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CONCEPTOS Y CRITERIOS EN

PSICOPATOLOGÍA
El criterio estadístico

Cuando la psicología y la Psicopatología se homologaron a las ciencias


naturales, se recurrió a la cuantificación de los datos psicológicos a través de la
estadística. En Psicopatología, la estadística se transmutó en criterio definitorio
del objeto y adquirió rango de concepto, cuya máxima ejemplificación está en el
criterio estadístico de la Psicopatología.

El postulado central del criterio estadístico (postulado de frecuencia) es el que


de que las variables que definen  psicológicamente a una persona, poseen una
distribución normal en la población general de referencia de esa persona.
Consecuentemente, la psicopatología es todo aquello que se desvía de la
normalidad. Según este criterio se habla de hiper o hipoactividad para catalogar
un comportamiento motor alterado o de alta vs baja inteligencia para designar
la capacidad mental de las personas, etc.

Sin embargo, la restricción al ámbito de lo infrecuente no siempre conlleva


psicopatología. Ej: creer en una vida después de la muerte puede ser muy
frecuente, pero el no creer en ello no significa patología. Problemas de este
estilo han llevado al segundo supuesto, el de la continuidad: los elementos
constitutivos de las psicopatologías se hallan presentes en la normalidad pero
constituyen una exacerbación, por exceso o defecto, de esa normalidad. De
modo que las diferencias entre lo normal y lo patológico son de naturaleza
cuantitativa, de grado. Aquí además se utiliza el prefijo "a" para hablar de
conductas o actividades anormales, que se caracterizan no sólo por ser poco
frecuentes, sino además por contener los mismos elementos de la normalidad
pero en un grado o excesivo o escaso. Cuando la psicopatología se rige por un
criterio estadístico se suele emplear el término anormalidad como análogo al de
psicopatología.

Criterios biológicos

La variedad de los criterios biológicos es muy amplia, puesto que son muchas
las disciplinas que se encuadran en las perspectivas biologistas: genética,
neurología... Todas mantienen el supuesto básico de que las distintas
psicopatologías son la expresión de alteraciones y/o disfunciones en el modo
normal de funcionamiento, bien de la estructura, bien del proceso biológico que
las sustenta. Estas alteraciones pueden estar causadas por la acción de
agentes patógenos externos,se califican con el prefijo "dis", por carencia de
determinados elementos constituyentes,prefijo "a",o por una ruptura del

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equilibrio normal de los procesos o estructuras involucradas,prefijo "hiper o
hipo".

Asumir una etiología orgánica como explicación última o exclusiva de las


psicopatologías, conlleva adoptar el término de enfermedad mental. Aceptar la
dicotomía biológico vs. psicológico para explicar la aparición y el mantenimiento
de una psicopatología significa caer de nuevo en un miope dualismo
psicofísico.

Criterios de anormalidad: algunas conclusiones

Todos los criterios mencionados son necesarios, pero ninguno suficiente por sí
mismo para la psicopatología.

Existen unos postulados para categorizar y catalogar un determinado modo de


pensar, actuar o sentir como anormal o psicopatológico:

1. No hay ningún criterio que por sí mismo o aisladamente sea suficiente


para definir un comportamiento, sentimiento o actividad mental como
desviada, anormal o patológica.
2. Ningún comportamiento, sentimiento o actividad mental son por sí
mismos patológicos.
3. La presencia de psicopatologías representa un obstáculo para el
desarrollo individual de la persona que las mantiene o para su grupo
cercano.
4. Las personas con psicopatologías no alcanzan niveles óptimos de
desarrollo social, afectivo, intelectual o físico, y esas dificultades están
producidas por anomalías en sus actividades, procesos, funciones y
estructuras.
5. Los elementos que definen un comportamiento o actividad mental como
psicopatológica no difieren de los que definen la normalidad más que en
términos de grado, extensión y repercusiones, lo que significa que es
más correcto adoptar criterios dimensionales que categoriales o
discontinuos.
6. La presencia de psicopatologías no conlleva necesariamente la ausencia
de salud mental: lapsus linguae, anomalías que se producen en el curso
de una actividad mental normal, etc.
7. Salud no es sólo ausencia de enfermedad sino también presencia de
bienestar.

Los modelos en Psicopatología


Las diferentes perspectivas teóricas sobre la conducta anormal se basan en los
criterios comentados y se diferencian entre sí en el mayor o menor énfasis que

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pongan en cada uno de ellos. Por tanto, los modelos en psicopatología también
son múltiples.

El modelo biológico

La perspectiva biológica asume como principio fundamental que el trastorno


mental es una enfermedad. Así, las alteraciones psicopatológicas se producen
porque existen anormalidades biológicas subyacentes. El tratamiento deberá
corregir esas anormalidades orgánicas.

En psicopatología siempre se ha considerado a Hipócrates como el predecesor


del enfoque médico en una extrapolación del modelo kraepeliniano. Una
variedad de circunstancias se dieron cita en el s. XIX que realzaron el estatus
del modelo biológico, como la difusión de la teoría de Kraepelin. En el s. XX, el
modelo biomédico mantiene su influencia y se consolida a partir de los 50,
cuando se comienzan a sintetizar y utilizar distintas clases de drogas
psicotrópicas que mostraron su eficacia en distintos trastornos mentales.

Bases biológicas de la conducta anormal

Se presupone que la alteración del cerebro es la causa primaria de la conducta


anormal o de la anormalidad mental. Los trastornos mentales estarían
relacionados con las alteraciones celulares del cerebro. Las alteraciones
pueden ser anatómicas (el tamaño o la forma de regiones cerebrales puede ser
anormal) o bioquímicas (alteración de elementos bioquímicos por exceso o
defecto). A su vez, esas alteraciones pueden ser consecuencia de factores
genéticos, metabólicos, infecciosos, alérgicos, tumorales, cardiovasculares,
traumáticos…

Según Buss, y en relación con las causas del trastorno pueden distinguirse 3
tipos de enfermedad:

1. Enfermedad infecciosa (un microorganismo ataca a un órgano o


sistema: gripe, hepatitis…).
2. Enfermedad sistémica (diabetes).
3. Enfermedad traumática, como una fractura o condición producida por
ingestión de una sustancia tóxica.

A partir de los 50 se intensificó el interés por aplicar el modelo sistémico de


enfermedad a la conducta anormal. La concepción sistémica se vio reforzada
por el descubrimiento de sustancias neurotransmisoras y fármacos
psicoactivos, considerándose desde entonces que algunas formas de conducta
anormal podían deberse a desequilibrios del SN. Actualmente existe abundante
evidencia empírica de que las sustancias bioquímicas intervienen en muchos
trastornos del comportamiento.
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Los trastornos mentales orgánicos son aquellos que tienen causas físicas
claras.

Ej: Corea de Huntington, enfermedad de Alzheimer. Los trastornos mentales


funcionales son patrones de conducta anormales sin claros indicios de
alteraciones orgánicas cerebrales, como los trastornos de ansiedad, depresión
y esquizofrenia. Los estudios sobre el efecto que las drogas tienen en el
cerebro han contribuido a que se conozca mejor su funcionamiento en relación
a los trastornos mentales que responden positivamente a ciertos
psicofármacos. Así se sabe que las alteraciones en la actividad de diversos
neurotransmisores se pueden asociar a distintos trastornos mentales.

Si un determinado trastorno ocurre con una relativa frecuencia en una familia


se considera que hay una predisposición genética a padecerla. Se habla así de
bases genéticas de la depresión, esquizofrenia, Alzheimer… También se ha
puesto de relieve la investigación epidemiológica sobre los grupos de riesgo,
observándose casos de numerosos parientes biológicos de un paciente
diagnosticado de una alteración psicopatológica específica que presentan el
mismo trastorno.

Cuando se presupone una vulnerabilidad orgánica asociada al efecto de


agentes externos patógenos se habla de interacción predisposición-estrés,
también entendida como modelo de diátesis-estrés.

Postulados del modelo biológico

El modelo médico se ha desarrollado básicamente en el campo de la medicina


(psiquiatría).

Hay que tener claros unos conceptos centrales:

 Signo: indicador objetivo de un proceso orgánico anómalo (fiebre).


 Síntoma: indicador subjetivo de un proceso orgánico y/o funcional
(sensación de tener fiebre). De hecho, el síntoma aislado no resulta
anormal. Es la unidad mínima descriptible en psicopatología. Los
síntomas pueden ser primarios cuando nos orientan hacia un
diagnóstico determinado y secundarios cuando no cumplen los criterios
etiológicos o descriptivos de la entidad nosológica en la que se han
identificado.
 Síndrome: conjunto de signos y síntomas que aparecen en forma de
cuadro clínico.
 Enfermedad mental: estructura totalizante en la que adquieren sentido
los fenómenos particulares, y por tanto dota de recursos para
comprender los factores etiológicos, el pronóstico y el tratamiento.

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 Discontinuidad entre lo normal y anormal: el trastorno mental se clasifica
y diagnostica en base a criterios categoriales. Cada trastorno mental es
una entidad clínica (nosológica) discreta, con características clínicas,
etiología, curso, pronóstico y tratamiento específicos. Cada categoría
clínica se diferencia cualitativamente de los demás trastornos mentales,
así como de lo no clínico.Contrasta con una concepción dimensional de
la psicopatología, donde la diferencia entre lo normal y lo anormal es de
grado no discontinuidad.

Evaluación del modelo biológico

Las investigaciones sobre las bases biológicas de la conducta anormal son


cada vez más abundantes, y los nuevos fármacos son, por sí mismos,
relevantes instrumentos de investigación sobre las causas biológicas de los
trastornos.

Virtudes del modelo biológico:

1. Nos recuerda que los problemas psicológicos pueden tener causas


biológicas dignas de evaluación y estudio.
2. Gracias al descubrimiento de técnicas biomédicas, la investigación sobre
los aspectos neurofisiológicos de la conducta anormal progresa
rápidamente.
3. Los tratamientos biológicos han proporcionado significativas
aportaciones en el tratamiento de distintos trastornos mentales.

Problemas y limitaciones del modelo biológico:

1. El reduccionismo. Nuestra vida mental es una interacción de factores


biológicos y no biológicos(psicológicos, sociales, culturales). Es más
relevante explicar esa interacción para conseguir una comprensión más
integrada y holista bajo el paradigma del modelo biopsicosocial tomando
a la persona como totalidad.
2. Validez explicativa de sus teorías. A menudo son incompletas y poco
concluyentes. Muchos estudios se realizan con animales que
aparentemente presentan síntomas de depresión, ansiedad o algún otro
comportamiento anormal inducido mediante drogas. Los investigadores
tendrán dificultad para generalizar la validez de sus conclusiones a la
conducta humana. Igualmente, los estudios genealógicos y genéticos
están abiertos a sucesivas interpretaciones en función de los avances de
la neurociencia.
3. La aceptación rígida de los postulados acarrea diversos problemas:

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 Tiende a considerar al individuo o enfermo mental como un ser pasivo,
por no ser el agente responsable del inicio y posterior curación del
trastorno. El médico es el activo.
 El trastorno mental es una enfermedad y por eso tiene etiología o causa
de tipo orgánico. Pero muchos trastornos psicológicos no obedecen a
causas orgánicas.
 El establecimiento de diagnósticos en base a la existencia de una serie
de síntomas (criterios de diagnóstico) a veces es contraproducente.

