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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Noroccidente

Carrera: Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales


Abogacía y Notariado

Curso: Sociología

Docente: Doctor Julio Vicente Baquiax

“ENSAYO DEL CONTRATO SOCIAL”

202242270 Geraldine Dayana Escobedo López

Huehuetenango 14 de agosto de 2023


Ensayo “El Contrato Social” de Rousseau

"El Contrato Social" es una obra filosófica influyente escrita por Jean-Jacques
Rousseau en 1762, un tratado político y social esencial para comprender ideas
fundamentales durante la Ilustración y su impacto en la formación de las democracias
modernas, donde destaca su visión sobre el gobierno y su naturaleza, la libertad
individual y el papel de los ciudadanos dentro del estado.

Se puede decir así mismo que se explora la naturaleza del gobierno legítimo y la
relación entre los individuos y el Estado. Su punto de partida es la idea de que los seres
humanos nacen libres e iguales, pero la sociedad y sus instituciones han corrompido
esta igualdad natural.

La relación entre libertad e igualdad en la sociedad ha sido un tema de debate y


reflexión a lo largo de la historia. Estos dos valores fundamentales normalmente se
presentan como objetivos a alcanzar, pero su unión puede ser compleja. Las luchas por
alcanzar la libertad e igualdad plantean preguntas fundamentales sobre la naturaleza
del gobierno, la justicia social y el equilibrio entre derechos individuales y bienestar
colectivo, que también son ideas que plantea Rousseau.

En una sociedad donde algunos tienen un acceso desigual a los recursos y las
oportunidades, la libertad de unos puede restringir la libertad de otros. Desde ese
tiempo hasta hoy en día es evidente la falta de igualdad económica, la exclusión de
ciertos grupos, limitación de buena calidad de vida, entre otros.

La igualdad busca abordar estas problemáticas y garantizar que todos los individuos
tengan acceso equitativo a las oportunidades y recursos necesarios para desarrollarse
plenamente. Sin embargo, la búsqueda de igualdad absoluta puede resultar en
restricciones a la libertad individual. Por lo que también se convierte en un problema
respetar estas características.

Es así como Rousseau argumenta que el gobierno debe ser un acuerdo voluntario entre
los ciudadanos, basado en el "contrato social", donde propone o resalta que cada uno
renuncia a parte de su libertad en beneficio del bien común. De esta manera ya no se
vera ese choque en la lucha por la libertad e igualdad.
Hay una necesidad de libertad, ya que el hombre natural es físicamente libre y no debe
estar limitado por un aparato estatal, represivo, ni dominado por sus semejantes. La
esclavitud de hombre es la responsable de todo tipo de males.

Rousseau desafía las ideas de su época al cuestionar la legitimidad de las formas


tradicionales de gobierno y proponer este modelo de contrato social en el que los
ciudadanos participan activamente en la toma de decisiones políticas, estableciendo el
escenario para un análisis más profundo, revolucionario y un impacto duradero en la
evolución de la teoría política.

En ese entonces ideas revolucionarias estaban surgiendo, ante un escenario de


despotismo, el cual provocaba una brecha más grande entre el gobernante y los
gobernados. A pesar de ya existir distintas formas de gobierno, incluso la democracia.

El hambre de poder por parte de los gobernantes y las personas más influyentes estaba
afectando a la sociedad ya que esta forma de despotismo a menudo limita las libertades
individuales, suprime la voz de la población y puede dar lugar a abusos de poder y
corrupción, todo lo contrario, a lo expuesto por Rousseau. Además, el despotismo
tiende a obstaculizar el desarrollo de instituciones democráticas y el respeto por los
derechos humanos.

Por lo que esto subraya la importancia de sistemas de gobierno más equitativos,


transparentes y representativos, que fomenten la participación y el bienestar de la
sociedad en su conjunto, advirtiendo sobre la tiranía de las mayorías y la necesidad de
proteger los derechos individuales.

La obra de Rousseau también examina las diferentes formas de gobierno y critica la


monarquía absoluta y la aristocracia. Propone una forma de democracia directa en la
que los ciudadanos participan activamente en la toma de decisiones políticas. Sin
embargo, Rousseau reconoce que esto solo es posible en pequeñas comunidades, y en
estados más grandes, aboga por una democracia representativa, donde los ciudadanos
eligen a representantes para tomar decisiones en su nombre.

Es allí donde se menciona la idea de la "voluntad general", que representa ese interés
colectivo y es lo que guía la toma de decisiones políticas, pero es importante señalar
que la "voluntad general" no es simplemente la suma de las voluntades individuales,
como se puede llegar a pensar, sino que es la deliberación y la búsqueda del bien
común, inclinarse hacia lo que conviene a todos y no solo a unos cuantos.

En su conjunto, la voluntad general, va en contraposición a la voluntad de individuos


particulares. La voluntad general es lo que debe guiar las decisiones políticas y las
leyes de una sociedad democrática, ya que representa el interés común y el bienestar
de todos los ciudadanos, evitando así la tiranía de la mayoría y la opresión de los más
débiles.

