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El texto es un fragmento de la proclama del general Emilio Mola, fechado el 5 de junio de 1936 siendo el autor
individual del texto. El destinatario del texto es el país y el Ejército. Es un texto público y una fuente primaria.
La naturaleza del texto es narrativo-circunstancial al tratarse de un discurso en el que detalla las primeras
medidas tras el golpe militar. Además, su temática es política.
B. CONTEXTO HISTÓRICO.
El texto se enmarca a caballo entre los últimos meses de la II República, tras la victoria electoral del Frente
Popular y el comienzo de la Guerra Civil en julio de 1936.
El 17 de julio, se produce una rebelión de Yagüe en Ceuta y Melilla, a la que se unen las guarniciones militares
junto a falangistas y carlistas. Mientras, el 18 Franco se dirige a la Península desde Tetuán al frente 45.000
hombres de África.
Casares Quiroga, presidente del gobierno, no tomó medidas ni entregó armas, por lo que dimite y es sustituido
por José Giral, el cual decide entregar armas triunfando Galicia, Andalucía y zonas agrarias trabajadas por
jornaleros, en cambio, fracasó en zonas peninsulares del norte, Madrid, Extremadura y Andalucía. Fanjul se
atrinchera en Madrid, la CNT en Barcelona y Goded se rinde ante Companys.
Los partidos obreros y la URSS se manifiestan a favor de la República, el Papado lo hace a favor de Franco.
Gran Bretaña defendía una política de apaciguamiento ante los nazis. Francia impulsa la creación de un Comité
de No Intervención (1936), en el que se incluían 27 países.
La fase “miliciana” o columnista, tenía como objetivo primordial la toma de Madrid. En la cual, Franco (sur)
retrasa su ataque para liberar Toledo y su alcázar y Mola (norte), es detenido em el Sistema Central. En Madrid
fortificaron los accesos y el interior (“No pasarán”, “Madrid será la tumba del fascismo”).
Las tropas de África toman Badajoz, mientras Mola se hace con Irún y Granada.
En noviembre, el gobierno se traslada a Valencia, quedando Madrid en manos de Miaja y Rojo gracias a las
Brigadas Internacionales y la columna anarquista de Durruti.
La toma de Madrid fracasa y se intentan aislar comunicaciones a partir de las batallas de Jarama, de
Guadalajara y de la carretera de La Coruña.
La caída de Cataluña finaliza con la entrada en Barcelona significando la huída de los refugiados a Francia.
Juan Negrín pretendía continuar con la guerra, sin embargo, por problemas económicos, falta de armamento y
de ayuda exterior y marcha de las Brigadas Internacionales, se hizo imposible su deseo. A finales de febrero,
Inglaterra y Francia reconocían a Franco como jefe de gobierno español. Azaña dimite y se reconoce
internacionalmente el gobierno franquista. Mientras, en Madrid se produce una sublevación por el coronel
Casado.
Estallaron sucesos en el edificio de la Telefónica en mayo de 1937, donde se enfrentaron la CNT y el POUM a
los comunistas y los partidos republicanos, concluyendo con la derrota anarquista y la disolución del POUM,
tras lo cual Largo Caballero dimite.
El 24 de julio se crea en Burgos la Junta de Defensa Nacional integrada por Mola y Franco entre otros, y
presidida por Cabanellas.
Franco fue nombrado Jefe del Estado y Generalísimo y promulga, en abril de 1937, el Decreto de Unificación
creándose la FET y las JONS (Primo de Rivera fusilado en noviembre de 1936).
En enero de 1938, Franco recibe el título de Caudillo y en marzo se promulga el Fuero del Trabajo, además de
la Ley de Responsabilidades Políticas.
Destaca la influencia de la Iglesia, la cual apoya al cardenal Goma defendiendo una cruzada.
Consecuencias:
C. IDEAS.
La idea principal del texto es la proclamación de un Directorio con carácter militar que concentrará todo el
poder y que tendrá la competencia legislativa a través de Decreto-Leyes. Este Directorio será el prólogo al
establecimiento de una Dictadura militar que restablezca el orden a través de un ejército reforzado.
Entre las ideas secundarias, el general Emilio Mola señala aquellas medidas tendentes a la eliminación de la II
República, como la supresión de la Constitución, el cese de gobierno y su presidente, la concentración de todos
los poderes del Estado, la derogación de la legislación republicana y el restablecimiento de la pena de muerte.
Señala también el carácter ejemplarizante que han de tener los castigos contra los dirigentes de partidos
políticos y sindicatos, con el ánimo de evitar huelgas y movimientos de oposición. Por ello hace una defensa
del carácter violento de todas las acciones que se desarrollen contra la República.