El modelo conductual

A principios de los 60, el modelo conductual se perfila como nuevo paradigma


de la Psicología clínica.

Dos factores primarios determinaron su surgimiento:

 La madurez alcanzada por la psicología del aprendizaje.


 La insatisfacción con el estatus científico y modus operandi del modelo
médico. La evolución histórica de la perspectiva conductual ha dado
lugar a distintas orientaciones o submodelos.

El modelo conductual como alternativa a las inadecuaciones de los


modelos médicos (modelos de enfermedad)

La insatisfacción con respecto al modelo médico a finales de los 50 y principios


de los 60 se debía tanto a factores teóricos(epistemológicos y metodológicos),
como prácticos (rol del psicólogo clínico, diagnóstico y tratamiento).

Debilidad de la teoría biomédica

Uno de los principales errores de la psiquiatría consistió en el trasvase del


modelo médico de la enfermedad física al campo de los trastornos mentales.
Este “trasplante” significó efectuar una transposición del modelo médico a un
problema no médico.

Pero un serio problema asociado al más ortodoxo modelo biomédico fue su


incapacidad para establecer cómo las alteraciones fisiológicas inducen los
síntomas psíquicos o comportamentales. Para Willerman y Cohen, el modelo
médico hipotetiza la existencia de anormalidades fisiológicas que no han sido
demostradas. Según Szasz, en los casos en que exista una alteración orgánica
del SNC, debería denominarse enfermedad neurológica y no mental.

Existen trastornos fuertemente ligados a alteraciones neurofisiológicas (como la


esquizofrenia). Puede que en estos caso sea relevante el modelo biomédico,
pero en la mayoría de los trastornos psicológicos, los factores ambientales,
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más que los biológicos, desempeñan un papel etiológico esencial. Además, en
muchos trastornos, no existe evidencia de alteración orgánica. Esto muestra
una tendencia a orientaciones más psicológicas, pero manteniendo las
estructuras básicas del modelo médico. La más importante la psicoanalítica.
Esta corriente y otras no solucionaron los problemas de este modelo.

Problemas asociados al diagnóstico médico

Yates ha criticado la derivación al campo del comportamiento de los sistemas


de diagnóstico médico, dando como resultado el “encasillamiento” de los
pacientes, etiquetación que a veces produce efectos nefastos sobre éstos.
Sobre todo, centra sus objeciones en torno a 3 aspectos: baja fiabilidad, baja
validez y escasa utilidad del diagnóstico psiquiátrico.

El problema de la "etiquetación" del paciente posee efectos negativos sobre el


propio individuo. Y todavía es peor si esa etiquetación es poco válida y fiable.
Además tiene escasa utilidad clínica. De todos modos, actualmente no se
sostiene que el diagnóstico categorial sea por sí mismo negativo. Los sistemas
actuales de diagnóstico categorial son bastante fiables y válidos, y su utilidad
psicopatológica ha sido demostrada. Aun así se han tenido que cambiar
bastantes cosas en los últimos 10 años. El DSM-III-R y el DSM-IV son más
descriptivos, objetivos, versátiles y libres de influencias teóricas de escuelas
que cualquier otro sistema. El DSM-III, muy influente, ha sido discutido.

Problemas relacionados con el tratamiento

El modelo médico ha sido de muy escasa utilidad para el tratamiento, salvo en


trastornos con fuerte base fisiológica. El proceso ha sido inverso a lo que toda
teoría científica exige: establecer la teoría partiendo de los supuestos buenos
resultados del tratamiento médico.

Desarrollo y principios de la perspectiva conductual

La base del modelo conductual se encuentra en el desarrollo y aplicación de


los principios del aprendizaje llevado a cabo en EEUU: Watson:
Condicionamiento de respuestas emocionales; Thorndike: Conductas
instrumentales, "ley del efecto"; Hull: Variables intermedias motivacionales
(impulso o drive)… Pero los antecedentes más remotos se remontan a los
autores soviéticos: Sechenov, Paulov, Bechterev. Su influencia se plasmó a
través de la influencia de Watson en 2 conceptos fundamentales: uno
metodológico, el objetivismo, y otro teórico, el condicionamiento.

Las primeras formulaciones sobre la teoría conductual de la conducta anormal


se establecen en los 60 con Wolpe, Eysenck y Jones. Estos autores se centran

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principalmente en la explicación de la conducta neurótica, que consiste en
hábitos desadaptativos adquiridos mediante procesos de aprendizaje.

Rachman y Costello resumen los aspectos esenciales de la teoría conductual


de las fobias:

1. Las fobias son respuestas aprendidas.


2. Los estímulos fóbicos se desarrollan cuando se asocian temporal y
espacialmente a un estado de cosas que producen miedo.
3. Los estímulos neutros que tienen relación con la situación que produce
miedo o impacto sobre la persona en esta situación, desarrollarán
cualidades fóbicas con mayor probabilidad que los estímulos débiles o
ajenos a la situación.
4. La repetición de la asociación entre la situación de miedo y los nuevos
estímulos fóbicos reforzará la fobia.
5. Las asociaciones  entre situaciones de miedo muy intenso y estímulos
neutros, producirán con mayor probabilidad reacciones fóbicas.
6. Se produce generalización del estímulo fóbico original a otros estímulos
de naturaleza similar.

En Inglaterra predominó la orientación basada en el CC. En EEUU predominó


el CO por el enorme influjo de Skinner. Este autor desarrolló el enfoque teórico
y metodológico conocido como análisis experimental de la conducta. La
aplicación de este enfoque a la conducta anormal supone grados máximos de
experimentación y objetividad, y la asunción de un conductismo radical. Por
tanto, la perspectiva conductual se perfila según 3 importantes focos de
desarrollo: Sudáfrica, Inglaterra y EEUU. El modelo europeo se centró más en
la conducta neurótica, mientras que el enfoque del análisis experimental de la
conducta abordó también la conducta psicótica.

A parte de las diferencias, tienen características comunes:

1. Objetividad: el modelo conductual se centra en la objetividad y la


experimentación en contraste con el médico, centrado en la
introspección, intuición y especulación.
2. Principios del aprendizaje como base teórica: la conducta
psicopatológica consiste en hábitos desadaptativos que han llegado a
condicionarse a ciertos estímulos. Tales hábitos constituyen los
síntomas clínicos y la propia conducta anormal, y son generados de
acuerdo con las leyes y principios del aprendizaje. El tratamiento debe
basarse en la aplicación de los propios principios del aprendizaje
(terapia conductual) para extinguir las conductas indeseables.

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3. Rechazo del concepto de enfermedad: la teoría conductual entiende que
el concepto médico de enfermedad no es aplicable a los trastornos de
comportamiento. No asume la existencia de causas subyacentes.
4. Aproximación dimensional: al rechazar el concepto de enfermedad,
rechaza la conceptuación categorial de los trastornos psicológicos. No
existen personas mentalmente enfermas. Como alternativa al
diagnóstico médico tradicional, propone el "diagnóstico funcional de la
conducta". La clasificación debe hacerse según dimensiones en las que
se sitúan los diferentes individuos. Por tanto, la diferencia entre la
conducta normal y la anormal es cuantitativa (no cualitativa). Para
Eysenck, la anormalidad implica más bien el funcionamiento defectuoso
de ciertos estados psicológicos (dimensiones).
5. Relevancia de factores ambientales. Considera que la cusa de los
trastornos comportamentales obedece a factores ambientales que se
han ido condicionando a través de toda la experiencia del individuo.
6. Teoría científica: en la teoría conductual, la explicación sobre las causas
y el tratamiento de la conducta anormal, sus variables e hipótesis,
pueden ser contrastadas empíricamente (verificadas o rechazadas). Las
relaciones e hipótesis han sido probadas de forma experimental. Se ha
demostrado la eficacia de la terapia conductual.

Críticas a la perspectiva conductual

Se evidenciaron algunas diferencias, sobre todo en relación con los sectores


más radicales. P. ej, la asunción de que únicamente los factores ambientales
son responsables de la conducta anormal, lo que se oponía a que ciertos
trastornos presentan algún grado de transmisión hereditaria.

Otra crítica es la que se ha centrado en el papel de las variables intermedias.


La focalización estricta en las consecuencias objetivamente verificables de los
estímulos externos deja fuera de estudio aspectos como el pensamiento o la
experiencia subjetiva. Para Beach, cambios conductuales pueden originar
cambios cognitivos y cambios en procesos cognitivos pueden originar cambios
conductuales.

Pero la primera gran crítica dentro de la propia perspectiva conductual surge de


la mano de Breger y McGaugh, quienes enfatizan la necesidad de una teoría
que explique la conducta compleja que implica factores internos (cognitivos) no
reductibles a relaciones E-R. Sugieren que la teoría E-R aporta una base irreal
para la terapia de conducta, ya que los terapeutas deben emplear constructos
no claramente definidos por la teoría, como la imaginación, la fantasía… Llamar
respuestas a estos constructos supone forzar la realidad para que concuerde
con una teoría del aprendizaje. Propusieron como alternativa la teoría de

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estrategia central, donde afirman que en la neurosis se aprenden una serie de
estrategias que guían la adaptación del individuo a su medio.

La principal fuente de desestabilización del modelo conductual es la necesidad


de incluir los procesos cognitivos como elementos esenciales del modelo.

Direcciones actuales

Actualmente conviven varias orientaciones conductuales. Las 3 más


importantes son la mediacional (clásica o clásica/operante), la operante o
análisis experimental de la conducta y la conductual-cognitiva. Las dos
primeras se centran en facetas observables de la conducta, la tercera en
procesos cognitivos y su interacción con el comportamiento. La teoría del
aprendizaje social ha sido a veces conceptuada como intermedia o integradora
entre las 3 orientaciones, ya que considera tanto respuestas observables como
procesos cognitivos.

La tendencia dominante actual es el reconocimiento creciente de la relevancia


de los procesos cognitivos. El condicionamiento pavloviano se hace más
flexible que al principio: puede ocurrir incluso cuando los estímulos están
separados en el espacio y en el tiempo, se puede producir condicionamiento no
sólo a estímulos discretos, sino también a relaciones abstractas entre dos o
más estímulos, y más que centrarse en asociaciones de contigüidad, enfatiza
relaciones de información.

