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LABORALES
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SISTEMA INTEGRAL DE INFORMACIÓN
PARA JEFES DE RECURSOS HUMANOS, ASESORES LEGALES, ADMINISTRADORES Y GERENTES
PRIMERA EDICIÓN
DICIEMBRE 2011
3,030 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. N° 822
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha HIdalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Karinna Aguilar Zegarra
Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.
San Alberto 201–Surquillo
Lima 34–Perú
Presentación
El desenvolvimiento profesional de los abogados exige de ellos la asunción
de obligaciones morales que trascienden las relaciones jurídicas entabladas con
sus patrocinados. Buena parte de dichas obligaciones viene constituida por la
constante actualización y especialización doctrinaria, legislativa y jurispruden-
cial en las diversas ramas del Derecho, todo lo cual contribuye a un uso adecuado
de las instituciones jurídicas e incide en la solución eficaz de los conflictos o
incertidumbres jurídicas que se presentan en el día a día.
Como no podía resultar de otro modo, lo anterior es de plena aplicación en
el ámbito de las relaciones laborales, en donde la disparidad existente entre las
partes que las integran, así como la difusa normativa que las regulan, precisa que
los operadores jurídicos cuenten con los pronunciamientos de los órganos encar-
gados de aplicar las normas jurídicas a través de los mecanismos heterocompo-
sitivos de conflictos como los procesos judiciales y arbitrales (por ejemplo), con
la finalidad de realizar un uso adecuado de las principales instituciones de esta
materia.
En dicho sentido, el Manual de Jurisprudencia Laboral para el Abogado Liti-
gante constituye una herramienta que busca coadyuvar en el desarrollo profesio-
nal del abogado litigante en su acuciosa y constante actualización en el ámbito de
las relaciones laborales, incidiendo en temas trascendentales como los principios
y derechos fundamentales de los trabajadores en la relación laboral; pues muchas
veces se ha realizado una errónea interpretación de las facultades derivadas del
elemento de subordinación (organización, fiscalización, sanción y el denominado
ius variandi), conllevando la vulneración de derechos fundamentales que, si bien
no son propios de la relación laboral, pertenecen al trabajador en su condición de
ser humano y, como tales, devienen en infranqueables por parte de los particula-
res y del propio Estado.
Asimismo, se revisará el tratamiento jurisprudencial de las principales ma-
terias de las relaciones individuales de trabajo, como los tipos de contratos de
trabajo, los conceptos que califican como remuneración y aquellos que no (condi-
ciones de trabajo, etc.), los principales beneficios sociales (como la compensación
5
PRESENTACIÓN
LOS AUTORES
6
Capítulo I
Derechos fundamentales
y principios
constitucionales laborales
Capítulo I
1. DERECHOS FUNDAMENTALES
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
COMENTARIO :
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
de segundo nivel, pues los derechos fundamentales que por su condición humana
ostenta, coexisten con los derechos fundamentales propios de la relación laboral.
En otras palabras, una contratación laboral en modo alguno puede implicar el
desconocimiento de dichos derechos.
En ese contexto, la única respuesta a las preguntas planteadas, consiste en
que al trabajador se le reconocen y respetan tanto aquellos derechos fundamenta-
les propios de la relación laboral (derechos específicos laborales, como la jornada
de trabajo, pago de remuneraciones, derecho de sindicación, entre otros), como
aquellos derechos fundamentales de carácter general (derechos laborales inespe-
cíficos o no específicamente laborales como la inviolabilidad de las comunicacio-
nes, objeción de conciencia, debido proceso, entre otros) que le son reconocidos
por su condición de persona. De allí que el tercer párrafo del artículo 23 de la
Constitución señale que: “Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de
los derechos constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del trabajador”.
No obstante ello, no debe interpretarse que siempre que en una controversia
que se encuentre de por medio el derecho fundamental de un trabajador, este
deba prevalecer sobre las facultades de los empleadores, pues debe tenerse en
cuenta que las referidas facultades tienen, también, un sustento constitucional
consagrado en el artículo 59 de la Constitución, en donde se reconoce la libertad
de empresa, que “(...) se define como la facultad de poder elegir la organización
y efectuar el desarrollo de una unidad de producción de bienes o prestación de
servicios, para satisfacer la demanda de los consumidores o usuario”(2); por lo que
la determinación del ejercicio regular de los derechos fundamentales, deberá rea-
lizarse en cada caso concreto, de conformidad con los principios de razonabilidad
y proporcionalidad.
LA LIBERTAD DE TRABAJO
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
“Que, a mayor abundamiento cabe señalar que si bien en nuestro país dicho
pacto –de permanencia– no se encuentra regulado en forma expresa mediante
una norma legal que lo desarrolle, también resulta cierto que no se puede impe-
dir su utilización, con el previo requisito fundamental de que no se contravenga
las normas laborales vigentes y no se desnaturaliza la esencia y los fines de esta
institución, situaciones estas últimas que han sido definidas por la doctrina en
forma unánime, doctrina que incide en el hecho que teniendo en consideración
de que el pacto de permanencia es una limitación a la libertad de trabajo, debe
tener una justificación que beneficie al trabajador, beneficio que va más allá del
aspecto meramente económico sino que debe incidir en un tema cualitativa-
mente superior, como en la capacitación, lo cual implica una mejora profesional
del trabajador que pueda trascender en el tiempo”.
STC Exp. Nº 5963-2003-BE (A y S)
COMENTARIO :
1. Pacto de permanencia
La cláusula o pacto de permanencia tiene como finalidad la de asegurar la
continuidad de los servicios del trabajador en la empresa, a través del impedimen-
to de rompimiento unilateral del vínculo laboral por parte del trabajador durante
un periodo determinado o determinable de tiempo.
Sin embargo, debido a que los particulares no pueden establecer limitaciones
a derechos fundamentales de otros particulares, la suscripción de este acuerdo no
garantiza per se que el trabajador permanezca en la empresa por el periodo pac-
tado, pues su libertad de trabajo no se ve restringida, empero pueden establecerse
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
incentivos negativos (v. gr. cláusulas penales(4) razonables), que pueden ejecutar-
se ante el incumplimiento del pacto de permanencia, con lo cual existen mayores
probabilidades de que este pacto sea cumplido por el trabajador.
Ahora, si bien los requisitos para la operatividad de dichos acuerdos no se
encuentran previstos en nuestra legislación, ello no significa que el empleador
pueda establecerlos de manera unilateral (v. gr. vía reglamento interno de traba-
jo) o, pese a existir acuerdo de voluntades, que este tipo de disposiciones sean
arbitrarias o excesivamente perjudiciales para los trabajadores, pues ello no debe
exceder los cánones de la razonabilidad.
En ese sentido, si se toma en cuenta que el trabajador se abstendrá del ejer-
cicio de una de las manifestaciones de su libertad de trabajo (elegir para quién
y por cuánto tiempo laborar), es razonable entender que exista alguna forma de
contraprestación de parte del empleador, que comúnmente se traduce en la asun-
ción de estudios, complementaria para el trabajador, o el otorgamiento de sumas
dinerarias adicionales a su remuneración ordinaria.
2. Pactos de exclusividad
Como sabemos, la configuración de una relación laboral a tiempo inde-
terminado requerirá la confluencia de los elementos esenciales del contrato de
trabajo, los cuales son: a) prestación personal de servicios, b) remuneración y,
c) subordinación. Como podrá observarse la exclusividad no constituye un ele-
mento esencial de la relación laboral, por lo que en caso el empleador deseare que
su trabajador únicamente le preste servicios a él, deberá arribar a un acuerdo con
su trabajador para viabilizarlo.
Dentro de la exclusividad, puede distinguirse entre las siguientes(5):
• Exclusividad absoluta.- El trabajador no podrá laborar ni prestar servi-
cios para ninguna otra empresa aunque tenga un giro completamente dis-
tinto, ni siquiera conexo o vinculado, al de su empleador.
• Exclusividad relativa.- El trabajador estará impedido de laborar y/o pres-
tar servicios solamente a favor de empresas de giro igual, similar o conexo
al del empleador, o que estén vinculadas directa o indirectamente a los
competidores del empleador.
Al igual que los pactos de permanencia, en los pactos de exclusividad es
razonable establecer el pago de una prestación adicional para el trabajador que
(4) Como la restitución de la inversión realizada por el empleador en el curso de especialización o posgrado seguido por el
trabajador.
(5) GARCÍA MANRIQUE, Álvaro (2011:21).
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COMENTARIO:
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
COMENTARIO:
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deudor, tiene preferencia respecto de otros que también tienen créditos pendien-
tes de cobro respecto del mismo deudor.
Así pues, el segundo párrafo del artículo 24 de la Carta Magna señala que:
“(...) El pago de la remuneración y de los beneficios sociales del trabajador tiene
prioridad sobre cualquiera otra obligación del empleador (...)”. Por su parte, el de-
sarrollo legislativo de dicho postulado lo encontramos en el Decreto Legislativo
Nº 856, en donde se establece qué debe entenderse por como créditos laborales:
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
“17) Sobre este particular, queda claro que aunque una empresa o entidad pue-
de otorgar a sus trabajadores facilidades técnicas o informáticas a efectos de
desempeñar sus funciones en forma idónea y acorde con los objetivos laborales
que se persigue, no es menos cierto que cuando tales facilidades suponen ins-
trumentos de comunicación y reserva documental no puede asumirse que las
mismas carezcan de determinados elementos de autodeterminación personal,
pues sabido es que en tales supuestos se trata del reconocimiento de condicio-
nes laborales referidas a derechos fundamentales que, como tales, deben respe-
tar las limitaciones y garantías previstas por la Constitución Política del Estado.
18) En efecto, conforme lo establece el artículo 2, inciso 10), de nuestra norma
fundamental, toda persona tiene derecho a que sus comunicaciones y documen-
tos privados sean adecuadamente protegidos, así como a que las mismas y los
instrumentos que las contienen, no puedan ser abiertas, incautadas, intercep-
tadas o intervenidas sino mediante mandamiento motivado del juez y con las
garantías previstas en la ley. Aunque, ciertamente, puede alegarse que la fuente
o el soporte de determinadas comunicaciones y documentos le pertenecen a la
empresa o entidad en la que un trabajador labora, ello no significa que la misma
pueda arrogarse en forma exclusiva y excluyente la titularidad de tales comuni-
caciones y documentos, pues con ello evidentemente se estaría distorsionando
el esquema de los atributos de la persona, como si estos pudiesen de alguna
forma verse enervados por mantenerse una relación de trabajo.
19) Aun cuando es inobjetable que toda relación laboral supone para el tra-
bajador el cumplimiento de obligaciones; y para el empleador, la facultad de
organizar, fiscalizar y, desde luego, sancionar a quien incumple tales obligacio-
nes, ello no quiere decir que el trabajador deje de ser titular de los atributos y
libertades que como persona la Constitución le reconoce. No en vano el artícu-
lo 23 de nuestra norma fundamental contempla expresamente que: “Ninguna
relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales, ni
desconocer o rebajar la dignidad del trabajador”. Por consiguiente y en tanto
existen mecanismos mediante los cuales el trabajador puede ejercer sus dere-
chos, resulta igual de inobjetable que la relación de trabajo debe respetar el
contenido esencial de los mismos.
20) Queda claro, empero, que cuando se alega que la relación laboral no puede
desconocer los derechos fundamentales del trabajador, ello no significa tampo-
co que tales atributos puedan anteponerse a las obligaciones de trabajo, de ma-
nera tal que estas últimas terminen por desvirtuarse o desnaturalizarse. En tales
supuestos, es evidente que el empleador no solo puede, sino que debe, hacer uso
de su poder fiscalizador e, incluso, disciplinario. Sin embargo, en tales supues-
tos, la única forma de determinar la validez, o no, de una medida de tal índole
es, en primer lugar y como ya se anticipó, respetar las propias limitaciones
establecidas por la Constitución y, en segundo lugar, implementar mecanismos
razonables que permitan, sin distorsionar el contenido de los derechos involu-
crados, cumplir los objetivos laborales a los que se encuentran comprometidos
los trabajadores y las entidades empleadoras a las cuales pertenecen.
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
21) Lo que se plantea en el presente caso no es; sin embargo, que la empresa
demandada no haya podido investigar un hecho que, a su juicio, considera-
ba reprochable, como lo es el uso de un instrumento informático para fines
eminentemente personales, sino el procedimiento que ha utilizado a efectos de
comprobar la presunta responsabilidad del trabajador investigado. Sobre este
particular, es claro que si se trataba de determinar que el trabajador utilizó su
correo electrónico para fines opuestos a los que le imponían sus obligaciones
laborales, la única forma de acreditarlo era iniciar una investigación de tipo
judicial, habida cuenta de que tal configuración procedimental la imponía,
para estos casos, la propia Constitución. La demandada, lejos de iniciar una
investigación como la señalada, ha pretendido sustentarse en su sola facultad
fiscalizadora para acceder a los correos personales de los trabajadores, lo que
evidentemente no está permitido por la Constitución, por tratarse en el caso de
autos de la reserva elemental a la que se encuentran sujetas las comunicaciones
y documentos privados y la garantía de que tal reserva solo puede verse limi-
tada por mandato judicial y dentro de las garantías predeterminadas por la ley.
22) La demandada, por otra parte, tampoco ha tenido en cuenta que en la forma
como ha obtenido los elementos presuntamente incriminatorios, no solo ha vul-
nerado la reserva de las comunicaciones y la garantía de judicialidad, sino que
ha convertido en inválidos dichos elementos. En efecto, conforme lo establece
la última parte del artículo 2, inciso 10), de la Constitución, los documentos
privados obtenidos con violación de los preceptos anteriormente señalados, no
tienen efecto legal. Ello, de momento, supone que por la forma como se han
recabado los mensajes que han sido utilizados en el cuestionado proceso admi-
nistrativo, su valor probatorio carece de todo efecto jurídico, siendo, por tanto,
nulo el acto de despido en el que dicho proceso ha culminado. Se trata, pues,
en el fondo, de garantizar que los medios de prueba ilícitamente obtenidos no
permitan desnaturalizar los derechos de la persona ni, mucho menos, y como es
evidente, que generen efectos en su perjuicio.
23) Este Colegiado considera, por lo tanto, que en cualquiera de los supuestos
en que sea observado el procedimiento seguido contra el recurrente, este resulta
absolutamente inconstitucional. Ello, no obstante, no significa que el emplea-
dor carezca de medios adecuados para fiscalizar la labor del trabajador y la
eficiencia de las responsabilidades que al mismo se le encomienda; pero es un
hecho que la implementación de tales medios no puede hacerse en forma con-
traria a los derechos de la persona, sino de manera razonable, de modo tal que
permita satisfacer los fines de toda relación laboral sin perjudicar los ámbitos
propios de autodeterminación que en todo momento deben quedar sujetos a lo
establecido en la norma fundamental”.
STC Exp. Nº 01058-2004-AA/TC
“16. Este Colegiado estima que es necesario recordar que si bien la fuente o el
soporte de determinadas comunicaciones y documentos le pertenecen a la em-
presa o entidad en la que un trabajador labora, ello no significa que esta pueda
arrogarse en forma exclusiva y excluyente la titularidad de tales comunicacio-
nes y documentos, pues con ello evidentemente se estaría distorsionando el
esquema de los atributos de la persona, como si estos pudiesen de alguna forma
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
verse enervados por mantenerse una relación de trabajo. En tal sentido, si bien
el empleador goza de las facultades de organizar, fiscalizar y sancionar, de ser
el caso, si el trabajador incumple sus obligaciones; esto no quiere decir que se
vean limitados los derechos constitucionales de los trabajadores, como lo esta-
blece el artículo 23, tercer párrafo, de la Constitución; y tampoco significa que
tales atributos puedan anteponerse a las obligaciones de trabajo, de manera tal
que estas últimas terminen por desvirtuarse (STC Exp. Nº 01058-2004-PA/TC).
En tal sentido, en el presente caso, si se trataba de determinar que el trabajador
utilizó el correo electrónico en forma desproporcionada en horas de trabajo
para fines distintos a los que le imponían sus obligaciones laborales, la única
forma de acreditarlo era iniciar una investigación de tipo judicial, habida cuenta
de que tal configuración procedimental la imponía, para estos casos, la propia
Constitución, otorgándole las garantías del caso”.
STC Exp. Nº 04224-2009-AA/TC
COMENTARIO:
El inciso 10) del artículo 2 de nuestra Constitución establece que toda per-
sona tiene derecho:
“Al secreto y a la inviolabilidad de sus comunicaciones y documentos
privados.
Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos solo pueden
ser abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por mandamiento
motivado del juez, con las garantías previstas en la ley. Se guarda secreto
de los asuntos ajenos al hecho que motiva su examen.
Los documentos privados obtenidos con violación de este precepto no tie-
nen efecto legal (...)”.
Siguiendo la doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional, debemos
entender que la garantía del secreto e inviolabilidad de las comunicaciones y do-
cumentos privados, comprende la comunicación misma independientemente de
su contenido, de modo que cuando se produce alguna interceptación o cuando se
accede indebidamente a lo comunicado, nos encontraremos ante infracciones a
este derecho constitucional(6).
