitution politique , chaque fois c'est
un nouveau contrat, une nouvelle constitution. Pour chaque texte, petit lent ... Mais il peut y avoir de grandes écritures sans style en ce sens-la. Je
texte ou texte bref ou texte long, il y a une nouvelle charte et cette charte ne sais pas, au fond, si j'aimerais revendiquer le style; si on me disait
~: _commande d'écrire différemment chaque fois. Et quand je dis «voyons, préféreriez-vous etre considéré comme quelqu'un qui a du style
o:fferemment ¡e ve~x dire jusque dans la grammaire, da ns la longueur des ou quelqu'un qui n'a pas de style?», j'aurais beaucoup de mal a répondre.
phrases, un style d1fférent· Bien ent endu, je . ne n1e . pas qu'il puisse y avoir a
Et je crois que si on me forc;ait, la fin, avec quelques précautions, Je dirais
des choses reconnaissables d . 1 «je préférerais ne pas avoir de style».
de h'\ h ·que es gens d1sent «finalement entre un texte
P 1 osop te, une étude s H ! a
Mais je voudrais rendre justice la fin de votre question, quand vous
autobiographinue . u.r usserl et un texte dit plus fictif ou
" ou c1rconfess1onal • demandez: «Quels rapports y a-t-il avec la parole, avec la langue, et avec
c'est possible· mais cett é on reconna1t quelques différences», 7
'
reconnaitre par dét·in't·
· e r currence c tt
• e e ressemblance, ce qu' on cro1t
. 1
a
son éventuelle capacité rendre compte de ce qui arrive, de la vérité »
• 1 ion ce n'est .b Justement, si je répondais «je ne veux pas avoir de style» ou «~e ~réfere ne
comme le méme ou com · accessi le qu'a l'autre. Ce qui revient
. me 1e ressembl t d pas finalement avoir de style», c'est parce que si vraiment on ecnt avec ?~
moi, que ¡e signe ne peut "t . . an ans un texte tres différent dé . s· ., ' . ec l'autonte
1
Pas pour mo1. · Mo1,
' ¡e pou t: re . 1s1b\e· vis'bl ·
1 e, sensible que pour l'autre et style, si c' est le style le dernier mot, plus rien n'arrive. 1J ecns av . , .
· .. . . . . · fait ce QU'il dit 11 n arnve
on me d rrais, naturelle 1nc1s1ve, decisive de quelqu'un qui fa1t arnver, QUI ' .
emande qui a écrít cela
1
rnent, reconnaltre mes textes. Si . , d' ,arrive ou arnve de 1a
pas parce nue 1 nen. Pour que quelque chose arrive, e est-a-
" ·1e 1•a1. écrit mais · e .P us souvent Je· sera1s · capable de le d1re, . . ire m · décide de ce qui. arnve. .
parce que ¡e ' c est avec 1 • langue il f aut renoncer a I' autorité performat1ve, QUI
. . . _me rappe\\e des cho , e point de vue d'un autre et .. ·1 , . e ríen Pour que que1que
C\ue 1e d1s 1c1 c' est ses. C est co S1¡e veux f aire arriver quelque ch ose 1 n arnv . · ct'f la' ou cela
t:idiome \'idio comme une photogra h' m~e une photographie, ce . . . . • si 1·e su1s tres a ' ,
.1d1ome
. · ehose arnve 11 faut que cela m'arnve, meme . ... langue par la
veut d'mat1c1té
tr -s'i\ Y en a- est P te · .1e ne peux pas me vo1r · ...
. . 1 chose arnve º 1a ,
e en grec . ce qui n' arnve Je su is passif. Done pour que que que rt ·ne maniere On
aporie et nécessité . ce qui est propre· .d. est pas réappropriable;
1
1
angue, il faut etre quant a la langue OCI e,
d ·¡ d'une ce ª'
· tement docile. Et
·
ce qui m'est propre c~eg1qtue que ce qui est P. i iotes. Je poserais comme . . , . .é is pour étre, JUS •
d. .
it, ¡e sera1s le dernier ..
s ce que . ropre n'
ie ne Peux. Pas est Pas appropriable, peut mult1plier beaucoup d act1v1t s ma d'en parler, quant a la
s ª Pouvoir voir· mon style me réap . mon exp énence . . peu x me permettre
a mo1,. s1. 1e ti.vité mais docile. Quan
d
. 1on veut maintenant propner. Autrement d' un e extn~me acue je le re<;ois de la tangue,
atgue -le style suppose \'a se servir du mot s~~n quelque serte
1
angue, e• est une expénence .

po1nte; le style, c'est une Pcu1té, dans votre tex.t e d.e fa~on un p.eu plus
s' ap n 01nte J' · e- 11
quelque chose arrive, ou m'arrive, grace
. .
ªª
1 1
de quelque e
anghos'e de bon dans l'écriture,
et e haque fo1s que j'ai l'expénence .. sabilité ou j'ai déployé,
ph l~e e L~s styles de Nietzsche ~~ é.~rit un Petit livY a une question de , t d . d quas• irrespon . ..
a ique, a1gu de la pointe l . u l insiste be re sur Nietzsche qui e es ans une expénence e b'f'té de ruse de travc11I, d'actiVtté
Done \'1 . . e style c'est 1
ns1stance á déterminer l'id' .
aucaup
a Pointe av sur le caractere nat.ure11 ement• beaucoup de resPonsa '' ,
la chose me
'
soitvenuede 1 1
.'"'." .~ ' -.....
-
1orne en s,1\e,
h.
dansec1a'ª"
f
'1ue1te on écrit · m~1s pour que, au bout du comptedocilité quant a ,..
'9ure du style, so1t arnvée, ait affecté ma propre
et chaque fois qu'un b\.11' n1c1t n1'arrive cel,=i n1 est arrivé, d'un coup je m . c'est la m~me chose dans toutes les !ringues, avec des s1ng J r
écifiques a chacune- est troublante et permet de troublPr
c.s ,t ens, -.01la!. .. ». Le \t': a ~0ie par €'\eniple, j'a1 déployé beaucoup d: mais
done, sp e sais que je retrouve d ans 1P f 1ot de ce qui. me trav~rse ce q
trª'ª r.ia:s la chance de cette expre<.-s1on elle eta1t dans la langue et tout exemP 1e, J . ,
ce au n1•est arr1'\e, r' est a1 '!\e de la langue sans mon intervention, au me charme, ce qui me plaít et me fascine chez d autres que Je consrderf>
\)0ut au CC'"'ote et dof)c sans style Done quelque chose n'arrive que la ou a
comme des parents, des amis, des ancétres travers le rnonde magnrf1que
ie st\ 1e est defait en quelque sorte, en déroute; ce qui arrive met le style de la littérature en fran~ais, et pas seulement en fran~ais puisque, souvent,
en deroL1te. il y a toujours plusíeurs manieres de vivre la déroute. On est je me sens en rapport d'alliance ou de reconnaissance avec des auteurs
dans la deroL1te devant la langue, done on su bit, on est affecté, quelquefois qui écrivent en allemand, en anglais ... Ce que 1e chéris c'est tout ce qur
on se sauve et chacun a sa maniere de perdre, et la, les lecteurs déstabilise. Ce n'est pas justement de la désarticulat1on, au contrarre, c'est
reconna1ssent; voila comment il enregistre sa déroute, voila comment un tissage ... Je me permettrai d'utiliser des termes de rhétoríque, de
+inalement 11 vit sa passivité, sa docilité ... , voila son style, si vous voulez, sa poétique: par exemple, la capacité, la compétence amphibologique de la
s1gnature Mais ce n'est pas le style calculé, décisif, autoritaire et pointu. langue est quelque chose dont je ne peux pas me passer, et done que je
favorise, non pas que je le programme ... A la limite nous sommes tous des
~· c. Je ~éfléch1s •. pare~ que je cherche quoi ajouter a ce que Jacques amphibologistes lorsque nous parlons, mais en général nous avons
.'1ent de dtre et qut expnrne rna propre expérience. tendance a corriger, a éliminer l'ambigu'ité.
. D'~bor~ je re~1ens sur la question de Mercedes pour buter sur le theme Pour en venir au monde que Jacques a mis en lumiere, en général on
oe la desart1culat1on de la langue. Jacques a -et Je . l'en remercie- pris en cherche a faire, a ranger, a classer, a décider, alors que les ressources de ~a
charge toute la question du 5tyl · ff . langue sont, au contraire, du cóté de l'indécidable. Mor, Je surs tres sensi-
ni . e qui, e ect1vement, n'a pas cours pour lui
pour mo1, ma1s cela n' excl t 1 h. ,. . ble a cette ressource et quand je se ns qu'elle déferle devant moi-puísque
penseque lacques écrit 1 d u .p~s et .eme de l 1d1ome ni de la langue. Je
comme on pourra·it d. e er~idien qui est extremement difficile a définir, le phénomene de l'écriture est de déferlement précédant, l'auteur suit, et
tre que R1rnbaud 1 1 · · · · 't · ·e peux dire c'est
méme des tangues il y . par e e nmbaldien ... Ce sont quand de plus en plus je suis convaincue que celu1 qur ecn , si J . • .
· · a une créat1on d 1 . . . ·t t moment ou Je su1s le
¡ustement, ce n'est pas .d . e angue, mais comme il le dit tres 1e l1vre lu1-meme· lorsque je la vo1s se man1 es er, au . .
. ' . . 'b ·• ¡ ce mét1er de scnbe
que le derridien mais
0 ern a qui pe t
. . u rend re compte de ce que e' est scnbe Ge dis toujours d'ailleurs que Je su1s le sen e, J
. .
ª
d . ) · e m'oppose pas, au
d' \\ nous qui le hson D
ª' eurs. d'en fa1re le port . s. e temps a autre je m'efforce, qui note ce que le livre est en tra1n de pro uire Je n
· f · dé er et qui
. f .t
ª' que
/'acte
Possi b.'1.1tés de tra<;age d ra1t et ce. .n'e5t pas fac1le, .
mais j' aper<;ois des contraire au trouble done a tout ce qui ait rap . h · de la
llDésarf \ e son orrg1nal'té ' • . , as la ph1losop 1e
icu at1on», ¡e m'éloign . 1 · de sa singularité absolue. de création da ns la littérature -Je ne separe_ P . st producteur
fa<;on par erais de ce m ..1 I' , t· d.15 ons l'ecnture, e .
• exemple, dont moi ¡e ""e . ot, ' ne correspond pas a la 1tterature en disant cela-, en in . st glíssement dans
par 1a langue
disa·t
1
· ·•• a1sse em
• parce que c'est quand . Porter, entralner, enchanter d..1ncert1tudes.
. .
Tout ce qui est anaco u '
/ the tout ce qui e
f · · ·e peux dire et
· c'est a1a OIS, 51 1
' 1acques tout a l'h meme cel 11 f 1es temps, énallages ... tout cela, chez moi, . nt 1·e ne vais pas le
train de cond . eure est abso\ume
u1re. on ne -11
ª· aut dire que ce que
nt vra1 o , • 1 a d' e que ce a v1e '
/
afait mystérieux , P ote pas, on este t •· n n est pas devant en Je veux le dire. spontané, e est- - ir . est accompagnée d'une
. c est une e é . n ra1né p chercher, mais la spontanéité qui est la n:'~nne is en train d'écrire, il Y a
ainsi. Je reconnais rétros xp nence, d'ailleurs ar un flux. C'est tout
simultanéité de perception: au mome~t u Je s~ le temps de la rédaction,
0
me le fait remarque 1petct1vement, en me reto, bouleversante. mais e' est . t etre s1mp 1emen I
. r, a a<;on do . urnant ou b' . un décalage infime, qui est peu - le papier. et dans ce déca age
ensu1te fait texte dev nt Je suis Port ten parce qu on . se poser sur '
. ant mo1 re<; t euse d . le temps que prend ma ma1n pour d e qui est en train de se passer,
c1 est peut-etre une grand d. ·t º' ou hérite de r e cette langue qui .. . compren s, c J ues
d' e i féren essourc J entends, je ne dis pas que Je , t accordé, ce sont des gAtceS. acq
autres textes que les miens et .ce entre nous- ~s et alors celle-
pas seulement la langue f . qui relevent de la f que Je reconnais da ns et au fond je l'encourage; cela~ ~elque choseqµi 4t1
ran<;a1se, bien sür ac;on dont la 1 parlait de chance tout a 1heure. q A. -
· en ce cas 1 angue - . . t· de ternp5 cr au~...
ª langue fr · e sollicitée mais qui v1en '
· textes par ca>ur , ma1~ rno1 je dir-315 plutOt qu'elle e t
sic¡nifiants, et la s.econde ou l'autre l est-a-dire la témoin ou le témoin qui . conna1s 1e 5 . ,
et ¡e . t y a des dictons, 11 y a des red1tes, ma1s en général, e est
s~it ceth? cotir>e de 1'ecriture le notant, l'encourage Que veut dire · consc1en e. 11
in t nsmission d'un trésor d'une merve1lle qui descend de générat1on
encvt1ragef~ D aboro, 1.. est ne pas :e retenir, ensuite etre dans une vigilance plutót 1a ra , . .
· n de texte en texte et qui ref a1t chaque texte d1fféremment,
.:i.it fait qu'un effet o e;isen1encen1ent. dans le texte, va etre entretenu en généra t 10 , . . .
rnultit'1e· c'est con1n1e s1 en mo1, une sorte d'auxiliaire de la multiplicatio~
· déplace qui ré1nscnt qui greffe et qui transpos<:? ...
qui se ' '
souvent cela passe, non pas par une désarticulat1on mais par une
ues effets etait tout le temps au travall
articulation, par une forme syntax1que, par une expression, une phrase
a
11 •aut aire auss1 que ¡e cro1s beaucoup 1' apprentissage, je su1s une
ui ricoche de grand texte en grand texte d'une maniere absolument ad-
ac-c·ent1e en ecnture, un pet1t peu comme quelqu'un qui joue d'un instru-
;1ent de n1usique, je penseque quelqu'un qui écrit ne peut pas se passer,
~irable. Alors ce qui est le plus intéressant, le plus fasc1nant, le plus
justernent, d'un exercice comme le pianiste ou comme le violoniste, c'est- nécessaire, c'est une forme d'audace; dans la pratique JOUrnalistique ce
a-d.re que si on arrete l'apprentissage on perd aussi une expertise, une sera corrigé par le rédacteur, par centre en art littéra1re, en écriture, on se
finesse, et qui n'est pas de l'ordre de la rapidité de l'exécution mais de a
gardera bien d'essayer de ramener la raison un texte dont la vítalité est
l'exerc~ce de l'oreille et de l'oreille mentale. Alors, cet apprentissage-la je a
justement qu'il échappe la raison, qu'il déraisonne sans cesse, ce qui ne
~e prat1que ~epu1s des dizaines d'années par plaisir et par nécessité, comme veut pas dire qu'il est fou, meme si cela fróle la folie. Je donne un exem-
¡e rnangera1s, ~o~~e je boirais, comme je dormirais, comme je reverais, ple: dans La víe de Henry Brulard de Stendhal, il y a un chapitre qui
et aussi par d1sc1pline. Je ne m'exerce pas abstraitement mais je suis au commence par le premier souvenir du petit Henry que je suis incapable de
papier
, · .comrne par beso·in d' appro f ond1r · et d'aller plus loin dans vous réciter, mais c'est plus ou moins: Mon premier souvenir est d'avoir
1 explorat1on des ressources d ¡ 1 mordu a la joue ma cousine madame du Galland, j'étais assis a coté d'elle,
. e a angue. Alors, par exemple l'idiomaticité
f ran~ise, pu1sque e' est \a · , ' elle était tellement grosse et rouge que je la mordis ... Ce qui est magnifiqu~,
la pratique de \'a té . ~ue Je m exerce, propose quelque chose comme
n pos1t1on en franrais· j·e . . . bien sur, c'est que dans le courant merveilleux et condensé de ce souvenrr
vous vou\ez pendant . . " , ne 1e grammat1ca 11se pas, s1
· que Je 1e prat1qu · · d'enfance, on a le petit gar<;on de trois ou quatre ans qui est assis su: un
effets d'accentuation d'' . e, mais je me rends compte que des
, 1ns1stance qui t t . . pré a coté de Madame Pisen du Galland, mais dans la phrase qui suit et
engendrés par des formes F . ' on sens, bien sur, sont produ1ts, • . . d nnartrez d'ail/eurs
.
¡e m aperc;o1s en \isant
a1sant cela d'a'll . . .
• ' eurs, je rejo1ns une trad1t1on,
.. grace au flux possible que le f ran~ais accor e -vous reco
. . , ¡· ... ce moment-la dans la
ma prat1que· de \ecture- -<:ar rna pratique d' ecnture· · est indissociable de 1a t echn1que cinématographique qui s app ique 0
.

quel h que cet exercice · · · langue: brusquement, gros plan!-, en f ait il est assis a coté de la 1oue,
que e ose qui a été prar é pian1st1que ou violonistique est , d d enue une énorme 1oue.
du Proust o d iqu par tous me5 éd . e est-a-dire que madame Pisan du Gallan est ev
. u u Rousseau ou du St pr écesseurs. Si vous hsez ·u d la littérature parce
meme
. expér· . la rnern
. . . 1rnentat1on. endha\ vous retrouvez exactement la et le petit mord dans la joue ... C'est une meNel e e . . t
• ene c3 la fOIS ree 11e e
d1spon1b1llté \ e recherche \ • que, en une petite phrase, appara1t toute une se
singularités 'da rnerne réceptivité a ce .' a rnerne ouverture, la meme
e \'1d1om ( QUI COnsft 1ue \es nchesses
· fantasmatique, par un tour de langue. , t e la langue
tout á l'he . e. ela ne sign·f· et les dit done e es qu
ure éta1t év·1d i ie pas Ce que cet art, que nous exerc;ons, nous '-la cette efficacité-
du Rousseau ou emment essenfiel -€t ce que disait Jacques
· que Stendh ¡ - que fait voir. elle fait voir, elle fait penser. C'est cette lang,ue 1 ' possi.ble c·est
on pu1sse rec.onna"t ~ fait du Rousse .par exemple Proust fait e Pus
dans la langue htté
1re tres bien d
· ans ces t
au. bien ·.
que s11 on est exercé,
1
a de la langue que j'aime et que J·• essaie· de libérer ·
, t 'ntéressant de se dire
,
ce qu on appel\e \'1ntert
ra1re une t . extes-lá 1
r.ansrn1ssion qu· . a transmission. 11 y a aussi ce que fait Jacques ?ans s:s textesel~; e~i~o~ophe, parce qu'on a
f . . extuahté \ peut et cela, surtout pour quelqu un qu on app p pour un philosophe que
a1t, e est la rnémoire l quand on eºt d re consciente -c'est 1
"é 1
· a angue " ans 1· certainement tendance a penser. beauco~p ~,usa go% de martrise Et ce
1 cns ¡e parle franc;a1s po 1 est a la fois to t université- mais en . . parts d'actron 1 Y •
mé . ur a pre e u e ne , pour un écrrva1n, que da ns es. 1 . t dmirable c'est que, finalement,
mo1re fabuleuse qui est m1 re fois et uve, chaque fois que
so1t c.on . · en rne qu'íl d1sait tout a l'heure est vrar, ce qur es ªchose qui est peut-étre déran-
sc1ente -¡·a1 1 rne temps elle a une
es étag..,res
"' devant moi il est porté dans sa pensée par la langue,

82
·magina1re oui n'ex1ste f)3'), qui n'a Jdmar~ P.J!IS'• IP h
oea"'te ~· on veut ab~~ lun1ent croire que le philosophe est n1artre a bord P ersonne1 ', .
une ommunauté inavouable, et 1e voudra1s conf1rmPr t
~ ors s1.1r ce qui serait le stvle, Je le reio1 ns con1pleten1ent. J'éta1s ¡ntéressé~ fle d'une c
t0Jt a\ heure par (e QL!t' tll d!So 1'- la(QlJeS. a pí0p0S des différentS livres
'
impress1on
a
. qui est tout fait triviale, frivole, ma1s c'est la 5eule or'"il>• ,r
.
et aes oifiertintes factures. Voila une chose qui da ns mon histoire d' écriture, ., ·de poser cette question. Je m'excuse si Je su1s 1mpert1nPnt
que J a1
5 .e t't'U\ d re 1ad' n1e genait, j'ava1s une sorte de honte parce que je me
0 sa 5, choque fais que je change de hvre -non, ce n'est pas vrai, chaque
H. c.: Alors moi, je dois répondre a une question qui n'est pas fnvo'e )P
: J s .::.h? e cliange de d1rect1on car pour moi un livre est une direct1on, vais tncher un tout petit peu parce que je ne suis pas sOre de pouvo r
e est cue'que crose qu: va e est quelque chose qui s'en va et que je répondre honorablement a cette grande question qui renverrait a la pre
::0~-:su s-, 1e 111e d sa1s ma1s c'est terrible, je n'ai pas de style. Dans la des questions, c'est-a-dire pourquoi on écrit, ou qu'est-ce que cela s1gn1f1e.
r~~.ete de mes commencements Je regardais et je me disais: mais chaque Je crois n'avoir jamais pensé que J'allais trouver. pourquoi est-ce que
i\'fe s'ecrit tout a fait autrement; il obéit absolument a la nécessité de j'hésite, c'est que je sais que tout a fait au début de mon temps d'écnture,
ce:.e quete pu1sque chaque fois il y a une quete, un questionnement et il dans les premieres années, j'ai eu un sentiment tout a fait exaltant et en
iaut bien, a ce moment-la, que les moyens de poursuivre cette quete meme temps redoutable de trouver, j'étais dans une telle nafveté parce
s'adaptent a cette quete. Je ne peux pas traverser le désert en bateau, que je trouvais! ... Enfin je faisais des découvertes. J'ai été sa1s1e de panique
ª.10 ~s 11faudra bien que mon texte fasse le chameau. Tu utilisais tout a et d'une panique mégalomane parce que je me su is dit, mais sí ~a continue
1 heure le theme de la doc·i·té 1
. 11 , a ors mo1· ie
·
reprendra1. celui de la soumission: comme ~a je vais tout trouver et je vais tout savoír!, tant c'éta;t
on est soum1s a l'exigenc d .
e e ce mystere qu1 mene et qui réclame les apocalyptique, j'avais l'impression de découvrír, de découvrír, de découvnr
moyens E.t ces moyens o 1 . .
on est m '. n es improvise, on les improvise sans arret. Alors et j'avais une illusion infantile d'arriver au bout. Et cela étaít pour moi
11
e1 eur improv1sateu 51. .
d'experience non P r on ª une prat1que pianistique, je le sais quelque chose d'incroyable, je ne savaís pas qu'on pouvait arriver au bout;
· as parce qu'on m "t 1 · .
plus grande souplesse , ª nse m1eux mais parce qu'on a une évidemment c'était une erreur majeure et je me suís rassurée e~
, parce qua ce mo 1· I'
ce qui va devant moi ment- a appel en provenance de m'apercevant que c'est interminable et qu'on ne trouve jamais, ce qui
1 rap1de et c'est ·nd· re1;01t une répo . .
Pus 1 nse verbale llngu1stique beaucoup n'est absolument pas décourageant. Par contre, le besoin de chercher qui
· 1spensab\e. ' · toute écriture quelle qu'elle soít: philosoph1que,
· · rt1 teraire,
· · est le
anime
signe de la vie. Ne p~s chercher, ne pas avoir besoin d'explorer... ~e/a ne
Autour de \'identité et l'é . sig ni·t·1e pas qu'on ne trouve J·amais rien, ce 1a veu t si·mplement d1re
E . cr1ture . que
nr1que Lynch J' ai deux . · . . • · • t d ·passe, non
et de \'identité· A questions tres bre . sitot trouve sitót dépassé sitót aper~u, s1tot entendu sito e 1e
as , rt st une ouverture sur
avoir entendu ci· dorna d1t que la patrie d ~~:· ~ u~e apropos de l'écriture P mort! mais chaque moment de découve e e
en écnvant Mire aHélene C1xous que s"le ecnva1n est I' écriture; je erais Prochain inconnu . . · t
a1s ie su1s f 1Ya une 1 ·d · . . d ·ere vert1g1neuse, e es
déconstruction dé rappé Parce qu . ent1té il faut la trouver C'est infini, et ce dont on s'aper~oit e mani a1 ·chesse de ce
. montre ou e rno1 je .
pu1sse se fonder text montre c'est : croya1s que ce que la que si on veut rester dans un mouvement qui est fide~e a n ·e ne sais
déconstruction mo"tue11ement-. ·¡e veux dire qu· 11 n· Y a pas d'identité qui· qui· nous est caché, d'abord il faudra1t. avo1r· quinze vres d'-non, J
-mille- pour
. " re c· est q que s"t
une exphcat1on a propo d ue ce texte n'a 1 Y a un texte, ce que la rnÉ'! .
me pas pourquoi je dis qu1nze, cin
· quante et une, 1x
, méme temps notre
E s e cela Pas d"d . .
t pour J Derrida ¡'a b · 1 ent1té. Je voudra1s a~compagner notre vie qui est i~épuisable~ ~:,~ue~~onne qu'tl condition
dois etre tres bref. ¡·a', d ' eaucoup de C\Ue . vie, da ns sa simplicité ne nous revrent comm d légende. Sil<~;
bana\e e' onc cho1si u st1ons a
\" . est a propos de Mau . ne C\Uestion f . vous poser mais je que nous I' ayons éco~tée, que nous ayons enten f. u,;aPfllP'.
1mpress1on que Blanchot c'est rice Blanchot ..nvole, si vous voulez
' cornrne B0 · cxcu ' . . td'~
ª'
et Pour cela il faut 1·ustement l'écrire. Done, en
urbak,¡ N·1 sez-rnoi mais j'ai Jarnais qu'une fac;on de célébrer la vi~ e
• co1a s Bourbaki; c'est qui sont des millions, des millions. D all
84
I" I" rr"c1··~tirnent ou on ne sr trouv< pd1, ' ,f p '
. se trouve c1, ,1 t; ~ ~ -
'1€ oou\'e: pas 1111agine • pa~ e\en1ple, je vous .confíe que chaque année n1ais on · sur le tapis voldnt Je SUI'> 1~ et Je n'Pn fJP 11. pd, r •"'ltlr
Q..ia..,d a· ~"Tlt un l\\re -q.11 s'e'-t ecnt, c'est-a-dire que ~e hvre s'est écrit-, 'on se trouve -
qu d falt que ie su is né juif d' Algéne, qur Je su1s nP dans Id ldn'1 1
éo~ ...\e une satt~•,1 ct.on j'a1 l'in1press1on d'avo1r vecu Ensuite je me compte, uourquoi ... ? Et tout aura été déterminé par c;a, Je rnP surs trr; JJP
oen1o'ldt> q, est-ce q,11 \d arnver. Quel est 'e texte qui va surgir? Je n'en ai tran~a1se, P . , . .
la langue franc;aise ... mais ¡e ne m y su1s ¡amars trouvé, év1demmpr¡t,
a..cune ~e¿ r.'a'5 pas la n1oindre et d'ailleurs 1e n a1 Jama1s le moindre a
~ª~e m'y suis jamais trouvé mais je m'y suis trouvé, voila. Et c'est entre e,:.:;
5
Pe-!'\ e re sa·s nen sur le ltvre qui va venir nen Jamais. Simplement je
deux fac;ons de se trouver ou de ne pas se trouver que, comme c;a se trouve,
ore".:>S ··'eS bagages, littéralement, !e prends mon pap1er; je suis
.O\ .::er-~1.:"t dans des conditions favorables, Je ne su is pas en pleine vi lle
on dit en franc;a1s, on écrit. \:a se trouve qu'on écrit parce qu'on re se
Ja-:.5 :.i1 a;,itobus r.iais dans un espace porteur, disons que je suis sur mon trouve pas ou on veut se trouver. Quand vous arriverez tradurre, éJ a
ta~'S v0 ant et IJ1 dis «va, va ou tu veux». formaliser tous ces se trouver dans un systéme complet, vous aurez réuss1
C'.:st v•ai qu'il s'agit d'identité, mais je préférerais le jouer anagram- Je tiens que ce n' est pas possible, que par exemple, on ne peut pas produrre
"'ª~'aJement. ¡e préférera1s que ce soit dité, déité, quelque chose de une formalisation complete, on ne peut pas atteindre la complétude a
ser1blable. Je ne pense pas arriver jamais aun but mais cela s'accompagne d'une formalisation de tous ces sémantemes du se trouver; et bien, tant
ae que\que chose qu'il faut aussi que je confíe, e' est que quand on a la qu'on n'aura pas réussi cette formalisation complete, il n'y aura pas de se
Slructure que ie su1s en train de décrire, on ne peut pas s'arreter d'écrire. trouver trouvables, c'est pour cela qu'on écrit et c'est pourquoi Oíl est
J'y_ ai souvent pensé, je sais qu'il y a des auteurs qui ont pu penser ou tous apatrides -et voila pas de patrie- parce que la ou oíl écrit 11 íl'Y a
eíie~uer .un arret d'écriture, pour moi c'est impossible, c'est tout simple- pas de patrie.
men, ~ndis~ooable du mouvement, de la cadence de mon existence et Alors c'est pour cela que Blanchot -parce qu'enfin, la, j'ai répoíldu
done ¡e su1s amenée a p ..
d' enser qu 11 Y a un rapport que je n'ai pas fini de fa~on illégitime a la question qui ne m' était pas adressée, j'ai traílsgressé
1
I' e:. or~r en;re ~a ta<;on d'habiter le monde, d' etre da ns le temps, et a
et je reviens a la question que vous m'avez adressée moi, que je me
o igat1on d écnre comme si . d .
mélangé avait be ' d ie evais, comme si mon etre compliqué et trouve avoir re~ue de vous, qui est celle de Blanchot-Bourbaki-, vous
so1n e créer devant .
de terre -une terre a ' . mes p1eds, le morceau de terrain, connaissez mon intéret admiratif et mon attachement pour Blanchot, mais
vec eau et a1r , .
auendant justement le P - ou ie me pose provisoirement en je vous dirais que quiconque écrit, que ce soit /'immense Blan~hot .ºu
as su1vant.
quelqu'un d'autre, sans nom, il est Bourbaki, des qu'il Y a de l'é~r'.ture Y
11