Ya Tolman reconoció la importancia de la cognición en el aprendizaje al sugerir


que lo que se aprende son estrategias cognitivas. También Pavlov postuló un
segundo sistema de señales para referirse al condicionamiento semántico
(condicionamiento sin contacto directo con el EI). En el momento actual, el
modelo conductual atraviesa un estado de expansión cognitivista. El
neocondicionamiento sirve de marco teórico para las nuevas exigencias
cognitivistas. La nueva orientación trata de integrar nuevos fenómenos que han
sido descubiertos y que permiten nuevas predicciones y explicaciones que no
son posibles desde el mero aprendizaje asociativo. La simple contigüidad es
insuficiente; la información es esencial.

El modelo cognitivo

Antecedentes históricos

Esta orientación ha existido siempre en la psicología, pues el estudio de la


actividad mental y de la conciencia fueron para Wundt y James los elementos
constitutivos de la investigación psicológica: actividad mental y la conciencia.
También autores como Ebbinghaus, Donders y Barlett manifestaron interés
preferente por la cognición y sus procesos.
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Desde los años 20 hasta los 50, la psicología científica marginó el estudio de
estos temas debido a la pobreza y escasez de resultados obtenidos, a las
dificultades para su repetición, la imprecisión de sus métodos de
investigación…. A ello contribuyó además el auge de la psicología conductista.
Pero con el abandono del positivismo a partir de los años 50, el cognitivismo
surgió con fuerza.

Respecto a los antecedentes e hitos históricos que hicieron surgir el


cognitivismo hay varios: el artículo de Turing sobre los "números computables"
y su propuesta de una máquina computadora universal, McCulloch y Pitts
establecen la aplicación del cálculo lógico al estudio de la actividad nerviosa
superior, Shannon y Weber hicieron importantes contribuciones a la teoría de la
comunicación y de la información... Una contribución fundamental es la de
Newel y Simon, que en 1956 crearon un programa de ordenador que simulaba
operaciones similares a las que podía realizar una persona cuando pensaba.
Este hecho consiguió demostrar que era posible estudiar los procesos
mentales (internos) a través de su simulación exterior. Se desarrollaba aquí la
analogía funcional del ordenador, que iba a ser esgrimida por el procesamiento
de la información (PI), el cual iba a erigirse como el movimiento o paradigma
más visible de la nueva psicología cognitiva.

También es importante el desarrollo de la moderna psicolingüística. Chomsky


propone una gramática transformacional, opuesta a la gramática asociativa y
lineal de los conductistas. El lenguaje se podía estudiar como un dispositivo de
competencia que incluye un conjunto de reglas de reescritura de símbolos,
capaz de generar todas las frases gramaticales del lenguaje natural.

En 1960, Miller, Galanter y Pribram publican Plans and the structure of


Behavoir, manifiesto fundacional de la Psicología cognitiva y del PI. Desarrollan
la analogía mente-ordenador que incluye conceptos mentalistas como "planes",
"metas", "estructuras", "estrategias". La analogía permitía además admitir que
el cerebro es ante todo un dispositivo capaz de tratar con información, y no
algo que sirve únicamente para responder a ciertos tipos de estímulos. El
reconocimiento de esta posibilidad abría el camino para que los psicólogos
pudieran investigar sobre las representaciones internas sin necesidad de
recurrir a marcos de referencia neurológicos.

Aun así, esta analogía presentaba dificultades: las variables motivacionales y


las diferencias individuales no pueden ser explicadas recurriendo
exclusivamente a la analogía mente-ordenador.

Desarrollos posteriores

Las fuentes de la psicología cognitiva son más dispersas que la de la


psicología conductual. Además de la Teoría del PI como antecedente reciente,
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hay que considerar otras como la Psicología de la Gestalt. Sus planteamientos
influyeron decisivamente no sólo en la percepción de los objetos en el mundo
físico, sino en la percepción de los objetos sociales. Psicólogos sociales como
Lewin, Heider y Festinger enfatizaban la importancia de la percepción
consciente y de su evaluación. Aludían a conceptos mentalistas como
"expectativa", "nivel de aspiración", "balance"…). Ninguno de estos conceptos
posee una correspondencia unívoca con el comportamiento observable, pero
son conceptos hipotéticos que explican ese comportamiento.

Otra disciplina importante es la psicología de la personalidad, especialmente la


derivada de los planteamientos  de G.A. Kelly sobre los sistemas de
constructos personales con los que las personas categorizamos el mundo,
interpretamos los eventos y elaboramos predicciones. A partir de aquí es
posible la consideración de los rasgos de la personalidad como categorías
cognitivas.

También es importante el tratamiento que desde la psicología cognitiva se ha


dado al campo de las emociones y los afectos, especialmente por autores
como Weiner y Lazarus. Las teorías cognitivas sobre la emoción parten del
supuesto de que todo estímulo o situación debe ser primero identificado,
reconocido y clasificado antes de que pueda ser evaluado y de que active la
respuesta emocional. En consecuencia, la cognición es una condición previa a
la emoción. Ahora bien, la realización de una tarea que no evoca emoción, será
cualitativamente distinta de la que hará si provoca algún significado emocional
previamente almacenado en la memoria. Estos planteamientos han tenido
muchas críticas, pues convierte a las emociones en un proceso de
conocimiento secundario a otros como la atención, percepción o memoria.

Actualmente, la psicología cognitiva, no se restringe al paradigma del


procesamiento de la información, aunque sigue siendo uno de sus pilares más
importantes. Que esté formada por tantas opciones es un problema para ser
considerada como un paradigma unitario.

Conceptos básicos

En su sentido más genérico, el término psicología cognitiva implica un conjunto


de contenidos que son los que guían la investigación. Esos contenidos hacen
referencia a la cognición, que implica la consideración del hombre como ser
autoconsciente y activo que busca activamente conocimiento y se halla en un
proceso constante de autoconstrucción. Implica también la aceptación de que
los procesos de búsqueda y transformación de la información operan sobre
representaciones internas de la realidad.

La psicología cognitiva recurre a la utilización de la metodología propia de la


psicología como base para establecer inferencias sobre los procesos de
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conocimiento. Pero no renuncia a metodologías más "blandas" como las que
proporciona la psicología social o la psicología de la personalidad.

Limitaciones de la capacidad de procesamiento

El cerebro humano es un sistema de capacidad limitada: los procesos


cognitivos requieren "esfuerzo" o recursos. Las características de la tarea a
realizar así como las personales determinan la cantidad de esfuerzo necesario
para una adecuada ejecución.

Algunos han definido las limitaciones de capacidad como resultado de nuestras


dificultades para coordinar al mismo tiempo procesos cognitivos distintos. En
psicopatología, esta limitación explica la deficiente actuación de algunos
pacientes en tareas sencillas como la detección de señales simples. Para
realizar esta tarea es preciso prestar atención y concentrarse, lo que implica
entre otras cosas desatender a otras fuentes de estimulación diferentes que
actuarían como distractores. Asimismo, la presencia de ciertos síntomas se
explicaría aludiendo a la existencia de una limitación básica en la capacidad
para procesar información.

Procesamiento selectivo

La mente selecciona ciertos estímulos, situaciones o tareas, ignorando otras


que podrían perturbar las elegidas al entrar en competencia con ellas. Este
estilo de procesamiento se denomina atención selectiva. Otra cosa diferente es
que la ausencia de selección consciente implique siempre que no se registre
información: la existencia de un estilo de procesamiento no consciente de
información que a menudo actúa paralelamente al procesamiento consciente.
Esto indica que la mente es capaz de registrar y elaborar mucha más
información de la que podría esperarse.

Etapas de procesamiento

Desde el PI se han propuesto distintos modelos procesuales para explicar los


distintos tipos de actividad cognitiva. A pesar de sus diferencias, todos
comparten algunas características. Todos los modelos intentan identificar
cuáles son los subprocesos más simples en los que puede descomponerse un
proceso complejo, y elaboran hipótesis plausibles y verificables acerca de
cómo están organizados esos subprocesos. Es aquí donde aparecen la
mayoría de las discrepancias: los modelos más sencillos postulan que los
subprocesos son fases de procesamiento independientes entre sí, lineales y
secuenciales, es decir, que una vez acabada una, comienza la siguiente y.
Cada etapa recibe información de la anterior, realizará transformaciones sobre
ella y dará lugar a un output que será recogido por la subsiguiente etapa, y así

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sucesivamente. Este modelo permite averiguar cuáles son los componentes
básicos, y cuáles sus invariantes, de los procesos.

A partir de los 70, la investigación se dedicó a identificar las etapas del


procesamiento. Surgieron dos modelos complementarios los modelos que
postulaban una metodología aditiva y los que utilizaban una metodología
basada en la sustracción. Más tarde Sternberg incluyó mediciones sobre el
tiempo que cada persona tarda en realizar cada tarea. Este tipo de modelos ha
recibido críticas centradas en la excesiva simplicidad.

Actualmente, el sistema cognitivo se concibe como un sistema de módulos de


procesamiento, cada uno dedicado a un tipo especial de transformaciones.
Algunos módulos reciben información directamente del ambiente, mientras que
otros la reciben de otros módulos. Algunos son "cognitivamente impenetrables",
es decir, están involucrados con la estructura del sí mismo, mientras que otros
están bajo control voluntario.

Procesamiento en paralelo

En vez de un procesamiento serial, se analizan varios aspectos a la vez,


simultáneamente o en paralelo, excepto en los casos en los que la propia
naturaleza de la tarea exija un procesamiento secuencial. Esta es la visión más
aceptada actualmente. Pero, ¿cómo se produce ese procesamiento en
paralelo? Implica tener en cuenta 3 características del procesamiento humano:
a) la presencia de un procesamiento paralelo contingente, b) la existencia de
jerarquías o estructuras de control y c) la puesta en marcha de procesos y
estrategias automáticas vs controladas.

Procesamiento paralelo contingente, modelos bottom-up y top-down y el


papel de los esquemas en la organización del conocimiento

Desde una perspectiva de etapas de procesamiento la eficacia de las tareas


depende de que se hayan completado con éxito las tareas de las fases
anteriores, por lo que las fases son contingentes unas con otras. Pero varios
teóricos cuestionaron esto y plantearon como alternativa que los resultados
(output) de un proceso concreto de una etapa, fueran continuamente
accesibles para los demás, por lo que una etapa comenzará antes de que la
previa hubiera finalizado y todas las etapas serían operativas o estarían
funcionando simultáneamente.

Las operaciones que se realizan en distintas etapas están bajo la influencia


cualitativa (no sólo cuantitativa) de los resultados que se estén produciendo en
etapas anteriores. También se producirá un efecto de feedback entre las
últimas etapas y las primeras, de modo que el feedback procedente de las

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últimas etapas de procesamiento puede modificar a las primeras o incluso
provocar una reorganización total de las mismas.