Dicho derecho merece particulares consideraciones en el marco de la rela-
ción laboral, pues en la actualidad es común que para efectos de mejorar la ges-
tión empresarial, el empleador entregue a sus trabajadores una cuenta de correo
electrónico institucional, o que se les permita el libre acceso a internet.
(6) Ver f. j. 24 de la STC Exp. Nº 0774-2005-HC/TC, así como la STC Exp. Nº 2863-2002-AA/TC.
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DEBIDO PROCESO
COMENTARIO:
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“20. Denominase como tales a aquellas reglas rectoras que informan la elabora-
ción de las normas de carácter laboral, amén de servir de fuente de inspiración
directa o indirecta en la solución de conflictos, sea mediante la interpretación,
aplicación o integración normativas.
La relación laboral se caracteriza en sí misma por la desigualdad, lo que hace
que el empleador devenga en la parte ‘fuerte’ e ‘imponente’ y el trabajador en
la parte ‘débil’ e ‘impotente’ (...)”.
STC Exp. Nº 0008-2005-AI/TC
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IRRENUNCIABILIDAD DE DERECHOS
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
justamente prohíbe que los actos de disposición del trabajador, como titular de
un derecho, recaigan sobre normas taxativas entendiendo por tal, aquellas que
ordenan y disponen sin tomar en cuenta la voluntad de los sujetos de la relación
laboral, dentro de tal ámbito, el trabajador no puede “despojarse”, permutar o
renunciar a los beneficios, facultades o atribuciones que le concede la norma y
sanciona con la invalidez la trasgresión de esta pauta basilar. Así la irrenuncia-
bilidad de los derechos laborales proviene y se sujeta al ámbito de las normas
taxativas que, por tales, son de orden público y con vocación tuitiva a la parte
más débil de la relación laboral (...)”.
Cas. Nº 476-2005-Lima
“3. (...) el establecimiento de un plazo de prescripción o caducidad para la ini-
ciación de una acción judicial en materia laboral no repercute sobre el ámbito
constitucionalmente garantizado del principio de irrenunciabilidad de los de-
rechos laborales, reconocido en el inciso 2) del artículo 26 de la Constitución
Política del Perú, sino en el ejercicio del derecho de acceso a la justicia para la
determinación de los derechos y obligaciones, en este caso, de orden laboral.
En efecto, el “carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Cons-
titución y la ley” garantiza la imposibilidad jurídica de disponer o renunciar
libremente a los derechos que en favor del trabajador reconoce el ordenamiento
laboral, sea antes de la iniciación de una relación de trabajo, durante su desarro-
llo o una vez culminada. En ese sentido, la protección contra la “autorrenuncia”
de un derecho reconocido por la Constitución o la ley tiene por finalidad im-
pedir que la condición de desigualdad material en la relación laboral pueda ser
utilizada por el empleador con el objeto de forzar un pacto cuyas condiciones
contravengan los derechos reconocidos por normas inderogables del derecho
laboral.
No sirve a esa finalidad tuitiva, como es obvio, el establecimiento de un plazo
de prescripción o caducidad en la ley procesal laboral, ya que, como antes se
ha dicho, extramuros de una relación de trabajo, en realidad, su establecimiento
constituye una limitación temporal del ejercicio de un derecho de naturaleza
procesal, como es el de acceso a la justicia laboral”.
STC Exp. Nº 02637-2006-AA/TC
“5.(...) la prescripción no supone la denegatoria del derecho en cuestión, sino,
en todo caso, la restricción del remedio procesal para exigirlo, lo cual no debe
olvidarse, constituye también la defensa de otro bien constitucional en la medi-
da que se protege por esta vía la seguridad jurídica. En efecto, la prescripción
no opera por la ‘voluntad’ del trabajador, sino por un mandato de la norma que
sanciona su negligencia en pos de la seguridad jurídica. Adicionalmente, cabe
anotar que la prescripción es una institución que ha gozado de rango constitu-
cional en nuestro ordenamiento (precisamente, en la Constitución de 1979 que
el recurrente reclama aplicable al presente caso).
6. Por otro lado, los derechos laborales, como cualquier otro derecho, requie-
ren de cierta diligencia por parte de su titular para garantizar su ejercicio. Es
por esto que el Estado, a través de las reglas procesales, ha establecido plazos
en los cuales estos pueden hacerse valer, de modo de preservar un sistema de
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
COMENTARIO:
(8) El empleador siempre buscará que el trabajador labore más tiempo con una remuneración baja, en tanto que el trabajador
buscará trabajar menos tiempo por una remuneración mayor.
(9) GONZALES HUNT, César. (2009; 194).
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
Ahora bien, un tema de particular relevancia que se suscito hace unos años
sobre el particular, fue el criterio adoptado, inicialmente, por el Tribunal Consti-
tucional respecto de la prescripción del cobro de los derechos laborales, en donde
se dejaba entre ver que los conceptos de irrenunciabilidad era sinónimo de im-
prescriptibilidad, de modo que no existía plazo de prescripción que limitase su
cobro(10). Sin embargo, el Tribunal, en su STC Exp. Nº 04272-2006-AA/TC, ha
rectificado su posición inicial, refiriendo que “(...) una cosa es la irrenunciabi-
lidad de los derechos, esto es, su naturaleza inalienable en su condición de bie-
nes fuera de la disposición, incluso llegado el caso, de sus propios titulares (por
ejemplo, no podría argumentarse válidamente que un trabajador ‘ha renunciado’
al pago de sus haberes), y otra cosa distinta es la ‘sanción’ legal que se impone al
titular de un derecho que, tras su agresión, no ejercita el medio de defensa en un
lapso previsto normalmente en la ley”, lo cual no podía ser de otra manera, pues
la prescripción se genera justamente por la ausencia de voluntad del titular del
derecho por reclamarlo, en tanto que para la aplicabilidad del principio materia de
comentario, se requiere una manifestación de voluntad de abandonar el derecho.
Más aún, si recordamos que la prescripción, no necesariamente implica que el
titular del crédito laboral no pude solicitar el cobro de los beneficios pendientes
de pago, sino que únicamente se limitará la posibilidad que ello lo realice a través
del ejercicio del derecho de acción.
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
COMENTARIO:
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
PRIMACÍA DE LA REALIDAD
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
sucede en el terreno de los hechos”. (Los Principios del Derecho del Trabajo,
Depalma Bs. As. 1998, p. 313) (...) que, de lo que se trata es que en el ámbito de
las relaciones laborales, algunos empleadores, con el objeto de burlar los dere-
chos laborales, tratan de disfrazar una relación laboral y hacer aparecer como si
se tratara de una relación de carácter civil o comercial, por lo que en virtud del
principio antes indicado debe preferirse a los hechos de la realidad y determinar
la verdadera naturaleza de la relación jurídica. De igual manera, este principio
resulta de aplicación cuando con el objeto de burlar algunos acreedores o lograr
algunos beneficios o las prestaciones de la Seguridad Social se trata de aparen-
tar la existencia de una relación laboral (...)”.
Exp. Nº 2899-2003-IDA (S)
“(...) al desempeñar sus labores el actor, lo hizo manteniendo una relación de
subordinación respecto de la entidad demandada y sujeto al cumplimiento de
un horario o jornada de trabajo, además el trabajador percibía una remunera-
ción periódica y cumplía labores de naturaleza permanente, por lo que teniendo
en cuenta la naturaleza social del derecho del trabajo, el juzgador, en atención
al principio de la primacía de la realidad, ha aplicado la norma de acuerdo a la
realidad de la relación laboral en beneficio del trabajador (...)”.
Cas. Nº 1509-2003-Lima
“(...) que, de conformidad con el artículo 1 del Título Preliminar de la Ley
Procesal del Trabajo uno de los principios que inspira el proceso laboral es el
de Veracidad llamado también de Primacía de la Realidad, el cual establece que
el Magistrado Laboral no debe conformarse con la verdad aparente, contenida
muchas veces en los documentos suscritos por las partes, sino que debe buscar
el conocimiento de la verdad real, teniendo en cuenta que los hechos priman
sobre las apariencias (...)”.
Exp. Nº 2026-2000-B.E. (A y S)
COMENTARIO:
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
Las partes de la relación jurídica son el empleador y el Las partes del contrato son el comitente y el locador. Este
trabajador. último es quien presta el servicio.
Existe el elemento de la subordinación, debida por el tra- No existe subordinación. El locador actúa de manera autó-
bajador. Por causa de ella, el trabajador labora siguiendo noma e independiente.
las indicaciones e instrucciones de su empleador. El locador es libre de decidir cómo desprende su accionar.
Se rige por las normas laborales. Se rige por el Código Civil y, principalmente, la autonomía
de la voluntad de las partes.
Reconoce el pago de beneficios sociales a favor del traba- El locador de servicios no tiene derecho a percibir bene-
jador (gratificaciones, CTS, descanso vacacional, partici- ficios sociales.
pación en las utilidades.
El trabajador es asegurado obligatorio a los regímenes de El locador no es asegurado obligatorio a los regímenes de
seguridad social (salud y pensiones). seguridad social, salud ni pensiones.
33
DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
CONTINUIDAD
“3. El régimen laboral peruano se rige, entre otros, por el principio de causa-
lidad, en virtud del cual la duración del vínculo laboral debe ser garantizado
mientras subsista la fuente que le dio origen. En tal sentido, hay una preferencia
por la contratación laboral por tiempo indefinido respecto de la de duración
determinada, la que tiene carácter excepcional y procede únicamente cuando
el objeto del contrato sea el desarrollo de labores con un alcance limitado en el
tiempo, sea por la concurrencia de determinadas circunstancias o por naturaleza
temporal o accidental del servicio que se va a prestar. Como resultado de ese ca-
rácter excepcional, la ley establece formalidades, requisitos, condiciones y pla-
zos especiales para este tipo de contratos, e incluso sanciones cuando a través
de estos, utilizando la simulación o el fraude, se pretende evadir la contratación
por tiempo indeterminado. Dentro de estos contratos, a los que el Texto Único
Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728 denomina Contratos de Trabajo Su-
jetos a Modalidad, se encuentra el llamado contrato temporal y el accidental-
ocasional. El primero corresponde cuando deben realizarse actividades que no
pueden ser satisfechas por el personal permanente de la entidad, y el segundo,
cuando se requiera la atención de necesidades transitorias distintas a las activi-
dades habituales de la empresa. Para ambos, la ley establece plazos máximos
de duración, así como la exigencia de que las causas objetivas determinantes de
la contratación consten por escrito”.
STC Exp. Nº 001874-2002-AA/TC
“8. (...) De acuerdo al artículo 53 de la norma precitada, las modalidades con-
tractuales previstas en dicho título pueden celebrarse únicamente cuando así lo
exija la naturaleza temporal o accidental del servicio que se va a prestar o de
la obra que se ha de ejecutar, así como cuando así lo requieran las necesida-
des del mercado o mayor producción de la empresa, quedando exceptuados los
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
COMENTARIO:
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
INMEDIATEZ
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COMENTARIO:
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
RAZONABILIDAD Y PROPORCIONALIDAD
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COMENTARIO:
(24) Léase, otorgamiento de movilidad, gratificación extraordinaria, asignación por educación, entre otros.
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DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES LABORALES
(25) Ello debido a que de acuerdo al artículo 63 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, aprobado por el
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, la duración del referido contrato, no tiene una fecha fija de culminación, sino que su
duración será la que resulte necesaria para el servicio u obra que ameritó la contratación del trabajador.
(26) Sea funcional o geográfico.
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ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
(27) Verificar si su comisión compromete la lesión de otros deberes o implica un desmedro a la imagen de la empresa.
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Capítulo II
Derecho individual
del trabajo
Subcapítulo I
Contrato de Trabajo
Frida M. Chávez Núñez
1. CONTRATO DE TRABAJO
1.1. Concepto
La institución básica del Derecho Laboral es el contrato de trabajo, definido
como aquel acuerdo voluntario entre el trabajador (necesariamente una persona
natural) y el empleador (que puede ser una persona natural o jurídica) en virtud
del cual el primero se obliga a poner a disposición del segundo, su propio trabajo,
a cambio de una remuneración; es decir, a través de este acuerdo se intercambia
actividad subordinada por remuneración.
El contrato de trabajo es la génesis de la relación laboral, el cual genera y
regula un conjunto de derechos y obligaciones tanto para el trabajador como para
el empleador; así como las condiciones especiales dentro de las cuales se desa-
rrollará la relación laboral.
El artículo 4 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral (LPCL),
aprobada por Decreto Supremo Nº 003-97-TR, indica que:
“En toda prestación de servicios remunerados y subordinados se presume,
salvo prueba en contrario, la existencia de un contrato de trabajo por tiem-
po indeterminado”.
De esta definición, se desprende que el contrato de trabajo supone la exis-
tencia de un acuerdo de voluntades, por el cual una de las partes se compromete
a prestar sus servicios personales en forma remunerada (el trabajador); y, la otra,
al pago de la remuneración correspondiente y que goza de la facultad de dirigir,
fiscalizar y sancionar los servicios prestados (el empleador)(1).
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(6) Ídem.
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B) Características comunes:
• Formalidad: Para que un contrato de trabajo pueda considerarse como uno
sujeto a modalidad, debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Escrituración: Frente a la utilización fraudulenta de las modalidades con-
tractuales en materia laboral, se establece el requisito de que los contratos
consten necesariamente por escrito. Esta exigencia, favorece el conoci-
miento del trabajador acerca de las condiciones en las cuales laborará,
siendo la más importante de ellas, conocer el tiempo de duración de su
contrato de trabajo. Asimismo, a través de esta obligación se previene la
posterior alegación de plazos que no han sido inicialmente pactados. Así,
debe consignarse en forma expresa:
- Su duración;
- Las causas objetivas determinantes de la contratación; y
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(...) En el presente caso se aprecia de los contratos de trabajo (...) que la So-
ciedad emplazada contrató al demandante por la modalidad de necesidades de
mercado (...), por la modalidad de incremento de actividades (...) y nuevamente
mediante la modalidad de necesidades de mercado (...).
En la cláusula primera del contrato por necesidades de mercado y de la prórro-
ga (...), se establece que el demandante fue contratado para realizar labores de
Preparador de Muestras en el Área de Geología ya que ‘La variación que viene
experimentando la cotización internacional del oro, ha determinado que EL
EMPLEADOR se vea en la necesidad de incrementar su nivel de producción
en razón de esta favorable coyuntura, lo cual hace necesario aumentar la pro-
ducción por un periodo temporal’. Siendo ello así, la emplazada cumplió con la
obligación de explicitar en qué sentido el supuesto incremento de actividades
es realmente coyuntural o circunstancial y no permanente; por consiguiente,
no se puede concluir que la emplazada haya contratado al recurrente utilizando
inválidamente esta modalidad contractual.
Posteriormente, (...) las partes celebraron un nuevo contrato modal por incre-
mento de actividades (...), en cuya cláusula segunda se precisa que se trata de
una renovación del contrato suscrito con fecha 2 de enero de 2004, tal afirma-
ción no se condice con la realidad de los contratos de trabajo celebrados entre
las partes, ya que el 2 de enero de 2004, las partes celebraron un contrato de
trabajo por necesidades de mercado y no un contrato de trabajo por incremento
de actividades, como erradamente se afirma en la cláusula mencionada.
Asimismo, es necesario precisar que no es suficiente que el contrato celebrado
consigne la modalidad contractual, sino que en el mismo se especifique de ma-
nera concreta el nuevo requerimiento contractual por incremento de actividad,
es decir que se establezca la causa objetiva que justifique la contratación tem-
poral, necesidades distintas para las que fue contratado inicialmente, lo cual no
ha sucedido en el presente caso.
Lo que pone en evidencia la desnaturalización de los contratos de trabajo por
incremento de actividades, pues esta modalidad contractual para su celebración
no requiere de la misma causa objetiva que el contrato de trabajo por necesida-
des del mercado para que puedan ser confundidos. Por esta razón, el Tribunal
considera que las prórrogas celebradas con posterioridad al 1 de enero de 2006,
son ineficaces, pues han sido suscritos con fraude a la ley, toda vez que preten-
den encubrir una relación a plazo indeterminado como si se tratara de un trabajo
a plazo determinado.
En consecuencia al haberse determinado que entre las partes existía una rela-
ción laboral de naturaleza indeterminada, el demandante solo podía ser despe-
dido por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral, no
obstante ello, (...) el demandante fue cesado (...) de manera unilateral, (...) no se
contempló los hechos que motivaron y justificaron la extinción de la relación
laboral, por lo que la ruptura del vínculo laboral, tiene el carácter de un despido
arbitrario, lesivo del derecho al trabajo, frente a lo cual procede la reposición
como finalidad eminentemente restitutoria de todo proceso constitucional de
tutela de derechos fundamentales(...).
STC Exp. Nº 02055-2010-PA/TC
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(11) Ídem.
