Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CULTURA POPULAR Y
BASAMENTO LEGAL
Profesor: Bachilleres:
Msc. Eliezer Ruíz Cristina Bolívar CI: V-20526028
Jesús Coronado CI: V-18407402
María Figueroa CI: V-19701429
Charliana Jaramillo CI: V-25864438
Fabiola Mejías CI: V-19962629
Melissa Páez CI: V-19068785
Daniel Pérez CI: V-17434429
21 de Octubre, 2022
Legislación cultural en nuestra América
Legislación Cultural
Los derechos culturales, así mismo, han sido objeto en las tres últimas
décadas de reconocimiento jurídico a nivel de las Constituciones políticas
de los Estados y de la legislación cultural nacional de buena parte de
los países del mundo. Actualmente, los organismos internacionales
especializados llevan a cabo programas destinados a la elaboración de un
catálogo conceptual definitorio de los derechos culturales, justiciables y no
justiciables, tomando como fuente de inspiración los principales pactos,
convenciones, declaraciones, recomendaciones y resoluciones
internacionales (universales y regionales) que a ellos se refieren, con vistas,
además, a la posible elaboración de un instrumento normativo específico
(Declaración, Convención o Protocolo).
Una primera aproximación, en base a las fuentes indicadas, permite
identificar, entre otras, como categorías de derechos culturales, el derecho de
la persona a
Al igual que el derecho del individuo a la cultura, los derechos culturales de las
naciones y los pueblos, vinculados fundamentalmente a su identidad, a su
personalidad y a su autonomía cultural frente al resto del mundo, han sido
también objeto de consagración y expreso reconocimiento por diferentes
instrumentos normativos internacionales. Entre ellos se cuentan el derecho a la
identidad cultural nacional (Declaración de México, 1982); el derecho de todo
pueblo a desarrollar su cultura (Declaración de los Principios de la Cooperación
Cultural Internacional, Unesco, 1966); el derecho al respeto de la
personalidad cultural de los países y el derecho de cada Estado a
desenvolver, libre y espontáneamente, su vida cultural (Carta Constitutiva
de la OEA); el derecho de los pueblos a su desarrollo cultural (Carta
Africana). El derecho y deber de los pueblos, naciones y Estados a la
cooperación cultural, como principio rector de las relaciones culturales
internacionales modernas, a la vez que como derecho de la comunidad
internacional; asimismo, han sido consagrados en la citada Declaración de
Unesco de 1966, en la Carta de la OEA y en otros documentos como la
Convención Cultural Europea, el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y el Protocolo de San Salvador.
Artículo 122: Los pueblos indígenas tienen derecho a una salud integral que
considere sus prácticas y culturas. El Estado reconocerá su medicina
tradicional y las terapias complementarias, con sujeción a principios bioéticos.
Artículo 123: Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y promover sus
propias prácticas económicas basadas en la reciprocidad, la solidaridad y el
intercambio; sus actividades productivas tradicionales, su participación en la
economía nacional y a definir sus prioridades. Los pueblos indígenas tienen
derecho a servicios de formación profesional y a participar en la elaboración,
ejecución y gestión de programas específicos de capacitación, servicios de
asistencia técnica y financiera que fortalezcan sus actividades económicas en
el marco del desarrollo local sustentable. El Estado garantizará a los
trabajadores y trabajadoras pertenecientes a los pueblos indígenas el goce de
los derechos que confiere la legislación laboral.
Artículo 124: Se garantiza y protege la propiedad intelectual colectiva de los
conocimientos, tecnologías e innovaciones de los pueblos indígenas. Toda
actividad relacionada con los recursos genéticos y los conocimientos asociados
a los mismos perseguirán beneficios colectivos. Se prohíbe el registro de
patentes sobre estos recursos y conocimientos ancestrales.
Sin embargo, en los últimos 40 años los pueblos indígenas han sido objeto
de una creciente revalorización dentro de la interpretación sociocultural de
Venezuela y ello ha permitido una relectura de lo indio en la cultura venezolana
En consecuencia, la subvaloración precedente puede estar, en gran parte,
asociada al carácter ágrafo de las lenguas y culturas indígenas, asumido por
las ideologías dominantes como una forma imperfecta de las lenguas. De allí
que calificativos como “dialectos” o “carentes de gramática” fueran comunes
para caracterizar y, a la vez, desmerecer a las lenguas indígenas y a sus
hablantes.
Según datos disponibles del último censo indígena (2011) y del Censo
General de Población y Vivienda de 2001, en Venezuela se hablan al menos 70
lenguas indígenas, de las cuales 40 se agrupan en ocho familias lingüísticas,
mientras que las otras 30 no presentan parentesco reconocible con otras
lenguas, y por tanto se consideran lenguas aisladas.
También, existe la familia Guajibo, la cual posse el idioma Jivi, este dialecto
se habla sobre todo en el estado Apure y en el estado Amazonas, así mismo el
Kuiva.
Así como también, la familia macro-makú La cual está formada por las
lenguas makú propiamente dichas, que es ampliamente aceptada por los
americanistas, y por las lenguas de dos etnias de cazadores-recolectores
relativamente aislados de Venezuela
Valores culturales
Por su parte, los caribes, siendo las tribus de lengua caribe penetraron al
territorio venezolano desde el sureste, utilizando diferentes vías, tanto
terrestres como fluviales y marítimas. Se localización en las costas orientales
de Venezuela, de donde desplazaron a los arawacos. Gracias a su actitud
belicosa. Practicaron la agricultura y construyeron sus viviendas en aldeas
cercanas a los conucos, donde cultivaron el maíz, la yuca. el algodón y la
batata, También fueron grandes navegantes y expertos cazadores. Las
comunidades caribes practicaron el comercio con sus vecinos por vía fluvial y
marítima.