Los modelos bottom up (de abajo-arriba) intentan desvelar cómo se produce el


flujo de información desde los niveles inferiores a los superiores, mientras que
los modelos top down (de arriba- abajo) analizan la información de los
superiores a los inferiores. Los modelos top down se ven obligados a postular
la existencia de representaciones mentales de orden superior o esquemas, que
son representaciones estereotipadas, típicas de situaciones o actividades. Los
esquemas contienen información que es válida para una situación o momento
específico, pero que es modificable por nuevos inputs. El proceso de
comprensión requiere inicialmente identificar el módulo más apropiado para
alojar la información mediante un análisis inicial de tipo bottom up para
posteriormente realizar un análisis de tipo top down que decidirá cómo debe
organizarse e interpretarse la información. Por tanto, la comprensión e
integración final del input está predeterminada por estructuras de conocimiento
ya existentes que suplirán la información adicional para la realización de
inferencias.

El modo en que una situación compleja va a ser interpretada o recordada


depende mucho del abanico de esquemas prototípicos que se encuentren
almacenados en la MLP. Estas representaciones se adquieren mediante
aprendizaje (vicario o directo) por lo que existen diferencias individuales. Así,
personas ansiosas tienden a interpretar la información de modo amenazador (o
de modo negativo en caso de deprimidos) por una mayor accesibilidad a los
esquemas de amenaza/tristeza.

Jerarquías de control

El aprendizaje de habilidades y destrezas motoras está relacionado con el


procesamiento perceptivo: solucionar un problema requiere casi siempre la
recuperación de datos desde la memoria. Uno de los recursos más utilizados
para explicar este modo de actuar es el de apelar a estructuras de control. Esta
hipótesis supone que las actividades cognitivas están organizadas de un modo
jerárquico y, en el vértice de la jerarquía estaría situada la estructura que
controlaría todo el proceso de organización. A su vez, las estructuras situadas
debajo controlarían otras inferiores, y así sucesivamente. Se habla de control
jerárquico.

Procesos automáticos versus procesos controlados

Constituye otra posibilidad alternativa, aunque no excluyente de la anterior.


Una misma actividad cognitiva puede realizarse de un modo cualitativamente
distinto por distintas personas (diferencia interindividual) o por la misma
persona (diferencia intraindividual) en distintas situaciones. El sistema cognitivo
15
es estratégicamente flexible, pues es capaz de adaptarse a modificaciones
ambientales así como lograr un mismo objetivo siguiendo diferentes rutas.

Así surge la distinción entre procesos automáticos y procesos controlados. Los


procesos automáticos o rígidos implican secuencias fijas de operaciones
mentales que se activan ante una configuración específica de inputs internos o
externos, que no requieren atención o esfuerzo consciente, que una vez que
han sido activados funcionan de manera independiente de los procesos de
control, que pueden actuar en paralelo unos con otros y que se producen
gracias a la existencia de redes asociativas ya establecidas (aprendidas o
determinadas genéticamente).

Los procesos controlados o flexibles implican secuencias momentáneas de


operaciones mentales que una persona activa de forma consciente o
intencionada. Consumen recursos atencionales, por lo que están limitados por
las propias limitaciones de la capacidad y el esfuerzo atencional. Es muy difícil
que se den en el mismo momento dos procesos de este tipo, a no ser que su
ejecución seas tan lenta o sus características tan fáciles que permitan la
actuación en paralelo. Su gran ventaja reside en su extrema flexibilidad para
adaptarse a situaciones nuevas, al contrario de lo que sucede con los
automáticos.

Esta distinción es útil para explicar ciertos déficits básicos de la psicopatología


de la atención, especialmente en esquizofrenias) y los déficits del
procesamiento automático en los trastornos afectivos y por ansiedad.

Del procesamiento de la información a la psicología cognitiva

Todos los conceptos básicos de la psicología cognitiva que se han comentado


hasta el momento (capacidad limitada, procesamiento selectivo, etapas del
procesamiento, organización jerárquica, etc), son cruciales en la actual
psicología cognitiva. Sin embargo, al psicopatólogo le interesa saber no sólo
como funciona la mente, sino cuáles son los contenidos mentales sobre los que
trabaja, y si produce alguna relación entre el cómo y el qué. ¿Se activan los
mismos procesos al recordar algo agradable que al recordar algo
desagradable?

La psicología cognitiva actual, y por tanto la psicopatología, tienen importantes


raíces también en los ámbitos de la psicología social (investiga contenidos
mentales: actitudes, atribuciones, expectativas, valores, etc., que pueden ser o
no accesibles a la conciencia y, como ello, modula y da sentido al
comportamiento y la actividad humanas) y de la psicología de la
personalidad(énfasis en el estudio de la identidad personal, la autoconciencia o
el sí mismo). A partir de aquí, es posible alejarse de la metáfora hombre-
ordenador y dibujar un cuadro del ser humano mucho más realista. Son
16
muchas las aportaciones que esta "otra" psicología cognitiva ha hecho a la
investigación psicopatológica actual.

La psicopatología cognitiva: planteamiento conceptual

La influencia de los planteamientos cognitivos sobre la psicopatología ha sido


enorme y ha permitido que se recuperen temas como las alucinaciones,
delirios, conciencia o amnesias. En un primer momento el objetivo básico de la
psicología cognitiva es el análisis de las estructuras y los procesos de
conocimiento que controlan la aparición de los comportamientos y las
experiencias extrañas o anómalas, y no tanto las conductas anormales en sí
mismas. El énfasis se sitúa en el concepto de experiencia anómala que se
hace equivalente a los de disfunción o psicopatología.

Esta perspectiva critica las concepciones reflejas, automáticas y


predeterminadas de otros modelos (biomédico, psicodinámico o conductiva)
sobre la base de argumentos como: el SNC es un sistema que procesa
información. Incluso los reflejos incondicionados más sencillos (reflejo de
orientación), implican cognición (la RO es la consecuencia de una reacción al
cambio o a la novedad que conlleva la activación de procesos complejos de
juicio y comparación). Respecto a postulados como el psicodinámico de la
transmisión de energía, argumenta que lo que se transfiere no es energía sino
señales e indicios (información) que son los que activan los procesos de
conocimiento.

A nivel metodológico utiliza las técnicas y modos propios de la psicología


cognitiva (experimental, social y de la personalidad). Así, la psicopatología se
configura como un área de investigación básica cuyo objetivo es estudiar
primero cómo funcionan los procesos cognitivos anómalos y segundo, cuáles
son los contenidos de esos procesos anómalos, que información manejan.

Los principales postulados del modelo cognitivo en el contexto de la


psicopatología son:

1. El objeto de estudio de la psicopatología con las experiencias,


sentimientos y/o actividades, mentales o comportamentales que
resultan: a) inusuales o anómalas, b) disfuncionales y dañinas, c)
inadaptadas y fuera del control personal y d) que provocan interferencias
o deterioro en el desarrollo personal, en el comportamientos y en las
relaciones sociales.
2. Las experiencias, sentimientos y actividades mentales o
comportamentales psicopatológicas se conceptúan en términos
dimensionales, lo que implica que: a) es necesario considerar en qué
grado se presentan en un momento dado y a lo largo del tiempo, b) qué

17
variables median en su incremento y en su atenuación, y c) en qué
grado difieren de la normalidad.
3. Las diferencias entre la normalidad y la psicopatología son cuantitativas.
No obstante, las diferencias de grado conllevan diferencias cualitativas
en el procesamiento de la información y en la forma de experimentar la
realidad.
4. El objetivo de la investigación psicopatológica es el funcionamiento de
los procesos de conocimiento anómalos. Los procesos de conocimiento
incluyen no sólo los procesos cognitivos, sino también las emociones,
motivos, afectos y sentimientos.
5. La investigación de las psicopatologías puede llevarse a cabo tanto en
situaciones naturales como en condiciones artificiales.
6. La salud mental se define sobre la base de 3 parámetros
interrelacionados e inseparables: a) habilidad para adaptarse a las
demandas externas y/o internas, b) esfuerzos de autoactualización, es
decir, búsqueda constante de novedades y renovación, y c)
Sentimientos de autonomía funcional y de autodeterminación

Modelos y realidad clínica


La realidad clínica no se ajusta bien a los modelos que la respaldan. Ej:
aplicación de la terapia de la conducta). El enorme distanciamiento entre la
teoría y la práctica se debe a lo que Lazarus definía como eclecticismo técnico.
Aunque un científico no debe ser un ecléctico, un clínico no debe o no puede
permitirse el lujo de no ser ecléctico. Un acercamiento crítico a esta
problemática podría ser una aproximación multidisciplinar en lo que concierne a
los problemas psicopatológicos.

Tal vez, la aproximación multidisciplinar sea más bien metodológica que


epistemológica. En la actualidad, tanto los psicopatólogos conductuales como
los cognitivos emplean el sistema categorial vigente de clasificación y
diagnóstico de la APA (fruto principalmente del modelo médico). El problema
surge cuando se trata de hacer una aproximación multidisciplinar
epistemológica de sistemas teóricos irreconciliables, lo que crea una
incompatibilidad entre los dos principales modelos de la psicopatología. Si la
"revolución cognitiva" consiste en introducir el uso de variables intervinientes
teóricas como el pensamiento, más que un cambio de paradigma, en realidad
es un retorno al conductismo metodológico (Tolman). Un psicólogo cognitivista
puede ser conductista o mentalista dependiendo del estatus de los términos
"intencionales" (que sean trasladados en términos conductuales o no).

Existe actualmente una importante evidencia científica en psicopatología que


podría englobarse en el modelo cognitivo. Sin embargo, una de las principales
dificultades para asumir que este modelo de psicopatología tiene un estatus

18
científico claramente diferenciado del conductual, es el gran solapamiento
conceptual entre ambos modelos, entre los conceptos de cognición y
condicionamiento.

Muchas de las teorías psicopatológicas que se han propuesto como cognitivas,


son igualmente conductuales. Existe interrelación entre los procesos
conductuales y cognitivos (el condicionamiento genera cogniciones que, a su
vez, afectan al curso del condicionamiento). El condicionamiento pavloviano
(neocondicionamiento) se entiende actualmente en términos de procesamiento
de la información (modelo SOP de Wagner: estímulos como unidades de
información). Ni el condicionamiento se limita a lo involuntario, inconsciente y
automático, ni lo cognitivo, a lo controlado, voluntario y consciente.

Según Rappe, los términos cognitivo y condicionado han sido utilizados durante
muchos años con un sentido político. Si abandonamos las inclinaciones
políticas respecto al condicionamiento vs cognición, y utilizamos orientaciones
(E-E) más contemporáneas, ciertos fenómenos psicopatológicos pueden
comenzar a ser comprendidos desde la perspectiva del condicionamiento.

Alteraciones de la atención y
su psicopatología
La capacidad atencional es una de las habilidades que más
frecuentemente deviene alterada con la presencia de psicopatología.
A continuación veremos las diversas desviaciones que puede sufrir la
atención en función de algunos de los trastornos psicológicos más
habituales.

La atención y sus tipologías


Aunque muchos son los autores que han propuesto distintas
definiciones sobre el concepto de atención, una de las aportaciones
recientes (Rios, 2007) expone que la atención es un estado
neurocognitivo de preparación, que precede a la capacidad perceptiva
y a la acción, y que se conforma a partir de una red de conexiones
corticales que se encargan de funciones de orientación, alerta y del
control ejecutivo. 