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(...) se concluye que existe una conexión directa entre las facultades perma-
nentes de fiscalización de Sunat y las labores que realizaba la recurrente en su
condición de Fedatario Fiscalizador en la Sección de Auditoria de la oficina
zonal de Chimbote. Por consiguiente, este Colegiado considera que las labo-
res que desempeñaba la actora eran de naturaleza permanente, hecho que no
se condice con la finalidad del contrato por servicio específico regulado en el
artículo 63 del D. S. Nº 003-97-TR, y cuya naturaleza ha sido ya explicada en
fundamentos supra.
En consecuencia, este Colegiado considera aplicable al caso materia de con-
troversia lo dispuesto en el artículo 77 del D. S. Nº 003-97-TR, Texto Único
Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, que señala:
Los contratos de trabajo sujetos a modalidad se considerarán como de du-
ración indeterminada: (...) d) Cuando el trabajador demuestre la existencia de
simulación o fraude a las normas establecidas en la presente ley. (...).
Al ser factible comprobar que el contrato de servicio específico suscrito tiene,
en realidad, las características y en naturaleza propias de un contrato de trabajo
de duración indeterminada, es posible afirmar que cualquier decisión del em-
pleador de dar por concluida la relación laboral solo podría sustentarse en una
causa justa establecida por la ley y debidamente comprobada, razón por la cual
se habría configurado (...) un despido sin expresión de causa (...)”.
STC Exp. Nº 00525-2010-PA/TC
Se debe usar este tipo de contrato cuando el servicio que realizará el trabajador
sea de vigencia temporal, lo que amerite su contratación durante un periodo de
tiempo determinado. Así, se demuestra en la siguiente sentencia del TC:
(...) El análisis de la cuestión controvertida se centrará, entonces, en determi-
nar si se han desnaturalizado los contratos sujetos a modalidad suscritos por el
recurrente y la entidad demandada, a fin de establecer si se ha encubierto una
relación laboral que por la naturaleza de los servicios prestados pudiera ser
considerada como de plazo indeterminado y, por tanto, sujeta a los beneficios y
obligaciones que la legislación laboral impone para estos casos. Por ello deberá
analizarse si los contratos para servicio específico suscritos por el actor han sido
desnaturalizados y si la causa, objeto y/o naturaleza del servicio corresponde a
actividades más bien ordinarias y permanentes, que obligarían a su contratación
por tiempo indeterminado, en cuyo caso el demandante solo podía ser despedi-
do por causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral.
(...) el artículo 63 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, (...)
regula los contratos modales para obra determinada o servicio específico, y
establece que se podrán realizar las renovaciones necesarias para la conclusión
o terminación de la obra o servicio objeto de la contratación, y que su duración
será la que resulte necesaria. Así, el punto central en este tipo de casos consiste
en evaluar la prestación de la que fue objeto del contrato, y si aquella tendía más
bien a lo permanente que a lo temporal.
Se advierte de los contratos suscritos por las partes que las labores desempe-
ñadas por el actor se originaron debido a la necesidad de mantener en óptimas
condiciones los locales y bienes muebles (...), lo que, a priori implicaría una
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Pese a ello cabe precisar que esta modalidad contractual puede llegar a des-
naturalizarse, siempre y cuando se acredite la existencia de una simulación
o fraude entre la causa objetiva que justifica la contratación temporal, y la
prestación del servicio, hecho que corresponde ser acreditado a través de
medios de prueba que evidencien la citada divergencia entre la modalidad
contractual y la realidad.
Respecto de la amenaza invocada cabe precisar que la renovación de los
contratos laborales sujetos a modalidad no es una obligación exigible a
los empleadores ni su negativa configura una lesión al contenido constitu-
cionalmente protegido del derecho al trabajo, dado que lo que la ley exige
con relación a la formulación de los contratos modales es que se cumpla
estrictamente con los requisitos que el artículo 72 del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR dispone.
Por otro lado el Sindicato demandante ha sostenido que los contratos de
trabajo intermitentes que han suscrito sus afiliados se encuentran desnatura-
lizados por haber superado el plazo máximo de contratación que establece el
segundo párrafo del artículo 74 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, alegato
que (...) carece de sustento, pues esta modalidad contractual no se encuentra
sujeta a un plazo máximo para su desnaturalización (...).
Finalmente, (...) en autos no se ha acreditado que la Sociedad emplazada vie-
ne realizando actos de coacción en contra de los trabajadores sindicalizados
para efectos de provocar su renuncia al Sindicato (...)”.
STC Exp. Nº 01209-2011-PA/TC
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“El artículo 1 de la Constitución Política del Estado señala que la persona hu-
mana y el respeto de su dignidad constituyen el fin supremo del Estado, motivo
por el cual debe este tutelar y respetar derechos elementales como el trabajo,
cuyo efecto inmediato es procurar al trabajador la percepción de sus remunera-
ciones, los cuales tienen contenido y carácter alimentario por constituir la fuen-
te esencial de su manutención como el de su familia de acuerdo a lo previsto en
el artículo 24 de la misma carta magna”.
Cas. No 068-2005-Huánuco-Pasco
“El mandato constitucional ha previsto como condición que la remuneración
que el trabajador percibe como contraprestación por la labor (...) que realiza
debe ser equitativa y suficiente, características que constituirán los rasgos esen-
ciales del derecho a la remuneración. Adicionalmente, la norma dispone que
(...) el pago de las remuneraciones ocupa el primer orden de prelación entre las
obligaciones del empleador; y, un tercer elemento que se dilucida de la norma
constitucional en esta materia es la delegación al Estado de la regulación sobre
remuneración mínima, previéndose la participación de los agentes sociales en
dicha regulación (...) Una cuestión adicional que nuestro ordenamiento jurídica
nacional imprime a la remuneración, con el fin que pueda calificar como tal, su
carácter de libre disponibilidad”.
STC Exp. No 0027-2006-PI/TC
“[L]a remuneración mínima vital debe considerarse (...), por su grado de impe-
ratividad y dispositividad frente a la autonomía privada, [como] (...) un derecho
necesario relativo. Como tal se constituye en un estándar mínimo por debajo
del cual no se puede pactar, dado que ello seria inconstitucional”:
STC Exp. No 0027-2006-PI/TC
COMENTARIO:
(16) MARTÍN VALVERDE, Antonio; RODRÍGUEZ SAÑUDO, F. y GARCÍA MURCIA, J. (2002: 606).
(17) Este convenio no ha sido ratificado por nuestro país y, en consecuencia, tiene el carácter de recomendación.
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“Artículo 3
Entre los elementos que deben tenerse en cuenta para determinar el nivel
de los salarios mínimos deberían incluirse, en la medida en que sea posible
y apropiado, de acuerdo con la práctica y las condiciones nacionales, los
siguientes:
a) La necesidad de los trabajadores y de sus familias, habida cuenta del
nivel general de salarios en el país, del costo de vida, de las prestaciones
de seguridad social y del nivel de vida relativo de otros grupos sociales;
b) Los factores económicos, incluidos los requerimientos del desarrollo
económico, los niveles de productividad y la conveniencia de alcanzar y
mantener un alto nivel de empleo”.
En el Perú, la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el
fin supremo de la sociedad y del Estado (artículo 1 de la Constitución). En virtud
al mandato constitucional, la dignidad de la persona humana debe ser garantizada
en los distintos aspectos sociales siendo uno de estos, que duda cabe, el de garan-
tizar al trabajador un ingreso económico mínimo que le permita su subsistencia
de modo apropiado. De allí que el Estado mediante el ejercicio de políticas públi-
cas laborales establezca la remuneración mínima vital.
Las remuneraciones mínimas se regulan por el Estado con participación de
las organizaciones representativas de los trabajadores y de los empleadores (ar-
tículo 24 de la Constitución). Ello se traduce en que las organizaciones más re-
presentativas de los actores sociales participen activamente en la instauración
del diálogo social. Desde el 2001, con el retorno a los cauces democráticos, el
espacio natural de concertación que se ha instaurado en nuestro país es el Consejo
Nacional del Trabajo y Promoción del Empleo. Este es el encargado de entregar
al Poder Ejecutivo una propuesta de aumento o si se prefiere actualización de las
remuneraciones de los trabajadores de la actividad privada. En nuestro país, a
diferencia de otras latitudes, no contamos con una periodicidad fija para la actua-
lización de la remuneración mínima vital. Lo óptimo sería que la remuneración
mínima se actualice de forma periódica en función de criterios como productivi-
dad, inflación o la canasta básica familiar. La tradición jurídica en nuestro país
testimonia que es el Poder Ejecutivo el que unilateralmente suele incrementar la
remuneración mínima vital mediante decretos supremos.
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COMENTARIO:
El trabajo ejecutado por una persona natural de forma personalísima (no de-
legada a un tercero) subordinado y por cuenta ajena, genera el devengo de la
correspondiente remuneración. Ello dado el carácter sinalagmático que subyace
en la relación laboral. El origen de la ejecución del trabajo, implica que el traba-
jador es quien motu proprio o voluntario, decide en donde y para quien prestará
sus servicios. Ello en ejercicio del principio-derecho de “libertad de trabajo”. Sin
embargo, en algunas circunstancias podríamos presenciar la ejecución de trabajo
sin fines económicos como lo son las ejecutadas con fines altruistas, de cola-
boración o ayuda frente al acaecimiento de un caso fortuito o fuerza mayor. Si
estuviésemos frente a un trabajo o servicio exigido a una persona bajo la amenaza
de una pena cualquiera y para el cual dicha persona no se ofrece voluntariamente
estaríamos frente a lo que se conoce como trabajo forzoso.
La OIT ha prestado suma importancia al tema razón por la cual ha pres-
crito entre uno de los cuatro principios y derechos elementales en el trabajo, la
eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio. Ello es regula-
do mediante el Convenio No 29 de la OIT, (convenio sobre el trabajo forzoso),
que es complementado por el Convenio No 105 de la OIT este último pregona,
entre otras cosas, que no se puede recurrir nunca al trabajo forzoso con fines
de fomento económico, como medio de educación política o como medida de
discriminación, de disciplina en el trabajo o de castigo por haber participado en
huelgas. Igualmente, es tratado en otros instrumentos internacionales conexos a
la esclavitud, a las prácticas análogas a la esclavitud, a la servidumbre por deudas
y a la condición de siervo.
Hoy en día existe una tutela proveniente tanto de las normas internacionales
del trabajo, en cuanto a la eliminación del trabajo forzoso, como de las normas
nacionales puesto que a nivel constitucional el artículo 23 prescribe: “(...) Nadie
está obligado a prestar trabajo sin retribución o sin su libre consentimiento”. Ello
es reforzado por normas de otros campos del Derecho. Siendo que en este caso
provengan de las normas pernales de cada país. Así, en nuestro país, en donde
aún se puede observar el fenómeno del trabajo forzoso, sobre todo en algunas
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zonas selváticas, genera que tal situación sea tipificada como una violación del
bien jurídico “libertad de trabajo”; razón por la cual el Código Penal lo reprima y
señale en su artículo 168: “Atentado contra la libertad de trabajo y asociación. 2.
Prestar trabajo personal sin la correspondiente retribución”.
De allí que el trabajo personalismo, subordinado y en régimen de ajenidad
genera una deuda para el empleador y una acreencia o crédito para el trabajador
que se traduce en el pago de la remuneración que deberá efectuar el primero en
favor del segundo, proscribiéndose por tanto toda forma de trabajo forzoso.
LA REMUNERACIÓN EN ESPECIE
“(...) las especies entregadas al trabajador para su uso y consumo personal con-
sistente en zapatos de calle, jabón, toallas, leche, chocolate, lata de duraznos,
lata de atún, paquete de fideos, galletas, aceite de comer, pollo viscerado, gela-
tina, frazada, panteón, botella de champán, leña, detergente, papel higiénico, no
constituyen condición de trabajo, porque no se aplican a la labor desempeñada
ni forma parte del desarrollo de la actividad que realiza el trabajador, constitu-
yendo las mencionadas en verdaderas remuneraciones en especie (...)”.
Cas. No 2073-97-Lima
COMENTARIO:
(18) El convenio 95 de la OIT no ha sido ratificado por el Perú, razón por la cual resulta siendo una recomendación.
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que si bien puede pactarse el pago de la remuneración en especie este debe ser en
menor porcentaje al de la remuneración en dinero, pues de lo contrario estaríamos
contraviniendo el carácter de libre disponibilidad de la remuneración. Ello dado
que el trabajador tendría que depender de un segundo acto pues debe realizar su
eventual transacción en el mercado para poder convertirlo en dinero.
El convenio No 95 no solo pregona el pago parcial en especie sino que, ade-
más, señala que el pago en especie no puede consistir en bebidas espirituosas o
drogas nocivas (artículo 4 inciso 1). El pago parcial de la remuneración en es-
pecie garantiza la oportuna disponibilidad de la remuneración para el trabajador,
pues ello permite la realización inmediata de los gastos inherentes a su condición
de ser humano y cumplir con las necesidades de su familia dado el carácter ali-
mentario de la remuneración. Para Antonio Martín Valverde, el pago en especie
es aquella: “que se paga en un bien distinto del dinero. Modalidad esta última
del pago de la retribución de la que se puede afirmar que ha existido desde siem-
pre, adoptando contenidos muy variados en cuanto a los bienes entregados como
remuneración, sean de uso o consumo directo por el trabajador y su familia, o
susceptibles de ser transmitidos a otros por un precio”(19).
En la presente casación se observa que los bienes entregados por el emplea-
dor a su trabajador no guardan relación con la prestación misma del servicio,
significando para este último que incrementa su patrimonio, razón por la cual se
concluye que son remuneraciones bajo la modalidad de especie. Si estamos ante
la presencia del pago de la remuneración en especie, entendiéndose por tal los
bienes que recibe el trabajador como contraprestación por sus servicios, debemos
considerar que su monto se valorizará de común acuerdo o, a falta de este, por el
valor de mercado y su importe se consignará en la Planilla Electrónica PDT-601.
Asimismo, la alimentación principal otorgada en especie se valorizará de común
acuerdo y su importe se consignará igualmente en el PDT-601 y en las boletas de
pago.
(19) MARTÍN VALVERDE, Antonio; RODRÍGUEZ SAÑUDO, GUTIÉRREZ, Fermín y GARCÍA MURCIA, Joaquín.
(2002. 580).
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consiste en aquel monto entregado al trabajador para que pueda solventar los gas-
tos de traslado desde su domicilio hasta las instalaciones del centro de trabajo y
viceversa; dado que tales gastos son inevitables. Ello quiere decir que su entrega
está condicionada a que el trabajador asista al centro laboral, caso contrario los
días que dicho trabajador no asista no habrá obligación de efectuar su pago. Ello
genera que su entrega no responda al carácter contraprestativo del trabajo y, por
lo tanto, no sea remuneración, si embargo, si resulta ser una ventaja patrimonial
razón por la cual dicho monto estará afecta al impuesto a la renta de quinta cate-
goría. El segundo es aquel monto entregado al trabajador para que pueda cumplir
cabalmente con las funciones encomendadas, ocurre por ejemplo con el conserje
de un estudio jurídico al que se le destinan montos para que se traslade desde el
centro de trabajo hasta los lugares donde deba realizar la entrega o presentación
de documentos. Asimismo, sucede con el monto entregado para que el trabajador
se traslade desde su domicilio, pero ya no directamente al centro de trabajo, sino
a un lugar distinto en donde por ejemplo tenga encargado una reunión con algún
cliente. Ello determina que la entrega de un monto por movilidad cuando sea
como condición de trabajo no otorga ventaja patrimonial al trabajador y, por lo
tanto, ni siquiera se encuentre afecto al impuesto a la renta de quinta categoría.
Si bien en ambos casos no existe un monto cuantificable en términos nu-
méricos, el artículo 19) inciso e) del TUO de la Ley de CTS (Decreto Supremo
No 001-97-TR) señala que deben ser montos que razonablemente cubran el res-
pectivo traslado. Ergo, se deba analizar caso por caso el monto entregado a cada
trabajador pues depende en gran medida de la distancia territorial existente entre
el domicilio del trabajador y el centro de trabajo, así el medio de transporte utili-
zado, y la jerarquía que detente dentro de la empresa.
Hay que tener presente que la movilidad supeditada a la asistencia al centro
de trabajo puede expresarse de diferentes formas: a) entrega de sumas dinerarias
que cubra los pasajes diarios (usualmente las empresas suelen entregarlo de ma-
nera global a fin de mes), b) traslado mediante el transporte que brinda la empre-
sa, c) el costo del combustible cuando el trabajador utiliza su propio vehículo;
esto último es tratado en “la sentencia del Exp. No 2908-95 H(S), que destaca que
los vales por consumo de gasolina, si se otorgan para que el trabajador se despla-
ce de su domicilio a su centro de trabajo y con una fiscalización en su utilización,
no califican como remuneración”(20).Este monto debe registrarse en la Planilla
Electrónica PDT 601 y en la boleta de pago.
Por su parte, la movilidad como condición de trabajo al no representar venta-
ja patrimonial para el trabajador no esta afecta a ninguna retención ni aportación.
