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LA FORMACIÓN DEL FRENTE POPULAR Y SUS PRINCIPALES ACTUACIONES.

Finalizada la dictadura de Primo de Rivera, Alfonso XIII decide restablecer el anterior


sistema parlamentario y otorga el gobierno al general Berenguer. Entre tanto, los partidos de
oposición firman el pacto de San Sebastián y comienza la sublevación de Jaca a favor de la
República en diciembre de 1930, que fracasó.

En febrero de 1931 el rey otorga el gobierno al almirante Aznar que convoca


elecciones municipales el 12 de abril de 1931, donde la República vence a la monarquía. La
II República se proclama el 14 de abril como consecuencia de los problemas no resueltos
durante la restauración y la reacción política ante el avance en Europa de grupos y
gobiernos antiliberales y no democráticos. El rey Alfonso XIII renuncia al trono.

Aprobada la Constitución de 1931 se forma un gobierno con Manuel Azaña como


presidente y se trata de consolidar las reformas iniciadas (agraria, militar, católica,
autonómica) y solucionar los problemas más importantes. Sin embargo, este gobierno se
encontró con una gran oposición por los anarquistas y los partidos de derecha. En 1933,
Azaña dimite y se celebran unas nuevas elecciones en las que vence la CEDA,
comenzando un bienio caracterizado por la aplicación de las contrarreformas. Esta política
de rectificación provocó la radicalización de la izquierda que lleva a la Revolución de
Octubre de 1934. La crisis económica y la protesta social provocaron la disolución de las
Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones. Aparecen dos bloques antagónicos: la
derecha, desunida, sin formar alianzas y la izquierda con mayor conciencia de unidad tras la
revolución de Asturias.

La izquierda formó el Frente Popular (coalición de partidos) con el objetivo de cerrar


el paso al fascismo. La CNT, no firmó el pacto, pero recomendó a sus afiliados votar al
Frente Popular. La participación electoral fue muy alta y, aunque los votos sumados de la
derecha y el centro superaban ligeramente a los del Frente Popular, el reparto de escaños
benefició a la izquierda, ya que triunfó en más circunscripciones. De hecho, el Frente
Popular obtuvo el 59% de los escaños.

El temor al desorden y la revolución cundió entre la derecha no republicana. Gil


Robles, líder de la CEDA, y el general Franco, jefe del Estado Mayor, cada uno por su lado
presionaron para que se declarara el estado de guerra. Desde entonces, un sector del
ejército empezó a prepararse para un posible alzamiento militar.

El gobierno del Frente Popular estuvo formado solo por republicanos, sin la
participación de los socialistas (era el grupo con más escaños), ya que estos habían
acordado no participar en un gobierno de coalición republicana, influenciados por el sector
más radical dirigido por Largo Caballero. El Congreso nombró como presidente de la
República a Manuel Azaña, que intentó formar gobierno con los socialistas moderados, pero
no fue posible y Casares Quiroga es nombrado presidente de gobierno.

Entre las medidas tomadas por el gobiernos destacan: se decretó la amnistía para
todos los represaliados de la revolución de octubre de 1934 y su reingreso en sus puestos
de trabajo; restauración plena del estatuto de autonomía para Cataluña, suspendido por la
revolución de octubre y se retoma la reforma agraria con la expropiación y adjudicación de
tierras al campesino.

La situación económica sigue siendo muy crítica y aumenta la agitación y crispación


en la calle. La FE/JONS recibe muchos afiliados desencantados de la CEDA, y se hace
notar con acciones violentas contra los izquierdistas; y el Partido Comunista aumenta
extraordinariamente con la llegada de muchos izquierdistas defraudados por la falta de una
reforma social. Aumenta la violencia callejera con atentados casi diarios protagonizados por
militantes anarquistas, comunistas y falangistas.

Desde la derrota electoral, la derecha intensifica sus contactos con militares


antirrepublicanos golpistas como Mola, Goded, Franco o Sanjurjo y se empieza a tramar
una conspiración para acabar con la República. El gobierno, que conoce los contactos,
reacciona tibiamente cambiando de destino a los sospechosos, y así Franco es trasladado
lejos de Madrid, a Canarias.

El 12 de julio la ultraderecha asesina al teniente Castillo (simpatizante izquierdista) y


esa misma noche unos compañeros de Castillo se vengan y asesinan a Calvo Sotelo. Los
dos entierros se convierten en manifestaciones de distinto signo, con claras connotaciones
de violencia y venganza. Los militares golpistas deciden no esperar más e iniciar la
sublevación el 17 de julio. Es el inicio de la guerra civil española, cuyas causas fueron los
problemas sociales, regionales, religiosos y militares; un contexto internacional difícil, con el
reformismo democrático republicano, la reacción autoritaria fascista y la revolución social
comunista en conflicto; el impacto de la crisis económica; la utilización de la violencia y
radicalización de las posturas; la ruptura del principio de autoridad y la división del ejército.

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