19
Más concretamente, la atención se compone de los siguientes
elementos: arousal, atención focal, atención sostenida, atención
selectiva atención alternante (cambio de foco atencional en función de
la información que requiere ser procesada en cada momento) y
atención dividida (capacidad para atender a dos tipos de estimulación
de forma simultánea).

Alteraciones de la atención y
psicopatologías
En un intento de describir la relación entre alteración de la
capacidad atencional y su presencia en determinadas
psicopatologías, Higueras et al. (1996) ha diferenciado en su
clasificación las aprosexias, las hipoprosexias, las pseudoprosexias,
las paraprosexias y las hiperprosexias. 
Esta taxonomía ordena las categorías entendiendo la atención
como una variable unidimensional en la que los extremos
(aprosexia y hiperprosexia) se corresponden a una ausencia total y a
una capacidad aumentada de focalizar la atención y la concentración,
respectivamente. Así, más concretamente, cada una de ellas se
definen como sigue:

1. Las Aprosexias
La ausencia total de atención se encuentra usualmente asociada a
sintomatología de agitación intensa o en el estupor, una alteración
grave del nivel de conciencia en el cual la capacidad de alerta está
muy comprometida. Este estado puede ser causado por factores
orgánicos (disfunciones cerebrales difusas, por ejemplo) o
psiquiátricos (estados melancólicos, catatónicos y relativos a la
histeria).

2. Las Hipoprosexias 
Son estados de disminución de la capacidad atencional de menor
intensidad que la aprosexia, y se dividen en los subgrupos:
20
a) Distractibilidad: presente en el TDAH o el estado crepuscular, un
trastorno del estrechamiento del campo de la conciencia.
b) Labilidad atentiva emocional ligada a sintomatología ansiógena.
c) Inhibición de la atención atribuida a estados depresivos y
esquizofrénicos.
d) Negligencia, una incapacidad para orientarse tras un accidente
cerebral de tipo focal.
e) Fatigabilidad de la atención, un estado caracterizado por el
agotamiento de la atención (propia de las demencias y presencia de
tumores) y la apatía asociada a determinados trastornos de la
personalidad.

3. Las Pseudoprosexias
Pueden confundirse con las aprosexias de forma superficial debido a
que aparentemente la capacidad atencional parece ausente por el
fingimiento del paciente, aunque se encuentra realmente
preservada. Es común en estados de histeria o en el síndrome de
Gánser (un tipo de trastorno disociativo) con el objetivo de llamar la
atención a familiares y allegados del individuo.

4. Las Paraprosexias
Se define como una dirección alterada del foco atencional,
relacionado con comportamientos hipocondríacos.

5. Las Hiperprosexias
Consisten en un estado atencional aumentado y
transitorio presente en momentos de alteración de la conciencia
como la hiperlucidez o la vigilancia extrema.

La atención como proceso cognitivo

21
Derivado de las investigaciones científicas de finales de siglo pasado,
Reed (1988) ha relacionado algunas psicopatologías con el aspecto
de la atención que en cada caso se encuentra más alterado. Así, se
distinguen las siguientes habilidades atencionales.

1. La atención como concentración o atención


sostenida
Se define como el mantenimiento de la atención durante un tiempo
prolongado. Esta capacidad se relaciona con la tarea de fijación de la
atención y su alteración más frecuente ocurre en casos de fatiga
extrema, perturbación del sueño o estados de desnutrición. 
En esta categoría pueden darse fenómenos como la ausencia mental
(exclusión de la información externa que habitualmente está accesible,
donde se disminuye la atención para estímulos distractores o no
estrechamente relacionados con el propio pensamiento en cuestión y
además se produce un aumento del umbral necesario para posibilitar
la focalización atencional) o la laguna temporal (una ausencia de
registro de acontecimientos mientras se realiza una tarea de
procesamiento cognitivo automático, como por ejemplo durante la
conducción de un vehículo en un trayecto habitual).

2. La atención como selección


Consiste en la habilidad de discriminación de la información
relevante inhibiendo otros elementos estimulares no principales. Es
decir, la capacidad para separar los estímulos determinantes para la
tarea en cuestión de aquellos secundarios o irrelevantes. 
Dada la naturaleza limitada de la capacidad atencional, un fenómeno
usual en este tipo de habilidad es el hecho de “afinar en”, el cual
consiste en seguir una fuente de información cuando otras distintas
compiten por atraer dicha atención. 
La alteración de esta función también se conoce como
“distractibilidad” y puede aparecer en una gran diversidad de
trastornos psicopatológicos como los de ansiedad, episodios

22
maníacos o los cuadros crepusculares (de sintomatología similar a la
epilepsia).

3. La atención como activación o arousal


Es el estado de activación general del organismo que permite estar en
alerta y se relaciona con la focalización atencional en cuando a grado
o intensidad. Esta capacidad se ve comprometida en estado de
elevado estrés o ansiedad, donde se produce una mayor orientación
de la atención a estímulos amenazantes. Estas desviaciones se
conocen como el fenómeno de “visión en túnel”.

4. La atención como vigilancia


Se define como el estado de hipersensibilidad o alta receptividad al
entorno, así como un tipo de dedicación atencional en tareas de larga
duración en las que el sujeto debe detectar un estímulo de baja
frecuencia. En este tipo de capacidad tienen especial relevancia los
errores de comisión (detección de un estímulo cuando no está
presente) y omisión (procesamiento inadecuado de no detección de
una información presente). 
Esta habilidad se encentra principalmente alterada en sujetos
esquizofrénicos, en individuos con elevada puntuación en el rasgo
ansiedad como en el TAG, o Trastorno de Ansiedad Generalizada . Entre
sus manifestaciones más frecuentes se pueden diferenciar la
hipervigilancia general (atender a cualquier estímulo irrelevante para la
tarea), hipervigilancia específica (atender de forma selectiva a
estímulos relacionados con información amenazante),
ensanchamiento de la atención (de forma previa ante la detección de
estimulación estresante o estrechamiento de la atención (en el
procesamiento de un estímulo amenazante, como sucede en sujetos
paranoides).

5. La atención como expectativa

23
La capacidad de anticipación es una característica basada en la
experiencia previa que permite al sujeto una mayor eficacia a la hora
de realizar una tarea concreta. Esta habilidad se encuentra alterada,
por ejemplo, en el tiempo de reacción de los
individuos esquizofrénicos. 
Según las investigaciones de Shakow (1962) estos últimos disponen
de un “set segmental” que les impide beneficiarse de los intervalos
temporales preparatorios en tareas que miden el tiempo de reacción.
Por contra, los sujetos sin psicopatología se caracterizan por poseer
un “set general”, que posibilita percibir la situación estimular de forma
global y permite que el individuo responda sin tener en cuenta los
elementos irrelevantes de la actividad.

Psicopatología 14/15
Cristina Gil
17
Estas experiencias se producen en situaciones de bajo ruido ambiental y
pueden llegar a controlarse.
Ninguno de los sujetos en los que se han descrito era totalmente
sordo. Los intentos de reducirlas con
fármacos antipsicóticos suelen ser poco eficaces, una vez que ha aparecido
suele seguir ocurriendo en el
futuro.
También se han descrito alucinaciones en la ceguera progresiva y en la pérdida
visual por daño del quiasma
óptico. Dentro de este tipo de alteraciones hay que destacar el síndrome de
«Charles Bonnet» Se trata de
un trastorno alucinatorio que se da en ancianos con patología orgánica
central o periférica, cuya
característica definitoria es la presencia de alucinaciones liliputienses.
Estos pacientes ven pequeñas fi

24
guras de animales u otras criaturas, frecuentemente al anochecer, con
ausencia tanto de delirios como de
otra modalidad de alucinación. No confundir con la micropsia, que es la
visión de objetos presentes a
escala reducida.
.

Percepción y su psicopatología

Percepción Proceso psicológico en el que el sujeto interpreta activamente aquello que


sus sentidos están captando La interpretación se basa en  Experiencias previas 
Expectativas  Predisposiciones personales

Percepción La aprehensión de la realidad a través de los sentidos; un proceso


sensocognitivo en el que las cosas se hacen manifiestas como tales en un acto de
experiencia

Percepción Secuencia de 3 procesos

 Recepción de la información:
 Procesos sensoriales
 Representación de la información:

Cómo agrupamos los distintos trozos de información para determinar lo que


representan  Comprensión de la información: cómo combinamos la representación
con nuestro conocimiento previo para que nos resulte comprensible

Proceso Sensoperceptivo Hipocampo:

25
Análisis racional del estímulo (Cobra) Amígdala:

Análisis emocional del estímulo (Peligro) Córtex Frontal: Análisis racional e integración
perceptiva Córtex M

Psicopatología de la percepción Trastornos cuantitativos  Hiper o Hipoestesias


Trastornos cualitativos  Distorsiones perceptivas  Ilusiones  Engaños perceptivos 
Alucinaciones  Variantes de la experiencia alucinatoria: Pseudoalucinaciones 
Alucinosis Trastornos cuantitativ

Trastornos cuantitativos Hiperestesia

Percepción de estímulos con mayor


intensidad, número y rapidez  Ej.:
drogas estimulantes, migrañas
Hipoestesia  Percepción de
estímulos con menor intensidad,

26
número y rapidez  Ej.: depresión, intoxicación por OH, EM, diabetes, ACVs, tumores
SNC Trastornos cualitativos: distorsiones Ilusiones  Percepción distorsionada de un
estímulo  Distinta a la que tendríamos si sólo se tuviese en cuenta la configuración
física o formal del estímulo  Anomalía en la construcción psicológica que el sujeto
realiza acerca del estímulo Distorsiones perceptivas: ilusiones Sentido de presencia 
Sensación de no estar solo, aunque no haya nadie alrededor, ni sea capaz de
identificar claramente un estímulo que apoye esa sensación Pareidolias  Asignar una
organización y un significado a un estímulo ambiguo o poco estructurado Trastornos
cualitativos: engaños perceptivos Experiencia perceptiva nueva que  Suele convivir
con el resto de las percepciones “normales”  No se fundamenta en estímulos
realmente existentes (alucinaciones)  Se mantienen y/o se activan a pesar de que el
estímulo que produjo la percepción inicial ya no se halla físicamente presente
(imágenes mnémicas, parásitas o consecutivas)

Engaños perceptivos:

alucinaciones Una
experiencia similar a la
percepción  Ocurre en
ausencia de estímulo
apropiado (percepción
sin objeto)  Fuerza e
impacto como las
correspondientes a una
percepción real:
corporeidad  Localizada
en el mundo objetivo
externo  Convicción de
realidad Engaños
perceptivos:
alucinaciones Una
experiencia similar a la

27
percepción  No es susceptible de ser dirigida ni controlada voluntariamente:
autónomas  En esquizofrenia, manía o depresión con síntomas psicóticos Tipos de
alucinaciones según la modalidad sensorial (1)

Auditivas: desde sonidos de ruidos, pitidos, cuchicheos, campanas: acoasmas; hasta


palabras con significado  Voces que dialogan entre sí o hablan de él/ella o le dan
órdenes  Eco del pensamiento: oye sus propios pensamiento expresados en voz alta
a medida que los piensa  Eco de la lectura: oye en voz alta la repetición de lo que
está leyendo Tipos de alucinaciones según la modalidad sensorial (2)

Visuales: desde imágenes elementales: fotopsias; hasta imágenes complejas (figuras


humanas) más propias de alteraciones orgánicas  Zoopsias: visión de animales
repugnantes (DT) Tactiles o hápticas:  Activas: el sujeto cree que ha tocado un objeto
inexistente.