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El Derecho del Trabajo esta compuesto en gran medida por normas míni-
mas, que crean pisos de carácter imperativo para las partes de la relación laboral,
no pudiendo en consecuencia pactar menores derechos por debajo de aquellos
pisos. Así, la autonomía de la voluntad es grandemente limitada en el campo de
las relaciones laborales. Ello no es óbice para que las partes puedan mediante la
negociación mejorar dichos pisos. Así, por ejemplo, aquel trabajador que labo-
re (4) cuatro horas diarias o (20 o 24) veinte o veinticuatro horas semanales en
jornadas de 5 o 6 días, respectivamente; tiene derecho a percibir cuando menos
la remuneración mínima vital. Ello ya que en nuestro sistema jurídico laboral
se considera jornada laboral a tiempo completo a aquella jornada cumplida a
partir de 4 horas en adelante. La excepción a la regla viene desde la orilla de los
trabajadores con jornada a tiempo parcial o part time quienes sí pueden percibir
ingresos por debajo de la remuneración mínima vital, siempre que sea de manera
proporcional a esta.
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COMENTARIO:
(22) Si bien en el proceso de amparo no hay formalmente etapa probatoria; sin embargo, en determinados casos suelen tomarse
en cuenta medios probatorios que no requieren ser rigurosidad en su actuación dada la claridad o contundencia.
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Cas. No 649-2001-Callao
“En consecuencia, habiendo quedado plenamente acreditado que se ha simu-
lado la contratación de labores de naturaleza temporal, cuando en realidad se
trataba de labores de naturaleza permanente, el contrato de trabajo del deman-
dante fue desnaturalizado, convirtiéndose en uno de duración indeterminada,
razón por la cual solo podía ser cesado por la comisión de una falta grave re-
lacionada con su conducta o su capacidad, situación que no ha sucedido en el
presente caso, razón por la cual ha sido víctima de despido incausado y se han
vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y a la protección contra el
despido arbitrario, por lo que debe estimarse la demanda. (...). En cuanto al
pago de remuneraciones dejadas de percibir, dicho extremo debe declararse
improcedente, dado su carácter indemnizatorio, y deja a salvo el derecho para
que pueda hacerse valer en la vía correspondiente”.
STC Exp. Nº 02213-2010-PA/TC
“Las remuneraciones dejadas de percibir con ocasión del despido de un traba-
jador repuesto mediante un proceso de amparo, pueden ser reclamadas en uno
de pago de beneficios sociales y/o en un proceso de indemnización por daños
y perjuicios. Estas pretensiones pueden demandarse en forma acumulativa o en
procesos independientes (por mayoría)”.
Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral 2008
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“Si bien el Tribunal Constitucional vía amparo ha concluido que las remunera-
ciones constituyen una contraprestación por el trabajo efectivamente realizado
derivando el cobro de remuneraciones caídas a una pretensión indemnizatoria,
empero debe tenerse presente, que tratándose de un proceso de cognición, el cual
está dotado de una etapa probatoria en la que las partes pueden demostrar con
amplitud los hechos expuestos en la postulación, este proceso resultaría adecuado
para reclamar y discutir dicho petitorio en la vía judicial, lo cual resulta congruen-
te con el derecho de acceso a la justicia que forma parte del contenido esencial
del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva por lo que derivar la pretensión a
otro proceso significaría atentar contra el citado principio; también dicha tesis del
Tribunal Constitucional no puede determinar el sentido de esta decisión, ya que
incluso este propio órgano jurisdiccional ha reconocido atributos pensionables
y para antigüedad en el cargo al tiempo de sus servicios transcurrido entre el
cese y la reincorporación al empleo como así aparece, entre otras, de las sen-
tencias de fechas veintiséis de marzo de dos mil cuatro y dieciocho de enero
de dos mil cinco recaídas en los Exps. Nos 378-004-AA/TC y 2980-2004-AA/
TC, respectivamente, expresando incluso en la sentencia de fecha veintiuno de
julio de dos mil cuatro expedida en el Exp. No 0834-2004-AA/TC que el pago
de las remuneraciones dejadas de percibir en dicho lapso merecen ser discutidas
en la vía correspondiente aperturando de este modo la posibilidad que su pago se
discuta en una acción distinta a la indemnizatoria como ha acontecido en el caso
sub examine, cuanto más si los jueces pueden apartarse de las decisiones emitidas
por el Tribunal constitucional siempre que motiven adecuadamente su resolución
y con mayor razón si la problemática en cuestión no ha sido analizada por el re-
ferido Tribunal desde la óptica estrictamente laboral y porque como lo entiende
la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia del treinta
y uno de enero de dos mil uno al señalar en su fundamento ciento diecinueve
que la reparación del daño ocasionado (...) requiere la plena restitución (restitutio
integrum) lo que consiste en el restablecimiento de la situación anterior y la re-
paración de las consecuencias que la infracción produjo, así como el pago de una
indemnización por los daños ocasionados en virtud a lo cual en su fundamento
ciento veinte consagra el derecho de los magistrados afectados a ser resarcidos
en sus salarios y prestaciones dejados de percibir disponiendo en su fundamen-
to ciento veintiuno que el Estado (peruano) pague los salarios caídos y demás
derechos laborales que le correspondan durante el periodo que duró su indebida
destitución (perdida del empleo) y además compense todo otro daño que estos
acrediten debidamente a consecuencia de las violaciones de las que fueron objeto
aunque ya siguiendo los trámites nacionales pertinentes, con lo cual debe enten-
derse que este órgano supranacional concibe que el pago de los salarios caídos y
demás beneficios laborales dejados de percibir forman parte del restablecimiento
integral de la situación anterior”.
Cas. Nº 229-2005-Lima
113
REMUNERACIONES
COMENTARIO:
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LUIS QUIROZ ESLADO
COMENTARIO:
(23) ALONSO OLEA, Manuel y CASAS BAAMONDE, María Emilia. (2001: 338).
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REMUNERACIONES
COMENTARIO:
COMENTARIO:
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REMUNERACIONES
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LUIS QUIROZ ESLADO
COMENTARIO:
“(...) cabe precisar que la primera parte del artículo 51 de la Carta Magna estable-
ce que “La Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley sobre las nor-
mas de inferior jerarquía, u así sucesivamente”. Asimismo, la segunda parte del
artículo 138 de la citada Carta Magna establece que “En todo proceso, de existir
incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces
prefieren la primera. Igualmente, prefiere la norma legal sobre toda otra norma
de rango inferior” (...). Finalmente, el artículo 26, inciso 3, de la Carta Mag-
na establece que: “En la relación laboral se respetan los siguientes principios:
3) Interpretación favorable al trabajador en caso de duda insalvable sobre el
sentido de una norma.
Quinto.- Pues bien, el artículo 24 de la Constitución Política establece, en su
segundo párrafo, que: “El pago de la remuneración y de los beneficios sociales
119
REMUNERACIONES
del trabajador tiene prioridad sobre cualquiera otra obligación del empleador”.
Es decir, que dicha norma constitucional no establece ningún requisito o condi-
ción previa para que los trabajadores sean pagados de manera preferente a otros
acreedores. Sin embargo, el Decreto Legislativo No 856, en sus artículos 3 y 4,
establece condiciones no previstas por el legislador constituyente, es decir, el
contenido del citado Decreto Legislativo resulta incompatible con lo normado
en la Constitución.
Sexto.- Consecuente con lo anterior, la aplicación de los artículos 3 y 4 del De-
creto Legislativo Nº 856 importaría la violación de los principios de jerarquía
del ordenamiento jurídico, de supremacía de la Constitución y del in dubio pro
operario, previstos en las normas constitucionales transcritas en el cuarto con-
siderando de esta resolución.
Sétimo.- Por tanto, esta sala, haciendo uso del control difuso de la constitucio-
nalidad de las leyes que autoriza el artículo 138 de la Carta Magna, por existir
incompatibilidad entre lo dispuesto en los artículos 3 y 4 del Decreto Legisla-
tivo Nº 856 y la Constitución, declara que es inaplicable, en el presente caso,
los indicados preceptos de jerarquía legal para dirimir la presente controversia,
debiendo declararse fundado el recurso de casación por la causal de aplicación
indebida de las citadas normas, debiéndose preferir la norma constitucional”.
Cas. No 2335-2003-Lambayeque
“Que en lo concerniente al carácter preferente de los adeudos laborales, su na-
turaleza reposa en el hecho de que la relación genera una vinculación de tipo
personal y además patrimonial entre el trabajador y el empleador. La primera
está referida a las condiciones laborales mientras que la segunda, es una ga-
rantía que vincula el patrimonio del deudor al cumplimiento de las obligacio-
nes convencionales y legales. Segundo: Que, la acción persecutoria tiene por
finalidad apremiar los bienes del empleador o empresario deudor, pues estos
constituyen la garantía para el pago de las acreencias laborales. No se trata de
identificar quien o quienes ejercen actualmente la posesión de los bienes de la
empresa originaria, o si hay algún vinculo familiar o personal de los terceros
adquirentes con el empleador; de lo que se trata es de identificar los bienes,
tener la certeza de que pertenecieron al empleador deudor; y eventualmente,
realizarlos”.
Cas. No 341-2000-Lima
“Para efectos de realizar el cobro de créditos laborales, el acreedor puede, me-
diante acción de persecutoriedad, exigir la ejecución de los bienes del emplea-
dor o empresario deudor; por lo que no importa que se haya transferido el bien
ni quien ejerza, al momento de ejecutar, la propiedad de los bienes, solo im-
porta identificarlos y tener certeza de que pertenecieron al empleador deudor”.
Cas. No 1303-2003-Lambayeque
COMENTARIO:
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LUIS QUIROZ ESLADO
121
REMUNERACIONES
activos del deudor que mantuviera en su poder. 15. Si bien la referida norma
establece que las empresas del sistema financiero tienen derecho a realizar la
compensación entre sus acreencias y los activos del deudor, existen activos
excluidos de este derecho, conforme lo indica la misma norma:
“Ley Nº 26702. artículo 132.- Formas de atenuar los riesgos para el ahorrista.-
En aplicación del artículo 87 de la Constitución Política, son formas mediante
las cuales se procura, adicionalmente, la atenuación de los riesgos para el aho-
rrista: (...) 11. El derecho de compensación de las empresas entre sus acreen-
cias y los activos del deudor que mantenga en su poder, hasta por el monto de
aquellas, devolviendo a la masa del deudor el exceso resultante, si hubiere. No
serán objeto de compensación los activos legal o contractualmente declarados
intangibles o excluidos de este derecho (...)”.
17. De acuerdo a lo señalado por la norma indicada, uno de los supuestos en los
que no será aplicable la compensación es cuando los activos del usuario que la
entidad financiera mantenga en su poder hayan sido excluidos de dicho derecho
por una norma legal. Es así que para conocer cuáles son dichos activos, es pre-
ciso hacer el análisis de las normas que regulan la compensación. 18. El Código
Civil define a la compensación como un modo de extinción de obligaciones y
establece de manera taxativa, los supuestos en los que se encuentra prohibi-
do realizar la compensación, incluyendo entre ellos, al crédito inembargable6.
De acuerdo a ello, el crédito inembargable constituirá un activo excluido del
derecho de compensación de las entidades del sistema financiero. 19. Para el
usuario de entidades financieras, el crédito está constituido por los fondos de las
cuentas que el Banco mantiene en su poder, respecto de los cuales tiene derecho
a compensar. Así, las entidades financieras son deudoras respecto de los fondos
de las cuentas de ahorro de titularidad de los usuarios, toda vez que el dinero
depositado en ellas no es de propiedad del Banco, y son acreedoras respecto de
las obligaciones que estos usuarios tienen pendientes de pago a su favor, por
lo que tiene derecho a compensar la acreencia a su favor, que es la deuda del
usuario, con el activo de este, que es el dinero existente en su cuenta de pago de
haberes, salvo las excepciones establecidas por la Ley. 20. Sobre el particular,
la doctrina nacional señala que la exclusión del crédito inembargable del ejer-
cicio del derecho de compensación ha sido establecida de manera expresa en el
Código Civil, dada la protección prioritaria que el Derecho otorga a dichos cré-
ditos en relación con otros derechos patrimoniales. 21. Al respecto, el Código
Procesal Civil establece cuáles son los bienes calificados como inembargables,
incluyendo a las remuneraciones, cuando no exceden las 5 Unidades de Refe-
rencia Procesal (en adelante, URP), siendo el exceso embargable hasta una ter-
cera parte. 22. Así, de un análisis sistemático de las normas, es posible afirmar
que el derecho de compensación no procede respecto de bienes inembargables,
en particular, respecto de las remuneraciones con las limitaciones que la Ley
establece. Dicha interpretación es unánime a nivel doctrinal, así, Raúl Ferrero
Costa señala que no son compensables los créditos inembargables, como los
créditos por alimentos y parcialmente, las remuneraciones y pensiones. 23. La
protección que el sistema normativo otorga a la remuneración, al considerarla
inembargable e incompensable, se justifica en que esta tiene como finalidad la
satisfacción de necesidades vitales de los trabajadores, por lo que, de permitirse
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LUIS QUIROZ ESLADO
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REMUNERACIONES
COMENTARIO:
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LUIS QUIROZ ESLADO
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Subcapítulo III
Beneficios Sociales
Frady Curay Méndez
1. BENEFICIOS SOCIALES
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BENEFICIOS SOCIALES
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FRADY CURAY MÉNDEZ
COMENTARIO:
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BENEFICIOS SOCIALES
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FRADY CURAY MÉNDEZ
libremente el contenido del contrato que han acordado celebrar. Es decir, las par-
tes tienen total facultad de autorregulación de sus intereses en función de sus ne-
cesidades. En ese sentido, los contratantes pueden incluir dentro de los contratos
de locación otras prestaciones accesorias a la prestación principal si lo consideran
apropiado para sus intereses, como se ha dado en este caso donde se han pactado
contraprestaciones adicionales que tienen una similitud importante con relación a
los beneficios sociales laborales. Por ello también, estas prestaciones pueden ser
de la forma y monto que consideren pertinente, pues no existe norma que impida
que se pacten de esta forma, aunque, la creación de una figura contractual como
la descrita generaría una distorsión, pues se estaría creando una zona gris en la
contratación de servicios, muy similar a lo que sucede con los contratos admi-
nistrativos de servicios regulados en el Sector Público, que podría conllevar la
violación de los derechos laborales por medio de la simulación o el fraude.
Por ello, lejos de determinar si corresponde o no la prestación en el caso
puntual, con relación a la prestación efectiva de servicios, consideramos que es
necesario aclarar la duda sobre el tipo de relación jurídica creada por las partes.
Ello resulta dificultoso debido a que ambas afirman que se trataba de una relación
jurídica civil, a pesar de ello existen contradicciones en el propio expediente don-
de podemos encontrar referencia al pago de “beneficios sociales truncos”.
Consideramos que en el caso concreto, quizá existe un interés nulo o mínimo
del demandante en que se reconozca el vínculo laboral en la relación que tuvo
con el demandado, debido a que con el pago de las contraprestaciones que soli-
cita bajo el nombre de gratificaciones, vacaciones y compensación por tiempo de
servicios, da por satisfecho su requerimiento.
Una actitud interesante de nuestros magistrados hubiera sido reconocer de
oficio la laboralidad de la relación, por ser los derechos laborales, irrenuncia-
bles. En consecuencia, es evidente que al encontrarnos dentro de una jurisdic-
ción civil, lo consecuente debería ser la declaración de incompetencia, dejando
a salvo el derecho del demandante a recurrir a la laboral. Ello teniendo en cuen-
ta que no solo se cumplen los derechos laborales con el pago de los beneficios,
sino que al ser una relación laboral existió una obligación de retención y pago
de aportes previsionales, de aportes al Seguro Social de Salud y participación
en el reparto de utilidades, de ser el caso, entre otros aspectos inherentes a la
relación laboral.
131
BENEFICIOS SOCIALES
señala dicha norma se debió otorgar dicho beneficio con la remuneración que
percibía el actor en cada oportunidad que le correspondía percibir su pago.
(...)”.
Cas. Nº 1844-2005-Ica
COMENTARIO:
Todo trabajador que cuente con un mínimo de un mes laborando, tiene dere-
cho a que en los meses de julio y diciembre se le abone un monto correspondiente
a lo que denominamos, gratificaciones ordinarias.
Estas gratificaciones, de ser el caso que el trabajador cese antes de la fecha de
otorgamiento, se pagarán en forma proporcional a los meses laborados y dentro
de las 48 horas de producido el cese. Sin embargo, existe un caso adicional que
es el de las gratificaciones impagas. Las gratificaciones impagas son aquellas que
o bien se adeudan al trabajador mientras este continúa dentro del vínculo laboral
o simplemente no se abonaron en su momento ni al cese del trabajador.
La pregunta siempre es la misma: ¿La remuneración a tomar en cuenta para
este caso es la remuneración del momento en que debió percibir el beneficio, la
que tiene actualmente o la que tuvo al momento del cese?
Nuestra Corte Suprema se ha pronunciado al respecto, en un caso donde el
cálculo de dicho beneficio se realizó con la última remuneración del trabajador.
