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Fca Montenegro
APUNTES
En el siglo V a.C., Atenas tuvo Democracia en que el gobierno se encontraba en las manos de todos
sus ciudadanos, aunque la condición de ciudadano estaba reservada solo a los varones libres
nacidos en la polis. Quedaban así excluidos los esclavos, mujeres, los extranjeros y menores de 30
años. Los ciudadanos se reunían en la asamblea – o ekklesia – para decidir por ellos mismos los
asuntos públicos, sin necesidad de delegar la responsabilidad en representantes.
La antigua República romana no fue una sociedad democrática; sin embargo, muchas de las
instituciones políticas que hoy caracterizan a una democracia fueron inspiradas en ella y en
algunos de sus ideales republicanos, como los siguientes:
Un gobierno mixto, que incluye la representación de diferentes grupos sociales y puede así
buscar un equilibrio entre sus respectivos intereses.
La virtud pública, entendida como la integridad moral de los ciudadanos, que los inclina a
combinar sus intereses particulares con el bien público, aunque ello signifique posponer
sus propias ambiciones.
República: del latín respublica (cosa pública). Es una forma de organización del Estado en que el
derecho a gobernar se obtiene a través del consentimiento del pueblo.
Nicolás Maquiavelo en su obra “El Príncipe” (1532) planteaba la obligación del gobernante de
mantener el poder y la seguridad del país que gobierna. En este sentido, da legitimidad al poder
del monarca por sobre sus súbditos. Así mismo, Thomas Hobbes- en su obra “Leviatán” (1651)
vuelve a referirse y a justificar la obediencia al soberano y la asunción de éste del poder absoluto
sobre sus súbditos. En este caso, plantea que los individuos ceden sus derechos por protección. Le
da libertad al soberano por sobre los individuos pero no pone límite al soberano para cumplir este
acuerdo, pacto o contrato “tácito” que se estaría generando entre gobernante y gobernados.
A partir del siglo XV, junto con los inicios de la Edad Moderna, la libertad del individuo aparece
como una de las claves para asegurar el orden social y político. En este contexto surgen doctrinas
políticas y filosóficas como el liberalismo, mediante el que se pretendía liberar a las personas de los
abusos del poder estatal, de la tiranía y el absolutismo, lo que hizo evidente la necesidad de llegar
a un acuerdo, tácito o expreso, entre gobernantes y gobernados. Este principio, que hasta el día de
hoy se conoce como <<contrato social>>, se transformaría en uno de los fundamentos de las
primeras democracias modernas de los siglos XIX y XX y en particular con el constitucionalismo,
que se caracteriza por la proclamación de derechos y deberes individuales, la separación de
poderes y el principio de representación. La democracia moderna surge, entonces, como una
forma específica de alcanzar esos objetivos, basándose en la idea de la igualdad política de los
ciudadanos y, por tanto, en su derecho a participar en el poder político.
John Locke afirmó que el derecho de la vida, a la libertad y a la propiedad eran derechos
naturales, comunes a todos los hombres y que la necesidad de proteger estos derechos
llevó a los individuos a formar una sociedad civil y a elegir un gobernante cuya función era
guardar el orden y proteger los derechos de todos (Liberalismo político). Para Locke, el
gobernante es un administrador de los derechos transferidos por los ciudadanos, no
dueño.
Montesquieu en su obra más importante “El espíritu de las leyes” (1748) sostiene que el
Estado debe estar fundado sobre la base de la separación de poderes (legislativo,
ejecutivo y judicial) con el objetivo de preservar un equilibrio político que impida la
concentración de la autoridad. Su obra es fundamental para los principios del Estado de
Derecho moderno.
Voltaire hombre rico, representante de la burguesía emigró a Inglaterra y vuelve a Francia
admirado de las instituciones inglesas. Defendía el sufragio universal. Consideraba a la
educación como una herramienta fundamental para el progreso. Luchaba por la libertad
de conciencia, la tolerancia y pensamiento racional. Sus obras Tratado sobre la tolerancia
(1763); “Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las Naciones” (1756) y “Cartas
inglesas o cartas filosóficas” (1734).
Rosseau defendía la idea de que el hombre es bueno por naturaleza y que es la sociedad
la que lo corrompe, por lo tanto, ve al progreso como algo que traerá daño y corrupción a
la sociedad. En ese punto difiere de Voltaire. En su obra “contrato social” planteó los
principios de la soberanía popular y de la voluntad del pueblo sobre sus mandatarios que
por medio de un contrato las personas ceden sus derechos individuales a la comunidad,
comprometiéndose a acatar la voluntad de la mayoría. También escribió “Emilio” que es
un tratado sobre educación, pues considera fundamental la educación como camino para
ser un ciudadano libre, formar un nuevo hombre para una nueva sociedad.