En delirium tremens toca insectos  Pasivas: alguien o algo le toca, le quema,


corrientes eléctricas  Formicación: pequeños animales que reptan por debajo o
encima de la piel (DT, cocaína) Alucinaciones y OH ..., mientras abría el collar vi a mi
marido acostarse limpiándose la boca en el pijama, guardar la segunda botella .....,
sacudirse la garganta despavorido - quítame las arañas del pecho, Isilda, no dejes que
me piquen iba a buscar una escoba o un paño, hacía como que ahuyentaba las
arañas, las buscaba debajo de la almohada en el colchón, mi marido afligidísimo,
arrimándose a la pared como si quisiese atravesarla y desaparecer en los campos -
ésa, la del pie, Isilda, esa enorme en mi pie

Tipos de alucinaciones según la modalidad sensorial (3)

Gustativas: infrecuentes; gustos desagradables

Olfativas: infrecuentes; olores desagradables Somáticas o cenestésicas  Sensaciones


anómalas del cuerpo (infestación, destrucción, partes muertas, …)  Propias de la
esquizofrenia Variantes de la experiencia alucinatoria:

Pseudoalucinaciones Localización en el espacio subjetivo interno Convicción de


realidad No dependen de la voluntad de la persona Normalmente auditivas y visuales
Alucinosis Situadas en el espacio objetivo externo Fuerza e impacto como las
correspondientes a una percepción real: corporeidad No convicción de realidad (SABE
que NO son ciertas) Visuales, somáticas (miembro fantasma) Típicas del OH,
epilepsia, .. Diagnóstico diferencial Ilusiones (distorsión – estructuración de estímulos
ambiguos)  Percepción equivocada de un objeto concreto  Mundo objetivo externo 
Voluntarias / involuntarias Alucinación (engaño perceptivo)  Percepción sin objeto 
Mundo objetivo externo  Autónomas Diagnóstico diferencial: engaños perceptivos
Alucinaciones Pseudoalucinaciones Alucinosis Objetividad / corporeidad Sí No Sí
Localización en el espacio exterior Sí No (interno) Sí Insight No No Sí Posible causa T
mentales T mentales TUS, demencia, epilepsia Pseudoalucinación (o alucinaciones
psíquicas): todo NO Alucinosis (o alucinaciones neurológicas):

28
Introducción
Las psicopatologías de la percepción y de la imaginación constituyen temas
centrales para la investigación psicopatológica por varias razones. Por un lado,
porque los fenómenos que abarcan suelen ser muy llamativos y extraños. Por
otro, porque en muchos casos estos fenómenos conllevan anomalías en la
imaginación. Y finalmente, porque se imbrican también con uno de los
procesos mentales más importantes para la supervivencia y la adaptación: la
percepción.

La percepción no implica una mera copia de la realidad, sino un proceso


constructivo mediante el que se interpretan los datos sensoriales. La
percepción es un proceso fundamentalmente psicológico, entendiendo por tal la
interpretación activa que hace el individuo de aquello que están captando sus
sentidos, y que se fundamenta en las experiencias previas, las expectativas y
las predisposiciones personales. La ilusión es un ej de que la percepción no
está determinada solamente por las características físicas del estímulo: el
contexto nos proporciona las reglas en las que se basan nuestras percepciones
a la vez que guía nuestras interpretaciones.

El interés de la investigación psicopatológica por las imágenes mentales ha


atravesado fases desiguales. Frente al rechazo por psicometristas como Galton
o de los conductistas, Tolman afirmó que los mapas cognitivos constituían la
guía fundamental del comportamiento. Desde entonces, existen 2 opciones
teóricas antagónicas sobre el modo de abordar el estudio de las imágenes
mentales. Una de naturaleza dualista defiende la existencia de un código
representacional específico para el procesamiento de imágenes mentales y
otro para el procesamiento proposicional. La otra es de naturaleza
reduccionista o uniforme, que aboga por la existencia de un único formato para
las representaciones mentales, que subyace tanto a "las palabras" como a “las
imágenes", y cuya naturaleza es proposicional y abstracta.

Clasificación de los trastornos perceptivos y


de la imaginación
Los trastornos de la percepción y de la imaginación se suelen clasificar en
dos grupos: distorsiones y engaños perceptivos. Las distorsiones solamente
son posibles mediante el concurso de los órganos de los sentidos (muchas
veces se les llama sensoriales), es decir, se producen cuando un estímulo que
existe fuera de nosotros, es percibido de un modo distinto a como cabría
esperar dadas las características formales del propio estímulo.

Las características físicas del mundo estimular se perciben de manera


distorsionada, entendiendo por tal distorsión:

29
 Una percepción distinta a la habitual y/o probable teniendo en cuenta las
experiencias previas, características contextuales, y el modo en que otras
personas perciben ese estímulo, como sucede en las distorsiones relativas al
tamaño, forma, intensidad, distancia…, o

 Una percepción diferente de la que se derivaría en caso de tener


solamente en cuenta las características físicas del estímulo, como sucede en
las ilusiones.

La anomalía no reside en los órganos de los sentidos, sino en la percepción


que la persona elabora a partir de un determinado estímulo, es decir, la
construcción psicológica que el individuo realiza acerca del mismo.

De todos modos, en algunos casos las distorsiones tienen su origen en


trastornos de naturaleza orgánica, que suelen ser transitorios y que pueden
afectar tanto a la recepción sensorial como a su interpretación. Pese a ello, es
más correcto calificarlas como perceptivas que como sensoriales porque es la
construcción que el individuo hace la que está primariamente alterada. Así, las
distorsiones serían el resultado final de una interacción defectuosa entre las
características del estímulo, las del contexto y las del receptor. A excepción de
las ilusiones, las distorsiones perceptivas suelen afectar a una o más
modalidades sensoriales y pueden involucrar todos los estímulos de mundo
sensorial que se halle afectado.

Sin embargo, en el caso de los engaños perceptivos se produce una


experiencia perceptiva nueva que:

Suele convivir con el resto de las percepciones normales.

No se fundamenta en estímulos realmente existentes fuera del individuo.

Se activa a pesar de que el estímulo que produjo la percepción inicial ya no se


halla físicamente presente. Se han denominado también percepciones falsas,
aberraciones perceptivas y errores perceptivos.

En definitiva, en los engaños perceptivos el estímulo es mayoritariamente


sólo un supuesto (alucinaciones). Sin embargo, en las distorsiones perceptivas
los estímulos son un punto de partida necesario (aunque no suficiente). Lo
común a los engaños y distorsiones es que la persona tiene una experiencia
perceptiva, tanto si ésta se fundamenta como si no en una “percepción
auténtica”.

Clasificación de las psicopatologías de la percepción y la imaginación:

 Distorsiones perceptivas

30
o Hiperestesias versus hipoestesias: anomalías en percepción de la
intensidad

o Hiperalgesias versus hipoalgesias: anomalías en la percepción


del dolor (anestesias, analgesias...)

o Anomalías en la percepción de la cualidad

o Metamorfopsias: anomalías en la percepción del tamaño y/o la


forma

 Dismegalopsias anomalías en la percepción del tamaño:


micropsias y macropsias.

 Dismorfopsias: anomalías en la percepción de la forma

 Autometamorfopsias: referidas al propio cuerpo.

o Anomalías en la integración perceptiva: aglutinación y sinestesia


versus escisión

o Ilusiones:

 Sentido de presencia

 Pareidolias

 Engaños perceptivos

31
o Alucinaciones.

o Variantes de la experiencia alucinatoria:

 Pseudoalucinaciones

 Alucinaciones funcionales

 Alucinaciones reflejas

 Autoscopia

 Alucinaciones extracampinas.

o Pseudopercepciones o imágenes anómalas:

 Imágenes hipnagógicas o hipnopómpicas

 Imágenes mnémicas

 Imágenes eidéticas

 Imágenes consecutivas

 Imágenes parásitas

 Imágenes alucinoides

"La memoria

es uno de los secretos más celosamente guardados de la naturaleza" . (Tulving, 1995)


Introducción La memoria es una de las facultades superiores del ser humano. Está
considerado así desde tiempos inmemoriales, ya que la conservación y posterior uso
de este compendio de saberes ha sido siempre un verdadero reto para la humanidad.

32
Somos, en gran parte, herencia de lo que fueron nuestros antecesores, y para tomar
muchas decisiones, consciente o inconscientemente, recurrimos a nuestra memoria,
es decir, lo que pensamos, hicimos o vivimos con anterioridad. Un individuo sin
memoria es como un ser a la deriva, con gran riesgo de inadaptación social así como
de aislamiento. Un grave problema es el no recordar o el hacerlo solo en escasa
medida. Sin embargo, quién no ha oido alguna vez que “la memoria es la inteligencia
de los torpes”. Este menosprecio y grave error está vinculado a ciertos métodos de
estudio basados en el almacenamiento mecánico, de forma indiscriminada y sin
intención de entendimiento de lo que se está memorizando. Al margen de este
concepto errado, podemos afirmar que la memoria, ligada a la inteligencia y
estimulada convenientemente, resulta imprescindible en nuestra vida, basada en una
toma de decisiones en la que no solo interviene la intuición sino también la capacidad
de pensar, unida a la reflexión que necesita a su vez a los recuerdos, recientes y
lejanos, precisamente mediante la memoria. La memoria conserva el pasado y lo
actualiza en el presente. Constantemente estamos fijando y evocando datos. Por la
memoria existe la historia y el hombre tiene una de sus esencias: la historicidad. De
todo esto se puede concluir, la importancia que tiene el conocer las causas así como
posibles tratamientos de las distintas patologías asociadas a la memoria. En este
trabajo, se hará un análisis de las diferentes trastornos no atribuibles a un proceso
normal de olvido, como la Amnesia, y sus diferentes tipos, y temporalidades (temporal
o permanente). Por último, trataremos el caso de la enfermedad de Alzheimer, que es
una de las causas de amnesia permanente más frecuente en la sociedad actual. La
memoria es esencial para una vida inteligente. No hay mejor razón que esta afirmación
para que sea la elección del trabajo a realizar “Las Psicopatologías de la Memoria”.

Sin embargo, cuando la pérdida de memoria no es atribuible a un proceso normal de


olvido, se afirma que existe Amnesia –denominación genérica.