.l. D: le ne su1s pas d' ªde l'anonymat, on ne sait plus tres bien qui est la derriere, qui signe. ils
accord avec e\I . · haque
sais pas, ma1s elle a tout t e. Je crois qu' elle a tout trouvé je ne peuvent etre un ou plusieurs et comme on est toujours P1usieurs, e.
lequel 11 rouvé ... a co '
. e e se trouve, parce nue
sa1s pas com "' POur trouv 1
mmencer par le tapis volant sur
.
é · ·
cnvain, chaque signature... Prenons les grands noms qu ci~ s . ª • · é Helene:
ment vous traduisez \'ex
se t rouver, on ne
. er e tapis et se trouver... Je ne
press1on .
Rousseau, e' est une énorme société a responsabilité illimitée, 11 Y Je neª
sais cambien de Rousseau Rousseau c'est Bourbaki, et Stendhal ª~ ~ ' et
5 1
«l'éc t se trouve iarnais M . . ((Se trouver» en catalan ma1s
. ri ure est la patrie. » . º'· ¡e ne dir . . . ' Hélx . ' . . n'est pas le pnv1lege
v1e, 1e crois e t · ie ne rne suis . . ais 1ama1s comme Adorno -:ne C1xous alors c'est Bourbak1 pu1ssance n, ce .
cn out cas 1· é · 1arna1s s · d ' d tre quest1on-
pas á une identité· t ·h enture ne part P ~rvi du mot patrie de ma e Blanchot. Maintenant-quand meme j'ai bien enten u vo b k. pécial
dans l'obligation d. el cd. aque fo1s que 1·e ......as d ~ne identité et n' aboutit Blanchot c'est un Bourbaki a part, il a produít son effet Boubr kª. is. a un.
e e 1re ¡e 1· ·, . ··•e su1s t No . · BI nchot est un Bour a 1qui
dans Circonfession ¡'a · ª' 'ª't dans L rouvé en situation ou us sommes tous des Bourbak1 mais ª k' 1 mathématiciens et
. · ' marqué.., . e rnon 0 r1 .
si 1autob1ographie sun"
r
"ue 1ustement .1 . ngu1sme de /'autre et
,..,..ose une id . ' n ya , . norn: Blanchot, et il a réussi ce q~e les ~;~~~:o~t ~~mbreux, on ne sait
aconter. dé1101ler ou si elle.
se
ent1té Préal b Pas d autobiograph1e,
.uppose q · a \<> • ccetera o~t réus~i •. a légitimer leur s1gnat~is finalement il y a une signature
const1tuer. ¡e n'y croís na• O u une ident·t"- que 1 on va exposer. Pas tres bien qui, 1ls se sont succ~d~s, mBlanchot a réussi aussi, sa stratégie
"' •· n ne se trouve ' "va: au bout du compte, Bourbaki le nom propre Bourbak• existe. . n pourrait #en tvut
Pas. n1 a d . • long discours ma1s o
u é):>ut ni a la fin, -ie ne vais pas vous imposer un
86
. du retrait afin que ce retrait se transforme en présence, en
un semina1re sur la strategie Bourbak1 de Blanchot- passe par ce qu'il stratég1e
ecnt, la fa~on dont i1 ecnt. son histoire et meme son rapport, qu'il a réglé hyperprésence.
avec beaucoup de r1gueur. a l'1nv1sibliité, l'absence de photographie, la
distance par rapport aux champs médiatiques, la fa~on tres subtile, voire,
Autour de la circoncision et de l'écriture
ciiraient certa1ns. perverse de cap1tahser tous les bénéfices. Blanchot, il est
plus Blanchot que tous les autres, done il est moins Bourbaki que tous les Marie-France Borot: Au début d'un tres beau livre au t~tre polyphon1que_ et
autres, prec1sément parce qu'1I a tres bien organisé son anonymat, son provocateur qui est cons_acré a J~cques Derrida, Portra1t de Jacques_ Derrida
retrart, sa d1sparit1on qui est de plus en plus envahissante et immortelle! en Jeune Saint Juif, Helene C1xous, reprenant un theme de reflex1on
On pourrait, avec sympathie ou sans sympathie, avec compassion ou avec privilégié chez Derrida, nomme l'opéra de la circonc1s1on, mot qui
cruauté, analyser ce que Blanchot a calculé et réussi pour produire son poursuivait un autre: la concision, c'est-a-dire un travail d'écriture. Pourriez-
effet Bourbaki mais qu'il signe Blanchot quand meme, il veut que ce soit vous -et ce vous est pluriel- développer ce líen circoncision, concision,
signé Blanchot. C'est une communauté, alors a partir de la on pourrait travail d'écriture ... Si vous le permettez, tres rapidement, je précise ce que,
analyser naturellement la société Blanchot, Blanchot & co -signé moi, j'ai un peu entendu. Le rite de la circoncision -qui selon Spinoza,
Blanchot-, a partir des a?uvres de Blanchot, mais comme il a influencé assurait la survie du peuple juif et par lequel l'enfant juif est introduit ala
~ea.ucoup de ~o.nde, que beauc~up de gens ont écrit sur lui, sont ses communauté par la perte, l'abandon de sa livre de chair- marque
ériti~rs, et pu1s 11 Ya ses adversaires aussi, tous ces gens-la eux-memes l'ouverture a l'autre et donne a penser qu'une communauté symbolique
const1tuent un consortium considérable mais qui n'est pas dél imitable parce se constitue du partage de la perte. Le travail de la lettre qui fait bord -et
C\Ue ce consortium Blanchot ·),, je reprends une expression d'Hélene Cixous dans Le jour oú je n'étais pas
L" . . emp1t:te sur ou est empiété par un consortium
1::v1nas, et pu1s un consorti M 11 .
et puis un consortlum Kafkum ª armé, et pu1s un consortium Heidegger, la- au blanc sans frontieres est aussi fondé sur la coupure et la perte.
(\uelle est la place a... Les terntoires ne sont pas délimitables. Alors Dans ce livre meme , Hélene Cixous institue le «petit mort, commandant
. . .
· C\Ue1est le dési d , fantóme de I' écriture». J' aimerais done vous entendre sur crrconcrsron,
énorme (\uestion sur r u nom propre la dedans ... C'est une
1ªC\ue11e Blanch0 t é ·
remar(\uables sur le dés· d' a cnt des choses d'ailleurs tres écriture et partage de la perte.
. , ir anonym t 1 .
dés1r de mour1r, \'imposs·b • ª · e désir de d1sparaitre, et meme le
¡··1 .. ' 111té de mo · 1• .
~poss1b1hté de ne pas etre unr, 1mposs1bilité de disparaitre, J. D.: Qui de nous est plus autorisé a parler de la crrconcisíon ...
81
e est <;a \'eflet Bourbaki d ,anchot, et cela aussi il l'a signé Blanchot.
ans eC\uel nou5
sommes taus embourbés. H. C.: Je ne veux pas répondre sur la circoncision, d'abord ~arce ~ue,
H. C. Juste un mot pour . pour l'aborder ils nous faudrait des livres, des livres, et des lrvres; e es,,t
n· as pas dit 1 ra¡outer a ce C\Ue t . . · ' dé rir qui m'est venue a
m~me 1 1 a ruse, c'est mo1 C\ui le d u d1sa1s sur sa ruse -enfin tu Juste une petite ehose que vous me f a1tes couv ' .
1 aut se d1re C\ 1s- et \ · · 1· · • · é a la fin de votre questron
soc1été \\ . ue B\anchot tout
• Y a une soc1été BI seu\ n'
ª cap1talisation. Tout de
. et
esprit en vous écoutant quand vous etes arnv e
'
. . d l'enfant
. . 'ét 's pas Ja et l'hrstorre e
par d'innombrab\
es ac\lonn
anchot ma1s cett aura1t pas constitué une
e soc1été . . rn
que vous avez cité Le jour ou ¡e n
f ó
ª' .
de l'écnture -e qur
t ·ne m'était
sont lecteurs de Bla aires C\Ui ne sont est auss1 const1tuée ort qui devient le commandant ant me . c'est u'apres tout, peut-
Pas venue a l'esprit, que done je laisse venrr-, m re~dra pas parce qu'il
ne11ot e· est 1 Pas né . .
de Blanchot e'est · a société ent),, cessa1rement ceux qui
une énoim 11::re C\u·1t
etre que ... Mais je pense que l'assemblée ~e-~~d!s Le jour oú je n'étais
.
tiouve absoluinent , e C\Uest1on ce\I rava1l\e a I'a nonymat
. ¡,a:-.s1onnante · e du r t .
pu1sque nous avons deux .et nécessaire º\ e ra1t, du repli, que je
1
ª
faut avoir lu ces livres pour voir de quoi ' ~. 9 ' · lle l'enfant niais et qui est
Pas la il est question d'un petit enfant que!ª~~: ou assez longtemps pour
pare ,1 ou tro1s an . º anchot .
e qu ' Y a G1 acC\ auss·, l cetres C\ui 0 n est pas le seu 1,
1ranc:;a1se sont des personn " es deux nonagéna nt ch o1s1 ce stratageme, un enfant mongolien qui vit pas assez l~ng ece a la vie et a la mort dans la
es (\u1 ont ires de 1 . . qu · · donne narssan
eu. Je diraís 1 ª scene littéraire e son existence trans1toire f hement j'ai honte de dire une
· a fo rce de choisir la famílle -pour aller vite, parce que ranc ·
88
réponse concis<~. En revanche quand vou·, vou, (:itP ri ti
:-hose pare \e rar \,\."lntre, dan:- ce que \'l)lJ5 d1siez, n1'est apparu qu· apres pour une
"" nous avez achernin<!S, r1Vec l)educoup d'outorrtf~, VPrs Id pprt
tout (e pet t enfart da!1 _on ablat1on, car c'e<;t un enfant. comrne j'ai osé vous ncision comme perte, mo1. - pour en par 1er d' d bor d trrvra 1f'rr1Pnt, '1pr
éC"' re dans re 1\Te \\n1al e('nt», en n1en1e ten1ps repousse' évacue d 'abord circo . . 1 ,
·e dirai des choses un peu mo1ns tr1v1a es, J espere , ce quP JP rP n
e-._-ritú"'E: p\'1.1' tn redo·1ner heu, pour r edon ner départ a I' écriture.
10..t 0 . n roup !e n1e suis dit: s 1usten1ent ce petit enfant-la était ou
~ans la circoncision peut etre de la coupure, de la douleur, une sens1b1f 1:,at1on
qui malgré mon grand age n' a pas totalement d1sparu, des choses trtas,
r eta~ ~.:-nne d autre qu'une sorte si Je peux d1re, de prépuce féminin
e ~~: n10rceau de charr qui dans le rite de la circoncision a cette qualité
tres cornpliquées, mais perte non, perte non, je n'a1 pas l'1mpress1on q ;'on
m'a enlevé quelque chose. C'est une autre h1sto1re, peut-étre pire que la
0~ cet".:€ aefin1t1on presque ind1cible. pu1squ'1I est, a la fois, s1mplement un
perte, peut-etre traumatisante, je pense qu'il y a du traumat1srne le trau-
re'ti.:t. Jn ciechet, quelque chose qu'on aura enlevé, et en meme temps il
::s: e contraire, l'anneau sublime, l'al11ance. Done a la fois il syrnbolise le matisme et la perte ne sont pas équivalents. Done ce n'est pas l'ablat ori.
paCTe ave<: D;eu rna1s i1 est aussi cet anneau. Au moment ou vous avez c'est autre chose qui est peut-etre plus grave Mais alors quand, a partrr
~arle, je rne su1s d1t qu'il y avait peut-etre un rapport avec quelque chose
de la perte -dans un langage qui dev1ent tout a coup tres lacanien, tres
ae _ce qu se ¡oue dans la circoncision masculine, c'est-a-dire la coupure lacano'ide, disons-, vous faites du manque ou de Ja perte Ja condition du
qui e~ done concision, bien sur, d'un fragment dont le destin ensuite est a
rapport l'autre, du partage avec l'autre, la a la fo1s je vous suis et Je ne
:r'P
co 1t~ue• j acques en a beaucoup parlé et on en parle beaucoup, moi- vous suis pas. Je vous suis parce que je crois qu'en effet il se produit une
~:rne Je~ reparle car Montaigne, mon pere fran<;ais, raconte longuement expérience de ce type-la: entrée violente, dissymétrique dans la
~ans.so~ iournal de voyage en ltalie une séance de circoncision. 11 est alié communauté -dissymétrique, parce qu'il n'y a pas de contrat, on fait
cxpres a Reme dans une s . entrer dans la comrnunauté dissyrnétriquement- et la cond1tion du
oh surprise ' a
ynagogue, pour ass1ster une circoncision et,
a
partage, condition violente du partage. Mais ce moment-la, c'est ce que
' . e11e est exactement se bl bl ,,, 1 •
IJerrida· rien n' h
·
mª •
e d a c1rconc1sion de Jacques
ª e angé, les rites. sont 1es memes. - • , · j'ai essayé de dire, je prends la c1rconcision en un sens méta~horique
comrne 1acques dan e· Monta1gne decnt - général, done partout ou il y a de la société il y a de la circoncis1on Mais
s 1rconfess1on- 1·· t .
mohel, tantót de la ). , in ervent1on étrange tantót du alors, merne si on dit que cette 1nscnption violente est la cond_ition de
mere, 1 un se sub t't . ,
membre circoncis dans b s 1uant a 1 autre, qui prennent le , . auté meme sr on est
. . 1a ouche le suc t b . 1 acces au soc1us et au partage dans a commun 1 •
vin et, 1nversement dans M .' en , 01vent le sang comme du , . der d'appeler cela
le . , onta1gne on v01·1 d accord la-dessus, il f aut da ns ce cas-la bien se gar ..
petit pen1s qu'on vient d .
· . . e c1rconc s .
comment on met du vin sur circoncision au sens littéral et, par conséquent, etre tres vigilan.t ~uant 1ªu
qu apres tout 1\ y a inaugural ire. ouda1n me vient le sentiment . 1 /tures ou /es soc1etes ou es
pene, enf in qui ne peut m· ement a l'éenture · une perte qui n'est pas une nsque de dire «c'est seulement dans es cu . d' tres-,
. . d n exemple parm1 au
so1 et de so · . eme pas s' app 1 re1191ons -la religion juive, pour onner de u l'autre». A ce moment-/a 1·e
. . '· sa1s1e, captation d' e er perte, qui est séparation de
avec 1écnture. une Part de soi· avec laquelle on paie l'alliance que la on sait ce que c'est que le pa rt age . . . · e a l'égard de
. . ... /'é ard de la rel191on 1u1v ,
dev1ens beaucoup plus rét1cent ª 9 . . . Je ne serais prét
f .re de la c1rconc1s1on.
l. D. le vou1a·
af 1 . IS vous remercier de
ce que la religion musulmane peu t 1
... .
ª
d nait au mot c1r
. concision -ce que j'ai
ormu at1on de la u \\ ., votre questi . a vous suivre done que s1 on on . ans limites et méme sans
dire pourquoi le q e el aurais tendanc . on qui est tres belle, mais a t tension figura es 1
d . ne commente . e a résiste .enté de faire d'ailleurs- une ex . . thropologiques je veux dire, et
'une part; d' autre part ra.1 pas <<la livre de .r un peu, je vais vous limites humaines a la limite, sans ilmrtes an t a l'appropriation de la
Shakespeare que ·1· aim bce\a fa1t signe vers cha1r»' e' est tres exagéré, . 1 ·rconc1s1on, quan . . . .
quant au drscours sur a cr eligieuse -la rel1g1on 1u1ve,
qui. a beaucoup beau e eaucoup · sur laque\\"". une .extraord'1naire piece de .
c1rconcision da ns te 11 e ou telle culture r la 1·e veux garder toutes mes
ma1ntenant 11 y ·a en coupff
á no . -·"'J'a1me beaucoup trava1ller,
us d1re . . . d. par excel1ence-.
évidemment, osera1s-1e !fe hématique de l'élection, l'exemp ant
1 .é
.. . e et, des ch Je ne v .
c1rconc1s1on et sur Shylo k . . oses a dir a1s pas y rentrer la réserves, toutes mes réserves sur 1~ t .5 né je me uouve étre des Juifs, je
c , ma1s la1ssons celad: ~~r. la livre de cha ir et la
ote' c· est trap compliqué du partage. Je le dís en tant que 1e su• '
· trou\e etre ne juif, alors je
rne . le d1s plus librement que d'autres le f era1ent
. V. pRIMERA PARTE: S()BRE
e est t1vurqu0·Ja•avec .
la circonc1s1on un rapport tres compliqué
• . , . , comme
\vU'- a\e: pl '\o·r, a la fots de .asc1nat1on et de mef1ance ' de méti·a nce a
· LA LENGUA y EL DESEO
Naro Cl.i ci1sc0Jrs, de la ntualite_t\.lais en tout cas -je ne sais pass· ...
. : , • . 1 ICI je
ae·om1e 1esor1t aans lequel vous avez pose votre question- je serais 1
~err:-er a_ci:re que la circoncision. au sens littéral, est la condition ou e~
:oc.: cas ·avonse le partage Sr ce n'est pas ce que vous avez voulu dire
a~ors nous somMes d'accord. '

Acerca de la lengua poética


(pregunta para H. Cixous y J. Derrida)
Marta Segarra: Me gustaría empezar evocando el velo porque me
parece que el velo - «la palabra y la cosa» (CIXOUS-DERRIDA, 1998,
P: ~7)- es uno de los signos privilegiados de esta lengua «por venir»
(t~td., p. 7 4) a la que J. Derrida dedica tantas reflexiones}' que H.
Cixous pone en práctica en su obra -según Derrida. El velo me
parece una imagen muy poderosa para hablar de la relación c~n el
otro Ycon el mundo, para evocar o sugerir una relación con Ja alteridad
que escapa al círculo de la dominación-subordinación, puesro qu_e
conjuga Yconjura la mirada y el tacto. En otras palabras, las de Savorr

(ibid., p. 16):
. h b' · el mundo con sus
Pero en esta alba sin subterfugios a ia visro .
. . . .d d d · l y de Ja piel de1mun-
prop1os OJOS[ ... ]. La cont1nu1 a e su pie l milagro 1a d onacion.
·,
d o, el tocar, pues, era el amor, Y .d
ese era elos OJOS
. son' las manos
b1 0 que
iAh. ! la víspera aún no había d d 1 d r1cado racro d e 1a co'r nea,
sa
milagrosas, nunca había goza o de esas esas manos que ro can
d e las pestañas, Jas manos m ás P0 ero ¡· s No había sabi-
im ponderablemente los aquí cercanos y e!anºd. o· 1
. b e Jos Jab1os e 1os.
d o que los ojos son los la b1os so r
. · 'ón unilateral de algt111a 'r><Jlírica' de la lengua. I-:1 dom1n
(·Podríin
, (\)n1e11t.1r -a111bos- .. esta r1oción de
. . «n1irada otra» o la unposi.ci a por el poder de 110111lJrar, <le impor1er y de legjcjmar la
111¡nula-tact1.1 en rant\.1 qt1e rt·L1cL<.)ll '.º.n el Otro, .d1st~~ta de la mirada
[...) emp1ez.
denominaciones». . . . .
aprüpiador.l qt1e establece t111a relac1on de dom1nac1on con el objeto Si roda cultura es «colonial» y procede po.r «apro~1ac1Ón11 e ~Jm-
.
que se n11r~1.
~
ición» de una lengua, ¿cómo pensar el mult1culturalzsmo, por e1em-
Esta n1~1nera de acercarse al n1undo por el tacto de la vista está pos
lo? Por otra parte, en esta concepc1on· ' de 1a 1engua, esta
' c1ene
· una
en reL1cion con la lengua. si sabemos que «en hebreo lengua se dice ;.esponsabilidad en las acciones de sus hablantes, lo que se deduce de
labio» lp. :;:;'·J. Derrida afirma que «Savoir podría leerse como un la larga nota en Le monolinguisme en la que J. Derrida habla de Ja
poen1a del tacto•> (p. 37), pero tal vez podríamos decir que todo poe- concepción de la lengua (alemana) de Rosenzweig, H. Arendc y
ma. t~da escritura poética realiza este «amor-otro» (CIXOUS, 1975,
Lévinas, entre otros autores judíos. Respecto a la defensa que hace
p. 184' basado en la ~irada-tacto, ~~e es el ~nic.o «más allá» capaz
de sustraerse a la lógica de las opos1c1ones binarias (ibid., p. 132), , Arendt de la lengua alemana, exonerándola de toda responsabilidad
p.uesto que se nutre de alteridad, de lo(a)s otros(as) que están en m{
1
en la deriva nazi, J. Derrida afirma (p. 104):
sin que yo lo sepa, «nuestras mujeres, nuestros monstruos nuestros
Para que los «sujetos» de una lengua se vuelvan «locos», perver-
c(hacales, nuestros árabes, nuestros semejantes, nuestro; miedos»
p. 154). sos o diabólicos, malvados de un mal radical, la lengua ha tenido
que intervenir en ello; ha debido tener su parte de responsabili-
. La .escritura
l sería así el es pac10
· de la «no-coincidencia»
. . . ni con-
migo n1 con e otro, afirma P. Kamuf (1995) 1 al ' d dad en lo que hizo posible esta locura; un ser no hablante, un ser
en \as relacione h - o cu nunca suce e sin lengua «materna.» no puede volverse «loco», perverso, malva-
s umanas reales ·d' d l
poder, pero que pued . ' presi 1 as por e eterno juego de
. e ocurrir en el esp · al L . , do, asesino, criminal o diabólico.
as1 un «instrumento híb .d . acio textu . a escritura seria
embaroo permite en « r1 O» y evidentemenre «ineficaz» que, sin
o ' «ror1nar cuerpo l ¿Es el uso de la lengua-tanto en el ámbito de la literatura como
ser un lugar de goce. con e otro cuerpo» y de este modo
en el de la filosofía, la política, la comunicación corriente lo que
Pero cómo conc'1\'1ar . sería responsabilidad de los hablantes, o bien la lengua en canco qu,e
· · \'b
sion 1 eradora, y yo dir{ -s1
. les posi'ble o deseable incluso esta vi-
con a inc uso emb · d entidad llevaría en sí misma parte de esta responsabilidad? De ser asi,
L esta º.tra concepción de la e . riaga ora, de la lengua poética
¿no hay en esta concepción de la lengua, como en la de Heidegger, el
e monolrnguisn1e de f'autre (p. s~~)~ura presentada por J. Derrida en
peligro explícito de una esencializaciór1 de la lengua, de las lenguas?
La «escritura11 s{ d . . d ·d d de una complejidad
de apropiaciÓn ' es1gnaríamos así en H 1
e\\a de un l ~morosa y desespe' d tre otras cosas, cierto modo t l· Cixous: Esta pregunta · es de una· ens a • esponder modesra-
gan·1.a an\~rpoa a ra tan interdictorraa a del~ lengua, y a través de a es que requeriría un libro ... Por lo canco, voy aresco· un cruce encre
mente y de manera muy oblicua. Empezar é con
restaurar la \ensa y ce\osa de un nuevocomo d' l nter¿·icta [ ...],la ven- . · de ·ver: C uando se
forma (prirncr~uda,l cree a la ve:z. rei a testramiento que inte11ta el gesto de escribir y la pulsión o el movimientod . · es casi un
crorrnar\a, reformanventarl escribe, <·acaso no se escribe -en fi11, no debería ec1r «Se,,,que escr1-
.
l a, darle por fin una das las personas
F.sta «apropiac· r a, transfiormarla) [ ] germanismo
b , no quiero comprometerª ro ·no es un gesro, un des _
. ~ Es ribir
rece . . 16n» uc la \e
.i
··· en-, no escribo para ver mejor. c ' <í ra intentar para rra-
, pues, contradecir\ ngua que s· .
brc todo cuando J· l) err1d ª.concepción l'b ign1fica la eser1tura
. pl'iegue, un envío de mira
· das ª ore mí; anees
L pa en duda 'porque si
culcura es 0 ng1nar1an1ente
• · .
fi
acolonial
t erad
a 1rn\a un poco ora g
másyle_ozosa
me pa-
de ésta, so- ta~ de ver? ¿No es un intento de v;;; 0
Jaºe::C?c~ra intenta proveer al
existe un por-ver que hay que prov ' ·aJ tengo d sentimiento de
. l...) toda e Jos (p. 68): «Toda
u1tura se 1nst1tuye
· . por ver; de otro modo -Y para mí es esenc1 -
y uno de ellos, que además se llarnaba Mclchor, nos de-
escribir sienlpre et1 Ll osct1rill.llÍ, e11 u11a ceguera que no es una ce-
prob.lemas. ·qué es esa puerta de a11 á?». l:ntonces ~ . b
yo mira a en esa
~uera extr.lviante sino c011llt1ctora. cía siempre «e , .
::- Recuerdo h.1ber escrito tin pequeño texto que se llamaba Écrire . · , y pensaba «esa puerta, alla, yo no veo ninguna puerta» y Je
direcc1on . . ,
ai·eugle y que jugab;1 con el ~quívoco; es decir, por una parte, escri- dec1a,
, con toda honestidad: «yo no veo ninguna puerta, pero tu ¿ves
/ d , , , v d b ,. b
bir. un escribir ciego: sustantt\'O, y por otra parte el hecho de escribir una puerta?». El me.. ecia <~s1, s1, yo veo u~a pue~ta»: 1a e e1s sa er-
ciego. el hecho de escribir ciega ... Cegándose o de ceguera en cegue- lo los invidentes utilizan siempre la term1n0Jogia vidente: ven, en la
ra ~e 1y·anza hacia algo prometido, que se ha prometido como un le~gua se ve. Me intrig~ tanto este ver que yo no ve~a y que el!.os
aiuste. una captación más precisa de lo que se anuncia como algo veían, que fui a ver a m1 oftalmólogo, toda una autoridad. Le dije:
que se ha de ver o que es deseable ver. Entonces la cuestión del velo «Doctor, ¿ven algo estos niños?», y este señor me respondió: «Claro
aparece. desde luego, de forma constitutiva, puesto que, además de que no, señora, no ven absolutamente nada».
que en francés esto forma parte precisamente del trabajo de la escri- Esta historia ha sido el origen de algunos textos. Me dejó estupe-
tura y del trabajo poético, decir «velo» es lanzar y velar al mismo facta: «el oftalmólogo no ve absolutamente nada». Se hallaba en lo
tiempo el ver. Ve-lo, es también u11 imperativo: ¡velo! Velo dice velo decidido, no en lo indecidible; para él, ver se definía con precisión
que precisamente impide verlo, lo impide ver. Siempre hay, pues, por lo que podía calibrar con sus máquinas y lo que P?dí.a analizar
esta estructura doble, a la vez promesa, llamada, atracción y al mis- anatómica y genéticamente; y cuando yo decía que un 1nv1dente ve,
mo tiempo ale¡amiento, persecución, repliegue, y esto es lo que hace me consideraba como una tonta so.fiadora. Me dije <<resulta que ver
a~anz.ar la escritura, es lo que la hace correr precediéndose a sí misma impide ver», no-ver es otra manera de ver y así hasta el infiníro. J?el
. saber muy b'1en, a¿·1v1nan
sin · do -pues precisamente no se ha extra-
mismo modo, la escritura, se trata de ojos, pero de unos ojos especia-
viado del todo-, lo que podría aguardarle al final. Esta es una de las les; escribimos inventando miradas y ojos distintos a los que el oftal-
maneras en que yo concebiría el velo.
Tengo ganas de añad·. - , mólogo quiere reconocer como eficaces. .,
oco 11
una pequena anecdota que recordé hace Otra cosa importante es lo que dices sobre «una relacion con 1ª
P , puesto que estoy co . · b ¿· ·' uesro
concreto práct· d \ nstantemente en relación con el mundo alteridad que escapa al círculo de la dom1nac1ón-su or inacion P
' \CO e O que \l ft . . l . d l racro» · Como ru expo-
me ha enseflado rnu \ . amamos o almología: una ciencia que que [el ve1o] conjuga y conjura a mira a Y e
. . e 10 prcc1sament · . . ., . d , de una manera un poco
das \as ciencias l'néd' e por su ignorancia -como to- s1c1on es sumamente larga y rica, respon ere . fu d s
1cas y corno tod l d , 1· lateral, de refilón. Espero que entre vosorros ay h a miopes pro n o
co esta anécdot;\ \)orque , \ e as as emas ciencias ... Os exp 1- . . d
en m1. re{\cxión n1 uy• rn uy •en e .1ondo • \1ª s1'do un pequeño detonante . , . d · ar Ja experiencia en0
anttgua · . .. porque es una experiencia d1f1c1 1 e comunic 'd . barcro un
rente a\. no ver, a\ v.cr... que no 'casi prim1t1va' sobre todo lo refe- . d d no ver na a y sin ero .o
ver v1en o, en fin, de ver un poco 0 e Jo que Jos miopes
contrano'.sc conlp\ctan y son li se oponen.' por supuesto, sino, al . do Me parece que
Poco; to d o esto es muy compl1ca · fc 1 n siempre de esra
b~stantc u:nlpt~, de hecho c);.ac~:ras del mismo movi1niento. Hace . .
poseen como exper1enc1a -aunqu . 1
e no a ormu e
, afo que has cirado:
c.~ón con ni nos invidentes - e ment~ en 1988-89, estaba en rela- manera- y lo que he inrenrado decir en el1bp.arrsobre los labios de
na de cxpres1ó on10 se dice
. n ° ue ennua: . 1 . son los a ios . ,
i \
·
te» l •s10 · -
)'"·• 110 se d' • porque · esta es otra hisco- 11
<<e a no había sabido que os OJOS e oran, la m1op1a
I'>
. ., s tHnos qut• tenían d' ,, . 'd -
ice_«ciego,> , se ¿·ice «tnv1 .
D IOS», es la oración. Los miopes. oran yo creo qu . al
··gu•·i·... . ~ . · 1cz., doc.. en • mo una oración ricu Y
C" ... " Lon •1.:1 . . ... an ., se formu1a co ·
• . 1. ¡; lit.~, lOrnan dl!\ante :\, . os, que adolecían de una

