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En ese sentido, el rol tuitivo del estado corresponde a velar constitucionalmente por el respeto
de derechos relativos al trabajo como son el derecho de huelga, negociación colectiva, organización
sindical, jornada de trabajo y otros antes mencionados que construyen una nueva situación jurídica o
estatus del trabajador en la empresa, complementando los derechos que como ciudadano y persona
le corresponden al trabajador (Blancas, 2003).
Históricamente, las acciones emprendidas por las clases trabajadoras frente a situaciones de
explotación en el pasado generaron la intervención activa del estado, para asumir una tarea de
desarrollo normativo específico de las condiciones de trabajo en la industria, encaminado a poner
límites a la explotación de la fuerza de trabajo (Sanguineti, 2013). Asimismo, la DECLARACIÓN
UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS establece en su art. 23 diferentes aspectos que
sustentan la protección de los derechos constitucionales relacionados al trabajo.
En nuestro país, la constitución de 1993 así como la de 1979, han buscado mantener un
modelo democrático, equilibrado y dinámico de relaciones laborales, acertando sobre la necesidad de
la intervención tutelar del Estado en la regulación de aspectos claves de las relaciones individuales de
trabajo y la garantía de la libre actuación de las organizaciones representativas de los trabajadores y
empleados en defensa de sus intereses (Sanguineti, 2007).
En resumen, la posición del estado, de acuerdo a lo expuesto de forma clara en los art. 22° y
23° de la Constitución, garantiza la finalidad tuitiva de la legislación laboral (Neves, 1993). Dicha
postura entonces, se corresponde con algunos puntos clave de la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional sobre estabilidad laboral en Perú, tales como la naturaleza de los contratos laborales,
el tratamiento del despido injustificado y su reparación, el principio de irrenunciabilidad de derechos y
la protección especial de grupos vulnerables.
Es fundamental entender que, finalmente, todos los diferentes procesos que utiliza el Tribunal
para el desarrollo de su jurisprudencia, tales como sus distintos criterios de interpretación constitucional
(sistemático y teleológico), o los principios de razonabilidad y proporcionalidad, deben estar siempre
encaminados y dispuestos en su totalidad a la protección del trabajador y sus derechos fundamentales,
especialmente aquellos que son constitucionales y más aún irrenunciables, a fin de evitar que estos
sean vulnerados, como podemos determinar en el caso de la disminución de la remuneración del
trabajador, cuyo tratamiento por parte del Tribunal Constitucional se ha visto cuestionado, por ejemplo,
de acuerdo a lo expuesto por De Lama Laura (2008), por resolver a favor de la reducción de sueldos
por convenio entre el empleador y el trabajador, decisión basada en la interpretación de una antigua
norma de 1941 (Ley 9463) que, si bien se ampara en que el criterio de que la remuneración es
“irrenunciable” pero no necesariamente “no reducible (entendido esto como una interpretación abierta
de dicha norma)”, brinda la oportunidad de que los empleadores, incluso sin justificación clara de por
medio, puedan aprovechar este tipo de vacíos constitucionales para tomar decisiones que perjudican
a los trabajadores y generan un desequilibrio en la relación laboral atentando contra su sustento, lo
cual perturba el carácter y rol tuitivo del Alto Tribunal por considerarse que dicha decisión afecta
directamente lo indicado por el art. 1° de la Constitución, que expresa la defensa y el respeto por la
dignidad de la persona humana como fines supremos de la sociedad y el estado, al no considerarse el
carácter especial que puede tener el contexto en el que se llevan cabo estas decisiones relacionadas
con el derecho a la remuneración, teniendo en cuenta la desproporcionalidad que pueden generar en
perjuicio de los trabajadores.
El Estado Peruano brinda atención prioritaria a las diversas modalidades de trabajo, y están
regulados por medio de leyes, decretos legislativos, decretos supremos, entre otros. Por ejemplo, el
DL N° 728, LEY N° 30057, LEY N° 31110, y demás normas legales. Lo cual, obliga al empleador a
regir sus contratos, deberes según las normas.
Protección a la madre: El Estado Peruano ampara a la madre por medio de las siguientes
leyes: LEY N° 30367, LEY N°29896, LEY N° 27240, LEY N° 28048. En efecto, no es legal despedir a
una gestante. Además, es necesario contar con un área apropiada para el lactario si laboran 20 o más
mujeres en edad fértil. Cabe destacar, que SUNAFIL, realiza labores para que dichas obligaciones del
empleador sean cumplidas. Si el empleador no cumple sus funciones, son sancionados.
Protección al menor de edad: Se basa por medio del Código de los Niños y Adolescentes (LEY
N° 27337), en el Capítulo IV, menciona el Régimen para el Adolescente Trabajador. Cabe resaltar, que
aquel adolescente debe contar con autorización e inscripción para poder laboral, tienen un límite de
edad para los diferentes tipos de trabajo, una jornada laboral reducida, y se le debe asignar sus
vacaciones laborales al mismo tiempo que se le brindan sus vacaciones escolares.
Protección al impedido de trabajar: Se sustenta por medio de la LEY N° 29973, Ley General
De La Persona Con Discapacidad, Legislación Comparada Y Cuotas Laborales. Además, se fomenta
la contratación para dichas personas, protección e igualdad de derechos.