Podemos definir a la
Amnesia como la
incapacidad total o parcial
de registrar, retener o
evocar información. De
acuerdo con las áreas que
abarque, podremos hablar
de varios tipos de
Amnesia: Amnesia Total, el
individuo pierde la
memoria completamente,
se olvida de su vida.
Bergson decía que: “...sin
memoria no tengo experiencia, ni educación, ni me acuerdo lo que quiero mostrar...”.
En consecuencia, sin memoria no hay carácter ni personalidad ni persona. Amnesia

33
Parcial, el individuo olvida un corto periodo de tiempo, desde un punto hacia atrás o
adelante. Este tipo de amnesia se da con frecuencia después de ataques como la
epilepsia o la histeria. Amnesia Lagunar, el afectado olvida lo que pasó antes de un
hecho traumático, tomando solo episodios o periodos, y de acuerdo con el tipo de
memoria que se implique, tendremos la distinción entre: anterógrada o retrógrada. La
amnesia anterógrada, también llamada Amensia de fijación, se refiere a la incapacidad
para aprender nueva información tras la aparición del trastorno –normalmente
orgánicoque dio lugar a la amnesia. Olvida al mismo ritmo que se suceden los
acontecimientos. Afectará por definición a la memoria de corto plazo, conservando no
obstante los recuerdos anteriores a la enfermedad. Por contra, la amnesia retrógrada
es el olvido de lo sucedido en el periodo previo a la enfermedad. Es la afectación de la
capacidad de evocar información y sucesos bien establecidos antes del inicio de la
enfermedad. Tal como hemos mencionado previamente, para Ribot, estos recuerdos
se perderían en orden inverso al momento de su adquisición. Es decir, primero
desaparecerían los recuerdos más próximos en el tiempo, y en último lugar los más
remotos -recuerdos de la infancia. Puede abarcar incluso períodos de quince años
antes del episodio. El síndrome amnésico puede acompañarse de apatía, falta de
iniciativa y espontaneidad. Dependiendo del tipo de lesión y lugar de la misma,
podremos hablar de diferentes consecuencias teniendo en cuenta los diferentes
sistemas y subsistemas. En términos genéricos, se habla de memoria a corto plazo y
la memoria a largo plazo. Centrándonos en la MLP, en la actualidad no está del todo
claro cuáles y de qué tipo son los sistemas que están implicados en el mantenimiento
de la información. Los sujetos amnésicos parecen tener problemas en la memoria
episódica, y leves en la semántica –la mayoría de los conceptos se aprenden
tempranamente con lo que no están muy alterados.

Centrándonos en la MCP, y siguiendo la estructura propuesta por Baddeley, en el caso


de lesión en el bucle fonológico, los sujetos perderán la capacidad para mantener en
su memoria la información verbal, lo que va a dar lugar a dificultades en el nivel
lingüístico. En el caso lesión en la agenda visoespacial, los sujetos tendrán dificultades
para retener en su memoria las imágenes estimulares. Por último, una lesión en el
ejecutivo central dará lugar a que el amnésico tendrá problemas para organizar y
planificar sus acciones y pensamiento, pues es este sistema el encargado de combinar
las acciones automáticas entre sí con otras acciones de tipo más voluntario, que si no
se recuerdan no podrán ser activadas. Si atendemos a la distinción que realizó
Schacter (1987) –memoria implícita o memoria explícita- los sujetos con amnesia no
poseerían problemas de memoria implícita y sí de memoria explícita. La memoria
implícita es la que está implicada en cualquier tarea de memoria y que no requiere el
recuerdo consciente de ningún evento previo. En cambio, la memoria explícita requiere
el recuerdo consciente de conocimiento aprendido en una experiencia previa
(equivaldría a la episódica). En referencia a los procesos de Codificación y
Recuperación, los sujetos con problemas amnésicos van a presentar problemas en
función de cuál de estos procesos pueda estar alterado. Los estudios sobre
localización de funciones indican que los problemas de recuperación suelen aparecer
con lesiones del frontal derecho y lóbulos parietales – también presente en los
enfermos de Parkinson y enfermedad de Huntington-, mientras que los problemas de
codificación aparecen con lesión del frontal izqdo., lo que impedirá que recuerden
hechos de su vida actual. Suele darse en los casos de demencia de Alzheimer o

34
síndrome de Korsakoff. Las alteraciones de la codificación generan dificultades tanto
en tareas de reconocimiento como de recuperación puesto que la información no ha
podido ser almacenada. Las alteraciones en la recuperación permiten una buena
ejecución en tareas de reconocimiento pero no en las de recuerdo libre. Por último y
teniendo en cuenta la temporalidad, permanente o temporal, existen diferentes tipos:
Amn. Temporales, A. Postraumática, tras un estado de falta de conciencia, el sujeto
muestra problemas severos de memoria, desorientación y confusión.

Tras un periodo de tiempo, se recuperará; Terapia Electroconvulsiva, tras la aplicación


de esta terapia se produce un periodo de amnesia que variará dependiendo el cómo
se haya administrado el tratamiento; A.Global Transitoria, debida a situaciones de
estrés o emocionales fuertes, como consecuencia de una depresión repentina de la
actividad en el hipocampo. Puede afectar a la anterógrada -lo usual- o la retrógrada; A.
Psicógena, de origen psicológico –las menos comunes- siendo lo más usual los
estados de fuga y casos de personalidad múltiple. Amn. Permanentes, Síndrome
Korsakov, suele darse en personas alcohólicas y se produce por la desnutrición propia
del alcoholismo, que produce déficit de tiamina, causa del síndrome. Presentarán
amnesia anterógrada y retrógrada; Intervenciones quirúrgicas, pueden dar lugar a
diferentes síndromes amnésicos; Problemas vasculares, el tipo de memoria que se
verá afectado estará en relación con el área del cerebro afectada por estos problemas;
Anoxia e hipoglucemia, la carencia del oxígeno en el cerebro puede producir
problemas permanentes de memoria; Encefalitis hérpica, el herpes simple suele
atacar, cuando se instala en el cerebro, a los lóbulos temporales lo que puede dar
lugar a problemas de memoria, especialmente la memoria anterógrada; Alzheimer,
enfermedad que por su relevancia ocupará un apartado especial.

Enfermedad de Alzheimer

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Corresponde a lo que se llamó “Arterioesclerosis cerebral”. La enfermedad de
Alzheimer se llama así en recuerdo de Alois Alzheimer, un médico alemán que, en
1906, describió los síntomas de la enfermedad en el cerebro de una mujer, de unos
cincuenta años, que padecía de lo que parecía ser una enfermedad mental. Cuando la
mujer falleció, al examinar su cerebro se encontraron agrupaciones anormales (ahora
llamadas placas neuríticas o seniles) y manojos enmarañados de fibras (ahora
conocidos como ovillos neurofibrilares) dentro de las neuronas (células nerviosas) en
ciertas zonas del cerebro. Actualmente, se sabe que estas placas y ovillos son
característicos de la enfermedad de Alzheimer y, sólo cuando se identifican en el
cerebro, se puede realizar un diagnóstico definido de la enfermedad de Alzheimer. La
pérdida de memoria es un síntoma frecuente del envejecimiento normal llamado
“olvidos benignos de la senectud”, y definido operacionalmente como “deterioro de
memoria asociado a la edad”, pero también puede corresponder al estado inicial de
una “demencia”. El Alzheimer es una circunstancia médica que perturba el
funcionamiento del cerebro, y que afecta a aquellas partes del cerebro que controlan el
pensamiento, la memoria y el lenguaje. Se trata de una enfermedad progresiva que se
desarrolla en fases –por norma general, desde su inicio a los últimos estadios, el
periodo de tiempo medio es de cinco años-, destruyendo gradualmente la memoria, el
raciocinio, el juicio, el lenguaje y, con el tiempo, la habilidad para llevar a cabo incluso
las tareas más sencillas. Su inicio es, generalmente, con fallos en la memoria de corto
plazo. Aparecen en esta etapa, los primeros problemas en las facultades intelectuales.
Así, antes de saber el diagnóstico, se va a criticar al paciente de descuidado, comete
errores que lo perjudican a él o a su familia, se siente incapaz de cumplir con sus
obligaciones. En la segunda etapa, el problema en la corteza cerebral determina que
aparezcan trastornos del lenguaje, con dificultad para comprender textos complejos,
para evocar palabras, distorsión de las palabras así como pérdida de habilidades. Esto
incluye asimismo la pérdida de orientación espacial, trastornos de cálculo, torpeza
motora, incluso pierden la capacidad para vestirse o asearse sin ayuda. A todo esto y
debido a ello, se pueden agregar cuadros de depresión e ideas delirantes de perjuicio
o celos. Paulatinamente, se irá perdiendo la agilidad y el control de esfínteres, hasta
que en la tercera etapa el paciente queda postrado en cama. Es necesario alimentarlo
y asearlo como si fuera un lactante. La enfermedad de Alzheimer generalmente
conduce a la muerte al cabo de unos siete a diez años, pero puede progresar más
rápida o más lentamente -tan poco como tres años y tanto como quince-. Sus causas
son muy complejas: los investigadores estudian el procesamiento inadecuado de
algunas proteínas cerebrales, los fallos en sistemas de neurotransmisión, el efecto de
los radicales libres sobre las neuronas, el exceso de calcio intracelular... como
posibles causas de la enfermedad. Existe una relación entre los hábitos alimentarios y
la memoria, especialmente en lo que respecta a la prevención del mal de Alzheimer.
Un reciente estudio neurológico, realizado sobre más de 800 personas mayores de 65
años elegidas al azar pero que no habían sufrido de Alzheimer, sugiere que comer
ciertos tipos de grasas puede ayudar a mantener una mente lúcida. Asímismo, otro
estudio ha demostrado que las dietas con mucho colesterol, fuente de grasa saturada,
aumentan la presencia de proteínas amiloideas, una característica distintiva del
Alzheimer. De cualquier forma y a pesar de las investigaciones en los diferentes
campos, hoy día, no existe posibilidad de curación. Este tipo de dolencia neurológica,

36
según ha indicado, tiene una mayor prevalencia en los mayores de 65 años. Pese a
que personas más jóvenes también pueden tener la enfermedad de Alzheimer, esto es
mucho menos frecuente. En un estudio se encontró que solo la enfermedad de
Alzheimer afecta al 47% de las personas mayores de 85. Tratamiento Con respecto a
la enfermedad de Alzheimer, hoy en día está demostrado que no se puede curar ni es
posible restaurar las funciones deterioradas. Es posible retardar su progreso pero no
detenerla. El tratamiento va destinado a retardar la evolución de la enfermedad, a
manejar los problemas de conducta, la confusión y la agitación, a modificar el
ambiente del hogar y, lo más importante, a ofrecer apoyo a la familia. A medida que la
enfermedad evoluciona puede causarle más daño a la familia que al paciente en sí.