engendra una orac1on que no J del iniope 0 de Ja miope -
yo cstaoa ate1rorrt.;\da por u , et: rru como aut, . .
dallo». Pcro tetlt··.1n un,, es¡)•' q ~ pensaba "Van ent1cos cone¡os )' oftalmológica; codo el cuerpo Y eJ ª md ª por Ja esperanza, aguzados
. d a cae escán
· ... 1.. 1 d .•gamos de la m1op1a- . aguzab osJ camence mes1·án·1co, aca ba-
•.•.• •
· e c ... · ~> rse, van a hacerse:: · '
esp.1c10, que hac1;\ que en su agi\idadquc ..no \o sé, de rel . 1
por la confianza. la ,expeccar1va· so u A esco Jo Uamar{a o·JOS, a
ai' es, a dfa)»
malo - al !llenos en est;\ epoca corriente no l act?n con e osgun .. ai·
porque 11'\ás ta d es sucediera nada mos diciéndonos "('º verem ro desesperada, Porque mis-
r eh b . ~sta coral aberrura; digo esperanza pe
u o uno que cuvo
._ .· que sc>11 1:i111l1ié11 los otro'i yoc~ del yo. l'or c¡cm¡,f
mo tienlpo un 111¡l)pe pie11~.l '.(fl{) yeré 11t111C;l", Y sir1 c111~)argo este bes n1nos, ~11 10
. dº ...1 b 1
movinliento 11.:irad()jic"t) 1'-' h.tb1t,\, l'~)' es<.) llec1.1 ~ue 11los OJOS son los
. ' "JI . he de acorcl<1r111c <.le <JUC s1 a veces 1go una cosd ~<1 J
m1 mcJI ersona
a, más feliz· Jcl 11111n d<>», de hceho e J ser o 1d person
labios Sübrt' \os l:tbil)$ t.ie r)I\.)~"'· ~~lr~lr, ,-~r no y~endo, CS lo que los «SOY 1a p • de J mun do no soy yo, es rn1
nliopes experin1ent.1n lie n1a11er~1 ~111r1ed1,1~a. mientras que los no- este momento, es Ja má<; ere J1z
niiopes e:xperi1l\entan lo n11~n10 viendo. S1 poseem_os el arte de la ~eJiif;que está en este mo1ncnto sobre tt1 brazo. Y, de hecho, ~s m1
nlir.tda -r'-)rque n1uchos v1de11tes 11? ven )' t10 m1ra11, desde lue- mejilla la que piensa eso, n.o soy yo; yo hac.e tram.pas, yo se apropia ~e
go-, perl) s1 poseen1os el arte de la rn.1rada que es el arte de la escri- una sensación aguda, precisa, que generalizo, mientras que, en reali-
tura. estan1os siempre en esta expectativa, esta esperanza del «esperar dad, es de ese ser, cosa, persona que es mi mejilla, que puede ser mj
veP.. ~1e sun10 a lo que decías sobre la aprehensión que no es depre- mano. Y eso es otro otro, yo es un conjunto de otros yoes.
dación (no podemos ver si estarnos en un movimiento de depreda- Para daros un ejemplo magnífico de ello, abrid En busca del tiempo
ción); es dejando reposar, haciendo las paces con el mundo, corno perdido, al principio que es absolutamente genial-, dos páginas
podemos esperar ver manifestarse lo Otro - es del orden de la epifa- sobre el despertar del narrador. No puedo explicarlo, se necesitaría
nía-, tanto a lo lejos como en la cercanía, que es otra lejanía, pues miles de horas para desarrollarlo, pero hay algo maravilloso, precisa-
lo cercano también es una gran lejanía, lo cercano opera incluso corno mente es una historia de cuerpo. El narrador, mientras duerme, re-
gran lejanía. Cuanto más cerca estarnos, cuanto más cerca está lo hace el génesis o el génesis le rehace; mientras duerme, adopta una
cercano, m.ás posibilidades tenemos también de no verlo. Me parece posición que le causa sensaciones sinestésicas muy interesantes. Tie-
que la escritura es (en este sentido, en esta relación con el des-velar, ne los muslos cruzados y de ese contacto consigo, de ese racro, surge
~~n ~a) esperanza de un algo mejor, de un ajuste, de una mayor fide- una mujer de la que se enamora perdidamente. Y luego, rniencras se
1 ª
1 u~a manera de ponerse en relación con lo leJ· os-cerca, con lo
cerca- e¡os -no oui di · l
•• ero saciar os-, que yo llamaría en la escritura
despierta, poco a poco, esta mujer se aleja y nos darnos cuenca de que
nacía a la vez de ese tacto y de la lengua, porque es la l~ngua la ~ue
,no es una cuestión d r .6 )
1

romete ser . e re t~i n • por a.ntonornasia, Dios, o Dios que hace el trabajo; estas cosas sólo pueden advenir -y advienen- Sl la
P VIStO y no es V á y
~engua está allí para oírlas y para traducirlas. Prousr hace ~sre rrab;-

«effieurer)) -supo isto }~m s. me gusta la palabra francesa
ngo que se d1 l ·
lán-; (Cómo se die fª ce o mismo en español o en cata- JO, ª la vez, con todas las palabras del cuerpo pero rambién con ª
e i1e i1euren>?
palabra «cote» que es a la vez la cosrilla de Adán, la cosra de un
M. Segarra: («Roian>) . Pªís, Y tam b.1én el costado--; así pues, a borda 1a d'ferencia
1 sexual: la
.... es otra etimología... cOStl'11a, el COStado [Ja cote fe cote)., rr d
10 O esto es, n
0 puede ser o no
.
H. C.: Lástima ad · ' 1 1· ¡ no es por un e¡er-
q d' 1 ... porque es muy b . . ~lene a nosotros, como riqueza sup eme~r~ ª• s.
dice que nos quedamos "ª flor d eur». l(1<\a mira
~e ice" e regard effieure/est fl on1to en francés este «effleurer»
. d a roza/es flor»], que
cicio de la lengua, aq uf la francesa, en su idioma. -
de1 tocar-ver un
.
e pie » E ·
a extraordinaria d 1· . sto introduce en el espacio
. JD . l · por su recibimiento Ypor
flo r es · errada: Primero voy a darles as graciasb . d de conocerles, de
una etapa e l d e 1cade ¡ 1a Oportunidad que nos brindan, que mde rin an pregunras difíci-
y una últi ne esarro\\o de la l za y, al mismo tiempo, a
macosa-\uego
otros(as) que están en n1f . rne detendré
P anta. lhablar con ustedes, de 1nrenrar
. respon erúla. escas
les razones. Primero,
tros monstruos n Sil'\ que y \os - ªpropósito de «los(as) es ... Son difíciles, escas pregunras, por m ap
, uestros ch \ 0 epa n
poner más cosas o d aca es...)): pien , uestras mujeres, nues-
porque me reprochoeno otra brnan.era. L• 'lay so que hub'1era ten1'do que
al
1'ª er\0 gol m'as que quiero decir
· 'di a en el sencido que le ha dado J.
los, 1?S(as) otros(as) que .. á enunciado 2. H. Cixous uciliza el conc~pcod de"' om •
l ingularidad . l e d e un cexro.
irreduct1b
est n en mi, no son e aramente en escas rex- . al u d1en o a a s
. en su obra, es d ec1r.
D crnda
so1amente chacales, ára- en cuanco al uso que h ace d e Ja lengua.
e Pues la traducció11 -ella rnis1na como aconrec.:1
)rque abord;tn prl)blcn1.\s (On1plc:jo~. l)orqu~ so11 densas, pero tam- ·crnpo ese Ond ·
~én porque se refieren ,\ tt'Xt()S csL ritos de cierta r:ianera, en cierta n. ue es otro acontccimicnt<> <JUC el de la lengua llamada de
rn1enco
. q el texto llamad o or1g1na
que · · 1- r1ace 1
advenir· aj go rcpro d u-
lengua. y Sl'll ce\.tOs 1.1ue. entre el~~~·.)'ª son muy dif~rentes, ~ero se or1gen, multiplicando · 1o con t<>d a Ja am b'1gue ·· da d que
en(adenan de r.ll n1;tnt:ra que es d1f1c1l extraer una tesis, es decir, una ciendo 0 efectos de ve
proposición que renga valor de tesis filosófica. Tengo, pues, la impre- odemos reservar a esta palabra.
sión de que haría f.ilca. para ajustar una respu.esta ~ sus preguntas, 0 p A continuación usted dice que el velo es una imagen muy pode-
bien rransforn1ar un fragn1enco de texto en tesis o bien reconstituir la rosa; claro que es una imagen muy poderosa, en todo caso para mí, si
textualidad en la lengua en la que ustedes nos ofrecen la hospitalidad me puedo permitir explicar, de alguna manera, la vieja historia en Ja
de traducirse ustedes n1ismos puesto que preguntan en francés, sobre que me sentí atrapado durante tanto tiempo, que es la historia de la
palabras francesas. Y eso es, pues, muy difícil, no les oculto que es, filosofía o la historia de la verdad. La historia de Ja verdad que ha
para mí. muy difícil, pero de codos modos voy a intentarlo, voy a estado ligada a una poderosa -¿diría imagen?-, no sé si es una
arriesgarme a decir algunas cosas como eco -sino como respuesta- imagen o más bien un trueque poderoso de revelación-desvelo. Di-
ª sus preguntas. cho demasiado deprisa, la filosofía se ocupa de Ja cuestión de la ver-
El velo, como usted misma subraya, «la palabra y la cosa», desde dad, qué es la verdad. Nos han hecho considerar, en un momenro
que la palabra velo se nombra, no solamente como la cosa sino como dado -es un gesto más heideggeriano que otros- que en Ja historia
lapa.labra ~n f~ancés, queda in1nediatarnente atrapada en una turbu- de la verdad hay determinaciones diferentes, que empezamos a pen-
lencia de s1gn1f1.cantes enorme, no sólo a causa de las sílabas que la sar la verdad como memoria, como desvelo-revelación, y Juego como
cdombponen: "1101-le» .l «ve-lo»], sino también, como sabe, a causa de su adecuación. La historia de la verdad siempre ha sido imaginada por
o le género·· le v01 [e le\ velo1, la voile · [la vela] que es la ley misma
de tantos textos y en part' 1 d los filósofos como una historia del velo: revelación, desvelo, Y Un
'
· ·¡ . d d.
pnv1 eg1a os e la «lengua
icu ar e este texto. Le cito uno de los signos
. S verme de seda (in Crxous-DERRJDA, 2001) empieza diciendo ~s
por venir c.:ntend' é por venir». ería necesario que por lengua una palabra de anciano, de filósofo: «esroy cansado, hemos rraba1ado
i ra1nos no solamente 1 fu . 1
apta para convertir•" ll . engua demasiado, quiero quitarme este velo y pensar Ja verdad de orra ma-
~. . e a rn1sma en . . tura, sino en d gua.
acontcci1nienlo~ a•)t
1 o~ para venir
. acontec1m1ento o para pro uc1r
h . . . nera, s1. hay una verdad de otra manera», Y es esro J0 q ue compromere d
>
l ara que.: ~cn\ejanlt leng . 0
para acer venir o dejar venir. . · · sino que me e-
. . ua sea, en la e . . co do el texto. No voy a reproducir esce movimrenr0
nccc~ar1c) que se inl•)riill . scr1tura, apea para venir, es 1 . ·6n de su precrunca
0
a en un cu. .d. , . cen dré simplemente para adecuarme a a inrencr
.erpo 1 1omat1co· allí donde se re-
• • \ 1
i,istc a a uaducci6n ha más que a nuestros textos, a mi rexro. . _ orque hay
venir··con \,1 pa\abra '"vtlo Y..una" posibilidad
. . de que i'a lengua sea por
-no dioo · · '.,uc.: prec1same . muchas veces Diría que el velo no es forzosamenre. 0 no 51 emalpre·dadp que esca-
d . t"> l\llt 1tllp1da \a tradu .6 nte se resiste v . . . l .6 con 1a rerr
arias exper1enc1as de velo-, una re ac~ n . , S 1 odría objerar
o vanas traduce:.iones a lcngcc1 In ~ero se resiste a ella. Ya ha habi- pe al círculo de la dominación-subordinac~on. e ~ ~elo esrá para
cspano\ y\ 1 1 . uas aunas d , , .
. . • , trat uc.:c1ón no es im 'b\ e vo1Les: al portugués, al
que st 1rata de 0 . . pos1 e pe q. ue, d e hecho, muchas veces es 1~ eonrrar10, . y
que e
hablo solamence de
)ero so11 u~ i.~nc de acontcci"".1e' ro vemos perfeccamence imponer la dominación, la subordinación. º:n esre rexro, un pro-
l · acontec1n\i. '" neos· .
donde no ha, ct 11i cnto~ en s{ mismos tr, ¡SO~ aconcecimicncos!, mujeres veladas aunque ésre sea. en genera1 y velar o urilizar el
ducción ·il\( }\ \ \ valenci~ absoluta, 110 h aducibles intraducibles, b ' has veces -
lema imporcanre, pero velar es mue. . Yo no diría, así, que el
. ' ' l ont e es posible , ay tran · . de reprimir... .
n\lcntlls }' en c\ 1,,.1:1o1. <le 1osca ) nc.:cc::saria ve 1o- un modo de d ominar. . . ocias de velo, hay varias
. • donde sparenc1a.
d La tra-
. ·l . . h varias experie ,
ductivos, fecundos. • n1,1nucnc : 'sos.acontccimi·1:ntos~ro 1
uce aconu:c1- ve o es liberador u opresor, ay .
d relacionarse con el velo. Una es mas
intrac.luci<lo bajo el velo . I·1 ' c:onscrva lo int d nt~resances, pro- ~ant:ras de tratar el ve1o. e más represiva y prohibiciva, y la para-
• ) ' traducción vela: ~:. uc1do, el idion1a 1nocenct: y liberadora, orr~ es. d desvelar aqul, es que, y lo desea-
¡a ver Y al· mismo d O Ja· o la apor1a,
, que son dific11es e

100
. do escril1í ese lil1r<J s<Jl>re el tacto [DERRIDA, 20()(1
11
co en El 1.r,.1ne de srd,1. t1.'1.ll1s l1.1s 1110,·i n1~en tos. para deshacerse del coc enrr1sn10, cua
f: l b _ 110 era tan scr1c1llc,, . 11() e:> que era¡tara nada-. l f<:
,·e\o -Y l1l' Sl'\1., 1.lel ye\1.1 ºl'resor, <.lel Yelo L11terd1ctor- son también de que alacaautoridad
a . 1dJ l , .
del ver, la auror1c a e tacto aparec1a siempre;
nlo,rin,ientl'S de \'Cll' que l'Onsiste11 en leYantar el velo para imponer que, eras
· incluso en los ·intu1c1on1smos
· · · ( <JUC son fil
1 oso fJías de1ver;
\a Yerd.ld 0 par.l liber.lr. L~Y~\~tar el ~·elo.es también someterse a la ley es dec1r que, . . . , l Jj 1
· ·c ·0' n intueri quiere decir ver), habia o que yo amo a
del velo. r n1i pregunta. n11 1n1pac1enc1a en la pregunta es qué hay 1a 1nru1 1tría·, los filósofos, de Platón a Husserl, hacían del racro Ja
que hacer para acabar con el velo, no solamente desvelando o levan- hapeoCen ' . .,
última instancia de la verdad, de la ver1ficac1on; no puedo demos-
tando el velo. puesto que levantar el velo (el movimiento de la ver-
dad) es desvelar: es. pues. una vez más, ponerse bajo la autoridad del trarlo rápidamente aquí y ahora. . . ,
Pues bien, nos encontramos en esta historia de la filosof1a, que es
velo. ¿Como escapar a la aporía del velo? Es ahí donde tendré dificul-
también una historia de la cultura occidental, ante esta pareja ver-
tad en responder a su pregunta porque habría que desplegar la
dramaturgia de ese texto; es que no se acaba nunca con el velo, el cocar, indisociable y en la cual resulta que es el tacto quien ciene la
movimiento de liberación que des-vela o que hace del velo algo que última palabra, contrariamente a lo que se ha dicho muchas veces y
no sea un avasallamiento está todavía bajo la ley del velo, todavía con argumentos muy sólidos, y de ahí también una poderosa vena
ayuda a reproducir la autoridad del velo y, por lo tanto, no se acaba metaf6rica -de la que encontramos los ejemplos más bellos, más
nunca con algo que es un movimiento de dominaci6n-subordina- brillantes en Hélene, en Deleuze también- de la mirada que toca,
ción. La mirada Yel tacto, evidentemente, están asociados en mu- de los ojos que se prolongan como manos y que tocan. . Pero.repetiré,
,
ch~~ lugares -y especialmente los que usted cita en el texto de respecto a su proposici6n al final de la pregunta, mt precauc1on ~ce-
Helene-,
. pero no siempre 1o esta11 ' y, en pr1nc1p10
· · · el mov1m1ento · · rior, cuando usted dice «mirada-tacto [ ... ] diferente de la mirada
el mismo velo ' si pudiéramos a1s . lar, purificar,
. '
aguzar la figura del' apropiadora»: en algunos casos sí, es una cuestión de modalidad, pero
velo, se trata, sobre todo d c creo que la mirada-caceo puede ser muy apropiadora y, Pº~ ~ua par-
hablamos d l d d ' e una rigura relacionada con la visea. Si
e a ver a , velar 0 d 1 . te, en cierto modo, es irreductiblemente apropiadora. Lo dtre de una
esconde a \a vist . esve ar, es primero porque el velo
a, Yprecisamente l d.1 · · , . . l manera quizá un poco desesperan te o desesperada: no podemos de-
ve\o y e\ ta\cd en El . d
ve1 ine e seda
ª st1nc1on, que l
inscribo entre e
.. . d · . 1 · da o por el racro.
tocamos pero nuc no • \ es que aqu1 e caled es tejido que Jar e intentar apropiarnos de las cosas por a mira d0
e~ un ve o y '10 . · ·b·1·d d · fj ecuenre y en ro
to do caso dctcrn "1
1 1nat)t. '¡ tiene
/ una relación esencial, o en La renuncia
· a la apropiación es una post 1 J a in r
dr e, con é y 0 demos probar, que
uste ior1nu\a, abordan1os \a . . as1, pues, con esta pregunta que caso improbable, y, al mismo tiempo, que no P
del tocar~ es un C<\nlpo de rcfl :n.mensa vena problemática del ver Y no podemos demostrar...
l)urant<; n1uc\10 . cx.16n enorme da su pregun ra se diriue 1:1
Entonces, la escritura -puesto que ro . . como escri-
toridad·· \ \1.: 1dcggcr, 'Blanchotcre1· -con Otros
· t1cn1po ·
que tienen mucha au- n al . .
atur mente hacia la escritura, acta e ª
h · ¡ conrec1m1enro
neral pero sí
por
·d. una rctorlc·\
_. ' uc .1 • 1 . . ···- que la fil1 osof'ta estaba domina
o v1s1hlc, d ·I
· da tura, lo que llamamos, lo que podemos Jlahmar, no encfoenes-puede
1 ca, es 1o v1s1blc 1 · "\ 1.: ver, por ti1 e · . mue as precau
no la fcn(>ll~ •. <) visi :ile sensible 0 lo .. guras ópticas. La eidos, la n ciertos contextos, la escr1cura con . ·rd d d una mirada-racro
·· ·en;\1lt <ld f v1s1b\e · i· .
dcn1ostr.\I _\. 1 \ ' º""'ªparte tainb'é d tnte ig1ble; el fenóme- ser uno de los lugares en que esca I:'os1b1 ida alg~nas veces, rara vez
t t l Ot \s n1 a e 10 . .b . · a dominar
. ' se a10 .
con 111uy buen-is . _' · 'ncras no voy a' n fu v1s1 le y podríamos que renunciaría a apropiarse,
Pienso que
. cluso Jas escr1ruras a
•. 1a1.on1.:s el \ pro nd· -yo sería suni.amence prud ente.
teoría, el th('ur1111 l . · • ~cr 'ª ejercido b ti.ar en esro- que. las que más deseamos adh erirnos, ·
á b !las las más poderosas.
las m s eovimientos
• .
- "\ •
so 11 osollco svi d . _
, lll,\ autond d h
ª cgemón·l so re 1a teoría, la .idea ei e de apropia-
· d'
in irccta. \ lt•' dt' tlctut 111,1111.:ra d . .\
ce. arada, sea d
ca, absolUta, en el discur- ¡as mas , poec1cas,
.. son cam b'é 1 n poderosos mematreverfa a decir . d esd e e1
. d que n11.: u· . e man l ·. y de dom1n10.
c1on . . y lo que aconteced- es que de to d as maneras,
asocia o '' este csqucn1·1 <l' 1cucnta bastan tra e andesrina o
. , igamos, de\ he\· te tarde, al haberme e d
1on . ·
o de mi escepc1c1smo .desesperaás o -
neralmence, cuando se traza,
iocenr .
cuando se escribe o mas ' bien ' m ge
risrno, dt:l opri-
102
· ici1 co, 110 p<>(lc111c)S (lccir <le la escritura en gene ·
culndo elll' St' tr.1z.1. ll' cual llll f';tsa f()rzosa111 enre
. .. i h h por 1a ese . de11 rro de csrcd'movun d esta cscrirura: ,,)a escritura,· s1,' dcs1gnar· {amos as í,
lirerari.1 l' 1.t pu bl1c11.-1tln: cu.1nl t) .tY t1ella, traza, lo
. •• 1 . que aco
ritura cal lo que se ice e aquí tenemos un cierto . . .
mov1m1er1to muy part1- .
de ro dl)$ nll'ldo~. .,. qu1z;1
- est;l es J or•ortunidad de Ja o
, portunid ntece
d encre ocra
s cosas ...)), .
aci· ón que describe lo que la escritura en general pue-
queran1t1.~ l' nl'·. lo JLepten1os o. no. es.al.que ha)' que renun ciar . a do ª , lo. cular de demostr en el caso al que hacía alusión, . a saber, cuando en esta
?ª~· ~n.:l ust' s1 c1Jn1port.a un in1peri .ismo, una voluntad de lllt- de lle~ar ª se;onial, lo cual resulta trascendental, la e<;critura intenta
1ntín1t;1..1ll1 donde se de1a huella, el SU Jeto dominante qu d poder
' . . . d D e a cortad0 si·cuación . code la lengua, pero a través d e un «mod o d e aprop1ac1on · ·'
d e t.1 .:osa, .. por consiguiente, pier e. e todos modos , cuand 0 ll0 . .6 n no
.
se es.:ri~e -y aqui no pienso en la escritura poética 0 ¡ .e
ªPropiarsedesesperada»; es d ec1r, . que en el eron d o la aprop1ac1
amanee . Y y codo lo que esa voz descr1'be es una turbulenc1a, · una ag1- ·
li~eraria-. en. c~.u1to ~ay huell~., hay a la vez movimientoª ;:~~tu~a func1ona.
.
.
inorosa y celosa para tratar la lengua, y re1nventarla; dicho de
.
n10. de aprop1ac1on e 1nterrupc1on; ello se interrumpe y 1 . mi-
-· . la que prod uce la h ue lla. Y as1,' de todos modo es a tnte-
rrup1..1on
cac16modo,na bajo la ley de una lengua heredada o impuesta, . hacer -
. . l . l s, tenemos ocro codo esto es totalmente f:antasmat1co, , . ev1.dentemente, como us-
· renunciar:¡ me uso s1 no o aceptamos, nos hallamos en ¡a renun
que per0
ced misma sefi.ala un poco mas a ªJº
, b . . fu,
como s1 eramos a po er
d
c1a porque es a estructura de la frase la que hace que eso · d -
,1e . d d , presc1n a de reinventar una lengua que está aquí. Describo, en suma, quizá un
m1. arrase
d · presc1n
d · e e mt. · Entonces ésta puede seguir conquistan ·
poco ingenuamente, el fantasma de alguien que, como yo, no tenien-
Lo. consutuyen o 1mper1os pero yo ya no estoy· Aqui hay renuncia .-
1