Para estos casos, se considera que el cálculo debe realizarse con la remunera-
ción que percibía el trabajador en la oportunidad en que correspondía otorgar el
beneficio.
En este caso, si bien parece que favorece al trabajador, pues en dicho mo-
mento percibía una remuneración mayor a la que recibía al momento de su cese,
puede darse en el sentido contrario y también en dichos casos debe tomarse la re-
muneración percibida al momento de otorgar el beneficio, así dicha remuneración
sea menor a la que percibió el trabajador al momento de su cese.
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FRADY CURAY MÉNDEZ
COMENTARIO:
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FRADY CURAY MÉNDEZ
“(...) La entidad recurrente argumenta que el monto que pagaba por movilidad,
no estaba supeditado a la asistencia a su centro de trabajo, como lo dispone
el artículo diecinueve del Decreto Legislativo seiscientos cincuenta, para ser
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BENEFICIOS SOCIALES
COMENTARIO:
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FRADY CURAY MÉNDEZ
“(...) Los ingresos que perciben los trabajadores del Sector Público que se en-
cuentran dentro del régimen regulado por el Decreto Legislativo Nº 276, se
agrupan de diversas maneras (remuneración total, remuneración total perma-
nente, remuneración principal, entre otros), las cuales sirven para el cálculo de
sus beneficios y bonificaciones.
La ‘remuneración principal’ se encuentra conformada por la ‘remuneración bá-
sica’ y la ‘remuneración reunificada’; correspondiendo la primera a la retribu-
ción que percibe el trabajador, y que es fijada en el caso de funcionarios públi-
cos de acuerdo a cada cargo, y en el caso de servidores públicos en atención al
nivel de carrera, mientras que la ‘remuneración reunificada’ resulta de integrar
en un solo concepto las remuneraciones complementarias del trabajador, excep-
to la personal y la familiar.
En cambio la ‘remuneración total’ se encuentra constituida por la remuneración
total permanente y los conceptos remunerativos que se otorguen por Ley expre-
sa; es decir, dentro de esta denominación se encuentra el íntegro de lo que per-
ciben los funcionarios y servidores públicos por el desempeño de sus funciones.
Conforme al literal c) del artículo 54 del Decreto Legislativo Nº 276, los fun-
cionarios y servidores públicos que tengan la calidad de nombrados y que se
encuentren bajo el régimen público regulado por la citada norma, una vez fi-
nalizada su relación con la entidad pública en la cual prestan servicios tienen
derecho a percibir la CTS.
De acuerdo a la referida disposición, para el cálculo de la CTS se debe utilizar
como base de referencia la ‘remuneración principal’; es así que para el caso de
servidores con menos de veinte (20) años de servicios el importe se determina
sobre la base del cincuenta por ciento (50%) de dicha remuneración, mientras
que en caso de tiempo de servicios mayores a veinte (20) años se usa una remu-
neración por cada año de servicios o fracción superior a seis (6) meses.
(...) Conforme a lo dispuesto en el Decreto Legislativo Nº 276, y desarrollado
en el numeral 14 de la presente resolución, como base para el cálculo de la
CTS se debe utilizar la ‘remuneración principal’, y no la ‘remuneración total
143
BENEFICIOS SOCIALES
permanente’, por cuanto esta es utilizada como base de cálculo de otros benefi-
cios, que no son materia del pedido del impugnante (...)”.
Resolución Nº 3159-2011-SERVIR/TSC
“(...) cabe precisar que el artículo 54 del Decreto Legislativo Nº 276, expresa-
mente ha señalado, por ejemplo que el beneficio de asignación por cumplir 25
o 30 años de servicios se calcula tomando en cuenta la remuneración mensual
total y en el caso de la compensación por tiempo de servicios se toma como
referente la remuneración principal.
Sin embargo, debemos recordar que mediante el Decreto Supremo Nº 057-86-
PCM se estableció la etapa inicial de proceso gradual de aplicación de un sis-
tema único de remuneraciones, bonificaciones, beneficios y pensiones para los
funcionarios y servidores de la Administración Pública.
Posteriormente, con el Decreto Supremo Nº 051-91-PCM, se establecieron las
normas orientadas a determinar los niveles remunerativos de los funcionarios,
directivos, servidores y pensionistas del Estado, a cuyo efecto los artículos 8 y
9 dispusieron que las bonificaciones, beneficios y demás conceptos remunera-
tivos que perciben los funcionarios, directivos y servidores otorgado en base al
sueldo, remuneración o ingreso total serán calculados en función a la Remune-
ración Total Permanente, excepto en los casos de la Compensación por Tiempo
de Servicios, la Bonificación Diferencial y la Bonificación Personal así como
el Beneficio Vacacional.
De lo señalado precedentemente, queda claro que las bonificaciones, beneficios
y demás conceptos remunerativos que perciben los funcionarios, directivos y
servidores, serán calculados en función a la Remuneración Total Permanente.
No obstante que el Tribunal Constitucional ha introducido criterios distintos
para el cálculo de los beneficios.
Al respecto, es conveniente recordar que todo servidor o funcionario adminis-
trativo debe ser plenamente consciente que no tiene como atribución, ejercer el
control difuso de la Constitución. Es decir, que no puede dejar de aplicar total o
parcialmente una norma porque personalmente considera que esta vulnera una
disposición de mayor jerarquía, constitucional o legal.
En efecto, la inaplicación de una norma, solo está reservado a los Tribuna-
les Administrativos y Jurisdiccionales y no al funcionario o servidor público,
independientemente de su jerarquía o la función de control que le hubieran
asignado.
De lo señalado precedentemente se desprende que a diferencia del Tribunal
Constitucional, el Poder Judicial y los Tribunales Administrativos como el Tri-
bunal del Servicio Civil, los funcionarios y servidores públicos no pueden rea-
lizar control difuso; es por ello que, en tanto se mantenga vigente el Decreto
Supremo Nº 051-91-PCM, las administraciones públicas no pueden dejar de
aplicarlo, salvo mandato expreso del Tribunal del Servicio Civil o de la autori-
dad jurisdiccional (...)”.
Informe Legal Nº 313-2010-SERVIR/GG-OAJ
144
FRADY CURAY MÉNDEZ
COMENTARIO:
1.3. Vacaciones
Las vacaciones son el derecho que tiene el trabajador, luego de cumplir con
ciertos requisitos, a suspender la prestación de sus servicios durante 30 días al
año, sin pérdida de la remuneración habitual.
Los requisitos para tener derecho a este beneficio son:
1. Contar con un año continuo de labor: El año de labor requerido se
computará desde la fecha en que el trabajador ingresó al servicio del
empleador.
2. Contar con los días efectivos de trabajo requeridos: No basta el cum-
plimiento del año continuo de labor, es necesario que además el traba-
jador cumpla con un determinado número de días efectivos de labor o
no sobrepasar ciertos límites de inasistencia injustificada.
145
BENEFICIOS SOCIALES
CARÁCTER SANCIONATORIO
DE LA INDEMNIZACIÓN VACACIONAL
146
FRADY CURAY MÉNDEZ
año siguiente a aquel en que adquiere el derecho a su goce, de tal manera que
la inobservancia de este plazo acarrea una sanción para el empleador al otorgar
tardíamente o, simplemente, al no conceder el descanso vacacional adquirido
por el trabajador. Así pues, se reafirma el criterio relativo a que el otorgamiento
extemporáneo del descanso físico no trae consigo una finalidad ‘liberatoria’ del
pago de la indemnización referida.
Como lo anotábamos, este razonamiento sigue la línea jurisprudencial elabora-
da por la misma Corte Suprema a través de la Cas. Nº 2170-2003- Lima, la cual,
a manera de precedente vinculante, se apartó del criterio que establecía que la
obligación de pagar la triple vacacional desaparece si se llega a hacer efectivo
el descanso, así sea con retraso (Cas. Nº 1633- 98-La Libertad).
Concordamos con la confirmación del precedente vinculante mencionado en
tanto una interpretación que convalide el no pago de la indemnización vaca-
cional con el disfrute inoportuno de las vacaciones desnaturalizaría la ratio
legis del dispositivo normativo señalado. De aceptarse la postura anterior, la
previsión de la indemnización vacacional caería ‘en saco roto’ y se vaciaría
el contenido resarcitorio de esta medida; de otro lado, no se entendería que
el reglamento de la Ley General de Inspección establezca que se comete una
infracción grave en materia de relaciones laborales cuando no se paga u otorga
íntegra y oportunamente las remuneraciones y los beneficios laborales (entre
ellos el descanso vacacional) a los que tienen derecho los trabajadores por todo
concepto”(27).
147
BENEFICIOS SOCIALES
148
FRADY CURAY MÉNDEZ
COMENTARIO:
149
BENEFICIOS SOCIALES
“(...) Que, el segundo párrafo del artículo veinticinco de este capítulo del texto
fundamental establece que los trabajadores tienen derecho a descanso semanal
y anual remunerado, su goce y compensación se regulan por ley o por conve-
nio. De este modo, esta norma constitucional reconoce a todo trabajador sin
distinción de su condición dentro de la estructura del centro de labores no solo
el derecho al descanso semanal, sino también al disfrute de vacaciones anuales,
en ambos casos, de forma remunerada reservando a la ley su delimitación y
configuración. Décimo: que, en cumplimiento de tal mandato constitucional, el
legislador ha expedido el decreto legislativo número setecientos trece que con-
solida la legislación sobre descansos remunerados de los trabajadores sujetos
al régimen laboral de la actividad privada que en su artículo veintitrés, señala
que los trabajadores, en caso de no disfrutar del descanso vacacional dentro del
año siguiente a aquel en el que adquieren el derecho, percibirán lo siguiente:
150
FRADY CURAY MÉNDEZ
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BENEFICIOS SOCIALES
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FRADY CURAY MÉNDEZ
COMENTARIO:
153
BENEFICIOS SOCIALES
privación del derecho a percibir la indemnización por no haber hecho uso oportu-
no de su descanso vacacional. Al respecto, señalamos que la norma no establece
una referencia adicional o precisiones respecto a lo que se debe entender por
gerente. Tampoco existe en nuestra legislación laboral una precisión o definición
de “gerente”.
A pesar de no tener para ello una aplicación supletoria, consideramos que
podemos recurrir a la Ley General de Sociedades - Ley Nº 26887, la cual en su
artículo 188 establece que los gerentes son los trabajadores que tienen por atri-
buciones celebrar y ejecutar los actos y contratos ordinarios correspondientes al
objetos social de la empresa y representar a la misma con las facultades generales
y especiales previstas en el Código Procesal Civil (artículos 74 y 75 de dicho
cuerpo normativo).
No obstante ello, debemos señalar que existen diferentes niveles de lo que se
considera cargos de nivel gerencial, los cuales están definidos por la estructura y
organización que tenga la empresa.
De este modo, uno de los supuestos más usuales a nivel de organización
empresarial, es que la gerencia de recursos humanos o de personal dependa or-
gánicamente de la gerencia de administración y finanzas, la cual a su vez se en-
cuentra jerárquicamente por debajo de la gerencia general. En este caso, caben las
preguntas: ¿quién es el gerente?, ¿cuál de ellos podrá indicar que decidió no hacer
uso de su descanso vacacional?
Las normas no son claras y, efectivamente, en la aplicación práctica resulta
más una cuota de criterio que de legalidad.
Ahora bien, con relación a la condición de “representantes”, la norma no
aporta mayores criterios para establecer límites o restricciones al mismo, por
cuanto la representación puede estar referida, en su versión amplia, a un poder
amplio y general respecto del manejo total de la gestión corporativa; como tam-
bién podría, en un contenido restringido, comprender a los poderes simples para
las gestiones documentarias que puede desarrollar un trabajador que no ocupa un
cargo gerencial, como, por ejemplo, un trabajador con representación para reco-
ger cheques de clientes.
A pesar de ello, consideramos que los trabajadores con condición de “repre-
sentantes” a los que hace referencia el artículo 24 del Reglamento de la Ley sobre
Descansos Remunerados - Decreto Legislativo Nº 713, deben ser aquellos que
ostentan un rango similar al de los gerentes de la empresa, ya que solo así podría
justificarse que dichos empleados puedan decidir no hacer uso de su descanso
vacacional en atención a las necesidades empresariales.
En consecuencia, el artículo bajo comentario niega el derecho a la indemni-
zación vacacional a los representantes de alto nivel o rango gerencial que cuenten
154
FRADY CURAY MÉNDEZ
con tal capacidad de decisión que puedan decidir por sí mismos hacer o no efec-
tivo el goce del descanso vacacional, de modo tal que su voluntad es suficiente
para que se postergue o se acumulen descansos vacacionales.
Asimismo, también es cierto que por las características de dichos cargos,
estos trabajadores son considerados como “importantes” o “imprescindibles” por
la organización, de modo tal que el empleador puede obligarlos expresa o tácita-
mente a no hacer uso del descanso vacacional, pues su ausencia podría generar
problemas de carácter organizativo por la trascendencia de sus servicios. A fin de
prever esta situación, el mismo artículo 24 de la citada norma exige que, para no
otorgar la indemnización vacacional, el empleador debe demostrar que el propio
gerente o representante decidió no hacer uso de su descanso vacacional(30).
La prueba de esta decisión puede llevarse a cabo mediante la presentación de
un documento expreso o a través de actos consustanciales que demuestren la exis-
tencia de una voluntad del trabajador de no hacer uso del descanso vacacional.
La realidad siempre plantea supuestos que deben ser analizados a la luz de la
normativa aplicable. Uno de los casos en los cuales el empleador puede sustentar
la negativa del trabajador a gozar del descanso vacacional, se presenta cuando
el trabajador señala, al inicio del año, en qué fecha hará uso del descanso, com-
prometiéndose formalmente a ello. En esta circunstancia, el empleador no ha
ejercido el derecho a decidir la oportunidad de las vacaciones, sino que otorga
al trabajador la opción de fijar la fecha de descanso y acepta tal decisión. De
este modo, en caso el trabajador no gozase del descanso en la oportunidad que
él mismo decidió, no le corresponderá el pago de la indemnización vacacional,
debiendo entonces probar la existencia de alguna orden o disposición del em-
pleador para que no hiciera uso del descanso. Como se puede apreciar, en el caso
planteado se reinvierte la carga probatoria, debiendo el trabajador ofrecer pruebas
que demuestren la conducta del empleador.
En este orden de ideas, consideramos que estos actos consustanciales del
trabajador que demuestran su voluntad de no hacer uso del descanso vacacional,
son medios de pruebas subjetivos y de difícil verificación en la realidad, es decir,
que no se pueden constatar a través de un medio de prueba único e indubitable
que genere certeza inmediata de la decisión del trabajador de no hacer efectivo el
goce de su descanso vacacional, constituyéndose en lo que la Ley Nº 26636, Ley
Procesal del Trabajo, denomina indicios probatorios.
En tal sentido, el artículo 41 de dicha norma señala que los actos, circuns-
tancias o signos suficientemente acreditados a través de los medios probatorios,
(30) DOLORIER TORRES, Javier Ricardo (2003, 113). La indemnización vacacional para gerentes o representantes de la
empresa.
155
BENEFICIOS SOCIALES
156
FRADY CURAY MÉNDEZ
“(...) La sala aplicó indebidamente la norma citada, para excluir a las activida-
des de exploración y explotación de petróleo de la clasificación de empresas
dedicadas a la actividad minera para el pago de la participación de utilidades
a los trabajadores; señala además que se debió aplicar el artículo tres del Re-
glamento del Decreto Legislativo número ochocientos noventidós, aprobado
mediante Decreto Supremo número cero cero nueve - noventiocho - TR, por
el cual se establece que para determinar la actividad que realizan las empresas
obligadas a distribuir utilidades, se tomará en cuenta la clasificación interna-
cional industrial uniforme (CIIU) de las Naciones Unidas, revisión tres, sal-
vo ley expresa en contrario, dicha clasificación reconoce que la extracción de
petróleo crudo, se encuentra dentro de la clasificación minera que, el artículo
dos, parte pertinente, del Decreto Legislativo ochocientos noventidós (norma
que regula el derecho de los trabajadores a participar en las utilidades de las
empresas que desarrollan actividades generadoras de rentas de tercera cate-
goría) vigente desde el uno de enero de mil novecientos noventisiete según
su tercera disposición complementaria, derogatoria y final, establece que “los
trabajadores de las empresas comprendidas en el presente decreto legislativo
participan en las utilidades de la empresa, mediante la distribución por parte
de esta de un porcentaje de la renta anual antes de impuestos. El porcenta-
je referido es como sigue: empresas pesqueras diez por ciento, empresas de
telecomunicaciones diez por ciento, empresas industriales diez por ciento, em-
presas mineras ocho por ciento, empresas de comercio al por mayor y al por
menor y restaurantes ocho por ciento y empresas que realizan otras actividades
cinco por ciento’;
(...) Que, la sala de mérito ha establecido que la empresa demandada se dedica a
la exploración y explotación petrolera (extracción de petróleo crudo y gas natu-
ral), por tanto se encuentra excluida de la clasificación de empresas dedicadas a
la actividad minera, correspondiéndole el rubro de empresas que realizan otras
actividades, conforme al artículo dos del decreto legislativo número ochocien-
tos noventidós, por tanto solo correspondía se le abone a sus trabajadores el
cinco por ciento por concepto de utilidades;
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BENEFICIOS SOCIALES
COMENTARIO:
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FRADY CURAY MÉNDEZ
COMENTARIO:
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BENEFICIOS SOCIALES
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FRADY CURAY MÉNDEZ
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BENEFICIOS SOCIALES
del dos mil dos al veinticuatro de febrero del dos mil tres, no le corresponde
percibir dicho concepto (...)”.