EL DERECHO AL TRABAJO:
El Derecho del Trabajo es la disciplina encargada de procurar establecer un equilibrio entre los
sujetos de la relación laboral, habida cuenta de la evidente desigualdad entre ambas partes, los
principios del Derecho del Trabajo configuran aquellos parámetros indispensables que han de inspirar
la elaboración, interpretación y aplicación de las normas de índole laboral.
En ese sentido el derecho al trabajo ha sido reconocido por nuestra constitución en el numeral
15 del artículo 2 estableciendo que “Toda persona tiene derecho a trabajar libremente (…)”, en
concordancia con el artículo 22 de nuestra carta magna que indica “el trabajo es un deber y un derecho.
Es base del bienestar social y medio de realización de la persona”.
EL PRINCIPIO DE CONTINUIDAD:
Dicho principio ha tenido distintas definiciones, pero todas ellas llegan a deducir que es
considerado como la supervivencia del vínculo laboral ya que se encarga de poder garantizar
estabilidad laboral del trabajador
ESTABILIDAD LABORAL:
La estabilidad laboral se erige como un elemento importante para dar seguridad a los
trabajadores relacionado con la permanencia en su puesto de trabajo.
“ ..es del principio de continuidad de donde dimana el concepto de la estabilidad que opera en
los dos extremos de la relación laboral: en la contratación ( con la llamada “ estabilidad de entrada”) y
en el despido ( con la llamada “ estabilidad de salida” ). El periodo de prueba que en el Perú es de tres
meses, en el régimen laboral privado, a eso le llamamos estabilidad de entrada, (Martin Carrillo,
2001).
ESTABILIDAD DE ENTRADA:
Nótese: Se dice en teoría, pues es solo aplicable a los contratos a tiempo indeterminado.
DEFINICIONES SEGÚN:
La “estabilidad de entrada”, que es la garantía jurídica por la cual desde el inicio del contrato
de trabajo el trabajador cuenta con protección en cuanto a la terminación de este, la que sólo puede
producirse por causales señaladas específicamente en la Ley. En los contratos de trabajo se configura
la estabilidad laboral de entrada una vez que se ha superado el periodo de prueba (Toyama & Vinatea,
2015).
ESTABILIDAD DE SALIDA
El derecho de estabilidad en el trabajo fue introducido por: el Decreto Ley Nº 18471, instituyó
un régimen de estabilidad laboral que comprendió a los “trabajadores de la actividad privada y los de
las empresas públicas” (Art. 1). El derecho lo adquiría el trabajador, al cumplir el periodo de prueba de
tres meses, momento a partir del cual solo podía ser despedido por causas justas señaladas en la ley,
a saber: i) falta grave, y ii) reducción de personal por causas económicas o técnicas o por liquidación
de la empresa.
Según la Constitución Política del Perú, en el Artículo 27.- “La ley otorga al trabajador
adecuada protección contra el despido arbitrario” Ya dentro de este marco constitucional, según
la Ley Nº 26513, que puso fin a la dualidad de regímenes existentes bajo la Ley de Fomento de Empleo
y suprimió la facultad del juez de otorgar la reposición o la indemnización en caso de despido arbitrario,
estableciendo como única reparación para este la indemnización. La única excepción a la eliminación
de la reposición como medida reparadora del despido arbitrario, la constituye el despido nulo, figura
esta en la que el despido se sustenta en motivos prohibidos en razón de que estos conllevan la
vulneración de derechos fundamentales del trabajador, supuesto en el cual el juez debe ordenar la
reposición del trabajador, salvo que, en ejecución de sentencia, este opte por la indemnización por
despido.
La indemnización, para quien optara por esta, fue elevada de tres a doce remuneraciones
mensuales, pero estableciendo un tope para el monto mensual de dicha remuneración, igual al
entonces vigente para la compensación por tiempo de servicios, fijado en el D.L. Nº 21396(2). Esta ley,
también incorporó disposiciones destinadas a limitar el “trabajo no estable”, imponiendo a las empresas
máximos para el número de trabajadores que podrían tener en periodo de prueba y en el régimen de
part time o jornada de trabajo inferior a 4 horas diarias.
CONCLUSIONES
PASCO COSMÓPOLIS, M. (2000). Derecho Laboral, Pontificia Universidad Católica del Perú (pp. 140-
141). Lima. Selección de Textos.
VILLAVICENCIO RÍOS, V. (2013). Anuario Estadístico del Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo. Elaboración: Propia. (62). Ob. cit., p. 325. (63)
SANGUINETTI RAYMOND, W. (2008). Los contratos de trabajo de duración determinada (pp. 32) (2ª
ed.). Lima. Gaceta Jurídica.
TOYAMA, J. & VINATEA, L. (2016). Guia Laboral 2015. Lima. Gaceta Laboral.
MONTOYA, L. (2019). Los principios del derecho del trabajo en la jurisprudencia nacional (pp.10).
Boletín Informativo Laboral, N° 92.
NEVES, J. (1993). Los Derechos Y Principios Laborales En La Constitución De 1979 Y 1993. Revista
del Foro, Número 1.