os .que como nosotros, como codos los que están aquí l. l. do otra lengua, habiendo nacido en Argelia, se enamoró de la lengua
e~cnrura o cierto tipo de palabra o de escritura son ~r~~~1van a francesa a la vez que quiso montarle una escena y reinventarla, hacer
~ene.n ~nadexperie~ci~ de ello y que refinan a la v:z el m~vimie~cJ~e como si de nuevo fuera a defenderla mejor que otro, a reinventarla
om1n10, e aprop1ac1ón y de deseo l fi e mejor que otro; por lo tanto, es una escena, describo mi propia
interesante posible o lo ' . al , o re tnan para que sea lo más fantasmática, que, supongo, comparto con otros muchos.
. mas v1rtu menee pod al . .
po, virtualmente poderoso en la rnedi eroso y, m1s.mo aem- Entre rodas las oponunidades que nos brindan invitándonos aquí,
está -y no es la menor- la oportunidad de venir a un lugar ~onde
se renuncia todavía m, p da en.que ello renuncia, en que
·, as. ero no estaría d 1 d · ·
c1on, .que la escritura es inocente de . ~puesto a ec1r, sin obje- la cuestión de las lenguas es especialmente candente, donde tienen
una relación del mismo cipo; en fin, está la autorida~ del español,
que s1 consigue ser inocent dominio, de apropiación. Creo
. . , de .inocencia. e es a su pesar' l0 cual no es la mejor defi-
está el catalán y también el francés, y situaciones de tipo semJ~colo­
ntcion
mis
Paso ahora a la se d
gun ªparte de su p , nial. .. Ustedes conocen todo esto mejor de lo que podría ex~Jicularlo
res~uestas por falta de tie regunta; sere muy injusto en · . ll , 1 ·' es con Ja s1nu a-
yo mismo. Lo que describo a í esta en re ac1on, pu ' . 1:> l
~~ed dice, a pesar de todo vomp~, pero para hacer justicia a lo que
ridad de mi situación o de la situación de mi generac1 ó.n,d~orq~edso
Le
c1onl'ba la cita que hace de m~ a LL~ten.tar responder algo. Con rela-
que he escrito no vale para todas l as generacion
· es de JU 1os pie. -
h
un 1 ro de fil1 f'
con va . oso ia, ni un libronodeznguzsme , de l'autre, este libro no es . , . · ' y por lo canco ª"
nas voces y h teor1a es d'ál noirs de Argelia' vale para m1 y m1d generacion, . . ¡'o
meneo que d. ay muchas perso ' un 1 ogo, es un libro muchos rasgos singulares y .no dera1l'b
'bJ . al mismo
uci es,
c1empo.
y,arrevo a prerend er que,
una voz la q~:~ cita, lo asume una v:as que hablan en él; el frag- . 1 ro. Me
coria de desenc odasum~ Yque se eleva
2 que intento explicar es la lógica e ble, hay leyes casi
a enam1 (
.J dno hay metalenguaje, es
... J.O o e ·
·
a través de un ejemplo. s1ngu ar Y ale
l rransporra
n0 para to d o e¡ m undo • no sola-
terdicción ~. y hay ene~ p. 57), hay al . mp1eza con una his-
. una cuesc1 , d gu1en d' trascendentales; es dec1~, que e~co ': de Ar elia, la Argelia colonial
1a interdicción: <<q , 1 on e desencad .que ice «doble in-
mente para cal generación de iudiols lg aradoi·a que me riene
ue engua enam1 d
para explicar la palab d tan extraña habl ento, esencadenar e . l odemos eer, es a p
ra esenc d asn y rrancesa. En este eJemp o.bP Jgo que un v1·ecnamira puede recono-
no soy yo, soy yo pero no so a enamiento. E~ . una voz prosigue en vilo durante codo el l1 ro, a
·
Yyo .. · Pero si te nemoscierto
e modo , pues,
n cuenca que está cer como una especie de ley.
c. por 1nucl10 tiempo - por ese LL'i<>. ( ~oja la poesía
De .thí. n;ttur.tlntt'lltl'. rt'spccto a la pregu11ta siguietlte _ -en r1n, . 1
· i · . novo siernpre or ejemplo; Celan se explicó en esta cngua que era la
retener Lt p;tl.tbr;t t lc:•n1as1.tt o t1en1i10. VO)' muy deprisa a ries 0 Ya
de Celan. P poética para él y en la que sabía que iba a encontrar
111uv injusto c\1n los t)tros .tspc:·cros tie su segunda pregunta-g de ser única leng.u~agmas, figuras que eran indisociables del cuerpo, de los
usted · di(e
· ,.si· tod;t tU· 1rur.1· es colon1·al y procede por 'aprop·' cua.nd . o
. .. . . 1ac1ón' Pªlabras, sin 1· s· esto es lo que quiero · · No estoy dº1c1en
d ec1r. · d o ,,hay
·1n1rosic1on Je un;1 lengua. ¿como pensar el multt.culturalis e ' enes na2 ,
. hay algo que se llama lengua alemana que está loca y eso
no so1an1ente no es d"C! ·1 l ul . . mo, por cnrn
eieniplo?,., 111c1 pensar e m ticulturalism
. . 1
de esco. sino que 1nc uso esto
l ul . ul al. o a caUsa u 1
na engua, e explica el nazismo»,. no; d.igo que aque11o se h.izo a craves ,
. es e m tic. tur. 1smo. . Toda culrura es res u1ca qu
alabras y del lenguaje, .
que no eran solamente .instrumentos
colonial. roda eultura en1p1eza por una vio1enc1a, unpone una le de 1as· Ps Cuando los nazis
~o hace fu.lea reterirse a las formas modernas del colonialismo ;g~a. · h.ic1eron
· esto o aque ll o, cuando tomaron
cécn1co · al ..
mos remontarnos más allá. Porque la lengua se impone, la lengu~ s? e- · · nes (conferencia de Wannsee), las p abras que ut1hzaron no
ec1s10
d instrumentos neutros, las palabras eran pensamientos, .
pre la i~pone más ~err:; i~cluso de~tro de la misma lengua, de~:
:1 eran e al l .al. . ' d 1 l
cuerpos ...
de _un mismo sistema lingufsr1co --decimos, por ejemplo, el españ l Su pregunta se refiere, al .r•n , a a es~n~i i~~cion e ~ engua;
el tran~és,o el gri~o-, hay una imp~sición de los más fuertes. Niel7.S~h~ pone en guardia contra el «pe~1gro de esenc1~1zac1on en esta idea de la
lo explico muy bien: ser fuerce consiste o bien en imponer su leng lengua». Lo que acabo de. decir es ya un comienzo de respu~sta; ~uan­
~guíen que no habla esca lengua, o bien, dentro de la misma len~~aª do digo «la lengua», no pienso en algo autón?mo, en un su1ero libre y
imponer un modo de hablar, nombres, normas, una retórica. y la fuer~ autónomo, en alguien; la lengua no es alguien, tam~oco es al.ge. ~a
za es esto, es así como se reconoce' dice Nietzsche, al amo, al que im- · que usted nombra a Heidegger, el tono, las connotac1o~es, el 1nteres
pones~ modo de. hablar, y como no hay lenguas sin jerarquías sin que Heidegger pone en die Sprache -aquí no sabemos s1 es la lengua
leyes, sin reglas, sin normacividad, sin gramática, no hay lengu~ . o la palabra-y esta especie de fervor con el que habla de ~lla, pueden
una fuerza d l l0 . . s1n hacer pensar que de repente die Sprache se convierte en Dios o en una
. ul e e~ y, por ~aneo, sin una imposición de tipo colonial.
El mul tic tural1smo empieza
·d d aqui,' ·incusol antes de que haya en el persona... Pero Heidegger es también alguien que, anees que muchos
· l d" · l. almenre· que cuan-
senn o mo erno del término v · l . ' otros, dijo que no había meralenguaJe, o tJO 1ter •
do hablamos, hablamos en una lengua y cuando quere:Yos;ab~1:0
les, no sé catala • arias cu turas coloruales, post-colonia-
, na, caste 11 ana · l
monoculrura hay mul · l al. 0 vasca, ¡1nc uso antes! En una
t1cu rur ismo ése . la lengua seguimos hablando en la lengua. Citando a . ov is,.
relación de fuerza ¡·era . d ' e aparece enseguida con esta ¡ al no quiere decir que
rqu1za a. del monólogo: la lengua es monologante; o cu . d
En cuanto a la objeción l h 1 . . al" d 11 ·no que, incluso cuan o
a ir cada va. más de · que e e l echo a Hannah Arendt -voy sea solitaria y que no cons1uamos s ir e e a, si d, .. _
0 h bl hacerlo y, para opca
to- respecto al nazismo
prisa Y· por lo tant
. o, voy a ser cada vez más escue- salimos de ella, aún tenemos que ª ar.p~ra . no cenuo un
1 c1al1zac16 n: que º
d.icien
· do que alguien a qu·Y· por ¡¡ cons1gu·
, tente, a una lengua, no estoy mente, éste es el parapeto conaa ª esen rrascendenre a la
. l.1ngu1suco
··' . so be r la lengua quec.sea l discurso sobre la
gua no es nadie, por supu.ten amar1an1os la 1engua esté loca, la len- punto de vista
' d 1 lengua· en nn, e
que
. hªber hab'd1 o algo una esto,
s por lo. tan to no estoy diciendo «tiene lengua. La lengua esta atrapa a en ª ' se deJ·ª esencializar,
viera ¡ ' usranc1a q , d ¡ a y por 1o canco, n 0 .
º.ca para explicar la locura d l ' ue .era 1a lengua y que estu- 1engua esta atrapa o en 1a engu '. p d currir que Heidegger
1os nazis no p d0
. u prod ucirsc en ee os nazis»,. d.igo que la locura de no se de¡a . . .
h1poscas1ar, s1. us t ed quiere.
· ue edeo la lengua, es post"ble,
sin 1engua· q . . uerpos 0 su¡etos
· . der Sl}Jrache, del ser 1engua .
. • uc a partir del n1orne mudos áfonos y h able de Dasein . ·alización denunciamos
.al d decirnos esenc1 , .
pensamiento del ¡.
ahí 11at al
nto en que
a cngua, la lengua ha te 'd no se puede disociar el
' pero no es lo esenc1 ; cuan °
al de consncuu
.· .¡ 0 en ser en ex1scence o en
' .
, ur mente d. n1 o q una n1anera de proyectar go, en ce el 1novin1iento inverso,
terrible era d·· d'. le rnanera muy concret l ue e~tar afectada; de .
sustancia. Ahora b1en, aqu . E
í se da exaccam .
é en lo que 1ne concierne, Y ª
¡
blando alcmge' ia be. osdquc, conscientes de eª1'1 a hterr1ble herencia, la b1én mpec '
an !la 1cn 0 que ta1o cual pal b o, an conr1nuado ·
ha- y en mi modesto caso :amí ; la denuncia del logocencris1no que era
0
a ra estaba marcada para deconstrucción empezo as ' P
coii cst;l ¡>al:1IJra, "ª(Jtinrar» ¡..vjscr11), n1uy fuerte en
una nl.lntr.l de f.u.1rd.u Lis liisr;1nc1.1s rt·s~)ecco a roda existcncialización ;1 !;1 qu
e apunta,
. ·
que pensar s1c1n1>rc de esta 1na11cra, es dcc1r · de1ob ~
de'l k'gl1s..1un cu.1ndl) L1 hubiera t'n Heidegger. franc és ',JI abas por ejc1n¡JlcJ 1a 1cy o bº1er1 1a 111
se tiene . <l'1cac1.ó n. I' uedo aca-
Jo ~uealtu ampuedo querer acariciar al gato y puedo recibir el deseo del
'

H. (.: Qutsier.1 ilustrJr Ct)n un peql1eño dibujo, una figurita, lo


l d.treccion
· ' d e eso hacia ne. 1ar gato, .
me señala: «acaríciame». s· 1esta escena se puede prod uc1r . es a
ese.is . .ii·. ·iendl'
.· · t' ·
y que es 1n 1n1ro. en a
· lo que
. d · d l · al ' · d que gatod~~óe de que yo pueda alcanzar algo que llamaría docilidad -
Y~ts •1111enudl) ahora. es ec1r, ~ an1111· , y a propos1to el mulricultu- con ict n · l · ' d 1 d
r.tlisn1l), rl)rque creo que tamb1é11 hay un mult1culturalismo en casa adrede para que entre en JUe~o. en este m?r;ie_nto a cuescion e a ~-
·¡·d d del alumno o sumisión; prefir1r1a incluso la palabra sum1-
por e1en1plo entre mi gato y yo... ' c1 1 a . .
·, También podemos cambiar a los persona1es: se puede reemplazar
s1on.
¡ gato por otro animal , un tigre. . Algo que s1gnir1ca
. .e «obedezco1> y no
J. D.: •·'{él esrá de acuerdo con esto?

:olamente obedezco al deseo, no digo a la solicitación, pero sigo inten-
H. C.: \'ova ello, precisamente. He aquí una cosa extraordinaria 1 tando obedecer, acariciar al gato según el gato, dejar que el garo con-
~porrun~da~ improbable y todo lo que decías hace poco sobre el des~ duzca mi mano a fin de dar al gato la caricia que agradará al garo,
uno, la tacal1dad de l~ e~critura más bella que, de todos modos, no porque somos especies diferentes. Estoy aprendiendo y lo sé, tengo
puede esca~ar al movimiento de apropiación, el esfuerzo inteligente una cierta experiencia, sé que hay anticaricias, que no conviene acari-
de esca escr1.cura por solear, por no apropiarse, por renunciar a domi- ciar al gato de cierta manera. Hay que encontrar la buena caricia (es
nar. que. evidentemente, es un esfuerzo ... Digamos que la renuncia cosa de escritura y de lengua) y para eso, efectivamente, hay que lograr
esca e,n el esfuerzo; lo q~e no quiere decir que esté en el resultado y hacerse gato en la medida de los límites humanos; por lo tanto, con-
que \.a~ainos a conseguir renunciar a dominar. Sólo una escena a sentir, renunciar, lo que no quiere decir -y aquí coincido contigo.
pdropos1~0 de este mov~miento de dominación y de la interrupción y claro- que vaya a funcionar completamente.
e esca inmensa cuestión d e lªrenuncia. . En m1. casa estoy en la es- ' Sí, hay una eficacia, algo se produce -que causa además una
cue1ª de1gato -he hablad h
llegado a la escuela del ~ ~uc o de ello porque es verdad-, he especie de goce híbrido medio-gato, medio-ser humano completa-
maestro y quién el al
gato, sin embargo
.
d d . .
. • no pue o ecir quién es e
l mente mezclado- y soy totalmente consciente de que esca
escena que es a la vez umno, es 11npos1ble. Intento d escri.b.iros una obedeciencia a la cual me entrego está infiltrada por eso de ~~e
.
siempre, una metáfora· el
una escena real
' c?ncreta y, por supuesto, como hablabas; el peligro del dominio siempre está ahí. Pero nos~ quien
cuando digo el gato po;quegatlo ine dice -hago trampas también conduce, quién ordena, quién obedece, porque se íncer~~mbia ~go.
Es cambien una ror-
gata ·in f1 uya muchísimo lo des . a dgata'Y quizas· , el hecho de que sea la y 1uego bruscamente el gato se va, scop, asca. b .
una lengua art1cu1a-
dice en la lengua del ga:o (y eJo e l~do de momento-, el gato me ma d e multiculturalismo aunque no , pase por , ·co de Ja cu Jrura que
lengua e¡ gato»): «acaríciameª conocéis
M la expres1on
· , «te ha comido la da, verbalizada y todo lo que dec1as a propost
. ' . . . l so en escas escenas. apa-
una pregunta más: lengua p~'· l e preguntaréis cómo lo sé· he aquí emp1eza por una violencia, lo vivimos inc u d salvaJ·es nlU\'
una h crema amence • .
. gato-len
. gua Yyo tengo elr fran
engua,é despu'es d e todo, el gato' tiene rentemente domésticas pero e ec e~ d h 0 y cónio vO}' a
s1 «tenéis» animal . . e s, u otras 1 · ·h olfttca entre garo '
. es, s1 vivís con un . enguas. Como sabéis po lí t1cas; me pregunto s1 ay ui1 a P , Experimenra-
a1go comunica . 11 ' ato tu y gato yo.··
'yo entiendo muy b. animal parec1·¿o, por supuesto amarlo, yo gato, en fin, ru gaco, g "bJ medida en que esto
pensar que estoy so- d •en e1 men . d . l · post e en 1a •
me dice una nan o, pero hagamos co saJ.e el gato -vais a mos continuamente la v10 encia b", son de una espe-
. , d l guas que cam ien
y, 1 cosa muy precisa, · e1la me d. mo s1 no sonara. - El gato pasa
. por una conjunc1ond e enmeneo 1a car1·cr·a puede volverse vio-
. ue vo, pues, a la cuestión del ta ice «acaríciame» c1e diferente, y que en to ~ mo . n 0 hablemos de est~t n1ono-
cierto modo la cuestión d 1 1 . ceo, del «a flor d . . lenc1a . h d bl v1olenc1a. rer . .
e a re ación con el o e p1eb., porque en - ay una o e mulciculcura, es una exper1enc1a que
troy pu cultura en la que hay una
' es, de la escritura
. r . ulacla ¡><>I el 1>sic1)a11Jlisis, ¡>arc1,;c C.(>ll5tituciva de IJ ler1
. . . ...t111 r·irtll ·Ulll'llft'. !-le· ft)n1.1tio t'I ejen1plo del gato porqu"'- nlc 11» ,01rn 1 1· . { . al'
c<C;trcnC' ' J la dcfi11C<.:Ofll<> Ufl:l CSlrlJ<.:l Ul'a <Ca ICllJCICJll 'ilil lCllJ
,·n·1n10~
h.1s prt'fllll t .tul. J, , 1
.
· l'I ,, lttl t'st.t lÍe acuerdo: confieso que hoy no le h
_.. . . . . . e g 1.1a; Pero uste. naciói1 i11alic11a
. 1>1c11 <¡11e "ll<> ,
111r
1(>es e1 .
or1gcr1 d e nuestr.1
1
re1e~..,ne.tul)· ~ 1. 1 11• •1 e
. rl, ,,. , ~a nt'rn11t1rn1e ut1l1zar abusivamente a 1 • 1 . da
. J
. . . n11. . una «a ie
c1ón. b'l'dad, sino que estructura <> ¡Jr<>J>Ic> y a prop1c d de la len-
rcsponsa48l ) .. Podría exp¡·1car 1a cxprcs1.é>n "ªr1e11ac1un ., .1nal.1enabl c,,1?
, ·rr, ,., ..,.n 1, pt'ro \'J
gar1.,ennut:~ ·''·'"' '. ·
le d.ire
.
expl1cac1ones,
,
correré
.
a ex- 1

~1. ..f¡ \le d1r.1s. ;.1caso Heidegger podr1a asumir lo que


p 1.:-.irsc:·!),
l ., , •1· ·
.
,
gua»C(p. la~ión al psicoanálisis y, concretamente, al de La.can, usted
~
a.:-ab1.' de de.:-1r.... on re . . ., .
ue no hay «carenera» o «a11cnac1011» porque no es «carencta» de
afirma qe la preceda o 1a siga, . que «no enajena . .
ninguna .1pse1"dad, n1n-
.
J. D.: Sobre el gato seguro que no. nadª quropiedad» (p. 47) . Segun ' l a teor1a ' l acan1ana,
· e1«yo», Ja 1"denti- ·
H. C.: );o. pero tu s1 podrías ... f ~ªc~rno sujeto se construye en el lenguaje; pero hay otra identidad
. ª ginaria, el yo anterior según Lacan (la fase del espejo), donde he-
1ma .d .c. . , d l
]. D.: Con algunas precauciones. mos podido más o menos 1 ent1r1car nuestra imagen a tra~es : a
mirada del otro (de la madre). En este caso se produce una al1enac1ón
H. C.: Porque precisamente me planteabas la cuestión de la lengua del yo en la imagen del ot:o. N?, hay nada anterior a este ~roc~o, Y. es
del gato pero lo hacías en la lengua del gato ... en el proceso mismo d~ alre~ac10? don~e se ~orma este y~ 1mag1nar10,
punto de partida de las 1dent1ficac1o~es-1d~nt1dades posteriores. En es~e
J. D.: No, piens~ ~ue tiene~ mucha suerte de estar segura de que el sentido ¿podríamos hablar de una al1enac1ón en la lengua como condi-
gato te dice
, c<acar1c1ame», mientras que yo, incluso con los humanos> ción de posibilidad para adquirir la identidad en tanto que sujeto de la
no lo se.
lengua, sujeto del deseo? que puede entenderse, según mi interpre-
tación de sus palabras, como la institución del fenómeno del «oír-ha-
H._ C.: AI;í está lo int:resante, el gato me dice eso con su lenguaje de blar para querer-decir», un fenómeno como «fantasma». .
fisionomia, con sus OJOS, con su nariz, con su boca, con sus bigotes ¿Podríamos afirmar así, si lo he entendido bien, que la propiedad
es lo que hacen los humano d b . '
.
labra, cuando tienen una af · s cuan o ruscamente se quedan sin pa- de la lengua es esta formación fantasmárica de un yo que.h~b}a Yoye,
. as1a, entonces transponen· o bien los un yo que quiere y dice? En definitiva, la identidad exisr1ria como
sordos con e11enguaJe de los ¡ . ' '
h . s gnos: es igual de refinado simplemen- fantasma ...
te no emos aprendido esa len ,
equivoco puedo d · gua, pero deberíamos hacerlo. Si me .
¿eómo incorporar · ·, a1 am
esta pos1c1on , b'1ro de Ja política? e·Hay
' ectrte que me lo dice ella ...
posibilidad de deshacerse del otro, de esa lengua del .ºaltrdo? ulcomo
·ard d esenc1
º·
e 1a e tura
parece que usted opina, ¿hay una «CO oni ª » . . l 1 h h
Más sobre la lengua: acerca d L . 1
de l'autre y, por consiguiente, una impos1'b'l'd 11 ad de re- aprop1ac16n
> por e ec o
Mercedes Coll· A . d . e e monolr.nO'IJ ·
o-zsme de que no hay «propiedad natural de Ja le11gua)).
. partir e la hipótesis fi
ca hay apropiación o reapropiac· ó b ormulada en la p. 46 («nun-
no hay propiedad natural de la 11 n a solu~a [de la lengua]. Porque . . al cual se refiere su pregunta:
J· D.: Me permito releer esre pasaje , d :l ninguna orra cosa
terror en las lenguas» (p. 45)? ·Sengua»), ¿significa esto que hay «Un . . , · r
«Aunque esta conm1nac1on pers1s a
demoran ose,
0 d . . , e trata de u .
e exprop1ac1ón? Si es así ·quié l . na situación de opresión
soberanía? '' n a ejerce? ·Có d . Derrid:i advierre en Le
. ' mo eterm1na su d meure a demeure». J. . . .
«M1 lengua, la única que m . h 3. En el original: «mecce en e d . ·ca) que ha}' que retenrse a su
l l e oigo ablar d
monolin<niisme de l'autre (de d on e P
roce e esra c1 . d 1 • .
es a engua del otro.. (p. 47). Est . . Yque soy capaz d h bl o· .
G· lilée t 996) p.1ra el uso e rernu-
d. fa /ittért1t11re. a •
a situación d a1· e a ar, texto «Demeure» (in Pass1ons e
· , como 1a
e tenac1on,
no «demeure».
die puede decir «esta lcr1g11a rr1c pcrtcnc:cc,,-, p1Jr lo
. ,. . . ·· p ir;t sicn1nrc p.1r;1 qt1e vele por su pasado o su futuro. E percen ece'· naadores o amos v10 . len tos o ti. ranos J)UCden 1ucgo producir .
t~r.1.1qut • r. . ., .. al' . , . . Sta co1on1z . . .
csrru1..rur.1. 1.:lt:• •·ilien•tClllll sin .1ltt:nac1011, esta . •
1enac1on
.
1naltenable que e ros de alienac1611, imponer otra lengua o imponer dentro
. ,. el l ri('t'll de nuc.stra re.sponsab1l1dad, sino que estructur
no so1o t:~ 1 ~ a 0 eros lerecgua cal o cual ley. La cuest1'6 n po l'1t1ca
. se p1ancea, pues, entre
lo prl1pio y l.1 propiedad de la lengu~»(p. 47-48). de 1.a en·pos o modalidades de al'1enac1'6 n.
la alienal'ión no es un acontec1m1enro que tenga lugar en un varios ti
Respecto a su alusión al «terror en la lengua" -cuestión que,
nloniento dado. de r~1I n1anera que en ese momento dado seamos
por ejen1plo. an1os y señores d~ nuestro len~uaje que alguien o un~ r, or orra parce, matizo en el libro puesto que digo que esce terror
~uede ser muy suave-, hablo de un «terror en las lenguas (existe un
fuerza cualquiera venga a robarnoslo; la al1enac1on forma parte de
nuestra experiencia de la lengua desde el principio, es originaria. Desde cerror, dulce, discreto o flagrante, en las lenguas, es nuestro tema)>)
el momento en que hablo, desde el momento en que accedo al len- (p. 45). Si el uso del poder~ de la fuerza actú~ en coda apropiació? o
guaje: en sun1a. desde que el bebé, el niño habla, empezando por imposición de la lengua, tiene que haber miedo. Cuando un niño
recibir, por dejarse imponer una lengua, la de la sociedad en la cual aprende a hablar -incluso en condiciones de amor, de ternura... -
vive, la de la familia, ya se somete a la ley de algo que no le pertenece, tiene que comprender que «tiene que»; «tienes que» contiene miedo:
qu~ le es ~jeno; s~ apropia de algo d~ lo q~e no pu.ede apropiarse, que tienes que llamar así a esto, tienes que llamar a esto una botella, y si
le. sigue siendo ª!eno. Como esca al1enac1ón 110 tiene historia, y em- no te castigarán o te prohibirán, te expulsarán; de entrada, no te en-
pieza desde la prunera palabra, desde la primera sílaba, es una aliena- tenderán. Incluso con los gatos es así: «tienes que», si no entiendes
ción sin alienación, es una alienación que no puede localizarse ni este signo, pues me voy y te dejo ... Es un miedo o un terror que, por
alterar.se; m.e er~cue.ncro siempre en esta alienación y, por lo tanto, es otra parte, no es ajeno al goce, puede ser un goce, pero hay :se
una ~1enac16~ 1nal1en~~le. En el fondo, es propia de la lengua, me es producimiento de miedo. En cuanto a la pregunta de Lacan que vie-
pro,pia. El peli.gro polinco de esto -lo explico, creo, en el libro- ne después, estoy de acuerdo con usted, voy a intentar citar~a: :<¿po-
esra
. en concluir que por el 11ech o de que esca al'ienac1on . , es const1cu-. dríamos hablar de una alienación en la lengua como cond1c1on de
uva de la .experiencia del leng ua¡e, · sea pues ah'1scor1ca , . y en cierro posibilidad para adquirir la identidad en tanto que sujeto de la len-
mo do, universal ' que tod as )as al'ienaciones · vengan a ser lo' mismo y gua?». Respondo que sí. Simplemente, a diferencia de lo que. usted
que no haya nada malo cu d
impone la lengua
. 1
ando, por e¡emp o, una potencia colonial sugiere, yo no lo situaría en el espacio del imaginario e~ el senado de
o suscrae o eser l Lacan, sino que diría incluso en el espacio del simbóltc?. P?rque al
desde el punto de v· d uye .una engua. En ese momento,
.
simplemente una 110 ¡·
ista e 1a escraceg1
.
l' ·
ª po it1ca, no se. debe oponer. principio usted habla de la mirada de la madre, del i~agin~rio... No,
-a 1cnac1 6n un l · , d ,d ·b0 mo violencia; es una
ca de la lengua a ui1a al· . : ª re acion e propiedad aucénc1- yo creo que es la ley, lo que aqu1 escri co
. l 'd L
b h
da a la pala ra, asra
. . ' 1cnac1on H ¿· . . . vio encia simbólica en el senc1 o que acan d d
al 1enac1ones. De codo d : ay que ist1ngwr enrre varias . d d él mismo puso en u a
. ¡· s ino os, existe cierto punto, porque, en Ltn momento
es 1na 1enable, y por ¡0 ta .
d . neo intocable . d
una zona en la alienación que
. . b0']'a o,Imag1nar10.
. . pero s1. nos
e esta alienación funda 1 l '.in escrucr1ble, y en el interior esca tripartición del RSI: Real S'b tm ico , .
nres concierne al siln-
1 i 1cnra o n1e d' h queda1nos en el RSI, lo que descr1 o aqui, Yª '
versa , pueden producirse ¡·1 ' . JOr ic o transcendental, uni-
cuand
. 0 se P1antca la cuestió · ª cnac1ones
h' , . decerm1nadas; · es entonces bólico, incluso es el simbólico.
aliena~ton· ' vio · lenea, en el sentido n 1stor1ca , . y po l'tt1ca.
· No podría 11aber . . ¡ lienación funda1nenral,
colonial del . término. no fu del térm·ino, en el sentt·¿ o
• s1.. 1a 1enguapolit1co M. C.: Hablo del imag1nar10 para evocar ª ª
Para la al1enac1ón· Nos 11allamos d era una estructura prop1c1a · · primera, esa alienación de la imagen.
que, en el [,ando ¡ 1 entro de ¡ a1· .,
-no tengo la lengua con1
· ª engua no n
os pertenece como
ª 1enac1on· y es por-
b.' al ,
.
J reorfa lacan1ana,
en conJ·unro, es una
d'
o puedo cene un 1en nacur J D
. .: Creo, a d
.
emas, que a J d
· , fun da.Il1enra ' e a
l alienación con10 con t-
r otra cosa, la lengua no me teoría de esta a11enac1on
. ara que haya g<>cl· (sea el ele ver() el de cesar-de-
. dt,J .......
CJl)n ••,,~l)
1 ,. •1 •1 •
1 ~ub1'crivillad ele!. st1jeto, al sin1bólico · La a1.ten Sin emb~cgo(, pla extraña debe expulsarse, dcl>e mcJrir. Mi pre-
_· )n ~ ·1 ,, 11 jtlc~t. tln.thnt•nre. c:;rar ba¡o la le)' del otro, el otro a- no-ver)
la m1op a, . .
es· ·cree que el goce posee siempre un componente
... 1
1.. • ~ .. • o el

gunt~·
entonces,
·El oce . d e una muerte.:> () b'1en, ¿e1goce
. 'surge a parar
e:-.-rr.u11er1..1.
ort:1fero 1· < g /
~ lica siempre la muerte~ ul ·¡· r, ' . '
Pregunta para H. Ci.xous (invitando también a responder 1rnP erando una rórm a que ut1 iza en «Lauteur en ver1teli
y -recup
, · del «combate entre 1a Manzana y e1dº1scurso d e o· ' 1os [... ]
a J. Derrida) acerca del goce
...\nnalisa l\1irizio: En su rexro «Sa(v)er» de Velos, parece indicar una
ª Propos1co muJ· er»- si el goce .imp1.icara siempre . una muerte, ¿po-
rela.::icin entre goce )' n1uerte acer~ de la cual quisiera centrar mi drfarnos decir entonces que «un goce b'1en vale una muerte» (CIXOtJS,
frence a una

prefunra. En el relato de las emociones que se despiertan en quien 1989, P· 139) ·


esci a punto de dejar de pertenecer al pueblo de los miopes, de «per- L érdida, y la añoranza póstuma de lo que hemos perdido, ¿es
der mi miopía», usred se pregunta: «¿ver es el goce supremo? ¿O bien
f
un c:~ponente esencial del goce? ¿Y d el deseo? En Hélene Cixous,
1

es: cesar-de-no-ver?» (CIXOUS-DERRIDA, 1998, p. 16). h tos de racines usted habla del «sabor aspero y dulce (pesar y deseo
.La .muerte de la miop.ía («H.oy moría el punzante lamento que ~:zclados)» (p. 63) que surge de la imposibilidad de satisfacer un
hab1a sido el secreto de su infancia»; «Hoy moría su hermana la cóle- deseo -en este caso, el deseo de entrar en el goce del otro:. «estamos
ra,,, p. 17), ~~ pérd.ida º.el ~eja~iento violento de la miopía median- creados para desear (entrar) y no entrar» (ibid.). ¿El dese~ ;1empre va
ce la operac1on ~u1rurg1ca s~gnrfica'. como usted indica, el alejamien- acompañado de un pesar? Este pesar, ¿surge de una P.~sion de agre-
1