Cas. Nº 2110-2005-Lima
COMENTARIO:
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FRADY CURAY MÉNDEZ
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BENEFICIOS SOCIALES
164
FRADY CURAY MÉNDEZ
realizarla el juez de acuerdo con la tasa fijada por el Banco Central de Reserva
en el momento de ejecutarse la presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le con-
fiere la Constitución Política del Perú
Ha resuelto
1. Declarar FUNDADA la demanda porque se ha acreditado que la Unidad
de Gestión Educativa Pacasmayo ha incumplido la obligación de pagar al
demandante la suma de S/. 1,587.18, reconocida en la Resolución Directoral
Nº 1102-USE-P-2001.
2. Ordenar que en cumplimiento de la Resolución Directoral Nº 1102-USE-
P-2001, la Unidad de Gestión Educativa Pacasmayo pague a la demandante la
suma de S/. 1,587.18, más devengados, intereses y costos.
Publíquese y notifíquese.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ
COMENTARIO:
165
BENEFICIOS SOCIALES
166
FRADY CURAY MÉNDEZ
administrativo adquirió firmeza en razón del tiempo y que, por tal motivo, había
perdido ejecutoriedad.
Como conclusión general, no puede dejarse de cumplir una obligación di-
neraria de una entidad estatal (sea remuneración, beneficios sociales o cualquier
otra) bajo el argumento de la falta de presupuesto o de la aplicación del artículo
193.1.2 de la Ley de Procedimiento Administrativo General, al no versar el caso
sobre el cumplimiento de un acto administrativo de gravamen(32).
167
Subcapítulo IV
169
JORNADA Y HORARIO DE TRABAJO
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LUIS QUIROZ ESLADO
anotó, ese es el caso del artículo 4 del Convenio Nº 1 de la OIT, frente al cual
el artículo 25 de la Constitución otorga una mayor protección al fijar la jornada
semanal en cuarenta y ocho horas como máximo.
(...).
26. Con relación a la alegada vulneración de los derechos a una jornada laboral
ordinaria de ocho horas, a una jornada razonable y al disfrute del tiempo libre y
del descanso, debe precisarse lo siguiente:
27. Los hechos reseñados demuestran que la demandada aplica los sistemas
4 x 3 y 5 x 2, a través de turnos diarios y nocturnos, en el asentamiento minero
de Toquepala. Conforme al parámetro constitucional descrito, la jornada labo-
ral de ocho horas diarias y cuarenta y ocho horas semanales es tenida como
máxima. Asimismo, que debe limitarse razonablemente la jornada laboral dia-
ria a fin de que sea compatible con el ejercicio del derecho al descanso y al
disfrute del tiempo libre, situación que se ve seriamente restringida durante los
cuatro días en que el trabajador minero debe laborar durante 12 horas seguidas.
En ese sentido, dado que los trabajadores mineros desarrollan trabajos peli-
grosos, insalubres y nocturnos, deberán tener una jornada laboral de duración
menor a las doce horas.
28. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional estima que, en el caso par-
ticular de los trabajadores mineros, la jornada razonable de trabajo no puede ser
mayor de ocho horas diarias y debe considerar una jornada semanal razonable,
atendiendo a las específicas condiciones laborales de los trabajadores mineros,
que han sido descritas a lo largo de la presente sentencia; y que, en este caso
concreto, se caracterizan por un despliegue mayor de fuerza física, esto es, doce
horas durante 4 días seguidos y en algunos casos hasta 5 días, en un contexto de
alto riesgo para su salud, de trabajo físico a más de 3,500 m.s.n.m., de alimenta-
ción deficiente y mayor exposición a los polvos minerales, con el consiguiente
deterioro de la esperanza de vida.
29. Tratándose de jornadas atípicas, en cualquier tipo de actividades laborales,
no pueden superar el promedio de ocho horas diarias ni de cuarenta y ocho por
semana, ya sea que se trate de un periodo de tres semanas, o de un periodo más
corto, como lo dispone la Constitución y el Convenio Nº 1 de la OIT. Consi-
derando que el artículo 25 de la Constitución impone la jornada máxima de
trabajo de cuarenta y ocho horas semanales, esta prevalecerá sobre cualquier
disposición internacional o interna que imponga una jornada semanal mayor,
puesto que se trata de una norma más protectora.
30. (...)
35. Un sistema de turnos de trabajo como el implementado por la demandada
no es compatible con el parámetro constitucional descrito, puesto que afecta
la dignidad de las personas, principio-derecho que reconoce el artículo 1 de la
Constitución, y constituye, en el mediano plazo, una acelerada disminución de
la esperanza de vida y una amenaza del derecho a la vida de los trabajadores mi-
neros. Esto se torna especialmente incompatible con la obligación constitucio-
nal de todos –Estado, Empresas y personas– de defender y promover el derecho
fundamental a la vida, reconocido en el artículo 2 inciso 1 de la Constitución.
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JORNADA Y HORARIO DE TRABAJO
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LUIS QUIROZ ESLADO
COMENTARIO:
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JORNADA Y HORARIO DE TRABAJO
COMENTARIO:
COMENTARIO:
174
LUIS QUIROZ ESLADO
reducción podía pactarse con carácter permanente, siendo en este caso obliga-
torio su cumplimiento para las partes pero no puede pactarse lo contrario, es de-
cir, para aumentarla en forma permanente, pues en este caso la norma no tolera
la autonomía de la voluntad; hacerlo sería violar el máximo legal establecido
en dicha Carta Política”.
“[A]simismo, ni el empleador ni el trabajador pueden pretender exigir que la
norma legal ultrapase su duración y si la admiten voluntariamente, tiene el ca-
rácter de jornada extra, que por su naturaleza y propia denominación no puede
ser permanente, sino ocasional, contingente o eventual. No es legal ni puede
existir un pacto que importe la prestación diaria y continua de horas extras, pues
esta determina no solamente el rendimiento, sino lo que es más importante, el
desgaste fisiológico del trabajador que no puede ser compensado por ningún
salario”.
Cas. No 1684-2003-La Libertad
“El artículo 25 de la Constitución establece que los trabajadores tienen dere-
cho a descanso semanal y anual remunerados. Su disfrute y compensación se
regulan por ley o por convenio. A su turno, el artículo 2, inciso 22 de la Consti-
tución, dispone que toda persona tiene derecho al libre disfrute del tiempo libre
y al descanso. Es evidente que el ejercicio del derecho al descanso y al disfrute
del tiempo libre guarda estrecha relación con la implantación de una jornada de
trabajo razonable. Entonces, la jornada de trabajo no puede ser un impedimento
para el adecuado ejercicio del mencionado derecho o convertirlo en impractica-
ble. Es válido por ello concluir; también, en que las jornadas atípicas deberán
ser razonables o proporcionadas según el tipo de actividad laboral, a fin de que
el derecho al descanso diario sea posible”.
Exp. No 4635-2004-AA
COMENTARIO:
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JORNADA Y HORARIO DE TRABAJO
COMENTARIO:
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Capítulo III
Derecho colectivo
del trabajo
Capítulo III
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
COMENTARIO:
En líneas generales, el criterio del TC nos parece correcto, toda vez que en
el caso materia de comentario se aprecia que el dirigente sindical fue invitado
a un evento propio de su cargo: una asamblea a la que asistirían funcionarios
similares de otro país, evento común en ciertos niveles sindicales y que cumple
diversas finalidades que, en nuestra opinión, razonablemente califican como gre-
miales o sindicales (intercambiar información o experiencias sindicales, realizar
capacitaciones, hacer vinculaciones para el ejercicio o coordinación conjunta de
actuaciones, etc.).
Dichas actividades calzan en el ámbito de la libertad de gestión externa,
que forma parte del contenido de la libertad sindical, reflejada en el artículo 8
de la Ley de Relaciones Laborales Colectivas de Trabajo, y en virtud de la cual
la actividad sindical comprende una amplitud de conductas frente a terceros (de
representación y otras), siempre que no estén reñidas con los fines esenciales de
la organización sindical ni con las leyes.
En este sentido, Villavicencio Ríos explica que estamos ante un derecho
multiforme y polivalente que incluye todas aquellas acciones de los trabajadores
funcionalmente vinculadas a la defensa y promoción de los intereses económicos
y sociales que les son propios, naturalmente en un contexto de respeto a las nor-
mas básicas del ordenamiento jurídico y a los derechos de los terceros(1).
De los datos proporcionados por el TC, se puede colegir que la no concesión
de la licencia en este caso resultó injustificada. Cabe rescatar que dicho permiso
fue solicitado por el trabajador inclusive “sin goce de haberes”. De la sentencia
en comentario no se desprende razón objetiva alguna que impidiera a la entidad
180
MANUEL DE LAMA LAURA
(2) Además de las razones anotadas, por el hecho de que el supuesto abandono de trabajo solo fue por 3 días, cuando la
norma respectiva (inciso h del artículo 25 de la LPCL) establece que esta causal de despido se configura cuando las
inasistencias injustificadas suman más de 3 días, es decir por lo menos 4.
(3) Según García Manrique una orden de trabajo es la indicación dada a conocer al trabajador una vez iniciada la relación
laboral –sea a través del empleador por sí mismo o por medio de sus representantes, funcionarios o jefes debidamente
autorizados– con tal capacidad coercitiva que modifica la conducta de aquel, conminándolo a hacer o no hacer algo, o a
dejar de hacerlo, bajo pena de sanción justamente por efecto de la subordinación o sujeción jurídica de uno hacia otro,
siempre que la indicación se sitúe en el marco de la relación laboral. (GARCÍA MANRIQUE, Álvaro (2010:21). Por lo
que en este caso se ha desobedecido una orden que señala no hacer algo, en este caso, no viajar a dicha reunión sindical.
(4) Estaríamos entonces frente a un ejercicio válido del llamado derecho de resistencia. En efecto, tal como explica, González
de Patto, este derecho implica la facultad de no acatar órdenes empresariales ilícitas, vejatorias, arbitrarias, que comporten
grave riesgo o impliquen abuso de derecho, que afecten a derechos inviolables del trabajador o coarten el libre desarrollo
de su personalidad. GONZALES DE PATTO, Rosa (2008:170).
181
DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
“(...) 27. El primer párrafo del artículo 45 del Decreto Supremo Nº 010-2003-
TR, señala que: ‘Si no existe previamente una convención colectiva en cual-
quier nivel de los señalados en el artículo anterior [empresa, rama de actividad
o gremio], las partes decidirán, de común acuerdo, el nivel en que entablarán
la primera convención. A falta de acuerdo, la negociación se llevará a nivel de
empresa’.
28. Al respecto, este Tribunal considera oportuno precisar qué parte del senti-
do normativo del primer párrafo del artículo 45 del Decreto Supremo Nº 010-
2003-TR resulta materialmente inconstitucional, en la medida que señala que
‘A falta de acuerdo, la negociación se llevará a nivel de empresa’.
Dicha frase resulta inconstitucional no solo porque contraviene la libertad para
decidir el nivel de la negociación, sino también porque lesiona el derecho de ne-
gociación colectiva, pues tal como se ha señalado en el fundamento 14, supra,
ninguna ley puede fijar imperativamente el nivel de la negociación, tal como
ocurre con la frase referida.
Por dicha razón, y en virtud del poder-deber del control difuso reconocido en
el artículo 138 de la Constitución y en el artículo VI del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional, este Tribunal declara inaplicable dicha frase
al caso concreto.
29. No obstante ello, y ante la inconstitucionalidad generada, este Tribunal
considera pertinente precisar que a falta de acuerdo para decidir el nivel de
negociación, este se determinará mediante el arbitraje, sin que exista previa
declaración de huelga”.
Exp. Nº 03561-2009-PA/TC-Callao
COMENTARIO:
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MANUEL DE LAMA LAURA
Cabe rescatar que mucho antes de que dicho precepto legal sea sometido al
examen constitucional, algunos consideraban que este configuraba una muestra
de intervencionismo estatal. En efecto, Lovatón Palacios consideraba que a través
de estas injerencias estatales en la determinación del nivel negocial (el señala-
miento anticipado del nivel en el que se negociará a falta de acuerdo de partes,
la prohibición del establecimiento del nivel negocial, vía laudo arbitral, y la con-
tradictoria exigencia de ratificación por ambas partes del nivel negocial por rama
de actividad) nuestro legislador pretende inducir la negociación colectiva, a los
exclusivos y excluyentes niveles de empresa o de centro de trabajo, interviniendo
inadecuadamente en la autonomía colectiva(5).
En la misma línea consideramos que el TC no yerra cuando establece que:
“En mérito al principio de negociación libre y voluntaria, establecido en
el artículo 4 del Convenio Nº 98 de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), la determinación del nivel de negociación colectiva debe
depender esencialmente de la voluntad de las partes y, por consiguiente,
no debe ser impuesto por la legislación. Por ello, una legislación que fije
imperativamente el nivel de la negociación colectiva (establecimiento,
empresa, rama de actividad, industria regional o nacional), plantea no solo
problemas de incompatibilidad con el Convenio Nº 98 sino también con
el derecho de negociación colectiva reconocido en el artículo 28 de la
Constitución.
Ello debido a que la elección del nivel de negociación colectiva, normal-
mente, debe corresponder a los propios interlocutores en la negociación,
ya que estos se encuentran en inmejorable posición para decidir cuál es el
nivel más adecuado para llevarla a cabo, e incluso podrían adoptar, si así
lo convinieran, un sistema mixto de acuerdos-marco”(6).
Ahora bien, respecto a que ante la falta de acuerdo sobre el nivel de negocia-
ción, sea la vía del arbitraje la que resuelva tal divergencia, el panorama se torna
más difuso. Dan muestra de ello, las opiniones jurídicas discordantes. Así, por
su parte, Pasco Lizárraga y Lengua Apolaya, entienden que esta imposición no
manifiesta un rol promotor de la negociación colectiva, en tanto, ni una norma,
como tampoco una sentencia o un laudo arbitral pueden establecer un nivel de
negociación colectiva(7).
183
DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
(8) Vid. edición del 15 de julio de 2010 del diario oficial El Peruano, p. 15.
(9) Sobre el particular cabe rescatar que el TC advirtió que las asociaciones emplazadas estaban negociando de mala fe
(fundamentos 23 y 24 de la sentencia del 17 de agosto de 2009, que resuelve el Exp. Nº 03561-2009-PA/TC): “De la
valoración conjunta de los medios probatorios obrantes en autos y de los alegatos expuestos por las partes, este Tribunal
concluye que las Asociaciones emplazadas han abusado de su libertad para negociar, pues, actuando de mala fe, han
inasistido injustificadamente a la gran mayoría de reuniones convocadas por la División para negociar el pliego de
reclamos presentado por el sindicato demandante. Asimismo, las asociaciones emplazadas han abusado de su libertad
para decidir el nivel de la negociación, pues a pesar de que el sindicato demandante ha solicitado que la negociación
se desarrolle por rama de actividad, las asociaciones emplazadas se han negado a negociar con él, y además han tenido
conductas que han dificultado o hecho imposible la negociación colectiva”.
(10) Vid. entrevista publicada en: Revista Jurídica del Perú, Nº 104, Normas Legales, Lima, octubre de 2009,
p. 17.
(11) DE LAMA LAURA, Manuel (2010:118).
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MANUEL DE LAMA LAURA
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
COMENTARIO:
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MANUEL DE LAMA LAURA
(14) En efecto, dicha casatoria señala que. “(…) a la luz de una lectura sistemática de estas normas es claro que la fuerza
vinculante de una Convención Colectiva alcanza no solo a los trabajadores en nombre de quienes se celebró, así como a
los trabajadores que se incorporen con posterioridad a las Empresas comprendidas en la misma, sino también a quienes
les sea aplicable, entendiéndose por tales entre otros supuestos por la textura abierta de tal prescripción a los trabajadores
que comparten objetivamente la misma calidad profesional y condiciones en el centro de labores con aquellos en cuyo
nombre se concluyó la Convención Colectiva y que vengan posteriormente a afiliarse al Sindicato que la adoptó”: Vid.
Considerando duodécimo de la Cas. Nº 1381-2005-Cono Norte Lima.
189
DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
los trabajadores que sí se sindicalizan, poco a poco, van a sentir menos interés en
agremiarse y en negociar colectivamente para favorecer a personas que no desean
sindicalizarse o que son indiferentes a su agrupación(15).
