El islam nació con Mahoma en Arabia, y tras su muerte (632) se extenderá hasta llegar a la Península Ibérica en el 711. Al-Ándalus fue el término que se empleó para designar al territorio peninsular dominado por los musulmanes hasta 1492. 1. CONQUISTA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA La rápida conquista de los musulmanes se debió a la descomposición política del reino visigodo, al apoyo de los judíos resentidos por la persecución de los visigodos y al respeto por parte del islam a otras religiones. En la península, el rey visigodo Witiza dejó el trono a su hijo Agila/Akila. Al fallecer Witiza (710), el duque de la Bética, Rodrigo, encabezó una revuelta y ocupó el trono desencadenando una guerra civil. El bando de Agila solicitó ayuda musulmana. El gobernador musulmán (wali), Musa ben Nusayr, mandó a su lugarteniente bereber Tariq ibn Ziyad derrotando a don Rodrigo en la batalla de Guadalete (711). En menos de cinco años dominaron la península gracias también a un sistema de capitulaciones. Solo las zonas cantábrica y pirenaica escaparon a su control.
2. EMIRATO DEPENDIENTE (714-756)
Al Ándalus, con capital en Córdoba, pasó a depender del Califa en Damasco. Los musulmanes derrotados en Poitiers (732) por los francos aceptaron los Pirineos como frontera natural. Los califas controlaron un territorio tan lejano gracias a su división en coras (provincias) e imposición de tributos a cristianos y judíos (jaray y yizya) y también a musulmanes (Zakát y Usr). Pronto surgieron enfrentamientos entre los musulmanes (árabes y bereberes) por el reparto de tierras. Los bereberes se sublevaron en el 740 y los árabes, con ayuda de sirios, la sofocaron.
3. EMIRATO INDEPENDIENTE (756-929)
A mediados del s. VIII, los abasíes acabaron con la familia califal de los Omeyas en Damasco. Abderramán (756-788) consiguió escapar y apoderarse de al-Ándalus en el 756 proclamándose emir, pero dependía religiosamente de los califas abasíes. Sustentó su poder en clientes omeyas, un ejército formado por beréberes y esclavos (eslavos) que organizaban aceifas y a una mayor presión fiscal sobre los mozárabes. A fines del s. IX el emirato entró en crisis, sobre todo a la hora de suceder al emir. La sublevación de Umar ibn Hafsun (879) fue una muestra de esta crisis que recogió el descontento de las minorías étnicas-religiosas y que fue sofocada por Abderramán III en el 928.
4. CALIFATO DE CÓRDOBA (929-1031)
En el año 929, Abderramán III (912-961) se proclamó Califa, acumulando poder político y religioso. Con dotes políticas, militares y organizativas legó a sus sucesores un estado fuerte y construyó Medina Azahara (936). La organización política fue una réplica del Califato de Bagdad: hayíb o Gran visir, Coras o circunscripciones en manos de gobernadores (Wali) y la justicia en manos de un cadí (juez) asistido por alfaquíes en cada capital de Cora. 5. ALMANZOR Y LA CRISIS DEL CALIFATO DE CÓRDOBA Al- Hisam II (976-1008) accedió al poder siendo menor de edad, gobernando en su lugar el hayib, Almanzor, actuando como un auténtico dictador, atrayéndose a los alfaquíes para legitimar su poder y, sobre todo, utilizó la yihad saqueando Barcelona (985) y Santiago (997). Tras su muerte (1002), el califato entró en crisis por las luchas por el poder y en el 1031 desapareció, surgiendo los primeros reinos taifas. El desarrollo cultural fue elevado, pero eran débiles debido al pago de impuestos a los reinos cristianos (parias) y la constante amenaza de estos.
6. IMPERIO ALMORÁVIDE (1086-1145)
Alfonso VI conquistó Toledo (1085), alertando a los reinos taifas de Badajoz y Sevilla (Al- Mutamid) que llamaron a los almorávides. Estos derrotaron a los cristianos en Zalaca (1086), unificaron los reinos taifas y vencieron a Alfonso VI en Uclés (1108). Sin embargo, no consolidaron su poder debido a la incapacidad de recuperar territorios como Toledo. Además, fueron atacados por los almohades (bereberes del norte de África), con lo que aparecieron las segundas taifas a partir de 1145 y la desaparición del Imperio almorávide.
7. EL IMPERIO ALMOHADE (1147)
Los almohades sometieron a los reinos taifas creando el Imperio Almohade con capital en Sevilla. Eran más intransigentes que los almorávides. Derrotaron a los cristianos en Alarcos (1195), que supuso el inicio del fin de los musulmanes en la península, ya que los reyes cristianos se unieron derrotándolos en Navas de Tolosa (1212). Aparecieron los terceros reinos taifas, pero tan sólo sobrevivió el Reino Nazarí de Granada.
8. REINO NAZARÍ DE GRANADA (1232-1492)
Su supervivencia se debió al Sistema Penibético que lo protegía, la diplomacia con otros reinos y las crisis políticas de Castilla durante fines del siglo XIII, XIV y buena parte del XV. En el siglo XV el reino se fue debilitando debido a las luchas para alcanzar el poder, el pago de parias, la peste negra y el hostigamiento de los Reyes Católicos. Su último sultán (Boabdil) entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos en enero de 1492.
9. ECONOMÍA, SOCIEDAD Y ARTE
La base de la economía andalusí fue la agricultura con nuevas técnicas de regadío (norias y acequias) y nuevos cultivos (arroz, cítricos). Destacó también el trabajo de cuero (cordobanes) y el comercio (zoco). Todo sustentado con un sistema monetario basado en el dinar de oro y el dírhem de plata. Respecto a la sociedad, los árabes eran la aristocracia (jassa), los beréberes fueron importantes en el ejército y los muladíes reivindicaron más protagonismo, todos ellos musulmanes. Mozárabes y judíos gozaron de cierta autonomía. Por último, la cultura andalusí dejó un gran legado, con intelectuales como Averroes (filósofo siglo XII) o Ibn Jaldum (historiador siglo XIV). También señalar el arte islámico: mezquita de Córdoba, Giralda o la Alhambra.