to de ''.un: extrana>~ que habita abusivamente en la sangre de sus venas: sión hacia este «mundo en el que no puedo entrar» (ibtd.), tal corno
«su mropra --escribe usted- era su propia extraña. (... ] era ella, ella usted define el goce del otro? . .
era ella, su murmullo inaudible incesante» (pp 16 17) L · ' En «Sorties» usted hablaba de imaginar un «deseo sin negati-
enton 1 - · - • a miopia es
ces .ª e~trana que se interpone entre su piel y la piel del mundo vidad», un deseo ~ue «no genera ni conflicto ni descr~cción» (Crxous,
(11La contlflu1dad de su piel y d ¡ · l d l
'd 1 ·1 d e a pie e mund O», p. 16), que im- 1975, pp. 144-145). ¿Es posible otro deseo? ¿O bien, cal.e?;~ ~uj
giere Teresa de Lauretis (1999), hay que aceptar Ja negatr ~ ~ . e
1
p1 e e m1 agro e « ver-a-oio de d ( 'b1·¿) 1
ga v madre ( Ad'ó11
. J. - snu O» l · , pero también la «ami-
1 s m1 amiga ·1 d . · al' · d l deseo como« imrre Jn-
de ciego, la gran libertad de la ~ ma ~e~>: P· 17) que da la «ligereza
• "
deseo, recuperar el sentido psicoan . rt1co e en cualqu1er . proyecto
«ver-de-cerca» tal d . esaparrcion de sí», la que aprende a terno del yo» y analizar su resistencia a entrar
' como usce dice en el político, su ser irremisiblemente sin amo?
Gruber. (Perdone d . texto-entrevista con M. Calle-
por estru1r su texo con m·1 lectura.)
. o de reflexión y voy a
Debo a m·1 m1op1a
· , extrema al H. C.: Aquí también hay un inmenso camp ·samenre en la
. . ca. pero precJ 1
tor1as más fantásticas d . · 1una~ de las experiencias alucina- responder otra vez de manera sucrn ' .
. d . amb10 y un r
d'álogo --es o
.
sidad -indisociable de n: 1
in a~cia. [. · .] Y sobre todo la nece-
ver Ypor ¡o tanto de pe mi propia naturaleza, de mi manera de
interlocución en cuanto se a un interc
, l surgen nuevo
s descubrim1en-
1
que aporcan la lectura y e encuentro-, 1 conación, a a pro-
ce.rea a Ji n de ver, y porensar-
con . .de .ir a verlo todo de muy, muy tos, y en particular referentes a la leng~a Yª ªen Ha empezado pi-
. decir con esco. d0
htper~tenca del detalle m· siguienc~, el desarrollo de una visión nunciación; ya verá lo que quiero . l cura», y lo he apunta
ra,'dm1 sens'b'l'd
. 1 1 1 ad a la, mín'' acercam1ent
_ 0 d h
e . escrutado-
orm1ga diendo «perdón por descruir su texto coln mi e~on su lectura, por ~u-
v1 enc1a hab' . 1ma sena! ( 1s· . t:ruye e rexro 1 · es16n
'ª nacido de ini · · · · iempre supe que mt porque he pensado que no d es ·mpresión, a 11npr
de pensar 1nás llá ceguera· q · d le causa esca i { lo que
inrentand ª procedía del e fu ue ,m1 deseo apasionado puesto, pero que quizá a usce d'd En cambio, para m •
de que hay una alteración o una pér li a. n1ás, una lectura nueva,
o penetrar las tinieblas. (19~~0 improbo de mis ojos s una eccura
) p. 98) se produce, en primer lugar, e
·rson·1 es "Y<H> c11 tant<) c¡uc ter<.:cra fJt.rson.1. l )e
inaudira ,, qur h,1\-'-' surf_ir en l.1 !t·ngu.t ontf.1s n1t1sicales tlistintas q . J de 1erccra Pe - '.' • . . .
cahda d . ca historia tic la 1111<>pfa (¡ue hace n11, ce; decir c.1t1e
, ienen a ~·in~,-ri ~¡ rse' .1ñ.1d ir .1lgt) .1 lo qt1e ~e ha escrito, pues hablue ro dos ino os,. esm'itad que d1v1<1C,
. . i 1ntr<>
• d t1ce en e1SUJCto
. a una extra·
. d"' t···ri't•tr:i rero. per~1)naln1er1te. escribo de oído Es un a- b· , es 1n1,
carn ien
' . .
extraña no una cxcraíic:1.a. (Juando digo <•era ella, ella
1110~ ' ' ~' ' • • ,• . . · texto
silen.-it,S\' n1u,· S\.'noro. nur~~ ~~ tSL r1~0 de otr~ manera,. puede que ,
na, Y
digo una ' .
imposible disociar, enfrentar, oponer, apartar el SUJeto y
.
in.:-lust' sc'.t ntr t'ido el ~ue esc~1~e f1r~~1ero'. guiando al OJO. La escri- a ella», es d . l . . ,
er rnio fa. Tampoco podemos. ccir ~ue _e ~UJCt<J pose~ su m1op~a
nir.t inipli(';t tt1d~ts las tor~1as 1d1on1at.1cas ligadas al _uso de ui1a len-
la p diga· yo siempre digo «mt miop1a11, como "' fuera m1a
gu.t. del orden ~{e la sinta.\.is. la gramática ... y hay ~n inmenso campo unque se •
que l.i tr.idu('c1on debe abando11ar, el campo fónico, por supuesto ªcuan·do en realidad .se, puede
.
invertir; después de todo, yo soy suya,
. . en 1a relac1on,
. , en esta un1on, .,
co sé quien tiene e l d om1n10
que par.i 01 1 es ~~incipal. c?n~ucr?r. Cuan~o usted de~fa eso, y par~ aqu f raro Po .
,-ol,'{'r ª. L1 ('uesc~on _del~ m1opi~, si .conoce bien el f~ances, notará que complicada, entre el sujeto y un elemento extraño. Si vamos
rnuyvez al campo médico, ¿·icen que la m1op1a-a . , veces me he topa-
yo no digo la miop1a, digo la m1opia; es una alteración de la pronun- otra d d . e d d" ·
• do con eso- es una enferme a , y yo _p1e~so «¿~na en~erme a ~ ¡si
ciación francesa ordinaria. Esta alteración es una herencia que pro-
,.¡ene de m1 madre, pues soy heredera de una alteradora del francés soy yo!». Una vez más, considero la mtop1a al mismo tiempo como
que e~ mi madre. El francés que hablo es un francés que me ha llega~ fenómeno para explorar y también como metáfo~a ~e todo ~o que
d~ primero -lu~go del mundo encero, claro-, principalmente de nos puede ocurrir, porque puedo ree~plazar la m1op1a por ~1les de
m1 ~adre! de mi madre, y hasta muy tarde no descubrí lo que le cosas, mi parálisis o mi talento deportivo. Como u~~ especie de su-
deb1a a m1 madre, porque me hallaba tan próxima que nunca hab' plemento y, puesto que es un suplemento, yo no dtria ~.ue es nega-
~ . d ia
01 o.ª m1 ma re. Necesité cierta. distancia, cierto tiempo para que tivo; es un menos que es más, y en eso se halla la comple11dad de esta
un dia -no .~ace ~ucho- alguien me dijera: «tu madre tiene un historia.
acenco ...1'.. D1¡e «¿mi madre tiene acento?»; estaba indignada y el día Dice usted en cierto momento «la muerte de la miopía», Yyo soy
en qhue, si ~uedo decirlo así, me desgarraron el himen, emp~cé a es- un poco más precisa porque en estas cosas, a veces la sucilez:i d~l
cuc ar. a m1 madre y ¡0 ad m1t1: · , tiene
· un acento enorme que para mí enunciado es absolutamente necesaria. No es la muerte de la miopta
no existe -una ve:z más
ve d
h. . '
' es una istoria acerca de oír de no oír de sino del «punzante lamento»: «es la muerte del punz.anre lamento
r o e no ver- y que es m . , , que había sido el secreto de su infancia»; la palabra «poignanr» [pun-
una parce de m· e . . uy inlportante porque ha determinado . d · a(f/lrrtt que arrapa
1 scritura sin que ¡0 .
no digo mi miopía di . . .yo supiera nunca. Por ejemplo, zante) es una palabra muy fuerte, quiere ec1r que 6" •

co alemán y así ' d~o mi_m 1?P 1ª• lo pronuncio con el acento tóni-
. , no igo m1 mio , ¿· . y que al mismo tiempo hace daño. 'f¡ del deseo, debo decir
se inscribe, produce ec . pia, igo m1 mí, mi mí-opia, y esto Con relación al «componente morti , ero» mos tend enc1a · a decir·
d 1 rectos importa l , . que siempre me he resistido a el1o. Se que rene . odo ¡0 que
e a muerte y del pesar el l nces -vo vere a ello a propósito
. , . l lleva en cierro m '
de detectar como de co y b'\~mento. Es un efecto muy difícil tanto Yqu1za a experimentar, que e goce con ' · erpo siempre
El texto dice «s .nea, L rzar. ·almayenm1cu
llamamos «la pequeña muerte». E. n mi .6n de que no se rraca de ,da
caría l' u m1op1a era su pr . - lo he rechazado porque cengo la impresi . , na está en la orra,
puntua izar algo: ese opia extrana». Tan solo me gus-
que cenemos tendencia ad e texco - . d 1 .d Pero qu1za u ,
d . está escrito · en tercera persona. Sé pequena muerte» sino e a gran vi a. or un esrado de ex-
mera'dpersana, pero es import e uc1r que esta tercera persona es la pri- no lo excluyo; es pos1·ble que neces_i·cernos pasar P
cog1 o 0 b. h ante pe tenuación para reactivar la exaltación. d er miope. nadie res-
una te:ce ien se a visto impulsado nsa·r1·que el autor, o bien ha es- . al . ·ene ganas es .
ra person d . a uc1 izar · Si preguntáramos s1 guien ti pregunto .si en cierro
ción en la pr· a, es ec1r, a incrod . como primera persona , . Al nas veces me
caso la · •mera pe rsona o en la uc1r una extranez.a - una altera- ponder1a afirmac1vamenre. gu
. ga1 Es una ex
periencia dolorosa, pero
' primera y lª tercera son u tercera ~ersona, no lo' sé. En todo modo la miopía no es un re .º· . d descubrimiento pasan por
na especie d . xper1enc1as e
e pareja, pero hablo en me parece que cod as 1as e
o ésa.sí c.:<>1110 111a(lur:1111rJS. Nr, J)llC<lo separar ga-
un ~ins.tbllr. un.t p1.·n.1. un c.sfuer!o, un tiolor. El progreso es sicrn . r e11os per ·
ranlbicn. un .ib.tnli1.ll1t~: llll •tY.1n:an1os -hace poco Jacqttes hablPrc, pf.lsar. Pº é d. da ganainos al J)t:r<ler, perdc1r1<JS ;11 ganar, cada ve'l que
,, r--nun('i •1- ·'>illll• de1.1n1.fo algt) arras. Superamos nuestros b'tenesaba nancia Y~ r rJeje~plo, cuando st1prin1<> ini mÍrJ¡)ía y veo mej<Jr, pierdo
ld... '" ...
al ntisntl1 rieinpl) ~ren1prc .1bantio11amos, dejamos caer algo q e Y
.
ganarnos, p~ro tipo de no ver que ta1n\)ién es un bien. Por Jo tanto,
. G . ue ror- a cosa, o . l .
b
ni.ihJ n.irre de cllt).s' que e.sea a acc1''º· rac1as a lo que usted d , ocr e el goce implique a muerte, sino que es u11 paso por un
r . l .
S1.lbre su tenior J dt·.srru1r e rexro con su ectura, me pregunto é
1 ec1a no esb' qude estado que es muy importante,
· que es 1a con d.1c1on
· ' de 1a
. · · qu es 1
la nlit)pía. ;Puedo de¡ar que se "ª}'ª s1n experimentar un duel . carn ?, n lo que va a dividirme para producir un suplemento de
• d ) d . . . O In- gescac10 ' . . l d' , 1amentar algo es un
menso, anilogo a un ue ~ que ?º pue o n1 s1qu1~ra imaginar sin conoc1 ·miento o de fel1c1dad. Inc uso iria que
desnl.l)'O. que ser1a Yer partir a m1 madre, en la medida en que es . oce; sería terrible no lamentar nada. Cada Vf::l. que me lamento de
1111
n1adre r mi propia extraña? Esrá en mí como mi propia extraña ~ pienso: sencillamente es el otro lado, la otra cara del goce, afor-
mue?º. n1~is de I~ que sé; es ,real,mente extraña, ,en _la med~da en qu~ go damente tengo de qué lamentarme, si . no sería muy. pobre. No
cuna .
no se n1 hasta que punto esra ah1, y, como le dec1a, i11filtra incluso · uedo lamentar el lamento, no quiero decir que lo cultive pero, en
lengua. mi oído; en cierro modo, siempre lo he visto todo a través~ p . . ,
última 1nsranc1a, seria ver a .
dd
I~ lengua de mi m.adre sin saberlo. Ella está activa en todas mis acti- Al final de su interrogación, usted dice: «habla del 'sabor áspe-
vidades. Por eso pienso que todo lo que parece que nos perjudica_ ro y dulce (pesar y deseo mezclados)' [pienso que pesar y deseo siem-
sea lo que sea en el mundo, hasta lo peor- es, a partir del momento pre están mezclados] que surge de una imposibilidad de satisfacer
en que nos sucede o nos ha sucedido, una experiencia relacionad un deseo -en este caso, el deseo de entrar en el goce del otro». No
con la ~ás ajena de las experiencias, la que nunca tendremos per~ sé si yo he dicho eso, creo más bien que dije -en esto, me reconoz-
que esca representada por todas ellas, es decir, la muerte. La muerte co- que somos creados para «desear entrar y no entrar». No e.reo
no~ l_le?ª• nos envía mensaje.s desde .lo desconocido que siempre se- que se trate de entrar en el goce del otro, sino que el haber sido
gui1ra siendo: Nos envía alusiones o ilusiones. Pienso que es esencial creados para desear entrar y no entrar es algo que es m~y profundo
en a humanidad que es · l .
. . , , •
decia, o qu1za s1 es decir q .necesario, no en e sentido de lo que Jacques en mí y que siempre se me aparece, de manera arcaica, como la
·
· d 1 S ' . ue «tienes que», o que incluso es bueno historia de Moisés, que encuentro fabulosa, ese hombre que llega
senar o or. é que s1emp d'fl' . . · · · ' en.la promesa
bueno -no muy bueno re es muy 1c1l decir una cosa así, pero es
1
hasta el umbral y que, por lo tanto, siempre vivira . .d}'
una manera de vol ' ,00 es agradable, no es un placer, pero es ·
en la no realizac1on, ·,
que es una erorma d e promesa· M1 propia vi a
. verse mas 11uma . r aunque por orra
etas difíciles pel.ig 0 no- pasar por rodas las experien- es así, en cierto modo, desear entrar Y no entra ' bl 1
. · r sas, aunque 10 ' · e no es desea e, que e
librarnos de ellas 10 . un1co en que pensemos sea en parte no creo que haga falca e,ncrar, creo qu. re he ensado que
antes posible N 0
en el mal, en el dolor e ¡ d ·. tenemos ganas de quedarnos movimiento hacia es de lo mas exalcanre. Siedmp ll pba me daba
. ' n a esgrac1a , 'd · 'da se esarro a ,
sea d1reccamente ya s ' pero nos topamos con ellos, ya seria terrible llegar. A med1 a que mi vi . . n'os pensaba
• ca por pr · ·d d .d d d is primeros a •
. ¿Surge el goce a pa . d oximi a , por vecindad. cuenta de que, en la ingenuJ a e m hay ¡nayor cacás-
' rttr e una >
Jamas gocemos desde 1 .muerte. No lo creo, no creo que «¡ah! ¡he llegado, ha llegado!». Considero qfue .ºmºa luego me daba
muy p0 d a muerte, sino r ba a m 1n1s , 1
. erosos en la med'd 1
que somos seres muy fuerces, trofe, pero yo lo creía, me 1o exp ica al N aforrunadamenre, e
mientras estamos . ªen que lo trar1srorma1nose 'da;
dolor y es b
con vid 1
a, o transfo
todo en vt cuenta de que era un error mo numenc . · o, <le llegar no 11 ega. se
. una cndición eran e rmamos todo en vida. Es un llegar no llega, hay que llegarª decirse que escoluye que sólo puede
ganancia C d ' Srormam d . ero que con , 1f.
· uan o era pequeñ os to as las pérdidas en otra da un movimiento de llegancia P da deseable. En e on-
una frase de Jo a, cuando t , . erre no es na d .
error es 1 ycc que me pareció en1a veinte años, encontré 1
concluir con el fin o con a mu d, í rop6siro del « eseo sin
e portal <le·l <l<:scubrim· un en un cia
ienco» Son
· d o muy acertado: «e1 d o para acabar con lo que usced ec ª ª deseo P rengo eJ d eseo d el
' o deseo esce .
· porcales, cuesta muy caro negatividad», me parece que Y
dt'St'O - 1· 11l~ttiYendo
.
el pt's.1r t1llt' i111¡)lica-, pero no el que COndu- uedo ver, en to~o.s los sentidos (lcl término inc.luyendo el
ciri~l a no rt·ner n.td.t q lit' dt'St\tr. dad. No Pí ¡de la obJ.et1v1dad, más que cuando renuncio; por esta
1 eor a Y e e-.
¿Que t)curn' enronl't'S en }¡~ esce11a en la 9ue comprobarnos este de ª t l ·erarquía clásica (para los r1lósofos) de los sentidos -la
. de l.t1 ~.··is·• 1..Jt'
1 ( 1111 1nera 111as intensa, es decir, en la escena de h
ón en a J 1 1 .d .
r1po • • . . . • acer raz a' de Hegel, por ejemp o~ e ver es un s~nt1 o eminente y supe-
e1an1Or.
' E,·idenren1ence. son cuesciones .
individuales,
al aunque la sin-
. t~oríal caceo y a los otros sentidos; porque viendo no se consume y,
gul.iridJd pueJ.1 servir de ejemplo un1vers , como Jacques decía hace norl r o can to , puedo acceder a la verdad precisamente porque, a dife-
~ n n10111e11co. Pienso que el deseo, al menos eso es lo que yo sient Pº . del animal, puedo ver la cosa respetándola, eso es lo que quie-
u . . 1 o, renc1a . · · · d
)-a es go.:-e. no ¡05 separo; es un goce incenso y que s1~p emenre tiene ir respeto: ver, ver sin tocar o ver sin consumir o sin mor ero
re ecd , p d . . d
mod.ilidJdes de goce. Goces a fuego lenco, despaciosos, largos; go- . gar sin incorporar a s1. ero se trata e una experiencia e
zar. por ejen1plo. de esperar y luego gozar de alcanzar -trabajando sin era ' d e-. . . , á d. d ,
due 0 l . La cosa que veo, por erin1c1on, est per 1 a para mi, o en
sobre el esperar y el alcanzar-, que no significa una ruptura brutal codo caso no es mía; puede haber u~ d.e,seo de a.prop1ac1on; · ·' por eso,
sino la articulación hacia un ricmo, u~~ mus~calida? que hay que · luso, existen los deseos de apropiacion, precisamente porque, de
1
reromar. El renacimiento o la resurreccion es inmed1aco para mí, y :~emano, estoy en duelo por lo visible. Así, la experiencia de la visi-
cuando hablo de música, me referiría, por ejemplo, a Beethoven. Las ~ilidad es, en su especificidad, una experiencia de duelo, y también
sinfonías, y no sólo las sinfonías, me han sobrecogido siempre por- -para volver a la cuestión del. goce ~e la que us~ed .~abla- una
que son el modelo mismo del deseo goce; hay una fuerza formidable, experiencia de deseo, pero al mismo tiempo de privac1on del goce.
un desencadenamiento de una belleza orgánica, y luego algo que es Cuando veo, en el momento propio del ver, el deseo -el deseo ~
específico de Beechoven, una interrupción brusca, «recobro el alien- también la aversión- puede ser muy intenso, pero en codo caso esca
ro ... no «pierdo el aliento»; es el momento en que se recarga el alien- separado, hay privación, separación y, por consiguiente, puede haber
to'. y,eso no se asimila a algo negativo, es un puro latido, creo, pero espera pero no alcance, retomando la distinción de Hélene. En la
qlllzas estoy soñando.
medida en que el ver es quizá el momento del deseo pero como espe-
ra sin alcance, hay duelo, allí hay muerte, hay muerte.
J. ~.: Quiere que diga algo ... Hay mucho que decir soñar decir o
Eso nos conduce, pues, a 1a c~esti~n · , del goce. y de . la muerre.e Yo ro
decir soñando. o sin son-ar. 'T'ian so'l o unas p ala bras. E'vi'dentemente,
en el duelo s1ngula q Hél~ · también, como Hélene, quisiera disociar la experiencia 0 el c~~c P
. , r ue
de la m1op1a perdida» es d · l · ene experimenta, nos habla del «duelo de goce de la negat1VI .. dad -el goce Y lª m uerre es un tema dcJas1co-, h
b d . . e-. 'ó d l vida Se pue en acer
. .
\ er se conv1erre en una e
' ecir, a vista reco ra a. Eso significa que
· . d d intentar pensar el goce como ar1rmaci n e ª · .d J uro
. xper1enc1a e uelo, finalmente, y que poder muchos movimientos para reafi1rmar en el goce Ja pura ¡ v1 a, e ba P de
ver, o ver me¡or o ver má 0 d d . . . . b -me refiero a o que aca
mos esta' v·in ¡' d l s, ver on e no veíamos o como no veía- v1v1r sin muerte, pero, sin em argo . ·as maneras de
cu a o a a expe . . d l d . , . al b as- existen var 1
feliz miopía E . .riencia e uelo como pérdida de una dec1r Hélene con sus propias P ª r ' . d como realización
· so quiere decir h . l ce como p1en1tu ,
todas las dirnensio mue as cosas, y no voy a desarrollar pensar el goce. S1 pensarnos e go de ha oce se satisface el deseo
ver no solamente com nes, pero unaI de .ellas conduc1ria . , a consi'derar e1
que ya no deja nada que desear, don d y~ y cuando no hay nada
periencia de la pérdid:· e~ de caso singular del que hablamos, la ex- h
y, por lo tanto, no ay na a m
d ás que esea1,
rilicemos Ja palabra muer-
e ¡· · , .
1 .
en genera -incluso Ye. uelo . de una 1e tz m1op1a, sino a que ver que desear estamos en duelo; aunque¡ no u co hay duelo.
. pata quienes h . or o can , l
quienes nunca han ten'id l . an visto durante toda la vida, te ya no hay nada que esear ' d Y P · e el vínculo entre e
· · o a exper · d ' . · po sugerir qu
rienc1a de pérdida de d ¡ iencia e la miopía- es una expe- Me gustaría, si tuviera rie~ ' cemenit10, que los hombres,
l h bl , ' ue o. Ver - l , ascultno que n 1 1
ª que a abarnos-' en el sentido . vo vemos a la cuesrión del ver de
· · goce y la muerte es mas , m an
al'
izar. .
r1en den más a vincu ar e goce/ .a
tocar, no coger, una distancia estricto del término, implica no por razones que ha b r1a que . 1 e consiste en alcanzar su tetOJ,
y, por lo tanto, una cierta
· . ·b·1· la muerce que las muJeres. · Pero s1 e goc
1nacces1 1 1-
uerte como tal, sino algo que llamamos la muer-
.._,.. b a m uy bien lo que queremos dccir · con eso. H a b ria
l
su fin. su cun1bre. su realizació11, en no dejar 11ada que dese
. . . d, d . ar, ento necesar1.A,.,.,ei1te '
ces es duelo. y si de1a algo que esear es uelo también. Corno de ~- . qu izá sa er manálisis o psicoaná
ce sin . 1·isis
. de 1os d"1scursos mascu l.1-
Hélene. lo bueno es esperar. es desear, no sólo realizar sino dese cia r un 1arg0
. d . . ar. En que hace . en la historia, que han hecho que sean sobre todo
ambos casos. ranro s1 ro av1a esperamos como st ya no espe femeninos,
. d d , ramos nos Y . es han dicho «la pequeña muerte» -son sobre todo
har duelo. algo de¡a que esear. ya sea porque ro av1a lo desearnos ' bres quien
0 horn b los que hablan de la pequeña muerte, no las mujeres-, a
orque ,,.a no haY' nada que desear. La palabra muerte es un poco ' hom res
P . . 1os d ¡ forma que adopta el goce sexual en el hombre y no en la
. eNoª voy a aventurarme en d.iscursos o descripciones
fuerce pero de codos nlodos hay algo que debe deJar 1nsacisfech causa · · ·
por consiguiente. que está cerca del duelo. Prefiero usar siernpr~ ~
1mpru-
rnu1er. especto pero sin . d u d a h ay a lgo que esta, estructurad o ps1-
,
palabra duelo anres que . .la palabra
. muerte, y. no es lo mismo. In ce nto denres al r ' . . .
pensar en un due1o or1g1nar10 y no necesariamente un duelo trise · mente que es estructurante para la psique masculina y la ps1-
qu1ca ' , . . .
No podemos elaborar el duelo del duelo y disociarlo de la mis e... femenina tip1cas, porque hay hombres que tienen una psique
que . . , . l
muerre. Es necesario que haya duelo en el deseo, e incluso el lar ~a 1
rnás femenina y muJeres una psique mas mascu 1na, pero creo que e
esencial en ere esperar y a~canzar~ para que haya latido, ritmo de l~ti~ latido pasa también por ahí.
do -es lo que llamo la d1feranc1a con a-, es preciso que, aun cuan-
do.lo alcanzamos, sigamos esperando; incluso el alcance se halla en el
!ando de la espera, y es j)reciso que haya duelo por lo no real· d
. . d [ e iza o.
Hay que partir quizás e a direrancia o del latido, más que d l
p~los de la realización. o la 1nucrte. Lo que está en el ámbito ~e~~
vida, ¿est.á en el del lat1do? Mie11tras late algo, hay vida, y cuando a
no hay vida'. nada late. No hablo del latido del corazón sino del rrr-
mlo, de l~s ritmos. Así, afir1nar la vida, dicho de otro modo afirmar
e goce situándolo en la ·d ' '
latido un . 1 v1 a n1as que en la muerte, es afirmar el
• r1uno en e que hay
vida sino una . muerte, no una muerte opuesta a la
mo... . 1a la vida, que es el ric-
n1ucrrc que está ahf' que c1nce

H. C.: ¿No dirías n1;is bien un ricn10


muerce pasa? • no en el que hay, sino en que la

J. D.:
1 Sí. la n1ucrtl:' 1)·\s·\
r , , • . p,e ro no nece .
es e. gran debate, en el t,ue no . sariamente la muerte como cal;
He1d· J·r
.egger, a c111erl:'ncia del an·V.l111osaen trar, de saber si, co1no dice
·i

relación co 11 ¡a n1t1l'rtl:', t'l h) liria1• que no n1 .


b . uere, que no c1ene una
e 1 ·r e n1 re t1c11
orno ta · cngo grandes dud·\s . b e una relación con la muerre
gar, no estoy seguro dl· t)uc e,l, .,s1~ rclesca distinción En primer lu-
mue t ¡ " ·•n1a n ·
~,e coino t;i : tan1poco c.·stoy segu ºd tenga una relación con la
relac1on con 1a 111 u. , ro e que ¡ h
bl d d crtc con10 tal; por lo e ombre te11ga una
erna e 1a o. l~n todo caso . produce
· • se canco,
el vamos a d e¡ar
. e1 pro-
paso de la muerte, no
\fl. SEGUNDA PARTE: SOBRE LA
JD.EN'l~IDAD, LA EXCLUSIÓN Y EL ESTILO

Tres preguntas en torno a la identidad, el colonialismo


y Argelia
AH. Cixous:
Rodrigo Andrés:
Temo la manera en que la gente, inspirada por la angustia o la
desdicha, se instala, pertenece, se aferra, incluso los escritores,
hace su madriguera, busca casas, patrones, se identifica. (CIXOUS,
1997, p. 73)