Por otro lado, creemos que este tipo de sentencias provocan un grave perjui-
cio al empresario que de buena fe, al amparo del marco legal que regula la repre-
sentatividad del sindicato contraparte y de los efectos limitados, de ser el caso,
del convenio colectivo resultante de la negociación, de pronto vea distorsionado
su presupuesto, planificación o proyecto salarial, etc., ante la aparición de nuevos
beneficiarios que en principio no ingresaban al ámbito de eficacia de la negocia-
ción colectiva finiquitada.
A manera de resumen, queremos presentar cuadros que muestran cómo se
traduciría la eficacia de los convenios colectivos, según el criterio de la CS que
hemos criticado, en los niveles de negociación de empresa y de rama de actividad
respectivamente(16).
(15) Sobre el particular, en una entrevista realizada al connotado laboralista Neves Mujica, se indica que ya la LRCT, al
otorgar eficacia general al convenio colectivo suscrito por el sindicato mayoritario, desalienta la afiliación, porque sin
ningún esfuerzo ni riesgo el trabajador igual se beneficia. Ahora, con este fallo, se extiende el desaliento al sindicato
minoritario, pero sin ningún sustento apropiado. Vid. Soluciones Laborales. Nº 40, Gaceta Jurídica. Lima, abril de 2011,
p. 93.
(16) Boza Pró presenta, con los mismos cuadros, los efectos de los convenios colectivos antes de este criterio jurisprudencial.
BOZA PRÓ, Guillermo (2009:118).
190
MANUEL DE LAMA LAURA
Vistas las tablas surge inmediatamente una inquietud: ¿de qué sirve enton-
ces que la LRCT haya impuesto un ligamen entre la representatividad de los
entes colectivos y los efectos (limitados o erga omnes según corresponda) de los
convenios colectivos que lleguen a celebrar, si con este criterio jurisprudencial
finalmente resulta lo mismo que haya un sindicato minoritario o uno mayoritario?
Pues pareciera que con esta postura jurisprudencial las previsiones respectivas
quedarían sin piso, con lo que se reafirman las críticas expuestas.
“(...) 23. Al respecto, debemos tener en cuenta que a fojas 182 y siguientes de
autos obra el Texto Único de Procedimientos Administrativos del Ministerio
de Trabajo y Promoción del Empleo, del cual se verifica que el procedimiento
denominado ‘comunicación del número y ocupación de los trabajadores ne-
cesarios para el mantenimiento de los servicios esenciales durante la huelga’,
signado con el número 11, es de calificación automática, por lo que a la sola
presentación se entiende por aprobada la comunicación. Por otro lado, el proce-
dimiento Nº 12, denominado ‘Divergencia sobre el número y ocupación de los
trabajadores que deben laborar en servicios públicos esenciales y en servicios
indispensables durante la huelga’, es de evaluación y respecto del cual al ven-
cimiento de los 30 días hábiles opera el silencio negativo.
24. Este Tribunal, teniendo en cuenta las características de los procedimientos
establecidos en el TUPA del Ministerio de Trabajo, detallados en el fundamento
anterior, considera que con la remisión de las aludidas cartas notariales no se
ha vulnerado el derecho de huelga ni ningún otro derecho constitucional en
agravio de los trabajadores afiliados al sindicato demandante, toda vez que es
facultad de la empresa ejercer su poder sancionador, allí cuando, a su criterio, se
haya infringido las normas legales o reglamentarias, lo cual no quiere decir que
las sanciones puedan o no resultar arbitrarias o desproporcionadas, toda vez que
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
dicha tarea no corresponde al juez constitucional, sino que será el juez de la vía
laboral ordinaria quien efectúe dicha evaluación y se pronuncie en definitiva
sobre ello”.
Exp. N° 02211-2009-PA/TC-Moquegua
COMENTARIO:
192
MANUEL DE LAMA LAURA
(20) Pese a que al artículo 82 del TUO de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo (Decreto Supremo Nº 010-2003-TR),
se refiere a servicios públicos esenciales, compartimos aquella posición que el calificativo “públicos” es impertinente
y confuso en tanto un servicio es esencial no porque lo brinde una entidad del Estado, una empresa pública o privada,
sino porque su paralización pone en peligro derechos fundamentales como la vida, la salud o la seguridad, aspecto que
debería importar a efectos de determinar en qué situaciones la huelga puede ser limitada. Vid. VILLAVICENCIO RÍOS,
Alfredo (2008:449).
(21) Opinión recogida en: GERNIGON, Bernard, ODERO, Alberto y GUIDO, Horacio (2000:22).
(22) Así lo entiende el Tribunal Constitucional español en la STC Exp. Nº 43/1994, del 15 de marzo (f. j. 5).
(23) Cabe rescatar que el artículo 68 del reglamento de la LRCT (Decreto Supremo Nº 012-92-TR) señala que en caso de
divergencia sobre el número y ocupación de los trabajadores que deben seguir laborando conforme a lo dispuesto por el
artículo 82 de la Ley, la Autoridad de Trabajo designará a un órgano independiente para que los determine. La decisión
del órgano independiente será asumida como propia por la Autoridad de Trabajo a fin de resolver dicha divergencia.
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
suspendan las labores, esta no se da en relación con aquellas que sean indis-
pensables para la empresa cuya paralización ponga en peligro a las personas, la
seguridad o la conservación de los bienes o impida la reanudación inmediata de
la actividad ordinaria de la empresa una vez concluida la huelga. Estos servicios
son considerados como de mantenimiento.
La distinción entre los límites indicados salta a la vista: los servicios mínimos
de trabajo en las empresas que prestan servicios esenciales protegen derechos
fundamentales de las personas que son destinatarias de los bienes y/o servicios
de tales entidades, por su parte, la no cesación de labores de mantenimiento está
dirigida a proteger la empresa y a aquellos que desarrollan su labor en ella. En
otras palabras, los primeros implican la continuación de parte de los servicios en
tanto no se desea afectar a terceros, mientras que en los segundos no se da dicha
permanencia sino solo la subsistencia de los bienes de la empresa con el objeto
de evitar un daño mayor que el necesario al empresario y con ello garantizar el
reinicio inmediato de las labores concluida la medida de fuerza(24).
En la medida en que ambas exclusiones implican que la empresa determine
cuáles serían los servicios mínimos y quiénes serían los trabajadores que se en-
carguen de cubrirlos, se podría colegir que las reglas contempladas en el artículo
82 de la LRCT, a las cuales nos hemos referido líneas atrás, operan también para
la designación de los servicios de mantenimiento(25).
Así parece entenderlo también el TC en la sentencia que resuelve el Exp.
Nº 02211-2009-PA/TC. Para contextualizar el caso resuelto por el colegiado
constitucional es preciso detallar sus datos principales.
Con fecha 21 de enero de 2008, el Sindicato Unificado de Trabajo de SPCC-Ilo
interpone demanda de amparo contra su empleadora; la empresa Southern Perú
Copper Corporation, por violación de su derecho a la huelga, solicitando que se
declaren inaplicables y nulas las cartas notariales de fechas 6, 7, 8, 9, 13, 21, y 23
de noviembre de 2007, y se ordene a los demandados abstenerse de incurrir en ac-
tos violatorios de los derechos de huelga y a la estabilidad laboral de sus afiliados.
Refiere que el 24 de octubre de 2007, la Federación Nacional de Trabajadores
Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú, a la cual se encuentra afiliada,
comunicó a la empresa minera demandada –entre otras empresas mineras– y a la
Autoridad de Trabajo su decisión de llevar a cabo una huelga nacional, a partir
del 5 de noviembre de 2007. El sindicato demandante ratificó acatar la huelga y
comunicó su decisión a la empresa demandada y a la Autoridad de Trabajo.
194
MANUEL DE LAMA LAURA
Señala que, a partir del segundo día de iniciada la huelga, algunos afilia-
dos que venían acatando la huelga recibieron cartas notariales en sus domicilios,
mediante las cuales se les indicaba que tenían que concurrir a laborar a fin de
cubrir los servicios esenciales de la empresa, lo cual atentaba contra el derecho
de huelga, toda vez que dichos trabajadores no estaban incluidos en la nómina
de trabajadores designados por el sindicato para prestar servicios esenciales, ni
existía ninguna resolución de la Autoridad de Trabajo calificando las secciones
en las que se desempeñan dichos trabajadores como servicios indispensables.
Posteriormente, y ante la inasistencia de algunos trabajadores se les remitió cartas
de preaviso de despido por falta grave.
Ante ello la empresa emplazada alegó que la nómina del personal que debía
laborar en los servicios esenciales o indispensables de la empresa, durante la
huelga, era de aprobación automática, por lo que no era necesario contar con una
resolución de la Autoridad de Trabajo y que, por lo tanto, el haber cursado las
cartas notariales no constituyen actos que vulneren el derecho de huelga de los
afiliados al sindicato demandante.
Ante tales argumentos, el TC identificó que con la comunicación de declara-
toria de huelga de fecha 26 de octubre de 2007 el sindicato remitió a la empresa
un listado de nombres de los trabajadores que, a su criterio, debían cubrir los
cargos de los servicios esenciales durante el desarrollo de la huelga. Esta nómi-
na difería sustancialmente del número de trabajadores que, según la empresa,
eran necesarios para cubrir los servicios esenciales; por tal razón, la empleadora
procedió a designar de manera unilateral al número restante de trabajadores que
debían cumplir los referidos servicios, procediendo a remitir sendas cartas nota-
riales instando a los trabajadores designados a concurrir a laborar.
Teniendo en cuenta este contexto, el TC toma en cuenta que de acuerdo al
TUPA del MTPE existe un procedimiento denominado “comunicación del nú-
mero y ocupación de los trabajadores necesarios para el mantenimiento de los
servicios esenciales durante la huelga”, signado con el número 11, el cual es de
calificación automática, por lo que a la sola presentación se entiende por apro-
bada la comunicación. Por otro lado, el procedimiento Nº 12, denominado “Di-
vergencia sobre el número y ocupación de los trabajadores que deben laborar en
servicios públicos esenciales y en servicios indispensables durante la huelga”, es
de evaluación y respecto del cual, al vencimiento de los 30 días hábiles opera el
silencio negativo, aspectos que le llevan a considerar que con la remisión de las
aludidas cartas notariales no se ha vulnerado el derecho de huelga.
De lo expuesto por el TC, se advierte lo siguiente: En primer lugar, que no
estamos frente a una empresa que presta un servicio esencial en tanto una em-
presa minera no es considerada como tal. En segundo término, pese a la primera
consideración, resulta claro que para todo tipo de empresa resulta necesario el
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
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MANUEL DE LAMA LAURA
COMENTARIO:
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
(26) Inclusive en el TUPA del MTPE se estipula, en el procedimiento nº 18, que la calificación de la inscripción de la
organización sindical es automática.
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MANUEL DE LAMA LAURA
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DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO
b) Estatutos;
c) Nómina de afiliados, en el caso de organizaciones sindicales de primer
grado, con expresa indicación de sus nombres y apellidos, profesión,
oficio o especialidad; números de Libretas Electoral y Militar y fecha
de ingreso. Si se trata de sindicato de gremio, de profesiones u oficios
varios, el nombre de su respectivo empleador;
d) Nómina de las organizaciones afiliadas cuando se trate de federaciones
o confederaciones, con indicación del número de registro de cada una
de ellas;
e) Nómina de la Junta Directiva elegida.
Consideramos que tales requisitos no vulneran la libertad sindical dado que
no configuran una situación equivalente a solicitar una autorización al Estado
para que la organización gremial pueda ejercer sus derechos colectivos. asimis-
mo ninguno de ellos da muestra de intervencionismo estatal, así como tampoco
ninguno configura un presupuesto irrazonable o desmedido.
Por el contrario, somos de la idea de que, por ejemplo, si se hubiera exigido
que el acta de constitución hubiera sido suscrita por el MTPE o que los estatutos
hayan sido aprobados previamente por la misma autoridad, sí estaríamos frente a
una muestra de intervención irregular del Estado en la constitución de la organi-
zación sindical que configuraría, por consiguiente, una situación equiparable a la
autorización previa referida.
200
Capítulo IV
Regímenes
laborales especiales
Capítulo IV
CONSTRUCCIÓN CIVIL
203
REGÍMENES LABORALES ESPECIALES
204
ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
COMENTARIO:
(1) Aquellos trabajadores de empresas que tengan un costo menor a dicho monto, se rigen por el régimen laboral general
de la actividad privada del Decreto Supremo Nº 003-97-TR.
205
REGÍMENES LABORALES ESPECIALES
206
ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
TRABAJADORES EXTRANJEROS
207
REGÍMENES LABORALES ESPECIALES
COMENTARIO:
208
ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
FUTBOLISTA PROFESIONAL
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REGÍMENES LABORALES ESPECIALES
COMENTARIO:
210
ELÍAS MUNAYCO CHÁVEZ
• Por escrito.
Formalidad del contrato
• Debe registrarse en el Ministerio de Trabajo y en la Federación Peruana de Fútbol.
Determinado:
• Por cierto tiempo.
Duración
• Por determinado número de actuaciones deportivas que constituyan en conjunto
una unidad claramente determinable.
211
REGÍMENES LABORALES ESPECIALES
212
Capítulo V
Subcontratación,
grupos de empresas
y transmisión de
empresas
Capítulo V
COMENTARIO:
215
SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
(1) Estos datos se advierten básicamente de la fundamentación jurídica en discordia del magistrado Yangali Iparraguirre.
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MANUEL DE LAMA LAURA
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SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
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MANUEL DE LAMA LAURA
COMENTARIO:
219
SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
220
MANUEL DE LAMA LAURA
(4) Así lo indica Javier Neves Mujica, en el prólogo de: TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge y EGUIGUREN PRAELI,
Augusto (2009: 5).
221
SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
COMENTARIO:
(5) Artículo 51.- La Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior jerarquía, y así
sucesivamente. La publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del Estado.
222
MANUEL DE LAMA LAURA
(6) Artículo 118.- Corresponde al Presidente de la República: (…) 8. Ejercer la potestad de reglamentar las leyes sin
transgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentro de tales límites, dictar decretos y resoluciones.
(7) LANDA ARROYO, César (2004:147).
223
SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
224
MANUEL DE LAMA LAURA
(8) Se trata del fallo que resuelve en primera instancia el Exp. Nº 66-2009-AP, publicado en el diario oficial El Peruano, el
día 6 de setiembre de 2010.
225
SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
Permite que determinados El acápite a) devalúa la El Reglamento indica que El artículo 1 del Decreto Le-
casos puedan ser excluidos claridad de la pluralidad de el juzgador debe verificar gislativo Nº 1038, al indicar
de esta valoración. Dicho clientes como manifesta- si se dan las circunstancias que en casos excepcionales,
hecho restringe la actividad ción de una tercerización excepcionales y que estas por razones objetivas y de-
procesal autónoma del juez, válida, asimismo, cuando además deben ser demos- mostrables, la pluralidad de
quien debe además valorar relaciona el elemento geo- tradas, por lo que no se ha clientes puede ser obviada
todos los hechos probados. gráfico con un número de vulnerado el principio de como característica, se
empresas, como aspecto a independencia en la función configura una delegación
evaluar en un supuesto caso jurisdiccional, ni el debido expresa a efectos de que
de desnaturalización de la proceso. el Reglamento regule este
tercerización, introduce un aspecto.
criterio interpretativo difícil
de determinar, tanto más
que no existe un indicativo
o estadística de las empre-
sas en el área geográfica o
Inciso 2 estudio del mercado donde
se desarrolla este tipo de
empresas.
Respecto al acápite b) se
sustenta que este punto no
es claro en sus términos,
por qué, no se sabe las
razones atendibles para el
establecimiento de un pac-
to de exclusividad, cuando
precisamente la doctrina
sobre el outsourcing esta-
blece claramente que es
necesaria la pluralidad de
clientes para que funcione la
tercerización.
Interpreta de manera errónea Siempre se ha tratado el La administración del equi- Su primer párrafo es válido
el significado de “contar tema sobre la propiedad pamiento solo será posible en tanto el artículo 2 de la
con equipamiento” en tanto del equipamiento o herra- cuando resulte razonable, Ley Nº 29245 establece,
no solo amplía el significado mientas de la empresa ter- conforme al segundo párrafo como parte integrante de
de “recursos propios”, sino cerizadora, inclusive en la del artículo 4.3. del Regla- la definición de la terceri-
que también niega incluso doctrina, como un elemento mento. Del mismo modo, zación, que las empresas
a la posibilidad de “indicio” constitutivo de la terceriza- indica que la razonabilidad tercerizadoras “cuenten con
generada por el mismo Re- ción por lo que, ahora, por deberá ser analizada por el sus propios recursos finan-
glamento. el contrario, al referirse solo Juez en cada caso concreto, cieros, técnicos o materia-
a la administración, ya no de manera que no habría les”, asimismo, señala que
resulta necesario que la ter- vulneración a la Ley. uno de los elementos que
cerista sea la propietaria de caracterizan a las empresas
Inciso 3 tales bienes, se requiere que tercerizadoras es “que cuen-
solo sea su administradora, te con equipamiento,” de lo
situación que contraviene que se aprecia que la Ley en
la ley. mención no regula este as-
pecto bajo la figura de “pro-
piedad”, pues debe tenerse
en cuenta además que en
la gestión de las empresas
existen mecanismos como
el arrendamiento financiero
(leasing) mediante los cua-
les las mismas pueden con-
tar con equipamiento.