Psicopatología del pensamiento


y trastornos formales del
pensamiento

37
Los trastornos del pensamiento en trastornos del contenido y trastornos de la
forma. Los trastornos de las creencias equivalen a trastornos del contenido y
los trastornos de razonamiento equivalen a trastornos formales de pensamiento
Dada esta clasificación, en este artículo de Psicología-Online, hablaremos de
la psicopatología del pensamiento y trastornos formales del pensamiento
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de la conciencia

Los trastornos formales del pensamiento


Trastorno formal del pensamiento. Sinónimo de habla desorganizada.
 Auditor fantástico. Según esta hipótesis, todo discurso implica para el
hablante la puesta a prueba de la utilidad informativa potencial de sus menajes
a través del contraste de los mensajes planificados con un interlocutor
imaginario.
 Control de la realidad. Tarea que consiste en reconocer la autoría
(propia o ajena) de un discurso (Harvey).
 Desviación comunicacional. Construcción del discurso que provoca el
fracaso del oyente cuando intenta construir una imagen visual coherente o de
dar vida a un constructo coherente partiendo de lo que el hablante dice.
Categorías para evaluar el discurso individual:

38
 Pobreza del habla o habla lacónica: Consiste en un discurso a base
de respuestas monosilábicas.
 Pobreza del contenido del habla,habla vacía o alogia : Consiste en la
emisión de respuestas con una duración mayor de lo adecuado y que
proporciona poca información.
 Presión del habla, habla apresurada o logorrea: Se produce un
incremento en la cantidad de habla espontanea comparado con lo que se
considera socialmente adecuado.
 Habla distraída: También denominada "discurso divergente": El
paciente interrumpe su discurso en medio de una frase y cambia de tema en
respuesta a estímulos inmediatos
 Descarrilamiento o fuga de ideas: Consiste en un patrón de habla
espontanea, en el que falta una adecuada conexión o hilo conductor .
 Incoherencia o ensalada de palabras: El discurso se vuelve
ininteligible,a veces por la no observación de las reglas de la sintaxis y otras
por las perturbaciones a nivel semántico
 Ilogicidad: Las conclusiones no se alcanzan de manera lógica,pueden
adoptar la forma de fracasos en las inferencias inductivas.
 Pérdida de meta y bloqueo: Fracaso en seguir la cadena de
pensamiento hasta su conclusión
 Tangencialidad: Emisión de respuestas oblicuas,tangenciales o incluso
relevantes.
 Neologismos: Formación de nuevas palabras cuya derivación es
incapaz de comprender el interlocutor.
 Aproximaciones a palabras:Uso no convencional de palabras o en la
creación de pseudo palabras siguiendo las reglas de formación de palabras
propias del idioma
 Resonancias: Las palabras se seleccionan en función del sonido, no
según su adecuación semántica o sintáctica.
 Circunstancialidad: El discurso para alcanzar una idea objetivo es
"indirecto"El hablante llena el discurso con detalles tediosos y paréntesis o
apartados.
 Perseveración: Repetición presistente de palabras o ideas
 Ecolalia: Repetición en eco de palabras o frases del interlocutor
 Habla afectada: Habla pomposa,distante y excesivamente culta
 Autorreferencia: El paciente lleva a sí mismo el tema,aunque se traten
de temas neutros.
Categorías para evaluar la desviación comunicacional:
 Problemas de compromiso: Cambios no relacionados de una idea a
otra
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 Problemas de referencias: El oyente se pregunta de lo que se está
hablando realmente.
 Anomalías del lenguaje: Frases con un orden de palabras peculiar
 Disrupciones: Pausas largas donde no deben ir
 Contradicciones, secuencias arbitrarias: Observaciones que
contradicen la información posterior.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos


facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos
a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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trastornos formales del pensamiento, te recomendamos que entres en
nuestra categoría de Psicopatología adultos.

¿Cuáles son las patologias del lenguaje?

Principales tipos de trastornos del lenguaje


1. Trastorno del lenguaje. ...
2. Dislalia funcional o trastorno fonológico. ...
3. Disartria. ...
4. Disglosia. ...
5. Trastorno de la fluidez o disfemia. ...
6. Trastorno de la comunicación social. ...
7. Afasias y disfasias. ...
8. Dislexia y alexia.

El tartamudeo es un trastorno
del habla en el que se repiten los sonidos,
las sílabas o las palabras; se prolongan los
sonidos; y se tienen interrupciones
del habla conocidas como “bloqueos”. Una
persona que tartamudea sabe
exactamente lo que quisiera decir, pero
tiene problemas para producir un flujo
¿Qué es el retraso en el desarrollo del
lenguaje?

Es un retraso en la aparición o en el
desarrollo de todos los niveles del lenguaje (fonológico, morfosintáctico,
semántico y pragmático), que afecta sobre todo a la expresión y, en menor
medida, a la comprensión, sin que esto se deba a un trastorno generalizado del
desarrollo, ni a déficit auditivo o trastornos ...

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¿Cuál es la importancia de estimular el lenguaje?
La importancia de estimular el lenguaje en nuestros niños/as. ... Por ello, el
/la niño/a que crece en un ambiente estimulante con vínculos socio-afectivos
sólidos, tendrá mayor posibilidad de desarrollar habilidades lingüísticas y
comunicativas apropiadas.

El trastorno específico del lenguaje puede afectar el habla, la capacidad para


escuchar, la lectura y la escritura de los niños. También se le conoce
como trastorno del desarrollo del lenguaje, retraso del lenguaje o disfasia del
desarrollo.

Las dislalias son trastornos de la articulación de los fonemas. ... Se considera la


presencia de un trastorno cuando existe una discrepancia entre la edad mental del
niño, y la maduración del lenguaje esperable para sus años. Tipos de trastornos
fonológicos: Dislalia evolutiva

El trastorno fonológico es un tipo de trastorno del habla y del sonido.


Los trastornos del habla y el sonido son la incapacidad de formar correctamente los
sonidos de las palabras. Los trastornos del habla y el habla también
incluyen trastornos de la articulación, disfluencia y trastornos de la voz

La disartria es un trastorno que se da como consecuencia de daños en el sistema


nervioso central y se caracteriza por una pérdida del control motor y por una debilidad
muscular. Este tipo de dislalia orgánica puede ser debida a una lesión cerebral o
desde el nacimiento de la persona

Disglosia
La disglosia es un trastorno de la articulación de los fonemas, de origen
no neurológico central, debido a alteraciones anatómicas y/o fisiológicas de los órganos
articulatorios periféricos que dificultan el funcionamiento lingüístico en personas sin
afectaciones neurológicas o sensoriales detectables, con una inteligencia no verbal dentro
de los límites de la normalidad, y que a pesar de tener una estimulación adecuada,
una educación suficiente y unos progresos observables, no llega a alcanzar un
conocimiento lingüístico que les permita comprender y expresarse de forma correcta.
Además, hay que tener en cuenta que es un conjunto de elementos semiológicos, los
cuales comparan las estructuras lingüísticas de un sujeto con las de otro sujeto que habla
normalmente, utilizando como referencia la posesión y buen funcionamiento de
los elementos anatómicos (normalidad de los órganos lingüísticos), de los elementos
funcionales (contexto socializador y lingüístico) y de los elementos ambientales (entorno
comunicativo de continuo estímulo).
Para una expresión hablada correcta se requiere que todos los órganos que intervienen en
ella tengan la estructura adecuada. Por tanto, toda anomalía o malformación de los
mismos da como resultado un habla defectuosa, llamada disglosia.

Descripción general

La tartamudez, también llamada «balbuceo» o «trastorno de la fluidez al


comienzo de la niñez», es un trastorno del habla que conlleva problemas

41
frecuentes y considerables de fluidez normal y de continuidad del habla. Las
personas que tartamudean saben lo que quieren decir, pero tienen dificultades
para decirlo. Por ejemplo, pueden repetir o prolongar una palabra, una sílaba,
una consonante o una vocal. O bien, es posible que hagan pausas mientras
hablan porque han llegado a una palabra o sonido problemáticos.

La tartamudez es frecuente en los niños pequeños como un aspecto habitual


del aprendizaje del habla. Es posible que los niños pequeños tartamudeen
cuando sus capacidades del habla o del lenguaje no se han desarrollado lo
suficiente como para seguir el ritmo de lo que quieren decir. La mayoría de los
niños supera esta tartamudez del desarrollo.

Sin embargo, a veces, la tartamudez es un trastorno crónico que persiste hasta


la adultez. Este tipo de tartamudez puede afectar la autoestima y las
interacciones con otras personas.

Los niños y los adultos que tartamudean pueden beneficiarse con tratamientos,
como la logopedia, usando dispositivos para mejorar la fluidez o con terapia
cognitiva conductual.

Síntomas

Los signos y síntomas del tartamudeo comprenden:

 Dificultad para comenzar una palabra, frase u oración

 Prolongación de una palabra o sonido dentro de una palabra

 Repetición de un sonido, sílaba o palabra

 Silencio breve para ciertas sílabas o palabras, o pausas dentro de una


palabra (separación de palabras)

 Uso de palabras adicionales como «eh...» en caso de dificultad para


continuar con la siguiente palabra

 Tensión excesiva, rigidez o movimiento de la cara o la parte superior del


cuerpo para pronunciar una palabra

 Ansiedad por hablar

 Capacidad limitada para comunicarse efectivamente

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Las dificultades del habla del tartamudeo pueden estar acompañadas por:

 Parpadeo rápido

 Temblor de los labios y la mandíbula

 Tics faciales

 Movimientos de cabeza

 Puños cerrados

La tartamudez puede empeorar cuando la persona está emocionada, cansada


o estresada, o cuando se siente cohibida, apurada o presionada. Ciertas
situaciones, como hablar en frente a un grupo o hablar por teléfono, pueden ser
particularmente difíciles para la gente que tartamudea.

Sin embargo, la mayoría de las personas que tartamudean pueden hablar sin
tartamudear cuando hablan consigo mismas y cuando cantan o hablan al
unísono junto a otras personas.

Cuándo consultar al médico o a un logopeda

Es frecuente que los niños de entre 2 y 5 años tengan períodos en los que
quizás tartamudean. Para la mayoría de los niños el tartamudeo es parte del
aprendizaje del habla y se mejora solo. Sin embargo, un tartamudeo
persistente puede necesitar tratamiento para mejorar la fluidez al hablar.

Llama al médico para que te derive a un logopeda o solicita directamente una


consulta con uno si el tartamudeo:

 Dura más de seis meses

 Ocurre simultáneamente con otro problema del habla o del lenguaje

 Se vuelve más frecuente o continúa a medida que el niño crece

 Ocurre con tensión muscular o dificultad perceptible del habla

 Afecta la capacidad de comunicarse eficazmente en la escuela, en el


trabajo o en las interacciones sociales

 Causa ansiedad o problemas emocionales como miedo o rechazo de


situaciones en las que se deba hablar

43
 Comienza en la adultez

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