Usted pone en duda la necesidad humana de «identificarse»


con una definición concreta basada en etiquetas o modelos de con-
ducta, cualesquiera que sean. Pero me pregunto si usted no incu-
rre en lo mismo en este texto autobiográfico («Mon Algériance»),
en el_ cual subraya su condición de apdtrida fruto de las circun~­
tanc1as geográficas e históricas que la han conducido a un mesti-
zaje imposible o, en otros textos, su condición de mujer o de
hija de madre.
Su escritura me parece universal, mestiza, eclécrica, conectada a
Joycc, a Lispector, a otros autores muy diversos. Sin embargo, a pesar
de esta intercexcualidad que usted defiende como una libertad Y una
vocación de universalidad, la lengua francesa aparece como el centro
de su idcnridad literaria. ¿Piensa que esta necesidad no de expre-
sarse en francés sino de expresar el francés pueda representar una
fucrz.a cc11trípcta, frente a su vocació11 ce11tríft1ga?
Argelia y el colonialis1no (para 1-1.C. y J.D.)
AJ. Derrida: 1
Eo corno a
lo que de fi.)rn1.t un r;1nco ligera se 11an1a deconstrucció M .Armengol:
. ·.r·. d d di . . nnoes Josep · na frai1 cesa sin Francia y era la pri1ncra <le la familia en
[... J un l'On~unco espé'Ct•utza o e proce miento~ discursivos[ ... Yo eralaucomo meta o como recurso. M1. hcrmano, en cambio, se
[sinoJ un.t ft)rn1a de ron1ar postura, en su trabajo de análi · ] tornarargelino futuro y para la etern1.d ad . ((..JIXO US, 1999, p. 73)
' 1 1' . . . SIS> en creía
lo que se ret1ere a .1s esrrucruras po 1t1cas e institucionales
post·b·¡· r,1n ~-
.
rigen nuestras , .
pract1cas [ . . . ] . p rec1samence
. que
11 'l l ·d · por- La primera pregunta que me gustaría hacer a H. Cixous y a J.
que nunca_ se re fi1ere so o a conten1 o s1gnificado, la
deconsrrucc1on no debería ser separable de esta problemá · Derrida es la que ella f?r~ula en este .texto, e~ ~ecir: u¿(..lué significa
pollcico-inStitucional (... ] («The Conflict of Faculties», cit~~~ Francia para nosotros, Judíos ~e Argelia, que v1v1mos la extraña aven-
en Ct:LLER, 1984, p. 139). cura de ser expulsados allí mismo, expulsados y prohibidos por las
leyes antijudías de Vichy _e? 1940?» (ibid.)., .
En segundo lugar, quisiera saber por que H. C1xous en su juven-
Los defensores de las políticas de identidad en el ámbito se al
tud decidió dedicar su tesis a James Joyce. Esta pregunta responde a
reaccionan en contra de la queer theory, acusándola muchas vec xud
. . . dd . ese los paralelismos que percibo entre usted y el autor irlandés. Me refie-
ser un vano
· , e1erc1c10d e econstrucción sin finalidad política· E n esta ro, por ejemplo, al hecho de que la problemática colonial fue central
acusac1on, a menu o.se ha entendido la obra de Derri'da, espec1·a1-
menre en Estados Unidos, como una invitación a analizar l en la obra y la vida de Joyce. Recordemos que Joyce dejó su Irlanda
d · 'fi · , os proce- natal para no volver nunca, puesto que consideraba que su país vivía
sos . e s1gn1eicac1on
ál y a relegar
. el análisis de la política y de las inst1-
. .
ruc1dones. ¿ u ~s su reacción frente a esta interpretación de su tarea en lo que él llamaba un estado de «parálisis» política e ideológica. En
de " econsrrucc1ón»? cambio, en su obra, es decir en la ficción, Irlanda ocupaba un lugar
privilegiado. Me gustaría que hablara de la relación entre su expe-
riencia colonial argelina y su producción literaria, por un lado (por
Más sobre la identidad (para H. Cixous) ejemplo, por qué regresó a ella hace sólo algunos años, y por qué en
Helena González: En «Mon Al . ella Argelia ocupa un lugar cada vez mayor), y por orro, con la obra
Derrida en Jeune Sai t J ;¡:- gérJance» Y en Portrait de ]acques Yel pensamiento de Joyce, para aclarar estos paralelismos.
enraizarse en un «país :err:zJ usted habla de la imposibilidad de Esta última pregunta va dirigida rambién a J. Derrida: ¿Piensa
necer a una identidad polf ~tre»; parece que niegue la idea de perte- que la exclusión puede comportar algunas ventajas? En otras pala-
.d ttca pred fi ·¿
vi a Y la de su familia en
, · .
e tni a, rememorando su propia
tanto que , d br~s, ¿podemos considerar que el oprimido tiene un punto de vi~ta
su unico sentimiento de pe . noma as. En sus últimos libros privilegiado sobre los mecanismos de opresión (en este caso, colon1a-
l 10· f: . rtenen ·d .
~ ~eta, que usted form l eta rest e quizá, como en Rilke en les)? ¿Cree que su situación particular en Argelia les ayudó a ampliar
c1enc1a del . u a como a[q,, . ,
. origen -del tronco fa . . oerzance, «argeliancia» (con- en cierto modo su campo de visión posterior?
-e1de 1a tnfanc· 1
. ia, el del «verdadem1 iar- vi ncul ado a un terr1tor10
. .
Sepultado). Sin b ro)> cerne · d
memoria d 1 em argo, esta identidad _nt~r10 onde su padre fue H. C.: Gracias y perdón por no hablar en espafiol o e11 cac~án. Es
nació e as gu~rras, de la concie . «1nd1vidual» se forja con la para mí un gran pesar y una gra~1 car~~cia y de vez en c_u~nd~ Intento
n y, por cons1guie nc1a de la al ·d d
~obre un grupo. ·Cómnte, co~ ~a experiencia d ter1 a y?~ la !nd~gel consolarme diciéndome que m1 fam1l1a pacerna era or1g1n~1~ de Es~
identidad nacion<al 0 conc1liar esta co . e _la represron ejercida paña y que cuando era pequeña oía hablar espafioI e? la fam1l1a de mi
l
a a diferencia - no
con 1os p
!' royecros políti
nc1encia · di ·¿
b tn v1 ual de no- abuela paterna en el cercer piso de n~esrra casa, m1~ntras q~e en el
tara itaria- de los pu~~~os~sados en el derecho segundo piso de la misma casa, dominaba el aleman ~e m1 abuela
materna. Subía y bajaba la escalera de las lenguas. BaJO la escalera

. El cgtir1do elc1nc1110 111t1y i1111J<Jrra111c -y es una cxr1ericr1 1
Yi,·ía el. .ir.1be en l.1 f'l'íSl'll<l lÍt' f\ loh~1111ed. el s.i11 techo )' · e
. L F O . . sin ramil' ci d·1d.
' , parto
s . . <le Argc1·1a, la historia (le
con Jacqucs- c.::~ 1:1 111~t<>r1:1
que n11s J1.)s .1buel.1s .1l1111rnt.tl'a11. . ra ran. Lo digo por . ia,
,-\1h·l·r .t IJ ,:ucsci1.'n d1.' l.1 clc1.·cil)ll de la le11gt1a y de lo que qtie dqui:ro que. coin
d'os de Argelia . dura11tc 1a g11crra (y I<> yuc nos sucedió . .i nos<>
· · · i l 'd 'd d d l · ptie e stg- los JUen1 particular es muy ar1t1guc>, • y él le> 11arra y analiza en /e
n1h~·;tr c.'Sfl). l .1 ~·ut'Stl1.)n le . <l l entt . . a . o e a 1dentificac'ó i n en la
que b.u1~·e11tr.t\i o su re tle\.tOn es or1g1nar1a para mí, como creo ue erosnofi gi1.isme) . Nac1, francesa pero no tuve c1ernpo . de darme cuenr.i
J.1~·ques 11
1110
es pJrJ • Derrida.
.
Y por lo ranto haré alrunas referen · q
· • • t> c1as a ulo de ello ni de que ya no era fr_ancesa, porque llegaron las leyes de Vichy.
.:-onrexro derern11nanre que es el de m1 origen autobiográfico p n Hay que decir que la Argelia francesa era profundamente petainisca,
zones históric.1s. ' poliricas. · )" por supuesto . • con ayuda del az.ar, odrera- la en su mayoría, y las leyes que excluían a los judíos de Ja ciudadanía
suerte. nJct en un espacio que no perm1aa, no autorizaba e francesa se aplicaron rigurosamente. En mi familia, todo empezó de
. l 'd 't' . . 1 fi' . , ' no ravore-
.:-1.i
- .a 1 ent1 icac1on.do a 1Jac1on, con una . cultura
, o con una lengua modo espectacular. Por ejemplo, mi padre era médico y no ruvo tiempo
.So' un cruce. ,uno d . e cuyos polos es el JUdaismo asque nazi• -aun-· de ejercer; en 1939 era médico francés, oficial médico francés en el
que. no deber1a ec1r eso porque en mi familia nunca s h h bl frente y def~ndía a ,Fra~cia; ~n el ~ l, descolgó su placa de médico y
d · d · ' · ·· e ª a ado
e JU aismo asquenaz1-; m1 familia materna procedía d Al · ya no era ni frances ni medico. Viví todo eso y es imposible, si se
h ·dI · e eman1a
uy~ e n~1smo, pasando por un periplo sumamente com Jica , tiene memoria, decir sosegadamente: «soy francesa». Toda mi vida,
semt-refug1ada y medio-adoprar1do una Argelia deno · d pe do,
sa D ·· e · · mina a rrance- todavía hoy, me paseo con un pasaporte del que pienso: «miente, o
h . urante d mt tnranc1a . siempre me plantee' la cuestion . , que Jacq
a trata o, en particular en Le monolinguisme de l'autre ~es miente él o miento yo», pues dice que soy, entre comillas, «francesa•i.
Efectivamente, soy de nacionalidad francesa y siempre he soña-
en muchos otros textos la de 1 l pero también
o si me preguntaba a m'í mismaª enálgua ma.telrna. Si me preguntaban do poder atravesar el pasaporte para ir hacia una nacionalidad que,
. cu era mt engua
t:a ba trabªJº pensarlo s· . d . materna, me cos- he acabado por pensar, es literaria. Si hay un país en el que me reco-
· 1 m1 ma re era mi dr E Kl .
denre de Alemania- enton .1 ma e - ve etn proce- nozco es la literatura en general, que evidenremenre no tiene fronte-
. • ces m1 engua
mt madre fuera mi padre-! d' d materna era el alemán; si ras. Esra experiencia concreta me ha ayudado a deconsrruir, ya en mi
"hiJª . de madre»-, si mi m d o igo fu a rede . porque no me defino como niñez, la escena de la identificación, la escena de Ja nacionalidad, de
a re era m1 pad . .
madre, entonces mi lengua re o s1 m1 padre fuera mi todo lo que es nación: nación, nacionalidad, estado-nación, inclu-
fr.anees.
' de los ¡udíos
. mat:erna hab ' ·d
del nort:e de Áfi . ( r~a si 0 un rancés nuevo, el
fj
yendo la nacionalización de las industrias; en fin, en cuanto se naciona,
ria decir Argelia, pero mi fa ·r rica digo el norte de África debe- yo ya no estoy. Se trata de una experiencia subjetiva pero que ha}' que
t-.1arruecos venía de España)~:~ ~roc~~ía de Marruecos y a~ res de compartir, pues es nuestra única manera de ser políricamente huma-
gran elegancia, de una gran fu am1l1a hablaba un francés de una nos o humanamente políticos, y eso me lleva a algunas preguntas
te cultos' pero su apetito . y su erza, dese aun d cuand0 no eran especialmen- que se me han formulado aquí. Por razones prác~icas Yc~mo rodo el
pasaron
una riq por addo~tar y cultivar unaole e prog d
e reso y e transformación mundo, he sido declarada y me declaro pertenecienteª cierta comu-
ueza a rn1rabl s· ngua iranc d 'd fl'
ni ad con la que, por otra parre, no rengo con iccos, con
la que ten
-
ra Argelia en es: 'Argelia fuera m· desa e una precisión y . . l l ·dad francesa. Tengo una
' tonces m1 1 1ma r · · 1
consciente de 11 engua materna 1 , e 0 St m1 madre fue- g0 un. comprom1~~0, por . eJemp o, a comun 'dad 1v por lo canto, n1e en-
la hiJ.a de todae o enseguida, sabiendo al rn~abr1a. sido el árabe... y fui re lación de compromiso con esta comuni·miento '
de res1srenc1a
• .
y de
s estas mad ismo ue cuentro en un estado a la vez d e consenti ~ . 'dades. Ademas, ·
zanjar, ni decidir s· res que hablan en , mpo que aun siendo . a otras pos1brl1
. , ino que tod m1, no pod' . . .
por encima de orra o me llevaba · . . ia 111 excluir, n1 d istancia que se abre conscanremence . . d ·
por razone 1 a pr1v1l · siem re he ensado -es una experiencia Judía asquenazf, Pº.r ec1r-
M e es imposible
, pues obJ ·
~ ª a vez práct· eg1ar una lengua
icas y p , . ~ · ,P habría podido nacer en cualquier otro
a un ser compleJ·o _ ' . et1va y filosófl oet1cas. lo ,as1d, JUd1a
l alemana-
d fuquera Argelia, ya que el 500/o de la ram1e ·1·Ja de
yo o quien sea- se le icamente, imaginar · · que pais
pueda red ucir · a una iden- · e mun o que · no sae pas6 por los can1pos de concentrac1on. ·· y
mi madre, que era 1nrnen •
Lo aprendí tod~ a!ª vez o lo desa¡Jrcn<ií tí>(I<>, primero porque
el otrü :;oo 0 se Jist'n1inó pl)f la stt¡)crficie de la Tierra; así, yo 11 b· bía que yo era JUd10, luego porque 11<> sabía ciuc todos los 1•udíos
.
podido ser .iusrr;111.111;1, 1lll l)ll'r;1
· ¡10 dt"do ser argentina, · uruguaua tera no samentirosos, pero 1o peor o lo mcJor . fiuc que también aprendí el
fin. roJo s;t!Yl) fr;1nl.'t'S:t. pt'ro el azar ha hecho que lo sea. y ' en ¡
do11ble bin~~ puedo,deci~
eran · qu~ soy un rcsu 1t~do ~est1mon10
· · del doub!e
·~1ujer 0 hija ...1p.1rrida•>... ? No creo que yo haya utilizado 1
e 'bl S d .. , d ªPa- bind primitivo. ?ali del 1ard1n pensando «Si traigo los sellos me des-
labrJ Jpjt~id.1 pero t's post e. « u con 1c1on e mujer 0 de hija de
honro y si no t~a1g? los sellos m~ deshonro porque habré demostrado
niadre». d1~·e usred: rodo eso. otra vez, es un tema de reflexió .
nienso. n1uy dificil de resun1ir de manera obje~va e histórica.~:~
ue codos los Jud1os son mentirosos». No les diré cómo acabó esta
ranre n1ucho nen1po no supe que era una mu1er; a decir verd d j ~isroria, pero fue decisiv~, ~?aquel momento aprendí la inclusión y
n1ientras esr;iba en Argelia pensaba algunas veces que era un pe ª '. la exclusión, la falsa definic1on, la manera en que se nos puede llamar
e ·do ran1 b.1en
s1 · ur1 gusano, he siºdo b revemente un pájaro; corro, judío o español o catalán o negro. Pero no lo interioricé, comprendí
h
scour. n1i padre era una cigüeña -además se llamaba Cigüeña1_:1º que en aquel momento había un trabajo difícil y complejo de rela-
Y? no m~ senría, r~unca ~e he sentido .definida como mujer. Añad[ ción y de identidad, de identificación. Y después, enseguida fui ex-
ria que s1 me hubiera tenido que definir, habría sido de modo n _ pulsada del paraíso, puesto que se echó a todos los judíos mentirosos
· · b d1
nYo, como m1em ro e mundo judío, porque soy una hija de la
ega de todos los lugares en los que justo antes se les admitía.
guer~a y durante la guerra me designaron. La primera cosa que me «Condición de mujer»: esta expresión que, por otra parte, no me
ensenaron cuando gusta nada y que nunca he utilizado, la descubrí al llegar a Francia. A
. . tenía tres. años fue eso, señalándome con el d edo
-una exper1enc1a la llegada sin llegada, tenía dieciocho años, entré en la Sorbona y
. d traumática que fue decisiva para mi'-, me d"IJe-
ron que era JU ía. En aquel inomento tenía tres años, sé la fecha desprendía un olor muy extraño que nunca había notado antes; era
exacta porq~~ es el momento de la expulsión del paraíso. Como mi la misoginia, pero tardé tiempo en encontrarle nombre y en entender
padredera ml iltt~r'. me admitieron en el paraíso, que era un J·ardín re- su funcionamiento. Me vi obligada -es una adopción secundaria, si
serva o a os m1l1rares ' y en ese Jªr · dín mi·i·itar donde yo me conside- se quiere-, política e históricamente, a hacerme cargo, a preocupar-
raba un gusano-la p bl ·ó , me por «la condición de mujer»; me vi obligada a reconocer que era
tas y los gu hob ac1. _n que mas me interesaba eran las plan-
sanos-, a ía n1nos , algo muy problemático, que había un combate que llevar a cabo en
de mí en los colu · v mayores que ve1a volar por encima
mpios. 10 pensaba el universo y, muy a mi pesar, tuve la impresión de retroceder, por-
ganas de ir con ellos» y é «so~ mayores, son altos, tengo
que yo estaba mucho mejor como hijo de mi madre o niño ~e cigüe-
Me acerqué y oí su c'o procu: en.erar, ir a ese mundo de infancia.
nversac16 n b' b ña, lo encontraba mucho más interesante que verme reducida a una
extraño, los niños mayo . ' tntercam ia an sellos. Pensé «es
. res 1ntercamb · ll oposición hombre-mujer que, políticamente, sin ~mbargo, exist!ª·
c1osa del mundon Pen é· ·Es ian se os como la cosa más pre- Así, durante largos años de mi vida he tomado partido po~ I.a,s muJ~­
· S.«, eesel 0 b. d
. d
d
pue o pagar! Es un visado .
. ' st ese es el v. d
Jeto e sus deseos? ¡Entonces res en la sociedad, pensando: es indispensable, es una pos1cion ~ol~­
visa o, ¡en m1 casa hay sellos' Ec . isa o, entonces, yo tengo un
lo d' .l>. rect1vam . tica necesaria, es una urgencia militante y a la vez es un~ gran lasti-
_ s tas cartas del mundo ent l ~nte, mt familia recibía todos ma, porque inmoviliza a las mujeres en el concepto «mUJ~r», que es
nana» ' y algu1en · se volvió ha ero, · Y es dtJ e «puedo traeros sellos ma- un concepto reductor, cuando debería ser tocalmenr~ ab1erro, y lo
sa'»
.1. No tuve t1e1npo
· cia n1(' .una eh'ica, y me dijo «¡mentiro-
de reflexio mismo, por supuesto, que «hombre», ercét~ra. Todav1a estamos en
se1os ' todos los JU · d'tos son ment' na1 porque ana - d'16 «no traerás los
1rososl>. este punto incluso políticamente, en Francia. .
.· d' d e . yo soy hiJ.ª de madre, pero cambtén soy madre
« H lJª e ma r ».
· ¡0 ahora soy-porque la vida . ·
lo quiere asf- 1a
d e mad re. Por · eJemp
dre quien' además en una especie · de inceltgenc1a
· · · de
- 1. El· aptllido Cixou~ pa rece rene {" ma d re d e mi ma , • ' .
ongen eumológico . r, erectivamenre, la pal b . .. - e · nes de los cambios, de las meramorfos1s de los seres
a ra «ctguena» como 1as cransrormac1 0 •
. b clioca co11 u11a cs¡)c.:cie <le ral)Í<.JUC o de pared que
hunlanos. Olt' 1..·onsi"Ít'r.1 Cl)llll) cal. n1e dice 1•ahora tú eres mi tnadre1 co qt1e rn1 ca eza porque el i11glé~ 1nc J'<)tlca y el 1erancés lo 11evo den-
",-o esrov de .tCllt'r1..ll). 1\l1l)r,1 SOY st1 nladre, lo que 110 impide a 01 1'. 00 do atravesar, . . . . 1 él .
oo pue lo llevo en la sangre, n1s1qu1cra11cccs1to pe11sar o, es qu1c.n
~;adre se~ n1i n1~ldre. croderní, ll me habla me empuja. Nur1ca me he planteado, por
.ensa, o e a, , . d a1 .
rne P 1 esción de la elección de la lengua aun sien o gu1en que
. ¡nplo, 1a cu . 'd d e S ,.
eJe . l ·ntegración en la ident1 a rranccsa. oy muy cr1c1ca con
ser
es1ste a a i ,
Francia, también con respecto a otros paises, pero a an ono
b d
H. C.: Si. ¿cón1o ol\'idar a la hija que me hace madre? Pero estaba
. · a ia en cuanto a una i.d ent1.fi1cac1on
respecto . , con el 1rances.
e , Para m1, , e1
resrondiendo a hija-de-n1adre. ~o p~dría _repetir en cuanto a todas mis rni ret1cenc . . . d ·
' toda la literatura, un terr1tor10 inmenso, e una riqueza ex-
relaciones f.m1iliares. que son 1nfin1cas; incluso podría decir que en frances es , ,
·a y que eso sea una manera de ser centr1peta, como dec1a
esre n1omenco soy la joven madre de mi hijo, que ahora tiene cuarenta craordi n , arl . ,
y un años: aunque sea un matemático brillante y una especie de padre Rodrigo, no lo creo para nada. Pienso que hay una manera centrifuga
n1aremárico para mí, de vez en cuando viene a decirme «mamá, soy tu d trabajar el francés, una manera de ahuyentarlo y una manera de
bebé,,, y yo pienso «de acuerdo», y vuelvo a caer en su infancia. p:rseguirlo; u.n a manera de que el francés te persiga y también ~e .que
1

No creo ni en una estabilización, ni en una unificación, ni en ce ilumine. Por otra parte, cuando decimos el frances, estamos dicien-
~a definició_n posible de un ser humano, y pienso que la riqueza y la do algo inexacto, deberíamos recordar primero que el francés -como
libertad poéc1ca de éste se hallan en concederse la posibilidad de re- todas las demás lenguas, por supuesto- es una lengua llena de len-
presentar codos los papeles que se presentan ante ti, ante mí, y hasta guas, y que cada vez que hablamos francés hablamos al mismo tiempo
los papeles_de anirnales de los que he hablado un poquito esta maña- portugués, español, árabe, por supuesto latín; en fin, es una lengua
na. t-.1e resisto. mucho, aun cuando si durante veinte años, de 1975 que lleva las huellas y los restos de otras muchas lenguas; cada vez q~e
ª··:·en fin, quizá no veinte años pero casi, me vi obligada -una vez me encuentro en francés, me encuentro también en codas las demas
m~ por :azon~s de s?lidaridad- a salir en defensa de la mujer como lenguas. Pero no sólo eso, aunque yo esté en contacto es~recho con la
md ~Jer. Sr hubier~ dicho, políticamente, en una asamblea: salgo en etimología que es una riqueza poética~, lo que,me !~teresa es el
.erensa de la. mu¡er opri mi·da, vio · 1ada, asesinada,
. etcétera -algo que francés desconocido, el francés todavía inaudito, y aqw habria que en erar
sigue ocurriendo actualm . en el mundo de lo que han llamado estilo en alguna de sus p~e~ras.
ejemplo no h b" e ~nte- como no-muJer o como gata, por
' u 1era runc1onado L0 l' · . . . , mi hechizo coadiano es
ción una idenr·c. . · po it1co reqwere una asigna- Lo que me liga al frances y me encanra, "lé · arre de e'J · cada
' 1r1cac1 6n una r ¡ ·ó d l 1
que, de momento no conozco más que una mi sima P d h .'
no se puede discurr' ' , . egu aci n e a definición, sin la cual ' d . · , d búsque a acta y en
ir po 1it1camence Pe
curso político no me. · ro a m1,' errancamente, el d"1s- día, todos los días, estoy llena de a m1racion Y ~
l habira·
, no me ha
codav1a
Ah interesa en absol . Ua Y el ª me
ora paso a la pregunta de la ~to, precisamente por eso. esta
c .
lengua, porque habito en e '
una experta, es dec1r,
· uaba-
por lo canco, de la identid d . ~scritura Yde la lengua francesa y, orrec1do todos sus secretos, aunque yo S?Y. b . J c.rancés y eJ
gua•cuando era pequeña a . f11terar1a· Al tener cierta · . b . d1 r10 era ªJº en e u
ra . ' tn1 rancés suf . ,
elección de len- JO el francés y el francés me era ªJª ª ª ' . efceccos que codavía
que siempre me ha encantad . r1o un mestizaje de una mane- francés me trabaJa . d 1 dí de e11o excraigo
to os .os as,L Yque hago en miºs cexcos• y esro los
hablar a m·is amigos, · oyéndoleso,he bltncluso hace un momento, oyen d o no han salido a la luz, pienso. ? . ovaciones que no son
1 al volver a encontrar las ,ª. ar español he sentido un incenso
Pacer vue1ve tan d1'f'1c1·¡es d e era duc1r¿' son .1n11umerables sorpresas que
ra, en el fond musicas de m· · f . · · oceden e 1as inn
J"b d o, es un arce y es un . t tn anc1a. Pero la escricu- agramat1cales s1nq que pr , ~No lo creo creo que por las
1 erca en la escrit a c1encia· a fi d , E er cenrr1pera. '
drí "b' . ura, es preciso form ' in e tener una gran reserva el frances. ¿ s ese~ s l mundo, en codo caso con la
a escr1 1r en inglés h bl b ar cuerpo p , d el firances , comun1camos
d 1 condoe indoeuropeo en su roeal"dad
cho J0 · ' ª o ien el in l' con una lengua. o- rarees 1 ,
escribo de veL en cuando- ges, puedo escribirlo -de he- . d · du a e mun
, mirad del mun o, sin As' e5 como salgo de la idea nacional del
' pero lle
ga un momento en que ( que es casi· el mund° encero. 1
francts ,. n1e unt) .l l.l escritura l) .1 lt)S escrirores e11 lerigtia c. de cierra ... 'lc>tlavfa 111> 1t1c l1al)ía 1Ja<.l<1 cucr1ta hasta aho
~r1nc . .
i 1anees,
• a soie» es i 11 erad L1cil>lc, cv1<lc11 t c111en te, aunq uc haya sido
111
• ' . . .
han e¡erc1dt) e.-;r.l le11gu.t lle una n1a11cra reYoluc1onaria. Lo q ªque es L
. l ue se apre ra; y «VCI
de en literan1r.l t'S l'rt\.·1s.tn1e11tt' a co11te111poraneidad de lo . n- raducido. . . ' . 1 •
as .lnr
.1 guo~. 1·(1d.lYl.l . na di e es más mod
' ht)Y, e11 t.rances, s escritores e Además, su pregunta empieza cor1 ur~a cita m1a en 1ng és, c1cada
01 • , . \. . erno qu
1
~10nraigne en su pracr1ca. . 011ra1g11e, como saben, era alguien e i amigo Jonarhan Culler, que proviene de un cexro muy anci-
alin1enr.11'.l-)' !os alin1e11tJba a su vez- de latín, de griego y d que se por mue se refería a la universidad. «Le conflit de la faculté» se refería
d . d . e todas
aguo
Ja qguerra en el 1nter~or
· · ·dad: los con flº1ctos, las Jerar-
· d. e 1~ un1vers1 ·
l.1s leni;:u.ts
':
con l.lS .
que po

