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Las personas que tienen alterada la atención selectiva se

encontrarán con que emplean mucho tiempo en realizar


cualquier actividad, ya que sufrirán muchas distracciones, tanto
por estímulos internos como por estímulos externos, y eso hará
que tengan tendencia a distraerse con facilidad.
https://lamenteesmaravillosa.com/el-experimento-del-gorila-invisible-un-clasico-sobre-la-
percepcion/

El experimento del gorila invisible es uno de los que más


sorprenden a las personas que no lo conocen. Sus resultados nos
hablan de cómo funciona nuestra atención selectiva y de los errores
que podemos cometer con ella.
El experimento del gorila invisible se volvió un clásico de la psicología. A pesar de
que se llevó a cabo en 1999, sigue citándose como un ejemplo típico de las
limitaciones de la percepción. También de la resistencia de las personas a
aceptar que muchas veces son ciegas frente al mundo que las rodea.
Los creadores del experimento del gorila invisible, Christopher Chabris y Daniel
Simons, no imaginaron que este ejercicio se convertiría en una experiencia tan
curiosa y repetida. Ha sido replicado infinidad de veces, en distintos países y con
gente de todas las edades y niveles educativos con un resultado similar.
Si quieres realizar tú mismo el experimento, solo tienes que ver el siguiente
vídeo y seguir las instrucciones; eso sí, antes de empezar a leer el siguiente
punto.
Basta con que cuentes la cantidad de pases que el equipo de camisa blanca se hace
entre sí. Debes permanecer atento y tomar en cuenta tanto los pases aéreos,
como los pases que se dan por rebote. Haz la prueba y luego continúa con la
lectura.

El experimento del gorila invisible


En el tercer párrafo de este artículo te dimos las mismas instrucciones que
Chabris y Simons le dieron a un grupo de estudiantes voluntarios antes de
hacer el experimento.

Cuando los participantes terminaron de mirar el video , se les formularon las


siguientes preguntas (respóndelas tú también si viste el video):
 “¿Notó algo inusual mientras contaba los pases?”.
 “¿Notó alguna otra cosa, además de los jugadores?”.
 “¿Notó a alguien además de los jugadores?”.
 “¿Notó un gorila?”.
La última pregunta es la que más le causó sorpresa a los voluntarios del
experimento del gorila invisible. Al menos, al 58 % de ellos. Siempre que se ha
repetido el experimento, el porcentaje de sorprendidos es más o menos el
mismo. Sí: había un gorila en el video, pero más de la mitad de las personas no
lo notaron. ¿Tú lo viste?

Las reacciones frente a lo sucedido


La primera vez que se hizo el experimento del gorila invisible y todas las
posteriores, la mayoría de quienes participan, y que no notaron la presencia del
gorila, se han mostrado incrédulos con la transparencia de la práctica. Les
parece imposible que hayan pasado por alto semejante “detalle” en lo que vieron.
Cuando se les pide que vuelvan a ver el video, todos captan la presencia del gorila.
Algunos creen que se les han mostrado dos videos diferentes, pero no es así.
Este experimento ganó el Premio Ig Nobel. Este es un galardón que se
concede a aquellas actividades científicas que “primero hacen reír y luego
pensar”.
¿Por qué tantas personas son ciegas a un estímulo tan evidente y de semejantes
magnitudes? Esa es la pregunta que sobreviene después de este experimento.
También, por supuesto, llama la atención que tantos se nieguen a aceptar
que su percepción les engaña. Creen ver la realidad tal y como es y, sin
embargo, no lo logran.

Las trampas de la percepción


Los investigadores Steve Most y Robert Astur realizaron un experimento
análogo años después. En este caso, se empleó un simulador de
conducción. Se les dijo a los voluntarios que debían frenar al llegar a una esquina
si veían una flecha azul. Si, en cambio, veían una flecha amarilla, no tenían por
qué detenerse.
Sin embargo, cuando los voluntarios estaban realizando esta actividad, dos
motocicletas pasaron por frente de ellos en el simulador. Cuando la motocicleta
era azul, los conductores virtuales la notaron y frenaron. En cambio, cuando era
de color amarillo, casi el 60 % atropelló al motociclista. De alguna manera se
replicaban los resultados del experimento del gorila invisible.
Lo que ocurre en estos casos es que las personas fijan su atención solamente en el
punto que les interesa. En el primer caso, en los pases del equipo blanco; en el
segundo caso, en la flecha azul. En el fondo, enfocaban toda su atención hacia
el color. Como el gorila era negro y algunas de las motocicletas amarillas, los
voluntarios no captaron ese estímulo.
Todo esto se debe a que algunas personas solo pueden concentrarse en una
variable a la vez. Otros, en cambio, tienen un patrón de atención más amplio y
flexible. Por ejemplo, esta es la razón por la que es recomendable no hablar
por teléfono mientras conducimos.

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