Otro de los conceptos clave en "El Contrato Social" es la "soberanía popular", que
establece que el poder emana del pueblo y que el gobierno es responsable ante ellos.
La soberanía popular es un principio fundamental en la teoría política que establece que
el poder político emana del pueblo. A lo largo de la historia, este concepto ha sido
central en la evolución de las formas de gobierno y en la búsqueda de un equilibrio
entre el poder del Estado y los derechos individuales. La soberanía popular implica que
el pueblo tiene la autoridad última para tomar decisiones políticas y elegir a sus
representantes.

Rousseau argumentó que la única forma legítima de gobierno es aquel en el que los
ciudadanos participan en la toma de decisiones y contribuyen a la formación de la
voluntad general. Esto significa que el gobierno no solo debe ser elegido por el pueblo,
sino que también debe rendir cuentas ante él y trabajar en beneficio de todos los
ciudadanos.

La soberanía popular a menudo se relaciona con la democracia, ya que se basa en la


participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas. Sin embargo,
es importante destacar que la democracia puede adoptar diversas formas y que la
soberanía popular puede manifestarse de maneras distintas en diferentes sistemas
políticos. En algunas democracias directas, como lo fu en Atenas, los ciudadanos
participaban directamente en la toma de decisiones. En democracias representativas,
como la mayoría de las actuales y como la de nuestro país, los ciudadanos eligen a
representantes que toman decisiones en su nombre.
La soberanía popular desde una perspectiva ética, resalta la importancia de respetar y
garantizar los derechos y la dignidad de cada individuo en la sociedad, tal y como se
desea en la “voluntad general”.

La soberanía popular presenta desafíos, la participación política puede ser limitada por
obstáculos económicos, educativos, entre otros, además encontrar el equilibrio entre la
toma de decisiones colectivas y la protección de los derechos individuales puede ser
complicado.

Por eso de nuevo s importante resaltar la relación entre el individuo y el estado que
establece el contrato social, que expone como las personas deben renunciar a cierta
libertad individual en favor de una comunidad organizada, creando así un estado justo y
legítimo. Esta renuncia a la libertad individual se hace en beneficio del bien común y se
logra a través de la voluntad general de la sociedad. La relación entre el individuo y el
estado en la visión de Rousseau se basa en un equilibrio entre la participación
ciudadana y la renuncia a ciertas libertades individuales para el beneficio colectivo.

El pueblo es quien funciona como “soberano” el cual no es una figura monárquica o un


líder individual, sino más bien la voluntad colectiva de la comunidad. El soberano
representa la suma de los intereses y deseos individuales de todos los ciudadanos.

El soberano no solo dicta leyes y normas, sino que también se convierte en el árbitro
imparcial que busca el interés común y evita la opresión. Sin embargo, Rousseau
reconoce que el proceso de determinar la voluntad general puede ser complicado y que
las opiniones individuales pueden estar equivocadas. Aun así, insiste en que la
búsqueda del bien común debe ser el objetivo principal del soberano.

Hoy en día la mayoría de sistemas de gobierno se acercan a esta idea, un ejemplo es la


de nuestro país, donde el poder reside en el pueblo, es democrático y representativo,
como dice el artículo 141 “la soberanía radica en el pueblo quien la delega, para su
ejercicio, en los Organismos Legislativo, Ejecutivo y Judicial. La subordinación entre los
mismos, es prohibida.”

Quienes han adoptado las ideas de Rousseau, también afirman que esto aporto mucho
a la idea de “frenos y contrapesos” o conocida como la separación de poderes, los
cuales son un principio fundamental en sistemas políticos democráticos que se refieren
a la distribución y equilibrio de poder entre diferentes ramas o instituciones
gubernamentales para evitar la concentración excesiva de autoridad y prevenir posibles
abusos.

En conclusión, "El Contrato Social" de Rousseau es una obra fundamental que plantea
cuestiones cruciales sobre la naturaleza del gobierno, la igualdad, la libertad y la
participación ciudadana. Sus ideas influyeron en la Revolución Francesa y en la
formación de muchas democracias modernas. A pesar de las críticas y controversias
que ha generado a lo largo de los años, su legado perdura como un hito en la historia
del pensamiento político y filosófico.

Las ideas de Rousseau siguen teniendo relevancia en la actualidad. Su énfasis en la


educación individualizada, la participación ciudadana y la importancia de la igualdad
siguen influyendo en la teoría política y la pedagogía moderna. También sus conceptos
sobre la libertad, la naturaleza humana y la crítica a las desigualdades sociales
continúan siendo temas debatidos en la sociedad contemporánea.

Además, su énfasis en la importancia de la igualdad y los derechos individuales ha


influido en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Sin embargo, ten en
cuenta que las interpretaciones y aplicaciones de sus ideas varían y pueden ser objeto
de debate en contextos políticos contemporáneos.

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