1a encontrarse, e italiano n 0r l
... i-, o tanto
quías, la política de la ~ns~1,tuc1on. En ese contexto, me pareció nece-
1
n1e resisto al en('as1llan11enro. sea el que sea, sea mujer 0 lengua. '
sario responder a la ob1ec1on -puesto que todo esto, como siempre,
J. D.: Es difícil enlazar con estas palabras ... Primero quería darl l se inscribe en un campo de polémica y de discusión más o menos
. d 1 , .1d fj es as pacífica (más bien menos)- según la cual la deconstrucción es apo-
grac1.is a ro os. a os que estai: a m1 a ~ y en rente, por recibirnos
aqu1. y no les voy a hablar, a m1 vez, de m1 España argelina-aun ue lícica, una operación que consiste en leer textos en los libros, en las
podría hacerlo- pero diré unas palabras del catalán. En mi Ar ql. bibliotecas, y en analizar conceptos, el contenido semántico de los
· f:anc1a,
1a Arge1.ta de rn1· in · en el momento de la guerra de Esp -ge 1a,
conceptos. Es una cuestión de lenguaje y en el lenguaje, de análisis
- 1935-36 , la 1nm1grac16n
los anos · · · ana, en
española, que fue bastante nume- de conceptos. Desde el principio, reaccioné contra esta interpreta-
codo catalana, así que para nosotros España e B
lrosa. era sobre
h , ra arce- ción, pero fue preciso volver a hacerlo con frecuencia para recordar,
ona mue -o mas que. ~adrid. Al pensar «OÍ hablar mucho las len- primeramente, que el concepto de texto, de escritura al que me refie-
guas espano.las en m1 infancia» -naturalmente, no las aprendí- ro no sólo concierne a los escritos de los libros o de las bibliotecas,
ahora me digo, :etrospectivarnente, que debí de oír hablar más a sino que todo es huella y todo es escrito y, por consiguiente, la reali-
menudobel catalan que el castellano en los círculos de inmigrantes dad-especialmente la realidad socio política e institucional- es un
que esca an muy muy p
l ' presentes. ara enlazar con la cuestión de las mecanismo de escritura y de huellas o trazas; y, por orra parre, que
enguas, puesto que en el fond l0 ' desde el momento en que no se puede separar, como .he inten_cad_o
ciplicidad el pol'tgl · ~ es que nos reune aquí, en la mul-
,
rado con Héle e·
ot1smo cornun s l, · b
'.oye un1co -so re todo compa- demostrar con el concepto de huella, el sentido conren1do y el s1gru-
ne 1xous- monoli .. , . ficante, entonces deconstruir un concepto significa atacar al I~ngua­
embargo, soy un mo . .. ngue, neurot1co y patológico; sin
1
Esto es lo queer. Unano d ¡
tngue expuest0 l. l ·
a otro po 1g ot1smo común. je, que incorpora este concepto, pero también a codo un sisre1:1a
sé cómo se traduciría e cas preguntas se refería a la queer theo1y. No institucional, sociopolítico, de jerarquías, de normas. Normas Y Je-
11 en rrancés per0 · · ·
rarquías inscritas en la dureza de 1as 1nsr1cuc1ones, de las esrrucruras
.,
a~o: ¿queer? Es muy difícil d ' ~ampoco en catalán o en casre-
fin1r también. Y pensaba e traducir porque es muy difícil de de-
·
soc1opo lít1cas.
· · ·
Por cons1gu1ente, nunca hª habido deconstrucc1on
. l
que cada cual tiene -·eso • en cuanto a l0 neurra y conceptual o libresca. . N atural m~n re• las operaciones. de ec-
. queer, escuchando a Hélene,
pio verm 2 1 es 111traducibl 1 d tura, en el sentido · d eI termino,
· estricto ' · de análisis.del lenguaje.
ll eran
,
e, Yyo un verme de d e.- ca a uno tiene su pro- ·· , · · re más lejOS -y no eve a
se a y ella u . importantes: pero se cenia que ir siemp
n verme de tierra; su verme . ca se lleva a cabo, pero me
cabo, porque una rarea semejante nund . . . de los años se-
2. J. Derrida explota 1
.
ded tqL1é . nro des e pr1nc1p1os
. a este crabaJO muy pro ' 1 d I
''gusano de seda.. )· la rn~lt~ ª'.11~•güedad de la ex re . . d'
tenta para 1n 1car que se rra
ra de la e11señanza o de la cu tura, e a
· d
en el discur&o oral• dond hipltcidad scn1ántica qp sión «ver asoie» (literaln1ence , .' l al N demos separar la deconscrucc1ón e estas
· b ' e: ay ho e • ue pern1 · ·
sin• em argo en la lrad .
. : ucc16n M
•noron1a con s . (
(( 01>• ::ce , tre «so1e»,
, .
especialmence · 11t1ca
po . cu . rur . .. . · o ·poales La deco11srrucc1'6 n no es un asunto
verme de 5cdaH, creando ot . ara Ncgr6n erad . SI», «s1 mismo»)' se pierde. 1mpl1caciones. 1nsc1rucion · · el discurso ocupe. natur,al me11te, un
unque
2001) . ro vacontec·1rn1en10,,
· se..... u¡o
, . «U11 ver a' soi» como «Un
...annco ( .d Purarnen ce .discursivo -a en ella. Ahora me doy cuenta -todo esto se
vi · C1xous-DERRIDA. lugar muy importante
. Es un momento difícil de discernir. Siempre está empe-
desarrolló dur.1nte treintJ ~· cinco años, o más bie~ _cuarenta- de cionalisca. el riesgo siempre existe. l)c ahí la dificultad para tomar
uellos que tenían la bor1dad de leerme lo perc1b1eron progr . ~,,ndo ya... , ¡ · ·
que aq d . d . es1- ""'.. d la dificultad de la eva uac16n estratégica. l'or eso, hay res-
Yanlente y bast;lnte t;1rde. a pesar e mis a verren~1as, porque fue º'
parn bilidades que tomar, porque no sabemos muy b'ten donde ' em-
bastante t;lrde cuando. al darn1e cuenta de que hab1a logrado cam- ponsa
. Si supiéramos bº1en cuan , do es leg1t1ma
, . la ar1rmac1ón
c. .
nacional
biar el juego un poco. y habiendo transformado en cierto modo el
P 1;~~do el nacionalismo se vuelve condenable, sería muy sencillo ...
código en el que esca policización podía efectuarse, pude abordar, de
~amos partidarios de la. afirm~ción. na.cional, de la legitimidad de
01 an~rJ 013s directamente visible, temas llamados políticos. Por eso na identidad y contrarios al 1dent1tar1smo. Pero nunca está claro,
la gente dice . ah. desde que escribió Spectres de Marx, hay un political
rurn 0 erhic,1/ tr1r11»: ¡es ridículo! Se explica por el tiempo que ha he- ~iempre está empezando ya y siempre continúa después, y es precisa-
cho falta para la transformación de los códigos y para que la gente se mente porque no sabemos, en la medida en que no sabemos, que
diera cuenta de lo que ocurría, pero desde el principio era totalmente tenemos responsabilidades que asumir, decisiones que tomar, y se
político e institucional, y lo dije muy pronto. trata cada vez de una decisión singular sin normas preestablecidas,
Vuelvo a la parce más específica, más aguda, de su pregunta so- sin garantías, sin seguridades.
bre las políticas de identidad y la queer theory: «Los defensores de las Por eso, la cuestión de la identidad es muy difícil para mí, como
políticas de identidad en el ámbito sexual reaccionan en contra de la cuestión a la vez filosófica y política.Jamás podré oponerme a la iden-
queer theory'. acu~ándol~ 1nuchas veces de ser un vano ejercicio de
1
deconscrucc1on sin finalidad política». Voy a ser muy, muy prudetlte;
tidad, eso podría ser la peor de las violencias. Pero entonces, ¿cómo
resistir a la peor de las violencias que se ejerce siempre contra una
muy prudent~ porq~e, por una parte, a pesar de todo lo que, con presunta identidad y, al mismo tiempo, oponerse a la identidad, al
otr~s_, he pod1~0 decir contra la política de identidad en general, la identitarismo? En el ámbito sexual en particular, pero no sólo en el
polinca de lo iden~itario, de la identificación, a pesar de todas las ámbito sexual, la queer theory ... -aquí soy muy prudente, y la p~u­
reservas que he podido for [ dencia no es solamente un signo de moderación, sino al conrrar10,
ciclad o 1 I' . d 1 . mu .ªr con respecto a la creencia en la iden-
a po 1t1ca e a 1denc1dad
oponerme froiltalme d
h ,
' nunca e cre1do que tuviera que
. soy prudente porque hay que tomar graves responsabi_lidades; ~:ro
nte a to a p0 l' · d 1·d ·d no es sólo por las razones que acabo de mencionar, sino ramb1en,
contextos. y cuando . Ittca e ent1 ad; depende de los
. en ciertos conrext
clase, sexo, nación se hallab
al fi
. . os, ~ grupo, racc1on social,
., . primero, porque no conozco bien la q11eer theory; narur~menre ren-
tunidad de ver reconoc·d a o~dr1m1~0 y privado de la mínima opor- go algunas ideas, algunas imágenes, incluso rengo amigos_ e~rre la
p . t a su t entidad queer theory pero no obstante no estoy seguro de saber delimitarla;
causa. 1enso que hay m ' entonces yo me unía a su
l . omentos, en las 1 h . ' d d e emancipó o se desmarco
e moc1vo de la identidad uc as sociopolíticas en que de la manera en que en un momento a os .
é no es canden bl , . érera Hubo un primer
qu punco lo seguimos T . ª e, pero hay que saber hasta de las teorías de homosexuales, les b1anas, ere · ú1 . 1
1 h . aneo s1 se tra d 1
uc as s:xuales, de luchas social hca e uchas nacionalistas, de desorden de la identidad, y luego ha adoptado formashcan m rip e~
h bl de Ja qtteer t. eory como s1
que se nene la obligación de luc~s... ay un momento en que creo {
q~; s.e reconozca una identidad :r en nombre de la identidad para
gu1scl1ca, nacional, cultural, sex~al un~ue sólo sea una identidad lin-
Y
r
movedizas que no me atrever ª bl ª ª·d0ar y descon fJIo de 1a reor1a' en
ruera algo claro y firmeinente esta ecith ry
general: la deconstrucción no estheory

au11 que a menud o se 1as
una eseoun ' pensamiento. · e
en e proceso d 1 ¡ h 'personal p h . que quier
gamos legí . e da uc. a el n1on1enco en . ero ay que distinguir haya asociado. Pero s1 la qu_ee_r . d ·d·b'Jidad respecto a la iden-
. . dec1s16n o 1n ec1 l t
y empieza :1:a, be ~a identidad se vuelveI~e es~a r~ivindicación, di- tener en cuenta cierra tn . .d d al el uender rener en cuenta
.d d ºalm a Ja idenc1 a sexu ' ó
legírima de unm ac1~6a las otras idencidades·ent1tar1sta, se esencializa
,
t1 a 'espec1 ente d J 1ºdencidad, enconces no puedo más que
a nac1 n de (' , en que l · · d. . , t?dos los desórdenes ~ .ª ro eXÍJ· 0 revisar cada vez qué discurso se
considerado qu. 1 (' ' . una anrn1ación . a re1v1n 1cac1on
e a anrmació n nacional . nacional
era le , . ·
-s1empre he
.
Sl mpat1zar eon esca reor1a, pe ·ón a lo que altera la 1denr1
· de esca arenc1
. ºdad en
'
gttima- se vuelve na- construye a partir
parncu. 1ar 1a 1·derltidad del ~<[e11der. tit'I. gt'nt'ro
~ .,
sexual. Sé qtie. algu nos b qLte la deconsrrt1cci6n no era lo bascante poJftica, lo
0
0 al ~nas re Pre·
ser1rante"- de la 17t1ft'' r/1eo1·J se . refieren a acciones q ue
ª · '
en con era volucionarta, porque no reconoc1an 1as d1mens1ones · · poJ'1-
llan~nlos deconstructivas. eso es nlU)' a;>n1er1cano, pero estas referen- ~asra~ce [e deconstrucción. No correspondía al código habitual y,
cias ¿ha.~ra que punto les co~1pron1ete11. ~.os hallamos en un ámbito nc:~ral~:nte,
0
hubo muchas.objeci?nes .Pr~cedences ?el enc~rn~ de
en el que no b~tsra con referirse a un ... ; eXIJO, pues, que en cada caso ª. · rda americana marxista un1vers1taria o marxista un1vers1ta-
se vea quién hace qué con qué.
la 1zqu1e , ,d h .
. ericana o maoista... Fue asi urante mue o tiempo, por Jo
Entro en la segunda parre de su pregunta: «en Estados Unidos, a ria am · ·
os veinticinco - y tod o el mund o 1'b a ¿·ic1en
anos · d o, desde el pr1n- ·
nlenudo se ha entendido la obra -la mía- como una invitación a men ., h
· · «la deconstrucc1on a muerto».
analizar los procesos de significación y a relegar el análisis de la polí- c1p10, Empezó ensegu1'da, en los primeros. d'ias: on t he way, la decons-
tica r de las instituciones. ¿Cuál es su reacción frente a esta interpre- cción se está muriendo ... Muchas veces, cuando me encuentro
tación?». \'a lo he dicho, es una reacción muy negativa. A mi parecer,
esa afirmación entra en el terreno de la denegación. Usted sabe sin
~;~ore al teatro de la muerte de la deconstrucción -en el que creo:
creo que la deconstrucción murió enseguida-, pienso que lo inr~re­
duda, puesto que se interesa por esros fenómenos de exportación/
sanre es que, cuando alguien muere, cuando un rey muere, una reina
importación, viaje de rexros y lenguas, que en Estados Unidos, en
se muere, su muerte se anuncia un día, la semana siguiente, en los
resumidas cuencas, lo que «de forma un canto ligera se llama
periódicos· si se trata de Lady Di incluso puede durar un mes y lue-
deconstrucción» -«somewhat hastily called deconstruction» [en el
original de Culler, 1982)- ha topado en líneas generales con dos go, al cab~ de un mes, se acabó. Pero e~ cuan~o a Ja ~econstrucción,
tipos de hostilidad, una gran hostilidad, contrariamente a lo que se hace treinta y cinco años que dura, treinta y cinco anos que se mue-
dice ~n Estados Unidos; por encima de cualquier cosa, hostilidad. re. Al cabo de un tiempo (hacia los años 1990-1995) los conservado-
Dos np,os no, tres tipos de hostilidad, cuatro tipos de hostilidad; unas res se cansaron un poco, además muchos murieron, Y en el ca~~o
proced1an de la filosofía anglosajona, claro, pero también de lo más marxista . revo l ucionario
. . vieron
· que se podi'a hablar' que yo escr1b1a ..
conservador que había en [ · ·¿ d L . . . ,
a un1vers1 a . a inst1tucion se sentía
.
un libro sobre Marx, por e;emp. ªº ,
lo, que h ao cosas que son v1s1ble-
amenazada por el discurso d
. . econstrucr1vo,
· h mente políticas, y se quedaron muy desconcercados d J ·.Eso• s1. que
al fi es.
d1scursos políticamente 1 · . L mue o más que por los queer. La deconstruccion, . , es una h'1sror1·a qiteer e pr1nc1p10
. e in,
1os conservadores en la univ revorucionar1os. . o que ponía nerviosos a
era mucho inás 1 d
·d d
e s~ ª ' especialmente en humanidades, así que yo, para volver a su pregunta, no cengo reacciones d · 'drrenremia
a econstrucc1ón qu l · . . esta interpretación; con ello he v1v1 · 'do durante
. ro a m1 . vi a Y
que el maoísn10. éstos 1 b e e maoosmo revoluc1onar10 o . , es conr1nuar' conr1nuar...
• no mo esca an d p única reacción, si hay una reacc1on,
el marxismo se expres b d. na ª· uesto que el maoísmo y
.
d1scurs1vos· reconociblesª an lme ianre , fo rmas retoricas , · y có d.igos
. ' se es pod1a d d
conunuar su traba·10 y eso
b' d ' no n101esrab .
ar epartamenros y podían A propósito del «esa.1o» (pregun ta para H. Cixous
ir o e pensar o de enseñ d a, pero una manera de escri-
. ar econstrucr. YJ. Derrida) . , pero
precisamente porque inco d b .'va era mucho más molesta ·¡ de ocasionar equ1vocos,
d mo a a a la · · Mercedes Coll: El término «esri o» pue esca apropiación singular de
maneras e enseñar, las maner" d . •nst1tuc1ón: las normas las . , . para expresar
d
~ actuar, de co1nportarse, por..s e ca\¡fitcar, y también las maneras ' no e11ctLei1rro n1ngun orro .b. l blar
d1anres ¡> b' b parte de los f; 1a lengua en el acro de escr1. 1r-. d1a entender-leer-era
. d . e
· ues ten, ttena parte de l . pro esores y de los estu- uc1r. reo que
. 1
presenranrcs conservadores d, l . a hostilidad proven1'a d l Sus escr1cos no son fác1
. esd e vo ni prerendo eJud ir · Ia act1v1-
· ·
., digo na a n ue . l
nta'
... , pero en el fondo era 1e aun1ver . s1·dad . Otra hosr1"l'd de os re- con esca afirmac1on no esenra el rraba10 con os concep-
· · d a 1n1s1na l 1 a prove- . ienro que repr . l e .
1;r.qu1er a estaban los rcvolucio . ' aque la era la derech l dad propia del pensam ·¡ nra a un rrabaJO con a rorn1a. con
nar1os escaru• . a, y a a <CSfl O» apu . .c. d
-arios y tos .. . Sin embargo,ara
sudesarr1cu
' . ¡ar 0 desmembrar Jos s1gn1nca os que
patentados que los significan res, P
. . da vez de manera difercr1te. Y cuan<l<> digo de manera dife-
~tán escondidos o e\'O(allos co111~ SUf)Osicio11es prefijadas que no es
cr1b1r ca
1
.
iero decir hasta en a grámatrca, en la longitud de las frases,
pernliten la niovilid;tll llel pens;11111e11to, del pensar de manera dife- rente qu .
·1o diferente. Por supuesto, no niego que pueda haber cosas
rente. un esc1 d'
.bles que haya gente que iga ((entre un texto de filosofía un
Su pensan1iento respecto a la tradición literaria o filosófica, res- recon ºel ' '
. sobre Husserl y un texto supuestamente más ficticio 0
pecto al presente. pasa por u1~a desarticulación de la le~gua que con- ese u dl 0 . .
autobiográfico o c1rconfes1~nal se recon~cen algunas diferencias», es
forn1a tr.idi('ionaln1ente los discursos del saber y de la literatura.. Po-
osible; pero esta recurrenc1a, este parecido, lo que creemos recono-
drían definir. explicar o justificar... su estilo? ¿Qué relaciones tiene
con la palabra. con la lengua, y con su eventual capacidad para dar ~er, sólo es, por definición, accesible al otro. Lo que vuelve como lo
cuenca de lo que sucede. de la «verdad»? mismo o como lo parecido en un texto mío muy diferente, que fir-
mo, sólo puede ser legible, visible, sensible para el otro, y no para mí.
J. D.: ~una pregunta muy difícil y .mucho más difícil para mí que Yo podría reconocer mis textos, naturalmente. Si me preguntan quién
la ancer1or -aunque la creo necesaria- a causa de la palabra, esta ha escrito esto, la mayoría de las veces sería capaz de decirlo, no por-
palabra . ~stilo» ... Contesr.aremos de formas diferentes, primero por- que Jo haya escrito yo, sino desde una perspectiva ajena y porque me
que. se piense lo que se piense de la palabra «estilo» -y voy a decir acuerdo de las cosas. Es como una fotografía, Jo que digo aquí es
algo de ello rápidamente-, está claro que esta pregunta no se nos como una fotografía, no puedo verme ... El idioma, la idiomaricidad
pued~ formula: a l~s d.os en común, porque si algo no tenemos en -si existe- es lo que no se puede reapropiar; idioma quiere decir
co1?1un e~ el estilo; s1 existe algo como el estilo. No tenemos el mismo en griego lo que es propio: idiotes. Plantearía como aporía y necesi-
esnlo. Dice usted que no encuentra ningún otro término para expre- dad lógica que lo que es propio no es apropiable, lo que me es ~r~pio
sar esta «apropiación singular de la lengua en el acto de escribir y de es lo que no me puedo reapropiar. Dicho de otro modo, soy el ulumo
haalblar». E? ~eneral, ~uando utilizamos la palabra estilo -que es una en poder ver mi estilo.
p abra cla.s1ca- . .designa nios, sin· duda, una manera singular. de fir- Si queremos utilizar ahora la palabra estilo de manera un poco
mar 1o que escr1b1mos en ·d 1. l más aguda -el estilo supone agudeza, en su cexto- ~pa:ece una
aún más ampl'10 1 , h sent1 o amp io o que decimos, en sentido
se habla del estilo de p
o que acemos el ·
comportamiento, porque a veces cuestión de punta; el estilo es una punta. He escrito u.n l~brito sobre
. / J ,..,. .l
7 donde 1ns1sro mucho
escribe, el estilo es muán glesco... ero cuando hablamos de gente que N 1etzsche que se llama Les styies ae 1v1etzsct e.
s a 1nanera de ·b · l , d j El estilo es la punra con 1a
manera singular de cscrib' escri ir que a de hablar, una en el caracter fálico agudo e a punta. . . .
ir, pero que po · uI ' . d · r el idioma como esa-
que sea comporta reglas es d . r muy s1ng ar e inimitable que se escribe. Así, la insistencia en eter~tna JI , c.aloce'nrrica
. · · cia que amar1a r•
e¡ mismo,
. prctcndenlos' re ec1r recurrenc·ias. El est1·¡o sigue· · do
sien lo, como figura del esc1lo, es una 1?s!sren d inscripción con
1·n1· m1table.
. conocer el e ·1 d .
Nadie escribe conlo Hél' sti º. e alguien, es un estilo
.
Y que consiste en pensar que es d d
cr1b1r es un gesro e
h y esca punta decisiva,
. . . . . y que on e no a
un cexro de Hélene Cixous ( . ~n~ Cixous pero reconocemos una punta d ec1s1va, inc1s1va, . p ésca es una incerprera-
hay co en pnnc1p10) . .. . hay esn 1o. ero ..
d d sas que se parecen, n1 aneras de h porque en lo que escribe 1nc1s1va, cortante, tajante, no to se utilizaba en Ja v1e1a
a es, retornos, recurrencias nor ~cer que se parecen, regulari-
· , acad emica,
c1on , . puesro q ue este d concep.1 0 muy poco, pero cuan do
-y Hélene contestará. ' mas implícitas; no sé si es verdad . . habla e esn o, Ah J
universidad; hoy ya no se J • de Chateaubriand? ora, e
.~ d , . uál es e esc11o . l
. En lo que a tní tne concierne sé yo era n1no me ec1an ~c dé . bien falocéntr1ca, en que e
í aca mica, 0 ·¿ d l
estilo,
· ¡ que cada vez que escr'1b o se prod que, en este sent1'do , no rengo estilo es una vieja caregor ª h d ncender hombre en el sentl o e
c1ona -en cl sentido d, l . uce un camb· . . . b aquí e e e . d ,
de un nu. e a constitución pol' . to casi consc1cu- esctlo es el hom re-~ Es la inscripción en Jo que crene ~ mas
cvo contrato un· 1t1ca- d hombre, no de Ja rnu~er. ero puede haber grandes escrituras
breve o larg0 h· • a nueva constitució P ' ca a vez se trata vrolenco... P · · d'
• ay una nueva carta ma n. ara cada texto sea incisivo, peneuanre'. E el fondo. no sé si me gustaría re1v1n tcar
gna y esca c , . eseilo en esee senc1do. n
sin
arta me obliga a
. s1. n1e d'"i¡rr.111 "~"l)rt·fi1.·rt' l1uc se le
d esnlo· . Cl)nsidere co1110
, aJgt1icn C}tie
C.: l~sroy pc11sa11<I<> jJ<)rc¡11c IJ11sc.:.<> algc~ CJUC añ.adir. a fo que Ja
1
• •• ·• lll' no rit·11c csr1lo?n, nle costar1a 111t1cho res-
rie.ne rst1ll1 Ll .t 1gu1t n l t . 1 al .

ucs ,aca. ba de decir y c.1uc cx¡Jrcsa 1111 J'ro1>1a exper1cnc1a.
. , q
ponder. ,. • .¡ e ohhl~.tra11.
i (R'L) qut s 01 ::- .
al t1n,l , co11 gunas precauc1o- Priinero, vuelvo a la lJrcgu111a <le Mercedes para dar con el ccmd
J . • r..,..f.t•rirJ l llLl (t'!ler eStllO». de la desarticulación de la len?ua. Jace.1u~s se ha hech~ cargo-y se fo
nes. 1na " ... · . . • ld do d'ice:
· .· hi-··r
rero qu1:-1c·ra , l.. 1 • 1 •·ust c11 al tina e su pregunta, cuan radezco- de roda la cuestión del estilo que, efcccivamenre, no se
. .,. 1 _. . . hav co la pal.1bra. con la lengua, y con su eventual
,, ·l_!_ue re .1.. 11.)!lt~ , 11 d l d d~ P . agrila ni para e'l ni· para m1,' pero que no exc1uye el rema deJ 1'd.ioma 01.
' ·d.id de J.ir 1.-u.."'n""a
(ap.i.:-1 " de lo que sucede, . e a ver a . ». rec1samen-
. e: de la lengua. Pienso que Jacques escribe en derrídiano, que es muy
.· . d «no quiero tener estilo» o «prefiero no tener estilo», es
te. st respon o . . l il l ú1 . al ~ifícil de definir, como podríamos decir que Rimbaud habla rimbaJ-
,: aln1ente se escribe con esr11o, s1 e est o es a urna p a- diano... Son lenguas, hay una creación de lengua, pero, como dice él
porque .1 re . l 'd d. . . d .
bra. no... ~,. lle2a a nada mas. Si escribo con a autor1 ad' 1nc1s1va, ec1-
~ l con mucha razón, no es Derrida quien puede dar cuenta de lo que es
siYa de alguien que hace llegar algo, que hace o que ice, no se llega el derridiano sino nosotros que lo leemos. De vez en cuando, me
a nada. Para que algo llegue, es decir me lle~ue o llegu~ de la lengua, esfuerzo, además, en hacer su rerrato,3 y no es fácil, aunque percibo
ha~· que renunciar a la autoridad performar1va que decide lo que lle-
las posibilidades de trazar su originalidad, su singularidad absolura.
ga. Si quiero hacer llegar algo, nada llega. Para que algo llegue es
Yo me apartaría de la palabra «desarticulación»; no corresponde a Ja
preciso que me llegue; aunque yo soy muy activo, en cuanto llega soy
manera, por ejemplo, en que me dejo arrebatar, arrastrar, encantar
pasivo. Así, para que algo llegue a la lengua, por la lengua, hay que
por la lengua, porque es todo eso. Lo que decía Jacqu~s es absolura-
ser dócil respecto a la lengua, de alguna manera. Puedo multiplicar
mente cierto. No estamos delante conduciendo, no pilotamo.s, n~s
las actividades pero, precisamente, para ser dócil. Y mi experiencia, si
arrastra un f1 UJO.. Es comp letamente mis· teri'oso y una experiencia
puedo hablar de ella, con respecto a la lengua, es una experiencia de
una suma actividad pero dócil. Cuando algo llega, o me llega, gracias perturbadora, pero es as1., Retrospect1vam · ente' volviéndome o por-
a la lengua, lo recibo de la lengua, y cada vez que vivo la experiencia que me lo hacen ver reconozco la manera en que soy portadora de
~e algo bueno en la escritura es una experiencia casi de irresponsabi- esta lengua que luego' se hace texto ante mi,' recibe 0 hereda recursos
lidad: en la que he empleado, naturalmente, mucha responsabilidad, -y-quizá ésta sea una gran d1'fcerenc1a . en rre nosotros- dque reconoz-
e son muesrras e 1a manera
asruc1a, t~abajo, actividad, pero para que, a fin de cuentas, la cosa me co en otros textos que no son míos, Y 9u b sólo la 1enº1la
hay~ _venido de la lengua y haya llegado, haya afectado a mi propia mire rur ar-n 0
b d
en que la lengua es tur a ora Y per fj pero es lo mismo en
ti

docilidad con respecto a la lengua· una op t 'dad firancesa, claro, en este caso 1ª lengua .d d
rancesa,
cíficas de cada una. Por
cada vez que me llega una bu · al b dor un1 , una suerte, y · ulari a es espe
ah¡, esta!'t El d d ena P a ra, e repente pienso «¡vaya, todas las lenguas, con 1as sing arraviesa encuenrro lo que
". verme e se a p · l l ., .
eJemp 1o, sé que en e1 curso de lo que c. .
mede orros a quienes cons1.de-
Posibilidad de esta expres1.6' n estaba or eJemp o; o trabaje mucho, pero la
en 1 1 h y me rascina , .
me encanta, lo que me gusta d s a través del magnifico mun-
llegado a mí, me ha lle d d l 1 ~ en?~ª' Y todo lo que a . anrepasa o '
ga o e a engua sin m . , al fi ro como familiares, amigos, lamen re en francés puesro que,
al cabo, y por lo tanto sin e .1 S 'l 1 intervencion, in y és y no so . ·
st1do. o. o se llegª ª algo cuan do el est1·¡o se do de la literatura en firanc ' . de alianza 0 de reconoc1m1enro
deshace, en cierto modo se . · en re1acJ6n ·
. , esor1enta lo U d . con frecuencia, me sien ro 1 mán en inglés... Lo que aprec10 es
Hay siempre varias maneras d .. l 'd que ega errata al estilo.
e v1v1r a e E con autores que escri·ben en a e •·samenre, una desarncu · Jac1on,
·'
dos frente a la lengua por lo tan d rrota. stamos desorienta- ·1· No es, prec1 . d , .
. ' tiene su m to nos deJ· amos llevar, afectar, otras todo lo que desesrabi··d 1za. M e perm1'círé urilízar cérn11nos e reror1-
veces huimos; cada cual · es u n reJJ o...
al contrario,
reconocen: as1, es cómo inscribe sudanera . e pe, rder, Y ah'i, los lectores
dad , su doc1·¡·d d
i a .. ., ese es su estilo
errota,
{' as1 es como
, . su pas1v1-
vive . .
·¡ cal .. ' su ritma P H. Cixous Portrait de }11cqu~s Derri~1 en Jeune Sai11t
est1 o culado, dec1s1vo, autoritario : ero no se trata de un · 'n a la obra de Joven Sanco Judío», IHeraJmcnre).
Y puntiagudo. 3. Al us10 de J. Derrida como
juif (.,Re rearo
decir, si paramos el aprendizaje, perd~mos también la pericia, la su-
1.."3, de po:.r
. . 1•1...• r• por ei"c:-n1nlt).
r
la cal);tCiliati. la co111petencia
. .
anfibológ1ca
.
<Yua es al•"O . ie
. lü llt1e lll) i1t1el-ÍO l)resc111d1r y, por lo tanto , q ue cileza, que no es del orden de la rapidez de la ejecución, sino de)
d e la len ,... ::- H .
fa,·orezc~), 110 es que lt) progr;l111e... asta cierto punto todos somos ejercici? del oído y del oído mental. _Practico ese~ apre~dizaje desde
anfibologistas cu;llllil1 habLtn1os, pero en general tenemos tendencia hace decadas por placer y por necesidad como s1 comiera, como si
a corregir. a elin1in;lr la ;.in1bigüedad. bebiese, como si durmiese, como si soñase, y también por disciplina.
Pa;a acercarnos al nlundo que Jacques ha puesto en evidencia No me entreno de forma abstracta sino ante el papel. .. por necesidad
en general. incenran1os hacer, ordenar, clasificar, decidir, cuando lo~ de profundiz~ y de ir m~s _lejos e_n _la exploración de los recursos de la
rec~rsos de la lengua. al contrario, se hallan en el campo de lo lengua. Por ejemplo, la 1d1omatic1dad francesa, ya que es allí donde
indecidible. Yo soy n1t1y sensible a este recurso y cuando siento que me entreno, propone algo como la práctica de la anteposición en fran-
se desencadena frente a mí (puesto que el fenómeno de la escritura es cés; no lo gramaticalizo, mientras lo practico, pero me doy cuenta de
un desencadenamiento precedente, el autor sigue, y cada vez estoy • que algunos efectos de acentuación, de insistencia, que producen
más convencida de que quien escribe, si puedo decirlo así, es el pro- sentido, son engendrados por formas. Haciéndolo, además, enlazo
pio libro), cuando veo que se manifiesta, es decir, en el momento en con una tradición, me doy cuenta leyendo -pues mi práctica de
que soy el escriba (por otra parte, siempre digo que soy el escriba, escritura es indisociable de mi práctica de lectura- de que este ejer-
tengo el oficio del escriba que anota lo que el libro está produciendo) cicio pianístico o violinístico ha sido practicado por todos mis prede-
no me opongo a la perturbación, a todo lo que hace resbalar y que cesores. Si leen a Proust o a Rousseau o a Scendhal encontrarán exac-
convierte el acto de creación, dentro de la literatura -no separo la tamente la m isma experimentación, la misma búsqueda, la misma
fLlosofía de la literatura al decir esto-, en fin, digamos de la escritu- abertura, la misma disponibilidad, la misma receptividad a lo_ q~e
ra, en productor de incertidumbres. Los anacolutos los deslizamien- constituye las riquezas y las singularidades del idioma-_ Eso no s1gru-
tos e~ el ciem_po, los enálages .. ., todo eso, en mí, si ;uedo decirlo así, • fica -y lo que decía Jacques es, evidentemente, es~n~tal- que, por
Y quiero d_ecirlo, es espontáneo, viene, no voy a buscarlo, pero mi ejemplo, Proust imite a Rousseau, o que Srendhal 1m1_re a Roussea~,
espontaneidad va acon1pañada de una s1mu · ltaneidad . .,
de percepcion: aunque si se está ejercitado se puede reconocer muy bien la_ r~~sm1-
en .el.momento . l en que estoy escr1·b·iendo, hay un desfase ínfimo que sión en estos textos. Hay en la lengua literaria una rran_sm1s1on que
qu1za es s1mp emente el ci d l ., . , . pued e ser consciente -
. es lo que llamamos inrerrexrua11dad cuando
.
mano tarda e empo e a redaccion, el tiempo que m1 . .d d pero que de hecho es la memoria. La
n posarse en el pa l . . estamos ·en la un1vers1 a - , ' ' , .
lo encienda lo qu. ·á pe' Yen este desfase oigo, no digo que da vez que escribo hablo frances por prt-
' e est pasando l ti d lengua es muy nueva Ca · fabu1osa que pue-
cede esca gracia. Jacqucs hablab Yen e on o _lo aliento, se me con- . - ci· empo ciene una memoria
que no ha sido solicitado . a de oponuntdad: algo que surge, mera vez- y al mismo ,1 d
. pero viene· de d . rengo las estanterías delante y me se os cexcos e
tal sistema de significantes ' vez en cuando se me conce e de ser consciente
. - d. f más bien que es 1nconsc1ente.
· · H ay refjra-
o e1testigo . que sigue . esca cai· ' y 1a. segunda
d l o la otra, es d ec1r
. la testigo
. memoria-, pero yo ir ª general es más bien la transmisión de
t ("\, , . , re1 a e a e . l · · nes pero en
ª· ('<.uc quiere decir alentar> E . scrttura, a anotarlo, lo alien- nes, hay repeticio ' .11 que desciende de generación en genera-
de una marav1 a ehace cada rexco de manera d'f.
y mantener una vigilancia q~te n ~~imer lugar significa no retenerlo, un tesoro, 1 erence,
.ó d exto en cexco y que r
bra en el texto; es con10 si en n~~1 ª Y_multiplica un efecto de siem-
1
c1 n, e e J e reinscribe, que injerta y transpone...
do una esp · . l · .1. estuviera co . que se desp aza, qu pasa por una desarciculación sino por una
ecic C ~ :lllXI 1ar de \a l\"\U\ti l' . ~Stantemente trabaJan-
Hay qu.c decir tan1bién que c p icac1on de los efectos. M u~ has vecescorma eso no . e
sinráccica, una expresión, una rrase que re-
una . ula c1ón, una ri n gran rexro de manera ad m1ra . ble. L o mas, 1nte-
.
d, aprendiz
, .· . ·.de• escritura,
.. · un pocoreo co mucho. en el aprendizaje, soy art1c
d gran rexro e . d d
e mus1ca, pienso que alguien que esrn~bqu1en toca un instrumenco bora e ,
lo rnas asf: ci'nance lo más necesario, es una forma e au a-
, . .
tamente, de un CJCr<.ic10 . · · co1no el delcr1· e .no p uede prescindir J. us- resanre, , ·ca periodíscica el redactor lo corregirá; en cambio, en
p1an1sta 0 l ' cia; en la pracci
e del violinista; es
uesto qtie cada vcz _.l1ay 1111a l)(1sc1ueda, un cucscic>namienco, y en e~
d arre literario. en es(ritur.1. no se ¡)tl<~tie i11ter1tar reco11dticir a la P •
inoinc11to es neccsa110 que 1<>S medios para proseguir esa búsqueda~
ón un te:\.\t) (UY.l Yir;1Jidatf resil{e jt1sca111e11te en qt1c escapa a l
raz en que desarin.1 sin (eS;lr, 1t) ctia l 110 quiere.
razón, · d ª
' que esté loco,
ecir
adaptei1 a ella. No puedo cruzar el desierto en barco , po r 1o canto m1·
cexco tendrá que . .dhacerse
d camello. Hace un momento , ua·1·i1.a bas e1
.iunque roce 1.1 ll11..·ura. D.1re t1n e¡en1p_lo: en La vze .de He111y Brz,kzrd
dt' Srendh.11. hav un capitulo que en1p1eza por el primer recuerdo del rema de la doc1
.
1i a , y yo retomaré el de la sumisión· esta
. d · mos some-
pequeilo Henr\· que soy ii1capaz de recitaros, pero que es más 0 me- tido~ a la exigencia e ese mist~rio que conduce y que reclama los
nos asi: ,~~1i prin1er recuerdo es haber mordido en la mejilla a mi medios oportunos.. Y. estos medios se improvisan ' los 1'mprov1samos ·
prin1.1 nlad..in1e du Galland: estaba sentado a su lado, era tan gorda y sin cesar. Se es .meJOr
. improvisador si se tiene una prácti'ca p1an1st1ca,
· ' ·
roja que la n1ord1 ... ». Lo que es magnífico es que en el curso maravi- lo sé por experiencia, no porque se domine más sino porque se tiene
lloso y condensado de este recuerdo de infancia, tenemos al niño de mayor soltura, porque en ese momento la llamada que proviene de 10
tres o cuatro años que está sentado en un prado al lado de Madame que va delante de mí recibe una respuesta verbal, lingüística much 0