226
MANUEL DE LAMA LAURA
Es ilegal debido a que con- Otorga facultades extremas a Los indicios adicionales Trata de garantizar el de-
traviene el artículo 2 de la las empresas con el objeto señalados en el Reglamento recho de defensa de las
Ley, al crear indicios que de que demuestren algún carecen de importancia si empresas que intervienen
no permiten diferenciar la elemento de juicio o indicio es que no son debidamente en esta triangulación con-
tercerización fraudulenta de a favor de la práctica legí- acreditados con otros me- tractual, derecho que tiene
la que no lo es. tima de la tercerización, lo dios probatorios que el Juez arraigo en el Principio de
Sin embargo, la Ley consi- que denota un carácter in- analizará. Tutela Jurisdiccional Efecti-
dera a la “organización au- terpretativo que perjudicará va y el principio del Debido
tónoma de soporte material” la probanza de la desnatu- Proceso.
no solo como un indicio, ralización de la tercerización
sino como un elemento ca- en la vía judicial.
racterístico de la autonomía
Inciso 4 empresarial.
Por otro lado, el hecho de
que el reglamento considere
a la “separación física y fun-
cional de los trabajadores de
una y otra empresa”como
indicio, resulta muy peligro-
so pues puede ser solo una
separación formal; mientras
que en los activos intan-
gibles no sirve el indicio
para detectar la tercerización
fraudulenta.
227
SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
“La demandante sostiene que laboró para un mismo empleador, de manera inin-
terrumpida desde el 2 de abril de 2004 hasta el 3 de agosto de 2009, inicialmen-
te para Pesquera Polar S.A., y que posteriormente, debido a la absorción por
fusión de esta con la Sociedad emplazada, trabajó para esta última desde el 1 de
agosto de 2007, habiendo suscrito siempre contratos de trabajo intermitentes,
por lo que debe considerarse que al haber trabajado para un mismo empleador
por más de cinco años, los contratos de trabajo sujetos a modalidad se desnatu-
ralizaron convirtiéndose la relación laboral en una a plazo indeterminado.
(…) Sin embargo, a fojas 47 obra la liquidación de beneficios sociales expedida
por Pesquera Polar S.A., en la que se consigna que la demandante trabajó hasta
el 31 de julio de 2007. Asimismo, a fojas 29 obra copia de la escritura pública de
fusión de sociedades celebrada entre la Pesquera Polar S.A. y la Sociedad em-
plazada –entre otras sociedades–, de la cual se aprecia que la fusión se efectuó
recién el 15 de noviembre de 2007, es decir, después de más de tres meses de
que se produjera el término del vínculo laboral entre la Pesquera Polar S.A. y la
demandante, y de que esta última fuera contratada por la Sociedad emplazada”.
Exp. Nº 00471-2011-PA/TC
COMENTARIO:
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MANUEL DE LAMA LAURA
(9) Según la doctrina española, la transmisión de empresa quedaría definida como el cambio de titularidad de una entidad
económica, entendiendo por esta al “conjunto organizado de elementos (materiales, inmateriales y personales) que presenta
una mínima autonomía funcional o aptitud productiva, con independencia de que se trate de una actividad accesoria o
principal de la empresa. DEL REY GUANTER, Salvador; MARTÍNEZ FONS, Daniel y SERRANO OLIVARES, Raquel
(2005:226).
(10) HERRERA GONZALES-PRATTO, Isabel (1996: 23-24).
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SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
COMENTARIO:
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MANUEL DE LAMA LAURA
su derecho de defensa o vencido el plazo para ello y previa vista de la causa, esta
queda expedita para su resolución definitiva.
Dicha decisión es adoptada luego de rechazar las opciones de declarar la nu-
lidad de la resolución y de todo lo actuado con posterioridad y ordenar al juez de
primera instancia pronunciarse sobre el fondo o ingresar de inmediato a expedir
una sentencia de mérito.
La primera de las alternativas desestimadas responde a que el Colegiado
constitucional entiende que declarar la nulidad de todo lo actuado implicará una
demora procesal adicional a la que ya había sufrido el demandante. Según refiere
la sentencia, el actor viene buscando su reposición desde febrero de 2005, quien
luego de ver, en un primer momento, rechazada in limine su demanda, tuvo que
continuar hasta la instancia del recurso de agravio constitucional para que se dé
trámite a aquella, es decir, la sentencia objeto de este comentario, es la segunda
que emite, aunque no sobre el fondo, el TC respecto a las mismas partes y sobre
la misma pretensión.
La segunda es obviada en tanto el TC estima que, de pronunciarse sobre el
fondo cuando la empresa cliente ha sido excluida por las instancias inferiores del
proceso, por la estimación a su favor de la excepción de legitimidad para obrar
interpuesta, se afectaría su derecho de defensa.
Estos aspectos dan pie a los siguientes apuntes. En primer lugar, cabe desta-
car que todo indicaría que las pruebas presentadas por el demandante no admiten
mayor controversia respecto de la desnaturalización de la intermediación laboral,
dado que de lo contrario la demanda interpuesta tendría que haber sido declarada
improcedente según lo determina el artículo 9 del Código Procesal Constitucio-
nal (CPC).
En efecto, el mismo colegiado en varias resoluciones ha considerado in-
viable la procedencia del amparo para el examen de la desnaturalización de
este mecanismo contractual. Es el caso de las sentencias recaídas en los Exps.
Nºs 02406-2008-PA/TC, 02294-2010-PA/TC, 04808-2005-PA/TC, 00030-2006-
PA/TC, 0053-2007- PA/TC, entre otras. Naturalmente, en estos casos, el TC ad-
virtió que la pretensión admitía un debate probatorio impracticable en la vía del
amparo.
En ningún momento el Colegiado refiere que el actor ha presentado medios
probatorios suficientes para acreditar la desnaturalización indicada; sin embargo,
sí indica que de acuerdo a los fundamentos 7 al 25 de la STC Exp. Nº 0206-2005-
PA/TC, que constituyen precedente vinculante de conformidad con lo dispuesto
en el artículo VII del Título Preliminar del CPC, resultaba procedente efectuar
la verificación del despido arbitrario del demandante, lo cual en buena cuenta
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SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
“(...) Décimo: Que, debido al carácter tuitivo del Derecho Laboral y a la prio-
ridad en el pago de estas obligaciones establecido en los artículos 24 y 26 de
la Constitución Política del Perú, corresponde el pago solidario de los benefi-
cios sociales entre empresas vinculadas económicamente con respecto a los
créditos laborales de sus trabajadores que mantenga pendientes una de ellas,
sin perjuicio de reconocer que cada una de las empresas tengan una autono-
mía y personalidad jurídica propia y, además, tengan una relevancia unitaria
en el ámbito laboral como si se tratara de una sola empresa con pluralidad de
empresarios, regida por el principio general de la responsabilidad solidaria de
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MANUEL DE LAMA LAURA
COMENTARIO:
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SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
tales efectos señala cuáles son los criterios a tener en cuenta para determinar
cuándo existen estos.
Esta sentencia encuentra un claro enlace con el Pleno Jurisdiccional Nacio-
nal Laboral del año 2008, mediante el cual los vocales de las Salas Laborales
adoptaron, entre otros criterios, señalar que existe solidaridad en las obligaciones
laborales no solamente cuando se configuran los supuestos previstos en el artícu-
lo 1183 del Código Civil sino, además, en los casos en los que exista vinculación
económica, grupo de empresas o se evidencie la existencia de fraude con el obje-
to de burlar los derechos laborales de los trabajadores.
Al respecto, debemos indicar que en el razonamiento del Pleno como en el
de la sentencia descrita no se hace la diferencia entre los verdaderos grupos de
empresas y aquellos que actúan disfuncionalmente, con la finalidad de aplicar la
referida solidaridad. Es decir, no importa si existe vinculación económica entre
las empresas emplazadas, si efectivamente forman un grupo de empresas o si,
finalmente, existe una sola empresa con la apariencia de grupo, en tanto en cual-
quiera de estos casos existe solidaridad.
De acuerdo a los datos que se desprenden de la casatoria revisada, todo
indicaría que estaríamos frente ante un grupo de empresas, aunque esta consi-
deración importaría poco a efectos de imputar solidaridad entre las empresas
demandadas.
Es más, este criterio es subestimado por la CS al señalar que el hecho de
haberse declarado en el proceso la existencia de vinculación económica entre las
recurrentes y, consecuentemente, su responsabilidad solidaria frente a la acreen-
cia laboral, en modo alguno importa infracción al principio de autonomía de la
persona jurídica, puesto que dicha respuesta jurídica no reposa en considerar a
ambas empresas como una sola persona jurídica, sino que, asumiendo su indivi-
dualidad, esta responsabilidad recae en la vinculación económica que subyace al
formar parte del mismo grupo económico.
El asunto de la solidaridad laboral en el caso de los llamados grupos de em-
presas o empresas vinculadas no ha sido tratado por una norma laboral de aplica-
ción general. Como hemos mencionado, las leyes relativas a la micro y pequeña
empresa, han determinado cuándo existe vinculación económica, no obstante
su finalidad no se dirige a determinar si entre ellas existe solidaridad, sino que
apunta a evitar supuestos de simulación y/o fraude que permitan a las empresas
beneficiarse indebidamente con las ventajas laborales de este régimen especial.
Sin embargo, sí existe un intento legislativo sobre el particular. En efecto,
los artículos 6, 7 y 8 del Proyecto General del Trabajo que tiene en sus manos el
Congreso de la República, señalan, respectivamente, la definición de grupo de
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MANUEL DE LAMA LAURA
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SUBCONTRATACIÓN, GRUPOS DE EMPRESAS Y TRANSMISIÓN DE EMPRESAS
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Reseñas de los autores
Reseñas de los autores
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RESEÑAS DE LOS AUTORES
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Bibliografía
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deficiencias, Palestra, Lima, 2008.
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En: Estudios de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. Libro homenaje
a Javier Neves Mujica, Grijley, Lima, 2009.
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ceso sustantivo en el despido laboral peruano”. En: Derechos laborales, dere-
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Trabajo y Seguridad Social. Lima, 2006.
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ruano: Libro Homenaje al Profesor Américo Plá Rodríguez. Sociedad Perua-
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BOZA PRÓ, Guillermo. “El convenio colectivo de trabajo como fuente de
Derecho: naturaleza jurídica, contenido y efectos”. En: Estudios de Derecho
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Lima, 2009.
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2. ARTÍCULOS
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BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. La naturaleza del arbitraje en la nego-
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de 2011.
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bre tercerización de servicios. En: Soluciones Laborales. Número 10. Gaceta
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3. ENTREVISTAS
A Arce Ortiz, Elmer. Publicada en: Revista Jurídica del Perú, N° 104, Normas
Legales, Lima, octubre de 2009.
A Neves Mujica, Javier. Publicada en: Soluciones Laborales. Gaceta Jurídica,
Lima, abril de 2011.
4. SITIOS WEB
Blog de Wilfredo Sanguineti Raymond:
<http://wilfredosanguineti.wordpress.com/2010/11/06/un-hito-en-la-recupe-
racion-de-la negociacion-colectiva-por-rama-de-actividad-en-el-peru-el-lau-
do-sobre-el-trabajo-portuario/>.
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Índice General
Índice General
Presentación............................................................................................................................ 5
CAPÍTULO I
Derechos fundamentales y principios
constitucionales laborales
1. DERECHOS FUNDAMENTALES............................................................................. 9
• Vigencia de los derechos fundamentales en la relación de trabajo......................... 9
• La libertad de trabajo.............................................................................................. 12
1. Pacto de permanencia..................................................................................................... 13
2. Pactos de exclusividad.................................................................................................... 14
• Igualdad y no discriminación en el trabajo............................................................. 15
• Preferencia de los créditos laborales...................................................................... 17
• Inviolabilidad de las comunicaciones..................................................................... 19
• Debido proceso....................................................................................................... 23
• Principios de la relación laboral............................................................................. 24
• Irrenunciabilidad de derechos................................................................................. 25
• In dubio pro operario............................................................................................. 29
• Primacía de la realidad........................................................................................... 31
• Continuidad............................................................................................................ 34
• Inmediatez.............................................................................................................. 38
• Razonabilidad y proporcionalidad.......................................................................... 42
CAPÍTULO II
Derecho individual del trabajo
Subcapítulo I
Contrato de Trabajo
1. CONTRATO DE TRABAJO........................................................................................ 49
251
ÍNDICE GENERAL
1.1. Concepto................................................................................................................. 49
1.2. Elementos esenciales del contrato de trabajo. Diferenciación con otra clase de
contratos................................................................................................................. 50
1.3. Clases de contratos laborales.................................................................................. 53
1.3.1. Contrato de trabajo a plazo indeterminado................................................... 53
1.3.2. Contrato de trabajo sujeto a modalidad........................................................ 55
Subcapítulo II
Remuneraciones
1. REMUNERACIONES.................................................................................................. 91
• La naturaleza alimentaria de las remuneraciones................................................... 92
• La remuneración mínima vital................................................................................ 92
• ¿Puede prestarse servicios laborales sin pago de remuneración?........................... 93
• La remuneración en especie................................................................................... 95
• ¿Cuándo el refrigerio es considerado como remuneración?................................... 96
• ¿Cuándo el monto por movilidad adquiere naturaleza remunerativa?................... 97
• Condiciones de trabajo y remuneraciones.............................................................. 99
• ¿La bonificación por productividad es un concepto no remunerativo?.................. 101
• El encubrimiento de conceptos remunerativos....................................................... 103
• El impuesto asumido por el empleador califica como remuneración..................... 104
• El empleador puede aumentar unilateralmente la remuneración sin asentimiento
del trabajador.......................................................................................................... 105
• La reducción de la remuneración requiere de acuerdo expreso de las partes......... 106
• El acuerdo de reducción de la jornada laboral no implica tácitamente la reducción de
la remuneración...................................................................................................... 108
• Se debe desagregar o diferenciar los conceptos remunerativos constituyentes de
la remuneración integral anual............................................................................... 109
• ¿Improcedencia del pago de las remuneraciones devengadas en el proceso de
amparo?.................................................................................................................. 110
• Reposición del trabajador mediante proceso de amparo lo habilita para solicitar,
además de remuneraciones devengadas, una indemnización por daños y perjuicios.. 113
• ¿El acuerdo de la junta de accionistas para aumentar las remuneraciones genera
el derecho a favor de los trabajadores?................................................................... 114
• ¿No procede el pago de la remuneración indemnizable a razón de días en el
despido de un trabajador con contrato de trabajo a plazo fijo?.............................. 115
• ¿Procede el reintegro remunerativo si el trabajador recibe una remuneración
menor a la de otro trabajador que ocupa el mismo cargo?..................................... 116
• Improcedencia de los descuentos legales sobre remuneraciones devengadas
ordenadas a pagar en un proceso laboral................................................................ 118
• La persecutoriedad de los créditos laborales (remuneraciones y beneficios sociales).. 119
• ¿Se puede compensar deudas con las remuneraciones?......................................... 121
252
ÍNDICE GENERAL
Subcapítulo III
Beneficios Sociales
Subcapítulo IV
Jornada y Horario de trabajo
253
ÍNDICE GENERAL
CAPÍTULO III
Derecho colectivo del trabajo
• No se puede despedir por la causal de abandono de trabajo, a un dirigente sindical que
no asiste a laborar por concurrir a una asamblea gremial.............................................. 179
• La negociación colectiva en el sector portuario............................................................. 182
• Trabajadores no afiliados a un sindicato minoritario también se benefician del convenio
colectivo......................................................................................................................... 187
• Límites al derecho de huelga de trabajadores que laboran en empresas que prestan
servicios de mantenimiento............................................................................................ 191
• El empleador no puede negarse a reconocer o negociar con una organización
sindical inscrita............................................................................................................... 196
CAPÍTULO IV
Regímenes laborales especiales
• Construcción civil........................................................................................................... 203
• Trabajadores extranjeros................................................................................................ 207
• Futbolista profesional..................................................................................................... 209
CAPÍTULO V
Subcontratación, grupos de empresas
y transmisión de empresas
• Mediante la tercerización no se puede ejecutar la actividad principal de la empresa
beneficiaria..................................................................................................................... 215
• Actuación inspectiva en verificación de desnaturalización de intermediación laboral.. 218
• Declaran inaplicables, por ilegales, algunos dispositivos del reglamento de las normas
que regulan la tercerización............................................................................................ 222
• Aplicación del principio de continuidad cuando hay liquidación de beneficios sociales
de por medio en el contexto de una fusión..................................................................... 228
• La excepción de legitimidad para obrar que excluye a la empresa usuaria no surte
efectos cuando se trata de verificar la desnaturalización de la intermediación laboral.. 230
• Corresponde el pago solidario de los beneficios sociales entre empresas vinculadas
económicamente con respecto a los créditos laborales que mantenga pendientes una
de ellas............................................................................................................................ 232
254