Las reformas de los gobiernos republicanos no consiguieron pacificar el país y caercar a un

lugar común las distintas ideologías para que pudieran convivir en un estado democrático. Por
el contrario, los grupos sociales se fueron radicalizando hacia:
la izquierda, en la que el anarcosindicalismo de la CNT animaba a una revolución violenta que
acabase con el Estado, la Iglesia y la propiedad privada.
o la derecha, en la que se incrementaban las acciones violentas protagonizadas por la Falange
Española y las JONS que pretendían la disolución de la República e instauración de un estado
totalitario,
propugnando, respectivamente, una revolución obrera o un estado autoritario y religioso. La
intransigencia y la irreconciliación de ambas posturas, terminarán generando un
enfrentamiento bélico, la Guerra Civil española. Esta supuso u fin a un proceso de
modernización y apertura que pretendía poner al país en una situación equiparable a la de las
democracias occidentales. El general Mola fue quien consiguió reunir a un grupo de generales
para realizar un golpe de Estado el cual se precipitó por el asesinato de José Calvo Sotelo.

Con esto, en 1936 las tropas de Melilla se sublevan y declaran el estado de guerra. El jefe
militar de la ciudad se mantuvo fiel a la república y fue fusilado. El plan había comenzado con
el traslado del general Franco desde Canarias para ponerse al frente de las tropas de
Marruecos. Al día siguiente, la insurrección fue seguida por otros capitanes generales de otras
regiones (Mola en Navarra, Goded en Baleares) siendo los integrantes de los bandos militares
que permanecieron fieles a la república fusilados, poniéndose de manifiesto la predisposición
al uso de violencia.
Sin embargo, el alzamiento no triunfó en todo el territorio nacional quedando el país dividido
en dos zonas: la controlada por los sublevados en la parte occidental de la península y los
territorios extrapeninsulares, y la republicana que contenía la mayor parte de la población y
concentraba los principales grupos industriales.
El general Sanjurjo, exiliado en Portugal habñia sido designado por los conspiradores la
máxima autoridad, que habñia de ponerse al mando una vez triunfara el golpe, pero debido a
su muerte (accidente de avión) se nombró a Miguel Caballeras jefe provisional, hasta que se
designó a franco.

En la zona republicana, en las primeras semanas tras la sublevación, se crearon comités locales
y proinciales que asumieron espkntñaneamente la administración de los ayuntamientos y las
instituciones, con el fin de garantizar el abastecimiento, organizar los servicios público y
organizar la defense con milicias populares. Durante los tres primeros mesese poder