Pison du Galland, pero en la frase siguiente y gracias al flujo posible más rápida, y es indispensable. '
que el francés concede -reconocerán además la técnica cinemato-
gráfica que se aplica en ese momento al~ lengua: bruscamente, ¡pri-
Acerca de la identidad y la escritura
~er plano!-, de hecho, está sentado JUnto a la mejilla, Madame
P1so_n du Galland ~e ha convertido en una enorme mejilla, y el pe- Enrique Lynch: Tengo dos preguntas muy breves. Una a propósito
queno da un mordisco a la mejilla... Es una maravilla de la literatura de la escritura y la identidad: Adorno dice que la patria del escritor es
~orque, ~~ una breve frase, aparece toda una escena a la vez real y la escritura; creo haber oído decir a Hélene Cixous que si hay una
antas~at1ca, por un juego de lengua. identidad hay que encontrarla escribiendo. Pero me ha sorprendido
Ash 1pues, lho que nos dice este arte, que ejercemos, es que la len- porque yo creía que lo que la deconstrucción demuestra o muestra es
guª ace ver, ace ver hace E l que no hay identidad que pueda fundamentarse textualmente; quie-
lengua es lo qu , ' . pensar. sta engua, esta eficacia de la
bién lo, que h eJmas aprecio, e intento liberarlo al máximo. Tam- ro decir que si hay un texto, lo que la deconstrucción muestra es que
ace acques en sus text . este texto no tiene identidad. Quisiera una explicación al respecto.
~guíen a quien se llama filósofo os, y es ~nteresante pensar ~sto de
c1a a creer, mucho m' d C'.l, porque sin duda tenemos tenden-
Y para J. Derrida, tengo muchas pre~untas pero he de ser ~.uy
as e un n ósofo q d . breve; he escogido, pues, una pregunta fr1vola, ba?al. Es~ propos1ro
partes de acción hay un ue e un escritor, que en las
, noventa por cie d d . . de Maurice Blanchor. Perdone, pero rengo la 1mpres1ón de que
dec1a antes es verdad lo d . bl nto e omin10. Y lo que él
l , a mira e es Blanchot es como Nicolas Bourbaki, es una persona imaginaria, que
gua o conduce, lo cual p d que en su pensamiento la len- · que nunca ha exisrido, el cabecilla de una comunidad in-
ue e pertu b · no existe, . ., al
costa que el filósofo es dueñ _ r ar si queremos creer a coda confesable, y me gusraría confirmar esca 1~pres1on que es ror men-
estoy totalmente con él. M~ yh:e7or. Por lo tanto, respecto al estilo, te trivial, frívola, pero es la única oportunidad que rengo de pregun-
sh~bre ~osddiferentes libros y diferennteterf:esado lo que decías, Jacques, tarlo. Disculpe si soy impertinente.
1stor1a
.. e eser·1t ura, antes me mol s acturas · Eso es algo que en m1.
~~;~~ pordque pensaba, cada vez q:~~~a, bs~ntía ~na especie de ver- H. C.: Pues yo he de contestar una pregunta que no es frívola. Voy a
es , ¿· · que camb·10 de dire ·6m io de 11b ro... -¡no! no es
ca a ve:i a pequeña crampa porque no estoy segura de poder respon-
· · , a la peor de
una irecc16n, es al o
pensaba qué h g que va, algo qu
cc1 n, porque .
para mí un libro dhacer
h un
norablemenre a esta gran pregunta que rem1r1r1a
orror, no teng0 . e se va y . er ºguncas es decir, por qué escribimos, o qué significa escribir.
mienzos miraba b estilo. En la . que persigo-,
Y pensa a· p . ingenu· d d d · Nas pre
1 ca pense,' que iba
. a encontrar... ; d udo, porque se, que cuando
completamente diferente· . b ero s1 cada libro se 1 ~ e mis co- unecé a escribir, los primeros años, tuve el sentimiento complera-
, 0 edece a la n . escribe de manera
ecesidad d ernP
e esta búsqueda,
ue es necesario que revele, y es gue ct1ar1<lo se ti~r1.c la est.rl..!ctura que
01
ente exaltan te~- ;11n1isn10 ticn1po ten1ible de encontrar, ¡era de una q describiendo, no se puede parar de cscr1b1r. Lo he pc11sado
ingenuidad cal porque hall.1ba! ... en fin, hacía descubrimientos. Fui ese~ .
chas veces, sé que hay autores que han podido pensar o efectuar
pr~sa del páni(O. de un panico n1egalón1ano porque pensé, si sigo
mua interrupción en su escritura; para mí es imposible, es sencilla-
así. ¡0 ,.0 y a encontrar todo r lo ~oy a saber to?o, tan apocalíptico
er.i: tenía la in1presión de descubrir, de descubrir, de descubrir y te-
~enre indisociable del movimiento, de la cadencia de mi existencia,
nía la ilusión inf.1ntil de llegar al final. Y era para mí algo increíble yeso me induce~ pensar que ha~ una relación que no he acabado de
no sabía que se podía llegar al final; evidentemente era un gran erro; explorar entre m1 manera de habitar el mundo, de estar en el tiempo,
y me tranquilicé al darme cuenca de que es interminable y de que no y la obligación de ~scribir, c~mo si debiera, corno si mi ser complica-
encontramos jan1as. lo cual no es en absoluto desalentador. En cam- do y mezclado tuviera necesidad de crear, delante de mis pies, el tro-
bio. la necesidad de buscar que anima toda escritura, sea cual sea: zo de terreno, de tierra -una tierra con agua y aire- donde me
filosófica. literaria, es el signo de la vida. No buscar, no necesitar apoyo provisionalmente esperando el siguiente paso.
explorar... no significa que nunca se halle nada, sólo significa que
una vez hallado se ha superado, una vez visto y oído, se ha superado, J. D.: No estoy de acuerdo con ella. Creo que lo ha encontrado todo,
¡no muerto! Pero cada instante de descubrimiento es una abertura no sé, pero lo ha encontrado .codo ... empezando por la alfombra vo-
hacia lo desconocido siguiente. ladora sobre la que se encuentra, porque para encontrar la alfombra
Tod? eso es infinito'. y nos damos cuenta de manera vertiginosa y encontrarse ... No sé cómo traducen la expresión «se trouver>> en
de que s1 quere1nos se?u1r en un movimiento que sea fiel a la riqueza catalán, pero encontrarse, uno no se encuentra nunca. Yo nunca di-
d~ lo que está esco~dido para nosotros, primero harían falta quince ría como Adorno que la escritura es la patria; nunca en mi vida he
vidas-no, n~ sé n1 por qu~ digo quince; cincuenta y una, diez mil- utilizado la palabra patria, creo. En codo caso, la escritura no parte
para acompanar'd nuestra vida que es inagotable·' Y al mismo . .
tiempo de una identidad y no desemboca en una identidad; y cada vez que
nuescra v1 a, en su sencillez b . .
condición de h ' no nos parece uena Y bonita sino a me he encontrado en situación o en la obligación de decirlo, lo hice
1
leyenda, su ca~~~n~ aya1~os escuchado, de que hayamos oído su en Le monolinguisme de l'autre y en Circonfession, he subrayado que
mí escribir, pues, 1; : ~r~';;m~~t~ para eso hay que escribirla. Para precisamente no hay autobiografía, si la autobiografía supone una
intencar darle sus non-b q na. manera de celebrar la vida e identidad previa que se va a exponer, explicar, desvelar, o sí supone
• res, que son millo
tan curiosa!, no se lo p d . .
·u
nes, m1 ones. Además ¡soy que una identidad va a constituirse, no creo en ello. No nos encon-
ue en imaginar· . 1
cada año, después de escrºib· lºb ' por eJemp o, confieso que tramos ni al principio ni al final, sino que nos encontramos allá,
1 ro se ha escrito- · 1r un 1 ro. -que se ha escrito,
l.b . es decir el
precisamente allá donde no nos encontramos, porque nos encontra-
hb . . 'siento una sat1sfac . ' . . '
a er v1v1do. Luego n1e c1on, tengo la impresión de mos en la alfombra voladora. Estoy aquí y no puedo dar cuenca de
• '> N pregunco qué oc . , d
surg1ra. o tengo ni idea pe . urr1ra espués. ¿Qué texto ello, por el hecho de que nací judío de Argelia, de que nací en Ja
ca
d ,eengo e.¡ n1ás rn1n1mo
, . ' ro es que n1 la
a priori ·d
é menor 1 ea, aden1as nun-
,
lengua francesa, ¿por qué... ? Y codo habrá estado determinado por
ra, n~da. Sencillan1ente cojo nl'i ~o ~i n~da.sobre el libro que ven- eso, porque me hallé en la lengua francesa ... pero nunca me encon-
p~I; ev1dencementc, escoy en co dº _q pa¡e, literalmente, COJ.O el pa- tré en ella, evidentemente, nunca me encontré en ella pero me en-
c1udad en un auco b'us sino . ennun1c1ones
e .favorables, no estoy en plena contré en ella. y es entre escas dos maneras de encontrarse o de no
esto~o~rc n1i a.lfon1bra voladora y ~~~~10 portador, pongamos que encontrarse que nos encontramos con que se escribe. Nos encontra-
, cierto
. . que se cr1ta
• · de "d1 ent1"d ad igo «ve, ve a dond e quieras».
. mos que escribimos porque no nos e~contram?s donde nos quere-
~na~a1nauc~n1ente, preferiría que fue;ap;;~~e!e~iría incerprecarlo mos encontrar. Cuando logren craduc1r, formalizar, todos es~os «en-
o. unca pienso en llegar a un fin pero eso v e1dad, algo pareci- contrarse» en un sistema completo, lo habrán conseguido. Yo
a acompañado de algo considero que no es posible, que no se puede producir una

148
e codos modos Blancl1or; <JUÍcrc <¡uc esté firmado {(Blanchot».
fi rn1a d . .
tornlalizal'ión con1plcta. no St' ptiede alcanzar la perfección de una E na comui11dad; entonces, y a partir de aquí, p<Jdrfamos anali-
toml;tlización de todos t'stos sen1anten1as del enco11trarse; pues bien 1 s u acuralmente la sociedad Blanchoc, Blanchor & co -firmado
, zar I1
n1ienrras no h;t~"Jn1os conseguido esta formalización completa, n~
.
Blanchot-, a partir de las obras de Blanchot, pero como ha in-
habrá enconrr;1rse que se pt1edan encon~rar, po_r eso escribimos y por fluenciado a mucha g:~ce, c~mo muchos h~n escrito sobre él, son
eso codos son1os ap.irridas -por ello, sin patria- porque donde se sus herederos, y cambien estan sus adversarios, todos ellos consti-
escribe no h.ty patria. tuyen un co~sorcio consi~erable p~ro que no es delimitable porque
En cuanto a Blanchor -porque aquí he respondido de manera este consorcio Blanchot pisa o es pisado por un consorcio Lévinas,
ilegírin1a a lo que no se me preguntaba, he transgredido y vuelvo a
y por un consorcio Mallarn:_ié, ~ por un consorcio Heidegger, y un
la pregunta que n1e ha dirigido, que he recibido de usted, que es la
consorcio Kafka ... Los terr1cor1os no son delimicables. Qué lugar
de Blanchor-Bourbaki-, ustedes conocen mi interés admirativo y
ocupa entonces allí, cuál es el deseo del nombre propio ... es una
mi apego hacia Blanchor, pero les diré que quienquiera que escri-
ba, ya sea el inmenso Blanchor o cualquier otro, sin nombre, es cuestión enorme sobre la cual Blanchot ha escrito cosas muy rele-
B_ourba~'.; en ~uanro hay ~scritura hay anonimato, no se sabe muy vantes, deseo de anonimato, el deseo de desaparecer, e incluso el
b_1en quien esta detrás, quién firma, puede ser uno o varios, y como deseo de morir, la imposibilidad de morir, la imposibilidad de des-
siempre somos varios, _cada escritor, cada firma ... Tomemos los gran- aparecer, la imposibilidad de no ser Blanchot, y todo eso también
des non1bres que ha citado Hélene: Rousseau es una enorme socie- lo ha firmado Blanchot ... Este es el efecto Bourbaki en el que esta-
dad de responsabilidad ilimitada, hay no sé cuántos Rousseau mos todos embarullados.
Roussea~ es Bourbaki, y Stendhal también, y Hélene Cixous e~
Bourbak1
h d'd a n, no es un privilegio de Blanchot . Ah ora b'1en
elevado H. C.: Sólo unas palabras que añadir a lo que decías sobre su astucia
- e enre~ 1 o su pregunta-, Blanchot es un Bourbaki a arce -en fin, tú no has dicho astucia, lo digo yo- y la capitalización.
ha pr~~uc1~0 un efecto Bourbaki especial. Todos somos BoJrbakÍ ' Hay que pensar que Blanchot solo no hubiera constituido una socie-
phero anc .dot les un Bourbaki que tiene un nombre: Blanchoc y dad, hay una sociedad Blanchot pero esta sociedad también está cons-
a consegu1 o o que los B b k. l • tituida por innumerables accionistas que no son necesariamente los
seguido legiri1nar su fi ºsur a i, os matemáticos, etc. han con-
, 1r1na. on much b b. ., lectores de Blanchot, sino que la sociedad encera actúa en el anoni-
nes, se sucedieron 1)ero h e: os, no se sa e muy ien qu1e-
' ay una nrma B b ki l . mato de Blanchot. Es una enorme cuestión, la de la retirada, el re-
Bourbaki existe. Blanc·hot b' , our a , e nombre propio
tan1 1en 10 J1a .d . pliegue, que encuentro apasionante y necesaria. Blanchot no_ es el
-no voy a i1nponerles un la d' consegui o, su estrategia
un seminario sobre \a esri··'t ~g~ Btscurso pero se podría hacer codo único, puesto que tenemos a dos o eres anc~srros que han escog1d~ la
lo que ha escrito, la anera " eg1a
e ourbak·
. i de Blanc h oc- pasa por misma estratagema, porque está Gracq también. Los dos ~onagen~1,os
111
1 ·ó
re ac.1 n, que 1nanejó con nlucl10 .·' 11 que escribe
, su h. · e incluso
. iscoria . su de la escena literaria francesa son personas que han tenido, yo ~1r1a,
sencia <le folografías \ad·, . . tigor, con la invisibilidad la au- la fuerza de escoger la estrategia de la retira~a para que esta retirada
l ' stanc1a respecc0 1 ,
a manera muy sutil e inclu
b,ene fitcios.
· BI anchol, es' ás Bl
ª os ca1npos mediáticos
so, perversª de cap1. tal izar todos los'
se transforme en presencia, en hiperpresenc1a.
1 111 , anc11ot q d
o canto es inenos l~ourbaki ue to os los demás, y por Pregunta en torno a la circuncisión y Ja escritura
P.orqueorg·
,
·.. b'
an1za n1uy icn su anonimat
que todos los d , .
e1:1as, precisamente
c1on, ·p B . Al principio de un libro muy bonito con un
, que .· cada
. ve1, es n1js '· i11vasorae .1111110o,rsul retirada • su desapar1- . M' arte-
l rance
¡·e, · orot. ovocador dedicado a Jacques Derr1'da, 1-ortrazt
n ·
pat1a o sin s1mpalía ' con con1p as1"ó n co ta. Podríamos , con sim- . titu o po 1ron1co y pr .
0 r D ·da T.euneSaint}tti+. Hélene C1xous reroma un tema
Blanc hot calculó r consiguió .
para producir ~crueldad,
su e anal"izar 1o que deJacqz,es en'1 enJ• 'J• d ·
erecto Bourbak.1, pero . · il gi·ado en Derrida y nombra la ópera e la c1rcun-
de re fl exi6 n pr1v e
carne que en el rito de la circuncisión tiene esa cualidad o ec;d
cisión. palabra que sig~e a otra: la co11cisión, es decir u11 trabajo de co c.de ición casi· ·in d ec1·bl e, puesto que es a 1a vez simp
· 1emence un
escritura. Podrían expltc~tr ustedes este \'tnculo entre circuncisió
1

der1n
'duo un desee h o, a l go que se h a guita . d o, y a1 mismo
. . es
concisión. crab.1jo de escritura ... Si n1e lo permiten, muy rápidame~~
tiempo
fes~ont~ario, el anillo sublime, la alianza. Simboliza el pacto con
re. especificaré lo que he encendido yo. El rico de la circuncisión _
~íos, pero también es ese. anillo. Mientras usted hablaba, pensaba
que según Spinoza garantizaba la supervivencia del pueblo judío
por el cual se introduce al niño judío en la comunidad a través del; que quizás haya una.relación c~n algo de lo que se .representa en la
pérdidJ.. el abandono de su libra de carne- marca la apertura al otro circuncisión masculina, es decir, que el corte equivale a la conci-
~·hace pensJ.r que una comunidad simbólica se constituye por el he- sión de un fragmento cuyo destino es complicado. Jacgues lo ha
cho de con1parrir u~~ pérdida. El tr~bajo de la letra que se constituye dicho, y en general se habla mucho de ello, yo misma vuelvo a co-
c~n:1º ?or~e -r. utilizo una expre~1ón de Hélene Cixous en Le jour me11carlo, pues Montaigne, mi padre francés, explica extensamente
ou;e n'étars pas la- en el blanco sin fronteras también se basa en el en el diario de su viaje a Italia una sesión de circuncisión. Fue ex-
correy!ª pérdida. En este mismo libro, Hélene Cixous instituye el presamente a Roma, a una sinagoga, para asistir a una circuncisión
•i~eq~eno muerto, comandante ~antasn:~ ~e la escritura». Me gusta- y, oh sorpresa, es exactamente igual a la circuncisión de Jacques
na 01rles
.d hablar, pues, acerca de c1rcunc1s1on' escritura y el com pa1t1r
.· Derrida, no ha cambiado nada, los ritos son los mismos. Montaigne
1a pérd 1 a. describe -como Jacques en Circonfession- la curiosa interven-
ción sea del mohel, sea de la madre, quienes, por rurnos, se intro-
J.º·: quién de nosotros dos está más autorizado para habl d . -
cunc1s1on... ar e c1r ducen el miembro circuncidado en la boca, lo chupan, beben Ja
sangre como si fuera vino; inversamente, en Montaigne vemos cómo
se pone vino en el pequeño pene que se acaba de circuncidar. De
~e:~a~ºa~~~~~r[:,s~~:~~;a~~:~a d: la cir~uncisió~, primero por- •
repente me acecha el sentimiento de que, después de todo, en la
cosilla que usted me ha h h d os lib:os, libros y libros; sólo una escritura hay, inauguralmente, una pérdida que no es una pérdida,
ec o escubrir q h .
escucharla, cuando ha lleg d l c. l ' ue se me a ocurrido al en fin, que ni siquiera puede llamarse pérdida, que es separación
· a o a r111a de su p
;our oü je n'étais pns la y la h' . d
h · d
regunta y a cita o Le entre sí y sí, incautación, captación de una parte de sí con la que se
1stor1a e1i1i- .
en e1comandante fantasma d . no muerto que se convierte paga la alianza con la escritura.
1 -y que no me ha b'1a ve-
n1'do a 1a mente pero que d . e a escritura
.
' CJO venir- e p
no ¡o encenderá, porque . ' s que... ero tal vez la gente J.D.: Quisiera agradecerle su pregunta, que es muy bonita pero a
d , se tiene que hab ¡ 'd .
e que se traca; Le;'our oü ;' '"' . er ei o estos libros para ver cuya formulación tiendo a resistirme, voy a decirle por qué. No co-
llamo e1ntno ·- necio y que es eu n r:rars
.-
pas /;¡ traca de un niño que yo
· n n1no m ól" mentaré «la libra de carne», es muy exagerado, por otra parre; alude
ci~nte, o que vive lo suficiente ong ico que no vive lo sufi- a una extraordinaria obra de Shakespeare4 que me gusta mucho, so-
ortgcn a la vida Y a la n'luerce ~~r~aqie ~r existencia transitoria dé bre la que me gusta mucho trabajar, y que tiene mucho, muc~o q~e
p~rque ine da vergüenza decir sen1e· ami ta -dicho rápidamente, decirnos -no voy a entrar en ello ahora. Hay, en efecto, que de~1r
c.~· se inc ha ocurrido que, después Jl;te ~osa. Por lo que usted de- sobre la libra de carne y la circuncisión, y sobre Shylock, pero deJe-
c1onl -p?rque es un niño, con10 he oto do, este niño, con su abla- mos esto de lado es demasiado complicado para una respuesta con-
«ma escrito»-, rechaza, evacua la e ~a o describir en este libro cisa. Por contra ~uando usced se encaminaba, nos encaminaba, con
gar, para volver a darle salida scr1tura, para volver a d 1 1 , mucha aucorid~d, hacia la pérdida, Ja circuncisión como pérdida -
D · ar e u-
e repente me he preguntado .. .
ce una especie (si puedo decirlo así;1d:quel n1ñ_o no era precisamen-
prepuc10 femenino el .
• croc1- 4. El mercader de Venecia.
d,,' · ,,¡¡" . 1 . . r:1., 11 1. .,
(lcc.csc;o1111., -1 <ie (lcsc1J111lan7,a con rcs¡>cCl«)
. al llisc.:11rc;c1,
1
.
h.1 bl0 pnn1erl' ' ' l ¡,.' 1ct)rn1
' •
i rrivi.11; lt1t'go el iré cosas un l)OC<l 111e-
. ... . . •, ción ~ ·1 J>.. ctl c 11 alci11icr casi) -110 sé c;a estoy dcfcJr111Jnllc1 l
.. )e~n.)- • [t, que
. · Ir.-.., t.'f
nos trn·1a . .\'t). :;1t'Ilft)
. en la c1rct1nc1s1on
. l)t1ede ser . r1li,fa,. <.:lO , . d . 1 . .,
nct'. d
ír1cu e stt pregur1 ta- scrí:1 el ult11no en cc1r que .t c.1rc.unc1r,1c1n
d
1 11 r llll l ,,,11,ibihzac1on oue, a pesar de mt edad avanza- .
un corte. ul1 1. • • ·, • ·1 •
esp ·¿ 1· ceral es la condició11 <.lcl acco de cc>n1parc1r o c¡ue en cc1 c1
d.1.no hJlt!'·ri , -ina......
'""-ido r1.,raln1e11re:
• cosas .n1u,·.
, muy. , complicadas, pero n sentt o 1 , 'd d .
fl'~rd 1',.
,i 1 110·,,.o .no rengo ecaso lo f:avo rece. Si no es lo c1ue ttstcd ha quera o ce.ar, enrone.ce;
perd1.dan 0 .... .". la tn1pres1on, de. que me . ,hayan
· de~· '11~'
qu1r.1 -•~·) • E', •)rra
' hisror1a.
• qu1za peor que la perdida, . qu1za trau- estamos de acuerdo.
m.irizanre: pienso que ha\' trat1matismo: pero _r~aumat1smo y pér?i-
d.i no son equiva.lenres. .t\o. es, pues, ~n~ ablac1on, es otra c~sa quizá
n1.i.s f:l"J,·e. Cuando. a parr1r de la perdida -en un lengua1e que se
convierte de repente en muy lacaniano, muy lacanoide, diría-, us-
ted hace de la falta o de la pérdida la condición de la relación con el
otro. del compartir con el otro, ahí la sigo y no la sigo. La sigo por-
que creo que, en efecto, se produce una experiencia de este tipo: una
entrada violenta, disimétrica en la comunidad-disimétrica porque
no hav , contrato, se nos hace entrar en la comunidad
d.isimétricamente-y la condición del compartir, una condición vio-
lenta. Pero aquí (es lo que intento decir), estoy tomando la circunci-
sión en un sentido metafórico general, pues donde hay sociedad hay •

circuncisión. Incluso si decimos que esta inscripción violenta es la


condición para acceder al socius y para compartir con la comunidad,
incluso en cas? de q~~ se esté de acuerdo con eso, hay que abstenerse
de ll~arlo c1r~unc1s16n en sentido literal y, por consiguiente, ser
consclente del rlesgo de decir «es solamente en esas culturas o socie-
dades o religion_es -la religión judía, por ejemplo-, que se sabe lo
que es compartir con el otro». Entonces me siento mucho más reti-
cente ~on respecto a la religión j~día, con respecto a lo que la religión
;usu mana pue~e hacer de la circuncisión. Por lo tanto sólo estaría
lspuesto a seguirla a usted si se diera a la palab . , .. ó l
e ual he ·intentado hacer en mis t ra Clrcunc1s1
. n- o
límites e incluso s·1 l' . h extos~ u11a extensión figurativa sin
n imites u1nanos s1 l'1 .1 .
decir; y en cuanto al clise b ' ln ~ tes ~tropológicos quiero
urso so re a circu ·, l
apropiación de la circuncisió ncision, en cuanto a a
. . n por ta1 o cual c l 1· . l
religión judía, me atrevería a d . u tura re 1g1osa - a
ec1r que por ex 1 . .
mantener todas mis reservas acere d , . ce enc1a-, quiero
ejemplaridad del compartir 'Lo d'igª e 1 tematica de la elección, la
ª
· o porque '
judíos, resulta que nací judío, por lo ue ~:ci Yme_hallo entre los
mente de lo que otros lo harían p q P do decirlo más libre-
. . or eso, tengo l .
cornp!1cada con la circuncisión como d una re ac16n muy
' pue en ver ¡
' ª a Vez de fascina- •
-
13IBLJOGRAFfA

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